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Técnicas de Expresión Oral y Escrita para la Elaboración del Discurso

TEMA 1. INTRODUCCIÓN

1. EL DISCURSO

Es una práctica social, una forma de acción entre las personas que se articula a partir del uso
lingüístico contextualizado, ya sea oral o escrito. La lengua ofrece una serie de opciones de
entre las cuales hay que elegir en el momento de interactuar discursivamente. Esa elección está
sujeta a un control consciente que se realiza de acuerdo con unos parámetros contextuales:
situación, propósito y el tipo de destinatarios.

El discurso es complejo. En cuanto a los diferentes modos de organización en que puede


manifestarse. En cuanto a los diversos niveles que entran en su construcción (elementos
extralingüísticos o culturales).

Es heterogéneo. Está regulado, además del plano gramatical, por una serie de normas,
reglas, principios o máximas de carácter textual y sociocultural que nos orientan a la hora de
construir un discurso coherente y apropiado a la situación.

El discurso no es solo un simple proceso de transmisión de información, sino que debe


entenderse más como un proceso interactivo más complejo que incluye la continua
interpretación de intenciones expresadas verbal y no verbalmente, de forma directa o velada.

1.1. UNIDADES DE ANÁLISIS

Las unidades de análisis del discurso son: el texto, el enunciado y la oración. El lenguaje
humano se materializa a través de dos medios, el oral y el escrito.

La lengua oral es natural (consustancial a la especie humana), su soporte es el aparato


fonador. Su función básica hace posible las relaciones sociales, además puede tener funciones
estéticas o lúdicas. La situación de la enunciación puede ser la participación directa y
simultánea o diferida en espacio, la participación en diferido en el tiempo y espacio (radio, tv,
grabaciones). Tiene una baja densidad léxica.

Por su parte, la lengua escrita es artificial con diferentes soportes como el papel, la
piedra, soporte electrónico… Sus funciones son la conservación en la memoria de los
acontecimientos, difusión de la producción lingüística a destinatarios diversos y lejanos; es el
medio de expresión de la ciencia, la cultura, la administración y la política. La situación de la
enunciación puede ser diferida (textos escritos) o directa (en el tiempo, aunque no en el espacio
como mensajes de móvil o a través de internet). Tiene alta densidad léxica.

2. ORALIDAD

2.1. FUNCIONES DE LA ORALIDAD

Permite las relaciones sociales. Cumple distintas funciones en la vida privada y también en la
pública, institucional o religiosa. Tiene funciones estéticas y lúdicas. La oralidad secundaria u
oralidad reproducida es el discurso hablado que se almacena y puede reproducirse para llegar a
un público más amplio de modo que cobra gran protagonismo en la vida social.

2.2. SITUACIÓN DE ENUNCIACIÓN

La situación de enunciación oral prototípica se caracteriza por los siguientes rasgos:


participación simultánea de los interlocutores, presencia simultánea de quienes interactúan cara
a cara, creación de una relación interpersonal debido a la interacción entre interlocutores, y
permite diferentes grados de formalidad con registros más coloquiales o más cultos.

La interacción social cara a cara se construye, en gran medida, gracias a la puesta en


funcionamiento de la oralidad. Desde los encuentros mínimos (saludos, excusas, elogios,
peticiones u ofrecimientos), más o menos rutinarios o espontáneos hasta encuentros altamente
elaborados (conferencia, juicio, debate, asamblea o servicio religioso) y más o menos
ritualizados.

2.3. ELEMENTOS VERBALES DE LA ORALIDAD


- Pronunciación: más cuidada o más relajada
- Prosodia: entonación, intensidad, ritmo; sirve para organizar la información, resaltar o
destacar determinados elementos, marcar el énfasis
- Nivel morfosintáctico: mayor o menor complejidad sintáctica según la naturaleza del
discurso. Entran en juego la duda, repeticiones, titubeos, cambios de estrategia
sintáctica, discordancias… La abundancia de yuxtaposición. El orden de palabras sirve
para señalar el foco informativo.
- Nivel léxico: variación de vocabulario según el tipo de discurso.
2.4. ELEMENTOS NO VERBALES DE LA ORALIDAD
- Elementos proxémicos: gestión del espacio físico
- Elementos cinéticos o kinésicos: movimientos corporales
- Elementos paraverbales: la voz y las vocalizaciones

3. ESCRITURA

3.1. FUNCIONES DE LA ESCRITURA

Conservación de la memoria de los acontecimientos. La difusión pública de la producción


lingüística a destinatarios diversos y lejanos. Es el medio de expresión de la ciencia, la cultura,
la administración, la política… De ahí se deriva el prestigio social del discurso escrito, potencia
el desarrollo intelectual, la reflexión y la elaboración mental, también la función poética del
lenguaje. La escritura se ha ideologizado con frecuencia, Parsons distingue las sociedades
primitivas (oralidad), intermedias (escritura solo en élites religiosas) y modernas
(institucionalización de la escritura entre toda la población adulta).

3.2. EL PROCESO DE ESCRITURA

Tradicionalmente se consideraba que la lectura era un proceso pasivo. Existen dos modelos
tradicionales de análisis: el modelo ascendente (el proceso de lectura concebido por etapas,
reconocimiento de las grafías, identificación de los morfemas y la construcción gramatical,
interpretación semántica), modelo descendente (percepción del texto en su globalidad para
recorrer los niveles del más complejo al más básico). Hoy se considera que el lector es el
protagonista de la lectura, sujeto activo que participa en la construcción del sentido del texto.

