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Definición de Filosofía

Podemos hacer cuatro definiciones de la filosofía:


1. Definición etimológica: La filosofía como amor a la sabiduría
2. Definición en función del origen de la filosofía: La filosofía como paso del mito al logos (Explicación
racional).
3. Definición en función de sus características: La filosofía como saber racional, radical, crítico y
autónomo.
4. Definición en función de su actividad: La filosofía como ejercicio de la racionalidad teórica y
práctica.
EJEMPLO:
LA SABIDURÍA Y LA ADMIRACIÓN:
Los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio
admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego avanzando poco a poco y
planteándose problemas mayores, como los cambios de la luna y los relativos al sol y a las estrellas, y la
generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia (...). De
suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del
conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a
buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la
vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad (...).
Ideas fundamentales de este texto:
- El punto de inicio de esta actividad filosófica es la admiración
- Al principio nos admiramos ante fenómenos comunes; luego, ante cuestiones más complejas
- El que admira -o se plantea algún problema- reconoce su ignorancia
- Se filosofa para huir de esa ignorancia
- Esta inquietud por filosofar surge no por utilidad -para vivir mejor: descanso y ornato de la vida-
sino por el mero hecho de responder a estos interrogantes.

TEMA 1: Qué es la metafísica


En la unidad anterior, definimos filosofía -en cuanto a su actividad- como el ejercicio de la racionalidad
teórica y práctica.
• La racionalidad teórica nos remite al conocimiento de la realidad y a cómo es posible dicho conocimiento.
• La racionalidad práctica nos lleva a una reflexión sobre nuestro comportamiento tanto individual como
social.
En esta segunda unidad, nos centraremos en la racionalidad teórica y, específicamente, en lo que se
refiere a la realidad.
La metafísica es la rama de la filosofía que tiene como objetivo fundamental realizar preguntas radicales
sobre la realidad e indagar en sus posibles respuestas.
*VOCABULARIO
Metafísica: investigación filosófica de la naturaleza, constitución y estructura de la realidad (Diccionario
Akal de Filosofía).
EJEMPLO
Algunos ejemplos significativos de este tipo de preguntas son los siguientes:
• ¿Qué es la realidad? ¿Qué es lo real?
• El universo ¿tiene un origen?, ¿ha sido creado?, ¿existe desde siempre?, ¿posee algún sentido o
finalidad?
• ¿Qué papel juega el ser humano dentro de esa realidad que le da cobijo? ¿Cómo se relaciona ese posible
papel con las respuestas dadas a esos interrogantes sobre el universo?.
Los contenidos de esta unidad darán respuesta a este tipo de preguntas. Sin embargo, y antes de proceder
al desarrollo de estos, se hace necesario determinar cuándo una pregunta es radical y por qué esa
radicalidad es consustancial a la metafísica.
1.1. La metafísica y las preguntas radicales
La gran mayoría de las preguntas que el ser humano se formula son instrumentales. Algunos ejemplos de
preguntas instrumentales son: ¿qué hora es?, ¿cómo se aplica el teorema de Pitágoras?, ¿qué es la
célula?, ¿cómo mejorar en mi entrenamiento?
Características esenciales de las preguntas instrumentales
➔ Por un lado, pretenden una respuesta clara con objeto de alcanzar una meta o una aplicación
práctica.
➔ Por otro lado, su interés cesa una vez que se ha dado respuesta.
EJEMPLO
Necesito saber cómo entrenar mejor porque quiero ganar una competición deportiva, es decir, ser el mejor
(meta o aplicación). Una vez resuelta la cuestión, dicha pregunta deja de ser una prioridad (su interés cesa
una vez que la respuesta ha sido dada)
¿Tiene sentido el universo? es un ejemplo de pregunta radical.

