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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE HONDURAS

ASIGNATURA: FILOSOFÍA DEL DERECHO

CATEDRATICO: Abg. JORGE ALBERTO JUAREZ URQUIA

TEMA:

TRABAJO DE INVESTIGACION II PARCIAL

DWORKIN VS HART Y KELSEN

ENTREGADO POR

GRUPO NÚMERO 2

MODALIDAD PRESENCIAL ZOOM

Fecha de entrega xx/02/023


INTEGRANTES

LESLY CAROLINA HERNANDEZ


CELSO BARAC CHACON RIVERA 202010060441
ODALIS DEL CID RODRÍGUEZ 201310020353
CINDY ESTELA MURILLO 202110010691
MARTHA FABIOLA NUÑEZ CANTILLANO
DANIELA ALEXANDRA GARCÍA SORTO 201930060047
MAURICIO ALEJANDRO FLORES LOPEZ 202010110422
ERLIN JOSUÉ SÁNCHEZ RODAS 20183011008
HECTOR CABALLERO VELASQUEZ 201730060083
JOSE LUIS MELGAR 202030060271

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ÍNDICE

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INTRODUCCION

La filosofía del derecho es una rama de la filosofía que estudia los fundamentos
filosóficos del derecho como orden normativo e institucional de la conducta humana en
sociedad, de tal manera que se enmarca en los fundamentos filosóficos del derecho,
así como aplicación de la forma de pensar filosófica en la naturaleza del derecho, entre
los aportes a esta rama jurídica tenemos la obra de, Los derechos en serio, autoría del
filósofo jurista, Ronald Dworkin, basándose en los derechos individuales, a los que
considera triunfos frente a la mayoría, especialmente los derechos a igual
consideración y respeto, los positivistas consideran que los únicos derechos existentes
son los reconocidos por el sistema jurídico, por otro lado, está El concepto de la ley de
Herbert Hart, en esta obra el filósofo jurista Hart, sostiene que un sistema jurídico es un
enunciado bifronte, una de cuyas caras mira a la obediencia por parte de los
ciudadanos ordinarios y la otra a la aceptación de reglas secundarias como pautas o
criterios comunes críticos de conducta oficial, por parte de los funcionarios donde la
coerción y la moral son fenómenos sociales relacionados, de igual forma también se
destaca la obra, La teoría pura del derecho del jurista y de igual forma filosofo Hans
Kelsen, en la misma se concibe a la norma jurídica como un juicio hipotético que
expresa el vínculo específico que se establece entre un hecho condicionante y su
consecuencia, una norma es, entonces, el sentido de un acto con el cual se ordena o
permite y, en especial, se autoriza un comportamiento, refiriéndose únicamente a la
norma jurídica positiva, tomando estas obras profundizaremos y daremos a conocer en
el desarrollo de esta obra conjunta.

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OBJETIVO GENERAL

Obtener un amplio entorno en ideas y aprendizaje derivado del estudio y


sinterización de estas tres obras destacadas para la filosofía del derecho, desde
el punto de vista jurídico e ideológico critico constructivo.

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OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Identificar la postura ideológica central de cada una de las fuentes en referencia


y el contraste entre ellas, desde el punto de vista del aprendizaje moderno.

Hacer un estudio detallado de las obras literarias, dando a conocer los aspectos
más relevantes a la luz de las teorías filosóficas y su aplicabilidad en los
aspectos sociales.

Que como alumnos pasantes de la carrera de derecho podamos interpretar los


textos de manera profunda, desde el punto de vista crítico, orientado a los
aspectos jurídico-sociales de nuestro país y su entorno político.

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LOS DERECHOS EN SERIO
RONALD DWORKIN
Ronald Dworkin, quien fue filósofo del Derecho y catedrático de Derecho constitucional,
su teoría del derecho es una de las obras contemporáneas más influyentes, fue
profesor de derecho en diferentes universidades de renombre mundial, así como
seminarista internacional.
En esta obra que referimos, Los Derechos en serio, Ronald Dworkin propone un nuevo
modelo de función judicial que llama el de la respuesta correcta, que presupone que el
juez al tomar una decisión siempre encuentra la respuesta correcta en el derecho
preestablecido y que carece de discreción y de poder político argumentado que el juez
no es un legislador, sino mero aplicador, ya que existe la separación de poderes y el
juez está subordinada a la ley, donde la finalidad es que el juez garantice los derechos
individuales y en los casos calificados como difíciles el juez se basa y debe resolver a
través de los principios en los que se funda el derecho, en otro sentido, el juez debe ser
siempre garantizador de derechos y no creador de ellos.

