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Tipos de pan
El pan es uno de los alimentos básicos dentro de una dieta equilibrada. A pesar de la creencia
popular que existe sobre que el pan engorda, la realidad es que en cantidades moderadas, el
pan aporta diferentes nutrientes que necesita nuestro organismo. Es una importante fuente de
hidratos de carbono pero también de proteínas de origen vegetal y apenas contiene grasa (1 g
por cada 100 g de pan). Además aporta gran cantidad de fibra (sobre todo los integrales) y es
rico en vitaminas del grupo B y otros minerales como fósforo, magnesio, potasio, hierro,
selenio, cinc o calcio. Por eso, los nutricionistas recomiendan un consumo diario de 250 g de
pan repartidos entre todas las comidas.
Pero ¿qué tipo de pan debemos consumir? Las panaderías nos ofrecen a día de hoy una amplia
gama de panes elaborados con diferentes cereales y procesos distintos. A continuación vemos
algunos de las opciones.
Pan de trigo
La harina de trigo es la más utilizada para la elaboración de pan. De hecho, algunos panes
elaborados con otras harinas suelen llevar también algún porcentaje de trigo. Lo podemos
tomar blanco o integral. La principal diferencia en el proceso de elaboración del pan blanco y
el integral es que para este último se utiliza harina sin refinar, lo que hace que este tipo de pan
tenga un mayor valor nutritivo, siendo más rico en fibra, vitaminas y minerales. Además, al
tener más fibra fomenta una mayor sensación de saciedad. No obstante, la cantidad de
calorías aportadas en ambos casos suele ser muy similar. 100 g de pan blanco tienen unas 260
kcal frente a las 230 kcal del pan integral.
Pan de centeno
Contiene menos gluten que otros cereales y eso es lo que le da una apariencia más compacta.
Su miga es de apariencia más oscura, y tiene un sabor amargo muy característico. Con
frecuencia se comercializa mezclado con otras harinas para darle mayor esponjosidad.
Presenta varias ventajas frente al pan habitual de trigo: se conserva fresco durante más
tiempo, contiene más fibra y es más rico en algunos minerales como magnesio, potasio o
hierro.
Pan de espelta
La espelta es una variedad del trigo más digerible que el trigo común gracias a que contiene
más cantidad de fibra pero menos gluten (al igual que ocurre con el centeno). Por tanto,
muchas personas con alguna intolerancia al trigo pueden consumir este pan sin problemas.
Además, el consumo diario de pan de espelta disminuye los niveles de colesterol y regula el
metabolismo.
Pan de maíz
Se elabora con harina de maíz que no contiene gluten, lo que hace que sea un pan apto para
celíacos. Además es bajo en purinas, por lo que es un alimento que también pueden tomar sin
problemas las personas con el acido úrico alto.
Pan germinado
Los panes germinados se elaboran con el grano o semilla del propio cereal germinado, lo que
hace que no se necesite levadura en su elaboración permitiendo así incrementar su valor
nutricional. Los panes germinados (de espelta, centeno, trigo…) son mucho más digestivos y se
recomiendan a personas que no pueden tomar ningún tipo de levadura, con tendencias
alérgicas o con problemas digestivos.
Hay mucho escrito sobre pan, y al final uno lo tiene que adaptar a sus gustos, y al tiempo del
que disponemos. La opinión que expreso es personalísima, de mi experiencia día a día
haciendo pan. No quiero extenderme en interminables herramientas, e ingredientes para
hacer pan en casa. No hay que tener excesivos conocimientos para hacer un pan maravilloso y
disfrutarlo.
Sólo pretendo haceros participes de mi pasión por el mismo y deseo conseguir aficionados a
hacer pan. Una vez que termina el horneado, es un placer preparar cualquier cosa para tomar,
porque la comida queda desplazada por el pan recién hecho. ¿Qué misterio tendrá?
Una última cosa: cuando empecéis este proceso, ya nada será igual: ya no hay marcha atrás
para los comensales, que disfrutarán de un placer único, ni para vosotros: el pan os
enriquecerá como ninguna otra cosa que hagáis. Para los que tengáis mi libro Pan con
webosfritos, podréis disfrutar de otras recetas que no encontraréis en el blog.
Herramientas básicas
Manos: Es lo mas valioso, esencial y barato. Aunque dispongamos de máquina que nos ayude
en el amasado, os animo a que un fin de semana utilicéis vuestras manos para amasar.
Balanza: es importante pesar los ingredientes, así trabajamos la masa sobre seguro.
Cuenco: para mezclar. Deberá ser ancho y profundo.
Paños de cocina: para que las masas no se resequen en sus reposos. No se lavaran: los
mantendremos limpios porque solo los utilizaremos para este proceso. Lo que menos nos
interesa es que huela a suavizante la masa.
Rasqueta de plástico: La utilizo para cortar y dividir la masa. La podéis encontrar en tiendas o
ferreterías especializadas en utensilios de repostería.
