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Docente: Alex Herrada Herrera

Curso: Ética, Convivencia Humana y Ciudadana.


Sección: EGP-13
Tema: Doctrinas Filosóficas: La Moral Autónoma, Moral
Heterónoma.

Integrantes:
¿Cómo influye la heteronomía moral en los
jóvenes y en la sociedad?
La heteronomía es la voluntad no determinada por tu razón, sino por la de otra
persona, pensamiento, objeto y hasta voluntad divina. La heteronomía es cada día
más común en las sociedades modernas repletas de medios de comunicación. La
publicidad afecta la autonomía de las personas de una manera importante,
provocando que hagan decisiones heterónomas, generalmente en la adquisición
de un bien o un servicio. La religión también es un factor que provoca el fenómeno
de la heteronomía. Como consecuencia, las sociedades se vuelven cada vez más
heterónomas. La autonomía es crucial en la formación de un individuo, sin
autonomía no hay un aprendizaje real y el razonamiento propio se va
deteriorando. Todos somos heterónomos, puesto que seguimos y cumplimos las
normas que nos impone el estado. Pero, solemos utilizar la palabra autónomo
para empresas con un sentido más amplio del correcto.

Etimología de la heteronomía moral

La heteronomía moral significa que las normas morales proceden de otro. Los
niños necesitan que alguien les dicte normas, pues ellos no son capaces de tomar
sus decisiones por su cuenta, pero cuando son adultos comienzan a aportar
sus propias decisiones.
Del griego "heterónomos" (dependiente de otro) el término tiene un
uso preferentemente en el ámbito de la Ética, para designar la procedencia
empírica o externa de las normas o reglas morales por la que se regula la acción
del sujeto, por lo que la conducta del individuo no queda regulada por su propia
conciencia. El término fue utilizado por Kant en oposición a autonomía.
Montse Pedroche, (2011)
Por lo mencionado anteriormente nos podemos dar cuenta que la normas jurídicas
son creadas por otra persona distinta al destinatario de la norma, y que esta demás
esta impuesta en contra de sus voluntad, y esta características se opone a la
autonomía que significa que la norma es creada de acuerdo a la propia conciencia
de la persona.

Definición de la heteronomía moral


La heteronomía se aplica en una persona que vive según las reglas que les son
impuestas, se soportan contra la propia voluntad. Es el hecho que otra persona
tome decisiones que corresponden a un individuo, es decir el individuo no toma
sus propias decisiones si o que son intervenidas.
Una persona es heterónoma cuando su conciencia se guía por:

 Los dictados del instinto o las apetencias.

 La tradición asumida de forma acrítica.

 La autoridad de otros, sean personas concretas, sea una mayoría.

 Por obtener un premio o evitar un castigo.

 La moda o los usos sociales vigentes.

Según Montse Pedroche, mi opinión la heteronomía influye en la vida diaria,


por ejemplo a medida que un niño crece va adquiriendo conciencia sobre el valor
moral de sus actos. Sus padres, sus maestros y todas sus figuras de autoridades
le imponen reglas, límites y el pequeño actúa de acuerdo a ello a esto se le llama
heteronomía.

El problema de la heteronomía en la sociedad

Como ya lo hemos visto la heteronomía es una condición de la voluntad que se rige por
imperativos que están afuera de ella misma y esta es cuando una persona se rige
por las normas impuestas y se sigue al pie de la letra.
Una persona en este nivel enfoca las cuestiones morales de acuerdo con las
normas, expectativas e intereses que convienen al “orden social establecido”,
porque le interesa ante todo ser aceptada por el grupo, para lo cual está
dispuesta a acatar sus costumbres.
En este nivel, la persona tiene por justo lo que es conforme a las normas y usos
de la sociedad. Por eso considera que es valioso en sí mismo desempeñar bien
los “roles” o papeles sociales convencionales, es decir, adaptarse a lo que su
sociedad considera bueno. Ángels Varo, (2011)
Por lo mencionado anteriormente es cierto que influye mucho ya que la persona se
guía por su instinto, se deja guiar por sus tradiciones, además sigue la autoridad
de otra persona y los adolescentes usan la moda.

