Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIÓN.
Abordamos ahora, como segunda parte de nuestro curso, la cuestión referente a la pedagogía. A
diferencia de la cuestión de la espiritualidad, éste, el tema pedagógico, ha sido más desarrollado,
difundido y estudiado. Con toda seguridad poseemos algún dominio ya de contenidos de pedagogía
calasancia, y con suerte, una experiencia meritoria. Los cursos de pedagogía calasancia han sido
suficientes y bien desarrollados en la Provincia Mexicana. Por consiguiente, tal vez no digamos nada
nuevo, pero sí algo más a fondo y de vital trascendencia.
Ante todo hemos de considerar una diferencia no semántica sino real: no es lo mismo decir Pedagogía
de San José de Calasanz que Pedagogía Calasancia. La diferencia es clara, la primera se refiere a la que
propiamente desarrolló el fundador, como lo son sus matices propios, y resultante del talante
característico y único del fundador; la segunda como fruto de la inspiración en el ejemplo del Fundador
o como resultado de una reinterpretación, actualización y relectura de la experiencia educativa del
fundador.
Esta diferencia es real, puesto que algunos componentes de la pedagogía de Calasanz son insostenibles
para nosotros dado que sólo una persona como él, el fundador, y algunos de sus más valientes
seguidores podían desarrollar. En cambio, para nosotros, esos componentes son absolutamente
inviables. Veamos por ejemplo que la pobreza extrema que pedía a sus colaboradores y el vivir de la
caridad es imposible ante la necesidad de sostener, por ejemplo, a nuestras familias.
Nosotros, en nuestro curso nos avocaremos a aspectos específicos de la pedagogía de Calasanz, para
luego “oxigenar” nuestra pedagogía calasancia.
Por el contrario, la pedagogía de Calasanz en muchos de sus aspectos, diría, en la mayoría resulta tan
vigente como tan pertinente. Especialmente podemos hablar de su enfoque sociológico, su manera
intuitiva de entender la educación, al educando y al educador; la relevancia y trascendencia del proceso
educativo y la formación de los docentes, entre una infinidad más de aspectos.
Cada persona es una amalgama de componentes existenciales, esta amalgama es única y radicalmente
diferente a cualquier otra. Así pues de Calasanz he de decir que sumados a los componentes intelectual,
práctico y espiritual, se encuentra uno muy peculiar, el componente intuitivo. En Calasanz lo
excepcional de su intuición no está sólo en la genialidad de sus intuiciones, sino en la vigencia y
pertinencia. Y es desde aquí desde donde quiero partir el itinerario pedagógico de Calasanz.
Tres son los problemas que a mi entender enfrenta hoy la pedagogía que tenemos en práctica, al menos
en términos generales en nuestro país, a saber: la falta de sentido, la deshumanización y la intención
neoliberal. Expliquemos una a una someramente.
1.3. La primacía de los intereses neoliberales. En México es más que claro que la
educación está al servicio de los intereses y pretensiones neoliberales; se piensa la
educación en función de las normas que dictan los mismos intereses económicos. Un
ejemplo de ello es la educación basada en competencias. Las competencias son
(Chomsky 1985) las capacidades y disposiciones para el desempeño y para la
interpretación; todas las competencias tiene como finalidad que el alumno logre un
“desempeño” entendido éste como un fin que ha sido planificado y requiere de los
conocimientos y del desarrollo de ciertas habilidades específicas, las cuales se habrán
elegido de acuerdo con el resultado que se desee obtener. Este fin debe planificarse de tal
manera que admita que el educando tenga una ejecución apropiada a las distintas
situaciones y pueda adaptarse a las cambiantes formas de la organización del trabajo.
Las competencias nacieron como respuesta a una sociedad conductista como ya lo
describí arriba. El volumen de conocimientos que hoy tiene que manejar un alumno es
tan abrumador que es preciso hacerlo competente para el manejo, uso, intercambio y
acceso a esos datos. Ser competente consiste en ser hábil no para producir conocimiento,
1.4. La laicidad o el laicismo. Para nosotros que somos escuela confesional y creyente,
enfrentamos otro problema por si los anteriores no son suficientes, a saber: el falso,
manipulado y tendencioso concepto de laicidad de cara a la educación, que se convierte
en un descarado laicismo que se declara algo más que ateo, un verdadero combatiente
contra todo lo que tenga el menor dejo de “catolicidad”. Se entiende por laicidad el
carácter aconfesional de las instituciones públicas de nuestro país, especialmente lo que
respecta a la educación; no obstante, en un contexto que verdaderamente se precie de
democrático, todos los sectores de la sociedad, incluida la iglesia, tienen derecho a
expresarse y a aportar en el bien común de la nación. Este conflicto conlleva no sólo un
proceso irreversible de descristianización, sino lo que aún es peor, la increencia.
