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CONVENCIÓN INTERNACIONAL VARONA 2019

“Retos en la formación del profesional de la educación en el siglo XXI”

Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona"

11, 12 y 13 de abril del 2019

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS PEDAGÓGICAS “ENRIQUE JOSÉ VARONA”


CONVENCIÓN INTERNACIONAL VARONA 2019

UNA MIRADA REFLEXIVA HACIA LA AUTORIDAD DEL MAESTRO Y LA


CONVIVENCIA ESCOLAR.
Autoras:
Mercedes Gutiérrez Mazorra, Dr.C. Profesor Titular y Vicedecana de la Facultad
de Ciencias de la Educación
mercedescgm@ucpejv.edu.cu
Carmen Reinoso Cápiro, Dr.C. Profesora Titular y Prof. Consultante
carmenreinosocapiro@gmail.com
carmenbrc@ucpejv.edu.cu
Gisela Gutiérrez Núñez, Dr.C. Profesor Titular y Jefa Nacional de la Carrera de
Pedagogía-Psicología
giselagn@ucpejv.edu.cu
Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, Cuba

Resumen
La autoridad del maestro, no solo se garantiza con el dominio de la materia que
imparte, aunque esto es un factor importante, exige, además, del manejo
adecuado de las relaciones humanas y esto requiere propiciar una disposición
permanente para el análisis y perfeccionamiento del comportamiento comunicativo
individual, además, de asumir una concepción “del otro” que implique respeto,
consideración, transparencia, tolerancia y disfrute por las relaciones humanas y a

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la vez el desarrollo de determinadas cualidades de personalidad que favorezcan la
eficiencia de las relaciones humanas en el contexto laboral. Precisamente el
trabajo que se presenta, expone diferentes experiencias, que en torno a la
formación magisterial se desarrollan en la Universidad de Ciencias Pedagógicas
para preparar a los futuros maestros y egresados en el ejercicio de su autoridad,
como manifestación de un modo de actuación profesional, lo que garantiza una
convivencia escolar sana y responsable.
Palabras claves: Autoridad magisterial y Convivencia Escolar

Introducción
Con el aumento del rol de los factores humanos en diferentes esferas de la vida de
la sociedad, el problema del hombre se convierte en uno de los temas centrales de
todo el sistema de la ciencia actual. La comprensión del individuo, de sus
necesidades, intereses y su realización en sentido general, es sin dudas un reto
importante para las ciencias en general y en particular para las ciencias de la
educación.
La sociedad contemporánea requiere que en el futuro profesional se conjuguen la
alta especialización y la capacidad técnica con una amplia formación general que
le permita encarar, con mayores posibilidades de éxito, el cambiante mundo que le
rodea y lo prepare para contribuir a reducir la brecha existente entre progreso
científico y el social.
La necesidad cada vez más frecuente de liderar grupos humanos, expresarse en
público, fundamentar proyectos, colaborar con otros especialistas en la solución
de problemas, argumentar puntos de vista, son exigencias frecuentes al
profesional contemporáneo. Estas demandas se diversifican con el uso de medios
telemáticos. La participación en foros virtuales, el uso del correo electrónico, la
integración a listas de discusión, son espacios que requieren saberes vinculados a
la comunicación interpersonal, saberes de una segunda lengua, en especial la
inglesa y la mediación tecnológica.
El manejo adecuado de las relaciones humanas supone en el caso de los
profesionales, no solo el natural y espontáneo comportamiento comunicativo que
lo acompaña desde que se inició en la vida social, requiere del desarrollo de
aprendizajes básicos vinculados a la comunicación interpersonal, el dominio de la
materia que imparte. Es necesario propiciar una disposición permanente para el
análisis y perfeccionamiento del comportamiento comunicativo individual, además,
de asumir una concepción “del otro” que implique respeto, consideración,
transparencia, tolerancia y disfrute por las relaciones humanas y a la vez el
desarrollo de determinadas cualidades de personalidad que favorezcan la
eficiencia de las relaciones humanas en el contexto laboral, aquí radica la
autoridad de la fuerza magisterial y su influencia en una convivencia sana y
pacífica. Precisamente el trabajo que se presenta, expone diferentes experiencias
que en torno a la formación magisterial se desarrollan en la Universidad de
Ciencias Pedagógicas, desde una perspectiva psicosocial, para preparar a
nuestros futuros maestros y egresados en el ejercicio de su autoridad y en un
modo de actuación profesional, de manera que promueva una convivencia escolar

