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[00]

Jungkook

sólo sabía una cosa. Como mínimo una vez a la semana, escaparía de casa

al anochecer e iría a cantar a esa calle, en espera de su persona

especial. Quizás si ella era capaz de reconocer su voz, quizás si ella

era capaz de verle brillar incluso en la oscuridad, él finalmente

obtendría sólo felicidad, como si de un milagro se tratara.

Taehyung

nunca supo por qué era tan especial para él el niño angelical que cada

semana cantó bajo la luz de la luna. Pero incluso si su corazón fue

incapaz de comprenderlo, aceptó sin ninguna duda darle un lugar en su


vida. Y ese lugar fue tan excepcional, que ni siquiera el paso del

tiempo pudo arrebatárselo.

Jungkook fue la persona especial de Taehyung.


Y Taehyung, para Jungkook, fue su verdadero milagro.

[01]

· Sábado 2 de Septiembre de 2006

Taehyung

dio vueltas en su cama, sin conciliar el sueño. Se quejó un sinfín de

veces con Morfeo y bufó otras tantas, preguntándose por qué él, a su

corta edad de 10 años, aún no había caído rendido tras un largo día

lleno de juegos. Había escuchado a su madre decir muchas veces que tras

quedarse sin energías, dormiría como un angelito, pero ahí estaba ahora,

casi las 4 de la mañana y sin poder pegar ojo.

Quizás

la razón por la que se encontraba tan eufórico, era porque se había

enterado de que el fin de semana siguiente Jimin visitaría su casa

después de mucho tiempo. Luego de que él se fuera a Busan en febrero,

realmente había llegado a pensar que no volvería a verlo. Esperar la

llegada del próximo sábado lo estaba poniendo más ansioso que nunca y se

estaba obligando a recordar que dentro de pocas horas tenía que

levantarse para visitar la casa de sus tíos.

Cerró

sus ojos fuertemente, mentalizándose, contando ovejas para lograr

dormirse, y volvió a abrir sus ojos con molestia cuando la oveja 149
tropezó con la cerca y cayó sobre sus compañeras, haciéndole reír de tal

manera que terminó perdiendo la cuenta.

Ah,

¡ser un niño con insomnio era tan difícil! Quizás sería más fácil

colocarse en la ventana y contar las estrellas, al menos ellas no le

fallarían tal y como hicieron las ovejas.

Se

levantó, poniéndose sus pantuflas de tigre, y caminó rápidamente hasta

su ventana. A medida que estaba más cerca de esta, pudo percibir un

pequeño murmullo desde el exterior y terminó caminando a hurtadillas

para luego mirar cautelosamente hacia afuera. Porque, ¿quién podría

estar a esa hora en las calle? Sus ojos se agrandaron con sorpresa al

verificar una pequeña figura a escasos metros de su casa, apoyada contra

el poste de luz de al frente.

Sus

dedos se movieron de manera automática hasta el seguro de la ventana,

quitándolo para abrirla. Su madre le había dicho cientos de veces antes

que jamás debía de dejar esa ventana abierta durante la noche, pues

aunque vivían en un sector tranquilo, no podían tentar a la suerte.

Además, como los Kim habitaban en una casa de un solo piso, más

precavidos debían ser. Pero ahí estaba el pequeño ahora, abalanzándose

sobre el marco de su ventana para mirar pasmado al niño desconocido que

conservaba la mirada baja mientras cantaba con voz dulce una desconocida

canción.
[02]

· Sábado 16 de septiembre de 2006

Eran

más de las 3 de la mañana y Taehyung se estaba esforzando por

mantenerse despierto. El fin de semana pasado, debido a que Jimin se

había quedado esos días con él, no había logrado desvelarse. Había

jugado con su mejor amigo por tanto tiempo, que ambos habían terminado

agotados al llegar la noche, y el menor de los dos tuvo que asumir que

no podría comprobar si aquel niño con voz bonita volvería a aparecer.

De

todas formas, Taehyung le había comentado a Jimin sobre Jungkook,

sintiéndose desilusionado cuando el pequeño de mejillas rellenas sólo lo

señaló como un mentiroso bajo argumentos como "los niños no salen de

noche". ¿Cómo su mejor amigo osaba a tacharlo de mentiroso? Bien, él

había dicho mentiras antes, ¡pero eran absolutamente piadosas! Y si las

veías desde sus zapatos, tan mentiras no eran.

Como

por ejemplo, la vez que le comentó a todos que detuvo un auto con su

mano a mitad de la calle para salvar a un perrito que estaba cruzando,

cuando en realidad él había tomado al cachorro en brazos antes de que


este fuera capaz de cruzar. Pero, al fin y al cabo, ¿no había salvado al

cachorro? Eso era lo importante.

como la vez que le comentó a sus compañeros que pasó sus vacaciones de

verano en un submarino estudiando peces con su padre cuando en realidad

sólo había visitado un acuario. ¡Pero en definitiva, él había visto

peces!

también estaba esa vez que contó que por su cumpleaños, su madre le

había llevado a visitar otros planetas en una nave espacial exclusiva

para él. Y la realidad no era tan lejana: su madre lo había llevado a un

planetario a ver constelaciones y planetas y, al terminar el día, lo

había dejado subirse a la nave espacial mecánica fuera del lugar. ¡Él

había sido el único en esa nave! Y, por supuesto, nadie podía dudar de

que conoció la galaxia ese día.

Por tanto, ¿cómo podían ser esas mentiras tan terribles?

Pero

por más que le insistió a Jimin que había conocido a un niño con voz

bonita, este no pudo ignorarlo más de lo que hizo. ¡Ah, si tan sólo él

hubiera estado despierto para conocer a Jungkook!

―Estás

aquí de nuevo ―Taehyung abrió su ventana cuando escuchó a alguien

cantar nuevamente. Los ojitos del menor no perdieron atención de él

mientras continuaba cantando. ―¿Por qué vienes a cantar aquí? ¿Tu mamá

no se enoja porque sales tan tarde? ―Y esa respuesta definitivamente la

necesitaba. ¡Podría darle una explicación lógica a Jimin entonces!


―Mamá

no está en casa ―Contestó Jungkook, dejando de cantar. ―Y es por eso

que canto. Mamá dijo que cuando la perdiera, tenía que quedarme en el

mismo lugar esperando por ella y cantar si es que me sentía triste

―¿La

has perdido? ¿Qué hay de tu padre? ―Jungkook sólo le miró en silencio.

―¡Pero tú ni siquiera te quedas en el mismo lugar! En ese caso, ¿no

sería más fácil venir a cantar durante el día? ¡La noche es muy

tenebrosa!

El

menor junto sus labios, formando una línea recta. Incluso si su mirada

estaba llena de inocencia, Taehyung se sintió cohibido ante lo intensa

que era. No le había hecho enojar por ser demasiado preguntón, ¿cierto?

―Ella se fue ―Contestó finalmente.

―¿Hace cuánto?

―En

año nuevo ―La mirada de Taehyung se amplió. ¡Habían pasado meses! ―Ella

peleó con papá y se fue de casa, pero dijo que volvería por mí, así que

vengo a esperarla aquí, porque este es el lugar donde la vi por última

vez ―Alzó la vista hacia el poste de luz. ―Papá no me deja salir de casa

al menos que sea para ir al colegio, por eso debo venir de noche

mientras él duerme. Me quedo en este lugar porque mamá podrá verme bajó

la luz ―Señaló el foco.

―Entonces cuando dijiste que olvidó tu cumpleaños...


―Pensé

que ella me mandaría una postal ―Admitió con voz triste, volviendo a

bajar la cabeza. ―Pero supongo que está ocupada, ella debe estar

reuniendo dinero para venir por mí ―Habló con convicción.

Taehyung

le miró silenciosamente. Ahora que había unido las piezas de la

historia, tenía más sentido del que pensó, ¡definitivamente Jimin

tendría que creerle ahora! Abrió la boca, queriendo hablarle a aquel

niño de su mejor amigo, mas rápidamente la cerró al recordar algo; ¿no

sería problemático para Jungkook si su padre se enteraba de que escapaba

por las noches? Y si se lo comentaba a Jimin...

Desistió de la idea en un santiamén. Él prefería quedar como un mentiroso que afectar a


Jungkook por andar de bocazas.

―Hey

―Lo llamó, el menor alzó tímidamente su rostro hacia él. ―¿No te da

miedo? ―Y ahora ladeó su cabeza, claramente confundido. ―Estar de noche

en la calle, ¿no te da miedo?

Jungkook

observó fijamente la calle; demasiado fría y solitaria. No obstante,

una pequeña sonrisa estaba grabada en sus labios cuando regresó a ver a

Taehyung.

―Me da más miedo estar en casa ―Confesó.


A Taehyung le hubiera gustado entender a qué se refería en ese entonces.

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Tenía una voz bonita.

Taehyung sonrió embobado mientras le escuchaba con atención. Si aquel

niño cantara para él, seguramente gozaría de un sueño precioso. O, en

otro extremo, quizás estaría tan afanado escuchándole, que ni siquiera

lograría dormir por ponerle atención.

Eran

las 4 de la mañana y el desconocido dejó de cantar. Y cuando alzó su

cabeza, topándose con los ojos curiosos y brillantes de Taehyung, este

último comprobó una cosa más: su voz no era lo único precioso en él.

quizás Taehyung sí estaba durmiendo. Quizás, después de todo, hace

tiempo había caído en brazos de Morfeo. Porque inocentemente, con su

corazón latiendo por montón, sólo pudo catalogar al chico frente a él

como un ángel; Morfeo le había enviado un ángel en compensación por su

insomnio. Y el ángel le miró, en silencio, con ojos negros como esa

noche; con ojos cubiertos de diminutas lágrimas que brillaban de tal

forma, que sólo se podrían comparar a las estrellas.


―¿Por qué estás llorando? ―Preguntó Taehyung.

Y era un poco extraño,

pensó. Porque tenía decenas de preguntas más que hubiera preferido

hacer. Quería saber su nombre, su edad, por qué estaba en la calle a

esas horas, cómo era posible que sus padres le dejaran salir de noche

siendo que a él le tiraban las orejas para obligarlo a entrar a casa

apenas comenzaba a oscurecer. Pero no, ahí estaba, preguntándole la

razón de sus lágrimas, porque no comprendía por qué alguien que no

parecía estar triste, estaba llorando.

El

niño le miró, un poco aturdido, aparentemente sin poder creer que

alguien más ahí, además de él, también estaba despierto. Giró su

cabecita, observando las solitarias calles, y se atrevió a caminar hasta

aquel que no dejaba de mirarle desde su ventana. Se paró en puntillas,

haciéndole notar a Taehyung que era más bajo que él, y sus rostros

quedaron frente a frente mientras ambos permanecían igual de curiosos.

―¿Por qué no estás durmiendo? ―Preguntó el más pequeño.

―Tú tampoco estás durmiendo ―Su ceño se frunció. ―¿Por qué estás llorando? ―Insistió.

―Mamá ha olvidado mi cumpleaños

Taehyung abrió la boca,

sin saber qué decir. ¿De verdad una madre podía olvidar el cumpleaños de
su hijo? Su madre lo regañaba seguidamente, cierto, sobre todo porque

él era un niño demasiado travieso, ¡pero ella jamás había olvidado su

cumpleaños! Y tampoco lo haría en el futuro, pondría sus manos al fuego

por ello.

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―¿Cuál es tu nombre? ―Preguntó, intentando no sentirse mal por las lágrimas que aún
cubrían sus ojos.

―Jeon Jungkook

―Bien ―Aclaró su garganta, recibiendo una mirada indagadora del contrario. ―Cumpleaños
feliz ―Comenzó a cantar. ―Te deseo yo a ti ―Las lágrimas se deslizaron por el rostro
del niño. ―Cumpleaños, Jeon Jungkookie, ¡que los cumplas feliz!

Taehyung terminó de

cantar, esperando no haber elevado demasiado la voz o definitivamente

estaría en problemas con su madre. Miró al niño, esperando una reacción

positiva, y temió un poco cuando lo vio retroceder un paso lejos de él.

Su respiración se cortó un segundo más tarde cuando ahí, justo donde

estaba de pie, la luz de la luna lo bañó en toda su magnitud,

convirtiéndolo en un ser casi celestial. El niño secó sus lágrimas con

los puños de su chaleco, intentando dejar de llorar, y el corazón de

Taehyung fue envuelto con dulzura cuando finalmente el contrario le

enseñó su preciosa sonrisa.


―Muchas gracias ―Su voz

sonó más feliz cuando hizo una reverencia y continuó secando sus

lágrimas. ―Disculpa por llorar ―Agregó apresuradamente.

―¿Por qué te disculpas? ―Preguntó sin comprender; él jamás se había disculpado por
llorar.

―A papá no le gusta que llore ―Contestó apenado. Su labio inferior formó un puchero
inconsciente cuando volvió a mirarlo.

―Está bien, somos los únicos aquí ―Le tranquilizó.

Jungkook parpadeó y miró el cielo un momento. Taehyung se sintió encantado cuando esos
grandes ojos volvieron a detenerse en él.

―Por cierto, ¿cuántos

años cumpliste? ―Se atrevió a preguntar. Jungkook miró sus manos,

alzándolas tímidamente para enseñar 9 de sus dedos. ―¡Eso quiere decir

que eres menor que yo! Cumpliré 11 este año ―Golpeó su pecho con

orgullo; le gustaba ser el mayor. ―Me llamo Kim Taehyung ―Se presentó.