Si en lugar de esos interrogantes nos preguntáramos «¿qué es la libertad?», «¿qué es el amor?», «¿qué
es el tiempo?» o «¿qué es la felicidad?», estaríamos ante ejemplos de preguntas radicales.
Características de las preguntas radicales
➔ No pretenden encontrar respuestas concretas con objeto de alcanzar una aplicación práctica sino
conocernos mejor a nosotros mismos, en particular, y al ser humano en general.
➔ Las posibles respuestas no anulan el interés por la cuestión concreta sino que más bien lo
acrecientan.
Así, si entendemos que la libertad es ausencia de impedimentos para realizar nuestros deseos, nos
estaremos acercando a una visión del ser humano centrada en su acción exterior y no tanto en su
interioridad. Al mismo tiempo, esa definición de libertad -y una vez analizados sus posibles inconvenientes-
nos impulsará a seguir buscando nuevas posibilidades argumentativas.
Las preguntas radicales, como indica Fernando Savater (Filósofo español), «son preguntas que nos van a
acompañar toda la vida, que no vamos a contestar nunca, definitivamente, pero que nos hacen de alguna
manera vivir a propósito, vivir conscientemente>>.
Con las preguntas radicales pretendemos conocernos mejor a nosotros mismos y al ser humano en
general.
ACTIVIDADES
1. ¿Qué nuevas preguntas radicales pueden plantear con respecto a la realidad?
2. Señala las diferencias fundamentales entre preguntas instrumentales y preguntas radicales.
3. Lee con atención el siguiente texto extraído de una entrevista realizada al filósofo español Fernando
Savater en la Feria Internacional del Libro en Santiago de Chile en 2012.
Si yo me pregunto «qué es la libertad» y luego leo On liberty de John Stuart Mill eso no me
desinteresa de la libertad, sino al contrario: me despierta mayor interés para profundizar en ella. Y
así ocurre con todas las preguntas de la filosofía. Son preguntas que nos van a acompañar toda
la vida, que no vamos a contestar nunca, definitivamente, pero que nos hacen de alguna manera
vivir a propósito, vivir conscientemente.
● ¿Qué medios empleamos para intentar resolver las preguntas radicales que puedan surgirnos:
lectura, ver un reportaje, preguntar al profesor?
● ¿Qué implicaría, para nuestra existencia, no buscar ninguna respuesta a ese tipo de interrogantes?

TEMA 2: QUÉ ES LO REAL


Desde un punto de vista genérico, podemos definir realidad como el conjunto de todo lo existente. Esta
definición de realidad es útil para establecer una primera distinción entre lo que es real y lo que es aparente,
imaginario o posible.
● Este libro de texto que estás leyendo es real porque existe, al igual que son reales las
paredes o el aula en su conjunto.
● El unicornio es una construcción imaginaria.
● Parecía buena persona pero era mera apariencia.
● Es posible que en verano vaya al extranjero.

No obstante, esta primera aproximación a lo que deba entenderse por realidad resulta insuficiente si
profundizamos en la cuestión y la sometemos a la reflexión filosófica.

EJEMPLO:
A este libro de texto le otorgamos realidad porque existe.
● ¿Por qué sabemos que existe?, ¿porque así nos lo dicen nuestros sentidos?, ¿y si los sentidos
nos engañan?
Supongamos que los sentidos no nos engañan y que el libro está realmente en nuestras manos.
● ¿Es realmente el libro tal y como nos lo presentan los sentidos?
Compliquemos aún más la cuestión.
● ¿Soy real?, ¿cuál es mi yo real?
● Las preguntas no son triviales si las enfocamos desde la siguiente óptica: ¿soy acaso el mismo
que hace diez años?, ¿seré el mismo dentro de otros diez?

Toda la realidad -todo lo que existe- parece estar sometida al cambio. Por tanto, ¿en qué sentido puedo
afirmar que algo es real si está sujeto a una modificación continua?
Exponemos una definición de realidad más adecuada para nuestra disciplina, que recoge en sí todas esas
posibilidades argumentativas.
Realidad: el modo en que las cosas son, en oposición a su mera apariencia. (Diccionario Akal de Filosofía).
La apariencia, en sentido filosófico, hace referencia a cómo se nos presentan las cosas a los sentidos. En
este modo de presentarse a los sentidos, se incluye también la problemática referida al cambio.
Abordaremos el problema del concepto de realidad realizando un breve recorrido histórico centrado en las
aportaciones filosóficas de la Edad Antigua: presocráticos, Platón y Aristóteles.