3.3. RASGOS TEXTUALES


- Nivel gráfico: variedad estándar de la lengua. En el mundo hispanohablante esta
autoridad la ostenta la Asociación de Academias de la Lengua, en España la RAE, que
editan las gramáticas y el diccionario normativos.
- Nivel morfosintáctico: la escritura académica refleja la imparcialidad,
desapasionamiento, neutralidad y distancia del autor, por ello abundan las formas
lingüísticas canónicas y neutras, tercera persona gramatical, construcciones sintácticas
impersonales o pasivas. No hay redundancia ni repetición, sí un desarrollo informativo
ordenado que conecta las oraciones con las unidades superiores (párrafos o capítulos).
Paradójicamente, las obras literarias contienen frecuentes transgresiones de la norma. El
lenguaje administrativo y jurídico emplea abundantes fórmulas fijas, arcaizantes y
fosilizadas.
- Nivel léxico
- Organización textual y discursiva: el texto se despliega de forma lineal y precisa de
unos procedimientos para organizarlo. El párrafo reúne enunciados relacionados por el
contenido. La puntuación nace para indicar cómo tenía que leerse el texto en voz alta,
más tarde asume la función de ordenar el texto gramatical y lógicamente. Existe la
puntuación clásica, la puntuación mínima, la puntuación enfática. La titulación, los
títulos y subtítulos organizan el contenido del texto y aparecen en el índice para que el
lector conozca de forma sintética el contenido del libro.

TEMA 2. LA EXPRESIÓN ORAL

1. LA RETÓRICA

1.1. BREVE HISTORIA DE LA RETÓRICA

La retórica clásica se reconoce como una de las primeras teorías que se plantearon el estudio del
texto y de la relación entre el orador y su audiencia. Adquiere un papel predominante en las
sociedades grecolatinas por su importancia para la organización de la vida pública.

Las prácticas retóricas nacen en Grecia alrededor del s. VI a. C, como queda patente en
el estilo de los primeros poemas heroicos (Ilíada de Homero) y piezas dramáticas clásicas
(Esquilo, Eurípides, Aristófanes) o históricas (Heródoto).

La oratoria es el arte de hablar en público con elocuencia, es decir, con eficacia


persuasiva. A comienzos del s. V a. C, la llegada de la democracia en Atenas implica mayor
intervención pública de los ciudadanos, que tienen que hablar ante tribunales, por lo que fue
necesario recopilar las experiencias positivas, y todas las técnicas eficaces para la persuasión
oral. Así surgen la oratoria (vertiente práctica del arte del discurso) y la retórica (vertiente
teórica que reflexiona sobre ese arte).

En sentido estricto, se suele considerar a Córax de Siracusa (s. V a. C) como el primer


autor de un tratado dedicado a la disciplina. En el mismo siglo, Empédocles de Agrigento,
desarrolló su retórica psicagógica o “conducta de almas”, considerándosele así el padre de la
retórica. Más tarde vendría la aportación de los sofistas y los logógrafos.
Merece mención especial Platón, gran defensor de la Dialéctica, que se destacó por ser
uno de los mayores detractores de las artes retóricas, a las que consideraba un engaño a los
sentidos, repleto de palabras vacuas. En los Diálogos expone su oposición mediante el arte
mayéutico (dialogo lógico inductivo entre dos personajes para llegar a la verdad).

De todos los autores griegos, destaca Aristóteles como el máximo referente de la


tradición retórica occidental. La Retórica de Aristóteles se compone de 3 partes principales,
distribuidas en 3 libros: el primero está dedicado a exponer los conocimientos y principales
técnicas que el orador debe dominar; el segundo está enfocado a describir al oyente del discurso
(cómo le influye la pasión y cuáles serán sus sentimientos y reacciones); el tercero se centra en
el discurso. En síntesis, la obra de Aristóteles es fundamental, en la medida en que “abarca una
teoría de argumentación” el eje principal que la articula con la lógica demostrativa y con la
filosofía; una “teoría de la elocución” y una “teoría de la composición del discurso” pero sobre
todo porque sigue siendo el mejor tratado de retórica que disponemos.

Cicerón es la figura más eminente de la retórica latina. En Sobre el orador y El orador


enumera las cualidades innatas que tenía que reunir un buen orador: capacidad memorística,
tono de voz, aspecto, a lo que debía añadirse una amplia formación en todos los campos del
saber conocidos en la época (leyes, historia, filosofía, literatura, así como conocimiento de las
técnicas del discurso). En Bruto, dedicado a la figura del hijo adoptivo de César, reconstruye la
historia de la elocuencia griega y romana.

A partir de aquí, durante la Edad Media, la retórica entró en una fase de declive en parte
justificada por el abandono del carácter interdisciplinar que hasta entonces la había dominado, y
su anclaje a la filosofía. La retórica fue en este tiempo una de las 3 disciplinas que componían el
Trivium (junto a Gramática y Dialéctica), formando parte con el Quadrivium (Aritmética,
Astronomía, Geometría y Música) de las 7 Artes Liberales.

Al final de la Edad Media vuelve a darse un florecimiento de la disciplina con el


“redescubrimiento” de la obra de Quintiliano y la difusión de la obra aristotélica). Desde los
inicios de la Edad Moderna, el desprestigio de la retórica ha sido creciente hasta nuestros días;
persuasión se asocia con manipulación y todo lo retórico se considera un discurso demasiado
riguroso, acartonado o falto de creatividad).