1.5. Saber responder. Esto es algo del panorama que se nos presenta como inexorable, esta
es la realidad que no sólo nos corresponde observar y reaccionar, sino dejarnos interpelar,
intuir, interpretar, razonar y diseñar soluciones; pero hay algo más, Calasanz no se limitó
a dar soluciones, sino que procedió como lo que verdaderamente le distinguió en su
tiempo y en el nuestro: él era un visionario, su respuesta no sólo resolvía los problemas
inmediatas, captaba el panorama que estaba más allá del horizonte, por eso no se limitó a
dar respuestas inmediatas a problemas específicos. No se trata de venir, ver y vencer; se
trata alcanzar a ver no el futuro de nuestros niños, sino ellos en el futuro. No es lo mismo
el futuro de nuestros niños, que nuestros niños en el futuro, son dos aspectos de una
misma responsabilidad que nos interpela: los niños y a través de ellos su futuro, por eso
Calasanz soñaba con la vida feliz de los niños en una sociedad transformada y reformada.
Así pues, no se trata sólo de captar el problema, pensar y resolverlo, se trata más bien de
visualizar el futuro y en a aquellos a quienes les pertenece. Por eso hoy no vale la pena
discutir si Calasanz estableció la primera escuela gratuita de Europa, sino el alcance que
tiene su obra. La Iglesia prohibió la constitución de nuevas órdenes religiosas dado que
las necesidades ya estaban cubiertas, Calasanz argumenta que no se trata simplemente de
cubrir una necesidad en la Iglesia, sino de algo que va más allá como lo es el feliz
transcurso de toda la vida.
Y entre estas últimas se cuenta la Obra de los Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, con
un ministerio insustituible –en opinión común a todos, eclesiásticos y seglares, príncipes y
ciudadanos- y acaso el principal para la reforma de las corrompidas costumbres; ministerio que
consiste en la buena educación de los muchachos, en cuanto que de ella depende todo el resto del
buen o mal vivir del hombre futuro, según juzgaron acertadamente… (Mem. Card. Tonti N° 5)
El texto que más nos ilumina es el N° 15 del mismo memorial, palabas que por sí mismas se
esculpen en oro y permanecen imborrables para todo escolapio escolapia: porque en la escuela no
Un dato más, la escuela de Calasanz, además de enseñar las letras no descuidaba la piedad (Mem.
Card. Tonti N°9), se trata de un ministerio que también busca la salvación del hombre, nótese que
Calasanz ya posee un concepto antropológico muy bien definido, la salvación del hombre implica el
cuerpo y el alma (Mem. Card. Tonti N° 7). Calasanz sabe, está convencido y convence que la
educación ayuda a la Iglesia en su misión de proclamar el Reinado de Dios mediante la “Oración
Continua” (Mem. Card. Tonti N° 12).
2. LA OBRA DE CALASANZ.
Vamos a volver a repetirlo, que nos quede claro, Calasanz no sólo fue un “solucionador de problemas”,
se dejó interpelar por la realidad y por Dios, pensó, intuyó, se dejó guiar por el Espíritu de Dios,
respondió y creó un proyecto vigente al día de hoy.
Sí, lo sabemos, fueron los niños pobres los que convirtieron a Calasanz. No obstante la realidad fue más
compleja; mucho más allá de lo que hemos estado acostumbrados a escuchar. Veamos el panorama que
se encontró Calasanz.
2.1. EL PANORAMA.
Calasanz llega a Roma y lo que vio no tiene nada que ver con lo de ahora. Roma era un lugar poco
inspirador para vivir: Roma era la ciudad de la confusión producida por el renacimiento; además Trento
se había empeñado en combatir herejías; la ciudad había sido y sería en los próximos siglos víctima de
graves inundaciones, y como consecuencia de éstas, hambre, epidemias y miseria. En realidad Roma
nunca fue una ciudad rica, tal vez hasta después de la II Guerra Mundial. Cuando Calasanz llegó a
Roma se vivía una crisis de desempleo, como la de nuestros tiempos. Si existían muchas agrupaciones,
cofradías e instituciones caritativas, era porque lo único que se podía ver en las calles romanas era
mendigos, pobres y desheredados. Fruto del renacimiento y del humanismo que marcó de alguna
manera el esplendor del siglo XV, se convirtió en un motivo más de marginación: el renacimiento y el
humanismo fue privativo de los ricos, a los estudios y a las escuelas se les privatizó en la burguesía. La
educación pasó de ser privativa de los conventos y monasterios a los palacios y colegios acaudalados.
El renacimiento y el humanismo se convirtió en un lujo.
Efectivamente, el primer gran espectáculo que conmovió hondamente a Calasanz fue el de los niños
abandonados. En aquel entonces la situación de los niños tampoco era muy diferente de la actual: los
chicos se encontraban en estado semisalvaje, vivían en la ociosidad y entregados a los vicios. Tal vez
algo que siempre le horrorizó a Calasanz fue la ociosidad, de tal manera que por todos los medios
evitaba que sus religiosos cayeran en la ociosidad. De esta noticia tenemos conocimiento además del
memorial al Card. Tonti, en un memorial de Dragonetti intercediendo por las Escuelas Pías:
Es propio del instituto de las Escuelas Pías enseñar a los niños especialmente a los pobre, muchos de
los cuales por la pobreza o descuido de los padres no van a la escuela, ni se dedican a arte o ejercicio
alguno sino que viven dispersos y ociosos y así con facilidad se entregan a diversos juegos,
particularmente el de las cartas, y como para ello necesitan dinero, cuando no lo tienen fácilmente
roban en su propia casa y después donde pueden, para conseguir dinero con los métodos más
desvergonzados.