Cuchilla de cúter o lamé: es mi pluma para hacer los cortes en los panes. Solo la utilizo para el
pan.
Ingredientes
Harina: lo ideal es utilizar harina de fuerza o panadera de buena calidad. ¿Dónde se puede
conseguir? En panaderías, si os la quieren vender, y en muchos hipermercados. Yo compro mis
harinas en El Amasadero. En este artículo os explico los diferentes tipos de harinas.
Levadura: para conseguir buenos resultados hay que utilizar levadura fresca de panadero. En
Mercadona la venden en dados y es muy cómoda de usar. La única pega es que tiene un
periodo de caducidad muy corto, por lo que hay que adquirirla y consumirla. También se
puede congelar. Tampoco viene mal tener en casa unos sobrecitos de levadura seca de
panadero, por si no disponemos de la fresca y nos apetece ponernos a hacer alguna receta de
pan.
Por supuesto que estos son los ingredientes mínimos para la receta más básica. Luego la masa
admite todo: ingredientes integrales, salados, dulces… Lo iremos viendo poco a poco, así como
otros utensilios interesantes entre ellos, la piedra para hornear y los banetones.
- Amasado: Se trata de mezclar de forma homogénea los ingredientes básicos (agua, harina, sal
y levadura) hasta formar una masa flexible y elástica.
- Cocción - horneado: La masa continúa inflándose hasta que se alcanzan los 55º C.
Internamente se forma la miga y a medida que aumenta la temperatura, la corteza se
endurece y adquiere un tono dorado.
No existe un sólo método de panificación, varía en función del tipo de pan, las características
del obrador y de las materias primas a utilizar. Las etapas más comunes son:
Ingredientes
15
Porciones
2 huevos
Preparación
1h
15 mins
Baja
En una batidora agrega la harina con el azúcar,la sal, la leche, la levadura hidratada, los
huevos, la esencia de vainilla y bate hasta tener una masa homogénea.
Coloca la masa en un bowl engrasado y tápala, deja reposar por 2 horas o hasta que doble su
volumen.
Para la costra: coloca en la batidora la harina con el azúcar glass, agrega la manteca vegetal y
mezcla, hasta obtener una masa homogénea.
Separa la mitad de la masa, agrega a una la cocoa en polvo y a la otra la esencia de vainilla.
Tapa y reserva.
Sobre una superficie lisa, pesa bolitas de 80 gramos, coloca en una charola y aplana con la
palma de la mano.
Amasado
Funciones del amasado.
La función del amasado es la de mezclar y homogenizar los ingredientes y
Transformarlos en una masa consistente. Un ingrediente de este proceso es el Agua,
que va a permitir la formación del gluten. Por consiguiente, antes del Amasado tener
en cuenta:
Orden correcto de adición de los ingredientes en función del porcentaje De
margarina, azúcar y semillas para el correcto desarrollo del gluten.
Tipo de amasadora a utilizar (espiral, eje oblicuo, horizontal, entre Otros)
Dentro del desarrollo de la masa definir las características de la masa (amasado
corto, mejorado o intensivo) y el producto final (volumen, Miga, etc.)
Después del amasado tener en cuenta el control de la temperatura de la Masa.
Fases del amasado.
La primera fase es la de hidratar todos los componentes de la masa (almido-Nes,
proteínas insolubles y solubles levadura, etc. La segunda fase comprende
La formación y desarrollo del gluten gracias al trabajo mecánico o manual del
Amasado. Este proceso permite la unificación intermolecular de la gliadina y
Glutenina, sub-proteínas del gluten
E esta manera, las mallas proteicas del gluten generan tenacidad, elastici-
Dad y extensibilidad en el proceso de amasado. Según Flecha (2015) “El oxígeno Se
aloja en forma de pequeñas burbujas de aire que posteriormente darán lugar Al
alveolado del pan, cuyas características dependerán en gran medida de la Fase del
amasado” (Flecha, 2015).
Tipos de amasado según su desarrollo:
Amasado corto (50% desarrollo masa)
Amasado intermedio (75-80% desarrollo masa)
Amasado intensivo (95-100% desarrollo masa)
Reposo de la masa
Según Flecha (2015), “es el periodo de fermentación entre el final del amasado Y el
pesado, que permite aportar a la masa las cualidades plásticas necesarias Para
dividirla y darle forma”. Al finalizar la etapa del amasado se tiene la op-Ción de dar
(o no) un tiempo de fermentación en masa. Hay que tener en cuenta Que dar tiempo
de fermentación en masa no sólo depende de querer obtener Los beneficios de la
fermentación (fuerza de la masa y olor, sabor, vida útil del Pan); también del sistema
de división en la línea de producción. En esta etapa Se debe tener en cuenta:
-La temperatura de la masa para controlar el tiempo de primera fermentación.
