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Cáncer de la nasofaringe
H. Boussen, N. Bouaouina, A. Gamoudi, N. Mokni, F. Benna, I. Boussen,
A. Ladgham
Otorrinolaringología 1
E – 20-590-A-10 ¶ Cáncer de la nasofaringe
2 Otorrinolaringología
Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
Otorrinolaringología 3
E – 20-590-A-10 ¶ Cáncer de la nasofaringe
Cuadro II.
Proteínas del virus de Epstein-Barr (VEB), localización y funciones.
Grupo de antígenos Denominación Localización Función
(célula/virión)
Antígenos asociados a la latencia EBNA-1 Núcleo Mantenimiento del genoma viral en el estado
EBNA = antígeno nuclear de Epstein-Barr episómico
LMP = proteínas latentes de membrana
EBNA-2 Núcleo Inmortalización de los linfocitos B
Cuadro III.
Perfiles serológicos de las enfermedades asociadas al virus de Epstein-Barr (VEB).
VCA IgG VCA IgM VCA IgA EA IgG EBNA-1 IgG ZEBRA IgG
Paciente seropositivo 1/40-1/320 <1/40 <1/40 ≤1/40 1/40-1/320 ≤1/40
Primoinfección (MNI) 1/640-1/1.280 1/40-1/320 ≤1/40 ≤1/40 <1/40 ≤1/40
Linfoma de Burkitt VEB+ >1/1 280 <1/40 <1/40 1/640-1/1.280 ≤1/40 ¿?
Carcinoma indiferenciado de >1/1 280 <1/40 1/40-1/320 1/640-1/1.280 1/640-1/1.280 1/40-1/320
la nasofaringe
MNI: mononucleosis infecciosa; Ig: inmunoglobulina; EBNA: antígeno nuclear de Epstein Barr; EA: antígeno precoz; ZEBRA: activador de tipo Z de la
replicación del VEB; VCA: antígeno de la cápside viral.
gp350/220 de la cubierta viral y la molécula CD21 de la encuentran tras la mayor parte de las primoinfecciones,
membrana plasmática. La infección por el VEB provoca pero de forma tardía, nunca antes de 1-3 meses, y
una elevación global de la concentración sérica de persisten toda la vida (Cuadro IV). Los anti-EA aparecen
inmunoglobulina (Ig) M, IgG e IgA. El perfil serológico de forma precoz y desaparecen en unos meses. El
típico anti-VEB de un CNF (Cuadro III) consiste en un aumento de las concentraciones de las IgG anti-EA, anti-
aumento de la IgG y la IgA contra el antígeno precoz VCA y de las IgA anti-VCA es de gran utilidad para el
(EA, de early antigen) y el antígeno de la cápside viral diagnóstico del CNF [1, 13, 14].
(VCA), así como de las IgG antinucleares (EBNA).
La determinación mediante inmunofluorescencia (IF)
Técnicas de detección del VEB de las IgA anti-VCA y mediante análisis de inmunoab-
sorción ligada a enzimas (ELISA) de las IgG anti-EBNA y
Los perfiles serológicos en caso de enfermedad
anti-VCA, que se completa con una exploración endos-
benigna o maligna relacionada con el VEB se muestran
en el Cuadro III. Los anticuerpos anti-VEB aparecen cópica y clínica, ha permitido diagnosticar 12 casos de
durante la primoinfección según una cinética determi- CNF entre 929 miembros de familias con cáncer [19]. La
nada. Las IgG anti-VCA, que se detectan en todas las carga viral en el suero de los pacientes (mediante
primoinfecciones y que están presentes desde el inicio reacción en cadena de la polimerasa [PCR] cuantitativa
de los signos clínicos, disminuyen y es probable que en tiempo real) es proporcional al volumen tumoral. La
persistan durante toda la vida. Las IgM anti-VCA, que concentración de ADN viral sería un buen marcador y
son el único indicador de certeza de una infección una herramienta de seguimiento terapéutico y pronós-
reciente, son constantes en las primoinfecciones agudas tico, en comparación con la determinación de los
y desaparecen en 4-8 semanas. Los anti-EBNA 1 se anticuerpos anti-VEB séricos [20]. De forma paralela, en
4 Otorrinolaringología
Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
Cuadro IV.
Principales marcadores del virus de Epstein-Barr (VEB) utilizados para el diagnóstico del cáncer de la nasofaringe.
