Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción General
1.Dos movimientos que cambiaron radicalmente el curso de la historia en la Europa del Siglo 15
y 16 fueron el Renacimiento y la Reforma Protestante. Ambos movimientos marcaron la
transición de la Edad Media a la Modernidad y dieron nueva forma a la civilización Occidental.
3. Ese régimen de la Edad Media ya era intolerable, especialmente, por su discrepancia entre lo
ideal y la realidad, entre el ideal de la práctica de la justicia y la realidad de la injusticia, entre la
riqueza inmoral de la realeza y la pobreza extrema de sus súbditos. Se criticaba a la Jerarquía de
la Iglesia por su falta de conducta cristiana y la práctica de comercializar los bienes espirituales:
en la Iglesia de Roma todo se vende, se decía. Por eso, los Humanistas buscaban una renovación
gradual de la sociedad y esperaban lo mismo de la Iglesia.[1]
Después de la Dieta o Asamblea de Worms en 1521 en la cual Lutero fue condenado como
hereje por la autoridad de Carlos V y del Papa León X, el monje Agustino en camino de regreso
a Wittenberg fue raptado por sus amigos y llevado al Castillo de Wartburgo para protegerlo. Allí
empezó la traducción de la Biblia del latín al idioma del pueblo alemán. Simpatizantes del
movimiento en otros países también se dieron a la tarea de la traducción de la Biblia en el idioma
del pueblo. Aunque un poco tarde, la Biblia fue traducida al Castellano por el ex-monje llamado
Casiodoro de Reina, después de 12 años de trabajo y la publicó en 1569 y fue conocida como la
Biblia del Oso.[3] Esta ha sido la base de la mayor parte de la Biblias en español como las que
poseemos los Presbiterianos.
Así surgieron los lemas de la Reforma Protestante: Sola Scriptura, Sola Gratia, Sola Fide.
Es decir, sólo la Palabra de Dios es la autoridad máxima de la Iglesia ( (Jn.1.1,14)[4]; sólo por
la Gracia de Dios hay salvación (Ef.2.8); sólo por la fe hay justificación del pecador (Ro.5.1).
Sobre esas bases es que el Movimiento de Reforma se dará a conocer como Protestante.
Carlos V, en 1526, necesitado del apoyo militar y económico de los Príncipes alemanes, había
permitido la celebración del culto establecido por Lutero. Tres años más tarde, en 1529, decidió
retirar ese permiso y obligar a celebrar la misa tradicional. Los Príncipes alemanes protestaron
contra esa decisión y a la vez protestaron ser fieles a la nueva interpretación de la Fe
Evangélica. A partir de esa fecha fueron llamados Protestantes y por consiguiente la Reforma se
calificó como Reforma Protestante.
Calvino, además de ser humanista y de haber estudiado leyes, había estudiado griego, hebreo y
teología. Colaboró con su primo Pierre Robert, apodado Olivetán, en la traducción de la Biblia
al Francés.[5] Calvino, siendo muy joven, como nuevo converso, también se identificó con los
protestantes perseguidos y masacrados por Francisco I en Francia. Siendo de 27 años, viviendo
todavía en París, escribió un Manual para explicar la Fe Evangélica para nuevos conversos y en
defensa de los evangélicos, titulada Instrucción de la Fe Cristiana dedicado al Rey de Francia.
Posteriormente esa obra, corregida y aumentada en el correr de los años, llegó a ser un trabajo
teológico completo llamado Institución de la Religión Cristiana. El primer tratado va
acompañado con una carta al Rey de Francia para explicar la Fe evangélica y para defensa de los
protestantes perseguidos.
El ya Pastor de Ginebra, Guillermo Farel, retó al joven Calvino a quedarse en Ginebra, para
afianzar la Reforma de la Iglesia en esa ciudad. Concierta reticencia, Calvino aceptó el desafío.
Una vez allí como lector o maestro de Biblia, desarrollará sus capacidades como educador,
exegeta, teólogo, predicador y pastor. Más que cualquier otro reformador él reunía todas esas
cualidades.
Al igual que Lutero, Calvino introdujo el canto congregacional en el culto. Y, como parte muy
central y esencial del culto reformado, agregó la predicación y proclamación de la Palabra de
Dios. No hay culto reformado si no hay proclamación de la Palabra. La comunión la interpretó
como un acto espiritual rechazando la postura luterana, llamada consubstanciación y la del
Pastor Zwinglio, de la ciudad de Zurich, que era considerada solamente como un acto puramente
simbólico.