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―Kim Taehyung... ―Repitió en voz baja, su nombre pareciéndole vagamente familiar.

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―No, no, ¡no! Hyung, tú debes llamarme hyung ―Indicó. ―Ya que soy mayor que tú, seré tu
hermano mayor

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Jungkook parpadeó,

preguntándose por qué aquel desconocido se tomaba tal atribución e

incluso le daba la confianza para llamarlo hyung. No era como si ellos

fueran a volverse a ver, ¿cierto? Pero incluso si abrió su boca

queriendo expresar sus dudas, volvió a cerrarla al ver la sonrisa del

contrario.

Taehyung le sonreía como alguien que acababa de hacer un amigo; como la clase de
persona que deseaba darte una bienvenida.
Y para Jungkook, siempre reservado y solitario, era agradable la idea de reencontrarse
con quien él deseaba al menos una vez.
[03]
· Sábado 23 de septiembre de 2006

―Odio

los exámenes de otoño ―Comentó Taehyung de repente mientras su nuevo

amigo tarareaba dulcemente una melodía, mirándole fijamente. ―Bien, los

de otoño, los de invierno, los de primavera, los de verano y... todos

los exámenes en sí. ¿Por qué nos obligan a estudiar?

―Mamá me dijo una vez que debía de ser feliz por poder asistir a la escuela, ya que no
todos los niños tienen esa oportunidad

―Los

padres dicen eso porque ellos no tienen que estudiar ―Taehyung se

encaramó en el marco de la ventana, sentándose ahí mientras sus piernas

colgaban hacia al exterior. ―Brrr, ¿no tienes un poco de frío? La cama

es más calentita ―Se abrazó a sí mismo. Jungkook se encogió de hombros,

más acostumbrado a las temperaturas bajas durante la noche. ―Presiento

que me fue fatal, en serio

―Deberías de estudiar más

―¿Qué

niño de 10 años quiere pasar el día estudiando? ―Frunció su ceño en


claro desacuerdo. ―¿Tú sí estudias mucho? ―El menor asintió. ―Por lo que

te ha ido muy bien en los exámenes, ¿cierto? ―Y ahora su expresión era

neutral. ―¿Jungkook?

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―Puede... puede que no muy bien ―Admitió.

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―¿Entonces de qué te ha servido estudiar? ―Rió por lo bajo, divertido con el desenlace.

―No fue porque no estudié, yo me quedé dormido en medio de mi examen de coreano


―Comentó con absoluta pena.

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―¡Eso

es porque vienes aquí durante las noches en vez de dormir! ―El niño

sólo miró el piso, sintiéndose culpable. ―No te preocupes, si repruebas,

al menos ya seremos dos

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―Eso no lo hace mejor

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―Mamá y papá tienen que entender que ser un estudiante de quinto año es verdaderamente
difícil ―Suspiró dramáticamente.

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―Yo sólo estoy en tercero ―Susurró.

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―¡Cierto!

¿Cómo un estudiante de tercero puede reprobar su exámenes? ―Jungkook

sintió sus ojitos arder ante esas palabras. ―Hey, espera, no es tan malo

―Intentó calmarlo.

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―Papá se enojará conmigo ―Secó sus ojos con las mangas de su chaleco.

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―Mamá

también se enoja conmigo todo el tiempo, ¡vamos a superarlo! ―Jungkook

le miró y sorbió por la nariz, luciendo como un cachorrito triste. ―Lo

peor que puede llegar a pasar, es que no nos compren nuestros regalos de

navidad

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―Es Santa Claus quien trae los regalos ―Señaló el menor, mirándole extraño.

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Taehyung mordió su lengua. ¿¡Cómo un niño de tercer año aún creía en Santa Claus!?

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―Cierto,

cierto, el señor gordo nos traerá carbón en vez de regalos ―Intentó

seguirle el juego. La mirada del niño se amplió al escuchar tales

palabras.

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―¡No le digas gordo a Santa!


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―¿Y quién eres tú? ¿El defensor de los hombres gordos vestidos de traje rojo?

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―¡Es por eso que él no te traerá regalos!

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―¡Me parece bien! De todas formas, él jamás me trae lo que quiero, de lo contrario, ¡ya
tendría mi PS2!

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Jungkook abrió su boca, queriendo argumentar contra esa lógica, mas su carita se arrugó
al caer en un punto importante.
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―¿Qué es una PS2?

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Taehyung le miró horrorizado. ¿Qué clase de niño no sabía que era una PS2?

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―¡Una

PlayStation 2, por supuesto! ―El menor seguía mirándole confundido.

―¿De verdad no sabes lo que es? ―Y ahora negó con la cabeza en

respuesta.

79
Taehyung

le dio una mirada desconfiada, ¿podría Jungkook estar mintiendo? Lo

repasó de pies a cabeza, estudiosamente, y le fue difícil no detenerse

en ciertos detalles: aquel niño siempre estaba vistiendo igual. ¿Sería

ese su pijama? ¿O quizás su ropa favorita? Se veía vieja y, además, sus

zapatos lucían estropeados también. ¿Quizás Jungkook era pobre? Eso

podía tener sentido. Y bien, ¿qué importaba si era pobre? ¡Él también lo

era! Bueno, no pobre exactamente, pero sus padres estaban lejos de consentirlo. ¿Y por
qué estaba pensando en todo eso de todas formas?

312

―Bien, una PS2 es... una consola donde puedes jugar muchísimos juegos ―Intentó
explicarle de la manera más básica que imaginaba.

―¿Cómo una Super Nintendo?

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―¿¡Cómo puedes conocer esa consola arcaica y no la PS2!?

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Jungkook

se encogió en su sitio. ¿Arcaica? ¿Él había dicho arcaica? ¿Pero qué

demonios significaba arcaica? ¡Más le valía que fuera una buena palabra!

Porque, ¿¡quién en su sano juicio podía despreciar una SNES!?

―Está

bien, está bien, vamos a guardar la calma ―Dijo el mayor al notar que

la mirada del más pequeño estaba llena de recriminación. ―Cuando tenga

mi PS2, te invitaré a jugar, ¿sí? Y podrás comprobar por ti mismo lo

genial que es

La

mirada de Jungkook brilló y quiso invitarlo también a su casa para jugar

con su SNES, sin embargo, desistió de la idea al recordar lo mucho que

eso podría molestar a su padre.

Estaba bien tener un amigo siempre y cuando no lo llevara a jugar a su hogar.

[04]

· Sábado 30 de septiembre de 2006

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Taehyung

iluminó su comic con una pequeña linterna debido a que la luz que

entraba por la ventana no tenía el suficiente alcance para ayudarle a

leer el texto. Bostezó con pereza, confirmando la hora en el reloj de

pulsera que le había regalado su padre esa última navidad, y suspiró con

pesadez porque ya eran las 4 y Jungkook aún no daba señal de vida.

¿Acaso no vendría aquella noche? ¿Él había estado esperando para nada?

Hubiera sido más fácil si tuviera alguna forma de comunicarse con él.

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Se

levantó de mala gana, estirándose tras abandonar su revista, y en cuanto

miró por la ventana, sus ojos se abrieron con sorpresa al ver a su

pequeño amigo bajo del poste mientras estaba hecho bolita. Abrió su

ventana al instante, preparándose para regañarlo por su tardanza y, aún

peor, ¡por no avisarle que había llegado hace quién sabe cuánto! Mas se

detuvo al oír su llanto desconsolado. ¿Por qué Jungkook estaba llorando

ahora?

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―¿Ha sucedido algo malo? ―Preguntó el mayor, sacando su cabeza por la ventana.

Jungkook

no respondió. En cambio, debido a que continuó llorando por unos

minutos más, Taehyung tuvo que limitarse a observarle hasta que se

animara a hablar. ¿Pero qué tan malo podía ser lo que pasaba para que ni

siquiera fuera capaz de articular palabra?

―¿Jungkook?

―Insistió después de 3 minutos demasiado eternos para cualquier niño.

El aludido apenas levantó su cabeza para mirarle con ojos tristones.

―¿Qué pasó?

―Reprobé mi examen de coreano ―Respondió con voz quebradiza, su labio inferior formando
de manera automática un puchero.
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―¡Pero

si sólo era eso! ―Taehyung le miró como un fenómeno, suspirando más

calmado un minuto más tarde mientras buscaba palabras de consuelo. ―Ya

sabes, sólo es coreano. Yo reprobé matemáticas y ciencias ―Sonrió para

él, intentando contagiarle su alegría. Tristemente, los ojos del menor

volvían a llenarse de lágrimas. ―¡Y mis padres inclusive me han

castigado! ¿Tu padre te ha castigado?

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Jungkook

negó suavemente con la cabeza, sus lágrimas deslizándose

silenciosamente por sus mejillas. Taehyung no podía comprender la razón

de su llanto siendo que había salido completamente ileso de su mal

resultado.

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―Pues

bien, deberías de animarte entonces ―Suspiró. ―Mis padres me han

prohibido salir a jugar por dos fines de semana, ¿puedes creerlo? Así

que no llores por reprobar coreano, pudo haber sido peor

―No lloro por reprobar coreano, lloro porque papá se ha molestado conmigo

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―¿Y tan horrible ha sido?

―Él ha lanzado mi consola al piso y la ha roto ―Sollozó. ―Y era el único obsequio que
me quedaba de mamá

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Taehyung

selló sus labios al no saber cómo responder. ¿Qué clase de padre podía

hacer algo tan malo? Cualquier padre normal sólo requisaría la consola

hasta que el castigo terminara, ¡pero estropearla era por mucho un

exceso! ¿Acaso no habían gastado muchísimo dinero comprándola?

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Jungkook

volvió a llorar afligido, ocultando su rostro contra sus piernas

mientras no dejaba de abrazarlas. Taehyung se sintió aún más desesperado

al sentir que no podía hacer nada por él. ¡Incluso él tenía ganas de

llorar al escuchar el acto desalmado cometido por el padre de su amigo!

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―Hey,

Kookie, no llores ―Pidió con voz suave mientras se subía a su ventana.

―Subiré mis calificaciones para que mis padres me compren esa PS2, ¿sí?

Entonces te invitaré a mi casa y la compartiré contigo. Es más, ¡será de

ambos! ―El menor sólo siguió llorando. ―Además ―Agregó, aclarando su

garganta. ―¿No te dijo tu madre que debías de cantar cuando estuvieras

triste? ¡No deberías de estar llorando!


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Jungkook

intentó dejar de llorar, recordando las palabras de su madre, pero el

sentimiento que invadió su pequeño corazón fue aún más desolador ante su

recuerdo. ¿Qué haría ahora que no tenía nada que le conectara a su

madre?

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El

menor lloró, aún más fuerte; Taehyung sintió miedo de que sus sollozos

fueran lo suficientemente altos para despertar a alguien. Saltó desde el

marco de la ventana, casi tropezando con sus pantuflas que por poco

escaparon de sus pies, y se dirigió rápidamente hasta el niño convertido

en un ovillo.

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―¿Estrellita, dónde estás? Me pregunto qué serás. En el cielo y en el mar, un diamante
de verdad. ¿Estrellita, dónde estás? Me pregunto qué serás. ―Cantó mientras le
abrazaba. ―Cuando el sol se ha ido ya, cuando nada brilla más, tú nos muestras tu
brillar; brillas, brillas, sin parar

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Continuó

cantando hasta el final, provocando que el menor dejara de llorar para

ponerle atención a su dulce voz, y sonrió para este en cuanto levantó su

bonito rostro para observar sus ojitos llorosos.

―Eso

es, cuando no puedas cantar, voy a hacerlo por ti ―Prometió, secando

las pequeñas lágrimas. ―Así tu madre definitivamente escuchará a alguien

en cuanto regrese. ¡Le hablaré de ti si es que tú no eres capaz de

hacerlo por ti mismo!

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―Hyung...

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El

corazón de Taehyung se sintió tibio de solo escucharlo. ¿En qué momento

él se había convertido en un hyung? ¡Ah, era tan genial poder cuidar de

alguien!

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―Muy

bien, ya no llores ―Apartó hasta el último rastro de llanto. ―No

importa si ya no tienes tu consola, mientras tengas a tu madre en tu

corazón, será más que suficiente ―Enseñó una linda sonrisa rectangular.

―¿No es así?

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―Sí,
tú... tienes razón ―Admitió, asintiendo con más ánimos. ―Siempre pienso

en mamá, así que ella está aquí ―Puso su mano a la altura de su

corazón.

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―¡Exacto!

―Las comisuras de los labios de Jungkook se alzaron en una sonrisa,

sintiéndose finalmente en paz. ―Y de verdad voy a esforzarme para

conseguir esa consola, ¿de acuerdo? ―Prometió.

―De acuerdo

Taehyung

sacudió sus cabellos oscuros con cariño, provocando que el menor por

fin mostrara una sonrisa dental. El mayor sabía que aquella sonrisa era

la más adorable que había visto en su corta vida.


[05]

[1/3]

· Sábado 7 de octubre de 2006

Taehyung

se apoyó en el marco de su ventana, observando fijamente al niño de voz

dulce que cantaba melodiosamente. Por momentos deseaba tener consigo

una grabadora para ser capaz de guardar su canto, ¡de seguro encontraría

cientos de personas dispuestas a apreciarlo! Jungkook, en definitiva,

poseía la voz más bonita que él en su vida había escuchado. ¿Era así

como cantaban los ángeles acaso?

