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Rinitis crónica alérgica

J.-J. Braun, F. de Blay

Resumen: La rinitis crónica alérgica constituye un problema de salud pública debido a su

prevalencia creciente, la alteración de la calidad de vida, las enfermedades concurrentes
asociadas y un coste elevado para la sociedad. Se define por la asociación concomitante
de una rinitis crónica y de una evidencia inmunoalergológica que muestra una inflama-
ción dependiente de inmunoglobulina E relacionada con una exposición alérgica. Este
diagnóstico requiere la evaluación de la sintomatología clínica, un estudio alergológico
y una exploración otorrinolaringológica tanto para el diagnóstico positivo como para el
diagnóstico diferencial. El análisis del contexto epidemiológico y fisiopatológico, y de las
diferentes clasificaciones propuestas en la literatura, así como de la metodología diag-
nóstica permite proponer un tratamiento pragmático y coherente para este grupo de
rinitis crónicas de las que sólo la mitad es alérgica al final del estudio.
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Palabras clave: Rinitis alérgica; Alergia; IgE; Pruebas cutáneas; Prueba de provocación nasal;
Corticoides; Antihistamínicos; Inmunoterapia

Plan Este diagnóstico requiere la evaluación de la pertinencia

clínica de la sintomatología de la rinitis, de la exposi-
■ Definición 1 ción alergénica y de los distintos elementos del estudio
alergológico, con eliminación de muchos diagnósticos
■ Generalidades 1 diferenciales [1] .
Epidemiología, prevalencia 2 Según algunos autores [2] , la rinitis alérgica afecta
Fisiopatología 2 exclusivamente al compartimento respiratorio (rinitis res-
Factores de riesgo 2 piratoria) frente a los compartimentos olfatorio y sinusal
Alérgenos 2 según la teoría de la biología evolutiva del desarrollo o
Clasificación de las rinitis crónicas alérgicas 2 evo-devo (evolutionary developmental biology). Varias cla-
■ Diagnóstico 3 sificaciones (Société Française d’Oto-Rhino-Laryngologie
Anamnesis, historia clínica 3 [SFORL], allergic rhinitis and its impact on asthma [ARIA],
Síntomas 3 recomendaciones de práctica clínica [RPC] para la rinitis
Repercusión sobre la calidad de vida 3 alérgica) han tratado, según la duración y la gravedad de
Evaluación ORL 3 las rinitis alérgicas, de precisar las modalidades diagnós-
Pruebas complementarias 4 ticas y, de forma más accesoria, el tratamiento que puede
Enfermedades concurrentes: conjuntivitis, asma 5 requerir la colaboración entre el alergólogo, el otorrino-
■ Tratamiento 6 laringólogo (ORL) y el neumólogo para los casos más
Prevención 6 complejos.
Tratamientos sintomáticos farmacológicos 6 Sin embargo, el tratamiento de esta patología crónica
Tratamientos farmacológicos tópicos 6 no se ha estandarizado por completo (orden y caracterís-
Desensibilización específica o inmunoterapia específica 7 ticas de los distintos tratamientos) debido a la orientación
Medicinas alternativas 7 profesional de cada médico, la diversidad de los síntomas
Cirugía 7 y deseos de los pacientes, la automedicación frecuente y
■
el nomadismo médico. Por tanto, sólo un diagnóstico de
Conclusión 8
certeza de rinitis alérgica con análisis del contexto clí-
nico y socioprofesional permite un enfoque terapéutico
pragmático que tenga en cuenta los conocimientos más
recientes.
 Definición
La rinitis crónica alérgica (RCA) constituye un problema
de salud pública debido a su frecuencia creciente, la altera-  Generalidades
ción de la calidad de vida, las enfermedades concurrentes
asociadas y el coste elevado para la sociedad. Se considera que las rinitis crónicas duran más de 12
La RCA se define por la asociación concomitante de semanas consecutivas [3] . Por tanto, en sentido estricto,
una rinitis crónica y de una evidencia inmunoalergológica muchas polinosis que duran menos de 12 semanas o las
que muestra una inflamación dependiente de inmunoglo- rinitis relacionadas con una exposición alergénica irregu-
bulina E (IgE) relacionada con una exposición alérgica. lar (p. ej., patología profesional), deberían excluirse del