¿Cómo influye la heteronomía en los jóvenes?


Esta voz de la conciencia aparece a veces como algo misterioso, por eso la ética
intenta aclarar que es y cómo se desarrolla la conciencia en la vida de los
individuos. La heteronomía es un término que hace referencia a la voluntad que no
es de la persona, es decir que actúa bajo la voluntad de alguien o algo más o sigue
órdenes y reglas de otra persona, es usado este concepto en el campo de la filosofía.

 Usar prendas de vestir que están de moda y que solo aparecen en revistas.
 Casarse por presión de la sociedad, la familia y la cultura de una sociedad.
 Ver un partido de fútbol como consecuencia de un fanatismo ciego
y promovido por los medios de comunicación.
 Ver un grupo de personas saqueando una tienda y hacer lo mismo.
 Unirse a una actividad aunque sea peligrosa solo porque los amigos lo
hacen.
 Soldados siguiendo órdenes.

Parafraseando a Montse Díaz Pedroche (2011).

En conclusión la persona tiene por justo lo que es conforme a las normas y usos
de la sociedad. Por eso considera que es valiosos en sí mismo desempeñar bien
los “roles” o papeles sociales convencionales, es decir, adaptarse a lo que su
sociedad considera bueno.
Según Kant:

Las conductas morales son heterónomas porque aquí el individuo debe subordinar
sus conductas a las normas del grupo, comunidad o Estado; normas victoriosas
con posibilidad de cambio, o sea no eternas, y que se perfilan como la mejor
garantía para la pervivencia y bienestar del grupo. Esto no quiere decir que el
individuo no sea libre, lo que quiere decir es que en este contexto el individuo en
tanto que miembro de un grupo, comunidad o Estado tiene obligaciones morales,
no derechos morales. Las normas morales someten al individuo pero a la vez
garantizan su libertad siempre y cuando se rijan por la virtud moral fundamental: la
justicia (está presente como vemos la figura de Sócrates). O sea, dentro del grupo
el hombre puede llegar a realizarse, sólo y en estado de naturaleza el hombre será
simple y llanamente un lobo para el hombre (Thomas Hobbes) o como diría el
mismísimo Aristóteles un dios o un salvaje. Ahora bien, tampoco las normas
morales del grupo, comunidad o Estado deben legislarlo todo, legislar incluso la
libertad individual en materia de fe o pensamiento, porque “legislarlo todo no limita
las pasiones, no limita los sentimientos, incrementa los vicios” de nuevo Benito
Espinosa.

Estudio de la moral heterónoma: La moral heterónoma en este contexto fue


estudiada por primera vez por Piaget. Su interés se basaba en descubrir por qué
los niños actuaban como lo hacían. Así, se planteó
principalmente tres preguntas respecto a la ética:
cómo entienden los niños las normas, qué piensan
sobre la responsabilidad individual, y qué concepción
tienen de la justicia.

El estudio del desarrollo de la moral ha preocupado a


filósofos, psicólogos e investigadores a lo largo de toda
la historia. Entender cómo surge y cambia en los niños
puede ayudarnos a comprender nuestra propia ética, y
la manera en la que aparecen las normas morales en
los adultos.
¿Cómo surge?

La moral heterónoma es la que aparece cuando el niño comienza a reflexionar


sobre el mundo, y se mantiene hasta aproximadamente los 9 años de edad.

Durante este tiempo, los pequeños no se cuestionan la validez de las normas y


maneras de comportarse que han heredado de sus padres, sino que las aceptan
ciegamente.
También conocida como realismo moral, esta manera de ver el mundo aparece
debido a algunas características de los niños. Debido a que durante la infancia la
capacidad de ponerse en el lugar de los demás todavía no ha aparecido, los niños
no pueden comprender los motivos de otras personas para saltarse algunas
normas.

Por otro lado, en esta época todavía no son capaces de cuestionar las palabras de
sus padres u otros adultos a los que tomen como referencia.