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¿Era normal sentir tanta admiración por alguien?

211
Jungkook

siguió cantando, abriendo los ojos para encontrarse con la atenta

mirada de su amigo. Este último sintió su corazón dar un brinco en

cuanto una sonrisa se deslizó por sus finos labios que no dejaron de

moverse. Dios, él era tan lindo. Y ahí, bañado por la luz de la

luna, Taehyung sólo podía corroborar que su nuevo amigo era un ente

extraordinario y no un niño cualquiera.

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Al fin y al cabo, ningún niño lucía tan increíble como Jungkook.

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―¿Sabes? ―Se atrevió a hablar cuando por fin el menor dejó de cantar. ―No podré verte
la próxima semana

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―¿Ha sucedido algo?

―Es

el cumpleaños de mi mejor amigo y voy a ir. Ya que él vive en otra

ciudad, me ha invitado a pasar todo el fin de semana en su casa

―Eso

se oye divertido ―Jungkook caminó hasta la ventana, apoyando sus manos

en el marco para poder apreciar el rostro de Taehyung de cerca.

―¿Planeas darle un regalo?

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―¡Por

supuesto que planeo darle un regalo! No puedes llegar a un cumpleaños

con las manos vacías ―Jungkook ladeó su cabeza, un poco confuso. ―¿Nunca

has ido a un cumpleaños?


39

―No

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―¿Tus compañeros no te invitan a sus cumpleaños?

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―Ni siquiera sé si ellos los celebran ―Admitió con una triste sonrisa. ―No hablo mucho
con ellos

―¿Qué hay de tus primos? ¿No vas a sus cumpleaños?

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―No tengo primos

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―¿Cómo

alguien no podría tener primos? ―Jungkook se encogió de hombros, sin

saber qué era lo que Taehyung deseaba escuchar. ―Ya está, ¡te invitaré a

mi cumpleaños entonces!

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―¿Tu cumpleaños? ¿Tus padres te dejarán invitarme?

―¿Por qué no lo harían?

―No me conocen ―Musitó. ―Y ellos conocen a todos tus amigos, ¿cierto?


―Es

así ―Hizo una mueca con sus labios. ―¡Pero eso es fácil de solucionar!

―Rápidamente recuperó su sonrisa. ―Sólo debes venir a mi casa durante el

día y te presentaré ante ellos, entonces serás oficialmente un amigo

para mi familia

―Pero,

hyung ―Ahora era él quien fruncía sus labios con lástima. ―Papá no me

deja salir de casa al menos que sea para ir a la escuela

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―¡Tienes

que encontrar una forma de que él te deje! Quizás si haces muchas cosas

buenas, él por fin te permitirá salir con el resto de los niños

La

expresión del niño fue neutral mientras meditaba al respecto. ¿A qué se

refería Taehyung con "cosas buenas"? Jungkook no estaba seguro de si él


solía hacer cosas buenas, pero definitivamente estaba seguro de no hacer

cosas malas. Su maestra siempre destacaba lo buen niño que era; buenas

calificaciones y muy respetuoso. ¿Qué más debía hacer entonces para

conseguir la aprobación de su padre? Su mirada se llenó de tristeza al

comprender que estaba muy lejos de obtener esa respuesta.

73

Después de todo, para su padre él siempre sería un mal niño.

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―Hey...

―Taehyung no pudo pasar por alto su repentino desánimo. ―Si eso es

difícil, puedo pedirle a mis padres que hablen con el tuyo para que te

dé permiso

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―No
creo que sea una buena idea ―Murmuró. ―Papá no es amistoso con la gente y

los vecinos siempre están cuchicheando acerca de nosotros cuando nos

ven

―¡Hm!

―Frunció su ceño. ―¿Y cómo conseguirás asistir a mi cumpleaños si ni

siquiera puedes salir de casa para que conozcas a mis padres?

―Yo... ah... ―Balbuceó. ―¿Cuándo es tu cumpleaños?

―El 30 de diciembre

242

―Bien. Prometo que de aquí a esa fecha habré ideado un plan para poder asistir a tu
cumpleaños, déjamelo a mí
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―¿Lo prometes? ―Taehyung extendió su meñique hacia él, mirándole con seriedad.

―Lo prometo ―Envolvió su meñique con el del contrario.

136

El mayor sonrió, mucho más tranquilo con aquella respuesta, ¡Jungkook no lucía como la
clase de niño que rompía una promesa!

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El menor intentó sonreír también, grabando en su mente aquella fecha. Él haría todo lo
posible para ver a Taehyung aquel día.
[06]

· Sábado 21 de octubre de 2006

148

―No

tienes ni idea ―Jungkook miró fijamente al niño que abría sus ojos

exageradamente. ―¡La madre de Jimin preparó un pastel gigante para el

cumpleaños! ¡Juro que era el pastel más grande que he visto en mi vida!

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―¿Más

grande que esos que aparecen fuera de las pastelerías carísimas?

―Taehyung asintió efusivamente. ―¿Más grande que un pastel de boda? ―El

mayor volvió a asentir, Jungkook enarcó una ceja con incredulidad ante

tal respuesta.
14

―Bueno

―Rascó su barbilla. ―Puede que el pastel para bodas siga siendo más

grande, ¡pero aun así fue lo suficientemente impresionante! Y era el

pastel más delicioso que he probado en mi vida también ―Suspiró con

anhelo, recordando su sabor. ―¡Incluso intenté guardar un trozo para ti!

91

―¿Hiciste eso? ―Jungkook sonreía enternecido.

―¡Un

gran trozo! ―Agitó sus brazos, dando énfasis a sus palabras. ―Pero en

cuanto mamá lo ha visto, ha dicho "aww, ¿has pensado en mamá?" ¡y me lo

ha quitado! ―Volvió a abrir los ojos con exageración. ―¿Puedes creerlo?

¡Realmente se lo ha comido todo ella sola! ¿Qué pasó con los valores y

todo eso de compartir?

399
―Quizás tenía hambre ―Jungkook cubrió su boca, ocultando una risita al ver lo indignado
que estaba.

44

―¡En

casa tenemos muchas otras cosas para comer! ¡Ella no debía tocar el

pastel! ―Expresó enfurruñado. ―Es por eso que ella se está poniendo

gorda

398

―Hyung, no llames gorda a tu mamá ―Jungkook le miró con reproche.

68

―¡Es
en serio! ¡Estoy seguro de que ella está un poco más gorda! ―Habló con

convicción. ―Es el karma por comer todo el pastel, luego no la quiero

oír quejándose frente al espejo porque su vestido favorito ya no le

queda ―Suspiró agotado, negando con la cabeza.

131

―De

todas formas ―Jungkook habló suavemente, intentando animarlo. ―Es mejor

que haya resultado de esta forma, ¿no? Tú volviste el domingo por la

noche. Si hubieras esperado hasta hoy, de seguro el pastel ya no estaría

tan bueno

30

―Oh, yo no había pensado en eso ―Murmuró pensativo. ―De acuerdo, perdonare a mamá
entonces ―Asintió.

Jungkook

sonrió, sin dejar de apreciar lo gracioso que lucía Taehyung cuando se

encaprichaba con algo. Cuando sus miradas volvieron a encontrarse

segundos más tarde, fue el mayor quien ahora sonrió.


9

―Pero de verdad me divertí mucho

―Puedo notarlo

―Me

gusta pasar tiempo con Jimin. Ya que él es mi mejor amigo, el tiempo

pasa volando cuando estoy con él ―Comentó. ―Antes, cuando vivía aquí,

solíamos vernos todos los días. Ya que su casa estaba a solo una cuadra,

solíamos irnos juntos a la escuela y hasta éramos compañeros. Desde que

se fue lo he extrañado un montón ―Hizo un puchero inconsciente con su

labio inferior.

66

―Él se oye como un niño genial


―¡Lo

es! ―Sonrió brillantemente. ―Es el niño más amable del mundo. Él es más

responsable y tranquilo que yo, pero aun así nos convertimos en los

mejores amigos. Es más, ¡Jimin fue mi primer amigo! ―Jungkook sólo le

miró con atención. ―Deberías conocerlo algún día

―¿Conocerlo...?

―¡Te lo presentaré! Podrás comprobar por ti mismo que Jimin es el mejor

Jungkook

ladeó su cabeza, intentando comprender la felicidad que desbordaba el

mayor. Era tan lindo verle hablar con tanto cariño sobre su mejor amigo,

que incluso se sentía un poco triste con sólo escucharle. Algún día,

¿existiría alguien que hablaría así sobre él? Incluso si aparentemente

era amigo de Taehyung ahora, lo cierto era que él no estaba ni

remotamente cerca de llegarle a los talones a Jimin.


189

―No te preocupes ―Dijo el mayor al notar a su amigo pensativo. ―Jimin te querrá


también, te lo aseguro

18

Jungkook

asintió suavemente y bajó la mirada, agregando una nueva preocupación a

su mente. ¿De verdad él podría agradarle a aquel niño? ¿Y qué si no lo

conseguía?

―Kookie ―Llamó el mayor. ―Hmm... tú... ―Se escuchaba repentinamente avergonzado. ―¿Me
extrañaste? ―Preguntó muy apenas.

288
―¿Qué? ―Jungkook alzó la vista al no escucharle.

―¿Me extrañaste la semana pasada?

―Lo hice ―Afirmó al instante. Taehyung sonrió feliz ante la respuesta.

42

―Eso es bueno ―Se apoyó contra el marco, mirándole dulcemente. ―Porque yo también te
extrañé un montón

Jungkook

sintió sus mejillas calentarse ante la franqueza del contrario, ¿de

dónde salía todo ese sentimentalismo? Taehyung rió levemente al poder

visualizar escasamente el rubor en sus mejillas.


Sí, él había amado volver a pasar tiempo con Jimin, pero se sentía tranquilo ahora que
podía volver a ver a Jungkook.

[07]
[3/3]

· Sábado 28 de octubre de 2006

195

Taehyung

lamentaba que Jungkook no fuera como el resto de sus amigos, a quien

podía ver en el colegio y los fines de semana siempre que quisiera. Si

Jungkook tuviera un padre más flexible, ellos podrían pasar todas las

tardes juntos e incluso dormir en la misma cama. ¿No sería divertido ver

películas hasta tarde y luego dormirse cuando el sueño les ganara?

Lamentablemente, esa realidad no podía ser más que lejana.

207
Taehyung,

desde que había descubierto que Jungkook iba ahí la mayoría de las

noches y su primer encuentro no había sido una simple casualidad, había

hecho todo lo posible para mantenerse despierto en la espera de su

amigo, pero la práctica para él era por mucho imposible: él necesitaba

dormir.

24

Él

haría todo lo posible para, llegado el viernes, mantenerse despierto

hasta la llegada de Jungkook. Sin embargo, al día siguiente tendría

tanto sueño, que no podría esperarle por segunda noche consecutiva, pues

se dormiría antes de siquiera poder intentarlo. Y ni siquiera hablar

del domingo por la noche. Puesto que Taehyung tenía clases al día

siguiente, era imposible para él permanecer despierto hasta tarde. Ya lo

había hecho una vez y había recibido un regaño de su maestro por

dormirse durante la clase. Y si Taehyung quería su PS2, él no tenía

permitido tener ese tipo de fallos.

31
Así

que ahí estaba ahora, pellizcándose a sí mismo luego de una semana

infernal de clases mientras intentaba no dormirse en la espera del

menor. Sus ojos comenzaron a cerrarse mientras observaba por el cristal

y, cuando los abrió sobresaltado luego de unos minutos de dormitar, el

cansancio lo abandonó en un santiamén al ver a aquel niño de pie ahí.

Abrió

su ventana con apuro y sonrió soñadoramente mientras se deleitaba con

su voz. Valía la pena dormir menos con tal de escucharle.

71

Sin

embargo, no dejaba de preguntarse, ¿cómo Jungkook podía mantenerse

despierto sin ningún problema? Ese niño era, sencillamente, tan extraño.

346

Se
inclinó sobre el marco, sacando su cabeza y la mitad de su cuerpo para

poder percibir mejor el suave canto de su amigo, pero se devolvió en un

santiamén cuando una brisa fría le golpeó. ¿Cómo diablos aquel chico

podía estar afuera con ese frío? Taehyung se abrazó a sí mismo mientras

comenzaba a temblar, pues la ventana abierta había permitido que el

calor dentro de esas cuatro paredes se extinguiera.

―¿Estás bien? ―Preguntó el pequeño cuando terminó de cantar, mirándole con inocencia.

―¿Lo estás tú? ―Taehyung estaba arrugando el rostro. ―¡Vas a enfermarte si pasas la
noche ahí! ¿Acaso no tienes frío?

16

Jungkook

frotó su brazo, encogiéndose en su sitio. Por supuesto que él tenía

frío también; probablemente esa era la noche más fría del mes. No
obstante, era consciente de que debía permanecer ahí en caso de que su

madre viniera, por lo tanto no se iba a permitir ser débil.

160

Taehyung

entrecerró sus ojos, mirándole severamente ante de su silencio.

Reuniendo toda su fuerza de voluntad, se encaramó por la ventana y saltó

de esta para dirigirse a su amigo. Jungkook protestó en voz baja cuando

aquel chico tomó repentinamente su mano para arrastrarlo hasta la

ventana.

18

―Ven, vamos a esperar adentro ―Jungkook agitó la cabeza, negándose rotundamente. ―¡No
dejaré que te quedes aquí!

―¡Pero mamá puede venir!


