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INSTITUTO UNIVERSITARIO AUSUBEL

FACILITADOR: Dra. Nanci Barrios


ASIGNATURA: Tendencias actuales en la educación

EDUCACIÓN PARA LA VIDA

Por:

Norma Aideé Balderas Elorza

Fecha:
Diciembre 03 de 2023
EDUCACIÓN PARA LA VIDA
La necesidad de la sociedad de superar las dificultades, satisfacer sus necesidades y
solucionar sus problemas en los diferentes aspectos sociales, políticos, económicos,
ambientales y culturales, para avanzar en su desarrollo y mejorar su nivel de vida, ha
llevado a adoptar diferentes alternativas y estrategias. Por lo tanto, ha adoptado la
educación como su mejor arma la cual le permite escudriñar, y adquirir
conocimientos en las diferentes áreas del saber. En México por ejemplo existe un
sinnúmero de instituciones de educación que comprende el nivel preescolar, básico
primario, secundario y universitario, dándole el matiz de proceso para que las
personas alcancen un nivel de conocimiento en cada una de las etapas
mencionadas. Esto involucra unos actores directos como son: los docentes, los
estudiantes e indirectos como las instituciones y la sociedad en general, donde cada
uno juega un papel preponderante, lo que es el deber ser del proceso educativo
docente, aplicado al concepto de que “educación es el proceso y el resultado de
formar al hombre para la vida en toda su complejidad”.
Los profesionales encargados de asesorar, acompañar y orientar al estudiante como
objeto de formación deben tener muy claro que este objeto al cual esta
acompañando, debe ser modelado de tal manera que cuando le toque enfrentarse
al mundo laboral y mucho más aún a la sociedad de la cual hace parte, pueda
propender por buscar soluciones reales y acordes a las necesidades y los problemas
de su comunidad. Ello implica que el docente debe encontrar la mejor manera de
apropiar al estudiante de las competencias referidas al desarrollo humano, en lo que
respecta a la definición apropiación y realización de su proyecto de vida, el
compromiso ético fundamentado en la práctica de los valores para generar un
ambiente de confianza y cooperación mutua, la creatividad y el respeto a la
diferencia.
De igual manera proponer al estudiante adopte y se apropie de las competencias
referidas al desarrollo profesional en lo que tiene que ver con la apropiación del
conocimiento, el desarrollo de un espíritu crítico investigativo y reflexivo, el trabajo
en equipo, como ejes fundamentales para su desempeño, además de las
competencias referidas a la responsabilidad social, que le imprime el compromiso
social para involucrarse en las situaciones adversas de la realidad del entorno
general de su medio ambiente por medio de la formulación y gestión de proyectos
para superar dichas dificultades. Esto es al fin y al cabo es lo más importante del
quehacer docente puesto que cuando se alcanzan estos fines, es cuando realmente
se puede aplicar el concepto de educación para la vida, pero la pregunta es ¿como
puede lograr el docente estos objetivos?, es aquí donde juega un papel
preponderante la didáctica, entendida como “La ciencia que estudia como objeto el
proceso docente-educativo dirigido a resolver la problemática que se le plantea a la
escuela: La preparación del hombre para la vida, pero de un modo sistémico y
eficiente”1. Lo que implica que el docente debe prepararse consciente de las
necesidades de la sociedad y apoyarse en las herramientas que le ofrece la
pedagogía y valerse de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs),
poner en practica toda su experiencia profesional pero, sobretodo su conocimiento,
sus habilidades y destrezas reconociéndose a si mismo, sabiendo que cada
estudiante es una unidad compleja y que requiere un tratamiento personalizado y
teniendo en cuenta que el en gran medida es el responsable de que la institución
brinde a la sociedad un producto de alta calidad y dispuesto a contribuir
fehacientemente en el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de su
comunidad para el desarrollo integral de la misma.

1
ÁLVAREZ DE ZAYAS Carlos M, La Escuela en la Vida, pág. 21
Finalmente es importante hacer hincapié que como docente somos el verdadero
motor del cambio. Hasta hace poco nuestra función era transmitir el conocimiento y
asegurarnos de que este conocimiento se adquiera. Ahora el conocimiento está en
muchísimos sitios, y nuestro rol es el de acompañar de manera individual las
necesidades de cada uno de los alumnos. Impulsar, por tanto, las destrezas de orden
superior del pensamiento, analizar, evaluar y crear .En definitiva, al educar para la
vida no buscamos solo el aprendizaje de conocimientos, sino también el de
habilidades y actitudes, centrado en el alumno. Un alumno que no es un elemento
pasivo que escucha, memoriza y desembucha, sino que actúa y participa de forma
activa en todo su proceso, como un compromiso con el educando, con la institución,
con la sociedad y con el mundo en la búsqueda de mejores condiciones sociales,
económicas, políticas, culturales y sobretodo ambientales para que las generaciones
futuras tengan mas oportunidades y mejores condiciones de vida.

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