En el siglo XX surge la “nueva retórica” o la retórica de la argumentación (corriente de


estudios descriptivos, inductivos y científicos) con la figura clave de H. Lausberg.
1.2. EL RETO DE HABLAR EN PÚBLICO

Existen unos rasgos habituales de las primeras intervenciones: confusión y mezcla de ideas,
sudores y temblores, temor a perder el hilo, postura forzada y poco natural, dificultad para
encontrar las palabras adecuadas, exceso apego al texto o discurso poco comunicativo.

El mejor antídoto contra estas situaciones es la preparación: ensayar especialmente el


principio y el final de la intervención, comenzar con un ritmo pausado y actuar con normalidad
ante imprevistos. Podemos establecer 6 fases en la preparación:

- Planificación y preparación: conocer bien el tema, partir de un buen esquema, ajustarlo


al tiempo y familiarizarse con el lugar
- Ensayar el discurso: huir de la improvisación, imaginar la exposición y practicar
- Puesta en escena: hacer partícipe al público, controlar la comunicación no verbal y la
mirada, cuidar especialmente el cierre de la intervención.
- Fluidez verbal y entonación: hablar despacio y vocalizar para evitar que la voz tiemble,
utilizar vocabulario sencillo y conciso, entonar y modular bien
- Confianza: partir de la base de que el orador sabe más del tema que quien lo escucha,
hablar con firmeza si alguien pregunta, preparar posibles cuestiones para incrementar la
confianza, incluir citas que apoyan nuestro discurso
- Los detalles: presencia física, llegar con antelación, decidir si hablaremos de pie o
sentados, estar preparado para imprevistos

Uno de los aspectos importantes es el control de la voz, teniendo en cuenta que cada
persona tiene rasgos propios que no se pueden ni deben cambiar, pero algunos malos
hábitos como chillar más de lo necesario, una entonación indebida o hablar entre dientes, si
se pueden corregir.

2. LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

Alrededor del 80% de la información que transmitimos forma parte de la comunicación no


verbal (gestos, postura, mirada) y la comunicación paraverbal (entonación, vocalización,
pausas).

La comunicación no verbal tiene un carácter plurifuncional: acentúa o enfatiza (si los


gestos remarcan las palabras), sustituye (en lugar de hablar, hacer un gesto), complementa (si
supone un refuerzo de lo que se dice), contradice o hace posible conversaciones simultáneas
(hablar por tlf con alguien y hacer gestos a alguien cercano). No solo importa lo que decimos,
también los gestos y el tono de voz son capaces de revelar el verdadero sentido de lo que
queremos decir.

2.1. ELEMENTOS PROXÉMICOS

La manera en el que el espacio se concibe individual y socialmente, como los participantes se


apropian del lugar en que se desarrolla la comunicación y a como se lo distribuyen. Son algunos
como saludos y señales de afecto, apretón de manos o la distancia física entre los interlocutores.

2.2. ELEMENTOS KINÉSICOS

Estudio de los movimientos corporales comunicativamente significativos. Son algunos como las
expresiones faciales, los movimientos de cabeza, brazos u hombros, la dirección de la mirada,
los gestos con las manos y la postura corporal.

Estos elementos pueden aplicarse de forma positiva con sonrisas naturales, con mirada
directa; palma de la mano abierta como gesto característico de sinceridad; gestos con los dedos
para remarcar conceptos o ideas clave. Pero también de forma negativa, el puño cerrado revela
tensión; no mirar el reloj; gestos repetitivos como tocarse las manos o el pelo denotan
impaciencia; tocarse la cara o morderse el labio es un indicador de mentira.

2.3. ELEMENTOS PARAVERBALES

Son los elementos vocales no lingüísticos, como la voz y las vocalizaciones.

2.3.1. La voz

Ciertos aspectos de la calidad de la voz se deben a características fisiológicas, dependen de la


configuración específica del aparato fonador humano. La calidad de la voz se puede modular
para conseguir determinados efectos o intenciones, Determinados valores se asocian con la
calidad de la voz, se valora más para el uso público una voz grave asociada con la seguridad y la
capacidad de tomar decisiones.

Podemos desgranar la voz atendiendo a su timbre (registro o altura musical de la voz),


la resonancia (zona de resonancia característica personal), la intensidad (volumen), la velocidad
(ajustada a cada momento concreto), el ritmo (variaciones de flujo verbal) y la entonación
(rango relacionado con la intención comunicativa).
La entonación es la melodía del habla, que viene marcada por variaciones de tono,
duración e intensidad, con unas características concretas para cada lengua. Añade al contenido
del mensaje algo que no está en la carga semántica del significado individual de las palabras ni
de la sintaxis, tiene un valor informativo: informa del estado de ánimo del hablante, señala el
núcleo sintáctico de la frase, permite distinguir una pregunta de una afirmación, o incluso la
procedencia social y geográfica de los habitantes o el tipo de género discursivo.

La modulación puede ser constante, esto se expresa en el timbre de voz y en la


utilización de registros o tonos. Si no modulamos caeremos en un discurso plano, lineal,
monótono y carente de emociones, no conseguiremos comunicar y el auditorio se desconecta de
la intervención.