El

mayor apretó sus dientes, mirándole con enojo. ¿Qué tanta mala suerte

debía de tener Jungkook para que justo esa noche su madre decidiera

aparecer mientras él no estaba? Volvió a entrar por su ventana,

revisando sus pertenencias. Jungkook asomó su cabeza por el marco

mientras intentaba descifrar qué planeaba ahora.

―Listo

―Taehyung escribió rápidamente en una nota adhesiva y regresó a la

ventana. ―Toma, pégalo en el poste ―Jungkook tomó la nota delicadamente,

intentando no arruinar el pegamento. Su mirada se llenó de

entendimiento al leer el mensaje. ―Así, si tu mamá viene y no te ve, al

menos verá la nota y sabrá que estás aquí. Pégala y entra, ¿sí?

195

Jungkook

asintió, yendo rápidamente hasta el poste para pegar la nota.

Regresando hacia la ventana, sus pasos se volvieron más vacilantes y

finalmente apartó la mirada. Taehyung inclinó su cabeza mientras le

miraba de manera interrogante.


―¿Qué? ―Quiso saber.

―¿Está

bien que entre, hyung? ―Su voz salió con timidez. ―Si tus padres me

encuentran, ¿qué les diremos? ¿Y si ellos van con papá y le hablan de

mí? ―Volvió a mirarlo, nervioso.

―Los

fines de semana nos levantamos más tarde, si sales de casa antes de

ello, no habrá problema ―Sonrió al final, intentando transmitirle

confianza. ―Intentémoslo, ¿sí? Estaré pendiente de ello y te esconderé

si es necesario

77

Jungkook

aguantó la respiración y asintió; simplemente le era difícil negarse si


Taehyung le miraba de aquella forma. Apoyó sus manos en el marco,

impulsándose para entrar. Taehyung se sintió extrañamente emocionado

cuando aquel niño puso sus pies por primera vez en su cuarto.

59

―Bienvenido ―La sonrisa se volvió más ancha en sus labios. ―Quítate los zapatos y ven a
la cama, ¿de acuerdo?

211

El

menor presionó sus labios cuando lo vio cerrar la ventana para luego

escabullirse a toda velocidad bajo las sábanas, en busca de calor.

Quitándose sus zapatos, caminó inseguro hasta su amigo.

25

―Vamos,

entra ―Lo animó, levantando las sábanas para invitarlo a recostarse a

su lado. Jungkook aguantó la respiración mientras obedecía. ―Mucho


mejor, ¿no? ―Y acomodó las mantas para asegurarse de que el niño

estuviera bien cubierto.

89

―Sí... gracias ―Susurró, sintiendo sus mejillas enrojecer. ¿Por qué se sentía tan
avergonzado?

34

―No

te preocupes, tu hyung jamás permitiría que te congelaras ahí afuera

―Prometió, extendiendo su mano para tocar su mejilla. ―Estás muy frío

―Musitó.

247

Jungkook

no habló, sólo le miró a través de la escasa luz que se colaba desde el

exterior. Taehyung acarició su mejilla, esperando que su piel se

entibiara. Su corazón comenzó a latir con más rapidez cuando su mirada


se detuvo en los ojos bonitos de su amigo y se preguntó qué diablos

pasaba con él.

92

Dios, Jungkook era incluso más bonito de cerca. ¿Cómo era posible?

―¿Hyung? ―Llamó en voz bajita, preguntándose por qué el contrario estaba ensimismado.

Taehyung

agitó la cabeza, arrojando lejos sus pensamientos, y le regaló una

suave sonrisa para tranquilizarlo. Su corazón, aunque más rápido, seguía

funcionando, así que él no iba a preocuparse. ¿Y qué si su corazón no

se controlaba? ¿Y qué si no podía apartar la mirada de él? Si era por

Jungkook, todo estaba bien.


[08]

[1/3]

· Sábado 4 de noviembre de 2006

221

Era

otra noche fría. Taehyung estaba envuelto en una manta mientras

observaba fijamente por la ventana, combatiendo contra el sueño como

cada semana. Jungkook nuevamente estaba tardando y la inquietud llegó a

él con el paso de los minutos.

Esa noche parecía más sombría que las demás.


Revisó

la hora en su reloj, comprobando que ya eran casi las 5, y abrió su

ventana para mirar hacia todas partes, queriendo encontrar a Jungkook

ahí; pero el niño no apareció.

109

Taehyung

se encogió en su sitio, sintiendo las calles tenebrosas, pero incluso

si tenía miedo, no volvió a cerrar la ventana. En cambio, alzó la mirada

al cielo y comprobó como la luna tampoco había aparecido esa noche.

453

¿Se

trataba de una coincidencia o había un mensaje que descifrar? ¿Quizás

Jungkook no había salido porque había temido también de las calles más

oscuras? ¿O es que acaso había enfermado? ¿Y si lo había encontrado su

padre? ¿Estaba en problemas ahora?


Taehyung suspiró con pesar, mirando con tristeza el lugar donde solía encontrar a su
amigo todas las semanas.

32

Se sentía tan solitario sin él.

¿Y

si esa era la noche? ¿Y si la madre de Jungkook aparecía y él no estaba

ahí? Taehyung se sintió triste al imaginar que su amigo podría perder la

oportunidad de reencontrarse con su madre, así que, optando por

prevenir, tomó una bocanada de frío aire antes de comenzar a cantar, tal

como el menor siempre hacía.

160

Quizás, si la mujer aparecía, sería atraída por su canto y podría hablarle de Jungkook.
Quizás, si eso pasaba, Jungkook sería feliz por poder reencontrarse finalmente con la
mujer que le dio la vida.

14
Pero aunque Taehyung cantó hasta que su voz se cansó y su cuerpo se enfrió, la madre
del menor, como siempre, jamás apareció.

Y Jungkook, como nunca antes, tampoco vino hasta él.

[09]
[2/3]

· Sábado 11 de noviembre de 2006.

116

―¿¡Dónde te habías metido!?

113
Jungkook

se sobresaltó cuando escuchó la voz alterada de su amigo mientras abría

la ventana de golpe. Taehyung le miró seriamente por un segundo, antes

de reaccionar y cubrir su boca, asustado por haber hablado lo

suficientemente alto. ¡Sus padres no tenían que despertarse por su

culpa! Ellos seguramente le castigarían al enterarse de que estaba

despierto a altas horas de la noche.

―Hyung... ―Dijo Jungkook en voz bajita, apoyando sus manos en el marco de la ventana.

42

―La

semana pasada te esperé toda la noche ―Apartó sus manos de su boca,

reclamando en voz baja. ―Me mantuve despierto por ti y hasta canté en tu

lugar. ¡Estaba preocupado! ¿Y si estabas enfermo? ¿Y si te había

sucedido algo peor?

60
―Vendría incluso de estar enfermo ―Dijo sin vacilación. ―No puedo arriesgarme a que
mamá aparezca y yo no esté aquí

―Pero tú no apareciste la semana pasada ―Volvió a decir. Jungkook le miró con tristeza.

―Papá

estaba molesto por algo y, cuando me vio, decidió desquitarse conmigo

―Confesó. ―Me encerró en mi cuarto y dijo que me quedara callado.

Bloqueó mi puerta. Y aunque quise salir por la ventana, estaba demasiado

alto. Me dio miedo saltar ―Sus ojitos se humedecieron.

341

―¿Tu

cuarto está en un segundo piso? ―El menor asintió, él le miró

horrorizado. ―¡Ni siquiera debiste pensar en saltar! ¿Qué habrías hecho

de salir lastimado? Tu padre te habría descubierto de todas formas

―Jungkook bajó la mirada, apenado. ―Está bien, no es tu culpa

―Pero no vine... ―Murmuró.


―Pero

yo estuve aquí ―Le recordó. ―Y me quedé despierto por ti, vigilé por

ti. Tu madre no ha venido, Jungkookie, así que todo está bien ―Extendió

su mano hacia él, apartando una pequeña lagrimita que yacía en su

mejilla. ―Cuando tengas problemas, cubriré tu lugar ―Prometió.

245

Jungkook

le miró fijamente, estudiando sus palabras. La mirada del chico frente a

él poseía tanta determinación, que fue imposible que las comisuras de

sus labios no se alzaran en una bonita sonrisa. Taehyung sintió su

corazón alborotarse cuando vio esa preciosa sonrisa. Y como si no fuera

suficiente, el menor tenía los ojos más brillantes que había visto en su

vida; ojos que podía comparar sólo a las estrellas.

45

Cada parte de él le recordaba a la noche; solitaria, silenciosa, misteriosa, pero


hermosa.
Jungkook era hermoso.
153

―¿Sabes?

―Murmuró el mayor, sin apartar su mano del pequeño rostro. ―La noche

que no viniste, mientras observaba el cielo, me di cuenta de algo

―¿De

qué? ―Preguntó curioso, ladeando su cabeza. Taehyung se sintió nervioso

cuando, además de eso, Jungkook posó su mano sobre la de él.

59

―Te pareces a la luna

221
―¿La luna? ―Jungkook sonrió tiernamente. ―¿Lo dices porque sólo podemos encontrarnos
durante las noches, hyung?

34

―Es

más que eso ―Negó con la cabeza. ―Porque, lo cierto es que ni siquiera

la luna es visible durante todas las noches, Kookie ―El menor le miró

sin parpadear. ―Al igual que a ti, a ella no pude verla esa noche. Eres

como la luna. Eres mi niño de la luna

729

―¿Cómo

es que soy tu niño? ―Preguntó con diversión, enseñando sus grandes

incisivos en una sonrisa. Sus ojitos volvían a brillar, llenos de

cariño.

―Lo eres ―Dijo con seguridad. ―Ya que yo te descubrí, eres mi niño, Jungkookie

209
―Soy el niño de mamá ―Refutó.

129

―Eres el niño de mamá y mi niño de la luna ―Insistió, con total seguridad en la voz.

―Está bien ―Rió despacio. ―Ya que eres tú mi primer amigo, dejaré que me llames tu
niño. Niño de la luna suena bonito también

Jungkook

alejó su mano de su rostro, presionándola con cariño en el proceso, sin

dejar de sonreír en ningún segundo. Y Taehyung estuvo feliz de verlo,

de escucharlo, incluso si aún no estaba seguro de la razón de ello. Él

sólo sabía que necesitaba tener a Jungkook ahí.


[10]

[3/3]

· Sábado 18 de noviembre de 2006.

167

Últimamente llueve más seguido. Eso

era lo que pensaba Taehyung mientras miraba por su ventana con

preocupación. Desde siempre él había odiado los días lluviosos, porque

no podría salir a jugar con sus amigos afuera. Sin embargo, ahora que

conocía a Jungkook, era preocupación lo único que le abordaba.


62

No quería que su pequeño amigo se enfermara por salir con ese temporal.

Jungkook

apareció corriendo por la calle, llevando consigo un impermeable

amarillo. Taehyung no demoró en abrir su ventana y hacerle señas,

incitándolo a entrar. Jungkook agitó la cabeza en negación ante su

mirada sorprendida.

241

―Si mamá viene... ―Comenzó a decir.

―¡Encontraremos algo! ¡Sólo entra! ―Y esta vez, Jungkook no se hizo de rogar.


1

El

menor se disculpó en voz baja cuando sus botas húmedas aterrizaron en el

interior del cuarto de Taehyung. Alzó la vista muy apenas, avergonzado

de probablemente estar causando un desastre, pero el mayor negó con la

cabeza tranquilamente mientras cerraba su ventana nuevamente.

―Quítate eso ―Le indicó, refiriéndose a las prendas mojadas.

120

Jungkook

obedeció en silencio, quitándose su impermeable, el cual fue a parar a

una silla. Sus botas quedaron en el mismo lugar, junto a la ventana,

mientras Taehyung ajustaba la linterna en su marco para que iluminara

hacia el exterior.
10

―No

podemos pegar una nota, porque el agua destrozaría el papel ―Dijo,

volteando hacia su pequeño amigo. ―Pero podemos dejar la linterna en esa

dirección. Estoy seguro que, de pasar tu madre, le llamará la atención

esta luz

51

―¿Estás seguro de que se podrá ver? ¿Y si no se trata de mamá? ¿Y si llama la atención


de alguien más?

―¡Por

supuesto que se verá, sólo ten fe! Y, Kookie, eres el único que pasa

por esta calle durante la noche, no creo que haya alguien más extraño

que tú ―Admitió con una sonrisita divertida, el menor frunció sus

labios. ―Además, creo que puedes estar tranquilo, nadie más saldría de
casa con esta lluvia

63

―Supongo que es así... ―Susurró.

Taehyung

asintió, mirándolo de pies a cabeza luego. Mostrándose pensativo, no

dudó en acercarse a su amigo para ayudarlo a retirar su sudadera, pues

probablemente le resultaría molesto usarla si ellos pretendían meterse a

la cama.

201

―¡Tae! ―Se quejó en voz baja, pero el mayor sólo siseó, obligándolo a callar.

7
Dejó

caer la prenda al piso, dejándolo solo en una delgada camiseta.

Taehyung tomó su mano y lo guió hasta su cama, indicándole que se

recostara junto a él. Tapando a ambos con las mantas, tiró su brazo por

el torso del menor y lo abrazó con fuerza, deseando que entrara en

calor. Él no permitiría que su amigo se enfermara por salir

despreocupadamente en las frías y húmedas noches de otoño.