EMC - Otorrinolaringología 1
Volume 50 > n◦ 3 > agosto 2021
http://dx.doi.org/10.1016/S1632-3475(21)45399-3
E – 20-350-A-10  Rinitis crónica alérgica
grupo de las rinitis crónicas alérgicas. El término de rini-
tis alérgica sin noción de duración parece más apropiado
para el análisis de esta patología inflamatoria de las vías
aéreas superiores.
Epidemiología, prevalencia
La prevalencia de la rinitis alérgica está en constante
aumento. Afecta al 5-50% de la población general según
el tramo de edad, el país considerado, e incluso según
las regiones para un mismo país. Es más frecuente en
los adolescentes y los adultos jóvenes. Estas cifras y estos
estudios epidemiológicos se deben analizar en función
de la metodología diagnóstica utilizada, del tamaño de
las muestras y de la «medicalización» del país en cues-
tión. Las causas del aumento regular de la prevalencia
a lo largo de los años no se conocen por completo y es
probable que tengan un origen multifactorial: factores cli-
máticos, genéticos, epigenéticos, modo de vida, hábitat,
industrialización (patología profesional), contaminación
atmosférica (ésta es una lista no exhaustiva de los factores
etiológicos) [4] . Desde el punto de vista epidemiológico,
la rinitis alérgica suele preceder a la aparición del asma y
aún más en caso de patología profesional. Por ejemplo,
un paciente con rinitis alérgica tiene un riesgo de asma
alrededor de tres veces mayor que el de la población con-
trol. En el 75% de los casos, el asma se asocia a rinitis,
lo que subraya las relaciones estrechas entre la nariz y
los bronquios desde el punto de vista epidemiológico y
fisiopatológico [5] .
Fisiopatología
La reacción alérgica evoluciona en dos fases: una
primera fase de sensibilización silenciosa, clínicamente
asintomática, con producción de IgE específicas contra
el alérgeno o alérgenos implicados, y una segunda fase
clínicamente manifiesta con una sintomatología clínica
que asocia rinorrea, obstrucción nasal, estornudos y pru-
rito, fenómenos inflamatorios persistentes en la mucosa
nasal y, a menudo, hiperreactividad nasal (inflamación
mínima persistente y lesiones de remodelación). Esta aler-
gia mediada por IgE, frente a la exposición a alérgenos
transportados por el aire del medio interior y exterior y
frente a personas a menudo predispuestas genéticamente
(concepto de atopia) implica interacciones celulares com-
plejas entre linfocitos B y T, mastocitos, basófilos, pero
también entre las citocinas interleucina 4 (IL-4), IL-13 e
IL-17, y moléculas de adhesión que refuerzan los fenó-
menos Th2 y el reclutamiento de otras células como los
eosinófilos [6] .
El concepto de IgE locales, cuyo papel en la patología
nasal no se conoce por completo y a menudo está mal
evaluado, complica aún más estos mecanismos fisiopa-
tológicos y la nosología de las rinitis alérgicas. Las IgE
específicas, en respuesta a la exposición alergénica, se fijan
a los receptores Fc␧RI de los mastocitos y de los basófi-
los con liberación de diferentes mediadores preformados
y neoformados como la histamina y los leucotrienos, lo
que provoca la sintomatología clínica. Ésta evoluciona a
menudo de forma bifásica, con una respuesta inmediata
(rinorrea, estornudos) y una fase retardada (obstrucción
nasal), como lo muestra la prueba de provocación nasal
(PPN) en las personas alérgicas. De este modo, se instaura
una inflamación crónica nasal de tipo 2 modulada por
muchos factores ambientales y profesionales [7] .
Factores de riesgo
La rinitis alérgica se debe a múltiples factores patogé-
nicos relacionados con las interacciones entre genética,
epigenética, ambiente y cofactores químicos o biológicos.
Por ejemplo, muchos trabajos epidemiológicos, centra-
2 EMC - Otorrinolaringología
dos con más frecuencia en el asma y el asma asociada
a la rinitis que en la rinitis alérgica aislada, con todos
los problemas de metodología inherentes a este tipo de
estudio, han permitido implicar a distintos factores como
factores genéticos a través de los antecedentes familia-
res, los grupos étnicos, los factores de riesgo precoces
en la vida, la exposición alergénica, los contaminantes
interiores y exteriores, así como el medio socioeconó-
mico. Sin embargo, para este concepto patogénico, las
relaciones de causalidad y los mecanismos entre atopia,
alérgenos, ambiente, sensibilización y rinitis (asma) son
difíciles de evaluar y siguen sin conocerse por completo,
lo que explica las dificultades y los resultados en ocasiones
contradictorios de los estudios de prevención de la rinitis
alérgica [8] .
Alérgenos
Los alérgenos son en la mayoría de los casos proteí-
nas o glucoproteínas de origen animal, vegetal, fúngico
o incluso profesional. Se transmiten por el aire (aeroa-
lérgenos) y se relacionan con el ambiente interior y
exterior. Estos alérgenos, mayores o menores, se desig-
nan según criterios taxonómicos y cronológicos para su
descubrimiento. Por ejemplo, se habla de Derp 1 para
Dermatophagoides pteronyssinus, Bet/Vv1 para Betula verru-
cosum en el caso del polen de abedul, etcétera.
Los alérgenos y los anticuerpos recombinantes obteni-
dos por ingeniería genética permiten una estandarización
mejor de los procedimientos diagnósticos y un mejor
enfoque para el estudio de las sensibilizaciones (fami-
lias de alérgenos, alergias cruzadas). Los alérgenos más
frecuentes son los ácaros (Dermatophagoides pteronyssinus,
Dermatophagoides farinae, Euroglyphus maynei, Lepidoglypus
destructor y Blomia tropicalis en algunos países), los anima-
les (gato, perro y, desde hace poco, los nuevos animales
de compañía), los pólenes anemófilos variables según las
regiones geográficas, los países y las estaciones (calen-
darios y mapas polínicos) para los pólenes de árboles,
gramíneas o poáceas y herbáceas, los hongos (Aspergi-
llus fumigatus y niger, Cladosporium herbarum, Alternaria
alternata) y las cucarachas. Los trofoalérgenos raras veces
causan una rinitis alérgica, pero están implicados en reac-
ciones cruzadas (síndrome oral en la mayoría de los casos),
como por ejemplo los pólenes de betuláceas y los frutos de
las familias de las rosáceas (manzana, melocotón, cereza,
avellana) [1] .
Los alérgenos profesionales se conocen cada vez mejor,
aunque los mecanismos fisiopatológicos complejos impli-
cados en la rinitis profesional no se conocen por completo
frente a la multiplicidad de sustancias incriminadas: sus-
tancia de alto peso molecular y sustancia de bajo peso
molecular como los animales de laboratorio, los insec-
tos, las plantas, la madera y sus derivados, las enzimas,
los isocianatos, los anhídridos, el formaldehído, la clora-
mina T, los metales, etc., según una larga lista publicada
en la página web del Institut National de Recherche et de
Sécurité francés [9] .
Clasificación de las rinitis crónicas
alérgicas
Se han propuesto distintas clasificaciones de las rinitis
alérgicas. La rinitis alérgica se integra (en la mayoría de
los casos) en el marco de las rinitis crónicas según la RPC
de la SFORL-CCF 2005 (Cuadro 1).
La antigua clasificación de las rinitis alérgicas distingue
las rinitis alérgicas periódicas (esencialmente las polino-
sis) de las rinitis alérgicas aperiódicas o perennes (rinitis
alérgica a los ácaros, a los animales, etc.).
La guía ARIA (2008) clasifica las rinitis alérgicas según la
duración (rinitis alérgica intermitente frente a persistente)