Para completar este elenco de calamidades, hay que añadir al maestro. Cada uno de los diferentes barrios
romanos, tenía su pequeña escuela pública, sabemos que no era una escuela para la mayoría, sino para
unos cuantos y aún más, un pequeño grupo que podían ser aceptados gratuitamente mientras la
universidad del Papa , la Sapienza, cubría el respectivo pago a los maestros. El salario de los maestros
era muy modesto, a tal grado que también en esa época se suscitaron conflictos magisteriales similares a
los actuales. Poco a poco, el sueldo de los maestros fue disminuyendo hasta que las escuelas de barrio
tuvieron que cerrar sus puertas. Dice el P. Santha que la conducta moral, lo mismo que la cultura y
erudición de tales maestros, no podía ser siempre suficiente irreprochable (Santha G., San José de
Calasanz, Obra Pedagógica, Pg. 39). No sólo era cuestionable la conducta moral de los maestros, sino
también además de ser verdaderamente mercenarios, se convirtieron en aficionados y promotores de
doctrinas y enseñanzas sospechosas. Por eso, para Calasanz, va a ser de sumo cuidado no sólo elegir a
los que van a ser los maestros que entrarán en contacto con los niños, sino la esmerada erudición, su
conducta irreprochable y ejemplaridad de su fe.
Calasanz considera que la educación requiere de suficientes maestros y colaboradores de “gran espíritu”
y llamados con vocación particular, contra los mercenarios que abandonan el redil cuando se acerca la
amenaza (Cfr. Mem. Card. Tonti N° 24); así mismo, reconoce el gran esfuerzo, empeño y sacrificio
pertinente; siempre el maestro por vocación será un ser “sacrificado” (sin caer en victimismo), y aún en
tiempos de bonanza permanece en la entrega (Mem. Card. Tonti N° 23).
Y remata con el siguiente texto conocido:
El más noble, por ser menester angélico y divino, realizado por los ángeles custodios, de los cuales los
hombres se constituyen en esto cooperadores (Mem. Card. Tonti N° 8).
2.2. LA NOVEDAD.
Hay que ser cuidadosos cuando hablemos de lo novedoso de la obra de Calasanz; no se trata de una obra
traída de la nada y que a partir de ahora inicia algo nunca antes visto, no es una obra ex nihilo. La
novedad de la obra de Calasanz es que puede ser releída y reinterpretada en cada uno de los momentos
de la historia de las Escuelas Pías, y siempre la obra de Calasanz, su pedagogía ha dicho algo nuevo,
algo válido para cada circunstancia, contexto y condición. La historia registra a la Escuela de Santa
Dorotea y a Calasanz como una de las primeras escuelas populares de Europa. Así pues, que la
novedad de Calasanz, no es el puesto cronológico u ordinal, sino la vigencia, validez, pertinencia y
actualidad de sus intuiciones.
Ya existía una cofradía, la de la Doctrina Cristiana, que impartía doctrina cristiana y un poco de
elementos básicos de gramática y aritmética. Era la escuela dominical.
Existían las escuelas rionales, donde toda la semana se enseñaba a los niños a leer y a escribir, pero sólo
asistían los que podían pagar al maestro y unos pocos gratis.
Los jesuitas se encargaban de la educación media y superior, por lo tanto la educación elemental estaba
descuidada.
Existían maestros, con todo lo que ya se apuntó anteriormente, así que aunque hubiesen no eran
suficientes y, aún peor, inconsistentes.
La creatividad de Calasanz estriba en ensamblar estas piezas sueltas, que no sólo las observó como parte
del panorama, sino que las interpretó, las intuyó en un nuevo sistema y las aplicó.
Fundamentalmente quiso una escuela elemental. Consideró ante todo, no sólo el nivel educativo
más descuidado, sino la porción social más golpeada y vulnerable.
2.2.1. Cotidiana. Como la escuela rional, frente a lo limitado de una escuela simplemente
dominical, donde daba la oportunidad para la ociosidad.
2.2.2. Preventiva. Preserva de los vicios, de los males y de los riesgos en que se encontraban los
jóvenes (cfr. memorial al Card. Tonti N° 9).
2.2.3. Gratuita. Quizás esa sea la mayor originalidad del fundador, lo señala en el memorial al
Card. Tonti: suministrando lo necesario (papel, tinta, pluma...) N° 9
2.2.4. Incluyente. Para todos, especialmente los pobres; Por eso, afirma en el memorial al Card.
Tonti: destinado a todos los muchachos de cualquier condición (N° 9).