Una de las claves del éxito de la obra de Dworkin se encuentra en su pretensión de


fundamentar el liberalismo progresista ya que pretende construir y justificar una teoría
política liberal superadora de un liberalismo conservador.
La crítica al positivismo jurídico que es la manifestación por excelencia de la teoría
jurídica liberal tradicional y la crítica al utilitarismo que hasta hoy ha sido una de las
manifestaciones de la filosofía política liberal ocupa un lugar muy importante como
prolegómeno del nuevo liberalismo progresista, lo interpreta Dworkin.

De esta manera Dworkin pretende rescatar el liberalismo de las garras del positivismo
jurídico y de la filosofía utilitarista, su ataque al positivismo queda reforzado por su
ataque a la filosofía utilitarista. La tesis de los derechos es uno de los instrumentos más
eficientes que usa para demostrar la debilidad de los argumentos utilitaristas cuando se
plantea el tema de los derechos individuales.

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Dworkin restaura el liberalismo individualista radical fundamentado en un
poderoso aparato analítico heredado del filósofo estadounidense, John Bordley Rawls
profesor de filosofía política en la Universidad de Harvard y autor, entre otras obras, de
Teoría de la justicia, Liberalismo político, The Law of Peoples y Justice as Fairness,
quienes argumentan que el nuevo liberalismo es progresista por sus opiniones
favorables a la desobediencia civil o a la discriminación inversa.

El concepto de una teoría del derecho, tal como se describe, no supone que los
principios y las directrices políticas expliquen las normas establecidas de la misma
manera como podría explicarlas un historiador del derecho, identificando los motivos de
quienes adoptaron dichas normas, o llamando la atención sobre los grupos de presión
que influyeron en su promulgación. Si una teoría del derecho ha de proporcionar una
base para el deber judicial, entonces los principios que enuncia deben tratar de
justificar las normas establecidas, identificando las preocupaciones y tradiciones
morales de la comunidad que, en opinión del jurista que elaboró la teoría, fundamentan
realmente las normas.
Este proceso de justificación conduce al jurista a profundizar en la teoría política y
moral, más allá de donde sería exacto decir que algún criterio de justificación sirve para
decidir, entre dos teorías diferentes de nuestras instituciones políticas, cuál es la mejor.

Basándose en los principios y la democracia, la actitud de que la adjudicación de


competencia debe estar subordinada a la legislación encuentra apoyo en dos
objeciones al poder creador de derecho del juez. La primera sostiene que una
comunidad debe ser gobernada por hombres y mujeres elegidos por la mayoría y
responsables ante ella. Como los jueces, en su mayoría, no son electos, y como en la
práctica no son responsables ante el electorado de la manera que lo son los
legisladores, el que los jueces legislen parece comprometer esa proposición. La
segunda objeción expresa que si un juez legisla y aplica retroactivamente la ley al caso
que tiene entre manos, entonces la parte perdedora será castigada no por haber
infringido algún deber que tenía, sino un deber nuevo creado después del hecho.

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Estos dos argumentos del filósofo se combinan en apoyo de la idea tradicional de que
la adjudicación de competencia al juez debe estar tan subordinada a la ley como sea
posible.
El funcionamiento del sistema político de la democracia representativa es indiferente,
pero es mejor que el de un sistema que permita que jueces no electivos, que no tienen
contacto con el público ni están sometidos al control de grupos de presión, establezcan,
a puertas cerradas, compromisos entre los intereses en juego, también es convincente
en contra de una decisión generada por directrices políticas, sería injusto sacrificar
los derechos de un inocente en nombre de un deber nuevo, creado después del
hecho; por consiguiente, también parece injusto privar de su propiedad a un
individuo para entregársela a otro con el solo fin de mejorar globalmente la eficiencia
económica.

Este modelo es distinto a los modelos que son defendidos por el formalismo jurídico
donde el juez es la subsunción del caso de la norma preestablecida, el Realista que
sostiene que las decisiones judiciales son fruto de las preferencias de los jueces y de
su conciencia subjetiva, dándole poder político, el Positivista, el cual reconoce la
existencia de casos difíciles en los cuales no existe una norma aplicable y donde el
juez tiene la
discrecionalidad y le permite la aplicación de normas retroactivas, no ofreciendo
respuestas correctas, sino variedad de posibles respuestas.