Marcadores Muestras Métodos
Anticuerpos Suero Serología
VCA, EBNA-1,-2, EA, ZEBRA IF o ELISA
Antígenos Células Inmunohistoquímica
LMP, EBNA-2, ZEBRA (aposición o biopsia)
Genoma viral Saliva PCR, Southern Blot
(detección) Biopsia PCR, hibridación in situ
Genoma viral Linfocitos de la sangre PCR en tiempo real
(cuantificación) periférica
Suero
ARN EBER Células (biopsia) Hibridación in situ
Virus infeccioso Saliva Cultivo en linfocitos
Linfocitos infectados Linfocitos de sangre periférica Cultivo espontáneo
EBNA: antígeno nuclear de Epstein-Barr; EA: antígeno precoz; ZEBRA: activador de tipo Z de la replicación del VEB; VCA: antígeno de la cápside viral; LMP:
proteínas latentes de membrana; IF: inmunofluorescencia; ELISA: análisis de inmunoabsorción ligada a enzimas; PCR: reacción en cadena de la polimerasa;
ARN: ácido ribonucleico; EBER: ARN no codificante del virus de Epstein-Barr.
Cuadro V.
Antígeno leucocítico humano (HLA) y carcinoma nasofaríngeo.
Alelos HLA Asociación Bibliografía
Zonas de alto riesgo Sur de China - A2, B14, B46 Positiva Goldsmith [26]
- A11, B13, B22 Negativa
Zonas de riesgo intermedio Marruecos - B18, B13, A10 Positiva Dardari [28]
- A9 Negativa
Túnez - B13, DR3, DR15 Positiva Mokni [27]
-A23, DR11 Negativa
2004, Wong et al demostraron que la cantidad de ADN Esta deleción 3p se produce en la región 3p21.3, que es
plásmico hipermetilado sería un buen marcador para la la zona del gen RASSF1A, que participa en la reparación
detección selectiva y precoz de las recidivas del del ADN y en el control de la proliferación celular
CNFTI [21]. dependiente de la vía Ras [24, 25].
Se han demostrado otras alteraciones genéticas en las
localizaciones 3p, 9p, 11q, 13q, 14q y 16q, que afectan
“ Punto importante
a las zonas de los genes supresores de tumores [23].
Se ha propuesto un modelo de transformación
maligna multifásico, con la transformación de las
La relación entre el VEB y el CNF se basa en células normales del epitelio nasofaríngeo en lesiones
varios elementos: preinvasivas y después invasivas [7]. En él participarían
• la presencia de concentraciones séricas las deleciones 3p/9p, la infección latente por el VEB,
la pérdida de heterocigosidad de varios genes, la
elevadas anti-VEB de tipo IgA anti-EA y anti-VCA.
inactivación de los genes RASSF1A/p16, así como la
• la demostración del genoma viral y de los
desregulación de la telomerasa y la amplificación del
marcadores virales en las células malignas de CNF, gen Bcl 2 [7].
como la LMP 1, que ejerce una función Los estudios realizados a nivel de la región 16q12-
oncogénica muy probable. 2 sugieren que el gen Rb2/p130 estaría implicado
exclusivamente en el CNF del norte de África [25].
Los estudios de ligamiento genético realizados en dos
Factores ambientales series de familias han demostrado el ligamiento con un
Varios datos epidemiológicos y experimentales sugie- locus del cromosoma 4 y un locus 3p21, en el estudio
ren la participación de factores dietéticos en la etiología de Feng et al [23], realizado sobre 20 familias.
de los CNFTI. El consumo precoz, sobre todo en la
infancia, de pescado seco salado cantonés, rico en Tipo HLA (antígeno leucocítico
nitrosaminas volátiles, que son carcinógenas, es un
factor de riesgo demostrado según los estudios de casos humano)
y controles realizados en pacientes chinos [22]. Los estudios de casos y controles realizados sobre
los antígenos de clases I y II del sistema HLA han
Anomalías cromosómicas demostrado la existencia de varios marcadores de
En las zonas de alta incidencia se han descrito varios susceptibilidad para el CNF [26-28]. No obstante, los
casos de agregación familiar, lo que sugiere una predis- alelos son diferentes entre Extremo Oriente (A2, B46,
posición genética [23]. La pérdida de heterocigosidad que DRB1*03) y el norte de África (B13, A23, DRB1*05).
afecta al cromosoma 3, muy frecuente a nivel del Esta variación indica la existencia de genes recesivos
epitelio normal de la nasofaringe (74%) y de las lesiones que presentan un ligamiento con la región HLA y que
displásicas (75%) podría constituir una etapa precoz de tienen un papel determinante en el riesgo de CNF
la tumorogénesis de los CNF en los pacientes chinos [7]. (Cuadro V).