2.3.2. Las vocalizaciones

Sonidos o ruidos que salen por la boca, que no son palabras, pero que desempeñan funciones
comunicativas importantes. Normalmente se combinan con gestos faciales o de manos,
hombros… Tienen valor interactivo. Son algunas como las inhalaciones, exhalaciones,
carraspeo, silbidos, chasquidos, tos, risas…

SEMINARIO I: ASPECTOS NORMATIVOS DEL ESPAÑOL

1. RECURSOS DIGITALES
- Diccionario panhispánico de dudas
- Fundación del español urgente-Fundéu
- STYLUS Estilo de Salamanca

2. ERRORES HABITUALES DE NIVEL GRAMATICAL

2.1. DEBER DE + INF / DEBER + INF

Es muy frecuente la confusión entre:

- Deber de + infinitivo (que indica probabilidad): No me contesta, debe de estar en clase


- Deber + infinitivo (que indica obligación): Debo terminar

Tradicionalmente las gramáticas han censurado el error que supone el cruce de ambas. La
lengua culta admite el uso de deber + infinitivo sin preposición, lo que supone un cambio en la
valoración de esta estructura desde el punto de vista normativo, por lo que los ejemplos con
deber sin preposición, con sentido de probabilidad, pasan a ser considerados admisibles.

2.2. LEÍSMO, LOÍSMO Y LAÍSMO

2.2.1. Leísmo

Uso de las formas le, les en lugar de las formas de complemento directo lo, la, los, las. El leísmo
está muy extendido en España, pero solo se consideran correctos estos usos: el empleo del le
para el complemento directo masculino singular de persona; y el leísmo de cortesía. El leísmo
de cortesía se justifica por el deseo de evitar la ambigüedad de sentido que acarrea el uso de los
pronombres de acusativo lo(s), la (s) ya que estos podrían referirse tanto a un interlocutor
presente como a una tercera persona que no participe en la conversación.

2.2.2. Laísmo

Uso impropio de la(s) en función de complemento indirecto femenino, en lugar de le(s), que es
la forma a la que corresponde etimológicamente ejercer esa función.

2.2.3. Loísmo

Uso impropio de lo(s) en función de complemento indirecto masculino (de persona o cosa) o
neutro (cuando el antecedente es un pronombre neutro o toda una oración), en lugar de le(s), que
es la forma adecuada.

2.3. QUEÍSMO Y DEQUEÍSMO

El dequeísmo es el uso, normativamente censurado, de la secuencia de que para introducir una


oración subordinada que no admite ese régimen verbal: Le dije de que viniera (en lugar de le
dije que viniera).

El queísmo es el uso, normativamente censurado, de la conjunción que, el lugar de la


secuencia de que, como expresión introductora de ciertos complementos oracionales: Me da la
sensación que han venido (en lugar de me da la sensación de que han venido).
Un procedimiento que puede servir en muchos de estos casos para determinar si debe
emplearse la secuencia preposición + que, o simplemente que, es el de transformar el enunciado
dudoso en interrogativo. Si la pregunta debe ir encabezada por una preposición, esta ha de
mantenerse en la modalidad enunciativa. Si la pregunta no lleva preposición, tampoco ha de
usarse esta en la modalidad enunciativa.

3. USO DEL GERUNDIO

La acción que expresa el gerundio tiene que realizarse al mismo tiempo o antes que la acción
del verbo principal (habla comiendo). Los niños rompieron el cristal de un pelotazo, huyendo
con la pelota >> los niños rompieron el cristal de un pelotazo y huyeron con la pelota.

Es un error habitual utilizar el gerundio como complemento del nombre o para expresar
la consecuencia o finalidad del verbo principal: se han aprobado leyes regulando las
condiciones.

TEMA 3. LA ESCRITURA

1. PROPIEDADES DE UN TEXTO BIEN ESCRITO

Los textos bien construidos se caracterizan por tres propiedades:

- Coherencia: propiedad fundamental de un texto, le proporciona su significado global.


Se basa en las relaciones que se establecen entre los significados de las ideas del texto.
Su misión radica en presentar la información ordenada de manera que el receptor tenga
una visión del texto como unidad significativa a la que pueda asignarle un tema o
resumir su contenido al ser reconocible su organización interna.
- Cohesión: un texto se cohesiona a base de repetir lo que se quiere decir mediante
procedimientos temáticos y morfosintácticos que conectan en unas oraciones con otras,
como en las repeticiones y sustituciones, enlaces y la progresión temática.
- Adecuación: cada situación comunicativa exige textos adecuados a sus circunstancias
particulares. Se fundamenta en la relación del texto con los elementos del contexto
(producción y recepción).

2. EL PROCESO DE REDACCIÓN
El proceso de redacción de un texto requiere atender a una serie de principios generales:

Para que un texto funcione, hay que conectar con los marcos de referencia del
destinatario, es decir, tiene que estar contextualizado, y relacionarse directamente con la
información que presuponemos en nuestros destinatarios.

La contextualización es un proceso que tiene dos aspectos complementarios. Primero


hay que adecuar el texto al entorno comunicativo correspondiente. Después hay que crear,
mediante el texto mismo, el conjunto de datos que permiten a nuestros lectores interpretar lo
que decimos o escribimos. De este modo, el contexto es en parte preexistente (en la mente del
destinatario) y en parte creado (para conectar con esos marcos mentales).

Hay que considerar también que a menudo transmitimos gran información implícita
(indirecta) a través del texto, que nuestros destinatarios interpretarán a partir de su conocimiento
del mundo del lenguaje, de la situación (tono de la conversación). Habrá que calcular qué
información poseen los lectores y qué conexiones podemos hacer entre esos conocimientos
previos u lo que queremos agregar a ellos con nuestro texto.

2.1. COHERENCIA TEXTUAL

Un texto debe estar organizado de forma lógica para su posterior interpretación. Un texto es
coherente si su estructura significativa tiene organización lógica y armonía sintáctica, semántica
y pragmática entre sus partes; y si su significado es interpretable porque ayuda al lector a hacer
las inferencias necesarias.