2.2.5. Piedad y Letras. Donde se enseñara desde leer y escribir, hasta gramática y latín, junto con
la Doctrina Cristiana.
2.2.6. Sacerdote tendría que ser el maestro. No sólo para garantizar su estabilidad, sino su calidad
moral e intelectual. Calasanz quiso reivindicar la figura del maestro uniéndolo al
sacramento del orden sacerdotal, así, se inaugura un nuevo tipo de maestro, y al mismo
tiempo, un nuevo tipo de sacerdocio, el Sacerdote Educador. Por eso, afirma en el memorial
al Card. Tonti: el más agradable para quien sea llamado a laborar en esta viña y a trabajar
en esta mies tan abundante.
2.2.7. Y, lo más importante, obligatoria, se buscaba ejercer un control sobre la asistencia de los
niños como una manera de obligar a los padres a preocuparse por sus hijos. Por eso, afirma
en el memorial al Card. Tonti: el más enraizado en la naturaleza de todos los hombres, que
por instinto quieren la buena educación de sus hijos (N° 13).
Algo que verdaderamente distinguió a las Escuelas Pías de cualquier otra escuela es que con los
escolapios se hace algo más que enseñar, se educa; se hacen realidad las potencialidades de los niños,
Las peticiones de fundar eran numerosísimas, no podía el santo atender todas. Las que sí se lograron
fueron fruto de la iniciativa de él mismo, otras del impulso de la nueva provincia napolitana, otras por
instancias de cardenales, letrados, reyes y hasta Pontífices.
Algunos colegios cerraron muy pronto, otras más tarde, otras más aún perviven. Hubo colegios que se
convirtieron en auténticos iconos de la educación calasancia.
Más allá del dato dado, hemos de referirnos al impacto de las Escuelas Pías.
No podemos dudar que la obra de Calasanz era bien conocida, el proyecto educativo resultaba tan
pertinente que siempre gozó de buena fama, era sobradamente conocida, en más de las veces para bien,
en algunos pocos casos era conocida para ser atacada por los ya conocidos detractores.
Después de todo era una obra sorprendentemente novedosa y al decir novedosa me refiero no a la moda,
sino al grado de vanguardia pedagógica que representaba. Así pues, los modelos educativos arcaicos
quedaban cancelados definitivamente ante la propuesta calasancia.
Además de las razones aducidas anteriormente, recordemos que las Escuelas Pías fueron sinónimo de
Reforma Social, y es que en donde se establecían los cambios sociales aparecían evidentes. El entorno,
el contexto, era sustancialmente transformado, o por decirlo en otros términos, era redimido. Baste
recordar lo que sucedió en Nápoles, donde antes se pecaba tanto, se convirtió en un lugar de digna y
sonora alabanza a Dios…
Muchas de las Escuelas se conservaron y preservaron fieles al proyecto de Calasanz, aún por encima de
las desaprobaciones que sufrió el fundador de parte de sus adversarios; no obstante la infamia eclesial
contra Calasanz, las escuelas fueron baluartes de fidelidad al fundador. Para muestra un bello botón: los
colegios de Centroeuropa fueron los más decididos defensores; jerarcas católicos y políticos suplicaban
consideraciones a favor de Calasanz en los momentos más calamitosos. En el fondo esta defensa sólo
era posible mediante la certeza de que las Escuelas de Calasanz actuaban con honestidad y virtuosa
rectitud.
ARNAEZ PRIMITIVO, Los motivos de las fundaciones realizadas por San José de Calasanz. En BANDRES, ALONSO Y JIMÉNEZ
(1998). 400 años de Escuela para todos: Madrid, ICCE.
2.3.2.1. CASA DE SAN PANTALEO. La primera escuela, fundada directamente por el Santo.
De santa Dorotea pasó por el Paraíso, luego el palacio Teatino llamado Vestri, luego
por el palacio Mannini y finalmente palacio Torres que se le llamará con el nombre del
patrón de la Iglesia aneja, san Pantaleo. Es la escuela corazón, garantía y piedra
angular de todas las demás, la madre de todas las escuelas y todo lo que se quiera
añadir. Una verdadera “niña de los ojos” de Calasanz. Es el centro de la diligente
educación. Después de su fracaso con la congregación Luquesa, Calasanz pide se
instituya la Congregación de los pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, para
atender dichas escuelas. Ahí fluía la sabia de la piedad y las letras. Esta casa fundada
por Calasanz, defendida por su constante trabajo y dedicación, ennoblecida por su
presencia continuada, bendecida por su acción santificadora y propuesta como modelo
para el resto de las casas de la Orden (esta casa es la madre y abraza a todos los hijos,
sanos y enfermos, lo cual no hacen las otras que son como madrastras C. 1121) es
garantía de pervivencia de las Escuelas Pías, nos dice el P. Primitivo Arnáez.
