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Seminario de la Arquidiócesis de Monterrey.

Historia de la Filosofía Contemporánea.

Reporte 2: Ensayo sobre la verdad.

Alumno: Francisco Sixteco Isidoro

Fecha: 26 de enero de 2023

Desde los tiempos antiguos de la filosofía muchos sino es que todos los pensadores se han
cuestionado sobre ¿Qué es la verdad? ¿Quién dice la verdad? ¿Dónde se encuentra? ¿Cómo la
encuentras? Y los más importante que provoca esa verdad en la persona una vez que la encuentra
o es encontrado por ella.

De esta manera para Sócrates la verdad se identificaba con el bien moral, así la persona que
conozca la verdad siempre practicará el bien. Verdad y virtud siempre irán de la mano ya que el
obrar mal recaería en una ignorancia del bien.

Para Platón, con su perspectiva del mundo de las ideas, la verdad era solo un ideal que se debía
alcanzar junto con la belleza y el bien. Esto lo vemos en su teoría de la caverna, cuando las
sombras proyectadas en la pared son solo lo que nosotros podemos ver de las cosas que están
exteriores a nosotros y que ciertamente podemos alcanzar una vez que nos liberamos de las
cadenas que nos atan a este mundo, es decir, una vez que el alma se libera del cuerpo. También
decía que las cosas verdaderas son y las no verdaderas no lo son.

En cambio, para Aristóteles, la verdad viene al hombre a través del surgimiento en el alma de una
opinión verdadera y al mismo tiempo una acción moralmente recta. Lo contrario a esta actitud es
considerada una opinión falsa y una actitud errónea. Aquí la verdad esta referida a la acción.

En el pensamiento de san Agustín, la verdad es la medida de todas las cosas, y siempre identifica
una relación entre alma y Dios cuando habla de la verdad. San Agustín al haber buscado durante
muchos años esta verdad, fuera de sí, en la filosofía, el placer y en el conocimiento y no haberla
encontrado, al final busca dentro de si y es donde la encuentra. San Agustín al final concluye que
la verdad es Dios. Con la cita bíblica de Jn 14,6 «Yo soy el camino, la VERDAD, y la vida» san
Agustín descubre esto y al final de su filosofía su problemática será tratar de justificar esta verdad.

Hay muchas mas definiciones de verdad, pero estas 4 teorías sobre verdad son las que me
ayudaran a desarrollar mi pensamiento sobre la verdad, incluida una de Heidegger, que después
retomaré.

Actualmente se nos enseña que la verdad es la adecuación del intelecto con la cosa, y esto parece
muy sencillo de entender, pero la llegada del relativismo ha confundido esto, se dice ahora: si yo
digo que no es, aunque en realidad sea, no lo es para mí.

La verdad está sufriendo una crisis en la perspectiva individual de la persona, en especial de los
jóvenes.

Pareciera que retornamos a la caverna y solo estamos viendo, nuevamente sombras de la realidad,
lo peor de esto es que hemos conocido la verdad, salimos a la luz, vimos las cosas tal y como son,
pero hemos decidido regresar a la oscuridad de la caverna y “creer” en mi verdad en lo que yo
quiero ver y no lo que es en realidad.
Y podemos dar ejemplos de cualquier cosa que podamos imaginar, por ejemplo se confunde el
amor con el placer, la libertad con el libertinaje, entre muchas otras. Pero no por esto, al decir, mi
verdad es la verdad, quiera decir que en realidad lo sea.

La verdad esto, lo que es, si no, simplemente no los es. Pero como es tan simple, en medio de un
mundo tan complicado, por esta misma razón no se comprende y no se acepta.

La verdad como decían los filósofos antiguos se puede alcanzar a través del recto uso de la razón.
Pero hay que pensar, y ya nadie se atreve a pensar más allá de lo evidente, tal ves por miedo a
descubrirse tal y como lo son, y esto trae consigo una aceptación de lo que eres. De lo que son las
cosas.

Ahora es el tiempo de alcanzar la verdad, o mejor dicho dejarse alcanzar por la verdad, dejar que
la verdad te cuestione, sobre ella misma y sobre las cosas que nos rodena, sobre nosotros mismo
y sobre lo que pensamos.

Heidegger decía que la verdad es un develamiento, un correr o caer de las cortinas que no nos
dejan ver lo que hay detrás, debemos atrevernos a correr esas cortinas de la ignorancia, del miedo,
del capricho.

La verdad la alcanzaremos cuestionándonos con la realidad.

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