Para facilitar la creación de coherencia, el texto debe cumplir varias condiciones


básicas: debe ser relevante, presuponer correctamente la información conocida, tener un tema
central, argumentar de manera adecuada y emplear los mecanismos de cohesión necesarios.
Entre los conectores figuran las conjunciones y las locuciones conjuntivas y las organizaciones
textuales, que sirven para organizar el texto y dotarlo de dinamismo.

2.2. EL PROCESO DE REDACCIÓN


2.2.1. El orden de las palabras

En nuestra lengua, es posible escoger entre diferentes disposiciones organizativas, que, siendo
todas gramáticamente correctas, informan de cosas diferentes. El orden está motivado por la
intención informativa, que nos permite focalizar la información o responder a aquello que se nos
pregunta aportando información nueva.
La regla del orden de las palabras es la siguiente: la información conocida o tema va
primero, y la nueva (rema) va al final de la oración. A veces no es necesario repetir la
información conocida, que suele ser más frecuente en textos de carácter más didáctico o
explicativo. Si queremos destacar el rema, podemos desplazarlo y ponerlo a la cabeza de la
oración.

Otra forma de destacar la información nueva, sin necesidad de trastocar el orden normal
de la oración, es recurrir a intensificadores, que incluso nos permiten establecer una jerarquía
entre las distintas informaciones que se aportan.

2.2.2. Selección del vocabulario

Hay que escoger las palabras adecuadas a la intención y contenido de cada texto:

- Adecuación al género y al tema: cada tema requiere el manejo de un vocabulario


concreto, a veces específico.
- Adecuación al registro, dependiendo si es una carta, escrito formal, discurso…
- Propiedad: hallar la palabra justa y precisa (cualidad de una palabra de ser fiel a la idea
o concepto que queremos transmitir, sin repeticiones ni explicaciones innecesarias).
- Cortesía: siempre se debe guardar el mínimo decoro de respeto al destinatario o al
auditorio, empleando palabras respetuosas y no hirientes.
- Concisión: es preferible la brevedad
- Evitar repeticiones y vaguedades (usar sinónimos).

2.2.3. Planificación del escrito (precomposición)

Consta de una serie de fases:

- Toma de conciencia: reflexión sobre el tema y sobre la retórica o modo de comunicar el


tema.
- Descubrimiento: exploración en nuestra memoria y toma de apuntes sobre ideas
aproximadas hasta ir configurando todas las dimensiones de lo que escribiremos.
- Investigación: subetapa del proceso de descubrimiento que consiste en acopiar
información para el trabajo, consultar libros o personas, organizar experimentos,
encuestas, entrevistas, todo lo necesario para dominar el tema escrito y evaluar su
importancia o significación.

Antes de la redacción de un texto, cabe que nos planteemos las siguientes preguntas: ¿en
qué consiste? (tema de interés), ¿cómo lo realizo? (metodología), ¿con qué otros trabajos se
conecta? (fuentes), ¿me veo capacitado para escribir sobre ello? (motivación) y ¿por qué creo
que es importante? (relevancia).

2.2.4. Defectos más comunes de presentación, lenguaje y estilo de un texto


- Sin márgenes o con márgenes minúsculos
- Errores tipográficos
- Que no respeten las convenciones de subrayado de títulos y palabras extranjeras,
mayúsculas, comillas, citas, referencias...
- Que exceda el número de páginas permitido
- Mal puntuados
- Redundantes y floridos
- Errores gramaticales y ortográficos
- Desorganización o confusión textual
- Imprecisiones
- Escritos en lenguaje infiltrado

3. EL PÁRRAFO EN LA ESCRITURA

El párrafo puede ser entendido como unidad de significado coherente, como unidad de
distribución informativa, como unidad gráfica y perceptiva o como unidad relacional.

3.1. LAS 4 CARACTERÍSTICAS DE UN PÁRRAFO EFICAZ


- Significado claro y unitario (el párrafo como unidad de sentido): las diferentes partes
que lo componen (oraciones) deben contribuir a un mismo significado común.
- Equilibrio informativo (el párrafo como unidad de distribución de la información): los
párrafos permiten distribuir la información para hacerla más asequible y asimilable para
el lector. Para ello deben contener una cantidad de información adecuada y equilibrada.
- Longitud razonable: la longitud viene determinada por diferentes variables contextuales
soporte (papel o pantalla), ámbito temático y género. Tiene importantes implicaciones
cognitivas, un párrafo muy largo disuade la lectura. También depende del lugar que
ocupa y la función que desempeña en el texto.
- El párrafo como parte de un equipo: el contenido ha de ser relevante para el desarrollo
del tema global. El contenido ha de estar conectado de algún modo con el contenido de
otras partes del texto.
SEMINARIO II: CÓMO CITAR

Citamos porque reforzamos nuestros argumentos y les damos valor; damos fiabilidad a nuestro
trabajo permitiendo la verificación de nuestras afirmaciones; facilitamos al lector que amplíe la
información más allá de los límites de nuestro propio texto; reconocemos la autoría de las
publicaciones de las que hemos tomado la información, evitando así el plagio.

Una cita es una referencia breve que se inserta en el texto para identificar la fuente de la
que se ha extraído la información. Debemos citar las obras que han influido directamente en
nuestro trabajo.

Una referencia es la descripción extensa del documento del que hemos extraído la
información. La lista de referencias se sitúa al final del documento y tiene como finalidad
facilitar la localización y utilización de las fuentes con datos correctos y completos.

En la reproducción literal de las palabras de un autor. Si la cita comprende menos de 40


palabras, el texto va entre comillas, inmediatamente después, se añade fuente entre paréntesis
(Autor, año, nº página). Si la cita comprende más de 40 palabras, el texto se inserta en un
párrafo aparte, sin comillas, con sangría adicional, tamaño de letra menor y separación de una
línea con el resto del texto.