2.3.2.2. COLEGIO DE FRASCATI. Otra niña de los ojos, no podría decir que la más amada,
pero sí que Calasanz tenía el corazón ahí. Solicitada por un funcionario de la ciudad y
a petición del Papa Paulo V, mismo que aprobó la Congregación Paulina. Se fundó un
colegio que amó siempre el fundador. Calasanz, Dragonetti y Landriani, fueron los
principales protagonistas del inicio de la obra en el año de 1616. Calasanz donó una
hermosísima pintura de la Madre de Dios que desde entonces se venera como la Virgen
de las Escuelas Pías. Una fundación que ya justificaba la expansión de la orden. La
excepción justifica la regla.
2.3.2.9. COLEGIO DE NORCIA. La importancia de Norcia más le viene por ser la tierra que
vio nacer a san Benito. Calasanz se encargó de todos los detalles de la fundación, de su
funcionamiento y de su organización. Esta fue una fundación a petición de la misma
población directamente a Calasanz. Esta obra llevada de la mano de Calasanz fue
cerrada durante las invasiones napoleónicas en el siglo XIX.
2.3.2.11. COLEGIO DE CESSENA. Este colegio sólo sirvió de casa de descanso para los
alumnos del colegio Nazareno. Hubo muchos problemas por cuestiones de herencia
con la familia del Card. Tonti. No hubo actividad docente con los alumnos de la
ciudad.
2.3.2.12. FUNDACIÓN DE NÁPOLES. Una de las obras que más pegadas al alma llevó
Calasnz, no le impidió la enfermedad, él mismo se apersonó en Nápoles para iniciarla
junto con un grupo de 17 escolapios más; lo cual denota la magnitud e importancia de
la obra. Calasanz mismo se cuidó de todos los detalles de la fundación. Es la primera
casa escolapia de la antigua provincia napolitana. Inició clases el 2 de noviembre de
2.3.2.16. COLEGIO NAZARENO. No cabe que las palabras de Jesús resonaron intensamente
en el Card. Miguel Angel Tonti: Ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres,
después ven y sígueme (Mt 19,21; Mc 10, 21), pues una parte de sus bienes los invirtió
en la fundación del Colegio Nazareno, claro que Calasanz estaba detrás de Tonti. El
nombre de Nazareno le viene dado que el dicho Card. era obispo de Nazareth
(población al sur de Italia). Se tuvieron que salvar unos pleitos de intereses familiares
para que Tonti y Calasanz dispusieran absolutamente de dicho inmueble e iniciar así la
obra. Colegio que fue dedicado a niños pobres pero sobresalientes intelectualmente
hablando, o en pocas palabras, para superdotados. La enseñanza se diversificaba de
acuerdo a múltiples oficios e intereses universitarios. Fue el colegio más destacado de
la urbe Romana; sirvió de modelo educativo por mucho tiempo y para muchos
distinguidos pedagogos. Calasanz escribió un reglamento y fue su primer rector. El P.
Primitivo así condensa la esencia del colegio: Fue, no obstante, esta fundación la que
más prestigió el nombre de las Escuelas Pías no sólo en la Urbe sino también en toda
Europa, especialmente entre las gentes más notorias, por la calidad de una enseñanza
que llamaba la atención por su integridad (recurso a todas las materias, aun las las
que ahora parecen recién descubiertas), por la hondura de su formación, por la
calidad de las personas de los educadores y por la permanencia de un centro que lleva
ya más de tres siglos y medio. Aún hoy, sigue siendo un icono escolapio aunque con
2.3.2.18. COLEGIO DE CAMPI. Inició sus actividades en 1631. Fue un centro de gran
promoción vocacional que produjo buenas y abundantes vocaciones. Este colegio se
destaca por la presencia de San Pompilio Ma. Pirrotti. Buen colegio. Gozaba de una
cierta autonomía con respecto a Calasanz, el Provincial de Nápoles tenía este privilegio.
2.3.2.28. COLEGIO DE PIEVE DI CENTRO. Uno de los promotores fue el Card. Ginetti .
Cercano a Bolonia; inició en 1642 y cerró pronto por cuestión de las guerras.
2.3.2.29. COLEGIO DE GUILIA. Colegio de poca monta, fundado cerca de Módena para ser
noviciado. Colegio intrascendente.
2.3.2.30. COLEGIO DE PISA. Mediante la gestoría del Gran Duque de Toscana. Cerró pronto
en 1657.
2.3.2.32. COLEGIO DE VARSOVIA. Por petición del Rey Ladislao IV. Primer fundación en
Polonia. La obra más representativa de Polonia. Se atendía principalmente a la gente
del pueblo. Desde ahí se defendió a la Orden ante la reducción inocenciana.
2.3.2.33. COLEGIO DE PODOLIN.- también fue sede del noviciado de Polonia. La razón de
este colegio radicaba en la lucha contra el protestantismo mediante la educación que
impartían los escolapios. Duró hasta bien entrado siglo XX
2.3.2.34. COLEGIO DE TURI. Único colegio fundado bajo el mando de Esteban Cherubini.
Buen colegio pero la vida religiosa de los escolapios fue bastante laxa.
