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UNIVERSIDAD LATINA DE PANAMÁ

FACULTAD DE EDUCACION Y DESARROLLO HUMANO

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

Estudiante:

CÉSAR CRESPO RÍOS

8-799-452

EL DESARROLLO SOCIAL DEL NIÑO

Profesora: YADIRA FLORES GONZÁLEZ.

Martes 6 de abril de 2021.


EL DESARROLLO SOCIAL DEL NIÑO

Podemos ver que, durante el desarrollo social del niño, serán 3 los factores que intervienen,
los cuales son: el aprendizaje social, normatividad ético-social y relaciones interpersonales.

Estas se analizarán a continuación:

APRENDIZAJE SOCIAL

El aprendizaje social es uno de los factores más importantes en el desarrollo de la conducta


social, donde en los primeros años escolares, se verán los grandes progresos en los cuales
se destacan los siguientes:

 Desarrollo de la competitividad y motivación en el éxito:

Existe una necesidad por parte de los niños de querer competir y querer ganar siempre,
esto inicia en la escuela, esto es la necesidad de querer tener éxito y el poder ser
reconocidos por sus padres, que estos los exalten en su logros, suele suceder de manera
inversa en las niñas y para ellas sería más importante ser reconocida a nivel social y no tan
importante el nivel de competición deportiva pero estas conclusiones se verán influenciadas
por diferentes factores como la clase social, la educación recibida, etc.

Erikson observó que en los primeros años de la escuela y de acuerdo a la cultura, los niños
dirigen su atención a ser trabajadores y proveedores de sustento, mientras que las niñas
dirigen su atención a poder ser reconocidas y otras adquiriendo cualidades conducentes a
ser queridas y aceptadas, durante esta etapa el éxito se convierte en la principal fuente de
refuerzo para su aprendizaje.

 Modelado y Autorrefuerzo:

El aprendizaje por observación es muy importante para el desarrollo de los niños. Una gran
parte de las habilidades que adquirimos depende de la observación de la conducta de otros,
especialmente durante la infancia.

El modelado es un tipo de aprendizaje que se basa en la imitación de la conducta ejecutada


por un modelo, normalmente otra persona. Este proceso sucede de forma cotidiana y puede
utilizarse como técnica terapéutica para facilitar la adquisición y la modificación de
comportamientos, el modelado tiene distintas funciones. Principalmente sirve para adquirir
nuevos comportamientos, por ejemplo, habilidades manuales, pero también puede inhibir o
desinhibir conductas; esto depende de las expectativas de la persona en relación a las
consecuencias. Estos aprendizajes por imitación siempre tendrán como modelo al tutor del
niño, el niño encuentra una figura a quien admirar y de acuerdo a la conducta de este adulto
de esa misma forma el niño imitará todo lo que esté en su alcance y comenzará a
desarrollar su personalidad, de acuerdo a como se comporte el niño en su imitación puede
que reciba una recompensa o un castigo, de recibir recompensa por algún acto, esta
imitación será más frecuente y de recibir algún tipo de castigo, no lo será tanto.

 Aplazamiento de la gratificación:

El término demora de la gratificación hace referencia a la capacidad del ser humano de


inhibir su conducta y sus apetencias actuales en pos de obtener una ventaja o beneficio
mayor o más apetecible en un futuro, se trata de un elemento claramente vinculado a la
motivación y al establecimiento de metas, La capacidad de demora de gratificación nos
permite controlar nuestros impulsos básicos y ajustar nuestra conducta a nuestras metas y
expectativas. Del mismo modo se ha encontrado que correlaciona positivamente con un
mejor rendimiento académico, laboral y social, una mayor autoeficacia percibida y
autoestima y en general una mejor adaptación al medio, aumentado nuestra competencia,
autoestima y autoeficacia. Nos permite gestionarnos a nosotros mismos y hacer frente a
situaciones de crisis, valorar los pros y contras de ejecutar una acción y sus consecuencias
antes de hacerla, hacer frente a la incertidumbre y a la frustración y establecer y seguir
planes.