No podemos dejar de hacernos la pregunta ¿por qué tomarnos los derechos en


serio?
Para que un gobierno reconozca los derechos individuales, debe prescindir de la
aseveración de que los ciudadanos jamás tienen derecho a infringir sus leyes, y no
debe definir los derechos de los ciudadanos de modo que queden aislados por
supuestas razones del bien general.
Asimismo, el autor plantea la diferencia entre lo que son principios jurídicos y normas
jurídicas, señalando que esta diferencia radica en que, a pesar de que ambos

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estándares apuntan a decisiones particulares referentes a la obligación jurídica en
determinadas circunstancias, difieren en el carácter de la orientación que toma, es
decir, las normas se aplican de manera disyuntivas, tomando en cuenta que las normas
pueden tener excepciones, mientras que los principios no pretenden siquiera establecer
las condiciones que hacen necesaria su aplicación, más bien enuncian una razón que
discurre en una sola dirección, pero no exige una decisión particular; es decir, éstos
tienen una dimensión que las normas no, la del peso o importancia. Sin embargo, la
norma y el principio en muchos casos son difícil de distinguir.
Tomando como referencia la teoría de Hart, en su libro The Concept of Law, Dworkin
explica la diferencia de una norma social que se constituyen por el comportamiento y
una regla normativa, mencionando que enunciar una u otra, no es, pues, una diferencia
en el tipo de norma que afirma cada enunciado, sino más bien una diferencia en la
actitud que se toma hacia la norma.
Dworkin nos hace una crítica a la escuela positivista y utilitarista, utilizando la filosofía
de Rawls y los principios del liberalismo individualista, considerando que el derecho no
debe separar la ciencia descriptiva de la política jurídica, argumentando que sin
derechos individuales no existe derecho. Dworkin rechaza estas doctrinas desde la
perspectiva metodológica, única vía que permitía unificar la diversidad de las escuelas
positivistas. Dworkin argumenta que se debe acudir al derecho que se aplica y
obedece, para demostrar que la moral interviene en el derecho es muy peligroso para
la doctrina positivista porque pone en manifiesto la debilidad de su enfoque, siendo
este el objetivo fundamental de su crítica, tomando como punto de partida las teorías
de Austin y Hart, considerando la de Hart la más depurada del positivismo jurídico.
El autor de esta obra argumenta que no existe una conexión necesaria o conceptual
entre derecho y moral, sino más bien es una fáctica, a través de su propio aparato
analítico de reconstrucción racional aplicado al conocimiento y la crítica del derecho,
pues el modelo positivista es incapaz de dar cuenta de la complejidad del derecho.

Tomando la obra del autor vemos la contradicción con la teoría de la discrecionalidad


que tienen los jueces, Dworkin nos argumenta que, a los jueces se les debe de exigir la
búsqueda de criterios y la construcción de teorías que justifiquen sus decisiones y que

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en los casos difíciles deben acudir a los principios, balanceando estos principios y
decidiendo por el que tiene más peso, es decir tomando en cuenta la búsqueda
incesante de criterios que sean siempre objetivos. Tomando en cuenta que en los
Estados el control político es cambiante.
Otra discrepancia de la teoría positivista desde el punto de vista de Dworkin, es que
éstos solo aceptan aquellos derechos que son reconocidos por un sistema jurídico,
pero el escritor de la obra menciona que junto a estos derechos jurídicos están los
derechos morales y que los problemas no se resuelven a través del reconocimiento
legal, también difiere en que haya teorías políticas que no unen los derechos y los
objetivos de éstos mediante la causalidad, sino haciendo que la fuerza de un derecho
dependa de su poder, como derecho, para promover algún objetivo colectivo,
perdiéndose la garantía de los derechos individuales que es la función más importante
del sistema jurídico.