121

―Hyung... ―Gimoteó Jungkook una vez más, provocando que Taehyung suavizara un poco el
agarre. ―Duele ―Finalmente dijo.

276

Taehyung

parpadeó, sin comprender a qué se refería. Por supuesto que él lo

estaba abrazando, pero no lo suficientemente fuerte como para

lastimarlo. ¡Él ni siquiera se atrevería a lastimarlo! Deshizo el

abrazo, mirándole fijamente, con dudas. Jungkook se removió

incómodamente ante su inquisitiva mirada, odiando que el mayor

mantuviera la pequeña lámpara junto a su cama encendida, haciéndole

sentir vulnerable bajo sus ojos.


18

―¿Dónde duele? ―Preguntó Kim, sabiendo que el menor escondía algo.

21

Jungkook

apartó las cobijas, poniendo su mano en su costado. Taehyung ni

siquiera pidió permiso, sólo tomó la camiseta del menor por el borde,

subiéndola cuidadosamente para revisar de qué se trataba. Su corazón

latió con miedo al encontrar su cuerpo lleno de golpes; un moretón mucho

más grande y feo situado justo en su cintura, donde él había

presionado.

456
―¿Qué te ha pasado? ―Preguntó, sin atreverse a tocarlo. Temía que un mal roce sólo lo
hiciera llorar.

―Me caí por las escaleras hace unos días ―Murmuró con tristeza. ―Todavía duele

328

―¿Tu papá te llevó a un hospital? ―Jungkook no contestó. ―Él tenía que llevarte

―No es tan grave

―Acomodó su camiseta, apartando la mirada. ―Me costó levantarme, pero

yo... puedo caminar bien ahora. Los moretones desaparecen después de un

tiempo. Siempre lo hacen

120
―¿Ya te has caído antes?

Jungkook giró hacia él, enseñando una sonrisa temblorosa mientras asentía.

37

―Kookie, en realidad

tienes pies torpes, ¿cierto? ―El menor asintió lentamente. ―¿Estás

seguro de que solo se trata de eso? ¿No me estás escondiendo nada?

―Jungkook guardó silencio. ―Porque soy tu amigo. Es malo esconderle

cosas a los amigos ―Le recordó.

54

―Lo sé ―Susurró, sus ojitos brillando debido a las lágrimas que intentaba no derramar.

31
―Está bien, no estés

triste ―Taehyung tomó una de sus manos. ―Tú lo dijiste, el dolor pasará

―Una suave sonrisa apareció en sus labios. ―¿Sabes qué hace mamá cuando

yo me hago una herida? Ella pone una tirita para mí y luego la besa,

¡inmediatamente me siento mejor! ―Su sonrisa sólo creció. ―No tengo

tiritas, pero aún puedo intentar besarte. ¿Quieres que lo haga?

510

―¿Besarme...?

71

―Aunque supongo que es

un lugar raro para besar ―Taehyung rascó su barbilla, pensativo. ¿Y si

al besar las heridas de Jungkook estas dolían más por no estar usando

tiritas? ―¿Quizás sólo no debo hacerlo? ―Murmuró para sí mismo,

cuestionándoselo.

66
Jungkook le miró

fijamente, recordando a su madre. Ella siempre estaba con él cuando

enfermaba. Ella siempre estaba ahí cuando algo dolía. Todas las noches,

sin falta, su madre besaba su rostro y le deseaba dulces sueños. Él

había olvidado la última vez que alguien había hecho eso por él.

50

―Hazlo ―Pidió, cerrando el espacio entre ellos. ―Hyung, por favor, bésame ―Pidió.

645

Taehyung le miró

fijamente, preguntándose por qué repentinamente él le miraba con tanta

seguridad. Sin embargo, restándole importancia, le regaló una bonita

sonrisa antes de apoyar sus labios contra su mejilla. Eso era todo, quizás incluso si
no era el lugar herido, sus besitos también servirían.

216

Jungkook cerró sus

ojitos con fuerza, sintiendo calidez invadir su corazón ante la pequeña


muestra de afecto y preocupación, y aferró su mano al pijama de su amigo

mientras este seguía dejando besitos por su rostro, asegurándole que el

dolor pasaría pronto.

148

―¿Tus heridas duelen menos ahora? ―Preguntó el mayor en voz bajita, sintiéndose
aliviado cuando el contrario asintió.

24

Observó sus ojos

fuertemente cerrados, preguntándose cómo eso lo hacía lucir tan

adorable. Deteniéndose en sus labios, se cuestionó si ese era un lugar

que también podría besar. Porque él de verdad quería besar sus labios. No estaba seguro
del por qué, pero necesitaba hacerlo.

407

―¿Hyung? ―Llamó Jungkook delicadamente, abriendo los ojos cuando Kim dejó de besarlo.
―¿Pasó algo?

23
Pero Taehyung negó con la cabeza, sintiendo sus mejillas rojas. Era bueno que Jungkook
no fuera capaz de leer sus pensamientos. Y dejando un beso en la punta de la nariz de
aquel lindo niño, ambos sonrieron mientras se miraban fijamente.

63

Era el corazón de Jungkook el que dolía menos ahora.


Taehyung se sentía orgulloso de haber contribuido en devolver la sonrisa a su rostro
[11]

[1/2]

· Sábado 2 de diciembre de 2006.

172

Jungkook

y Taehyung permanecían en la cama de este último mientras una linterna

estaba encendida sobre la mesita de noche. Últimamente no había día en

que no llovía, por lo que ellos se habían refugiado entre las mantas en

espera de una señal. Ese día en especial, la lluvia era más torrencial y

la noche mucho más oscura, pues hace unos minutos la luz se había ido

en toda la zona. Los niños suponían que aquella tormentosa noche no

sería la elegida por la madre del menor de ellos para aparecer, pero se

quedaron juntos de todas formas, porque no había manera en la que

Taehyung permitiera que su amigo se fuera.


10

―Hay una niña en mi clase que no deja de molestarme ―Comentó repentinamente el mayor,
malhumorado.

57

―¿Molestarte?

―Los ojitos de Jungkook estaban muy abiertos, sorprendido y asustado.

―¿Ella te hace cosas feas, hyung? ¿Te ha golpeado? ¿Ha jalado tu

cabello?

184

―¿Qué? ¡No! ―Taehyung negó eufóricamente con la cabeza, mirándolo a él luego. ―¿Tus
compañeras te hacen eso a ti?

18
―No ―Musitó, más tranquilo. ―¿Qué es lo que hace tu compañera entonces?

45

―¡Ella

me sigue a todas partes! ―Se quejó en voz baja. ―Cuando voy al patio,

ella aparece en el patio. Si me estoy columpiando, ella toma el columpio

a mi lado. Durante el almuerzo, ¡ella se sienta junto a mí sin pedir

permiso! A veces salgo del baño, ¡y ella está ahí esperando!

447

―Oh...

18

―¡Y

siempre estás diciendo mi nombre y riendo como una tonta! ―Continuó. ―Y

se lanza sobre mí e intenta abrazarme todo el tiempo. ¡Ella incluso ha


intentado besarme muchas veces en mis mejillas!

147

―¿Y no te gusta que te besen las mejillas?

―¡Me

gustan los besos, pero sólo de las personas que me gustan! ―Infló sus

mejillas con molestia, al borde de hacer un berrinche contra su

compañera. ―Por ejemplo... ―Aclaró su garganta, intentando calmarse.

―Estaría de acuerdo con que tú me beses

778

Jungkook

le miró atentamente, metódico. Cuando Taehyung presionó suavemente su

mano, pues las habían mantenido unidas bajo las sábanas, no tardó en

sonreír con ternura para inclinarse sobre él, dejando un besito en su

mejilla derecha.

174
―¿Así

está bien? ―Taehyung asintió, apoyándose sobre su costado para

apreciarle debidamente. ―Hyung, creo que a ella sólo le gustas

―Pero yo no quiero gustarle

105

―No es algo que tú puedas elegir ―Cubrió su boca, ocultando una risita. ―¿Por qué no
hablas con ella y la rechazas debidamente?

77

―¿Acaso no soy lo suficientemente obvio? ―Hizo una mueca con los labios. ―¿Ya has
rechazado a niñas antes, Kookie?

3
―¿Hmm? Nunca le he gustado a una niña

403

―Estoy

seguro de que sí ―Dijo el mayor con convicción. ―Eres bonito y muy

agradable, ¡apuesto a que le gustas a un montón de personas! ―Jungkook

sonrió escasamente al escucharlo. ―Las personas de tu clase siempre

están al pendiente de ti, ¿cierto?

―No ―Musitó. ―En realidad, ellos suelen ignorarme la mayoría del tiempo

150

―¿Qué? ―Estaba sorprendido. ―¿Por qué ellos harían algo tan feo?
12

―No

estoy muy seguro, pero a veces los escucho hablar a escondidas de mí

―Confesó. ―Ellos dicen que se nota que no tengo una madre, porque mi

ropa es descuidada ―Habló avergonzado. ―Cosas sobre mamá y papá... ellos

siempre están hablando de ello ―Taehyung permaneció en silencio,

sintiéndose triste por él. ―Pero no importa, no es como si fueran los

únicos en decir esas cosas. Cuando camino con papá, las vecinas dicen

que mamá es una mala persona por abandonarnos. Otras dicen que es

comprensible que nos dejara, tomando en cuenta la actitud de papá...

―Suspiró. ―Él no se lleva muy bien con el resto. Es muy... cerrado, o

algo así, y siempre está serio... o enojado. Como sea, no me gusta

escuchar esas cosas, pero ellos seguirán hablando de todos modos

94

―No les hagas caso. Mamá dice que siempre habrá gente mala diciendo cosas feas de ti,
pero no debes prestarles atención

17
―Gracias, hyung ―Dijo con honestidad, una pequeña sonrisa asomándose en sus labios.

―No

agradezcas ―Presionó su mano con cariño. ―¿Sabes? Cuando era más

pequeño, mis compañeros tampoco querían jugar conmigo ―Admitió. Jungkook

se mostró sorprendido, siempre le había parecido que Taehyung era el

tipo de niño que tenía un montón de amigos. ―Ellos se reían de mí y

decían que era extraño porque siempre hablaba solo

624

―¿Lo hacías? ―Jungkook inclinó su cabeza, interrogante.

―¿Lo
hacía? ―Preguntó para sí mismo. ―Según yo, no ―Dijo con seguridad.

―Pero mamá decía que eran amigos imaginarios y que a mi edad era normal

tenerlos. ¿Tuviste amigos imaginarios, Kookie? ―El menor negó con la

cabeza. ―Bien, aparentemente, yo era el único que los tenía, porque mis

compañeros no lo entendían ―Puso los ojos en blanco. ―Pero entonces,

conocí a Jimin un día y él jugó conmigo incluso cuando el resto le dijo

que yo era extraño. Con el tiempo, él me integró al grupo y no volvieron

a reírse de mí

347

―Jimin

suena como alguien increíble ―Jungkook enseñó una adorable sonrisa, sus

ojitos brillando al enterarse de que había alguien que cuidaba de

Taehyung, a pesar de todo.

42

―¡Él

lo es! ¡En serio! ―Dijo con orgullo. ―Así que... el punto es... puede

que tus compañeros sólo necesiten conocerte más, ¿no? Estoy seguro de

que les agradarás cuando vean la clase de niño que eres


―Me gustaría que así fuera, hyung ―Aceptó, un poco esperanzado.

21

Ambos

permanecieron en silencio después de eso, con sólo la lluvia

escuchándose de fondo. Sus manos seguían unidas bajo las sábanas y se

miraron el uno al otro, pensativos. Los dedos de la mano libre de

Taehyung picaron con el deseo de tocar el rostro frente a él y eso hizo.

Sus yemas delinearon delicadamente las facciones de su joven amigo.

24

―Hyung ―Dijo repentinamente el menor cuando él acarició su mejilla. ―¿Crees que de


verdad mamá me haya abandonado?

65

―Ella
te dijo que esperaras, ¿cierto? ―Jungkook asintió. ―Entonces estoy

seguro de que ella no te ha abandonado, Kookie. Tu madre te ama y vendrá

por ti, porque ella lo prometió. No escuches al resto, sólo cree en

ella

79

Jungkook

sonrió, aliviado. Taehyung tenía razón, su madre siempre le había dicho

que lo amaba, así que no había forma en la que le hubiera abandonado.

Ella volvería, en cualquier momento; él la esperaría sin importar qué.

El

corazón de Taehyung dio pequeños saltitos cuando su amigo se deslizó más

cerca de él, envolviéndolo con su brazo. Y él también lo abrazó de

regreso y besó su frente, queriendo sostenerlo de esa forma por muchas

noches más. Las tormentas siempre serían más llevaderas si Jungkook

estaba ahí.
[12]

· Sábado 9 de diciembre de 2006.

112

Jungkook

cantó dulcemente a la intemperie mientras la luna lo iluminaba.

Taehyung permaneció en silencio, adorando el hecho de que la lluvia haya

cesado para poder apreciarlo tal y como en el momento en que lo

conoció.

11

Tenía

una buena noticia para compartir esa noche. Y otra mala. Sus ojos

picaban con deseo de llorar al pensar en esta última. ¿Por qué si todo

había sido tan perfecto los últimos meses, las cosas habían terminado
por dar ese giro?

109

―Hyung

―Jungkook apoyó sus manos en el marco de la ventana, mirándole

atentamente tras haber terminado de cantar. ―¿Por qué luces triste hoy?