El documento que ahora presento se llama sencillamente La Breve Relación. Es importante que todos
lo conozcamos y lo leamos, podemos decir que se trata del documento culmen y más importante de la
pedagogía de Calasanz. Algunos puntos básicos del documento son:
2.4.1. El texto.
A. [1] En cuanto a las letras, comenzando por los niños más pequeños, se tiene una escuela o clase en la
cual están solamente los que aprenden a hacer la señal de la Cruz y silabear. Y como el número de estos
párvulos suele ser de sesenta o setenta, y un Maestro solo no bastaría para hacer leer individualmente en
voz alta a tan gran número, se tiene colgado de la pared un cartelón con el alfabeto, de caracteres
bastante grandes, y el maestro va señalando con el puntero, una por una, las letras muchas y muchas
veces y otras tantas los pequeñines las van repitiendo y se ve en seguida cómo del grupo simultáneo van
destacando los de mayor ingenio. Para los que comienzan ya a deletrear se tiene igualmente otro
cartelón de letras gruesas con el ba, be, bi, ab, eb, ib y algunas palabras fáciles. Y cuando ya comienzan
a silabear se pasan a la clase superior.
[2] En ésta se enseña a leer de corrido el Salterio. Habrá, normalmente, sesenta alumnos. Dura el
ejercicio de enseñar, así en ésta como en todas las otras clases, dos horas y media por la mañana y otro
tanto por la tarde. Y cuando comienza la escuela, entrando el Maestro con los alumnos al tañido de la
campanilla común, y recitadas las preces acostumbradas en todas las clases, hace inmediatamente que
estudien la lección durante un cuarto de hora. Luego la va tomando uno a uno, seis u ocho líneas cada
cual, anotando con un lápiz dónde termina cada cual para evitar repeticiones. Si después de leer todos
sobra tiempo, empléase en hacer repetir silabeando de memoria palabras latinas del Salterio,
examinando el número de sílabas y cómo se separan, hasta que toque la campanilla que señala el fin de
las clases. Los muchachos se corrigen unos a otros y los más diligentes reciben en premio alguna
estampa. Por la tarde, después de haber recitado individualmente la lectura, se les enseña en voz alta el
principio de la Doctrina cristiana y las oraciones necesarias. Terminadas las clases y dichas las preces de
costumbre se les manda a casa. Cada cuatro meses se hace examen general en todas las escuelas; y los
alumnos que se encuentra haber adelantado pasan a la escuela inmediata superior. Y así los de esta clase
del Salterio pasan a la siguiente, llamada la 7a.
[
[4] En ella son, normalmente, alrededor de 140 alumnos, con dos Maestros. Por la mañana se les hace
leer distintamente y contar de memoria.
Esta sesión de la mañana está dividida en tres grupos u órdenes: el primero es de los principiantes en la
escritura; el segundo es el de aquellos que han de colocarse en algún empleo, a los que se les enseña el
ábaco toda la mañana, según su capacidad; el tercero de los que quieren continuar las letras, a los cuales
se les hacen aprender de memoria los nominativos. Y por la tarde, se enseña a escribir con facilidad a
todos de modo que en el espacio de tres o cuatro meses los que tienen buen pulso adquieran una
suficiente forma de letra.
[5] De esta clase pasan los alumnos al Arte o clase inferior de Gramática llamada la clase 4a.
En ella se enseña a declinar bien los nombres simples y los compuestos, tanto de idénticas como de
diferentes declinaciones y a conjugar bien los verbos. Además las concordancias y los tiempos del
verbo. Ésta, como las otras tres restantes clases de Gramática se divide en dos grupos: Romani et
Carthaginenses / o Pars Pia et Pars Angelica / o Equites et Pedites / o Legio velox et Legio florens. En
estas cuatro clases, la primera tarea escolar de cada mañana es recitar de memoria seis u ocho preguntas
de la doctrina cristiana. Y cuando los alumnos están bien fundados en las concordancias y en conocer si
una palabra es agente o paciente en la oración, pasan a la clase 3a.
[6] Se enseñan en ella las Reglas de los verbos activos y pasivos fundamentándoles bien en ello; y si
habiendo terminado de explicadas no llega aún el tiempo del examen se pasa adelante con los verbos
neutros, etc. En esta misma clase se explican todas las mañanas los Ejercicios o Diálogos de Luis Vives.
Pasan de aquí a la 2a clase.
[7] En la cual se enseñarán las Reglas de los verbos personales e impersonales y los Adverbios locales,
etc. Todas las mañanas se comentan las Epístolas familiares de Cicerón. Al final del año van de esta
clase al Colegio Romano, y cuando se hacen los exámenes en las escuelas pasan a la 1a clase donde se le
enseñan los gerundios, supinos y participios, y el resto de la gramática hasta las humanidades. Se
comenta Cicerón -De Officiis- y Virgilio. De aquí pasan algunos alumnos a escuchar Lógica, otros
entran religiosos, otros cursan las Humanidades en el Colegio, o van a la 1a o a la 2a.