Algunos malos usos en el empleo de las citas son: incluir referencias bibliográficas al
final del trabajo sin que las hayas consultado, usado y citado correctamente en el texto; no
especificar en el lugar oportuno dentro del trabajo las ideas o las citas literales tomadas de obras
consultadas aunque incluyas las correspondientes referencias bibliográficas al final del trabajo;
limitarte a consultar y citar webs del tipo Wikipedia; limitarte a mencionar una suma de citas y
referencias bibliográficas.

TEMA 4. EL DISCURSO POLÍTICO

1. LENGUAJE POLÍTICO

No es un argot o jerga, sino un lenguaje especial o sectorial con dos características: el discurso
político no es dialógico, sino eminentemente monologal; y se trata de un discurso
eminentemente retórico, cuya finalidad es persuadir a la ciudadanía.
Según Núñez Cabezas y Guerrero Salazar el discurso político puede ser externo
(dirigido a los ciudadanos, con un lenguaje más retórico) o interno (dirigido a otros políticos,
con un lenguaje más técnico).

1.1.1. CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE POLÍTICO


- Repetición: es habitual insistir en los mismos conceptos y que volver sobre las ideas ya
expuestas para dejar claros los argumentos defendidos. Esto se pone en práctica
recurriendo a la sinonimia o enumeraciones.
- Pleonasmo: las expresiones se alargan más de lo necesario, adoptando una sintaxis
excesivamente enrevesada, recurriendo a expresiones extensas. Guarda gran relación
con el abuso de neologismos polisilábicos innecesarios y la preferencia por los términos
esdrújulos.
- Lenguaje autorreferencial: destaca por las referencias a la actividad parlamentaria
cotidiana.
- Deshumanización parcial del discurso: el político no habla en nombre propio, sino en
representación del partido, el Gobierno o la cámara.
- Lenguaje connotativo: al tratarse de un discurso eminentemente persuasivo, predomina
la función conativa (o apelativa), empleada con el propósito de llamar la atención de un
receptor para obtener de su parte una respuesta o inducir una reacción. Los significantes
se mantienen a lo largo del tiempo, pero van cambiando sus connotaciones.
Distinguimos un núcleo fuerte y una periferia en el lenguaje político:
o Núcleo fuerte: se ubicarán aquellas formas léxicas claramente identificadas
como políticas a las que corresponde un número limitado de connotaciones, lo
que redunda en la gran complejidad que caracteriza a este vocabulario,
o Periferia: son voces menos sensibles a la subjetividad.
- Relación directa entre los temas políticos y la producción del léxico: los temas políticos
son los que conforman el grueso de su vocabulario que, también enriquecen el lenguaje
cotidiano, e incluso el difundido por los medios de comunicación.
- Homogeneidad del lenguaje político actual (desideologización): numerosos politólogos
coinciden en afirmar las escasas diferencias entre el lenguaje usado por la izquierda y
derecha española desde la transición. Esta tendencia se ha visto alterada por la irrupción
de nuevas fuerzas políticas como Podemos o Vox, que reclaman su espacio mediante el
uso de expresiones marcadas ideológicamente.

2. EL DISCURSO PARLAMENTARIO
El discurso parlamentario es un subtipo específico del discurso político, tiene rasgos propios
que lo separan de otros tipos, como el mitin, las declaraciones de prensa… Sus rasgos son la
ambigüedad y cripticismo, empleo de tecnicismo y cultismo, uso frecuente de eufemismos y
disfemismos, lenguaje totalitario, empleo de la función metalingüística, recurrencia excesiva a
la función poética en situaciones con una argumentación pobre, y recurrencia a la función
conativa.

Cualquier intervención parlamentaria es, a priori, oral; pero tiene su fundamento en un


texto o esquema previo escrito, con lo que mezcla rasgos orales y escritos, improvisados y
formales que acaban condicionando la forma del discurso.

El lenguaje parlamentario conjuga el discurso previamente elaborado junto a la


improvisación. Al contrario de lo que ocurre en mítines electorales, donde el hablante se basa
principalmente en un texto confeccionado de antemano el diputado tiene ocasión de preparar in
situ las respuestas a su interlocutor. Esto se da con gran frecuencia en debates clave o bien en
sesiones extraordinarias o de control al gobierno. Aunque reciben las preguntas que se van a
tratar en el hemiciclo con 48h de antelación, con respecto a la sesión parlamentaria, tienen
oportunidad de replicar. Las notas se basan en las notas que toman mientras sus adversarios
políticos están habiendo uso de su turno en el podio.

2.1. EUFEMISMOS

Uno de los elementos léxicos más llamativos del lenguaje político es el eufemismo, la
manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.
El eufemismo remplaza una palabra o expresión que se pretende evitar por otra más neutra,
menos hiriente o que suene mejor. Los eufemismos pueden clasificarse de diferente manera:

- Por el temor al tabú


- Como escudo
- Como arma
- Hermético (técnico u oscuro)
- Persuasivo
- Cortés
- Didáctico
Los disfemismos son el modo de decir que consiste en nombrar una realidad con una
expresión peyorativa o con intención de rebajarla de categoría, en oposición al eufemismo. Son
los descalificativos e insultos en el lenguaje político.