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sana y pacífica. La ponencia socializa resultados del proyecto “Modelo para el
desarrollo de habilidades sociales en estudiantes y profesores de las carreras
pedagógicas”, que aunque ya culminó como proyecto investigativo institucional,
tiene su extensión y continuidad en los espacios de implementación de sus
resultados en actividades de pregrado y postgrado.
Desarrollo
Desde los fundamentos de nuestra pedagogía martiana (…) la educación ha de
dar los medios de resolver los problemas que la vida ha de presentar. Los grandes
problemas humanos son: la conservación de la existencia, - y el logro de los
medios de hacerla grata y pacífica” 1
No por gusto existe un reclamo universal de ver la educación como formación
humana, como formación integral de la personalidad, explicitado en la agenda
2030, donde entre sus objetivos, todos interrelacionados y en sistema, está el
objetivo cuatro, en el cual se explicita que para el desarrollo sostenible se
demanda: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Promover
oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos (UNESCO 2016-
2030).
Por supuesto, la educación de calidad se entorpece si las instituciones escolares
no atienden la problemática de la autoridad, el uso de poder y la convivencia,
cuestión, esta que sirve para educar, para la vida en comunidad.

Fariñas G (2016) plantea y se está de acuerdo con esta posición, que el ser
humano se educa para vivir en comunidad. Subjetivación, a decir de esta autora,
implica la consideración del otro de una forma personalizada. No hay desarrollo
sin subjetivación, como no hay subjetivación sin cooperación. El desarrollo cultural
del sujeto presupone la responsabilidad hacia los demás y hacia sí mismo.

La subjetividad es la constitución de la psiquis en el propio sujeto. Está dada por la


configuración compleja de los diferentes sistemas de sentidos; los cuales son
subjetivos, porque existen solo para el sujeto que la vivencia. Estos se configuran
en la interacción que realiza el sujeto con su medio social, a través de la actividad
y de la comunicación, a lo largo de la historia de su vida personal, que es única e
irrepetible. El nivel más complejo de organización de la subjetividad individual es
la personalidad.

Los maestros y profesores tienen en su encargo social educar la personalidad de


las nuevas generaciones, es necesario en esta función social magisterial,
comprender que el impacto de los sistemas de influencias educativas en el sujeto,
se constituye subjetivo en la propia historia de vida del sujeto y en sus diferentes
formas de relación con el entorno. Una vez constituida la subjetividad, se
desarrolla continuamente dentro de la historia personal y social del sujeto, y regula
su actuación, ello ratifica, el carácter complejo y dinámico de la formación de la
1
José Martí. OC. T 22 p. 308

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personalidad, mediatizado por el sistema de influencias educativas.
Tradicionalmente la escuela ha centrado su influencia en el aspecto instructivo, en
lo cognitivo, pero es necesario enfatizar que el crecimiento de la persona en el
proceso educativo debe dirigirse al desarrollo de la autoestima del sujeto, a su
seguridad emocional a su autocontrol, al desarrollo de su pensamiento, a sus
intereses y crear más necesidades en correspondencia con el mundo en que vive
y se desarrolla, a la configuración de sus sentimientos y valores y a su capacidad
para comunicarse con otros. No por gusto el aprender a convivir, junto con el
aprender a conocer, a hacer, y a ser, constituye uno de los pilares básicos de la
vida, según el informe de Delors.