EL CONCEPTO DE LEY
HERBERT HART
El concepto de ley es una obra muy importante en la filosofía jurídica analítica ya que
fue
escrita por uno de los representantes del positivismo jurídico influyente, Hebert Hart,
para Hart, existen dos rasgos que definen el positivismo, los cuales son que entre el
derecho y la moral no existe relación lógica necesaria y que el derecho se originó
debido a las prácticas y relaciones relativas.
Hart también incorporo el desarrollo de la filosofía del lenguaje, es por eso que esta
obra se vuelve una de las más influyentes en la filosofía jurídica, esta obra tiene un
análisis de los conceptos de derecho y sistema jurídico, y discute la forma de estos dos
conceptos como las reglas para la conducta de las personas, tiene también un enfoque
importante en la relación que existe entre el derecho, la moral y la coerción, la coerción

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tiene como objetivo condicionar el comportamiento de una persona a través de la
imposición de una sanción.
En su obra Lionel Adolphus Hart, estudia las leyes, las variedades, ordenes e
imperativos que el lenguaje puede imponer sobre las relaciones civiles y la
interpretación de las normas. Por ello acude, a un ejemplo en el cual se usan diversas
expresiones, se trata de un pistolero que ingresa a un banco con un solo motivo, y hace
uso de las palabras para llamar la atención y ejercer solicitudes, pues le dice al
empleado: me entregas el dinero o te pego un tiro. Lo cual no solo es un hecho social
que debe ser sancionado, si no también condenado por manipular la conducta del
empleado y amenazarlo con afectar su integridad física. Por ende, en ocasiones la ley
puede ser persuasiva, al empujar a los civiles y funcionarios públicos a obedecer, de lo
contrario recibirán sanciones o daños penales según lo determinen las normas para
cada caso.
Herbert Hart, lo explico así:
A los individuos particulares se les aplica un acto particular y una forma estándar de
una ley penal, Que de todas las variedades de la ley tiene el parecido más cercano a
una orden respaldada por amenazas, es en general de dos formas;
Esto indica un tipo de conducta general que se aplica a una clase de personas que
vayan a ver como se aplicada la ley a ellos y como deben cumplir con ella. Así cuando
los funcionarios les llamen la atención y exijan el cumplimiento, deberán ceder a
tiempo, como un inspector de Hacienda lo hace, si hay desobediencia puede ser
oficialmente identificado, registrado, castigado y amenazado ante un tribunal.
Como se puede evidenciar, las leyes se expresan mediante un lenguaje, y este
contiene los términos relacionados con deberes y derechos, en el caso del ejemplo del
inspector de hacienda, este ofrece un tiempo prudente por ley para que se obedezca, si
los civiles o empresas no atienden a la amenaza legal, se les aplicara la sanción ante el
tribunal para que aprendan obediencia.
De acuerdo con lo anterior, Herbert Hart deja claro que el lenguaje es una forma de
condicionar la conducta social para el cumplimiento de las leyes, y que esto a su vez
genera un control legal sobre la población. En síntesis, las normas jurídicas son
positivas porque el lenguaje es capaz, de que la gente haga cosas, no por el gusto

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propio, y si por el deber de cumplir con las leyes para evitar sanciones por parte de las
instituciones del soberano. Esto permite que la realidad entre ellos se transforme y
sean atraídos a tomar medidas, para no quebrantar las normas o para asumir de forma
responsable el hecho de haberlas infringido.

Paralelamente a este punto, Herbert Hart vuelvo al caso del pistolero.


Se podría encontrar una distinción fundamental entre las leyes y el simple caso de la
orden del pistolero. El comando del criminal es temporal, es relativo, está asentado en
su carácter de amenaza contra la vida e integridad física, pero los sistemas legales
tienen la fuerza para ejercer un poder coercitivo, generar la habitual obediencia a
órdenes generales respaldadas por amenazas jurídicas, lo cual les permite reproducir
el carácter y continuidad de los sistemas legales.
Entonces queda claro que las leyes son órdenes e imperativos que varían de acuerdo
al sistema jurídico de cada país, pero lo que hace que todas las normas tengan un
carácter mucho más universal, es que una vez firmadas, establecidas y acogidas por
las instituciones del Estado, pueden durar por décadas y tener un carácter continuo en
el tiempo, pues a diferencia del caso del pistolero que tuvo poder por un momento,
estas leyes lo tendrán siempre en el ordenamiento jurídico, hasta que sean derogadas.

