Está en la página 1de 7

“La cultura de la sobremodernidad y la configuración de los

espacios del anonimato”

Nombre: Nelsi María Rodríguez Domínguez


Matricula: 133147
Grupo: E082

Materia: MC (11) Antropología y educación


Docente: Dra. Ruth Mónica Díaz Sánchez
Unidad 3: La cultura de la sobremodernidad y la configuración de los
espacios del anonimato.
Actividad de aprendizaje 3. El educador social y la cultura escolar

Chilpancingo, Gro. A 24 de Mayo de 2021.


REPORTE DE LA LECTURA
“EL EDUCADOR SOCIAL Y LA CULTURA ESCOLAR”

Jórdar Ortega, Capilla. (s.f). “El educador social y la cultura escolar” en Investigación en la
escuela No. 26. España, pp. 101 – 106.

El propósito del autor en este artículo es dar a conocer el papel principal que tiene la
escuela ante la educación intercultural y el compromiso y la responsabilidad que asume
con el contexto que envuelve a determinadas poblaciones étnicas. En este lapso, el
educador social tiene la función de transmitir, desarrollar y promocionar la cultura, y a la
vez sirve como enlace entre las tareas educativas dentro de la escuela y la cultura propia
de la comunidad.
Jórdar hace reflexión en que debe existir un trato igualitario entre diferentes grupos dentro
de un mismo contexto social, es lo que ha hecho que el sistema escolar se plantee, al
menos a nivel teórico, cuál es su función ante grupos minoritarios dentro de su propio
ámbito. ¿Es suficiente una actitud de respeto ante la biodiversidad? La educación
intercultural va más allá de una comprensión superficial ante los distintos estilos de vida,
para acercarse lo más posible a una igualdad real de oportunidades educativas (s.f.
p.101).

La tarea e inquietud de un docente día con día es estar al tanto de sus alumnos para que
ellos adquieran nuevos conocimientos donde implementen nuevas estrategias de
aprendizaje y a través de la observación, la experimentación y la resolución de problemas,
conduzca al estudiante al análisis de la realidad que habita en su entorno.

Al inicio de un ciclo escolar podemos identificar diferentes personalidades con


características y caracteres muy diferentes, en donde la labor docente inicia sus
planificaciones para adecuarlas a lo diferentes estilos de aprendizaje. Tiene el
compromiso del día a día analizar cada uno de los alumnos, principalmente la conducta y
diseñar las mejores técnicas y métodos de aprendizaje y convivencia escolar.

Todo esto nos relaciona con una educación social en donde el principal factor es la
comunidad en general la tenemos que involucrar para poder lograr que ellos mismos
tengan la visión de que la integración social es la base fundamental para poder lograr
objetivos importantes dentro del contexto comunitario y estudiantil y que con todo esto
podremos avanzar y crecer en los dos ámbitos.  

La escuela compensadora

En la actualidad dentro de la educación encontramos dos conceptos sobresaliente “la


reforma educativa y el concepto “normalidad” en el cual se establece la división de una
clase dominante y clase baja por mencionarlo de alguna forma  y esto sucede porque este
modelo no se adecua a estos dos  distintos niveles, sin embargo surge también la teoría
sociocrítica, que “plantea un enfoque más coherente con una sociedad supuestamente
democrática: hay diferente poblaciones que necesitan respuestas diferentes” (Jórdar, s.f.
p. 102).

Pérez y Gimeno establecen que la finalidad de una escuela comprensiva, flexible y atenta
es que el alumno aprenda reinterpretando la realidad cultural por medio de intercambio de
conocimientos, para ello (Jórdar, s.f. p. 102), desafortunadamente nos encontramos que
para un determinado grupo, el análisis de su realidad concuerda con la cultura dominante
de la escuela y por lo tanto va a utilizar las mismas herramientas para asimilar su propia
cultura, pues va a utilizar el mismo lenguaje, los mismos valores etc., que le van a ayudar
a potenciar e incrementar las mismas destrezas asimilando el rol social en donde se
desenvuelve. Sin embargo para el otro grupo lo percibe como un encuentro entre dos
culturas, dos lenguajes, diferente tipo de socialización y diferentes esquemas cognitivos
en donde va a encontrar la misma realidad escolar pero de diferente manera.

Ante todo ello lo único que se busca es la igualdad social, en la cual tenga derecho a
elegir, a ser diverso y educar en sus propias diferencias, para ello también se debe
reconocer que no todos tienen las mismas oportunidades de disponer una cultura
homogénea, si no de distribuir los recursos materiales y humanos para que nadie ocupe
una posición inferior por no tener ciertos elementos culturales.

Desafortunadamente nos encontramos que el fracaso social y escolar en determinados


grupos es el no ser capaces de ver la riqueza  de otros colectivos para poder establecer
sus propias riquezas y encontrar su propia identidad social, para todo ello se debe
establecer que para atender a un grupo social no solo queda en la acción social sino más
bien en cómo es aceptado como un elemento más ante la diversidad para su integración.
Bajo esta premisa el punto clave de todo es incorporar en nuestra labor diaria con el
grupo que esta etiquetado como experiencias desviadas que no concuerdan con la demás
comunidad, la promoción del fomento a la igualdad, armonía y respeto dentro del
ambiente escolar.

Cuando se logra llegar a esta integración se puede establecer que hay diferentes
concepciones de conocimientos, experiencias que pude coadyuvar a establecer diferentes
situaciones de reflexión y análisis de la realidad modificando esquemas cognitivos en el
cual se pude generar el proceso enseñanza –aprendizaje, siendo así en donde se va a
ver muy marcado donde el alumno va a mostrar una actitud diferente y va a demostrar
una manera diferente de comprensión y un mejor desenvolvimiento educativo.