[8] A los citados alumnos se proveerá de papel, pluma y tinta, porque se ve por experiencia que algunos
no sacan el provecho que debieran por falta de papel o pluma o tinta. Todos se recibirán con el
testimonio de pobreza expedido por su Párroco. Y ningún alumno llevará nada al Maestro, ni siquiera
como muestra de afecto, si antes no tiene el permiso del Prefecto.
Se confiesan una vez al mes. Y el día anterior a la confesión se les enseña cómo hacerla bien. Los de
comunión comulgan todos los primeros domingos de mes, y los más devotos, cada ocho días. Otros,
cada quince días. A todos igualmente se les enseña cómo deben comulgar fructuosamente.
[10] Los domingos y fiestas, por la mañana se congregan en el Oratorio, y primero, oyen algo de lectura
espiritual; después, se les hace una corta exhortación. Terminada ésta, los mayores cantan el Oficio de
Nuestra Señora y los pequeños en otro Oratorio rezan el Rosario de la Virgen a dos coros, con asistencia
de dos Maestros. Terminado lo cual, todos oyen la Misa y se les manda a casa.
[11] Todos los martes y sábados, después de la escuela, se tiene media hora de Exhortación espiritual en
el Oratorio a todos los alumnos mayores, y en otro Oratorio o departamento a los pequeños, a cada
grupo según su capacidad.
[12] Todos los días, desde el comienzo de la clase hasta la salida, se tiene la Oración continua de nueve
alumnos, con la asistencia de un sacerdote letrado, que instruye a los alumnos en el modo de hacer
oración, y dura media hora; luego cambian otros nueve. La oración se hace por la exaltación de la Santa
Iglesia Romana, por la extirpación de las herejías, por la unión de los príncipes católicos y, en particular,
por los bienhechores ordinarios del respectivo colegio. A esta oración asisten, por orden sucesivo, todos
los alumnos, comenzando por la primera hasta la última clase.
[13] Se tiene particular cuidado de la honestidad evitando rigurosísimamente todas las ocasiones. Con
esta diligencia y con la frecuencia de Sacramentos, por la gracia del Señor se conservan los alumnos en
gran pureza; y muchísimos de ellos, cuando alcanzan de edad, toman el hábito de religiosos en diversas
Órdenes religiosas.
[14] Se coloca asimismo en sitio público la lista de las prácticas espirituales que cada día deben hacer
los alumnos en sus casas, para que todos puedan copiarlas, el modo de examinar la conciencia y la
dirección y actos de las virtudes teologales que deben hacerse todas las mañanas y los actos de las demás
virtudes.
C. [15] Hay, además, unas normas firmadas por el Prefecto, que deben observar todos los escolares, y
son las siguientes:
Ningún alumno puede llevar a la escuela parientes, vecinos u otros escolares sin licencia del Prefecto.
[16] Todo escolar debe confesarse por lo menos una vez al mes, y los de comunión comulguen todos
juntos en el Oratorio de la escuela una vez al mes.
Asimismo todas las mañanas lleguen todos a hora para oír la Misa en dicho Oratorio.
Todos los domingos y fiestas acudan todos al Oratorio, bajo la pena de expulsión de la escuela para los
desobedientes.
Cuando toque a una clase la Oración continua vayan pronto y con orden a dicha oración.
Ningún alumno quede en las escuelas bajo concepto alguno, una vez dadas las veintitrés y media.
[18] Ningún alumno puede llevar a la escuela clase alguna de armas, cuchillos ni cortaplumas; ni
tinteros de cuerno extraordinarios o cosa
semejante.
Los escolares no deben ofenderse a puñetazos, bofetadas ni cargas, ni tirarse pedradas, ni usar palabras
deshonestas, ni decir bajezas, injurias o acusaciones.
[20] Todos deben abstenerse de leer libros perniciosos o disolutos, y quien fuere hallado con algún libro
semejante será gravemente castigado.
D. [21] Normas que observarán los Operarios. Todos los Operarios deben ser obedientes a los decretos
de la Congregación; de lo contrario, el que los contravenga será expulsado si se juzga conveniente.
Todos los Operarios que no son de Misa, comulguen todos los domingos en el Oratorio de casa y todos
los días oigan la Misa.
[22] Entren todos a clase al toque de la campana y en ella ejercítense segÚn la capacidad de los
alumnos, con los cuales no se mostrarán parciales, sino que tratarán a todos por igual; no hagan caricias
a ninguno en particular.
[23] Preocúpese todo Operario de hacer que sus alumnos se confiesen al menos una vez al mes,
enseñándoles a hacerla bien; y haga que los mayores comulguen en el Oratorio, instruyéndoles para que
lo hagan con el mayor fruto.
[25] Castiguen a los alumnos solamente con la mano abierta, o con el caballo por encima de la ropa; y si
alguno mereciera un castigo mayor envíenlo al Prefecto.
Ningún operario vaya a casa de los alumnos sin licencia del Prefecto.
Ningún Operario salga de casa sin licencia del Prefecto o, en su ausencia, del sacerdote más antiguo.