LOS ELEMENTOS DE LA LEY EN LIONEL ADOLPHUS HART

Hart en su obra, El concepto de ley, al estudiar los elementos de la ley piensa en las
sociedades primitivas que lograron conservarse en el tiempo, bajo el régimen de la
naturaleza y la obligación, pero esta última cuando los unían lazos de afecto muy
fuertes, de lo contrario se podrían matar unos a otros sin restricción, y basados en su
fuerza física o la ley natural del más fuerte. Pero esto les permitió de algún modo vivir y
formar comunidades, por lo tanto, las leyes positivas que surgen del lenguaje y las
sociedades de Estado, hacen todo lo contrario, no dan lugar a la ley del más fuerte,
pues tratan de limitar la fuerza de los unos sobre los otros débiles, y así se equipara el
derecho bajo la figura de restricción, pues no se trata de si los unen lazos familiares o

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afectivos, si no de obedecer al soberano y a todo el ordenamiento jurídico, para
preservar mayores estándares de paz.
Por estas razones, el autor explica:
Las reglas de cambio pueden ser muy simples o complejas, porque pueden ser
generales y abarcar factores comunes que las harán más simples de interpretar y
aplicar, también; especificar casos concretos para individuos que infringen la ley,
entonces serán de mayor complejidad porque depende del legislador, y el
procedimiento para legislar de acuerdo a las normas de reconocimiento. De ahí que se
deba incorporar las referencias y las funciones de las reglas en detalle, de este modo el
funcionario copia la voluntad oficial del soberano, y toma las pruebas de lo infringido
para que se puede especificar que se infringió y como, y cuál es la sanción que se
merece el acusado. Esto indica que Hart no desecha a los grupos primitivos y la forma
en la que se gobernaban entre sí, si no que observa que en dichas comunidades la
obligación era algo momentáneo y podía terminarse cuando se quisiera aplicar la
fuerza, entre tanto señala la gran importancia de que en las sociedades Estado, la ley
del más fuerte sea limitada por el lenguaje del Soberano siempre.
La validez general y el estado de reconocimiento según Lionel Adolphus Hart, reconoce
que los sistemas legales tienen un día a día, que los va volviendo mucho más
complejos en la jurisprudencia, aun cuando exista el reconocimiento general de las
leyes en el ordenamiento jurídico de cada país, ya que las leyes que se formulan para
cada caso, pueden variar en la interpretación, pero no perder su validez general.
Por otra parte, Hart reconoce que las leyes tienden a ser eficaces porque la sociedad
tiene una experiencia acumulada de casos que tienden a repetirse en el tiempo, o que
ya se han juzgado en algunos momentos de la historia, solo que la validez general y el
estado de reconocimiento se harán mucho más evidentes, cuando se abordan casos
similares pero que cambian en varios criterios por las condiciones de la época. Es
decir, a medida que avanzan las sociedades lo hace su lenguaje, y este último
continuara siendo la gran transformación positiva de la sociedad y el soberano, en
términos de validez general y ordenamiento jurídico. La teoría del derecho de Hart, es
una teoría filosófica, ética y racional que estudia los beneficios del positivismo jurídico,
pues no solo aborda el modo en el que el soberano dictamina leyes para ejercer un

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control social que sea beneficioso para todos, si no que va más allá, al establecer que
el lenguaje tiene un sentido lingüístico que sirve en la interpretación de las leyes, según
sea el caso. Luego entonces, ese mismo lenguaje permite analizar todas las reglas del
derecho según el ordenamiento jurídico de cada país.
Podemos ver como el escritor de la obra parte de las perplejidades de la teoría jurídica
que son la reducción de las normas jurídicas a órdenes respaldadas por amenazas, la
separación entre el derecho y la moral y la consideración axiomática del derecho, las
reglas primas y secundarias son las que él utiliza para resolver la reducción de las
normas jurídicas a órdenes respaldadas por amenazas.
Según Hart define reglas primarias y reglas secundarias y estas deben funcionar
correctamente dentro de un sistema.
Las reglas primarias lo que hacen es imponer obligaciones, lo que nos lleva a
abstenerse o realizar acciones; en cambio, las reglas secundarias, son las normas que
nos confieren potestades para nosotros poder promulgar reglas, crearlas o
modificarlas, algo muy importante que podemos encontrar dentro de este análisis
también es que lo que distingue a los sistemas jurídicos evolucionados no solo son las
reglas primarias, sino su articulación y fusión con las reglas secundarias.