El salón de clases es un espacio de relaciones intrapersonal, interpersonales y


grupales. ¿Cuántas veces nos hemos sentido motivados ante un maestro que
dialoga o frustrados ante el autoritarismo, la estimulación de la diferencia y la falta
de entendimiento? Cuando el maestro o maestra están debidamente preparados
en su materia y en los enfoques psicosociales del proceso educativo evita que en
el salón de clase se produzcan conflictos y se respete la individualidad y el
derecho de todos y de todas y una convivencia escolar sana y pacífica, se gana en
autoridad magisterial o pedagógica.
En clases tradicionales, el maestro se relaciona y se comunica con cada uno de
sus alumnos frente a sí, pero estos no tienen relaciones entre ellos mismos. Esto,
por lo general, genera cierto sentimiento de insatisfacción entre los estudiantes.
Por otra parte, el maestro recurre a esta forma de interacción por permitirle, con
mayor rapidez abordar sus contenidos y alcanzar sus objetivos. Evidentemente es
mucho más complicado propiciar la participación de todos y garantizar, entre
todos, llegar al propósito final. Sin embargo, cada vez más se muestra con mayor
fuerza la importancia de la participación activa del estudiante para lograr un
aprendizaje más productivo.
La autoridad magisterial tiene que ver con el desempeño pedagógico del docente,
también de la concepción que se tenga del proceso pedagógico y del tipo de
hombre que queremos formar para esta época.
Autoridad provine del origen latino autoritas, auctor, augere. Autoridad es ser
autor, alguien que está en el origen, que es causa, que produce algo.
Augere implica aumentar, habilitar, implica un despliegue de lo que nace. Es
potenciar es fundar la autoridad y a su vez funda lo que nace con autoridad.
Autoridad no es autoritarismo, no es obtener obediencia, no es sumisión. Es
capacidad para aumentar generar lo ya existente, generar crecimiento. La
autoridad magisterial o pedagógica es un intercambio y transmisión pensada,
generadora de espacio para participar. Tiene que ver con el uso del poder y los
estilos de relación durante la dirección del proceso pedagógico.
Los procesos de comunicación pueden ser simétricos o complementarios.
Simétricos son aquellos que descansan en relaciones de igualdad entre los
interlocutores. Complementarios se llaman a aquellos en que la relación descansa

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en la diferencia, donde los que se comunican adoptan posiciones diferentes y uno
de ellos tiene un papel director, primario o inclusive superior al otro.
En el caso de la relación maestro-estudiante, se da un proceso complementario
donde el maestro, independientemente del nivel de centralización que tenga en su
estructura de relaciones, funciona como figura de autoridad. Esta autoridad implica
el ejercicio de cierto poder sobre el estudiante. El poder puede estar basado en
diferentes cosas, de ahí que se refieren diferentes tipos de poder:
Poder legítimo: aquel que está dado por la ley, o establecido institucionalmente, o
determinado por el rol que ocupa esa persona.
Poder sancionador: el poder está dado por el uso de recompensas y castigo
Poder capacitativo: se fundamenta en el conocimiento, la experiencia de esa
persona, que le hace ganar autoridad.
Poder referente: el poder emana de atributos que tiene la persona, de su
"carisma", lo que la hace tener "seguidores" y propiciar la identificación.
-Poder circunstancial: dado por el manejo oportuno de alguna situación.
Estas formas no son excluyentes y, por supuesto, en la medida en que se
combinen pueden lograrse formas de influencia superiores. Por ejemplo, en la
medida en que el maestro además de la autoridad que le es conferida
legítimamente por su rol tiene a su favor cualidades personales atrayentes o un
nivel de conocimientos que propicia el respeto y la admiración de sus estudiantes,
su ascendencia sobre estos es aún mayor.
Es curioso, ver como algunas prácticas pueden utilizar solo el uso del poder
sancionador. Por lo general este se basa en la utilización del castigo solamente: el
regaño, el dar una baja nota, la crítica, el extender el horario de clases, y otras mil
variantes. El uso del estímulo, el reconocimiento al esfuerzo o resultado
alcanzado, e inclusive la recompensa en alguna situación de éxito que sirva de
reforzamiento a un comportamiento deseado, son menos frecuentes en el aula.
Si bien no abogamos por un aprendizaje de enfoque conductista, basado en el
castigo y la recompensa, es innegable que el uso de su poder sancionador puede
resaltar la autoridad del maestro, es también un recurso. Sólo que esto no tiene
por qué derivar en una educación punitiva. El tener la potestad de estimular o de
dar reconocimiento y aprobación puede también hacer a este maestro "poderoso".
El hecho de reconocer explícitamente ante el otro aquellas ideas o conductas
acertadas repercute positivamente en la comunicación.
En ocasiones pensamos que las personas al actuar bien no hacen otra cosa que
cumplir con su deber y por tanto no es necesario que se les reconozca por ello.
Este es un grave error. Todos tenemos el derecho de sentirnos bien por nuestros
aciertos. Muchas veces ni siquiera conocemos el impacto favorable que tienen
nuestras acciones en otros. El reforzamiento positivo hace más frecuente la
repetición de un comportamiento. Este esquema de la psicología conductista es