Por el contrario, tienden a aceptar ciegamente lo que les dicen. Esto se debe a
que ven a sus mayores como infalibles; en su cabeza simplemente no entra la
idea de que puedan equivocarse.

Estas dos formas de pensar de los niños pequeños son algunas de las claves para
entender por qué surge la moral heterónoma. Cuando se alcanza una edad
suficiente, debido a que cambian las estructuras de pensamiento, las reglas dejan
de verse como inflexibles y absolutas y los jóvenes empiezan a cuestionar la moral
que han heredado.

Características

La moral heterónoma se diferencia en muchos aspectos de la autónoma. Esta


última se desarrolla a partir de los 10 años de edad aproximadamente. A
continuación veremos cuáles son los principales puntos que caracterizan al
realismo moral.
Aceptación de normas externas

La principal característica de la moral heterónoma es la aceptación automática de


todas las normas y creencias que vienen desde el exterior, especialmente si son
impuestas por una figura de autoridad.

Debido a que los padres tienen un poder natural sobre sus hijos cuando éstos son
pequeños, sus palabras no son cuestionadas por los menores de 10 años
aproximadamente. Por el contrario, todo lo que sea dicho por los adultos será
tomado como una regla absoluta e inamovible.

La principal consecuencia es el castigo

Al contrario que la moral autónoma, que se preocupa por si una acción es


éticamente correcta o no, los niños que razonan siguiendo la moral heterónoma se
preocupan principalmente por no recibir ningún castigo.

Así, durante esta etapa del desarrollo, los pequeños entienden que si se saltan
una norma o hace algo “malo”, existirán consecuencias negativas inmediatas.

Por lo tanto, cuanto más severo el castigo, peor será vista una acción. Esta
manera de pensar no tiene en cuenta los posibles motivos de la persona que haya
cometido la infracción.

El castigo, por otra parte, es visto durante esta etapa como algo automático y
natural. Los niños pequeños entienden la justicia como una especie de venganza,
como un “ojo por ojo”.

Por ello, si alguien hace algo malo, alguien que razone siguiendo la moral
heterónoma creerá que será castigado inevitablemente. En su cabeza no entra la
posibilidad de librarse de cualquier consecuencia negativa.

Poca relevancia de las intenciones

La principal medida de la gravedad de una infracción durante la época de la moral


heterónoma no es la intención que haya detrás de ella. Por el contrario, los niños
creen que algo es moralmente más reprobable si se ha producido más daño.
Por ejemplo, un niño de 7 años puede ver mucho peor la ruptura accidental de un
jarrón de gran valor, que el robo intencionado de un pequeño objeto como una
goma de borrar.

Esto es así porque, al no ser capaces de ponerse en el lugar de la otra persona,


no pueden valorar sus intenciones ni el peso que tienen éstas en lo que hace.

El castigo, por otra parte, debe ser proporcional al daño producido sin tener en
cuenta si lo ocurrido ha sido intencionado o no. Esto cambia una vez aparecida la
moral autónoma, momento en el que la intención comienza a ser también
relevante para la interpretación de los hechos.

Ejemplos

A continuación veremos varios ejemplos de razonamientos descritos por Piaget en


sus investigaciones sobre la moral heterónoma.

Ejemplo 1:

“juan estaba jugando en la calle cuando su madre la llamo para ir a cenar. Cuando
entro en la cocina, sin querer golpeo una bandeja que tenía 8 tazas encima,
rompiéndolas todas por accidente.

Por otro lado, Luis llego a casa con hambre después del colegio. Aunque su
madre le dijo que no comiera antes de cenar, se subió encimera para robar una
galleta. Mientras estuvo arriba tiro una taza y la rompió. ¿Quién se ha portado
peor de los dos?”

Para una persona que utilice la moral autónoma, es evidente que Luis ha actuado
peor debido a que desobedeció las normas, mientras que juan tan solo tuvo un
accidente.