ACTIVIDADES
4. ¿En qué sentido lo soñado no es real?
5. Las apariencias ¿ocultan la realidad o más bien la muestra? Justifica la respuesta.
6. Si accedemos a la realidad a través de los sentidos y estos no son capaces de mostrarnos la realidad
tal cual es, ¿cómo podemos responder, entonces, a la pregunta qué es lo real?

TEMA 3 PARMÉNIDES Y HERÁCLITO

La pregunta por la realidad es uno de los interrogantes que más ha ocupado la atención de la reflexión
filosófica desde sus orígenes. Los primeros filósofos se preguntaron por el origen de lo real -el arché-
entendiendo lo real como el conjunto de todo lo existente, es decir, la Naturaleza.
Presocráticos como Parménides y Heráclito profundizaron en la cuestión al interrogarse no solo por el
origen de esa Naturaleza, sino también sobre «qué significa ser». Por este motivo, su pensamiento se
puede considerar, en sí, como una metafísica.
Las tesis de estos dos autores nos ayudarán en dos sentidos:
➔ Por una parte, a comprender la radicalidad de dicho interrogante.
➔ Por otra, a visualizar cómo dicha cuestión -retomada después por Platón y Aristóteles- constituirá
el eje vertebral de la discusión filosófica -metafísica- desde esos inicios.
Adentrémonos en las tesis de Parménides y Heráclito enunciadas por el propio Heráclito y recogidas por
Platón en su obra Crátilo.
Heráclito dice en alguna parte que todas las cosas se mueven y nada está quieto, y comparando
las cosas existentes con la corriente de un río dice que no te podrás sumergir dos veces en el
mismo río.

<<No te podrás sumergir dos veces en las aguas del mismo río>>.
El motivo es el siguiente: el río nunca es idéntico a sí mismo. Tampoco nosotros. ¿Por
qué? Porque todo está sometido al cambio. Lo mismo ocurre con la realidad en su
conjunto.
Basta con observar unos segundos el cauce de un río para constatar que está en un
continuo devenir Basta con observar diversas fotografías nuestras -con distintas edades-
para evidenciar que cambiamos de continuo.
El problema que plantea estas consideraciones es el siguiente: si nada es igual a sí mismo nunca, ¿qué
es, entonces, lo real? Dicho de otra manera, y siguiendo el ejemplo:
➔ ¿Qué es el río?, ¿existe como tal si siempre está cambiando?
➔ ¿Quién soy yo?, ¿existo -soy real- si estoy sometido a un continuo devenir?
*VOCABULARIO
Devenir: llegar a ser, cambio, acaecer.

3.1 LA PROPUESTA DE PARMÉNIDES

Parménides (540-460 a. C.) afirmará lo siguiente:


● Aquello que cambia deja de ser, pasa a ser nada.
● No es posible la nada ya que es imposible que el Ser no sea y que el no-Ser, sea.
¿Cómo dar explicación, entonces, de esos cambios que se producen en la realidad? Los sentidos nos
engañan al mostrarnos que la realidad cambia. Solo desde la razón descubriremos que no existe ningún
cambio.
Todo esto llevará a Parménides a concluir que la realidad -el Ser- debe poseer las siguientes
características:
Características del Ser
• El Ser es Uno.
• Si admitimos la multiplicidad de seres, incurriríamos en el error lógico de afirmar la
existencia del no-Ser.
• El Ser es eterno.
• De no serlo, habría surgido de la nada y la nada ni es posible ni puede surgir cosa alguna
de ella.