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válido en muchas circunstancias y tiene mayor valor para el aprendizaje que la
acción del propio castigo o sanción negativa, mucho más utilizado por el maestro.
No se puede obviar que se vive en un planeta, una región, donde los conflictos, a
veces, se resuelven violentamente y, aunque las situaciones violentas aparezcan
de forma aislada, no se puede negar que existen y que en su dinámica social va a
tener su reflejo en sistemas abiertos como la comunidad, la familia y la escuela.
A pesar de que en nuestras instituciones la política estimula que las prácticas
educativas sean favorecedoras de una buena convivencia, y que las relaciones
interpersonales que se den en este ámbito, intenten ser de cooperación, ayuda,
estima, aprecio, plasmados en los objetivos y fines de los modelos educativos del
Sistema Nacional de Educación, hay prácticas autoritaristas, que hacen que
también sea una de las principales preocupaciones de los docentes y estudiantes,
y por tanto ellos sean cada vez más conscientes de la importancia de abordar el
tema.
Es así que la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, se ha
ocupado, mediante sus procesos sustantivos de formación; investigación y
extensión, y el currículo propio y optativo/electivo, del abordaje de temáticas
relacionadas con el desarrollo de habilidades sociales magisteriales, la cortesía
lingüística, la comunicación educativa, la solución y mediación de conflictos, la
prevención de la violencia escolar, la educación socioemocional, entre otras,
concentradas como líneas investigativas del proyecto Modelo para el desarrollo
de habilidades sociales en estudiantes y maestros, que hoy está en la fase de
implementación y generalización de sus resultados investigativos, y de su
continuidad, como línea, en el proyecto Estudio del bullying homofóbico en
instituciones escolares, vías para contribuir y atender tanto en el pregrado como
en el postgrado la formación y educación de la nueva fuerza magisterial desde la
perspectiva psicosocial y de género, para garantizar una educación de calidad,
inclusiva y equitativa, tal y como se plantea en los objetivos de la agenda 2030
para el desarrollo sostenible.
Las autoras de este trabajo quieren expresar que el maestro de cualquier nivel de
enseñanza tiene la alta responsabilidad del desarrollo sociocultural de sus
estudiantes y ello está dado porque este profesional de la educación tiene como
encargo la reproducción-producción- recreación de la cultura y de sus valores
intrínsecos, en diferentes contextos. La calidad de la inserción del maestro en la
cultura, habla del desarrollo social de una nación. Pero la posición social del
maestro ha variado, los problemas que debe enfrentar cada día son muy
complejos, por solo citar un ejemplo el impacto de las tecnologías de la
información y comunicación ha ocasionado cambios en las relaciones
interpersonales y de convivencia.
El maestro en esta época ya no es tan “intocable” como en épocas anteriores, es
simplemente junto a los padres y otras figuras de autoridad, alguien que puede ser
conocido, cuestionado y enjuiciado. La preparación profesional del maestro en
estos tiempos evidencia cierta discordancia con las exigencias crecientes de la
cultura y sus saberes. De hecho hay investigaciones que expresan que el maestro

