→ÚNICO CAPÍTULO←

En un lugar demasiado escondido en Busán había una Academia de bailarines con un

potencial excelente, digno de admirar.

Había todo tipo de estilos.

°Jazz
°Contemporáneo
°HipHop
°Ballet
°Polinesio
°Tango
°Popping
°Street dance (aunque no siempre se hacía en la calle).

Un paraíso para los amantes del baile.

En ese mismo lugar había una parejita muy cariñosa, dos jóvenes que a primera vista
sintieron por segunda vez lo que es amar algo profundamente claro está que lo primero
era su danza.
Park Jimin, un pequeño rubio que hacía Contemporáneo.
Y Jeon Jungkook el chico más dotado para todo el estilo Urbano.
Ellos estaban enamorados, cabe destacar que todos en la Institución incluyendo
Profesores sabían de su relación.

¿Problemas?, hubo bastantes en su inicio pero ahora preferían disfrutar cada instante
juntos un ejemplo era hoy que Jungkook con mucho sigilo se acercó al salón de ensayo
donde se encontraba únicamente Jimin.
Jeon solía visitarlo de vez en cuando a ciertas horas pues en una ocasión los
encontraron en una forma indecorosa, después de eso Jungkook tenía prohibido entrar
al salón de Park.
—Hola príncipe— dijo el pelinegro al oído de Jimin haciendo que detuviera la pirouette
en seco.
— ¡Kookie!— el rubio fue en busca de un sudoroso abrazo, suena asqueroso pero para
ellos eso era lo de menos— ¿has terminado tu ensayo?
Jungkook asintió y le dio un beso a Jimin sintiendo sus lindos y acolchonados labios,
Dios... cuánto lo amaba.
— ¿Has terminado el tuyo?— preguntó Jungkook tomando de la cadera a Jimin.
—Sí, solo deja me cambio de ropa— el pelirubio volvió a besar a Jungkook tardando un
poco más.
Entonces una canción sonó tras los parlantes... Jeon fijó su vista a la de su pequeño
novio y este sonrió cómplice.
Oh, sí.
Tal como si fuese una película ambos comenzaron a bailar bajo el efecto de la melodía,
¿por qué?, porque esa era su canción.
Combinaban pasos al azar y reían tontamente al verse.
Él uno para el otro.
Jimin giró sobre su eje para correr hacia Jungkook quién tomó su pierna derecha y la
levantó con cuidado, sus respiraciones estaban agitadas. Se miraron a los ojos durante
unos segundos y Jungkook le hizo un guiño a Jimin, este solo soltó una risa armoniosa
y dejó su torso caer hacia atrás.
Cuando el pelo rubio se reincorporó Jungkook acorraló a Jimin bajándolo de poco al
suelo donde esté quedó acostado y Jeon encima de él recargado en sus antebrazos y
las puntas de sus pies comenzó con un movimiento pélvico que iba directo al cuerpo de
Jimin.
—J-Jeon para— sonreía Park bajo Jungkook.
—Detenme— dijo el pelinegro para besar con delicadeza las mejillas de Jimin,
entonces el peli rubio se escabulló para salir de su arresto.
—Nos van a volver a castigar— Jimin fue directo a apagar la música y después de
unos minutos se cambió.
—Ash, aburrido— decía Jungkook con un puchero.
Salieron tomados de la mano mientras platicaban de cosas triviales, era el último día de
la semana lo cual significaba poder visitar a sus padres o familiares.
—Supongo que querrás ir primero a ver a los suegros, ¿verdad?— preguntó Jungkook
acomodando con su mano desocupada su bolso.
—Sip— brincoteaba Jimin con alegría— me dijo mi mamá que nos compró un pote de
helado de nuez.
— ¡Entonces a la casa de los suegros Park!— dijo Jungkook con euforia lo que hizo
achinar los ojos a Jimin de felicidad.
Jeon tenía un departamento demasiado chico, literal solo cabían unas tres personas a
lo mucho, sus padres vivían en el extranjero y a pesar de que llamaban seguido a
Jungkook no lo veían de la misma forma, solo trabajaban y enviaban dinero para que
Jungkook siguiera su sueño, el pelinegro estaba muy bien como vivía.

Amaba a sus padres y sus padres a él.

Pronto se encontraron cerca del hogar de su novio y con mucha amabilidad saludó al
Señor Park quién le preguntó cómo había ido todo en sus clases, platicaron un rato y
luego entraron a la cocina donde la Señora Park servía la comida en platos.