Otorrinolaringología 5
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1
2 1
3 2
4 3
5
4
6
7 5
8 16 6 a
9 17 7
10 18 b
8
11
12 9 c
13 10
14 11 d
15
12
13
“ Punto importante
las cavidades nasales a través de las coanas.
El drenaje linfático de la nasofaringe se realiza hacia
los ganglios retrofaríngeos, que son inaccesibles a la
Las formas indiferenciadas (CNFTI) predominan exploración clínica, pero pueden detectarse mediante un
en las zonas de alta y media incidencia. estudio con tomografía computarizada (TC) o con
resonancia magnética (RM), yugulocarotídeos altos,
espinales altos y supraclaviculares.
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Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
Figura 5. Aspecto histológico de un carcinoma epidermoide Figura 7. Marcado mediante inmunohistoquímica de las célu-
nasofaríngeo bien diferenciado (punta de flecha) (×400). Colec- las por el Ac anti-proteína latente de membrana (×200). Colec-
ción del Instituto Salah Azaiz. ción del Instituto Salah Azaiz.
Figura 6. Aspecto histológico típico de un carcinoma nasofa- Figura 8. Marcado intenso por la técnica de hibridación in situ
ríngeo indiferenciado (×200). Colección del Instituto Salah Azaiz. de un carcinoma nasofaríngeo de tipo indiferenciado (×200).
Colección del Instituto Salah Azaiz.
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Estudio anatomopatológico
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Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
Figura 11. Adenopatías cervicales izquierdas bajas con infiltra- Figura 12. Medición del tamaño de las adenopatías cervicales
ción cutánea en forma de permeación. Colección del profesor H. derechas con un calibre. Ganglios superiores a 6 cm. Colección
Boussen. del profesor H. Boussen.
Exploración física
Rinoscopia
En las zonas de incidencia alta (sudeste asiático) o
media (Magreb), cualquier adenopatía alta asociada o no
a síntomas otológicos o rinológicos, obliga a realizar
una exploración clínica centrada en la nasofaringe [1, 3,
32]. El procedimiento principal es la exploración
mediante nasofibroendoscopio, que permite una visión
mejor que la rinoscopia posterior. La lesión suele ser
lateral o posterosuperior, de aspecto sobre todo excre-
cente o infiltrante. Esta etapa fundamental permite
visualizar el tumor, precisar su tamaño, su extensión y
realizar la biopsia diagnóstica con una pinza.
La rinoscopia posterior con espejo es difícil de reali-
zar, sobre todo en los niños pequeños o en los pacientes Figura 13. Ptosis izquierda por afectación del III nervio craneal
con un reflejo nauseoso intenso o con trismus marcado. en un paciente que presenta un carcinoma nasofaríngeo de tipo
La visión de la nasofaringe suele ser incompleta y la indiferenciado T4N2a. Colección del profesor H. Boussen.
realización de biopsias es complicada y más difícil que
mediante nasofibroendoscopia.
En los pacientes difíciles de explorar, la visualización
del cavum mediante nasofibroendoscopia o rinoscopia
posterior se realiza bajo anestesia general.
Exploración otoscópica
Debe ser sistemática. Puede ser normal, en caso de
tumor localizado del techo, o bien permite sospechar el
diagnóstico en los casos típicos donde se evidencia un
aspecto de otitis serosa.
Audiometría
No suele realizarse de forma habitual, y demuestra
una hipoacusia de transmisión. El diagnóstico de otitis
serosa se establecerá por el patrón plano o cupuliforme
del timpanograma.
Figura 14. Estrabismo convergente por afectación del VI ner-
Exploración de la orofaringe vio craneal en un paciente que presenta un carcinoma nasofarín-
geo de tipo indiferenciado T4N1. Colección del profesor H.
Se dirige a buscar una extensión hacia la pared
Boussen.
posterior de la faringe o los signos de afectación de los
nervios mixtos (signo del telón y ausencia del reflejo
nauseoso). Se debe apreciar el estado dental, para su tamaño, que se medirá con una regla o un calibre
evaluar los cuidados y las extracciones necesarias antes (Fig. 12), su localización, su número, así como su
de la radioterapia. lateralidad [4-6] . El tamaño y la localización de las
adenopatías son los elementos clave de la clasificación
Exploración de las áreas ganglionares
del grado N del sistema TNM.
cervicales
Se concentra sobre todo en la región cervicofacial, Exploración de los pares craneales
donde se localizan las adenopatías en más del 75% de
los casos [4, 6]. Suelen ser voluminosas (>3 cm) en más Se afectan en el 10-15% de los casos y deben explo-
del 60% de las ocasiones [6, 7, 32]. La presencia de una rarse de forma sistemática (Figs. 13-15). Pueden obser-
infiltración o de una permeación cutánea sugiere una varse varios síndromes semiológicos neurológicos
forma evolucionada de la enfermedad (Fig. 11). Debe (Cuadro VI), que indican de forma directa una afecta-
realizarse un esquema preciso en el que se representarán ción anatómica precisa [1, 2, 32].