Cuadro 1.
Clasificación de las rinitis crónicas (SFORL-CCF: Société Française
d’ORL et de Chirurgie Cervicofaciale) (2005).
Rinitis alérgicas
Rinitis no alérgicas
Rinitis inflamatorias
Rinitis no inflamatorias:
- rinitis de origen extrínseco
- rinitis de origen intrínseco
«Otras» rinitis: infecciones, enfermedad sistémica,
malformaciones, etc.
Rinitis combinadas (mixtas)
Cuadro 2.
Clasificación de las rinitis alérgicas según la guía ARIA (allergic
rhinitis and its impact on asthma) (2008).
Rinitis intermitente
<4 días/semana y <4 semanas consecutivas
Rinitis persistente
>4 días/semana o >4 semanas consecutivas
Rinitis leve
Sueño normal
Actividades sociales y recreativas normales
Actividades laborales y/o escolares normales
Síntomas poco molestos
Rinitis moderada a grave
Sueño perturbado y/o
Actividades sociales y recreativas alteradas y/o
Actividades laborales y/o escolares alteradas y/o
Síntomas molestos
Cuadro 3.
Clasificación de las rinitis alérgicas (RA): recomendaciones
de práctica clínica para RA. Société Française d’Allergologie,
Société Française d’Oto-Rhino-Laryngologie-Chirurgie Cervico-
faciale, Société Française de Documentation et Recherche en
Médecine
Duración
RA intermitentes <4 semanas consecutivas/año, si no
RA persistentes
Intensidad
RA graves con alteración de la calidad de vida
RA leves sin alteración de la calidad de vida
«Antigua» y «nuevas» se deben mantener
y según la gravedad (rinitis leve frente a rinitis moderada
a grave) [4] (Cuadro 2).
Por último, el grupo de trabajo de RPC para la rini-
tis alérgica (Société Française d’Allergologie, SFORL-CCF,
Société Française de Documentation et Recherche en
Médecine Générale y Société Française de Pédiatrie) se han
inspirado en la clasificación ARIA y contemplan de forma
pragmática, dependiendo de la intensidad y de la sinto-
matología, las rinitis alérgicas intermitentes que duran
menos de cuatro semanas consecutivas, frente a las rini-
tis alérgicas persistentes y las rinitis alérgicas graves con
alteración de la calidad de vida de los pacientes frente
a las rinitis alérgicas leves que requieren en menos oca-
siones una evaluación médica y que suelen ser objeto de
automedicación [1] (Cuadro 3).
 Diagnóstico
Anamnesis, historia clínica
Es fundamental para la recopilación de la sintomatolo-
gía clínica, la jerarquización de los signos y la evaluación
EMC - Otorrinolaringología
Rinitis crónica alérgica  E – 20-350-A-10
de la alteración de la calidad de vida. La rinitis alérgica
suele ser polisintomática y una rinitis monosintomática
sólo es alérgica en casos excepcionales. El contexto, a
menudo complejo, de una rinitis profesional requiere un
conocimiento adecuado del oficio y del medio profesio-
nal [1, 9, 10] .
Por tanto, la anamnesis y los resultados de la evalua-
ción clínica y alergológica permiten respaldar el concepto
fundamental de pertinencia clínica necesario para el diag-
nóstico de rinitis alérgica.
Síntomas
La rinitis alérgica asocia síntomas rinológicos inespe-
cíficos y, a menudo, signos extra-ORL, a través de las
enfermedades concurrentes.
La tríada sintomática consta de estornudos tras el con-
tacto con el alérgeno, rinorrea transparente bilateral a
menudo profusa y obstrucción nasal. En ocasiones, se
asocian prurito nasal o velopalatino, rinorrea posterior,
pesadez centrofacial e incluso cefalea, así como prurito
conjuntival, tos y asma. Los síntomas son sugestivos de
la alergia cuando se producen en un contexto dado: con-
tacto con el gato, tareas domésticas, estancia en el exterior
durante el buen tiempo para la polinosis [1, 11] .
Los trastornos del olfato, sobre todo si son persisten-
tes, son muy raros en la RCA y obligan a sospechar el
diagnóstico de poliposis nasosinusal inicial. Requieren
una exploración ORL y una tomografía computarizada
(TC) [1, 12] .
Repercusión sobre la calidad de vida
Esta sintomatología, debido a su intensidad, su dura-
ción y las enfermedades concurrentes asociadas (asma,
conjuntivitis), puede alterar la calidad de vida: trastornos
del sueño, trastornos del estado de ánimo, alteraciones del
rendimiento profesional o deportivo, dificultades escola-
res.
Una EVA (escala visual analógica), más fácil y más
rápida que los cuestionarios de calidad de vida, que son
más largos y laboriosos de cumplimentar en la práctica
corriente, pone de relieve las molestias globales y la viven-
cia del paciente, y permite seguir la evolución de la rinitis
alérgica después del tratamiento [13–15] .
Deben señalarse ciertas particularidades en los niños
pequeños debido al solapamiento frecuente entre pato-
logía infecciosa y alérgica hasta los 6-7 años [1] .
Evaluación ORL
La exploración ORL es indispensable para el diagnóstico
positivo y diferencial de rinitis alérgica: rinoscopia ante-
rior y posterior o, mejor, endoscopia nasal (óptica rígida
o nasofibroendoscopia flexible), que muestra una mucosa
nasal: normal, edema o congestión de los cornetes inferio-
res, así como secreciones nasales transparentes. Su papel
es importante para el diagnóstico diferencial: patología
malformativa (desviación septal, cornete neumatizado),
tumoral o seudotumoral (tumores, poliposis nasosinu-
sal, pólipo antrocoanal), enfermedades sistémicas de tipo
vasculitis, patología infecciosa (sinusitis, o rinosinusitis)
en el marco del amplio capítulo de la patología rinoló-
gica [1, 4, 13, 16] .
Las radiografías de los senos ya no tienen ningún inte-
rés frente a la TC, que permite un análisis detallado de
las distintas estructuras óseas faciales. Por lo general, la
TC en cortes coronales y axiales es normal en la rinitis
alérgica [1, 16, 17] .
En ocasiones, existen algunos engrosamientos de la
mucosa nasosinusal, cornetes inferiores aumentados de
tamaño en ambos lados y algunas opacidades mínimas
etmoidales bilaterales. Estas últimas, si son más importan-
tes y se integran en un contexto de rinitis alérgica atípica
3
E – 20-350-A-10  Rinitis crónica alérgica