—Siéntense, llegan justo a tiempo— sonrió la mayor— que bueno que estás aquí
Kookie.
—También me alegra verla— dijo Jungkook— Jimin los extrañó.
—Y yo creo que nos va a extrañar más porque hoy tenemos que salir a un cita de
negocios, ¿verdad cariño?— el Señor Park asintió mientras comenzaba a comer—
pero no sé preocupen pueden acompañarnos o quedarse aquí.
La pareja adolescente se miró un largo rato.
— ¿Qué pasa?— preguntó el papá de Jimin.
—Es que yo quería llevarme a Minnie un rato pero si se van a ir supongo que mejor
salimos después, no pasa nada— Jeon bebió de su agua.
—Sí, no pasa nada— concordó Jimin sonriendo.
— ¡Oh, no, no!— exclamó la mayor— Jimin tiene permiso de salir siempre y cuando
sea contigo, te conocemos y confiamos en ti y en qué cuidarás de nuestro Mochi,
llévatelo, no hay problema.
Jungkook quiso reír, era muy fácil convencer a sus suegros y le encantaba. En cambio
Jimin se sintió botado por sus propios padres.
—Muchas gracias— habló Jeon lleno de emoción— prometo traerlo yo mismo hasta la
puerta de su casa...
—Pero hasta mañana— cortó el peli rubio y al Señor Park se le atoró media vida en la
garganta. La Señora palmeó la espalda de su esposo estabilizándolo.
—Solo cuídense— terminó por decir el mayor.
Luego de una charla muy larga, todos fueron a sus destinos.

Se comieron por repleto el helado que su madre les obsequio en el sofá de Jungkook,
acurrucados mientras veían videos graciosos en la televisión.

—Después de esto debo hacer mucho ejercicio— se quejó Jimin— odio mi panza.
Hundió el rostro en el pecho de Jungkook y este acarició su cabello.
— ¿Cómo puedes odiar algo que yo tanto amo?— preguntó Jeon ofendido.
—No empieces Kook, cuando me hablas así me es inevitable cambiar de opinión
cuando insulto mi cuerpo...
—Ese es mi objetivo— el pelinegro alzó el mentón de Jimin y con sumo cuidado
acarició sus belfos perdiéndose en ellos con un suave y cremoso beso.
—Te amo mucho— suspiró Jimin entre la boca de Jungkook.
—Yo te amo más— respondió Jeon apresando entre sus dientes el labio del peli rubio.
Pronto y con mucha paciencia fueron a la habitación de Jungkook donde él más alto
recostó a Jimin en la cama, seguían besándose, acariciando el cuerpo del otro,
comenzando a ser uno como siempre que hacían el amor.
Aunque a decir verdad cuando ellos estaban en la intimidad se volvían doblemente
intensos, nunca había pena de hacer algo diferente, sus cuerpos se volvían más
calientes, ni siquiera podían definir una posición favorita ya que cada vez había una
nueva o una mejor.
Jungkook besó la frente de Jimin y bajó sus manos al abdomen plano y claro de este,
subió un poco su remera y dejo varios besos húmedos ahí haciendo suspirar al peli
rubio.
—Amo cada parte de ti Minnie— subió lentamente al oído de su novio— hasta lo que
tienes ahí atrás...
Lamió el lóbulo de la oreja, Jimin en un principio quiso soltar una risa por lo que su
conejito había dicho pero contrario le salió un jadeo demasiado excitante.
Después de aquello Jungkook despojó al pelirubio de sus jeans ajustados y empezó a
besarlo con más fervor.
Park tomó la camisa de Jungkook y la sacó del juego, al igual que el chándal que tenía
puestos.
Estaban en ropa interior y cuando Jeon se alzó para ver a Jimin mejor este abrió sus
piernas con una sonrisa maliciosa, mientras acariciaba sus propios muslos.
—Me haces delirar— dijo Jungkook acercándose como cuando un animal tiene
rodeado a su presa— ven aquí...
Jimin rodeó el cuello de Jungkook con sus manos y lo empezó a besar, lamiendo la
lengua del pelinegro sin ningún pudor y es que el pequeño Park siempre se hizo la
interrogativa.
¿Quién podía reprimir sus deseos tan más oscuros con Jeon Jungkook?
Pues obviamente todos a excepción de él que era su novio.
Pobres bobos, pensó el peli rubio para luego llevar su mano a la gran entrepierna de
Jungkook sacándole un gemido muy varonil, esos que le ponían la piel chinita.
—Fóllame como solo tú sabes amor— pidió entre jadeos Jimin.
Jeon sonrió y comenzó a tocar por encima del bóxer el miembro de su pelo rubio, sus
cuerpos ardían en calor porque diablos, querían comerse a todas horas.
Ya lo habían hecho en el dormitorio de cada uno dentro de la Academia, en el salón de
ensayos, en la casa de ambos, incluso una noche salieron a la piscina y lo hicieron
dentro, acordarse de aquello puso más duro a Jungkook y casi arranca la ropa interior
de Jimin.
Bajó hasta abrir más las piernas de Jimin y este sin protesta lo hizo, era tan bueno ser
muy flexible... y más si Jungkook lo pedía de esa manera.
Jimin sintió una húmeda y juguetona lengua en su entrada.
—Mmmgh~... Joder Jungkook— jadeó Park tomando mechones pelinegros de su
novio— ahhhh....
Jungkook profanó la rosada entrada de su novio mientras lo masturbaba. Él sabía tan
bien en todos los sentidos.
Park movió sus caderas buscando más contacto, después de unos minutos Jeon salió
de entre sus muslos. Era turno del peli rubio y lo sabía, sin nada más que escuchar,
solo sus agitadas respiraciones Jimin se puso de rodillas y fue directo al miembro de su
novio.
Con su mirada fija en los ojos del pelinegro sacó su lengua y lamió toda la extensión.
—Jimin...— suspiró Jungkook cerrando fuerte los ojos. El nombrado metió la mitad a su
boca chupando de una manera morbosa, succionando el glande y jadeando.
Cuando Jeon se animó a abrir de vuelta los ojos se encontró con una imagen que
siempre le afectaba tanto, el culo de Jimin empinado, lo movía de un lado a otro
mientras que el peli rubio seguía lamiendo insistente su pene.— más bebé, más...
Como si fueran órdenes Jimin saco y metió el palpitante falo de Jungkook.
Con ardua rapidez Jeon alejó a su novio y lo volvió a acostar para alzar ambas piernas
y propinarle una deliciosa nalgada.
Jimin gimió y Jeon introdujo dos dedos en el interior del más bajo. En ese momento
Jimin no dudaba que se correría antes de tiempo.
Jungkook sabía que Park amaba ser dominado de una forma ruda y eso lo ponía
bastante. Colocó las piernas de su novio en sus hombros y embistió fuerte.
— ¡Ahhhh mghh~ sí Jungkookie!— carajo, cuando Jimin decía Jungkookie todo, todo
se iba al olvido pues ambos disfrutaban.
Jungkook dio una estocada certera y cuando Jimin mordió su labio supo que podía
comenzar a profanar su próstata, si, cuánto amaba eso.
El sonido de sus pieles chocar, la imagen que tenía Jungkook al ver su miembro
perderse en el enorme y hermoso trasero de su chico.
Le estaba dando realmente duro y Jimin solo balbuceaba mientras se acariciaba su
miembro.
—Mírate— jadeo Jungkook— tan necesitado— se burló dando más y más duro.
El interior de Jimin estaba caliente y apretado, tanto como a Jeon le gustaba.
—Más, amor... Dame más — gemía el pelirubio. Entonces Jungkook tomó las manos
de Jimin y las llevó sobre su cabeza.
—Te vas a correr sin tocarte— dijo el pelinegro y eso hizo delirar a Park.
Estocada tras estocada y al fin Jimin sintió el alivio de su clímax, fue cuando Jungkook
sintió su pene ser más apretado y sin dudarlo se corrió dentro del pelirubio soltando un
gemido demasiado alto.