3. RECURSOS RETÓRICOS

3.1. FIGURAS RETÓRICAS

- Anáfora o paralelismo: repetición intermitente de uno o varios elementos al comienzo


de frases próximas. Aporta mayor dinamismo al discurso. (a partir de aquí, espero sus
críticas, espero sus alternativas)
- Enumeratio: enumeración constituida por varios elementos interrelacionados, donde
también puede darse paralelismo. (teníamos temas como Rumasa, temas como Cajas
Rurales, temas como Autopistas, que todo el mundo sabía que estaban a punto de
estallar)
- Obsecratio: forma de ruego que el líder dirige al auditorio, amparándose en el partido al
que representa. (yo, señor presidente, he de reconocer –y lo hago en nombre de mi
partido- que nosotros no venimos a ninguna pelea de gallos)
- Licencia: reproche, aunque en tono de halago, dirigido al auditorio. (permítanme que les
haga una reflexión en torno a estas críticas)
- Interrogación retórica: afirmación en forma de pregunta de la que no se espera respuesta
del auditorio, dándose su contestación por evidente en el sentido de la parte que habla.
(¿qué vamos a hacer, ceder ante el chantaje de los terroristas?)
- Subiecticio (diálogo ficticio): diálogo simulado para presentar posibles alternativas al
argumento .(alguno hoy me dirá: ¿cuánto han avanzado en la respuesta al problema?
Pues sí, es una explicación que hay que dar)
- Dubitatio: el orador trata de fortalecer su credibilidad fingiendo un apuro oratorio que
se manifiesta en una súplica al público en forma de pregunta “no alcanzo a entender”.
(los que conocen la situación están reconociendo que se inicia la recuperación. Yo me
pregunto seriamente: ¿por qué no lo quiere reconocer?)
- Quiasmo: entrecruzamiento de elementos de dos expresiones para poner de relieve una
correspondencia o contraposición. (no preguntéis lo que vuestro país puede hacer por
vosotros, sino lo que vosotros podéis hacer por vuestro país)
- Corrección: se rectifica una expresión para introducir otra más fuerte y destacar su
importancia. (antes he dicho que el ministro no ha sabido resolver el problema,
rectifico, no es que no haya sabido, es que es absolutamente incapaz de resolverlo)
- Sorpresa: introduce una expresión o argumento sorprendente, por inesperado. (estoy
absolutamente en contra de la pena de muerte, ahora solo falta que también lo estén los
terroristas)
- Antítesis: se destaca una afirmación confrontando palabras o grupos de palabras de
significado opuesto. (y este fue el pequeño resultado de su gran esfuerzo)
- Encadenado: se van acumulando frases o expresiones que llevan a una conclusión
dramática. (no olvide usted que la crisis lleva al paro, el paro a la miseria, la miseria a
la exclusión social)

3.2. TROPOS
- Metonimia: designa una cosa con el nombre de otra.
- Hipérbole: exageración empleada con intención de intensificar, encarecer o enfatizar un
contenido.
- Énfasis: empleo de una palabra que tiene un sentido restringido para intensificar su
contenido.
- Ironía: dar a entender lo contrario de lo que se dice.
- Lítotes: combinación del efecto enfático y la ironía, expresándose la negación de lo
contrario.

3.3. TIPOS DE METÁFORAS


- Estructurales: estructuran un concepto en términos de otro, correlacionando realidades
abstractas y concretas, o dos realidades abstractas entre sí.
- Orientacionales: sirven para marcar las relaciones espaciales relativas a realidades
abstractas.
- Ontológicas: sirven para descubrir las experiencias en términos de objetos o sustancias,
personificando entidades generales o abstractas.

4. EL DEBATE ELECTORAL

4.1. COMUNICACIÓN ELECTORAL

Utiliza técnicas de comunicación, fundamentalmente de carácter persuasivo, con el fin de lograr


votos. Se diferencia con otras técnicas de comunicación política, ya que tiene carácter de
contienda o competición, está sometida a una serie de imposiciones de carácter legal que la
condicionan, y tiene unos resultados finales objetivos que son tomados como indicadores del
éxito o fracaso de una campaña electoral.

El mensaje electoral puede tener diferentes componentes: el componente partidista, en


el que el partido es la institución que respalda la participación en una campaña; el programático,
en el que es la oferta electoral específica que se hace a los votantes; o el componente personal,
donde el candidato es la persona que hará visible al partido y al programa con nombre y
apellidos.

El mensaje electoral ha de ser una ajustada combinación de los tres elementos que lo
componen. La personalidad del candidato ha de estar bien contextualizada en el
posicionamiento ideológico del partido al que representa, así como en el momento coyuntural
en el que combate por el poder. Es decir, partido, programa y candidato deben constituir una
sola cosa.

Los debates electorales se inician en EE.UU con la campaña presidencial de 1960 entre
Kennedy y Nixon en el primer debate televisado; en España no llegaría hasta el cara a cara entre
Felipe González y Aznar en 1993. Los debates han sido más propios de países presidencialistas,
y eso habla de la americanización de los debates en Europa.

A fin de cuentas, en debate electoral consiste en el enfrentamiento dialéctico entre las


partes rivales que compiten en la contienda electoral. Es considerado uno de los eventos más
relevantes, ya que puede hacer cambiar un resultado electoral y por la audiencia que arrastra.

Al finalizar el debate entramos en una fase igual o más importante, pues la


interpretación final que hace la prensa es más determinante que el mismo debate. Influyen
factores como el análisis crítico de expertos, los cortes que seleccionan los medios, los titulares
y fotografías y los resultados de las encuestas.

5. EL LOGO Y EL ESLOGAN

Son elementos que tratan de expresar una idea con la que los organizadores de campaña quieren
que quede asociado el partido. El logo es un elemento gráfico permanente; el eslogan es un
elemento textual cambiante dependiendo de la campaña, impactante y fácil de memorizar.