A B
Figura 1. Poliposis nasosinusal inicial en un contexto de rinitis crónica con trastornos del olfato (sin contexto infeccioso): tomografía
computarizada en corte frontal y corte transversal que muestra una ocupación parcial del etmoides de forma bilateral con un engrosamiento
de la mucosa de ambos senos maxilares (A, B).

con trastornos del olfato, obligan a sospechar una polipo-

sis nasosinusal inicial que, al comienzo de su evolución,
puede parecerse a una rinitis alérgica grave. Además, la TC
permite descartar una patología infecciosa sinusal aislada
o asociada a la rinitis alérgica o una patología tumoral o
seudotumoral [1, 16, 17] (Fig. 1A, B).

Pruebas complementarias
La historia clínica y la exploración ORL permiten con-
firmar la realidad de la rinitis y su cronicidad, mientras
que las pruebas complementarias permiten relacionar esta
sintomatología con una etiología alérgica mediada por
IgE.

Pruebas cutáneas
Se trata de una metodología simple, rápida y barata para
confirmar una alergia mediada por IgE frente a un amplio
panel de alérgenos. Las pruebas cutáneas por cutirreac-
ción o intradermorreacción ya sólo se utilizan en raras
ocasiones para el diagnóstico de alergia respiratoria y se
han sustituido por las pruebas de punción (prick-tests). Un
pinchazo con una lanceta a través de una gota de alér-
geno depositado en la piel introduce este último bajo la
piel y provoca una desgranulación de los mastocitos por-
tadores de IgE específicas para el alérgeno probado en caso
de sensibilización. Una reacción local, después de 10-15
minutos, que asocia pápulas, eritema y prurito, se evalúa
respecto a un control positivo (fosfato de codeína o his-
tamina) y a un control negativo (disolvente). Esta técnica
requiere la interrupción de los antihistamínicos cinco días
antes de las pruebas cutáneas y no se puede utilizar en caso
de dermografismo cutáneo. Los resultados dependen de
los extractos comerciales y de los alérgenos recombinantes
obtenidos por la tecnología del ADN (ácido desoxirribo-
nucleico) recombinante, que permite obtener proteínas
purificadas, bien caracterizadas desde el punto de vista
bioquímico [1, 18] .
En algunos casos, hay que recurrir a extractos nati-
vos (alergia alimentaria) o a extractos caseros (patología
profesional) ante la ausencia de extractos comerciales de
calidad disponibles [1, 11, 19, 20] .
Sin embargo, el 20-25% de una población general tiene
pruebas cutáneas positivas sin sintomatología clínica de
rinitis alérgica (sensibilización), por lo que es importante
la historia y la pertinencia clínicas para respaldar el diag-
nóstico de rinitis alérgica [1] (Fig. 2).
Figura 2. Pruebas cutáneas positivas a los ácaros (Dermatop-
hagoides pteronyssinus [Dpt]) en comparación con el control
negativo y el control positivo.
Pruebas de laboratorio: IgE específicas, IgE
totales y eosinófilos
IgE específicas
La determinación de su concentración suele realizarse
como segunda elección o cuando las pruebas cutáneas
son imposibles de efectuar o ininterpretables: derma-
tosis amplia, dermografismo cutáneo, imposibilidad de
interrumpir los antihistamínicos, alérgeno comercial no
disponible. Para su determinación, se deben emplear téc-
nicas esencialmente isotópicas o inmunoenzimáticas. Los
resultados se expresaban en clases I a IV (RAST) y, actual-
mente, en KUI/l. La sensibilidad y la especificidad son
del orden del 80-90%. Como sucede para las pruebas
cutáneas, en el 20-25% de una población general, la con-
centración de IgE específicas puede estar aumentada, lo
que refleja una sensibilización y no una rinitis alérgica
con sintomatología clínica. La determinación de la con-
centración de anticuerpos recombinantes se utiliza cada
vez más en la práctica clínica (reacciones cruzadas, poli-
sensibilización) y no sólo en investigación.
Las pruebas de detección sistemática de laboratorio, no
cuantitativas para las IgE específicas, pueden ser intere-
santes durante una evaluación por un «no especialista»:
pruebas de detección sistemática multialergénicas de tipo
Phadiatop, Alatop, Trophatop [1, 11, 18, 21] .