Miró el rostro sonrojado de Jimin, amaba cuando se ponía así por él, beso sus
rechonchos labios mientras salía lentamente de él.
—Te amo, enserio te amo tanto...— susurró Jimin adormilado.
—Es tierno el cómo te da sueño tan rápido después de que entro en ti— Jimin soltó un
suspiro pesado con aquellas palabras.
—Aún aguanto otra ronda, ¿sí?— eso hizo reír a Jeon.
—Te creo amor, te creo— Jungkook acarició el cabello rubio de Jimin. Se levantó para
traer una toalla húmeda y limpiar a su novio, cuando volvió Jimin estaba boca abajo y
Jungkook se aguantó las ganas de una ronda más, Park siempre terminaba todo
adolorido, así que simplemente mordió con cariño la carne de su enorme trasero
haciendo jadear a Jimin— voltea pequeño, voy a limpiarte para ir a dormir.
Sin mucho que reprochar el peli rubio asintió y después de ciertos minutos llenos de
mimos se acostaron, mientras hablaban la conversación dejaba de tener sentido debido
al sueño que se cargaba Jimin.
—Kookie— habló Park.
—Hmm...
—Tú eres yo...— alzó su dedito apuntando a Jungkook, este sonrió y alzó el suyo
también.
—Y yo soy tú— unió ambos dedos.
—No pienso dejarte ir nunca nunca— balbuceaba Jimin.
— ¿Crees que me iría al menos?— Jeon abrazó con cariño a Jimin— aún nos faltan
cien vidas más juntos amor.
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FIN. ❄