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Tema 3

De la Ética a la moral
ÍNDICE

1. El instinto y la razón

2. La ley y la moral

3. El desarrollo de la conciencia moral

4. De donde viene la moral

5. La ética de la felicidad

1. El instinto y la Razón.
Una de las diferencias más importantes que hay entre las personas y los animales tiene que ver con
nuestra forma de comportarnos.
Los animales  Actúan guiados por los instintos, su comportamiento esta pautado genéticamente, actúan
de forma prefijada. (Cuando un Leon esta hambriento, su tendencia natural es comer)
Los seres humanos  Regulan su conducta mediante la razón, somo seres racionales, aunque también
sentimos necesidades y deseis podemos elegir como y cuando satisfacerlos.
Para Aristóteles La racionalidad humana esta asociada a nuestra capacidad de usar el lenguaje, este nos
hace posible que las personas podamos pensar y comunicarnos, nos permite además deliberar acerca de
nuestro comportamiento y de esta manera elegir como actuar.
CAPACIDAD RACIONAL  ESTA UNIDA A LA MORALIDAD Y A LA SOCIABILIDAD HUMANA.

Somos libres  La capacidad racional nos ayuda a procesar nuestros sentimientos y nuestras inclinaciones
naturales, no nos vemos arrastrados como los animales a comportarnos de manera instintiva, la razón al
permitirnos elegir nuestro comportamiento, dependen de lo adecuado que creemos que es, esto significa
QUE LAS PERSONAS SOMOS LIBRES DE ELEGIR COMO ACTUAR A PESAR DE LA FUERZA QUE AVECES TIENEN
NUESTROS IMPULSOS NATURALES.
Los animales actúan instintivamente, no pueden decidir, obran siguiendo sus impulsos, motivo por el cual
no los podemos culpar por su conducta, (no castigamos a un León hambriento por comer).
Las personas en cambio decidimos como comportarnos y la libertad de decisión es lo que nos hace
distintas y NOS HACE RESPONSABLES DE NUESTROS ACTOS, (a una persona que ataca a otra se la puede
castigar ya que podría haber actuado de otra manera)
LA RESPONSABILIDAD ESTA UNIDA A LA CAPACIDAD QUE TENEMOS DE SER LIBRES.

2. La ley y la moral
Cuando tenemos que tomar decisiones importantes a lo largo de nuestra vida, resulta imprescindibles
meditar despacio nuestras elecciones. La reflexión moral requiere de tiempo y esfuerzo.
La mayor parte de nuestras acciones cotidianas se basan en costumbres, y estas se apoyan en una serie
de reglas que nos sirven de guía. En nuestra vida cotidiana lo que hacemos es seguir unas cuantas normas
determinadas que nos ayudan a orientar nuestra conducta.

Las Normas Legales y las Normas Morales


Las normas que habitualmente empleamos como guía de actuación simplifican mucho nuestra vida, nos
ahorran la necesidad de estar continuamente decidiendo lo que hacer. Sin embargo las normas que
utilizamos no son todas iguales, algunas se basan en la ley mientras que otras tienen un origen moral.
Las leyes  Son las normas que crea la sociedad para organizar nuestra convivencia. Las normas legales
nos vienen impuestas desde fuera y son iguales para todos. Cumplir la ley es obligatorio, por lo que si
desobedecemos nos pueden castigar.
Tus normas morales  Provienen del interior, porque las elabora tu propia conciencia. Cada cual tiene las
suyas propias, que pueden ser distintas a las de otras personas. Como estas normas son individuales, no
están asociadas a ningún castigo. Sin embargo, cuando actuamos en contra de nuestras propias normas
morales podemos sentir remordimiento y arrepentirnos de lo que hemos hecho.

3. El desarrollo de la conciencia moral


La conciencia moral de las personas es algo que va cambiando con la edad. Los bebés carecen de conciencia moral.
Esta va evolucionando con el tiempo hasta que madura en la adolescencia y se consolida con los años y la
experiencia. Pero ¿cómo se producen estos cambios?

La teoría de Piaget
El psicólogo suizo Jean Piaget elaboró una interesante teoría para explicar cómo se desarrolla la conciencia moral.
Según Piaget, esta atraviesa tres etapas distintas a lo largo de la vida de una persona:

Primera etapa Antes de los 5 años el niño solo es


capaz de entender normas muy concretas y particulares.
Interpreta las normas como mandatos rígidos
establecidos por los adultos y que nunca se pueden
cambiar.

Segunda etapa Entre los 5 y los 10 años, el grupo de


amigos adquiere una gran importancia. A través del
juego, el niño comienza a comprender que las normas
son reglas que se establecen para ordenar la relación
entre las personas, y que a veces se pueden cambiar si
todos están de acuerdo.

Tercera etapa A partir de los 10 años el niño es capaz


de elaborar reglas generales que van más allá de los
casos particulares. A esta edad ya se comprende que las
reglas deben basarse en el respeto a las personas, y que
su aplicación puede variar según las circunstancias.