4 EMC - Otorrinolaringología
 Rinitis crónica alérgica  E – 20-350-A-10

Rhinotest mP N.o 1 Rhinotest mP N.o 2 Rhinotest mP N.o 3 Figura 3. Prueba de provocación nasal
lado izquierdo lado derecho lado izquierdo lado derecho lado izquierdo lado derecho
Espiración Flujo/cm3 s−1 Inspiración Espiración Flujo/cm3 s−1 Inspiración Espiración Flujo/cm3 s−1 Inspiración positiva a los ácaros con evaluación
mediante rinomanometría: n.◦ 1: suero
fisiológico; n.◦ 2: disolvente; n.◦ 3: ácaros
para un mismo paciente. Aumento de las
resistencias y disminución de los flujos (n.◦
Presión/Pa Presión/Pa Presión/Pa 3).

Espiración Flujo/cm3 s−1 Inspiración Espiración Flujo/cm3 s−1 Inspiración Espiración Flujo/cm3 s−1 Inspiración

Presión Presión Presión

Flujo D Flujo D Flujo D

Flujo I Flujo I Flujo I

Flujo total Flujo total Flujo total

Aumento Aumento Aumento

Flujo D Flujo D Flujo D
Aumento Aumento Aumento
Flujo I Flujo I Flujo I

Tasa de flujo Tasa de flujo Tasa de flujo

Resistencia D Resistencia D Resistencia D

Resistencia I Resistencia I Resistencia I

Resistencia T Resistencia T Resistencia T

IgE totales séricas

La determinación de su concentración carece de interés
para el diagnóstico de la rinitis alérgica, salvo en casos
particulares (sinusitis fúngica alérgica) [1] .

Eosinófilos
El recuento de eosinófilos séricos o locales (secreciones
nasales) carece de interés para el diagnóstico de rini-
tis alérgica, pero es útil para patologías particulares de
tipo síndrome de Churg-Strauss, síndrome de Carrington,
aspergilosis broncopulmonar alérgica y su equivalente
ORL de sinusitis fúngica alérgica, que se salen del marco
de la RCA [1, 17] .

Prueba de provocación nasal específica

La PPN específica intenta reproducir y evaluar la Figura 4. Cepillado de la mucosa nasal. Cilios normales en
reacción sindrómica nasal relacionada con un alérgeno microscopia de contraste de fase tras tinción vital (azul tripán).
aplicado directamente en la mucosa nasal de un paciente
con rinitis alérgica. Se trata de una técnica bastante
larga de realizar, aunque se puede simplificar el proce- exposición, dosimetría) y reproducible. Además, ofrecen
dimiento, considerado a menudo complejo, e incluso buenas condiciones de sensibilidad para el estudio del
peligroso, por algunos médicos «no especialistas». Aun- tratamiento antialérgico y de los protocolos de investi-
que la estandarización tanto para la realización como para gación [26] (Fig. 3).
la interpretación de los resultados de la PPN aún es incom-
pleta (puntuación de síntomas, escala visual analógica, Otras pruebas complementarias
rinomanometría, rinometría acústica, etc.), el interés de Las patologías complejas, atípicas, combinadas o aso-
la PPN para el diagnóstico de rinitis alérgica está bien ciadas, las rinitis profesionales o los problemas de
establecido en la literatura. Aparte de los protocolos de diagnóstico diferencial pueden requerir pruebas comple-
investigación, la PPN está indicada, e incluso es necesaria, mentarias más sofisticadas: cepillado ciliar, biopsia con
en caso de discordancia entre la historia clínica, las prue- microscopia óptica y/o electrónica, citología nasal, estu-
bas cutáneas y las determinaciones de las IgE específicas, dio de las secreciones nasales (mediadores químicos,
en particular para la rinitis alérgica a los ácaros, donde bacteriología), olfatometría, rinomanometría, medición
la prueba de provocación nasal es negativa en el 20-30% del óxido nítrico nasal, etcétera [1, 13, 27–29] (Fig. 4).
de los casos en los que se sospecha una rinitis alérgica
a los ácaros. La PPN es útil en caso de polisensibilización
para evaluar el papel etiológico real de cada alérgeno antes Enfermedades concurrentes:
de la desensibilización y en caso de rinitis profesional en conjuntivitis, asma
la que se sospechen mecanismos y productos complejos.
Por tanto, la PPN es el patrón oro para el diagnóstico de La frecuencia de la asociación de rinitis y asma, que
las rinitis complejas y de las rinitis combinadas que aso- pone de relieve la unidad de las vías aéreas superiores
cien hiperreactividad nasal específica e hiperreactividad e inferiores, obliga a buscar sistemáticamente un asma
nasal inespecífica, así como para el diagnóstico etioló- asociada mediante la historia clínica, la exploración neu-
gico del asma frente a la asociación frecuente de rinitis mológica, las pruebas funcionales respiratorias y una
y asma [1, 10, 16, 19, 21–25] . prueba de metacolina si es necesario [1, 13] .
Las cámaras de exposición ambiental, aún escasas en el Al final de esta evaluación para las rinitis crónicas «de
mundo, permiten una PPN bien estandarizada (alérgeno, aspecto alérgico», solo la mitad presenta una etiología