Hart explica que existen ciertas complicaciones a la hora de interpretar al derecho


desde el punto de vista moral, aquellos que toman este aspecto mencionarían al
derecho como unión de reglas primarias y secundarias, es más importante que ver el
derecho como ordenes coercitiva.
Hart también menciona que en el derecho existe desigualdad a la hora de distribuir los
daños, ya que anteriormente los nobles estaban libres de restituir el daño o de sufrir
alguna pena, o en el código moral, los griegos prohibían la retribución a los bárbaros,
de esta manera podemos ver desigualdades en la justicia, lo cual hoy en día se intenta
solucionar brindando igualdad para todas sin importar color, sexo, nacionalidad.
Hart menciona que la moral tiene un sentido interno, el cual equivale a una cuestión
interior de cada ser humano y la regla jurídica tiene un carácter interno ya que nace de
una transgresión a una conducta impuesta por el orden jurídico.

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TEORÍA PURA DEL DERECHO
HANS KELSEN
La teoría pura del derecho es un proyecto literario de aspecto filosófico del reconocido
filósofo del derecho austríaco, Hans Kelsen, en la teoría de la autonomización del
Derecho tomando en cuenta la Política, Sociología, Moral e Ideología en la cual busca
otorgar al derecho unidad y carácter científico, denotándolo como una disciplina
positivista.
La teoría pura del derecho es el nombre que Hans Kelsen le atribuye a su enfoque
sobre el derecho en general, Kelsen quiso decir que la teoría debería estar enfocada
solamente en el derecho y no mezclada o contaminada por disciplinas ajenas a esta
disciplina, como lo habían hecho otras teorías que incluían a la teología, psicología,
biología y ética.
Kelsen en esta obra opone el positivismo jurídico ius positivismo, con el derecho
natural, identificando la predominancia absoluta del derecho positivo como orden
normativo y las constantes negaciones de supuestos dualismos como: el derecho
natural/positivo, derecho público/privado, derecho/estado.

La teoría pura, es una teoría general en la que el derecho es un fenómeno autónomo


cuyo conocimiento es el objeto de la ciencia jurídica como que hacer intelectual distinto
de la ética y las ciencias sociales.
Uno de los principales fines de la Teoría pura del derecho es el de mantener la ciencia
jurídica separada de toda ideología política, es una ciencia al calificarse como teoría
pura indica que entiende constituir una ciencia que tenga por único objetó el derecho e
ignore todo lo que no responda, constata solamente que la llamada interpretación de la

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autoridad jurídica implica siempre, con la aplicación de una norma superior, más allá de
su teoría pura del derecho, permeó profundamente el modo de concebir los elementos
medulares del sistema jurídico y de la organización del Estado.
La teoría política, es el diseño constitucional y la revisión judicial de constitucionalidad
que ejerció como magistrado del tribunal que contribuyó a crear, así como otros
campos menores a los que también dedicó parte de su obra, como la filosofía griega
clásica.

La existencia y el contenido del derecho, como reza la premisa fundamental del


positivismo, dependen de hechos sociales y no de sus cualidades o virtudes, en este
sentido, Kelsen hace referencia a la, “pureza metódica” de la ciencia jurídica, para
Kelsen, el pensamiento ius filosófico de la época contaminaba a la ciencia del derecho
con estándares morales e ideología política, o intentaba reducirla a las ciencias
naturales o sociales.
De aquí que deba también diferenciarse entre el acto de voluntad que estatuye una
norma y su validez jurídica, ello, por ejemplo, distingue al asesinato de la pena de
muerte.
Como acontecimientos empíricos, son iguales, pero su significación jurídica es
radicalmente opuesta.
Por ejemplo, para establecer la prohibición de matar, el derecho no recurre a
enunciados del estilo: “está prohibido matar”, sino que más bien suele valerse de
enunciados como: “el que matare a otro incurrirá en pena de x años”. Los sistemas
morales, al contrario, no cuentan con un sistema coactivo institucionalizado, y las
normas morales tienen la característica estructural de ordenar positivamente la
conducta debida obre el fundamento de validez del sistema jurídico, dirá Kelsen que
una norma vale porque otra norma superior así lo establece.
A través de una “cadena de validez”, se llegará hasta la primera constitución histórica.
Aquí aparece el problema de cuál es la norma que valida a la primera constitución
histórica, pues, si se adujera que la misma vale por su eficaz imposición, entonces se
produce un salto del ser al deber ser, lo cual Kelsen ha descartado como lógicamente
posible, por ello, reconstruye el concepto de “norma fundante básica”.