Taehyung odiaba el hecho de que su amigo supiera exactamente cuando algo malo le
pasaba.

―Tengo que contarte algo ―Murmuró. ―¿Recuerdas que te dije que mamá está engordando
mucho este último tiempo?

202

―Hyung, te dije que no llamaras gorda a tu madre ―Regañó Jungkook.

76
―¡Pero

ella lo está! ―El menor puso los ojos en blanco. ―El punto es, ella fue

con el doctor ―Jungkook ahora le miró preocupado, temiendo que la mala

noticia viniera de ahí. ―Ella va a tener un bebé, Kookie

272

―Oh ―Su mirada se amplió. ―¿Tendrás un hermanito?

―O

una hermanita, no lo sabemos todavía ―Frunció sus labios. ―Kookie, nunca

ha habido un niño más pequeño que yo en casa, ¡no sé si podré ser un

buen hermano mayor! ―Comentó con aflicción.

52

―Soy

menor que tú, casi por dos años ―Levantó dos de sus deditos, sonriendo
dulcemente. ―Y hasta ahora siempre has cuidado bien de mí, hyung. Sé que

serás un hermano mayor increíble ―Lo animó.

127

Taehyung

frunció sus labios, no muy feliz con la comparación. Por supuesto,

Jungkook era menor que él y siempre había intentado cuidarlo, ¡pero no

estaba intentando ser un buen hermano mayor para él!

84

―¿Crees que cuido de ti porque te veo como un hermanito? ―Preguntó, y el niño asintió
automáticamente.

338

Oh, el dolor era real.

Taehyung llevó una mano a su corazón mientras miraba desilusionado a su

amigo. ¿De verdad este lo había comparado con un hermano? ¿Y qué con

todos esos besitos compartidos? ¿Acaso no habían significado lo mismo


para él? ¿Quizás debió ser más serio, como los besos que se daban los

adultos en los dramas que veía su madre? Pero besar los labios...

393

Taehyung se puso completamente rojo. ¡Él no podía hacerlo como si nada!

―¿Hyung?

―Llamó el menor, extrañado por la expresión que tenía ahora su amigo.

―¿Estás triste porque ya no serás el consentido de tus padres?

17

―¿Qué?

―Negó con la cabeza. ―No es eso, es sólo que... ―El abatimiento volvió a

él al recordar la mala noticia. ¿Por qué había estado pensando en cosas

tontas cuando tenía un importante aviso por hacer? ―Mamá y papá...

ellos dijeron que necesitaríamos una casa más grande ahora que nuestra

familia crecerá

355
―¿Harán un segundo piso? ―Jungkook parpadeó inocentemente, imaginándoselo.

148

―Kookie,

esta casa es tan vieja, que tendrían que destruirla por completo para

hacer otro piso ―Taehyung cubrió su rostro, sobrellevado.

―¿Entonces?

―Insistió en saber. ―¿Vas a... mudarte? ―Y ahora su voz salió temerosa.

Sus ojitos se llenaron de decepción cuando el mayor asintió. ―Oh...

192

―Ellos

hablaron con los padres de Jimin ―Continuó. ―Han estado viendo casas

allá, por donde viven ellos. Papá dice que su traslado será aprobado, y
entonces...

―Jimin vive en otra ciudad ―Interrumpió.

―Sí ―La sonrisa de Taehyung tembló. ―Nosotros... nosotros nos iremos a otra ciudad
cuando llegue febrero

369

Jungkook

apartó la mirada, sintiendo un nudo formarse en su garganta. Por fin

había hecho su primer amigo y este le estaba diciendo que se iría en dos

meses. Sólo dos meses. ¿Y si su madre no aparecía para ese entonces?

¿Él se quedaría solo deambulando por ahí? Se había acostumbrado

demasiado a la presencia de Taehyung.

61
―¿Kookie?

―Llamó el mayor con delicadeza, temiendo que su amigo estuviera triste o

enojado por lo que acababa de decir. Él mismo había llorado un montón

cuando Jimin dijo de repente que se iría de la ciudad.

Pero cuando Jungkook volteó a verlo, él estaba sonriendo. Con pequeñas lagrimitas en
sus ojos, pero sonriendo sinceramente.

104

―Felicidades, hyung ―Dijo entonces. ―Podrás volver a estar con Jimin, ¿puedes verlo?
¡Esa es una muy buena noticia!

370

Sin

embargo, las pequeñas lágrimas rodaron por sus mejillas, y Taehyung

estiró sus brazos a través del marco para atraerlo hasta él,

permitiéndole llorar sobre su hombro a pesar de la incómoda posición.

Taehyung

no supo que decir para consolarlo, así que sólo lo abrazó. Y Jungkook,

que intentó ser positivo hasta el final, se preguntó por qué las
personas a las que quería siempre se iban lejos de él.

[13]
· Sábado 16 de diciembre de 2006.

Esa

noche hubiera sido extremadamente silenciosa de no ser por la lluvia que

se escuchaba caer en el exterior. Jungkook nuevamente estaba con él en

la cama, su cuerpo esta vez guardando cierta distancia. Por una razón

que desconocía, su amigo no había dicho más que hola desde su llegada y,

cuando lo animó a recostarse a su lado, se aseguró de colocarse en la

orilla del colchón. El mayor temía que se cayera por un mal movimiento.

63

Como si no fuera suficiente, ¡él le estaba dando la espalda! Y Jungkook jamás le había
dado la espalda antes.

―Kookie

―Se atrevió a llamar luego de 15 minutos que parecieron una eternidad.

―¿Estás molesto conmigo? ―Preguntó con tristeza. ―Porque si lo estás, no

es necesario que permanezcas a mi lado. No tienes que obligarte a

soportarme
54

―No estoy molesto contigo ―Murmuró, girando sobre su cuerpo. ―Sólo... es raro ―Murmuró.
―Es raro pensar en que te irás, hyung

―¿Es por eso que me estás evitando?

―Pienso demasiado en ello y me siento triste a menudo ―Sonrió débilmente. ―No me


gustaría que me vieras llorar de nuevo

52

Taehyung
suspiró con pesadez, tomando la mano de su amigo. Tiró de él suavemente

para hacerle entender que lo quería más cerca, y este comprendió. La

mano del mayor fue directamente hasta su rostro para acariciarlo,

despejando su frente por donde caían revoltosos cabellos.

12

―También

estoy triste ―Confesó. ―Y no me gusta verte llorar, duele mucho cuando

te veo llorar ―Sus propios ojos escocieron al pensar en los ojos

brillantes del menor inundados de cristalinas lágrimas. ―Pero soy tu

amigo, mi deber es estar contigo y abrazarte cuando algo va mal. Lo haré

durante todo el tiempo que me sea posible ―Prometió.

42

Jungkook

volvió a sonreír con tristeza, disminuyendo la corta distancia entre

sus pequeños cuerpos para volverla inexistente. Ocultó su rostro en el

pijama ajeno, en busca de calor y confort. Su cabeza quedó ubicada

justamente bajo la barbilla del mayor; este sólo reaccionó en abrazarle,

permitiéndole quedarse junto a él.

27
―Ya

estamos de vacaciones ―Dijo Kim, sus dedos enredándose con los cabellos

de su amigo mientras acariciaba su cabeza. ―Ya que no habrá clases,

quizás pueda mantenerme despierto la madrugada del sábado y del domingo

para verte. ¿Te parece una buena idea?

―Necesitas dormir ―Habló ahogadamente contra su ropa.

23

―¡Tonterías!

Mis encuentros contigo ahora serán limitados, ¡así que aprovecharé cada

oportunidad que se me dé para verte más veces! ―Jungkook se distanció

de él, buscando su mirada. ―Lo haré incluso si me dices que no lo haga

―Dictaminó antes de que el pequeño pudiera hacer un reclamo.

10
Jungkook

presionó sus labios, enfurruñado por su testarudez. Él sabía que dormir

era importante, pues constantemente se sentía cansado por no cumplir

debidamente con sus horas de sueño, por eso no podía permitir que su

amigo siguiera sus pasos. Sin embargo, Taehyung lucía tan convencido,

que veía difícil el hacerlo desistir.

48

―De

acuerdo ―Respondió de mala gana, alejándose otro poco más de él y

recostándose sobre su espalda para hacerle notar que realmente no estaba

tan de acuerdo como decía.

Pero

Taehyung rió de su expresión; Jungkook era adorable cuando parecía

enojado. Tirando su brazo alrededor de él, lo presionó contra su cuerpo

mientras sus labios buscaban su mejilla. La sonrisa volvió a labios del

menor cuando el contrario no dejó de dar besitos en su cara.


130

―Basta

―Pidió mediante una risita, pues le estaba dando cosquillas y su cara

ya se sentía lo suficientemente roja. Pero Taehyung no lo escuchó y sólo

siguió dando besitos en el mismo lugar. ―Hyung ―Gruñó por lo bajo, un

puchero formándose de manera involuntaria en su labio inferior.

―Tienes las mejillas más bonitas del mundo, Jungkookie. Son suaves y gorditas, incluso
quiero morderlas ―Confesó.

180

―¡No puedes hacerlo!

―Jungkook cubrió rápidamente sus mejillas, queriendo protegerlas. ―¡Son

mías, hyung malo! ―Añadió al notar la traviesa mirada de su amigo.

194

Tristemente para él, Kim

no pensaba igual. El pequeño se retorció en el colchón cuando su amigo


apartó su mano y dio una pequeña mordida en su moflete, soltando una

carcajada victoriosa tras separarse.

46

―Ya no te quiero ―Dijo Jeon, retirando los restos de saliva de su mejilla mientras
miraba con enojo a su mejor amigo.

118

―Por supuesto que me

quieres ―Dijo con convicción, volviendo a abrazarlo con ternura. ―Por

eso es que siempre vienes a mí, porque me quieres. Y yo también te

quiero muchísimo, por eso espero cada semana por ti ―Y volvió a dejar

otro besito en su rostro.

130

Jungkook no pudo ocultar

la sonrisa en su rostro y buscó la mano del otro niño por reflejo,

sonriendo aún más cuando se encontraron.


8

―El próximo domingo es

víspera de navidad ―Murmuró Taehyung, pensativo. ―Este año tuve buenas

calificaciones, quizás el viejo gordo si me traiga mi PS2 ―Jungkook puso

los ojos en blanco al escuchar la manera en que se refería a Santa.

―Así que, mi defensor de los hombres vestidos de rojo... ―El menor ahora

rió ante tal apodo. ―¿Escribiste tu carta para Santa? ―Ambos se

miraron. ―¿Hay alguna cosa que quieras, Kookie?

79

Taehyung tenía sólo 10

años y, como cualquier niño de una familia normal, no tenía dinero. Pero

quizás él podría usar sus ahorros para darle algo Jungkook. Ya que se

iría de todas formas, quizás podría dejarle algo a su amigo, algo que le

permitiera estar presente en su vida incluso si no era la manera en la

que él deseaba.

76
―No escribí una carta este año ―Admitió el menor finalmente, su voz saliendo en un
murmullo.

―¿No? ―Taehyung estaba sorprendido. ―¿Por qué no?

Jungkook mordió su

labio, sin querer decirlo en voz alta. A esa altura, ya no había nada

material que figuraba en su lista de deseos, y era consciente de que

para Santa algo más que material era más que imposible. Sin importar

cuántas cartas escribiera, Santa Claus no podría apurar el regreso de su

madre a casa.

23

Santa tampoco podría impedir que Taehyung se fuera.

51

―No quiero nada ―Dijo con simpleza.

30
―Kookie, has sido un

niño bueno, sea lo que sea que quieras, creo que tienes el derecho de

ser caprichoso al menos una vez en el año ―Lo incentivó el mayor,

queriendo escuchar sus deseos. Era imposible que un niño no quisiera

nada en navidad. ―Está bien si es algo que no se puede comprar ―Se

apresuró en agregar cuando el menor abrió la boca, dispuesto a rebatir.

―Entonces... quiero verte el próximo domingo

101

―Vas a verme, estaré aquí, no es necesario que le escribas a Santa para eso. Puedes
pedirle algo más y-

―Es lo único que quiero,

hyung ―Dijo con convicción. Él no podría impedir que su amigo se fuera,

pero verlo una vez más era un deseo mucho más fácil de concretar.
46

―Está bien ―Taehyung se rindió, presionando su mano con cariño. ―Estaré contigo esta
víspera de navidad, Kookie ―Prometió.

40

Jungkook sonrió,

acurrucándose más cerca de él. Taehyung dejó otro besito en su frente

mientras se lamentaba por no haber obtenido un verdadero deseo por parte

del menor, pero, como mínimo, había comprobado que su querer de estar

juntos era completamente recíproco.


[14]

· Domingo 24 de diciembre de 2006.

Jungkook

entró silenciosamente a la habitación de su amigo mientras lo veía

revolver su armario. Cerró la ventana y quitó sus zapatos, retirando

luego su abrigo. Cada día era mucho más frío que el anterior y sentía

sus huesos entumecidos.

22

Taehyung

dio la vuelta de repente, escrutándolo con la mirada mientras sostenía

algo entre sus manos. Jungkook se encogió en su lugar. No se explicaba

por qué el mayor le miraba tan serio.

―¿Hyung? ―Llamó, confundido.


―Póntelo ―Dijo, caminando hasta él para extenderle la prenda que sostenía.

75

Jungkook

tomó la prenda, desdoblándola. Miró curioso entre el suéter de lana y

su amigo, aún confundido sobre qué hacer, incluso si aquel niño acababa

de decirle que se lo pusiera.