La propuesta de Parménides, por tanto, da explicación de la realidad (el Ser) pero no ofrece una explicación
plausible del cambio.
3.2. La propuesta de Heráclito
Heráclito (544-484 a. C.) propondrá tesis contrarias a las defendidas por Parménides. El ser de cada cosa
consiste en dejar de ser lo que es para pasar a ser otra cosa distinta.
El cambio es el modo de ser de las cosas y de la realidad considerada en su conjunto. No existe ese
Ser propuesto por Parménides sino el puro y continuo devenir.
Su propuesta, por tanto, da razón del cambio pero no ofrece una explicación plausible acerca de la realidad,
sobre qué sea lo real.
Esta discusión filosófica entre realidad y cambio será retomada por Platón, autor que proporciona una
respuesta integradora de dicha dicotomía.
La paradoja de Zenón
El más rápido de los hombres, Aquiles, no podrá alcanzar nunca al más lento de los animales, la
tortuga, si se da a esta una venta- ja inicial en una carrera. Pues, mientras Aquiles recorre el
camino que la tortuga llevaba recorrido, por la mencionada ventaja inicial, la tortuga habrá
caminado otra porción, aunque más pequeña. Cuando Aquiles haya llegado a recorrer esta última
porción de ca- mino, la tortuga habrá avanzado otra porción más pequeña, y así la tortuga llevará
siempre la ventaja, hasta en espacios infinitamente pequeños, con lo cual, Aquiles no podrá
alcanzarla nunca.
EJEMPLOS
➔ Si el río cambia, deja de ser, pasa a ser nada. No es posible esa nada ya que es imposible que lo que es no
sea.
➔ Imaginemos un aula sin puertas ni ventanas. Dentro, existe el cambio: personas que se mueven, sillas que
varían de sitio, voces y silencios. Sin embargo, vista desde fuera es inmutable: no hay cambio alguno. El Ser
-el Uno y eterno- de Parménides sería esa aula observada desde fuera.
EJEMPLO
Si el río cambia deja de ser, en sentido estricto, ese mismo río para pasar a ser, en todo caso, un río distinto, es decir,
una realidad distinta a la inicial. Lo mismo ocurre con nuestra propia identidad: si cambiamos, dejamos de ser lo que
éramos.

ACTIVIDADES
7. Someted a crítica la afirmación de Heráclito en la que mantiene que nunca nos bañaremos dos veces
en las aguas del mismo río.
8. ¿Por qué el Ser de Parménides debe ser eterno? Justifica la respuesta.
9. ¿Cómo refutarías la paradoja de Zenón? ¿Qué crees que trata de refrendar este discípulo de
Parmenides?

4 El problema de la realidad en Platón


Platón inicia el libro VII de su República con el mito de la caverna, con el que pretende explicarnos qué es
lo real.
El mito de la caverna de Platón
Nos pide que nos imaginemos a unos prisioneros que, desde niños, viven en el interior de una
caverna. Atados de pies y por el cuello, deben perma- necer quietos forzosamente y solo pueden
mirar hacia la pared que tienen enfrente. Detrás de los prisioneros, a una cierta distancia, arde un
fuego y, entre el fuego y los prisioneros, se interpone una mampara como las que usan los titiriteros
para mostrar a sus personajes sin ser vistos por el público.
Siguiendo con la alegoría, Platón introduce a unos personajes que se sitúan justo detrás de esa
mampara. Llevan en sus cabezas todo tipo de utensilios y hablan entre ellos. En esta situación, y
gracias al fuego, los prisioneros ven reflejadas en la pared de la caverna las sombras de esos
utensilios. En este escenario, esas sombras son para ellos la auténtica realidad.

Platón ejemplifica con este mito su visión dualista de la realidad (dualismo ontológico).
➔ El mundo que tomamos como real no lo es. A este mundo, Platón lo denomina mundo sensible.
Es el conjunto de todo lo que se nos presenta a los sentidos. Está sometido al cambio. El mito
sitúa este mundo en el interior de la caverna.
➔ La verdadera realidad está fuera de esa caverna y es necesario salir de ella para descubrirla. A
este mundo Platón lo denomina mundo de las Ideas.
Cada cosa del mundo sensible tiene su idea correspondiente en el mundo de las Ideas. Estas son
inmutables, es decir, no están sujetas al cambio.
La teoría de las Ideas es el tema central de la propuesta de Platón. La idea es una realidad extramental,
objetiva, representa el verdadero ser de las cosas y es el objeto del verdadero conocimiento.
EJEMPLO
Nuestro pupitre ¿es real o aparente?
● El pupitre que percibimos por los sentidos es apariencia de realidad. Este pupitre está
sometido al cambio.
● Lo real es la idea de pupitre. Esta idea:
- Es extramental: se encuentra en el mundo de las Ideas.
- Es objetiva: es la verdadera realidad del pupitre.
- Representa el verdadero ser del pupitre.
- Es inmutable.