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La misma, a diferencia de las otras normas jurídicas, no es una norma puesta por una
autoridad, sino que se trata de una norma presupuesta por todo aquel que adopta una
perspectiva jurídica. Todo aquel que pretenda describir científicamente al derecho debe
presuponer dicha norma e interpretar como su sentido objetivo al sentido subjetivo de
la imposición de esa primera constitución histórica.
La norma fundamental desempeña varias funciones en la teoría pura: explica la
naturaleza sistemática de las normas jurídicas y constituye el fundamento de una
explicación no reductiva de la validez jurídica y de la normatividad del derecho.

Desde el punto de vista descriptivo de Kelsen


El derecho natural prescribe conductas que se consideran valiosas y positivas en sí,
mientras el derecho positivo regula conductas que adquieren valor en razón de la
propia calificación que el derecho hace en sí de ellas.
Una de las aclaraciones a estas diferencias se encuentra en la antigua Grecia, cuando
se distinguía entre las normas provenientes de la naturaleza y aquellas que derivaban
de los pactos que los hombres efectúan entre sí.
A la primera categoría se le daba el nombre de physis, mientras que a la segunda
el de nomos.
 Derecho positivo: Adquieren valor por la calificación jurídica (obras escritas,
normas escritas).
 Derecho natural: Adquieren valor por sí mismas (justicia, equidad).

El positivismo como método es la postura que defiende Hans Kelsen en su teoría pura
del derecho, esta postura se comprende con la máxima «el derecho es un fenómeno
exclusivamente normativo.

No podemos hablar de Kelsen y sus obras sin denotar su modelo piramidal y


jerarquizado de los criterios de enmarcar las diferentes normas dentro de un Estado.
Expresa la prelación de normas que debe respetarse para fines de sometimiento de
normas de inferior alcance o referencia, con normas más generales o de carácter más
amplio y los describe de la siguiente manera.

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 Constitución.
 Leyes.
 Reglamentos.
 Normas individualizadas (sentencias judiciales y contratos).

La teoría pura del derecho a sufrido diferentes críticas de las cuales daremos a
conocer las siguientes.
El jurista Ferdinand Carlos Léopold de Trazegnies Granda, conocido por su nombre
castellanizado Fernando de Trazegnies expone, que la teoría pura del derecho es
peligrosa ya que de este punto de partida se ha tratado de explicar las guerras
mundiales o genocidios producidos por la teoría pura del Derecho, misma.

Desde el punto de vista de la gramática.


Una oración con improperios y amenazas, pero gramaticalmente correcta, no es
cuestionada desde la gramática, pues esta disciplina, al ser objetiva, no analiza si el
mensaje es bueno o malo, la validez gramatical es correcta.

Desde el punto de vista de la matemática.


Los inventos en tecnología aplican fórmulas matemáticas: las computadoras, los
circuitos eléctricos, los teléfonos, pero también el lanzamiento de un misil bélico o una
bomba nuclear.

Desde el punto de vista radical.


La teoría fue tildada de radical y reduccionista, pues según sus críticos, Hans Kelsen
pretendía reducir el complejo razonamiento jurídico a la subsunción, es decir, a una
operación lógica en que se estableciera una dependencia del hecho a la ley, dejando
de lado cualquier otro criterio.

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Desde el punto de vista de la juridicidad.
De acuerdo al jurista María Valenzuela Chapetón, Kelsen está orientado por su
ateísmo, pues parte de negar que la existencia de Dios sea cognoscible científicamente
por la sola razón natural y a partir de ese supuesto afirma que la justicia no es el fin del
derecho y que, si la banda de ladrones pasa a ser más eficaz que el Estado, su
ordenamiento se convierte en derecho, esto no constituye la explicación, sino la
negación misma de la juridicidad.

Kelsen interviene que la distinción entre moral y derecho no puede referirse a la


conducta que obligan las normas de ambos órdenes sociales. El suicidio puede estar
prohibido no sólo por la moral, sino también por el derecho; la valentía y la castidad
pueden constituir no sólo obligaciones morales, sino también obligaciones jurídicas.
Tampoco es correcta la tesis frecuentemente sostenida de que el derecho prescribe
una conducta externa, mientras que la moral lo haría con la conducta interna.
Si se admite que el derecho, por su naturaleza, es moral, entonces carece de sentido
exigir, presuponiendo un valor moral absoluto, que el derecho deba ser moral, Kelsen
nos dice en su obra que debe haber una separación entre el derecho y la moral.

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ENFOQUE Y ANÁLISIS DE GRUPO.