Hoy día nos conocemos como Iglesias Presbiterianas por la forma de gobierno formado por
personas, llamadas Ancianos[6] de Iglesia que forman el Consistorio, elegidas por la
congregación. Y por la teología Calvinista principalmente, nos conocemos como Iglesias
Reformadas.[7] En los primeros años del Siglo 17 apareció en algún documento de las Iglesias
Reformadas de Holanda la frase que dice: Iglesia Reformada Siempre Reformándose.[8]
1.Eso quiere decir que la Iglesia de Cristo tiene que estar revisando sus estructuras y sus
prácticas. Como comunidad de fe, como congregación tenemos la obligación de revisar o
evaluar, si estamos siendo fieles a la Palabra de Dios, personalmente y como iglesia local y
nacional. A la luz de las Escrituras tenemos que ver si estamos cumpliendo con la Misión que
Cristo nos ordenó: la misión evangelizadora, la misión educativa, la misión de servicio al
prójimo y la misión profética. Y si no estamos cumpliendo hay que preguntarse cuáles son las
causas por las que no cumplimos como Iglesia de Cristo nuestra misión en el mundo y ser
flexibles para cambiar lo que está fallando. Eso, es en parte lo que quiere decir “Iglesia
siempre reformándose.”
2.Se pudiera decir que esa frase está inspirada en la Carta de San Pablo a los Romanos 12.1-2:
“Por el amor entrañable de Dios les pido hermanos que se presenten ustedes mismos como
ofrenda viva, santa, y agradable a Dios. Ese ha de ser su auténtico culto. Por supuesto que es
importante reunirse para adorar y a alabar a Dios juntos como Iglesia, pero si no vivimos a
diario y en el mundo las demandas de la Palabra de Dios, el culto de cada domingo no vale
nada! Por eso dice Pablo: No se amolden a los criterios de este mundo, al contrario, déjense
transformar y renueven su manera de pensar, de tal manera que sepan comprender lo que Dios
quiere de ustedes.”
Ese texto nos obliga a pensar que la Reforma de la Iglesia tiene que comenzar con la Reforma de
nosotros mismos, como personas. Calvino tenía un lema que reflejaba su interior espiritual: cor
meum velo mactatum Deo in sacrificio offero (Deseo ofrecer mi corazón a Dios en sacrificio
vivo). Un corazón con una flama ardiendo sobre una mano era su símbolo. Es decir que el
verdadero culto que debemos a Dios es hacer una entrega total de nosotros mismos a Dios y
comprometernos sinceramente a practicar una vida que responda a la voluntad de Dios. Eso
es lo que veo que hicieron los Reformadores! La Reforma Protestante se dio porque hubo
hombres y mujeres comprometidos personalmente con el Señor y Dueño de la Iglesia,
Cristo Jesús, y estuvieron dispuestos a pagar el precio de ese compromiso! [9]
3.Sin esa entrega y compromiso personal con el Evangelio de Jesucristo no puede haber
Reforma ni de nosotros mismos, ni de la Iglesia. Aquí, en las palabras del Apóstol Pablo,
Dios nos llama hoy a entregarnos sin reservas al Señor, es decir a comprometernos a seguir a
Cristo, no solamente asistiendo a los cultos dominicales, sino siendo sus testigos en el mundo,
en nuestro caso, un mundo de violencia, guerra e inseguridad! Ese es el verdadero culto y no la
mera asistencia al templo y cumplir con un ritual! Esa entrega nos mueve a buscar qué es lo que
Dios quiere de nosotros mismos como personas pero a la vez como comunidad de fe, como
congregación local, y como Iglesia nacional!
1.Pero ¿en dónde empezar? Esta mañana nos referimos únicamente al Capítulo 12 de la Carta a
los Romanos. El texto de Pablo prácticamente dice: déjense transformar, y renueven su
manera de pensar con la finalidad que puedan comprender cuál es la voluntad de Dios.” Los
cristianos que estaban en Roma vivían también una situación de violencia e inseguridad. Eran
considerados como anti-ciudadanos romanos y como paganos porque no adoraban al Cesar ni a
los dioses romanos! Pablo mismo finalmente fue sacrificado en el año 65 bajo la persecución de
Nerón. Era muy difícil realmente ser cristiano en esos tiempos. Hoy también es muy difícil ser
un verdadero cristiano aun en estos tiempos. Pues bien, el mismo capítulo doce enlista una serie
de directrices para la Iglesia en la Roma del primer siglo y por ser palabras inspiradas por Dios,
todavía tienen validez para nosotros. Practicarlas en nuestro diario vivir, cumpliremos en parte,
la voluntad de Dios. El resultado de esa práctica reformará nuestras vidas y nuestra Iglesia.