EMC - Otorrinolaringología 5
E – 20-350-A-10  Rinitis crónica alérgica
Patología:
- tumoral
- malformativa
- infecciosa
Rinitis Patología
asociadas profesional
DNC
HRN
Rinitis Rinitis no
alérgicas alérgicas
Alergia
«no detectada»
PNS; pólipos solitarios Patología combinada (A y NA)
Etmoiditis edematosa Rinitis crónica y enfermedades concurrentes
Figura 5. Árbol de decisiones. Diagnóstico de una rinitis
crónica alérgica. DNC: disfunción nasal crónica; HRN: hiperreac-
tividad nasal; PNS: poliposis nasosinusal; A: alérgica; NA: no
alérgica.
alérgica teniendo en cuenta la historia clínica, el estu-
dio alergológico y le concepto de pertinencia clínica [1]
(Fig. 5).
 Tratamiento
Prevención
El control del ambiente alergénico parece atractivo,
pero los resultados publicados en la literatura son difíciles
de evaluar y en ocasiones son contradictorios. Es difícil
establecer formalmente las relaciones pertinentes o evi-
dentes en los numerosos estudios epidemiológicos entre
atopia, alérgenos, ambiente y sensibilización, tanto para
el asma como para la rinitis aislada peor estudiada en la
literatura [1, 13, 29] .
De forma global, aunque las medidas aisladas para uno
o varios alérgenos (ácaros, animales) no han demostrado
su eficacia, la asociación de diferentes medidas de exclu-
sión dirigidas para un paciente parece eficaz. Los asesores
de ambiente interior facilitan la aplicación de estas medi-
das personalizadas y la educación de cada paciente con
rinitis alérgica. En el caso particular de la rinitis profesio-
nal, es obligatoria la evitación o la eliminación del riesgo
antes de la evolución al asma profesional, que a menudo
tiene consecuencias socioprofesionales significativas para
el paciente [1, 27, 28] .
Tratamientos sintomáticos
farmacológicos
Los fármacos disponibles para el tratamiento de la rini-
tis alérgica se administran por vía oral o intranasal en
monoterapia y, en ocasiones, en asociación.
Antihistamínicos por vía oral
Los antihistamínicos son antagonistas competitivos del
receptor H1 de la histamina. Se trata de un grupo químico
heterogéneo con un perfil farmacológico y farmacociné-
tico distinto, pero sin diferencias notables en términos de
eficacia clínica según los estudios clínicos comparativos
6 EMC - Otorrinolaringología
para los distintos anti-H1. Su eficacia se ha demostrado en
el conjunto de los síntomas clínicos de la rinitis alérgica
y en un grado menor sobre la obstrucción nasal. También
son eficaces sobre el prurito nasal y velopalatino, pero
también para la sintomatología conjuntival asociada. Los
anti-H1 de primera generación atraviesan la barrera hema-
toencefálica. Debido a sus efectos secundarios, como la
somnolencia, las interacciones farmacológicas y su tole-
rabilidad general, se han abandonado progresivamente a
favor de los anti-H1 de segunda generación, que se consi-
deran no sedantes con una única toma diaria [1, 16, 25, 30] .
La asociación de un anti-H1 y un descongestionante
nasal de tipo seudoefedrina mejora la eficacia sobre la
obstrucción nasal, pero con riesgos de interacción farma-
cológica, efectos secundarios cardiovasculares y quizá de
taquicardia para la seudoefedrina [1] .
Corticoides sistémicos
Los corticoides por vía oral, y en particular los cor-
ticoides inyectables de liberación retardada, carecen de
lugar en el tratamiento de la rinitis alérgica, aparte de
un ciclo corto de corticoides por vía oral en caso de
RCA muy grave, obstructiva, para permitir un tratamiento
local nasal en unas cavidades nasales permeables y sin
hiperreactividad nasal notable [1, 13] .
Montelukast
Este antileucotrieno es eficaz sobre la sintomatología
rinoconjuntival alérgica equivalente a los anti-H1, pero en
un grado inferior a la de los corticoides locales. Su indica-
ción está validada (autorización de comercialización) para
la asociación de rinitis alérgica y asma persistente de leve a
moderada no controlada con corticoides inhalados y con
beta-2-miméticos [31] .
Bioterapias: dupilumab, omalizumab
Dupilumab
El dupilumab es un anticuerpo monoclonal recombi-
nante humano dirigido contra las citocinas IL-4 e IL-13.
Acaba de obtener una extensión de la autorización de
comercialización además de la dermatitis atópica y de
ciertos cuadros de asma para algunas poliposis nasosinu-
sales, pero no para la rinitis alérgica, donde también están
implicadas estas citocinas. El diagnóstico diferencial entre
algunas rinitis alérgicas invalidantes, que responden poco
o mal al tratamiento convencional, y una poliposis ini-
cial es difícil en ocasiones y requiere la experiencia del
ORL [32–34] .
Omalizumab
Algunos estudios han demostrado la eficacia y la buena
tolerabilidad de este anticuerpo monoclonal anti-IgE para
la rinitis alérgica, en particular para las polinosis y para
la asociación de rinitis alérgica y asma (autorización de
comercialización del omalizumab) [34–36] .
Tratamientos farmacológicos tópicos
Antihistamínicos tópicos
Los anti-H1 en tratamiento tópico (aerosol nasal, pul-
verizaciones nasales) tienen una eficacia rápida, se toleran
bien en dos tomas diarias, aunque suelen ser menos efi-
caces que los corticoides tópicos, en particular para la
obstrucción nasal [1] .
Corticoides tópicos
Los corticoides tópicos, debido a sus propiedades anti-
inflamatorias y a su alta concentración en tratamiento
tópico, son eficaces sobre todos los síntomas de la rini-
tis alérgica y mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Su eficacia es máxima tras varios días de utilización sin
taquifilaxia.