Formulada la propuesta platónica, la dicotomía establecida entre Parménides -Ser-y Heráclito -devenir-
queda resuelta así: en el mundo sensible se producen los cambios: el devenir de Herá- clito; en el mundo
de las Ideas encontramos el ser verdadero de las cosas, el ser que no cambia, las ideas: el Ser de
Parménides.

Para saber más


➔ A la pregunta ¿qué es lo real? Platón responderá: las Ideas. Lo real debe ser permanente, inmutable:
características de las ideas.
➔ A la pregunta ¿qué es lo aparente? Platón responderá: todo aquello que nos llega por los sentidos. Estos nos
muestran que una misma cosa es cambiante. Lo que cambia es apariencia y no realidad.
ACTIVIDADES
10. ¿Cómo soluciona Platón la dicotomía establecida entre Parménides y Heráclito?
11. Responde por Platón. ¿Es real la pizarra de clase? Justifica la respuesta.

4 El problema de la realidad en Aristóteles


En el capítulo IX del libro II de su Metafísica, Aristóteles critica la teoría de las ideas de Platón, pilar básico
de toda su propuesta.
➔ Para Aristóteles, el mundo de las Ideas es una duplicación innecesaria de la realidad, ya que,
para explicar la existencia de las cosas del mundo sensible, se recurre a una realidad distinta de
la primera.
➔ Sólo existe un mundo, aquel que percibimos por los sentidos: el mundo sensible.
¿No suponen estas afirmaciones aristotélicas un regreso al interior de la caverna? ¿Cómo resolver de
nuevo esas dicotomías establecidas entre realidad -cambio y apariencia- realidad?
La noción aristotélica de sustancia será clave en este punto de la discusión y en todo el desarrollo de
su propuesta filosófica. Profundizar en este concepto aristotélico nos ofrecerá las claves necesarias para
resolver la cuestión.
5.1. La sustancia
La sustancia es la forma privilegiada de ser, el verdadero ser. Todas las cosas son sustancias: este
perro, esa pizarra, Juan...
Las sustancias están compuestas de materia y forma. Esta teoría sobre la composición de la sustancia se
conoce con el nombre de hilemorfismo -teoría hilemórfica-, término que procede de las palabras griegas
hyle (materia) y morfé (forma).
La materia es aquello de lo que algo está hecho.
Materia de la sustancia mesa: madera, hierro, plástico.
La forma es aquello que hace que una cosa sea lo que es y no otra cosa.
Forma de la sustancia mesa: aquello que le hace ser mesa y no otra cosa. En este sentido,
forma es sinónimo de esencia.

¿Qué nos aporta esta composición hilemórfica de la sustancia? ¿Qué soluciones ofrece a la problemática
de la apariencia?
• Lo real está en las mismas cosas y no en otro mundo como sostenía Platón.
• Lo real de las cosas es su esencia: aquello que hace que una cosa sea lo que es y no otra cosa.
• Ciertamente, la apariencia está presente en la materia -que percibimos por los sentidos- pero
esta constituye el punto de inicio para alcanzar la verdadera realidad de las cosas, su esencia o
forma.

5.2. La sustancia y el cambio


Las sustancias cambian. Un árbol, por ejemplo, no es siempre igual a sí mismo a lo largo de su existencia.
¿Cómo explicar, entonces, que las sustancias sean y, al mismo tiempo, cambien? Recordemos que
Platón soluciona este problema al situar lo cambiante en el mundo sensible y lo permanente en el mundo
de las Ideas.
Aristóteles, para explicar esta realidad del cambio o movimiento, introduce las nociones de ser en potencia
y ser en acto.
➔ Ser en potencia: llegar a ser: un alumno de bachillerato está en potencia de ser alumno
universitario.
➔ Ser en acto: lo que se es: alumno de bachillerato.
Aristóteles define el movimiento de la siguiente manera:
El movimiento es el paso del ser en potencia al ser en acto.
Este cambio no se produce desde el no-ser absoluto al ser, ya que ese alumno permanece tanto si es
bachiller como si es universitario. Por tanto, es posible referirse a un no-ser relativo.
EJEMPLO
No sería posible ser árbol en acto y estar en potencia de ser coche porque esto supondría un salto
imposible del no-ser (absoluto) al ser: dejar de ser árbol, en sentido estricto, para pasar a ser otra
cosa: coche.
Una semilla está en potencia de ser árbol. Por este motivo, este cambio no se produce desde la
nada -desaparición absoluta de la semilla- a otra nueva realidad, el árbol.