Rápidamente hagamos una lista de lo que recomienda el Apóstol Pablo para una práctica de la
vida Cristiana. (Pedir que vean el Texto mismo).
2. Por otro lado, el pasaje de Isaías leído esta mañana es otro texto que nos ilumina muy
claramente que es lo que Dios quiere que su Pueblo practique en la vida diaria y no solamente a
nivel personal sino a nivel de sociedad. El mensaje del profeta Isaías que leímos en ese capítulo
58, encontramos indicaciones muy claras de lo que Dios quería de su Pueblo en aquél tiempo y,
eso mismo, es lo que Dios quiere de su Pueblo, de su Iglesia hoy día y aun de la sociedad civil
misma. Veamos el texto mismo en Isaías 58 y leamos con cuidado lo que para Dios es muy
importante ayer y hoy. (Comentar sobe los Migrantes)
En un libro pequeño titulado Seguir a Jesús, el camino de la ética cristiana, dice “No existe en el
A.T., otro concepto de importancia tan central para las relaciones vitales del ser humano
como el de la justicia…No sólo mide las relaciones entre los seres humanos entre si, sino aun
con los animales y e medio ambiente natural ( la creación entera).”[10] Eso quiere decir que
la práctica de la justicia es el valor más grande que el Dios de Jesucristo demanda que se
practique. Por eso, Jesús mismo dijo “Busquen primeramente el Reino de Dios y su Justicia…”
Esos textos nos revelan que el Dios que adoramos y deseamos servir, es un Dios profundamente
preocupado por la justicia. Sin esa práctica a nivel personal, a nivel de Iglesia, y de la sociedad,
los cultos religiosos no tienen ningún valor, tal como lo afirma el profeta y campesino Amos
5.21.24: “Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras
asambleas…Quiten de mí la multitud de sus cantares pues no escucharé la música de sus
instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como impetuosos arroyos.”
Iglesia Presbiteriana “Dios con Nosotros,” Col. Casas Alemán, México. D.F. Octubre 23, 2011.
[1] W. Stanley Rycroft, Religion and Faith in Latin America, The Westnminster Press, 1958,
p.13.
[2] W.M. Nelson, Diccionario de Historia de la Iglesia; Editorial Caribe, 1989. Miami, pp394-
395.
[3] “La Biblia del Oso,” Artículo de Guillermo Cabrera Leiva, Cubano Presbiteriano, Revista
Américas, No. 6.,Re-editado por La Sociedad Bíblica en el Ecuador.” 1972. Llamada “Biblia del
Oso” por el “ornamento tipográfico que aparecía en la página inicial, de un oso goloseando un
panal de miel colgado de un árbol. El dibujo se originó en Baviera, como emblema comercial del
impresor, Matías Apiario (apicultor). Representa la pugna de los cristianos ,las abejas, y el
Enemigo, el oso, que procura destruir la obra evangélica.
[4] El Concilio Vaticano Segundo (1962-65), aprobó la siguiente declaración: “La Palabra de
Dios la escucha con devoción y la proclama con valentía el Santo Concilio (n.1) y
agrega ,”El Magisterio no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio.” (n.10)
Pablo Richard, Memoria del Movimiento de Jesús, Dabar, 210, p.393.
[5] JUSTO l. González, Ed., Diccionario Ilustrado de Intérpretes de la Fe, CLIE: Barcelona,
2004. P.356.
[6] La palabra “presbiteriano “ viene del griego del N.Y. presbútero, que quiere decir “anciano.”
Es decir, gobierno de ancianos.
[7] En 1529 hubo una discusión entre representantes Luteranos y representantes de las Iglesias de
Suiza sobre la Comunión. Como no pudieron ponerse de acuerdo para una forma de celebrar la
Comunión, los Luteranos tildaron a los Suizos de Reformados. De allí en adelante las Iglesias en
Suiza, Francia y llamaron Iglesias Reformadas.
[8] Jaques Curvoisier, Ulrich Zwingli, a Reformed Theology, John Knox Press, 1963, p. 56
[9] Lutero: En la Dieta de Worms de 1521. “…no quiero ni puedo retractarme, que dios me
ayude!” Y los príncipes alemanes en la Dieta de 1529: “Protestamos ser fieles a nuestro Señor
J.C., y su Palabra cueste lo que cueste!”
[10] Juan Pablo Lederach, Seguir a Jesús, el camino de la ética,Comité Central Menonita, A.c.,,
México,
1993, p. 55.