NORMATIVIDAD ÉTICO-SOCIAL

Para afrontar el desarrollo moral desde la infancia, hay que realizar un aprendizaje social
desde las teorías del desarrollo cognitivo, los niños son educados en forma directa por sus
padres a través de la imitación, de la formación y son modelados. La moral de los niños se
muestra muy cercana a los modelos de sus padres, de la sociedad a la que pertenecen y de
la escuela. La combinación amor-autoridad es fundamental en los padres, y tiene que haber
una relación estrecha y de comunicación y probablemente, los niños y los jóvenes serán
menos vulnerables a las presiones externas. También la influencia de la escuela es muy
importante y el proceso de aprendizaje social es básico para entender como la disciplina y
el modelado-formación contribuye al desarrollo de conductas morales apropiadas. Sería
bueno que en casa aprendieran esos valores morales para que los interioricen y así lleguen
a formar parte de él, y hacerles ver que sus comportamientos afectan a los demás. Hay una
regla de oro: "No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti"
Piaget dice que el desarrollo del pensamiento y el juicio moral de los niños no se desarrollan
todos de una vez, sino por etapas. El pensamiento moral del niño, según Piaget, implica el
reconocimiento progresivo de que existan unas reglas en la sociedad basadas en los
conceptos de justicia, legalidad y rectitud.
los valores morales son el resultado de la enseñanza de los padres, que son una parte
importantísima del sistema de valores de los niños, cuando han interiorizado esa moral es
cuando reconocen un respeto mutuo, la cooperación y la reciprocidad en todos los
intercambios sociales. Pero hay que tener en cuenta, de todos modos, una relación entre la
conducta moral, el pensamiento moral y los sentimientos morales.

La formación integral de la persona nos permite vivir con valores y sería de desear y muy
necesario enseñar a los niños en la vida familiar y en las escuelas esa ética y los valores
morales que entronquen y unan al niño en la sociedad en la que se desarrollan. Y esa
familia debería enseñar el amor al prójimo, el respeto, el autocontrol, la madurez, saber
discernir entre lo bueno y lo malo, la no violencia, etc.

RELACIONES INTERPERSONALES

Las relaciones interpersonales están marcadas por un ambiente de amistad, respeto,


comprensión, escucha y mucho cariño; aspectos que, sin duda alguna, aumentan la
autoestima, los aprendizajes y el sentido de pertenencia de los niños. Son tres aspectos, los
cuales abarcan todo el mundo de relaciones que el niño tiene, a saber: familia, escuela y
grupo de amigos.

Sabemos que la familia es el primer contexto de socialización, donde niños y niñas


participan y se desarrollan activamente. También sabemos que, además, en un
determinado momento la familia decide que ya puede abrirse a un nuevo contexto: la
escuela, confiando la complementación de su educación a sus maestros.

Cuando esto sucede, el niño no es un ser pasivo y como constructor activo de sus
relaciones personales, atraviesa una fase de autorización y de construcción de lazos
privilegiados con los adultos con los que se relaciona habitualmente en la escuela, Estos
vínculos son necesarios para dar un firme sustento emocional, que permite a los niños
sentirse confiados y seguros para dar los pasos necesarios en el descubrimiento del mundo;
solicitando ser guiados y acompañados; Por la singularidad de la etapa de los cero a los
seis años y los vínculos afectivos que se crean, sin olvidar el derecho a la estabilidad y
continuidad de sus relaciones personales, es necesario que reflexionemos sobre la
importancia de establecer una unión entre la escuela y la familia, para que puedan crecer
sin ningún tipo de furia, conflictos o ambigüedades y lo hagan de una manera amable y
armónica consigo mismos y con el medio (físico, cultural y social) que les rodea, los niños
necesitan amor, afecto y estima, integración en un grupo, posibilidad de explorar e
interactuar en el entorno que les rodea. Además, necesitan relacionarse entre sí y con el
medio físico y humano en el que viven. Si perciben en sus dos ámbitos de relación y entre
sus personas de referencia un clima de confianza, escucha, respeto, compañerismo y un
bienestar recíproco, les estaremos nutriendo de sentimientos positivos que serán la base de
una vida afectiva y emocional sana y equilibrada, muy valiosos para las relaciones que
establecerán en el futuro con sus iguales y otras personas.

Para finalizar, la escuela debe ser abierta, un lugar de encuentro; respetuoso, democrático y
participativo que ofrezca muchas oportunidades y espacios donde las familias puedan
participar, intercambiar y compartir con los maestros, concediendo mucho valor a los
momentos cotidianos (excursiones, actividades del día a día en el salón, período de
adaptación con la familia, entradas y salidas…). Y la familia debe ser consciente del enorme
potencial que su pequeño o pequeña está a punto de desplegar, confiando en la escuela y
sus maestros como el terreno apropiado donde puede hacerlo, y sentirse miembros
partícipes y protagonistas, e incluso, transformadores, de la vida escolar. Participar y
disfrutar de las experiencias y vivencias de la escuela con sus hijos e hijas es la forma más
bella de implicación en su aprendizaje y educación.

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