Tomemos este ejemplo para integrar en una misma explicación las tesis defendidas por Parménides,
Heráclito y Platón.

Filósofo Tesis

Parménides Sostendrá que ese cambio -de semilla a árbol- es aparente. Los sentidos nos engañan.
Solo existe el Ser que es Uno y eterno.

Heráclito Sostendrá que todo fluye y nada permanece. Ofrece, así, una cierta explicación de esa
transformación de semilla a árbol pero, en definitiva, no explica ni la realidad de la
semilla ni la del árbol.

Platón Situará en el mundo de las Ideas la verdadera realidad de esa semilla -idea de semilla-
y de ese árbol -idea de árbol-. Los cambios tendrán lugar en ese mundo sensible

Aristóteles Explicará el cambio partiendo de esa realidad que cambia: ser en potencia, ser en acto.

Para saber más


Aristóteles, al criticar el dualismo platónico, reduce la realidad a la sustancia. Por tanto, deberá encontrar
en la propia sustancia la explicación de sus cambios.
ACTIVIDADES
12. ¿Dónde resitúa Aristóteles las ideas platónicas? ¿Por qué? ¿Qué implica esta cuestión?
13. ¿Por qué somos esencialmente los mismos a pesar de los cambios que experimentamos? Responde por
Aristóteles.
14. ¿Estamos en potencia de ser alumnos de primaria? Justifica la respuesta según las tesis aristotélicas.

6 Metafísicas espiritualistas
y materialistas
Este recorrido realizado por las propuestas de Parménides, Herácli- to, Platón y Aristóteles nos permite comprender
que existen distintas maneras de concebir la realidad ya que cuestionarnos qué es lo real lleva implícito preguntarnos
por la razón de existencia de esa realidad. La tradición filosófica distingue, en este sentido, dos tipos principales de
metafísica: metafísicas espiritualistas y metafísicas materialistas.
Metafísicas espiritualistas
La realidad, objeto de estudio de la metafísica, puede ser entendida y explicada a partir de una instancia superior que
dé razón de ella. Esta instancia puede ser inmaterial o espiritual.
EJEMPLO de metafísica espiritualista
Es la propuesta de René Descartes (1596-1650), máximo re- presentante del racionalismo y considerado el primer
pensador moderno.
Para este autor, Dios -realidad espiritual- es el fundamento último de la realidad y del conocimiento cierto.
Metafísicas materialistas
La realidad, objeto de estudio de la metafísica, puede ser entendida y explicada desde la propia realidad -materia- sin
que sea necesario recurrir a ninguna instancia espiritual o inmaterial para dar explicación de la misma.
EJEMPLO de metafísica materialista
Es la propuesta de Karl Marx (1818-1883).
Para este pensador, toda la realidad es material. Esta realidad, en su conjunto, no está puesta ante el hombre para
que la contemple o se interrogue sobre ella. Está ahí para ser trans- formada.
Esta transformación se da en el tiempo, en la historia. Esta es la razón por la que la propuesta de Marx recibe el
nombre de <<materialismo histórico>>.
ACTIVIDADES
6 15> Actividad cooperativa.
• Concretad tres ejemplos en los que se evidencie la relación que existe entre la realidad de algo y la razón de
existencia de ese algo.
Ejemplo: realidad del amor y la razón de su existencia.
⚫ Justificad por qué habéis propuesto esos ejemplos.