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Figura 15. Hemiparesia de la hemilengua izquierda por afec- Figura 16. Hipocratismo digital como manifestación inaugu-
tación del XII nervio craneal en un paciente que presenta un ral asociada a un carcinoma nasofaríngeo de tipo indiferenciado
carcinoma nasofaríngeo de tipo indiferenciado T4N1. Colección T3N3 en una paciente joven de 22 años. Colección del profesor
del profesor H. Boussen. H. Boussen.
Cuadro VI.
Principales síndromes topográficos de afectación de los nervios craneales asociados al cáncer nasofaríngeo.
Cuadro clínico Nervios craneales afectados Extensión tumoral locorregional
Síndrome de la fisura orbitaria superior III, IV, V1, VI Anterosuperior
(hendidura esfenoidal) Pocas veces el II si la lesión está localizada en
el vértice orbitario
Síndrome del vértice orbitario II
Síndrome de la pared lateral del seno cavernoso III, IV, V1; IV
Exoftalmos frecuente
Síndrome del vértice petroso V (neuralgia), VI
Síndrome de Garcin Afectación extradural unilateral de todos Anterosuperior y lateral
los nervios craneales
Síndrome del agujero yugular IX, X, XII Lateral
(agujero rasgado posterior)
Síndrome de la confluencia yugular-hipogloso IX, X, XI, XII
(agujero condíleo y rasgado posterior)
Retroestiloideo (infraparotídeo posterior) IX, X, XI, XII y simpático Adenopatías compresivas
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Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
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Figura 22. Corte coronal de RM en secuencia de eco de espín Figura 25. Corte axial de resonancia magnética en secuencia
T1 con inyección de gadolinio y supresión de la señal de grasa. T2 fiesta. Tumor que invade la fosa temporal y el seno cavernoso
Tumor del techo y de la pared lateral izquierda de la nasofarínge con afectación del VIII nervio craneal izquierdo. Colección del Dr.
con invasión de la base del cráneo y de las meninges (flecha S. Hemissa.
larga), que además rodea la carótida (flecha corta). Colección del
Dr. S. Hemissa.
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Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
específico de las proliferaciones de tipo epitelial presenta 1997 [43], que han llevado a una versión más reciente,
un valor predictivo del orden de 6 meses a un año propuesta en 2002 [44]. Estas últimas versiones parecen
(Cuadro III). El estudio chino de Mai et al describe una superiores a las de Ho (1978) y del AJC (1987), con una
sensibilidad de 0,84 del marcador viral en el mejor definición de los grupos pronósticos, tanto para
plasma/suero [40]. el grado T como para el N. La afectación orbitaria y la
de los nervios craneales, o la extensión endocraneal (T4)
Marcadores tumorales se asocian a un mal pronóstico [43].
El marcador Cyfra 21, que se ha estudiado en
paciente chinos y en Túnez, parece ser uno de los
marcadores séricos más prometedores, con una sensi-
■ Formas clínicas
bilidad superior al 80% [41].
La determinación de la carga viral sérica mediante Formas en función de la edad
PCR de la región Bam H1-W también es un método útil, Carcinomas nasofaríngeos infantiles
con unas concentraciones que se correlacionan con la
evolución clínica [42]. La fracción libre del ADN viral Son frecuentes (hasta el 10% de los casos) en los
plasmático constituye en la actualidad el marcador más países del Magreb, lo que explica la distribución bimo-
sensible (96%) y más específico (93%) en los pacientes dal en estas naciones, así como el pico de incidencia
con CNF, de cara al diagnóstico y el seguimiento entre los 15 y los 25 años [1, 2, 9]. Antes de los 15 años,
posterapéutico [42]. el CNF es especialmente evolutivo, con formas de un
gran volumen ganglionar más que nasofaríngo, así
como una incidencia elevada de síndromes paraneoplá-
■ Clasificaciones sicos (acropaquias, fiebre, osteoartropatía hipertrofiante
neúmica). La edad de aparición conlleva el problema de
anatomoclínicas las secuelas a largo plazo de la quimio y radioterapia [1,
4, 9].