Durante las últimas décadas se está produciendo una evolución hacia la indefinición
ideológica por parte de los partidos políticos ya que, con vistas a configurar un mensaje de
gancho para el electorado masivo, el componente ideológico ha perdido posición respecto a
cuestiones más técnicas, pragmáticas y estratégicas.
6. LA PUBLICIDAD POLÍTICA

Se ha desarrollado al amparo de la publicidad comercial utilizando las mismas técnicas


psicológicas, textuales y visuales. Permite el control del mensaje por parte del partido frente a lo
que comunican los medios de comunicación, usando canales masivos para la distribución del
mensaje frente a la comunicación personal.

Los anuncios de issue son aquellos anuncios informativos que ofrecen datos sobre la
gestión del partido. Los anuncios de imagen son aquellos que apelan a la emoción, construyen
roles simbólicos del partido mediante imágenes y mitifican al candidato.

6.1. MEDIOS PUBLICITARIOS

Se utilizan las vallas publicitarias, las inserciones en prensa, en radio y en televisión.

Las vallas publicitarias exigen brevedad por una cuestión de espacio, no permiten
mucha carga de significado y suponen un elevado coste.

La publicidad en prensa permite una información con un contenido más detallado, con
el inconveniente de que el mensaje no es visualmente atractivo.

La inserción publicitaria en la radio no es la más usada pese a contar con credibilidad y


tener una audiencia segmentada, posibilitando elaborar el mensaje para distintos tipos de
votante.

Por su parte, la televisión es el medio que atrae más audiencia, pero también el más
regulado. En España. la ley prohíbe la compra de espacios publicitarios con fines electorales en
cadenas públicas y privadas. En su lugar, la cadena pública está obligada a otorgar espacios
gratuitos a cada uno de los partidos de acuerdo con el porcentaje de voto obtenido en las
elecciones precedentes.

Las ventajas de la publicidad televisiva son su impacto tanto a la vista como al oído, su
audiencia masiva y otorga un posicionamiento al candidato. Así, cuenta con los inconvenientes
de su elevado coste (tanto de producción como de emisión), los límites de su regulación, y la
escasa segmentación del mensaje.

6.1.1. Spots publicitarios

Suponen la contradicción entre una situación definida como negativa y otra positiva. Presenta la
aparición del candidato, la situación del país, la trayectoria del partido y la petición del voto.
Identifica al partido mediante el logo y el eslogan. Combina espacios formales e informales.
Tienen un estilo moderado y prudente, voz suave sin afirmaciones vehementes, evitando el
imperativo y frases triunfalistas. Necesita la utilización inteligente de los recursos audiovisuales.

Se produce un cambio de tendencia en el discurso, abandonándose el esquema


estructural de la retórica clásica por la presencia de varios exordios encaminados a captar de
modo continuo la atención.

6.1.2. Publicidad negativa

Se dirige a combatir las posiciones rivales, se centra en los errores del oponente y adopta
múltiples formas (comparación de las ofertas electorales, acusación directa contra la persona y
critica algún tema de campaña).

Los estudios concluyen que los anuncios negativos versan más sobre issues que los
positivos. Los anuncios positivos utilizan un lenguaje más informal que los anuncios negativos.
Los anuncios positivos tienden más a centrarse en el futuro y en el presente, mientras que los
negativos se concentran en el pasado, sobre el que transmiten enfado.

La publicidad negativa se recuerda más que la positiva. Los ataques que se centran en
oponerse a los issues son más efectivos que los que se centran en atacar la personalidad del
rival. Su efecto varía según la percepción selectiva del votante de acuerdo con su tendencia
política.

La publicidad consigue votos. pero, en general, no consigue cambiar las intenciones de


voto, sino que actúa más como refuerzo de las intenciones preexistentes. La publicidad negativa
es buena cuando se está en la oposición, cuando se gobierna resulta más conveniente la positiva.

7. EL DISCURSO POLÍTICO EN REDES SOCIALES

Según el CIS, las redes sociales suponen ya el segundo medio (tras la televisión) más relevante
para informarse sobre asuntos políticos. Twitter es considerada la red social más politizada,
siendo su grado de influencia en la política y en los medios de comunicación muy superior a
otras. La actividad en Twitter difiere según el partido o el personaje político.

La renovación de la política y del discurso político en la web y las redes se entiende


aún, en muchos casos, como una mera presencia de los programas electorales y de los
candidatos en estos medios. Para quienes elaboran y siguen las campañas electorales, el servicio
de Twitter se concibe como un instrumento de comunicación y de propaganda electoral capaz de
llegar a miles de personas en tiempo récord, para los internautas se trata de un medio que
permite conversar, dialogar con los políticos y dinamizar la opinión pública sin filtros ni
intermediarios.

En Twitter se emplean estrategias de persuasión y seducción similares a las que se


observan en otros géneros políticos. El registro adoptado se caracteriza por un elevado nivel de
formalidad. Se articula en torno a dos ejes, el del propio partido y el del adversario político. Usa
la ironía, la parodia y el humor para expresar acuerdo o desacuerdo respecto a los candidatos y
sus propuestas políticas.

En la última campaña electoral, ninguno de los principales líderes políticos contestó a


los tuits de sus seguidores, ni siquiera aquellos que podían contener planteamientos
argumentativos o propuestas interesantes. Tampoco desde los perfiles de los partidos se
producían ese tipo de interacciones. Los tuits se han centrado más en remitir al propio partido o
a presentar eventos donde interviene el candidato.

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