La tolerabilidad es buena, aparte de unas molestias
locales de tipo sequedad nasal y de epistaxis mínima en
algunos casos, sin alteración de la función ciliar y sin
repercusión sistémica a las dosis habituales. Sin embargo,
hay que tener una cierta prudencia en los niños y en caso
de dosis acumuladas ORL y neumológicas. Desde el punto
de vista clínico, es difícil demostrar una eficacia diferente
entre las diversas moléculas [1, 13, 16, 30] . La asociación en
aerosol nasal de fluticasona y azelastina parece ser intere-
sante en las rinitis alérgicas graves cuando la monoterapia
es insuficiente para controlar la sintomatología clínica.
Además, la asociación de anti-H1 por vía oral y corticoides
tópicos parece frecuente en la práctica clínica corriente, a
menudo sin una evaluación real de esta asociación frente
a una monoterapia [37] .
Otros tratamientos tópicos
Ipratropio en aerosol nasal
El ipratropio es un anticolinérgico local, eficaz sobre
todo frente al componente de rinorrea, lo que limita su
indicación para la rinitis alérgica [1, 13] .
Cromoglicato sódico y ácido
N-acetil-aspartil-glutámico
Estos tratamientos tópicos se toleran bien, incluso en
los niños, pero su eficacia es menor que la de los anti-H1
y de los corticoides tópicos [13] .
Descongestivos y vasoconstrictores tópicos
Frente a los descongestivos sistémicos, aislados o asocia-
dos a los anti-H1 con sus contraindicaciones y sus efectos
secundarios, el uso de descongestivos tópicos debe ser pru-
dente (dosis, duración) para el tratamiento de la rinitis
alérgica en el adulto, debido al riesgo de dependencia y
de evolución hacia una rinitis farmacológica, así como
a sus contraindicaciones en los niños o en los pacientes
ancianos, debido a sus efectos secundarios [1, 13] .
Lavados nasales con suero fisiológico
Se dispone en el mercado de diferentes preparaciones
de suero fisiológico isotónico o hipertónico, o de solu-
ciones de agua de mar, que constituyen un tratamiento
adyuvante para mejorar la comodidad del paciente, a
condición de emplear una técnica de utilización correcta
tanto en los adultos como en los niños [1, 13] .
Desensibilización específica o
inmunoterapia específica
La inmunoterapia específica o desensibilización con-
siste en administrar, por vía subcutánea u oral, dosis
crecientes de alérgenos a los que está sensibilizado el
paciente. Su realización requiere en todos los casos un
diagnóstico preciso de rinitis alérgica con pertinencia clí-
nica entre la exposición al alérgeno, la sintomatología
clínica y el estudio alergológico.
La desensibilización está validada para ciertos alérgenos
(ácaros, pólenes y ciertos hongos) y permite una mejoría
persistente después de la interrupción del tratamiento y
una mejora de la calidad de vida. Es probable que limite o
prevenga la aparición de nuevas sensibilizaciones o del
asma. En rinología, suele dirigirse como segunda elec-
ción a las rinitis alérgicas graves, persistentes, mal o nada
controladas con el tratamiento médico sintomático, o en
caso de asociación de rinitis y de asma durante la esta-
ción polínica o durante la estación de los ácaros [1, 38] . La
desensibilización está contraindicada en caso de asma aso-
ciada inestable, mal controlada, de enfermedad sistémica
subyacente o de mala observancia del paciente [1, 13] .
Inmunoterapia inyectable
La vía subcutánea empleada bajo control de un aler-
gólogo está cada vez más abandonada debido a sus
EMC - Otorrinolaringología
Rinitis crónica alérgica  E – 20-350-A-10
limitaciones y a sus efectos adversos potenciales, en oca-
siones graves, a favor de la vía sublingual [38] .
Inmunoterapia oral
La eficacia de la vía oral (gotas sublinguales o com-
primidos) se ha confirmado mediante un metaanálisis
Cochrane (ácaros, pólenes) para la rinitis alérgica, con
pocos efectos secundarios, habitualmente benignos y una
buena observancia terapéutica [1, 38–42] .
Esta inmunoterapia oral debe reevaluarse tras 6-12
meses de tratamiento para valorar su eficacia, su tolera-
bilidad y el interés de la continuación del tratamiento.
Medicinas alternativas
No existen estudios precisos y aleatorizados para eva-
luar la eficacia real de muchos tratamientos como la
acupuntura, la homeopatía, la aromaterapia y la fitote-