La teoría de Kohlberg
Kohlberg considera tres niveles de moralidad que se desarrollan a medida que crecemos. Cada nivel incluye dos
etapas, que suponen un avance respecto de la anterior, tal como se describe en este esquema:

4. De donde viene la moral

Hemos visto que la conciencia moral sirve para guiar nuestro comportamiento indicándonos lo que
debemos hacer y lo que conviene evitar. Sin embargo, como la moral es individual, a menudo personas
diferentes siguen distintas normas morales.

Por este motivo, el tema de la conciencia moral nos plantea preguntas de gran importancia, como si hay
alguna norma moral básica que sea compartida por todos, si existen comportamientos que todos los seres
humanos aprueben o rechacen por igual, de dónde proceden nuestras reglas morales, si se trata de algo
que llevamos dentro desde que nacemos o es algo que nos enseñan cuando vamos creciendo...

El relativismo moral El objetivismo moral


Algunos piensan que las normas morales varían Pero no todo el mundo acepta la teoría relativista. La
dependiendo de las personas, del momento y del lugar. postura opuesta al relativismo se llama objetivismo
Según esta teoría, lo que se considera moralmente moral.
bueno o malo es relativo, ya que depende del punto de
vista. Por eso esta teoría se denomina relativismo Los objetivistas creen que, a pesar de las variaciones, sí
moral. existen algunas normas morales muy básicas que todos
los seres humanos compartimos. Los filósofos
Para los relativistas morales ninguna norma moral es objetivistas creen que hay algunas reglas morales que
universal ni eterna, porque lo que se considera bueno o son universales, porque son válidas para todas las
malo cambia según las circunstancias. personas.

¿Cómo puede explicarse la gran diversidad de normas Por ejemplo, los objetivistas señalan que en todas las
morales que han existido a lo largo del tiempo? Los culturas se condena el asesinato, y también en todas
relativistas creen que la moral es algo que las personas partes se elogia a quienes respetan y cuidan de su
aprenden en la infancia. familia.

La familia y la sociedad nos enseñan desde pequeños Para los objetivistas, las normas morales fundamentales
qué cosas debemos hacer y cuáles no. Como en son algo que heredamos porque forman parte de
sociedades distintas hay normas diferentes, eso explica nuestra naturaleza humana. Todas las personas, desde
la variación de las normas morales, que dependen de la que nacemos, tenemos la capacidad de distinguir lo que
situación. está bien y lo que está mal.

Desde luego, esta capacidad tiene que desarrollarse


con el tiempo, porque los recién nacidos no disponen
aún de conciencia moral.

También es verdad que la cultura y la sociedad influyen


en nuestras normas. Pero según la teoría objetivista,
esto no cambia el hecho de que hay algunas acciones
que son buenas en sí mismas, mientras que otros
comportamientos son malos también en sí mismos.

5. La ética de la Felicidad
Aristóteles fue un filósofo griego que vivió en Atenas algunos años después de Sócrates. La reflexión moral
de Aristóteles comienza con una pregunta aparentemente sencilla: ¿qué es lo que las personas tratamos
de conseguir con nuestras acciones?

Tal vez puedas pensar que lo que buscamos depende de la situación. Por ejemplo, a menudo actuamos
para conseguir un premio, alabanzas o éxito... Pero si lo piensas bien, verás que así no respondemos del
todo a la pregunta, porque podríamos seguir cuestionando para qué queremos esas cosas.

Después de reflexionar, Aristóteles llegó a la conclusión de que todas las cosas que hacemos están
orientadas a un solo objetivo. Lo que queremos en el fondo es alcanzar la felicidad. Cuando actuamos
para lograr recompensas, fama o riqueza, en realidad lo hacemos porque creemos que de ese modo vamos
a ser felices.

Aristóteles decía que la felicidad es en sí misma un fin: el objetivo que todos tratamos de lograr.

Una ética de fines

Si el objetivo que todos deseamos es la felicidad, lo más sensato sería actuar en nuestra vida tratando de alcanzarla
de la mejor manera posible. La ética de Aristóteles consiste precisamente en eso, porque nos ofrece una guía para
orientar nuestro comportamiento hacia una finalidad muy concreta: hacernos felices.
Aristóteles pensaba que el camino hacia la felicidad consiste en intentar convertirse en el tipo de persona que nos
gustaría ser. Esto lo logramos con nuestras acciones cotidianas, que si se repiten a menudo acaban por convertirse
en costumbres.

Cuando nuestras costumbres son buenas estas se llaman virtudes, mientras que si son malas las llamamos vicios. Por
eso Aristóteles insistía en la importancia de comportarse de forma virtuosa, para que nuestras buenas costumbres se
conviertan en parte de nuestra forma de ser.

Además, Aristóteles pensaba que la virtud consiste en actuar siempre con moderación, eligiendo el punto medio.
Esto quiere decir que con nuestro comportamiento no debemos pasarnos ni quedarnos cortos, sino hacer lo
apropiado en cada situación.

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