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Puesto que no se me dan bien las palabras a la hora de relatar mi vida anterior, puede que le haya

robado algunas a María Martínez, es una autora del primer libro que le di la oportunidad. Te escribo sin
ninguna intención de afligirte ni de humillarme a mí mismo insistiendo en unos deseos que, para la
felicidad de ambos, no pueden olvidarse tan fácilmente; el esfuerzo de redactar y de leer esta carta
podría haberse evitado si mi modo de ser no me obligara a escribirla y a que tú la leas. Por tanto,
perdóname que me tome la libertad de solicitar tu atención, aunque ya sé que habrás de concedérmela
de mala gana, te lo pido en justicia...

Sé que he hecho demasiadas putadas, las cuales puede que en algún momento me malinterpretes y que
no te merezco, pero te pido..., no, te ruego que, por favor, pases por alto las cosas y pienses un poco
más en lo que podremos lograr. Soy consciente de que siempre pido demasiado, y lo lamento. Si pudiera
volver atrás y manejarlo todo, lo haría. Sé que estás extresada y un poco confusa por tu situación y mis
actos, y eso me mata. En lugar de inventarme excusas que justifiquen mi manera de ser, voy a hablarte
sobre mi, sobre la persona que no conociste. Voy a empezar por las cosas que recuerdo. Seguro que hay
más, pero juro que no sería capas de ocultarte algo a propósito.

Cuando tenía 6 años, si mal no recuerdo fue cuando mi madre estaba en embarazo, desde ese
momento, empezo lo de todos cambiar, excepto yo, yo me obligaba a aceptar que todo mi ambiente se
volvió diferente, crecí siendo un recipiente del amor condicionado, dónde creía que haciendo lo que mi
madre quería o cualquier semejante podría ser querido, podría ser aceptado, en primaria conocí a
Daniel , un niño que por más que lo veía sentía sus vibras neutras, por culpa de el experimente unos
impulsos de un pequeño cabron, intente siempre ser el mejor, pero junto a Daniel me encabronaba
fácilmente pero intentaba controlarme, tuve una infancia complicada pero lo ignoraba, el padre de mis
hermanos eramos como el aceite y el agua, era demasiado patán e ignorante engañaba a mi madre, y la
insultaba, era pequeño no sabía que hacer, ya que con el pasar del tiempo mi madre se alejaba cada vez
más y más de mi, de echo hasta se desquitaba conmigo, comencé a dejar que mis impulsos me guiarán,
juntarme a Daniel, nos metíamos en problemas siempre, Nose porque pero me distraía, me cambiaron
de salón "fue un desastre para que lo hicieran" no volví a toparme con Daniel y desde ese momento
decidí centrarme más, y así fue, comencé a ser siempre uno de los 3 mejores, me contrataron un
instructor de inglés privado para así mantenerme ocupado y "no gastar mis energías buscando
problemas" según ellos.

A los 7 años solo recuerdo que me pusieron a cuidar de Camilo que tenía un año o meses, estaba
durmiendo, mientras que yo hacia mi tarea de inglés, nunca imaginé que ese niño rodaría tanto dormido
y se caería de la cama, empezó a gritar y llorar, solo estaba el cabron de su padre de esos tiempos, ya
que en esos tiempos mi madre trabajaba y el se quedaba en la casa, el se acerco corriendo y al ver a su
cria en el piso, mientras yo intentaba explicarle con temor, sin preguntar me dió una patada en el
estómago tan fuerte que me estrelle contra la mesa donde estaba estudiando, rompiéndola, mientras
daba mi mejor esfuerzo para respirar el solo me insultaba mientras lo cargaba, cuando llegó mi madre le
conté pero, el me trató de mentiroso y ella le creyó y me castigo, a las semanas después aún recordando
eso del disgusto y la humillación una noche antes de el por fin ir a trabajar le jodi las llantas de la bici con
un clavo, debes en cuando lo jodia y lo hacía parecer como un accidente, Ese mismo año lancé una
pelota de tenis por la ventana de la sala y menti al respeto.
Últimamente no tenía muchos amigos porque era un capullo por así decirlo. Me metía con los chicos de
mi clase a menudo. Ya que a menudo resultaba problemas en la casa y mayormente yo salía envuelto en
ellos Prácticamente todos los días. Fui un imbécil con mi madre desde el día que le dije "Hija de puta o
hijueputa" de la irá tan insignificante que tenía en ese momento, Ése fue el último año que le dije que la
quería. Segui metiéndome con la gente y comportándome como un gilipollas con todo el mundo hasta
ahora, así que no puedo nombrar todas las situaciones, pero quiero que sepas que fueron muchas. A los
9 me metieron a una escuela de Karate, según para calmar mi ira y evitar de meterme en problemas en
el colegio después de haberle apuñalado la mano a un niño por averme rayado la camisa, fue aburrido
ya que solo aprendía el control de las técnicas pero no me permitían golpear y cuando lo intentaba me
daban sermones

A los 10 me sacaron de eso después de tanto decirles que no quería más, ya que golpee a un cretino de
papi y mami me iban a expulsar si sucedida una siguiente, pero para no tenerme quieto me obligaron a
ir a una escuela de fútbol, pero no duró mucho ya que me sacaron después de darse cuenta que yo me
desviaba del camino para no ir para allá , también perdí la virginidad con la hermana menor de una
amiga de mi madre, por culpa de un tío que nos mintió que era un juego. Fue una experiencia incómoda,
con una sensación rara. Después de hacerlo por primera vez, no volví a hacerlo hasta los 13 años, con
una mucho mayor que mi, fue asqueroso e aburrida esa experiencia, pero después de eso no lo volví
hacer, prefería prenderlas y dejarlas con las ganas. Me enrollaba con cualquiera en fiestas, siempre
mentía acerca de mi edad y las chicas caían fáciles. A ninguna de ellas le importaba una mierda, ni ellas a
mi tampoco, por eso no me importaba darles la ilusión y desaparecerme, disfrutaba hacer eso. Empecé
a consumir pastas ese mismo año, y lo hacía no con tanta frecuencia. Comencé a beber más o menos al
mismo tiempo, al principio no entendí porque a la gente le gustaba. Me supo a mierda y empecé a toser
como 5 minutos mientras sentía como me quemaba la garganta ese ron, a los 14 conoci a Fernando, era
mayor que mi como por 2 o 3años. Me caía bien porque no le importaba nada una mierda, como a mí.
Bebíamos todos los días, el grupo entero. mis amigos y yo robábamos alcohol de casa o de cualquier
sitio como fiestas que podíamos. Esos días así no volvía a casa, Empecé a pelearme mucho también.
Recibí lo mío algunas veces, pero la mayoría ganaba yo. Siempre estaba muy enfadado, siempre, y me
hacía sentir bien herir a otros. Provocaba peleas todo el tiempo por diversión.

Voy a saltarme el resto de los dieciséis porque lo único que hice fue beber, drogarme y pelearme. Y eso
se aplica asimismo a los diecisiete. Robé algunos coches y también rompi algunas ventanas. A los
dieciocho años Llegaba a casa borracho todas las noches y potaba en

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