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es un transmisor de conocimientos y no participa en la construcción del mismo
como otros profesionales. En esta época de la Internet un estudiante puede saber
más que un maestro. Todo esto puede afectar las relaciones de autoridad y de
convivencia, si el maestro no tiene conciencia de sus fortalezas y debilidades y se
moviliza y regula en función de aceptar las exigencias del nuevo mundo y de
cambiar sus estilos de relación profesional.
En relación con esto, se hizo una exploración en un grupo de estudio de 20
docentes que asistían al diplomado Habilidades sociales, sobre los principales
problemas, temores y satisfacciones que tienen en su labor docente y se obtuvo
que: los muchachos que como promedio tienen de un año a cuatro años de
experiencia laboral sus principales problemas están relacionadas con las
características de su estudiantado, el desinterés de estos por el estudio y
problemas de autocontrol emocional, sus principales temores están dirigidos a no
ser un buen profesor, y a que los estudiantes no asimilen los contenidos que
desarrolla.

Las muchachas refieren que su principal problema está dado en la convivencia


con los estudiantes y con el resto de los docentes, el regular “su carácter” ante
determinadas situaciones y sus temores están en la indisciplina, “no llegarle a los
estudiantes”. Como se observa todo gira alrededor del autocontrol de las
emociones, la autoridad magisterial y la convivencia, cuestiones estas que pueden
ser causa del abandono de la profesión. Muchas veces no nos detenemos a
pensar, cuando se aborda la problemática de la deserción escolar, en los
aspectos de vínculo que son determinantes tanto para los menos y más
experimentados profesionales de la educación.

Indudablemente, estos jóvenes maestros tienen insuficientes herramientas


psicopedagógicas para el afrontamiento de las exigencias, que la conducción de
los grupos escolares exige, ello impacta en la convivencia escolar.
Es por ello, que las autoras de esta ponencia en la Universidad de Ciencias
Pedagógicas, insisten y trabajan desde la formación inicial y continua en la
perspectiva psicosocial del proceso formativo.

La perspectiva psicosocial destaca la consideración de poner una mirada


importante en los procesos de interacción interpersonal para comprender el
fenómeno educativo de una manera más integral y compleja, las problemáticas de
relaciones entre profesores, entre ellos y sus dirigentes, entre los profesores y los
estudiantes, así como la relaciones de la escuela con la comunidad, de los
vínculos entre los padres y los hijos, por solo mencionar algunos.
En fin, todo lo que tenga que ver con la escuela e incluso la clase como sistema
psicosocial, aspectos relacionados con la autoridad pedagógica, con las
percepciones que tienen los maestros de sus estudiantes y estos de sus maestros,
las expectativas y sus impactos en los procesos de enseñar y el aprender, la
problemática de los roles, los conflictos escolares.

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¿Qué se ha hecho y qué se hace? Nuestras experiencias desde los procesos
sustantivos universitarios:
Desde la investigación:
Se investiga en la formación y desarrollo de capacidades sociales en los
profesionales de la Educación y estudiantes de las carreras pedagógicas.
Se potencia el estudio y la atención de la perspectiva psicosocial dirigida a poner
una mirada importante en los procesos de interacción en los salones de clases. Se
trabaja desde esta línea en el estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso.
Se enriquece la ciencia pedagógica desde los fundamentos, desde los procesos
de diagnóstico y desde la sensibilización y transformación.
Desde lo formativo