La escuela y la acción socioeducativa

El gran reto didáctico es cómo hacer que la cultura de la escuela, conceptual y abstracta
sea útil para otras culturas experienciales, en otras palabras; qué hacer para que la
cultura escolar desarrolle las herramientas necesarias con las que el niño pueda
desenvolverse en la comunidad. La adecuada utilización del andamiaje que proporciona la
escuela, tiene que ser en- tendido y utilizado en el medio que vive el individuo. La
educación debe desarrollar las habilidades sociales con las que se reconstruyan nuevos
esquemas cognitivos en el contexto donde el niño se desenvuelve (Jórdar, s.f. p. 103).

Zabalza (1992) menciona que la función socializadora de la escuela es una realidad


sustancial a ella misma, pero posiblemente la hemos hecho única responsable de la
dimensión multicultural ignorando que ésta no es un simple proceso de asimilación, sino
un derecho que todo individuo tiene de mantener su propia identidad cultural, allá donde
se baile inmerso y la comunidad es el entorno más inmediato. Ante este planteamiento, el
niño procedente de cultura diferente, necesita de la coordinación de todos los agentes
sociales implicados en un proyecto multicultural y éste supera al propio quehacer escolar
(Jórdar, s.f. pp. 103 – 104). El desarrollo de un programa socioeducativo es amplio, y es
necesario analizar no solo el campo de actuación de la educación formal, sino reflexionar
sobre el significado de la educación social, dentro del ámbito comunitario.

El educador social y la escuela


La intervención socioeducativa va mucho más allá del planteamiento escolar, con el que
se coordina. Es una tarea educativa en un marco multidisciplinar, con la participación de
los diversos sectores implicados en la educación comunitaria.

Se trata de trabajar con toda la población para que asuma con responsabilidad a tarea ele
educar a los más jóvenes. Se trata, en definitiva, de actuar con programas comunitarios
que reconozcan y activen la cultura minoritaria, reivindicando el derecho a participar en
una sociedad democrática. El objetivo de igualdad educativa, si lo deformamos para
convertirlo en la igualdad de oportunidades para acceder a posiciones desiguales en la
sociedad, llega a constituir una forma más de legitimar las desigualdades.

Si entendemos la educación como un proceso de diálogo más allá de las fronteras del
aula, favorecedora en determinados contextos de acciones de cambio social, el educador
social, puede ser el elemento de conexión entre la escuela y el exterior. En este sentido
es el elemento de enlace entre el proyecto educativo y la comunidad; trabaja en un ámbito
privilegiado para conectar con el grupo disminuido socialmente; tiene un contacto más
directo con la realidad social de la comunidad. Esto hace que la educación social facilite la
integración de los distintos colectivos en el quehacer educativo, posibilitando el
establecimiento de unas relaciones grupales que enriquecen el diálogo inter grupal,
requisito imprescindible en la educación intercultural.

Dentro de la educación social, se flexibiliza y reorienta el objetivo educativo ele la escuela,


en función de los intereses de la comunidad, es decir, se tiende un puente pedagógico
entre las distintas áreas experienciales del grupo y las metas que se persiguen en la
educación formal (Jórdar, s.f. pp. 104).
Conclusión

La escuela no es una institución inmune a los cambios sociales que se producen


actualmente fuera de la misma. Las necesidades y problemas presentes en la sociedad
llegan a la escuela, ya que, reciben alumnos y alumnas provenientes de diversos tipos de
familia, orígenes, zonas del entorno, con diferentes problemáticas físicas, psíquicas etc. El
problema es que ni la escuela ni los docentes están preparados para enfrentar dichas
necesidades. Los futuros maestros y maestras no reciben la formación necesaria para
saber resolver conflictos, educar en temas referidos a la educación social sino en las
diferentes didácticas de las materias a impartir.

Los nuevos conocimientos que aporta la lectura es que como servidor educativo tenemos
mucho que trabajar, pero sobre todo la gran responsabilidad de mantener en conexión la
escuela y la cultura de las propias comunidades.

No es la simple función de compartir conocimientos académicos y saturas la memoria de


los estudiantes, con datos de memorización, sino bien enlazar esos lienzos que los
ayudara a mejorar como ciudadano y ver la realidad que le rodeo y al mismo tiempo
solucionar conflictos que presente su comunidad.

La Educación Social debería estar integrada en el ámbito formal como un elemento


importante en el desarrollo de los/as alumnos/as, ya que es necesaria no sólo la
adquisición de los conocimientos para entender la vida, sino que también es importante la
adquisición de competencias que ayuden a saber cómo vivirla.

En mi persona la responsabilidad que debo asumir es ayudar a mis alumnos a relacionar


los contenidos académicos con la realidad que está viviendo en su comunidad, a
socializar con su entorno, dar a conocer que la educación no es un conocimiento a corto
plazo sino bien que apertura a nuevos saberes, más allá de una simple memorización,
más bien un sin fin de conocimientos que te acompañaran por el resto de la vida.

“Enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las posibilidades para su producción o


su construcción. Quien enseña aprende al enseñar y quien enseña aprende a aprender”

Paulo Freire
Referencia bibliográfica

Jórdar Ortega, Capilla. (s.f.). “El educador social y la cultura escolar” en Investigación en
la escuela. No. 26. España, pp. 101 – 106.

También podría gustarte