Existen varias clasificaciones. La más utilizada es la de
la AJC/UICC, que ha sufrido varias modificaciones,
comenzando en 1997 (Cuadro VII). En la actualidad se Carcinomas nasofaríngeos de las personas
dispone de los primeros análisis críticos de la versión de mayores
Son más frecuentes en los países occidentales, donde
el promedio de edad de aparición de los CNF es del
Cuadro VII.
orden de 55 años. El tipo histológico 1 de la OMS (bien
Clasificación TNM (tumor-ganglios-metástasis) de los
diferenciado) es el predominante, con una afectación
carcinomas de la nasofaringe. Unión Internacional Contra el
nasofaríngea a menudo más voluminosa que la de los
Cáncer (UICC), 1997/2002 [43].
ganglios cervicales [1, 8].
T1 Tumor limitado a la nasofaringe
T2 Extensión a los tejidos blandos de la orofaringe y/o de las Formas en función de la extensión
fosas nasales locorregional
T2a Sin extensión parafaríngea
T2b Con extensión parafaríngea Formas localizadas
T3 Invasión de las estructuras óseas y/o de los senos paranasales Los tumores T1-T3/N0 podrían ser más frecuentes en
T4 Extensión endocraneal y/o afectación de los nervios cranea- caso de que se siguiera una política de detección precoz
les y/o de la fosa infratemporal y/o la hipofaringe y/o la órbita o de detección selectiva en las zonas de endemia de
CNF. Aún representan menos del 10% de los CNF y
N0 Ausencia de ganglios cervicales
tienen una supervivencia global y libre de enfermedad
N1 Ganglios unilaterales (< 6 cm) supraclaviculares superiores a las formas de alto riesgo, con un esquema
N2 Ganglios bilaterales (< 6 cm) supraclaviculares terapéutico que podría recurrir sólo a la radioterapia [1,
N3a Ganglios > 6 cm supraclaviculares 2, 8]. Las formas submucosas plantean problemas para la
N3b extensión en las fosas supraclaviculares obtención de una prueba histológica, debido a su
Estadios localización, y pueden requerir biopsias repetidas de la
nasofaringe, o la toma de una muestra ganglionar
0 Tis N0 M0
cervical.
I T1 N0 M0
IIA T2a N0 M0 Formas metastásicas
IIB T1 N1 M0 Son infrecuentes en el momento del diagnóstico
T2a N1 M0 (menos del 5%) y afectan sobre todo al hueso o al
T2b N0, N1 M0 hígado. Plantean un problema en cuanto al esquema
III T1 N2 M0
terapéutico, que debe dar prioridad a una quimioterapia
más prolongada y a una irradiación locorregional
T2a,2b N2 M0
condensada [1, 2, 8]. El pronóstico parece ser mejor en los
T3 N0,1,2 M0 pacientes que tengan metástasis óseas aisladas, con
IVA T4 N0,1,2 M0 supervivencias prolongadas superiores a los 5 años [1, 2].
IVB cualquier T N3 M0 Las metástasis aún siguen siendo un escollo terapéutico,
IVC cualquier T cualquier N M1 a pesar de la mejoría del control locorregional que
aporta la quimio-radioterapia.
Otorrinolaringología 13
E – 20-590-A-10 ¶ Cáncer de la nasofaringe
Figura 27. Molde de metal de Lipowitz utilizado para la pro- Figura 28. Delimitación de los campos laterales de trata-
tección de los órganos críticos. Colección del profesor N. miento. Colección del profesor N. Bouaouina.
Bouaouina.
14 Otorrinolaringología
Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
Cuadro VIII.
Estudios aleatorizados de quimioterapia en primer lugar frente a radioterapia.
Autor/Referencia Número Protocolo Beneficio Seguimiento Supervivencia global/SLP (%)
quimioterápico (meses)
Chan [69] 77 C-Fu ×2 0 28,5 80 frente a 80,5 y 68 frente a 72 (NS)
Vumca [71] 339 3 BEC MTS/LR 49 60 frente a 52 y 58 frente a 35 (p <0,01)
Chua [70] 784 cis-Epi SLR/CL 30 78 frente a 71 y 48 frente a 42 (NS)
Hareyama [72] 80 C-Fu ×2 MTS 5años 65 60 frente a 48 y 55 frente a 43 (NS)
C: cisplatino; Fu: 5-fluorouracilo; BEC: bleomicina-epiadriamicina-cisplatino; Epi: epiadriamicina; B: bleomicina; MTS: metástasis; LR: locorregional; SLR:
supervivencia libre de recidiva; CL: control local; SLP: supervivencia libre de progresión; NS: no significativo.