Sin embargo, un niño que razone siguiendo la moral heterónoma castigaría a juan
más severamente, porque las consecuencias de sus actos son perores (rompió 8
tazas en vez de 1)

Ejemplo 2
“miguel fue al supermercado, robo tres manzanas y escapo corriendo. Sin
embargo, un policía le vio y fue detrás de él.
Para intentar huir del agente, miguel cruzo por un puente, con la mala suerte de
que la madera se rompió y el niño cayó al agua. ¿Se habría roto el puente si
miguel no hubiera robado las manzanas?”

Un niño que razone siguiendo la moral heterónoma creerá que el puente se


rompió porque miguel había actuado mal y merecía un castigo. De esta manera,
atribuye una causalidad inexistente a dos situaciones que realmente no tiene nada
que ver.

CONCLUSIÒN:

Llegando a la conclusión actualmente en la sociedad, el comportamiento suele ser


heterónomo, ya que tenemos impuestas una serie de normas que por costumbre
y por lógica aplicamos a nuestra vida diaria: como es el caso de no ensuciar la vía
pública, tener modales en la mesa, etc.

También debemos considerar aquellas normas que son impuestas por el gobierno
u otros conjuntos por las que podemos ser castigados si se incumplen, y por lo
cual no las haremos. Creemos que el concepto de autonomía debería ser
más amplio pues en la sociedad actual prácticamente nadie está exento de
normas.
MORAL AUTÓNOMA:
Comienza desde la etapa intermedia del ser humano donde el niño se da cuenta
de muchas cosas a continuación explico

Etapa intermedia: Es el estado de paso de la Heteronomía a la Autonomía. Es la


fase de interiorización y de generalización de las reglas y las consignas. El papel
de la presión de los adultos se reduce, dando paso a cierto relativismo moral
basado en la cooperación entre iguales.

Autonomía o moralidad de cooperación: Esta moral se despliega


aproximadamente a partir de los 7 años, en conjunto con la etapa de las
operaciones concretas del desarrollo cognitivo. Se origina a partir de la
cooperación entre pares, el niño piensa menos egocéntricamente, por lo tanto, en
esta moral se genera un respeto mutuo, en donde el otro tiene derechos y faltarle
el respeto es faltármelo a mí también. En esta etapa se evidencia la capacidad
para valorar las normas y las conductas, la regla ya no sólo se practica, sino que
más bien se concientiza, y el niño las juzga en función de sus propios criterios. En
la moral de la autonomía surge la responsabilidad subjetiva, en donde el niño
juzga los actos por las intenciones. Un ejemplo de esto son distintos problemas
que plantea Piaget y los niños juzgan según su criterio. “Un niño fue llamado a
cenar. Al entrar al comedor abre la puerta y no se da cuenta que detrás de ésta
hay una bandeja con quince tazas, él no podía saber que estas estaban ahí y al
abrir la puerta, bota y quiebra las quince tazas. Otro niño, un día que su mamá no
estaba, se subió sobre una silla para intentar sacar confituras que estaban en un
mueble, pero estas estaban tan alto que no las pudo alcanzar y en su afán pasó a
llevar una taza, ésta cayó y se rompió” Frente a este problema, se le pide a una
niña de 10 años responder cuál es el más culpable y ella responde: el primero no
es malo, porque él no sabía que había tazas y el segundo quería robar una
confitura y quebró la taza. ¿A cuál castigarías más? Y la niña responde: al que
robó las confituras (1984, 102:108). Por lo tanto, aquí la niña evalúa la situación a
partir de las intenciones evidenciadas por cada niño de los problemas descritos y
no evaluó el resultado final: que, en este caso, lo más grave o malo serían las
quince tazas que quebró el primer niño.

Basándonos en estas nociones, podríamos decir que la “moral autónoma” tiene


lugar en la vida del ser humano a partir de los 7 años de edad aproximadamente, y
es aquella que es parte de la persona que ha comenzado a filosofar sobre sus
acciones, antes de llevarlas a cabo, es decir, que ha tomado el control y pone en
tela crítica los principios éticos propios y de los demás.
En esa edad, los niños ya comienzan a percatar que no necesariamente todas las
órdenes son con buenas intenciones, y que los acuerdos pueden ser modificados
con el consentimiento de las personas que las rigen. Se empiezan a juzgar las
conductas con sentido ético y de justicia.

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