La ley de Herbert Hart es un concepto central en la teoría legal positivista que sostiene
que la ley es un producto del poder soberano del Estado y su validez no depende de
consideraciones morales o éticas. Según Hart, la ley se compone de dos aspectos: uno
externo y otro interno.
El aspecto externo de la ley se refiere a las reglas y normas establecidas por el Estado,
que se imponen a la sociedad a través de la coerción y la sanción. Estas reglas y
normas son creadas por una autoridad reconocida y aceptada por la sociedad, y son
aplicables a todos los ciudadanos sin excepción.
El aspecto interno de la ley se refiere a la aceptación de estas reglas y normas por
parte de los ciudadanos y las instituciones, para que una regla sea considerada como
ley, debe ser reconocida y aceptada por la sociedad, de manera que los ciudadanos la
consideren como obligatoria y la cumplan sin necesidad de ser forzados por la coerción
estatal.
Hart sostiene que la ley debe ser vista como un sistema de reglas que regulan el
comportamiento humano y que tienen un carácter obligatorio, además, afirma que la ley
es una herramienta importante para mantener la paz y la estabilidad en una sociedad, y
que su función principal es resolver conflictos y proteger los intereses de los
ciudadanos.
A manera de resumen, la ley de Herbert Hart sostiene que la validez de la ley no
depende de consideraciones morales o éticas, sino que se deriva del poder soberano
del Estado y su aceptación por parte de la sociedad, la ley es vista como un sistema de

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reglas que regulan el comportamiento humano y que tienen un carácter obligatorio, y su
función principal es resolver conflictos y proteger los intereses de los ciudadanos.

Contraste de ideas entre Kelsen y Hart en cuanto sus concepciones sobre la ley.
El concepto de ley de Kelsen y Herbert Hart representan dos perspectivas diferentes en
la filosofía del derecho, ambos filósofos se enfocan en el papel de la ley en la sociedad,
pero difieren en cuanto a cómo ven la relación entre la ley y la moral y en la forma en
que definen la validez de la ley.
En el caso de Kelsen, su teoría del derecho se basa en la idea de que la validez de la
ley se deriva de una norma fundamental que es creada por la sociedad y es aceptada
como la fuente última de validez para todas las leyes que se derivan de ella.
Para Kelsen, la ley es una norma puramente formal, que se basa en la estructura de la
normatividad y no en consideraciones materiales o sustantivas. De esta forma, Kelsen
argumenta que no hay conexión necesaria entre la ley y la moral.

Por otro lado, Hart, quien fue un defensor de la teoría legal positivista, sostiene que la
validez de la ley no depende de una norma fundamental o de consideraciones
metafísicas, sino que se deriva del poder soberano del Estado y su aceptación por
parte de la sociedad, Hart reconoce que la moral y la ética pueden influir en la creación
y aplicación de la ley, pero sostiene que la ley en sí misma no tiene un carácter moral o
ético intrínseco.
Otra diferencia clave entre las ideas de Kelsen y Hart es que, mientras que Kelsen ve la
ley como un sistema cerrado y autónomo, Hart considera que la ley está conectada con
otros aspectos de la sociedad, como la política, la moral y las normas sociales, Hart
sostiene que la ley no puede ser entendida en aislamiento de la sociedad en la que
opera y que su función es resolver conflictos y proteger los intereses de los
ciudadanos.

En resumen, Ronald Dworkin, Kelsen y Hart tienen visiones diferentes sobre la


naturaleza de la ley y su relación con la moral y la sociedad, Kelsen ve la ley como un
sistema formal y autónomo, Hart considera que la ley está conectada con otros

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aspectos de la sociedad y Ronald Dworkin hace una crítica a la escuela positivista y
utilitarista, considerando que el derecho no debe separar la ciencia descriptiva de la
política jurídica, argumentando que sin derechos individuales no existe derecho, que su
validez se deriva del poder soberano del Estado y su aceptación por parte de la
sociedad.

GLOSARIO DE PALABRAS DESCONOCIDAS SOBRE EL TEMA.

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CONCLUSIONES

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BIBLIOGRAFÍA
 https://lpderecho.pe/teoria-pura-derecho-hans-kelse

 DWORKIN, Ronald. Takin Rights Seriously (Los Derechos en serio), Segunda


edición, editorial Ariel, S. A. Barcelona, España, diciembre, 1989. 512 páginas.

 https://www.marcialpons.es/libros/los-derechos-en-serio/9788434405462/

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