puede recurrir a un tubo endotraqueal pediátrico que largo plazo de cuatro estudios aleatorizados que muestran
lleve las fuentes radiactivas o a un dispositivo que un beneficio probable, más sobre la supervivencia sin
emplee iridio 192, aplicado bajo anestesia local. Las metástasis que sobre la supervivencia global [69-72].
dosis administradas varían de 6 a 24 Gy, en 2-5 fraccio- Los estudios de Hong Kong (Cuadro VIII) se realiza-
nes tras la irradiación externa. La tasa de control local ron sobre 784 pacientes tratados mediante quimiotera-
de la asociación radio-braquiterapia es superior al 90%, pia como primera elección (cisplatino-bleomicina-
con una tolerancia buena. epiadriamicina-5-fluorouracilo) y después con radio
Otorrinolaringología 15
E – 20-590-A-10 ¶ Cáncer de la nasofaringe
Cuadro X.
Estudios aleatorizados de quimio-radioterapia concomitante.
Estudio Seguimiento (años) Tratamiento Control LR (%) SLP%/p SLMD (%) SG %/p
Al Sarraf [73] 5 QT-RT 58 (<0,001) 67 (0,05)
RT 29 37
Chan [75] 5 QT -RT 62/0,059 72/0,048
RT 52 59
Lin [74] 5 QT -RT 72/0,002 79 72/0,002
RT 53 70 5
Kwong [76] 3 QT -RT 80 69/0,14 85 87/0,06
RT 72 58 71 77
Wee [78] 2 QT -RT 90 76/0,02 86 85/0,1
RT 85 62/0,24 72 77/0,76
Lee [77] 3 QT -RT 93 69 75 78
RT 82 61 72 79
QT: quimioterapia; RT: radioterapia; SLP: supervivencia libre de progresión; LR: locorregional; SLMD: supervivencia libre de metástasis a distancia; cis:
cisplatino; 5FU: 5-fluorouracilo; UTF: tegafur; PF: cisplatino-5-fluorouracilo; VMB: vinblastina-bleomicina-metotrexato.
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Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
Radioterapia T y N
70 Gy en 35 fracciones en 7 semanas en el T y los N invadidos
50 Gy en los N0
Quimioterapia con cisplatino concomitante (semanal o en los dÌas 1, 21 y 43)
Otorrinolaringología 17
E – 20-590-A-10 ¶ Cáncer de la nasofaringe
Radioterapia T y N
70 Gy en 35 fracciones en 7 semanas
50 Gy en los N cervicales, espinales y supraclaviculares bilaterales
Resto tumoral
Respuesta completa
Reevaluación TC/RM
+ rinoscopia posterior +/_ biopsia
Tras 8 semanas
18 Otorrinolaringología
Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
Cuadro XI.
Evolución de los resultados terapéuticos en el cáncer de la nasofaringe en función del método de tratamiento.
Autor/Número Período Estadios (I/II/III/IV) Tratamiento SG/SLE/SLR
Gharbi [11] 2.010 1969-1989 N2-N3 > 65 % RT, QT (10%) 30/30% a 15 años
Lee [87] 5.037 1976-1985 13/50/22/6 RT 43 y 34% a 10 años
Yeh [90] 849 1983-1998 III-IV RT 59/-/52% a 5 años
Leung [12] 1.070 1990-1998 10/39/28/23 RT, QT 66,5/77,2/80,9% a 5 años
Lee [8] 2.687 1996-2000 53% III-IV RT, QT 80/75/63% a 5 años
Vumca [71] 339 1989-1993 N2-N3 CT→ RT 60/-/58% a 5 años
Chua [70] 784 1994-1999 III-IV CT→ RT 78/-/48% a 5 años
Kwong [76] 219 1993-1999 III-IV RT- QT conc 87/69/-% a 3 años
Lee [77] 348 1999-2004 III-IV RT- QT conc 78/76/72 % a 3 años
Oh [79] 27 1990-1999 III-IV CT-> QT - RT 77/86/- % a 5 años
RT: radioterapia; QT: quimioterapia; SLE: supervivencia libre de enfermedad; SLR: supervivencia libre de recidiva; SG: supervivencia global; conc:
concomitante
sola con IMRT en 20 de ellos y mediante IMRT com- Tiempo de duplicación potencial
binada con quimioterapia en los 63 restantes. El
seguimiento fue de 3-41,5 meses y el tratamiento
o Tpot