A. La escuela de la señal de la cruz. Van los niños más pequeños y aprenden a silabear.
B. La escuela del salterio. De cinco horas diarias. Se aprende leer deletreando. Se les enseña la
doctrina cristiana y las oración necesarias.
C. La llamada séptima. Se les enseña a leer de corrido, con diversos libros, especialmente literatura
cristiana.
D. La llamada sexta. Se lee de corrido libros al azar. Al alumno más destacado se le nombra
emperador y va a tener privilegios. Se lee la sagrada escritura.
E. La llamada quinta o de la escritura. Se divide en tres partes: los principiantes en la escritura; los
que aprenden ábaco porque inmediatamente saldrán a trabajar y, finalmente, la tercera, los que
aprenden a escribir bien y se inician en las bases del latín
Calasanz tenía muy claro que a través de la educación de las generaciones más jóvenes, especialmente
de los niños, se podía transformar la sociedad, entendida ésta en su contexto como la misma Iglesia, o
como el Estado que profesa la religión católica; no obstante, el proyecto de Calasanz tiene sus
respectivas implicaciones sociológicas que rebasan su contexto y su tiempo, pues la Reforma de la
Sociedad constituye un principio básico de toda educación y que nos alcanza en nuestro tiempo y en
nuestro contexto.
La citada Reforma de la sociedad era el propósito de la educación de las escuelas de José de Calasanz y
él nos lo refiere a través de sus escritos. Aunque existen muchos testimonios en donde nuestro Santo
nos refiere tal propósito, yo me baso principalmente en tres fuentes, a saber: Constituciones de San José
de Calasanz escritas en Narni en el año de 1620; el celebérrimo Memorial al Card. Miguel Angel Tont
de 1621 y finalmente, algunas de sus cartas. A continuación los textos.
CONSTITUCIONES:
No 2 PROEMIO.- concilios ecuménicos, Santos Padres, filósofos de recto criterio afirman, de consuno,
que la reforma de la Sociedad Cristiana radica en la diligente práctica de tal misión. Pues si desde la
infancia el niño es imbuido diligentemente en la Piedad y en las Letras, ha de preverse, con fundamento,
un feliz transcurso de su vida entera.
No. 8 CANDIDATOS: A fin de que el ministerio de nuestra Congregación se desarrolle fecundo en el
seno de la Sociedad Cristiana para gloria de Dios y utilidad del prójimo, creemos necesario que se
estudie y ponga a prueba a nuestros candidatos con prudencia y habilidad.
No 175: COLEGIOS: Nuestra Congregación tiende a la esmerada educación del niño como a su meta
genuina. Según afirman abundantes Concilios Ecuménicos, en ella radica la reforma de la sociedad.
Si, pues, nuestra Obra se lleva a cabo con el esmero debido, es indudable que continuarán las
insistentes peticiones de fundación en numerosos estados, ciudades y burgos, como se ha venido
comprobando hasta el presente.
CARTAS:
Los textos son extraídos de: AA.VV. Cartas Selectas de San José de Calasanz
ALGUNAS REFLEXIONES:
Haciendo un poco de historia, podemos decir que, ser reformador, no era algo desconocido para
Calasanz, ya de joven sacerdote lo vemos inmerso en procesos reformadores: tal es el caso de los
conflictos episcopales en los que tuvo que asistir al Obispo Urríes, más tarde reformador de los
Agustinos y de los Benedictinos (Cfr. Giner 157ss).
Al incorporar el concepto de Reforma de la Sociedad al ideal de las Escuelas Pías Calasanz tiene
claridad en dos puntos:
Ante todo nuestro Fundador es un hombre absolutamente fiel a la Iglesia y a sus jerarcas, no obstante la
injusticia, su fidelidad fue inmaculada; sus cartas y sus constituciones están llenas de expresiones de
fidelidad eclesiológica; así mismo, podríamos citar una infinidad de anécdotas en dónde el Santo actúa
en consecuencia (el sombrero, la medicina del hereje, el pié de san Pedro Negro en el Vaticano).
Podemos dejar en claro que con reforma de la sociedad, Calasanz se nos revela como un fiel hijo de la
Iglesia. De ahí que Reforma de la Sociedad consistía en preservar de la doctrina falsa, educar con
certeza y en la Verdad.
Pero también para Calasanz está claro que la Reforma de la Sociedad Cristiana es un proceso de
transformación sociológica. La educación es la verdadera estrategia que transforma la sociedad, la
reforma, es decir, le da una nueva forma, algo que le es esencial. Pues es mediante la educación como el
ser humano se encamina a la verdad como conocimiento humano, pero también a su propia verdad,
como conocimiento de su propia realidad; la educación conduce a la verdad suprema, que es Jesús. Así
pues, la esencia de la Sociedad es la verdad.
Calasanz quería transformar su contexto, el que tanto le golpeó en Roma, la ignorancia religiosa y la
ignorancia de la cultura. Este es nuestro corolario del cual podemos desarrollar una amplísima
reflexión.