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Las festividades de navidad son tradicionalmente muy esperadas por muchas personas, ya que
nos permite un momento de unión familiar, descanso y oportunidad para celebrar la vida junto a
los seres queridos. En Colombia suelen vivirse con mucha intensidad y armonía pues a través de
ellas se ve reflejada la cultura de nuestro país y algo muy particular es que uno de sus
protagonistas en dicha fecha, son el arte culinario y la forma creativa de preparar los alimentos
en cada hogar colombiano, nuestro país tiene bastante variedad gastronómica, es por ello que en
La hojuela ha sido un pasabocas típico colombiano que por su historia, se reconoce que es un
buen aperitivo en las épocas navideñas y de semana santa, sin embargo a través de sus años este
Este ha sido un producto que ha tenido una expansión importante debido a su demanda y a las
Cumpliendo sus metas en ventas, por lo cual la propuesta de Industrialización es una solución
La propuesta que se busca para realizar la industrialización de la hojaldra para los almacenes
nacionales y panaderías de propia producción, que puedan cumplir con los planes de producción
actual y la optimización para un mejor aprovechamiento de los recursos humanos y del capital
para ello se realizaron seguimientos a los tiempos y movimientos que se requieren para la
elaboración de la hojaldra. Se propone un nuevo manejo de materias primas sin perder esos
recursos tradicionales, desarrollar nuevas hojaldras para incrementar la oferta del producto y
elaborar un plan de producción de las hojaldras existentes y las hojaldras propuestas para
los tiempos de elaboración, para que sus productos sean de excelente calidad y sean únicos.
contra de algunos aditivos y conservantes puesto que se ha comprobado que pueden ser nocivos
para la salud. Además, más del 80% de los consumidores afirma que su sabor no se siente
totalmente natural, pues este se siente alterado y modificado a causa de las técnicas químicas de
alimentación no se sienta 100% satisfactoria y sea solo un producto estandarizado. Sin embargo,
la respuesta de cómo conservar un producto sin necesidad de conservantes y que sea rentable es
no perder la cadena de frío en la mezcla de la hojaldra y que su preparación siga acorde con sus
principios artesanales.
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Para nadie es un secreto que la potente dinámica de globalización en la que vivimos hoy en
día nos impulsa siempre a querer más productos, es decir consumidores masivos y muchas veces
sin necesitarlos. Debido a esto, nuestra sociedad cada vez más le apunta a los productos
producidos en masa, que desplazan a los productos artesanales, pero aquí la pregunta es a qué
costo estamos dispuestos asumir, puesto que es de conocimiento que un producto en masa no es
una larga tradición de familias dedicadas a este producto y que mediante tradición y costumbres,
les han enseñado a sus hijos cómo elaborar los productos. La atención minuciosa a los detalles de
los productos artesanales como en este caso, la hojaldra, es una de las principales características
que hacen diferente a este producto, ya que en comparación de los productos en masa que buscan
En este producto de hojaldra artesanal, el propósito es mantener la calidad dándole un valor
único debido a que, no será posible encontrar otro producto igual o con la tradición con el que se
elaboró ese producto debido a que se conserva la riqueza cultural de las manos de quien lo
elaboro. Es por eso que siempre está orientado a ser un producto 100% natural y artesanal así la
1 huevo
1 cucharada de mantequilla
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de sal
Aceite
Vanegas
Lo único que hay que hacer es poner todo los ingredientes en un procesador y mezclarlo, si no
tienes procesador, lo puedes hacer a mano, sin embargo requiere de más tiempo, en el procesador
son 3 minutos. Luego tenemos que darle forma a la masa, pero antes debemos dejarla descansar
unos 15 minutos para que la masa se relaje y la podamos estirar, pasado este tiempo podemos
amasar hasta que obtengamos una masa uniforme. Con ayuda de un rodillo y un poquito de
harina, estiramos la masa del grosor deseado (lo ideal es que sea delgado) y con ayuda de un
cuchillo cortamos nuestras hojuelas de la forma que queramos, usualmente en triángulos y estas
se llevan a freír de 3 a 5 minutos en aceite caliente. En la fritura hay que mover constantemente
las hojuelas para que no se quemen. Las retiramos del aceite, espolvoreamos con un poquito de
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azúcar impalpable y obtenemos unas hojuelas artesanales sencillas de realizar y con un sabor
crujiente y casero.