permitió obtener 81/83 respuestas completas, con una Hui et al [93] han evaluado el valor pronóstico del
supervivencia global y libre de enfermedad a los Tpot y del grado N en 19 pacientes mediante técnicas
3 años del 82 y 61%, respectivamente. En el análisis de índice de marcado y de citometría de flujo. Este
univariado, sólo el parámetro T era un factor predic- estudio evaluó el Tpot en 3,6 días (0,5-19,9), la mediana
tivo de la supervivencia libre de enfermedad (p =0,04). del marcado histológico en el 12,4% (1,2-43,3%) y la
Una dosis acumulada de radioterapia sobre el tumor mediana del Tpot histológico (H-Tpot) en 2,1 días (0,5-
primario >75,6 Gy era predictiva de la tasa de supervi- 33,3). Estos dos últimos parámetros parecen correlacio-
vencia específica de enfermedad (p =0,010). Para la narse con la expresión de la proteína Ki67, mientras que
supervivencia global, el estadio (p =0,007), el grado N (p el Tpot y el H-Tpot se correlacionan de forma negativa
=0,046) y la dosis acumulada administrada sobre el con la proteína Ki67 y el grado N. En un análisis
univariado, el Tpot y el H-Tpot influyen en la supervi-
tumor primario (p =0,046) fueron los factores más
vencia libre de enfermedad. El Tpot se asocia de forma
significativos.
significativa con la supervivencia sin recidiva local en
Yeh et al [90] han descrito, en 849 pacientes tratados
un estudio univariado, pero no en uno de tipo multiva-
con radioterapia sola desde 1983 hasta 1998, una
riado, donde sólo el grado N mantiene su valor pronós-
supervivencia actuarial y libre de enfermedad a los
tico conocido.
5 años del 59 y 52%. La extensión parafaríngea, la
presencia de adenopatías cervicales múltiples y la
ausencia de esterilización nasofaríngea y ganglionar son Esquema terapéutico
los factores más significativos. El estudio de Farias et al [94] incluyó a 173 pacientes,
La clasificación actual TNM-UICC delimita mejor los de los cuales un 53,4% tenía un CNFTI y un 88% un
factores pronósticos «clásicos» del CNF, que son el grado tumor de estadios III-IV, que se trataron por radioterapia
N y el T (sobre todo para los tumores T4), con una (75% de los casos) o radio-quimioterapia (25%). La
categorización pronóstica mejor [43]. supervivencia libre de enfermedad a los 5 años fue del
Otorrinolaringología 19
E – 20-590-A-10 ¶ Cáncer de la nasofaringe
Escala pronóstica
Toh et al [97] han propuesto una escala pronóstica que Figura 36. Alopecia de la barba en los campos laterales de
han estudiado en 172 pacientes y que se basa en cuatro irradiación. Colección del profesor H. Boussen.
parámetros: alteración del estado general (5 puntos),
hemoglobina <12 g/100 ml (4 puntos), intervalo libre de
enfermedad ≤6 meses (10 puntos) y metástasis iniciales semana de tratamiento, de intensidad moderada o
(1 punto). Una puntuación de 0-3 se considera de buen grave. Pueden ocasionar una disfagia considerable, con
pronóstico, con una mediana de la supervivencia de anorexia y adelgazamiento, sobre todo en caso de
19,6 meses, frente a un valor de 14,3 meses en caso de tratamiento combinado [4, 5, 92]. Es más intensa a partir
puntuación intermedia (4-8) y de 7,9 meses para los de la 5. a semana de tratamiento. Las radiodermitis
pacientes con una puntuación elevada (≥9). afectan a la región cervical, de forma superficial, con
casos excepcionales ulcerados [4, 5, 77, 78, 81].