―¿Me lo estás prestando? ―Taehyung sacudió la cabeza en negación.

―Es

un regalo ―Corrigió, rascando su cabello. ―Mañana es navidad, así que

puedes considerarlo un regalo de navidad. Solía ser mío y ahora me queda

pequeño, espero que no te moleste que sea usado... ―Murmuró

avergonzado.

183
Ahora

fue Jungkook quien negó fervientemente con la cabeza, poniéndose

rápidamente el suéter. No lo había dicho antes, pero suponía que

Taehyung ya había notado que toda su ropa era vieja y pequeña para él.

Le avergonzaba un poco verse a sí mismo frente al espejo muchas veces,

pero desde que su madre había dejado la casa, su padre no le había

vuelto a comprar ropa, y él estaba creciendo demasiado ese último año.

98

―Muchas gracias, hyung ―Su sonrisa dental fue brillante mientras sus ojitos se
arrugaban de felicidad.

29

Taehyung

desvió la mirada, sonrojándose. Aunque su primera opción había sido

comprar un regalo para Jungkook, finalmente supuso que darle algo de

ropa sería lo mejor. El invierno finalmente había llegado y los días

serían mucho más fríos, así que no quería arriesgar a su amigo a pescar

un resfriado. Se aseguraría de encontrar más ropa pequeña para Jungkook

pronto, sólo tendría que encontrar la manera de que su madre no notara

que las prendas poco a poco estaban desapareciendo.


58

―Pero,

hyung... ―Dijo Jungkook de repente, un poco tristón. Taehyung giró

automáticamente hasta él para ver como tiraba tímidamente de sus mangas,

pues la prenda le quedaba un poco larga. ―Yo no traje un regalo para ti

57

―No necesito un regalo

―No

es justo ―Reclamó, un puchero formándose en su labio. ―Me diste un

regalo, quiero darte uno también. ¿No hay nada que quieras, hyung?

170
Jungkook

no tenía dinero, pero era bueno en las manualidades. Quizás podría

regalarle algo como eso a Taehyung, ¡él se aseguraría de hacerlo con

mucho amor!

133

―Uhm...

si insistes... ―Taehyung se lo planteó seriamente antes de tocar sus

propios labios, mirando fijamente los de su amigo. ―Déjame besarte

613

―Siempre lo haces ―Jungkook resopló. ¿Por qué Taehyung no podía pensar en algo más?

43

―No,
es un beso diferente ―Sonrió abochornado, dando tímidamente un paso más

cerca de él. ―Hablo de un beso en los labios, Kookie

393

―¿Los

labios? ―Frunció su ceño. ―Quieres... ¿quieres un beso especial? ―Él

necesitaba confirmación. Su corazón dio un saltito cuando el mayor

asintió sin dudarlo. ―Mamá dijo que los besitos especiales se dan con

personas especiales ―Señaló.

221

―Está

bien, puedo ser tu persona especial ―Aseguró, muy convencido de ello.

Quería mucho a Jungkook, ¿acaso no era eso suficiente?

89

―Pero, hyung, ¡los besos en los labios son besos de adultos! ―Dijo casi alterado.
Porque

lo eran, ¿cierto? Jungkook estaba seguro de ello. Todas las personas

que había visto besarse en los labios eran adultos, ¡no se suponía que

él hiciera cosas de personas grandes!

―Eso no es cierto

―Taehyung chasqueó con la lengua. ―Una de mis compañeras besó a uno de

mis amigos hace poco, ¡y ellos son niños también! ―Jungkook abrió su

boca sorprendido. ¿Así que los niños podían besarse como los adultos sin

ningún problema? ¡Cada día se aprendía algo nuevo! ―Entonces... ¿puedo

besarte? ―Volvió a preguntar, sintiéndose vergonzoso nuevamente.

¿Cuántas veces más tendría que preguntarlo? No pensó que sería tan

difícil convencer al menor.

113

―Pero... ―Taehyung quiso

poner los ojos en blanco cuando lo escuchó rebatir una vez más. ―Somos

dos niños ―Señaló entre ambos. ―Nunca he visto a dos hombres besarse.

¿Los hombres pueden besarse, hyung?


622

De acuerdo, Taehyung no

había pensado en eso. Pero si hombres y mujeres podían besarse sin

ningún problema, ¿por qué no intentarlo? Además, él a veces había visto a

sus compañeras caminar de la mano hacia todas partes. Si las niñas

podían hacer cosas que las parejas hacían, entonces los niños también.

Simple lógica.

350

―Kookie, ¿te gusto? ―El

menor le miró sin pestañear. ―Porque si te gusto, entonces no hay

problema en besarnos como lo hacen las parejas. Eres mi persona especial

170

―¿Eso quiere decir que yo te gusto? ―Taehyung asintió de manera automática. ―¿De
verdad? ¿Como tu persona especial?

7
―Sí

53

―¿No como un hermano mayor a su hermano menor?

90

―¡Nunca!

―¿Nunca? ¡Pero cuando nos conocimos dijiste que serías como mi hermano mayor!

50

―Oh, ¿eso dije? ―Le miró

con comprensión, sonriendo con culpabilidad luego. ―Bueno, no podré ser


tu hermano mayor, lo siento, pero aún cuidaré de ti ―Prometió. ―Así

que, ¿te gusto? ―Insistió una vez más.

58

―Creo... creo que sí

―Musitó, bajando la mirada hasta el piso, avergonzado. ―Nunca me había

gustado alguien. Pero me gusta cuando tomas mi mano, me gusta cuando me

abrazas y me gusta cuando me llenas de besitos, así que supongo que...

tú también me gustas. Es así, ¿cierto, hyung?

334

―Eso creo ―Sonrió tímidamente también, sintiendo sus mejillas calentarse por las
palabras del menor.

18

―Así que... puedes besarme, si eso es lo que quieres ―Permitió finalmente.

175
Taehyung dejó escapar

una bocanada de aire, sintiéndose tenso de repente. Inclinándose sobre

el niño que era más bajito que él, juntó sus labios en un beso que no

duró más de 2 segundos. Ambos se miraron con ojos completamente abiertos

tras haberse distanciado.

374

―Me dio cosquillas ―Dijo el menor, sorprendido, tocando sus labios con sus dedos. ―¿Te
dieron cosquillas también, hyung?

274

―Sí ―Admitió, sintiendo sus orejas calentarse. ―Pero fueron cosquillas buenas, ¿no lo
crees?

57

Jungkook apartó sus

dedos, enseñándole una sonrisa brillante para luego asentir. Taehyung


suspiró más relajado y se animó a tomar su mano, guiándolo a su cama

para que ambos pudieran cubrirse, pues no valía la pena permanecer en el

piso por mucho más tiempo.

47

―La próxima semana es mi cumpleaños ―Le recordó Taehyung, acariciando su rostro. ―Vas a
venir, ¿cierto?

23

―Lo intentaré ―Prometió, aunque el pesar en su expresión no era muy prometedor.

―Tienes que hacerlo ―Taehyung tomó su rostro, depositando un rápido beso sobre sus
labios. ―Te estaré esperando

326

―¿Y vas a darme más besos como ese? ―Preguntó abochornado, siendo pillado por sorpresa.

67
―Sí

―Pensé que sólo sería

uno... ―Murmuró confundido. Taehyung rió y volvió a juntar sus labios,

asegurándose de que esta vez durara unos segundos más. ―Quizás... ¿te

gusta besarme? ―Preguntó con una mirada analítica.

121

―Muchísimo ―Admitió. ―¿Te gusta besarme también?

46

―Se siente raro ―En realidad, era su corazón el que se estaba volviendo loco. ―Pero sí,
me gusta
58

―Eso es bueno, porque antes de que me vaya, me aseguraré de darte muchos besos
―Prometió, volviendo a besarle una vez más.

132

Jungkook cerró sus ojos

mientras los labios de Taehyung presionaban los suyos por varios

segundos. ¿Cuánto se suponía que tenía que durar un beso?

133

―¿Cuánto es mucho? ―Preguntó el menor muy apenas, pues Taehyung había vuelto a posar
sus labios contra los de él.

―Infinitos besos
37

―¿Cuánto es infinito? ―Preguntó mucho más confundido.

―¡Infinito es infinito, Jungkook!

189

El menor hizo un

puchero, deseando entenderlo. Aparentemente, infinito era mucho, pero él

seguía sin saber cuánto era mucho. Y, de todos modos, temía que

Taehyung dijera eso en serio. Si ellos estaban besándose todo el tiempo,

¿cuándo podrían hablar? ¿Y sus labios no se sentirían cansados después

de un rato? Si sus piernas dolían después de correr mucho durante

educación física, definitivamente los labios debían de cansarse también

si besabas mucho.

241
¿Así funcionaba?

41

―Me gustas mucho, Kookie

―Dijo dulcemente Taehyung contra sus labios, dejando otro besito ahí

para luego abrazarlo por el costado, satisfecho.

70

―También me gustas, hyung ―Se acomodó contra él, sonriendo igual de satisfecho.

49

Taehyung lo abrazó con

más fuerza y cerró los ojos, dichoso. Le gustaba a su amigo y este hasta

le permitía darle besitos especiales. ¡Ellos se besaban como los

enamorados lo hacían! ¿No era esa víspera de navidad por mucho

excepcional?
[15]

· Domingo 31 de diciembre de 2006.

Taehyung

no lo estaba esperando aquella noche como desde hace meses hacía.

Jungkook se había acostumbrado a encontrarse con esa sonrisa cuadrada

apenas se paraba frente a la vieja casa, pero esa noche la ventana

estaba cerrada y no había señal de su amigo.

259

Apretó

con su mano el pequeño regalo oculto en su bolsillo y se acercó

temeroso hasta la ventana, tocándola con delicadeza. Esperaba que

Taehyung sólo se hubiera dormido temprano aquel día, porque de ninguna

manera sabría qué hacer si aquel niño estaba enojado con él.

65

Después de todo, Kim tenía el derecho de estar molesto. Jungkook, aún prometiéndolo, no
se apareció en su cumpleaños.
186

―Ah,

estás aquí ―Taehyung abrió finalmente su ventana, de mala gana. El

menor se encogió en su lugar cuando una mirada cargada de molestia se

posó en él. ―Pensé que no vendrías, tú sabes... ―Puso los ojos en

blanco. ―Pareces estar demasiado ocupado como para venir a mi

cumpleaños, así que, ¿por qué habrías de venir esta noche?

316

―Hyung... ―Intentó hablar.

―Cierto, es por tu madre ―Sonrió con falsedad. ―Es obvio que tu madre es más importante
que yo

532
Jungkook

sintió sus ojos escocer, pero no se dio el privilegio de llorar. La

mirada tosca de Taehyung decayó con el paso de los segundos, volviéndose

una tristona, y terminó por suspirar rendido para luego darle la

espalda.

―Sólo entra, Jungkook. Vas a congelarte ahí afuera

114

Jungkook

obedeció. Encaramándose en el marco como acostumbraba a hacer, se quitó

sus zapatillas cuando estuvo adentro. Cerró la ventana, dejó la

linterna en el marco, iluminando hacia el exterior, y, habiéndose

quitado su abrigo, caminó sigilosamente hasta la cama de su amigo, quien

le miraba inexpresivo.

Taehyung

quería mostrarse molesto, porque de verdad le había decepcionado la

ausencia de Jungkook aquel día, pero era difícil poner mala cara si veía

al niño usar la ropa que hace una semana le había dado.


72

―Ven

aquí ―Murmuró, apartando las mantas para que el menor pudiera

deslizarse bajo ellas. Los ojos del niño brillaron con lágrimas

retenidas mientras se acomodaba junto a su amigo.

―Perdón ―Taehyung no dijo nada. ―De verdad quería venir, pero... ―Se detuvo, sin poder
explicarlo en realidad.

Jungkook

no podía decirle a Taehyung que su padre le había golpeado y le había

obligado a mantenerse en su cuarto nuevamente. Había tenido que esperar a

que él se durmiera para escabullirse de casa.

286
―¿No vas a terminar? ―Ahora fue Jungkook quien no respondió. ―¿Tu padre no te ha dado
permiso para salir? ―Y ahora asintió.

Era

más fácil no decir la verdad por completo. Luego de que su madre se

fuera, Jungkook lo había deducido por sí mismo; las personas no

necesitaban saber todo lo que pasaba dentro de su casa. Había escuchado

que cuando los padres eran malos, los niños eran enviados al cuidado de

otros familiares. Pero Jungkook no tenía más familia, y él no podía

arriesgarse a ser enviado a un lugar extraño donde su madre no le

pudiera encontrar.

Incluso

si su propio padre se encargaba de recordarle a diario que su madre le

había dejado atrás porque no lo quería, él seguiría esperando por ella.

48

Creería hasta el final en ella.


56

―Oh,

Kookie... ―Murmuró Taehyung, su corazón rompiéndose cuando en medio del

silencio los ojos del niño se llenaron de diminutas lágrimas. ―Lo

siento, no quería comportarme mal contigo, sé que no es tu culpa ―Estiró

su mano, apartando las lágrimas de su rostro.

69

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fueron arrancadas, ahora es su demonio personal. » Par...

Mʏ ʙᴇsᴛ ғʀɪᴇɴᴅ ɪs ɢᴀʏ ༄ ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

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-- No es quien te "vuelve" gay, es quien te hace aceptarlo. -- ꧁ Jeon Jungkook es el mejor amigo de

Kim Taehyung, o eso piensa él, hasta que...

