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El documento discute diversas corrientes filosóficas relacionadas con el conocimiento a lo largo de la historia, incluyendo el determinismo, el operacionismo, el dualismo y el vitalismo. También analiza cuatro tipos de conocimiento - imaginación, creencia, conocimiento deductivo e inteligencia - y examina temas como el conocimiento científico, su manejo en organizaciones, y los debates éticos sobre su aplicación. Por último, distingue entre modos individuales e institucionales de conocer, como el modo ordinario, científico, tecnol
El documento discute diversas corrientes filosóficas relacionadas con el conocimiento a lo largo de la historia, incluyendo el determinismo, el operacionismo, el dualismo y el vitalismo. También analiza cuatro tipos de conocimiento - imaginación, creencia, conocimiento deductivo e inteligencia - y examina temas como el conocimiento científico, su manejo en organizaciones, y los debates éticos sobre su aplicación. Por último, distingue entre modos individuales e institucionales de conocer, como el modo ordinario, científico, tecnol
El documento discute diversas corrientes filosóficas relacionadas con el conocimiento a lo largo de la historia, incluyendo el determinismo, el operacionismo, el dualismo y el vitalismo. También analiza cuatro tipos de conocimiento - imaginación, creencia, conocimiento deductivo e inteligencia - y examina temas como el conocimiento científico, su manejo en organizaciones, y los debates éticos sobre su aplicación. Por último, distingue entre modos individuales e institucionales de conocer, como el modo ordinario, científico, tecnol
El presente ensayo se articula en torno a que todo siempre tiene un
inicio se podría decir como metáfora que el ser humano se encuentra alrededor de un gran bosque donde una semilla es una duda y de esta se desarrollan grandes aportes para la construcción de la realidad. Por tal razón se ve la necesidad investigar un poco sobre el conocimiento, la importancia del saber; el conocimiento determina la racionalidad y, por lo tanto, la esencia. Por esta razón, la teoría del conocimiento formó parte de la filosofía a lo largo de toda la historia; es por tal motivo que esta mirada filosófica acerca de cómo empieza a conocer el hombre, es importante para de ahí inferir cómo este saber, permeado socialmente, se ha ido desarrollando en forma constante. No obstante, se puede decir que la historia del conocimiento empezaría con los primeros indicios del pensamiento humano y las corrientes filosóficas se han formado con la finalidad de compartir y discutir diversos razonamientos lógicos y métodos sobre conceptos abstractos relacionados con la humanidad y el contexto que los rodea. Desde que el hombre existe se ha hecho preguntas sobre sí mismo y sobre el mundo que le rodea. A propósito de estas corrientes se pueden mencionar algunas como el determinismo que trata sobre una doctrina filosófica que mantiene que todos los acontecimientos (físicos, pensamientos y acciones humanas, etc) y están sometidos a leyes naturales, totalmente predeterminadas, de carácter casual y mecánico, considerando al azar como un mero efecto aparente. La corriente operacionista considerada como una doctrina según la cual los términos que no se puedan definir operacionalmente carecen de significado valido para la ciencia. Es importante destacar también, las teorías dualistas que sostienen que la mente no es una sustancia física, por lo que la mente y el cuerpo son dos sustancias distintas, pero relacionadas. Si la mente fuera algo material, no se podría explicar la existencia de pensamientos, sentimientos y deseos, 2
que son completamente abstractos. Entretanto, la filosofía vitalista tiene
como primera distinción de las filosofías tradicionales entender la realidad como proceso. Esta corriente filosófica se caracteriza por postular la existencia de una fuerza o impulso vital sin el que la vida no podría ser argumentada. Esta corriente es considerada como uno de los principios de la química como ciencia y consiste en un sistema filosófico donde el átomo era considerado por aquellos tiempos como el elemento más grande, extenso e indivisible, del cual están hechas todas las cosas. Sintetizando las corrientes filosóficas, estas han influido en la creación de un paradigma, a partir del cual se han regido en cada época las ciencias de todo tipo. Como consecuencia de toda esta variedad de corrientes, paradigmas, pensamientos y pensadores, existe una gran riqueza de conocimiento, lo que la hace bastante completa y compleja. En la actualidad, existen varios paradigmas vigentes, cada uno con sus seguidores y detractores, y esto será siempre así, ya que cuanto más se avance en la ciencia, más se descubrirá sobre los conceptos que ahora se creen como válidos, por lo que quizás algunos de ellos dejen de ser legítimos para dejar paso a los nuevos. De lo anterior, se desprenden las posibilidades del conocimiento donde el hombre es capaz de conocer aquello que ve, pero también aquello que no ve porque profundiza y alcanza a comprender el fondo de las cosas y de las personas. Sin embargo se considera que independientemente del tipo de conocimiento que se vaya a adquirir, en todo el proceso se pueden destacar los siguientes elementos: el sujeto, el objeto, la operación cognoscitiva y el pensamiento o representación mental. De acuerdo al contexto anterior sobre las posibilidades del conocimiento caben diversas posiciones que van desde el escepticismo, que niega la posibilidad de justificar un determinado conocimiento como verdadero, pasando por el relativismo, que interpreta que la verdad se ajusta a esquemas convencionales y el criticismo, que sostiene la posibilidad de un 3
conocimiento limitado a nuestros esquemas cognoscitivos, hasta llegar al