■ Prevención y detección Los efectos a largo plazo más frecuentes son:
• la fibrosis/esclerosis cervical, que se gradúa según la
selectiva escala del Radiation Therapy Oncology Group
(RTOG), se observa en el 30% de los casos [90], y es
La detección precoz y la detección selectiva se están probable que sea más intensa en los niños (Fig. 35),
sometiendo a prueba en las zonas asiáticas de endemia, de forma secundaria a la administración de dosis
en personas sanas o en los padres de los pacientes con elevadas de radioterapia (>70 Gy) y que se acentúe
CNF [19, 98, 99] . Para ello se recurre al análisis de la por la asociación con una quimioterapia consistente
concentración sérica de los anticuerpos anti-VEB [98], o en bleomicina o antraciclinas [13]. La zona irradiada
a la búsqueda de las proteínas y del ADN viral en las suele sufrir una alopecia definitiva, que en los varones
muestras de frotis nasofaríngeo [99]. corresponde al vello facial en la zona irradiada maxi-
lomandibular y mentoniana, que describe el campo
■ Complicaciones tardías de irradación (Fig. 36);
• la hiposialia aparece en más del 80% de los casos y es
La radioterapia sola o, sobre todo, asociada a la infrecuente que sea grave (25%). Se relaciona con la
quimioterapia conlleva un riesgo de toxicidad aguda, irradiación de las parótidas, que producen más del
pero también tardía. En la de tipo agudo predominan 50% del flujo salival [77, 90]. Es prácticamente cons-
las mucositis, que suelen observarse a partir de la 3.a tante y ocasiona una sequedad crónica de la boca,
trastornos de la deglución y del gusto, así como una
alteración de la higiene bucofaríngea, lo que supone
un factor adicional de crecimiento bacteriano y de
“ Punto importante debilitamiento dental [32];
• las caries dentales, que pueden prevenirse con el uso
periódico y sistemático de por vida de aplicadores de
La radioterapia sola o asociada a la quimioterapia flúor;
provoca secuelas a largo plazo, sobre todo en los • una obstrucción nasal crónica debida a una rinitis
niños. Las más frecuentes son las radiodermitis, la costrosa, que motiva la prescripción de gotas nasales
esclerosis cervical, la hiposialia y el trismus. oleosas o de suero fisiológico mediante instilación
nasal [32];
20 Otorrinolaringología
Cáncer de la nasofaringe ¶ E – 20-590-A-10
■ Seguimiento
Debe ser constante y periódico, debido a que existe
un riesgo mayor de metástasis que de recidiva locorre-
gional. Durante los dos años posteriores al tratamiento,
se basa en realizar cada 3 meses una exploración otorri-
nolaringológica y del cavum, una radiografía del tórax
y una ecografía abdominal. Las pruebas de imagen de la
nasofaringe siguen basándose en la TC, aunque la RM
sea superior, sobre todo en caso de duda entre una
fibrosis posterapéutica o una recidiva local [36, 37].
■ Conclusiones y perspectivas
Figura 37. Esclerosis cervical de grado 3 e hipotrofia del cuello El CNF es un tumor especial entre los demás cánceres
y del mentón 12 años tras la radioterapia y quimioterapia adyu-
del territorio otorrinolaringológico, debido a su evoluti-
vante en un paciente tratado a los 12 años de edad. Colección del
vidad, un alto potencial metastásico y a su aparición en
personas jóvenes sin factores de riesgo «clásicos» (tabaco
profesor H. Boussen.
y alcohol), así como por su relación etiológica con el
VEB. La carcinogénesis parece ahora estar más esclare-
cida, con un papel preciso de la LMP 1 y de la mutación
de genes supresores a nivel de los cromosomas 3 y 4.
En las zonas endémicas con una frecuencia interme-
dia (Magreb y cuenca mediterránea) y alta (sudeste
asiático), este cáncer sigue siendo aún un problema de
sanidad pública. Existen dos marcadores tumorales,
representados por el Cyfra 21 y la concentración del
ADN viral.
La clasificación anatomoclínica actual está perfeccio-
nada, lo que permite delimitar mejor los factores pro-
nósticos en función del grado T y N. El tratamiento
sigue basándose en esencia en la radioterapia locorre-
gional y, en la actualidad, parece estar mejor sistemati-
zado, con una mejoría de los resultados a largo plazo
tras la combinación de radio y quimioterapia. No
obstante, el protocolo terapéutico combinado deberá
Figura 38. Leiomiosarcoma secundario máxilo-orbitario iz- tener en cuenta en el futuro el riesgo de secuelas, sobre
quierdo, aparecido 8 años tras la radio-quimioterapia. Colección todo en los pacientes jóvenes o muy jóvenes (niños).
del profesor H. Boussen. Los tratamientos dirigidos, del tipo anti-factor de
.
Otorrinolaringología 21
E – 20-590-A-10 ¶ Cáncer de la nasofaringe
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Boussen H., Bouaouina N., Gamoudi A., Mokni N., Benna
F., Boussen I., Ladgham A. Cancers du nasopharynx. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Oto-rhino-laryngologie, 20-590-A-10, 2007.
Disponible en www.emc-consulte.com/es
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