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Dpto. de Educación
Actividad 1
Bibliografía 5
Pregunta 1: Resume las características del rol del orientador y sus competencias
Luís Sobrado (1997) organizó las habilidades del orientador según sus relaciones con los
distintos agentes participantes y con el mismo. De esta forma las clasificó en seis: (1) relación
con el alumnado, donde incluía aquellas competencias que implican a estos, cómo la
orientación académica y profesional, atención educativa, etc.; (2) relación con el profesorado
y el equipo directivo, entre las que incluyó, por ejemplo, asesoramiento, coordinación,
supervisión, etc.; (3) apoyo orientador, que abarcaba el asesoramiento ante el diagnóstico y su
intervención, evaluación y seguimiento, etc.; (4) relación con las familias, dando apoyo y
respondiendo a sus necesidades, actuando como mediador entre el centro y las familias, etc.;
(5) relación con el rol del orientador, incluyendo competencias de evaluación, seguimiento,
adaptaciones, etc.; y (6) todo lo relativo a los documentos e informes necesarios que ha de
cumplimentar como orientador.
Sin embargo, esta propuesta, a ojos de Escudero et al. (2008), carece de dos pilares que para
ellos son fundamentales. Las bases teóricas ante las que se sustentan y unos principios éticos
que permitan desempeñar su función correctamente. Por ello, consideran relevante tener en
cuenta las competencias que propone la Asociación Internacional de Orientación Educativa y
Profesional. Dividiéndolas en dos, las competencias centrales y las competencias
especializadas, ambas incluyen un total de 11 habilidades que debe presentar un orientador
educativo. Las primeras incluyen la profesionalidad, la integración de la teoría y la
investigación, actualización de los conocimientos, trabajo en equipo, etc. Por otro lado, las
segundas hacen referencia a aquellas más específicas de su labor, como el diagnóstico, la
investigación, orientación, counseling, etc.
Escudero et al. (2008) exponen que la importancia de realizar una clasificación de las
competencias del orientador educativo debe residir en la relación de estas con un marco
teórico, pudiendo inferir los contenidos necesarios para la formación de estos profesionales.
Por último, Domínguez (2023) divide las competencias del orientador en dos, personales y
técnico-profesionales. En las competencias personales incluye: conocimientos pedagógicos,
didácticos, psicológicos, de evaluación psicopedagógica, conocimiento legislativo y
organizativo, de entrevistas, bases científicas y una constante actualización. Por otro lado, en
las competencias personales incluye: resolución de conflictos, persuasión, adaptación al
Pregunta 2: Realiza un análisis DAFO que te permita analizar tus potencialidades y retos
como orientador/a
Escudero, J.M., Vallejo, M., & Botías, F. (2008). El asesoramiento en educación: ¿Podrían ser
las competencias profesionales una contribución positiva?. Profesorado. Revista de
currículum y formación del profesorado, 12, 1.