7 Las preguntas metafísicas


sobre el origen del universo
Al inicio de esta unidad, formulábamos una serie de preguntas como ejemplos significativos del quehacer de la
metafísica y su ra- dicalidad. Uno de ellos, hacía referencia al universo y, en concreto, a la cuestión de su origen y a
si posee algún sentido o finalidad. En este último epígrafe de la unidad, abordaremos dichas cues- tiones, que se
relacionan, en última instancia, con una posible metafisica de corte espiritualista o materialista.
7.1. El origen del universo: el big bang
El big bang representa, en la actualidad, el paradigma más acep- tado por la comunidad científica como modelo
explicativo del origen del universo. Las aportaciones de Edwin Hubbel y Albert Einstein -entre otros- abrieron el camino
para que este para- digma se afianzara.
Las formulaciones de la teoría de la relatividad -pese a que Einstein concibiera el universo en un estado de equilibrio-
im- plicaban, entre otros asuntos, que el universo se encontraba en expansión o en contracción.
En 1927, el cosmólogo belga Georges-Henri Lemaître, a partir de las aportaciones de Einstein y de la comprobación
efectuada en 1929 por Edwin Hubbel de que unas galaxias se alejaban de otras, defendió la tesis de que el universo
se expande como un globo cuando se hincha.
Edwin Hubbel (1889-1953): astrónomo estadounidense considerado el fundador de la cosmologia observacional.
7.1.1. <<Teoría del átomo primigenio» o «<huevo cósmico>>> ¿Qué supone que el universo esté en expansión? Que,
en un mo- mento dado, su tamaño hubo de ser minúsculo. En 1931, Lemaître presenta la denominada «<teoría del
átomo primigenio»> o <<hue- vo cósmico». Este átomo primigenio sería una concentración de materia y energía.
Dicha concentración fue enorme, lo que condujo a su explosión. De esta surgiría un universo sometido a ese proceso
expansivo a una velocidad inimaginable. Este «huevo cósmico» supondría entonces el instante cero del universo.
unidad
2
Albert Einstein (1879-1955) Físico estadounidense de origen alemán. En 1905 formula su teoría de la relatividad
especial. En 1915, su teoría de la relatividad general. Se le concedió el Premio Nobel de Física en 1921.
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Las preguntas radicales. El universo
7.1.2. Paradigma del universo estable
Hasta mediados de los años sesenta del siglo pasado, la teoría del huevo cósmico convivió con el «<paradigma del
universo estable>>, defendido por Hermann Bondi y Thomas Gold, que no admitían el instante cero del universo; para
ellos este estaría sometido a procesos expansivos sin necesidad de la existencia de aquel. Por tanto, este universo
sería homogéneo y eterno.
La convivencia de paradigmas finalizó con el descubrimiento de la denominada <<radiación cósmica de fondo» o
«<radiación cósmica de microondas»>, basada en las investigaciones de los ingenieros estadounidenses Arno
Penzias y Robert Wilson. Para explicar esta radiación, recurriremos a un ejemplo.
EJEMPLO
Imaginemos que un potente eco hace retumbar nuestra voz durante muchísimos años. Partiendo de esta hipótesis,
sería concebible afirmar que también durante muchísimo tiempo después, dada la potencia de ese eco, una persona
pudiera escuchar nuestra voz.
Esto, salvando las distancias, sería la radiación que estos dos ingenieros comprobaron: esa primera gran explosión
fue tan atronadora que aún se oye su eco.
Después de presentar los datos científicos que permiten com- prender mínimamente este paradigma, podemos
plantear las cuestiones radicales -metafísicas- si consideramos que esta cuestión no es un asunto que concierna solo
al discurso científico.
Antes del big bang, ¿qué había?, ¿la nada? ¿Puede de la nada salir algo?
¿Es eterno ese huevo cósmico? ¿Puede ser eterna la materia?
¿Supone el big bang la negación de la existencia de Dios o más bien lo contrario?
Los avances de la ciencia no evitan, más bien promueven, la for- mulación de nuevas preguntas radicales. A su vez,
las respuestas presentarán la imagen de un universo diametralmente diferente porque no es lo mismo admitir que el
universo, y por tanto todo lo que en él hay -incluido el ser humano-, es el resultado de un proceso expansivo que
aceptar que ese huevo cósmico es con- secuencia de un proceso de un Dios creador.
La comunidad científica, en nuestros días, se divide entre aquellos que consideran que este tipo de preguntas no tiene
sentido, ya que, según un criterio positivista de la ciencia*, esta nunca podrá aportar evidencias sobre ese momento
posterior al minuto cero, y aquellos que, con una visión menos reduccionista, consideran que las respuestas de la
ciencia no suponen la negación de una realidad trascendente a la propia materia.
Lo interesante de este debate radica en destacar la dimensión metafísica no solo de la realidad sino también del ser
humano que, pese a los avances técnicos y científicos, se interrogará siempre sobre el porqué último de todo.
Hermann Bondi (1919-2005)
Físico, matemático y cosmólogo bri- tánico de origen austriaco.
Thomas Gold (1920-2004) Astrofísico austriaco.
*VOCABULARIO M
Positivismo científico: en este con- texto, para el positivismo el único saber es la ciencia y esta solo puede versar sobre
aquello que se pueda experimentar y verificar. El positi- vismo, como corriente científico- filosófica, se inicia en el siglo
xix. En el siglo xx, este positivismo refor- mulado se conocerá con el nombre de neopositivismo o positivismo lógico.
P=my
devistry
4-bv
L
Fa

