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Afirmo haber leído el 100% la lectura asignada delante del Dios omnipresente.
LA ETICA
La ética es el estudio científico de la vida moral humana determinada por su ideal y su
forma verdaderos. La ética trata de los más profundos intereses y necesidades del
hombre. El ser humano está constituido de tal modo que podemos llamarlo un ser
«racional-moral», esto, por supuesto no excluye el hecho que también es un ser emotivo
El ser humano no solamente tiene intelecto sino también tiene conciencia. No solamente
percibe cómo son las cosas sino también se da cuenta de que las cosas deben ser de un
cierto modo. Además de averiguar, calcular, reflexionar, pensar, y meditar, también se
esfuerza por lograr sus metas.
El estudio de la ética tiene la tarea de buscar la verdadera norma o regla para la vida
moral humana. Su meta es determinar un criterio objetivo de lo bueno, al cual todos los
hombres como seres morales deben conformarse.
3. El postulado hamartológico; o sea, la doctrina del pecado, como supuesto para la vida
cristiana moral y su ideal.
4. El postulado soteriológico; o sea, la doctrina de la redención como supuesto de vida
moral y cristiana y su ideal.
El hombre, constituido como tal desde el principio por Dios, es espíritu finito con
substrato físico, hecho a la imagen de Dios y, por esto, poseedor de una naturaleza
racional-moral en la cual, y a través de ella debe desarrollarse para glorificar a Dios,
servir a sus semejantes y realizarse a sí mismo.
Este fin se encuentra en glorificar a Dios. El que era el último elemento en las
implicaciones éticas de la verdad en cuanto a Dios. El fin más alto y más comprensivo
de la existencia del hombre es el de cumplir con su propósito: el glorificar a Dios. El
servir al prójimo aparte de este fin sería mero humanismo y servicio social humanitario.
Pero subordinado a la gloria de Dios el servicio humanitario es una manera en que el
propósito de Dios para nosotros se va realizando la autorrealización separada del fin de
glorificar a Dios conscientemente no es más que puro individualismo.
El principio y el fin del sistema bíblico de la verdad es Dios; pero el centro del sistema
cristiano es la redención en y por Cristo. El aspecto soteriológico de la verdad cristiana
tiene por ello gran significación para la ética cristiana. Precisamente por esto, tenemos
la doctrina de la redención como un supuesto básico para la vida moral cristiana.
La parte objetiva se realiza en la historia humana, fuera del ser humano, y la parte
subjetiva se realiza dentro del corazón humano. La doctrina básica tanto de la fase
objetiva como de la subjetiva es la regeneración.
Se requiere nada menos que un cambio radical en el alma humana para que esta conozca
y sirva verdaderamente a Dios. Se necesita la redención, y no meramente el desarrollo
de algunas capacidades inherentes al hombre. Esto se logra, según la clara enseñanza de
la Escritura, por la operación del Espíritu Santo. En la redención subjetiva el hombre es
transformado en kainee ktisis, una criatura nueva (2 Co 5.17). Es la obra de Dios en el
creyente.