 Las vías de implementación de los resultados investigativos se


implementan:
 Como contenido de las asignaturas de la disciplina Formación
Pedagógica General para enriquecimiento del plan D y la elaboración
del plan de estudio E
 Cursos Optativos de pregrado La Educación socioemocional, la
autoestima.
 En el trabajo metodológico de las asignaturas a partir de la validación
de las mismas.
 En el trabajo metodológico de los colectivos de años
 En los Proyectos Educativos de año

Desde la extensión:
• Se implementa en el Diplomado el desarrollo de Habilidades Sociales en
estudiantes y profesores del magisterio.
• En cursos de postgrado:
 Encuentro con nuestro estilo de relación pedagógica
 La personalidad y la Educación Socioemocional
 Las habilidades sociales en la formación magisterial. Su diagnóstico
y desarrollo
 La dirección de los procesos grupales
 Alternativas didácticas para el desarrollo de habilidades sociales en
estudiantes y profesores de las carreras pedagógicas

¿Cuáles son las perspectivas?

1. Estimular la investigación en los estudiantes de pregrado y postgrado sobre


los diferentes componentes del desarrollo de las capacidades sociales en el
magisterio, tomando como centro la actividad profesional pedagógica para

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un mejor desempeño profesional pedagógico desde la perspectiva
psicosocial del proceso formativo.
2. Estimular la creación de estrategias pedagógicas y didácticas, para
gestionar el desarrollo del:
 Autoconocimiento, Autoestima, Autocontrol emocional
 Asertividad y la buena escucha,
 la autoridad pedagógica,
 la expresión y cortesía lingüística,
 la empatía
 la solución y mediación de conflictos interpersonales
 Manejo grupal: el trabajo en grupo, el trabajo de grupo
 La cooperación
 La resiliencia ante ambientes desfavorables

3. Incrementar el desarrollo de proyectos extensionistas y comunitarios


4. Trabajar el acoso escolar y el perfil de habilidad social en víctimas y
victimarios.
5. Continuar con el estudio de habilidades sociales en los entornos virtuales.
Sistematizar los resultados de los trabajos científicos obtenidos
6. Socializar resultados en eventos, artículos y libros.

Lo anterior eleva las potencialidades que tiene la educación para prevenir


actos agresivos que laceran la dignidad plena del hombre.
Contribuye, además a dar cumplimiento a la agenda 2030, la cual atiende la
concepción de desarrollo humano desde la perspectiva humanista que supone
la ampliación de oportunidades del ser humano, de tener una vida prolongada
y saludable, adquirir conocimientos y acceder a los recursos necesarios para
lograr un nivel de vida decente, a partir sus seis dimensiones: equidad,
sustentabilidad fundamentalmente cultural y social y la potenciación
capacidades humanas y su uso, garantizando el carácter participativo y
protagonismo de los seres humanos en asuntos y procesos que son
trascendentes para sus vidas.

Conclusiones
La formación del docente no solo debe atender la formación técnica sino a las
variables del contexto y de interacción que inciden de manera determinante en la
convivencia escolar e impactan el aprendizaje de estudiantes.
La Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, mediante sus
procesos sustantivos de investigación, formación y extensión estimula el desarrollo
de capacidades sociales en la actividad profesional pedagógica en profesores y
estudiantes para contribuir al desarrollo de un modo de actuación profesional
pedagógico.
Garantizar lo anterior exige poner atención a la perspectiva psicosocial de la
educación, lo que requiere una mirada a los aspectos de vínculo en los salones de

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clase, el desarrollo de capacidades sociales en la formación magisterial como
configuración compleja e integrada de las dimensiones intrapersonal e
interpersonales, para el manejo de la cooperación y del trabajo grupal y la
atención a su dinámica. Ello impacta en el desempeño profesional pedagógico del
docente durante su actividad profesional, lo que se constituye en desafío para
fomentar la autoridad magisterial y la convivencia escolar desde la formación
universitaria.
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