rapia para el tratamiento de la rinitis alérgica [1] .
Cirugía
La cirugía en caso de RCA puede estar indicada en dos
situaciones muy diferentes.
Una patología asociada, pero independiente de la rini-
tis alérgica puede requerir cirugía, como una septoplastia,
para eliminar la obstrucción nasal mecánica y para per-
mitir un tratamiento tópico de la rinitis alérgica.
Ante el fracaso o unos resultados insuficientes de un
tratamiento médico prolongado, bien realizado y bien
seguido de la rinitis alérgica, en particular de la obstruc-
ción nasal y en caso de hipertrofia de cornetes importante,
permanente e irreversible, se puede plantear una interven-
ción quirúrgica sobre los cornetes: láser, radiofrecuencia,
crioterapia, electrocoagulación submucosa, microdesbri-
dador, etc. Estos tratamientos tienen bases empíricas, y los
resultados, los efectos adversos y la tolerabilidad a largo
plazo están poco documentados en la literatura [1, 13, 43–45] .
“ Puntos esenciales
• El diagnóstico positivo de rinitis crónica alérgica
se basa en la asociación de rinitis crónica, eviden-
cia inmunoalérgica (rinitis mediada por IgE) y el
concepto de pertinencia clínica.
• El diagnóstico diferencial es importante frente a
numerosas patologías ORL y a la constatación de
que sólo un 50% de las rinitis crónicas «de aspecto
alérgico» es realmente alérgico al final del estudio.
• Existe un interés de la exploración ORL y del
estudio alergológico con pruebas cutáneas, de
laboratorio y de provocación nasal específica.
• Casos particulares: rinitis profesionales, rinitis
combinadas y asociadas, poliposis nasosinusal
inicial en un contexto atópico, enfermedades con-
currentes.
• Se han publicado muchas clasificaciones en la
literatura (ARIA, RPC).
• El tratamiento no está completamente estanda-
rizado: complejidad de la exclusión, tratamientos
farmacológicos sintomáticos, sobre todo con los
corticoides tópicos y los antihistamínicos, desensi-
bilización específica.
• La desensibilización por vía oral se tolera bien y
está indicada para las rinitis alérgicas invalidantes
o las rinitis con asma asociada.
7
E – 20-350-A-10  Rinitis crónica alérgica
 Conclusión
El diagnóstico de RCA se basa en la constatación de una
rinitis crónica (sintomatología e historia clínicas) y de una
evidencia inmunoalergológica (patología mediada por
IgE), respaldadas por el concepto de pertinencia clínica
entre la sintomatología clínica, la exposición alergénica y
los resultados del estudio alergológico.
Un diagnóstico preciso, con independencia de los
problemas de diagnóstico diferencial, muestra que, del
amplio grupo de «rinitis de aspecto alérgico», sólo el 50%
es realmente alérgico (mediado por IgE) al final del estu-
dio.
Este diagnóstico de certeza de rinitis alérgica permite
un tratamiento médico racional y pragmático adecuado,
teniendo en cuenta los últimos progresos terapéuticos y
los resultados de las reuniones de consenso, pero también
los síntomas y los deseos del paciente, así como las limi-
taciones socioeconómicas para esta patología con elevada
prevalencia.
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Si desea saber más
Institut national de recherche et de sécurité : www.inrs.fr.

J.-J. Braun, Professeur des Universités (braun.jean-jacques@wanadoo.fr).

Service d’oto-rhino-laryngologie et chirurgie cervicofaciale, Hôpital de Hautepierre, Hôpitaux universitaires de Strasbourg, avenue Molière,
67098 Strasbourg cedex, France.
Service de pneumologie et d’allergologie, Pôle de pathologie thoracique, Nouvel Hôpital civil, Hôpitaux universitaires de Strasbourg, 1,
place de l’Hôpital, 67091 Strasbourg cedex, France.
Cabinet médical oto-rhino-laryngologie-allergologie, 8, quai Kellermann, 67000 Strasbourg, France.
F. de Blay, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
Service de pneumologie et d’allergologie, Pôle de pathologie thoracique, Nouvel Hôpital civil, Hôpitaux universitaires de Strasbourg, 1,
place de l’Hôpital, 67091 Strasbourg cedex, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Braun JJ, de Blay F. Rinitis crónica alérgica. EMC - Otorrinolaringología
2021;50(3):1-9 [Artículo E – 20-350-A-10].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

EMC - Otorrinolaringología 9