dogmatismo, que confía en las posibilidades del conocimiento humano y la capacidad para señalar el conocimiento verdadero. Por otro lado, partiendo del hecho de que en el conocimiento se establece una relación entre dos polos: sujeto y objeto, y una combinación de planos subjetivos y objetivos. Dependiendo de la combinación, existen tres grados de conocimiento: opinión, creencia y saber en sentido estricto. Por consiguiente, existen cuatro tipos de conocimiento que se corresponden con cuatro grados de realidad: la imaginación, que es el grado de conocimiento más alejado de la verdad, se representa a través de imágenes del mundo llamadas eikónes, que son imitaciones del mundo exterior. La creencia, que es la forma en que se conoce el mundo; es el conocimiento de lo físico natural, significa creencia y confianza, es un tipo de conocimiento basado en el hábito. El conocimiento deductivo, que lo componen las entidades matemáticas, geométricas y similares. Finalmente, la inteligencia o intuición, compuesta por los principios del reino aritmético, los cuales da por sentado que son como se definen y se adoptan como principios evidentes conocidos o archaí. En otro orden de ideas; el conocimiento científico es entendido como el conjunto de hechos verificables y sustentados en evidencias recogidas por las teorías científicas, así como también el estudio de la adquisición, elaboración de nuevos conocimientos mediante el método científico. En otras palabras una teoría científica se comprende como el conjunto consistente y deductivamente completo de proposiciones científicas que describen hechos relativos al campo de investigación de la teoría. En ese sentido el conocimiento científico sería el contenido proposicional completo de todas las teorías científicas empíricamente adecuadas. Sin embargo, el manejo del conocimiento científico es un tema que ha empezado a imponerse dentro de las organizaciones durante las últimas dos décadas, debido a que son cada vez más conscientes de que sus 4
activos más valiosos no son las propiedades, ni las inversiones, ni siquiera
la tecnología o la información; lo más valioso es el conocimiento que tienen sus integrantes y colaboradores. Ese conocimiento, también conocido en la literatura como "activos intangibles" y "capital intelectual", es el que se debe capturar, administrar, difundir y potencializar. Con miras a comprender todos los procesos, estrategias, herramientas y técnicas tendientes a aprovechar el conocimiento de las personas y transferirlo a toda la organización, capitalizándolo en todos los niveles. Acerca de los avances sin precedentes que ocurren en la ciencia y mantienen la esperanza de beneficios insospechables para la humanidad y el desarrollo sustentable. Al mismo tiempo, los poderes potencialmente transformadores de la vida que tiene la ciencia, hoy en día, significan que su aplicación también presenta posibles riesgos. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de un debate serio sobre los aspectos éticos, sociales, ambientales y económicos respecto del uso del conocimiento científico, los cuales deberían respetar primero y principalmente a los derechos humanos y la dignidad de los seres humanos. En la actualidad las tendencias científicas de la mano con el conocimiento tradicional trabajando con las redes científicas constituyen una red efectiva para movilizar la ciencia y sus aplicaciones hacia el desarrollo y avances; en cambio sí se fracasa en disminuir la brecha entre la producción y distribución del conocimiento científico no solo se perdería la oportunidad para mejorar la vida sino que se enfrentaría a la amenaza de un daño irreparable al planeta. El futuro de la humanidad esta intrínsecamente ligado a la preservación de los sistemas globales que mantienen la vida y para preservar dichos sistemas no existe otro aliado mejor que la ciencia: ciencia para la paz, una ciencia para el desarrollo, una ciencia para una sociedad justa y democrática. Finalmente los modos de conocer; individuales e institucionales, que se estructuran a partir del modo ordinario de conocimiento constituido por el 5
lenguaje del sentido común. Se distingue a los modos individuales de los
modos institucionales de conocer con base en los objetivos que los regulan. Se distinguen los modos ordinario, científico, tecnológico, religioso, artístico, formal y ético-jurídico de conocer, y se examina cómo cada modo, a la manera de los juegos de lenguaje, constituye un dominio con una lógica o gramática específica. Los distintos modos se dividen en subdominios o disciplinas. Con este criterio se examinan los objetos de conocimiento de cada una de las ciencias empíricas, incluyendo a la psicología. Se subraya la especificidad del objeto de cada ciencia y cómo ello determina sus métodos y la complementariedad de sus abstracciones respecto del mundo representado en las prácticas del lenguaje ordinario que las fundamentan. En conclusión, el conocimiento se concibe como un sistema de interrelación sujeto-objeto capaz de desarrollar métodos y parámetros propios para aprehender la realidad. A juicio propio no es posible justificar el conocimiento totalmente, ya que este siempre será incompleto, debido a que los contextos son finitos, cerrados, e incompletos; tratando de comprender a un mundo infinito, abierto e incomputable. Sólo se puede acotar que un conocimiento tendrá un menor grado de incertidumbre mientras mejor concordancia tenga con las experiencias. Al aumentar el contexto, el conocimiento tiende a volverse obsoleto, requiriendo una constante refinación. Es por esto que no hay conocimientos universales. Los conocimientos se adaptan al mundo interior, no se adapta el mundo a los conocimientos. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Bachelard, G. (2000). La formación del espíritu científico. Contribución a un Psicoanálisis del conocimiento objetivo. México: Siglo XXI editores
Burke, P. (2002). Historia social del conocimiento. De Gutenberg a Diderot.