unidad 2
7.2. Universo y finalidad
El concepto de <<finalidad»> nos remite a aquello que posee un propó- sito, es decir, que está orientado hacia la
consecución de un fin. Así, la finalidad de un bolígrafo es escribir y la de un reloj dar la hora. ¿Sucede lo mismo con
el universo? ¿Posee algún propósito o finalidad?
Como indica el astrofísico estadounidense Neil deGrasse Tyson, afirmar que el universo tenga finalidad implicará
afirmar que posee intención. Esta implica un resultado deseado. ¿Qué o quién puede inferir esa intención?
La respuesta nos remite a la cuestión de Dios -desde el punto de vista teológico, y desde el filosófico- ya que la
intencionalidad no puede surgir de la propia materia -si suponemos el big bang como origen y causa última del
universo- ni del azar -sin causa, no hay finalidad-. Planteemos la cuestión de Dios de este otro modo: ¿por qué algo
en vez de no existir nada? Según el profesor Javier Sánchez Cañizares, investigador en ciencia y religión, filosofía de
la naturaleza, filosofía de la física e interpretación de la mecánica cuántica:
... si pretendemos responder a esa pregunta recurriendo a las leyes naturales no encontraríamos una respuesta porque
podríamos seguir preguntando: ¿y por qué existen esas leyes?
Este razonamiento abre la puerta a la necesidad de considerar que el universo necesita una explicación que esté fuera
de sí mismo ya que las leyes científicas no ofrecen una respuesta plausible.
La ciencia nos aporta una certeza: el origen del universo reside en el big bang, en la gran explosión de ese átomo
primigenio.
Este átomo primigenio no pudo crearse a sí mismo ya que aque- llo que no-es no puede darse el ser a sí mismo.
Al mismo tiempo, la teoría del big bang otorga al universo un principio por lo que no es eterno.
Ambas premisas quizás no evidencien una certeza científica sobre la mano de un Dios creador, pero tampoco la
niegan.
La filosofía encuentra en esta posibilidad un interesantísimo campo para la especulación metafísica desde la
radicalidad y sin cerrar, de antemano, posibilidades a lo real.
La finalidad de un reloj es dar la hora. ¿Posee el universo algún propósito o finalidad?
ACTIVIDADES M
16 > ¿En qué sentido las cuestiones metafísicas referidas al origen del universo se relacionan con una metafísica
espiritualista o materialista?
17 > ¿Qué implica no admitir el instante cero del universo con respecto a la visión metafisica?
18 > ¿Por qué el átomo primigenio -big bang- no podría surgir de la nada según las tesis de Parménides? ¿Significa
eso que fue creado? Justifica la respuesta.
19 > El ser humano, ¿posee finalidad? ¿En qué sentido depende la respuesta de la posible fina- lidad del universo?
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