La fuerza de la masa para determinar si se debe dar o no una (1) o dos (2) vueltas.
Tipos de reposo.
Existen dos (2) clases de reposo. Por un lado, el reposo en masa: cuando se Reposa
toda la totalidad de masa en un recipiente o varios. Por otro lado, el re-Poso en bola
ocurre cuando se divide inmediatamente después del amasado y Tiene una pequeña
fermentación antes del formado. Según Carretero:
Es el reposo que se la da a la masa desde el momento en que acaba el Amasado
hasta que se procede a su división. Permite el desarrollo de la Fermentación
alcohólica en el interior de la masa y con ello la formación De aromas naturales
creados durante la fermentación final, van a aportar Al pan un sabor y aroma
característico.
La división de la masa.
El tamaño de las piezas: cuanto más pequeñas son las piezas más pérdi-Da de agua
hay.
La consistencia de la masa: las más blandas tienen mayor pérdida de Agua que
aquellas más duras.
La temperatura de cocción y el tiempo de cocción: a mayor temperatura De cocción
menor será el tiempo que el pan está en el horno y por consiguiente tendrá mayor
humedad.
Boleado o heñido
Formado
En el proceso de panificación, una vez dividida y después de haber reposado la bola de masa,
la siguiente etapa es el formado de la pieza. Este proceso es dar una forma simétrica a las
porciones de la masa. Se realiza manualmente cuando se trata de hogazas, algunos tipos de
panes especiales; en cambio, a máquina (formadora) cuando el formato es en barra o línea de
producción
Fermentación
La fermentación en panadería es el crecimiento de la masa que
posteriormente permitirá la obtención de un pan alveolado, esponjoso y
ligero. Todo ello se debe a la producción de gas en el interior de la masa.
En términos más técnicos es el periodo que va desde que se incorpora la
levadura en la masa hasta que entra en el horno y, progresivamente, la
masa alcanza los 55ºC finalizando la fermentación. La fermentación
genera el sabor y aroma característico del pan. De una correcta
fermentación se genera un pan de calidad, a nivel olfativo y gustativo.
Fermentación acética.
Es el curso en el que el vino se transforma en vinagre. Por medio de
bacterias ácidas“Mycorderna acético” actúan sobre el alcohol etílico
producido anteriormente por la fermentación alcohólica; así, produce
ácido acético.
Fermentación láctica
Aquí la leche se cuaja luego de la formación de ácido láctico. En esta etapa
la lactosa se transforma en ácido láctico, una vez hidrolizada a
monosacáridos. Esta fermentación se debe a los lacto bacilos que llegan a
la masa a través de la harina y también la levadura los puede contener.
Actúan muy lentamente a temperaturas normales (25ºC) incluso a bajas
temperaturas lo hacen muy débilmente, sin embargo, a 35º C es cuando
ejerce su actividad plena. En aquellas fermentaciones en las que se abuse
de las altas temperaturas en la cámara de fermentación se corre el riesgo
de producir un exceso de ácido láctico, lo que influirá negativamente en la
calidad del pan.
Fermentación butírica.
Una vez que ha aparecido el ácido láctico (por medio de la etapa anterior)
diversas bacterias actúan sobre él; lo transforman en ácido butírico,
además, producen anhídrido carbónico e hidrógeno. Esta fermentación
indeseable no tiene mayor problema a no ser que la masa esté sometida
durante la fermentación a temperaturas próximas a los 38º C; esta
temperatura afecta negativamente al sabor del pan.
Etapas de la fermentación.
Las etapas fundamentales que se producen en cualquier fermentación
panadera son tres (3).
La primera etapa se inicia en el proceso de amasado, después de agregar
la levadura las células comienzan la metabolización de los primeros
azúcares libres provenientes de la harina. En algunos procesos, cuando se
requiere reducir esta gasificación inicial (por ejemplo, en masas
congeladas), se recurre a producir masas más frías e incorporar al final del
amasado.
La cocción
Etapas de la cocción
La primera etapa diferencia de la temperatura de la masa (26-28ºC) y la
del horno (200-240ºC) y la buena conductividad de la masa. Lo anterior,
por su riqueza acuosa que frena la elevación de la temperatura en la
superficie del pastón, le protege del calor y facilita su desarrollo.
Simultáneamente, se manifiesta un periodo de fermentación intensa que
lleva consigo una aceleración de la producción de gas carbónico, seguida
de una fuerte dilatación; todo ello combinado engendra el empuje
gaseoso que provoca un desarrollo espectacular del pastón. Los cortes
facilitan el empuje gaseoso y mejoran el aspecto del pan y favorecen
igualmente el alveolado de la miga. Está acción se desarrolla hasta que,
bajo los efectos del calor, la temperatura interna del pastón alcanza 50-
60ºC, temperatura en donde las levaduras son destruidas. Entonces, se
llega al final de la producción de gas carbónico y de esta primera etapa.