CATAE → jk + kth

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''¿Pueden dos personas completamente rotas amarse?'' ADVERTENCIA: Contenido sensible.

―Lo siento ―Volvió a decir de todas formas.


Taehyung suspiró y se

acercó más a él, envolviéndolo en sus brazos. Jungkook lloró en silencio

e hipó mientras sus manitos se aferraban a la ropa del mayor.

43

―Habrá más cumpleaños

―Dijo Kim con seguridad mientras acariciaba su espalda. ―Algún día serás

grande y no necesitarás el permiso de tu padre. Asistirás a todos mis

cumpleaños entonces

192

Jungkook se separó,

mucho más tranquilo, pensando en ese futuro. ¿Eso quería decir que

Taehyung y él se seguirían encontrando incluso después de grandes?

¿Incluso si el mayor se iba lejos? Una suave sonrisa se deslizó en sus

labios y Taehyung también sonrió, por el simple hecho de verle un poco

más feliz.

13
Tomando la mano del menor, la llevó hasta sus labios para dejar un pequeño besito en
sus dedos, provocando que se sonrojara.

66

―Hace cosquillas ―Rió bajito, y Kim volvió a dejar otro besito en el mismo lugar tras
escucharlo.

28

Jungkook miró fijamente

el gesto, sintiendo su corazón dichoso. Cerrando el espacio entre ambos,

con cierta vacilación, se inclinó sobre el mayor para ser capaz de

rozar sus labios con delicadeza. Los ojos de Taehyung estaban abiertos

con sorpresa para cuando se distanció.

102

―Lo siento, ¿no debía hacerlo? ―Preguntó con inseguridad ante su reacción.
45

Taehyung negó

rápidamente con la cabeza, dándole a entender que no había problema.

Antes de que Jungkook pudiera abrir la boca, sus labios ya estaban sobre

los del niño más pequeño.

19

―Cumplí 11 años ―Dijo, conservando su rostro cerca de él. ―Tienes que darme como mínimo
11 besos. ¿Suena como algo justo?

344

―Uhm, supongo ―Aceptó, parpadeando con inocencia.

Ya que había sido el cumpleaños de Taehyung, era lo mínimo que podía hacer, ¿cierto?
22

Taehyung se inclinó

sobre él, cerrando sus ojos en espera. Jungkook tomó su rostro entre sus

manitos y besó sus labios por tercera vez esa noche, dando pequeños

piquitos sobre la boca de su hyung y haciendo pausas sólo para contar

entremedio.

165

―... 10... ―Contó,

pegando sus labios a los del contrario en un beso más largo. ―¡11! ―Dijo

feliz tras haber cumplido, soltando su rostro. Taehyung suspiró con

ensoñación y dejó un tierno besito en la punta de su nariz antes de

acomodarse a su lado, abrazándolo.

93

―¿Sabes? Mamá siempre

besa a papá antes de que se vaya al trabajo. Siempre pensé que era
asqueroso, pero ahora que estás conmigo, creo que puedo entenderlo

―Jungkook giró sobre su cuerpo, encontrándose con la sonrisa tonta del

mayor. ―Me gusta cuando nos besamos en los labios. ¡Los besos en los

labios son mucho mejor que los besos en la mejilla!

494

Jungkook sonrió

tímidamente, sintiéndose avergonzado por aquella declaración.

Acercándose más a Taehyung, dejó otro besito en sus labios mientras el

mayor le envolvía más fuerte entre sus delgados brazos.

27

―Feliz cumpleaños, hyung

18

Taehyung dejó un besito

en su rostro y ambos permanecieron abrazados en silencio, simplemente

disfrutando del poder estar juntos. El delgado cuerpo de Jungkook se


sentía frío incluso a través de sus ropas y él sólo deseaba entregarle

calor, hacerle sentir protegido. ¿Cómo haría para cuidar del niño luego

de su separación?

101

―Me gusta estar contigo

así, como estamos ahora ―Declaró el mayor. ―Pero, Kookie, no me gusta

que camines afuera a esta hora. Hace mucho frío, te vas a enfermar.

¿Quién cuidará de ti si te enfermas? ―Cuestionó

―Estoy bien, hyung

―Aseguró. Por supuesto, hacía mucho frío afuera, pero nada lo iba a

detener de salir. ―Mañana se cumple un año desde que mamá se fue,

necesito estar aquí ―Taehyung suspiró con pesar. ―¿Estarás aquí mañana?

43

―No. Todos los años nos


vamos a casa de mis abuelos y nos reunimos toda la familia. Nos iremos

mañana en la mañana ―Jungkook se distanció un poquito, queriendo buscar

su rostro. ―Pero volveremos al día siguiente. Papá aún tiene que

trabajar

24

―Oh ―Jungkook le miraba con comprensión. ―¿Te gusta estar con tus abuelos, hyung?

―¡Ellos son los mejores

abuelos del mundo! Siempre salimos a pasear y a comer y- ―Se detuvo.

―¿Te cuento un secreto? Mi abuelo me puso mi nombre ―Comentó con

orgulloso. ―¿Sabes qué significa?

140

―Que todo estará bien, incluso frente a los momentos difíciles

228
―Ahm... ―Su sonrisa desapareció, su mirada se volvió curiosa. ―Sí, así es. ¿Cómo lo
sabes, Kookie?

77

―Alguien me lo dijo una vez ―Enseñó su sonrisa dental, sus ojitos arrugándose
dulcemente.

465

―Esa persona sabe mucho.

Pero hay algo más, ¡también quiere decir que todos mis sueños se harán

realidad! ―Dijo con alegría. ―¿Y sabes cuál es mi sueño ahora? ―Jungkook

negó con la cabeza, esperando con expectación. ―Que incluso si me voy

dentro de poco, seamos capaces de reunirnos en el futuro

173

―También quiero que así sea...

22
―Lo será ―Taehyung

acarició su cabello. ―Ya que es mi sueño, así será, lo prometo. No

importa si tardo días o años, Kookie, volveré por ti

261

Jungkook mordió su

labio, queriendo hacer cientos de preguntas. Si él ya no estaba en el

mismo lugar para ese entonces, ¿Taehyung le buscaría sin importar qué?

20

―Te encontraré ―Dijo el mayor con seguridad, como si fuera capaz de leer sus
pensamientos.

32

―¿De verdad?
―Lo haré ―Ni siquiera lo dudaba.

Jungkook aflojó un poco

el abrazo del mayor, rebuscando algo en su bolsillo. Taehyung miró con

atención la pulsera que le enseñaba su amigo.

50

―Es... tu regalo de

cumpleaños ―Musitó. Taehyung la tomó. ―No tengo dinero para comprar

cosas, pero hice esta pulsera para ti, hyung ―Subió una de sus mangas,

enseñando una exactamente igual. ―Tengo una también

416

Taehyung miró la pulsera

de Jungkook y luego miró la suya, intentando ponérsela de inmediato.

Jungkook se la quitó en medio de una risita y le ayudó a envolverla en

su muñeca, haciendo un nudo con los hilos luego. Al mayor no dejaba de

impresionarle la bonita pulsera trenzada que el contrario había hecho


para él. ¿No era el menor un niño de lo más talentoso?

43

―¿Te gusta? ―Preguntó tímidamente. ―Mamá me enseñó a hacerlas

20

―Es preciosa, Kookie

―Taehyung sonrió felizmente, abrazándole nuevamente. Jungkook también

sonrió, satisfecho. ―Con esto será imposible que no te encuentre,

estamos conectados

175

―Lo estamos, ¿cierto?

―Jungkook volvió a sentir sus ojos picar, como cada vez que pensaba en

la ida de su amigo. ―Te quiero, hyung


―También te quiero, Jungkook

24

Se miraron a la cara. Se

besaron una vez más; una vez o, quizás, unas diez veces. Ninguno las

contó realmente. Pero para cuando las mariposas en el estómago de ambos

exigieron un descanso, así como sus sonrojados rostros, se sonrieron

risueñamente con felicidad destellando en sus ojos. Taehyung volvió a

envolver la mano más pequeña entre las suyas para mantenerla caliente en

esa fría noche de invierno.

Su última noche de aquel extraordinario año.


[16]

· Martes 2 de enero de 2007.

319

Taehyung

miró con atención como Jimin jugaba una divertida partida de Crash en

su PS2 que había obtenido en navidad. No podía creer que había olvidado

por completo decirle a Jungkook que sus padres sí le habían regalado su

esperada consola, pero estaba listo para decírselo la próxima vez que

viniera.

61

La

noche anterior el menor no había aparecido, así que esperaba que esta

noche fuera diferente. Taehyung estaba ansioso por envolverlo en un

abrazo y desearle un buen año.

79
Aunque, tristemente, ellos no podrían dormir juntos con Jimin ahí.

73

Miró

con cierta decepción a su mejor amigo. Cuando su madre le había dicho

que los Park habían venido a Daegu por las fiestas y que Jimin se

quedaría con él por una semana, había saltado en un pie de felicidad.

Pero, recordando sus desveladas con Jungkook, la idea prontamente no

pareció tan buena. ¡Por supuesto que quería divertirse y dormir con su

amigo! Pero su tiempo con Jungkook estaba contado y necesitaba

aprovecharlo.

69

―Niños,

ya es demasiado tarde ―La señora Kim se paró al lado del televisor,

dándoles una mirada seria. ―Deben ir a la cama ahora, ya mañana seguirán

jugando
31

ellos, sin siquiera rechistar, obedecieron. Mientras caminaban al cuarto

de Taehyung, Jimin se preguntó por qué su amigo estaba extrañamente

silencioso. Él nunca era silencioso.

―Jimin

―Dijo finalmente el menor cuando ambos estuvieron en pijama,

acomodándose en la cama. ―¿Puedo contarte un secreto? ―El niño asintió.

―Pero tienes que prometerme que no se lo contarás a nadie

―Lo prometo, Tae

―Bien ―Aclaró su garganta. ―¿Recuerdas a Jungkook?


―¿El niño que cantaba por la noche fuera de tu ventana? ―Preguntó inseguro. Taehyung
asintió. ―¿Volvió a aparecer?

―Él siempre viene, Jimin. Nosotros nos vemos todas las semanas y somos muy amigos

52

―Tae,

ya te he dicho esto antes... ―Jimin movió sus manos con un poco de

exasperación. ―Los niños no salen solos de casa, ¡no durante la noche!

―Abrió sus ojitos todo lo que pudo. ―Quizás sólo has soñado muchas veces

con él, ¿no? Porque ningún padre o madre dejaría a su hijo salir a las 4

de la mañana

156

―Pero Jungkook no tiene madre... ―Murmuró para sorpresa de Jimin. ―Y su padre no le


presta atención

6
―Oh ―Bien, eso dejaba las cosas un poco más claras para él. ―¿Pero por qué me dices
esto ahora?

―Quiero

que lo conozcas ―Taehyung le miró fijamente. ―Eres mi mejor amigo y él

es especial para mí, así que necesito que lo conozcas. Por lo tanto,

¿vas a guardar este secreto? ―Jimin asintió automáticamente. ―Gracias

70

―Sí, bueno... ―Murmuró, acomodando su cabeza en la almohada. ―¿Por qué él es importante


para ti, de todas formas?

―Me gusta ―Respondió de inmediato.

150
―... ¿qué? ―Su voz apenas salió.

54

―Él me gusta y yo le gusto. Nosotros estamos en algo

―Se encogió ligeramente de hombros. ―Bueno, no le hemos dado un nombre,

pero cuando seamos lo suficientemente grandes, seguramente le pediré

que sea mi novio ―Jimin estaba boquiabierto. ―Así que si él viene, no

quiero que te sorprendas si es que tomo su mano o lo beso

455

―¿¡Lo besas!? ―Cubrió su boca, mirándole escandalizado.

145

―Sí
―... ¿en los labios?

193

―¡Por

supuesto que sí! ―Taehyung le miró extraño. ―Es mi persona especial,

por supuesto que debo besarlo en los labios. Las personas que se gustan y

quieren se besan en los labios ―Dijo con absoluta seguridad.

51

―Pero

tenemos 11 años, nosotros no besamos a los 11 años, ¡eso es extraño!

―Intentó hacerle razonar. ―Y asqueroso, muy asqueroso, ¡ew! ¿Por qué

querrías besar a alguien? ―Se abrazó a sí mismo, sintiendo escalofríos.

217
―Eso lo dices porque no has besado a nadie ―Le enseñó la lengua, divertido.

72

Jimin

frunció sus labios. Había una compañera en su salón que era muy bonita y

dulce, y quizás a él le gustaba un poquito, pero bajo ninguna

circunstancia la besaría. ¿Acaso su amigo estaba creciendo más rápido

que él y por eso hacía cosas que los grandes hacían?

147

―Bien, niños, ¿ya están en la cama? ―La señora Kim abrió la puerta, verificando. ―Muy
bien

Caminó

hasta ellos, arropándolos adecuadamente, asegurándose de que no pasaran


frío esa noche. Dejando un besito en la frente de ambos y deseándoles

dulces sueños, su mirada se clavó en el brazo de su hijo, notando por

primera vez la bonita pulsera que lo decoraba.

89

―¿Taehyung?

―Llamó extrañada, el niño sólo le miró fijamente. ―¿De casualidad

estuviste revisando las carteras de mamá? ―Él negó con la cabeza. ―No es

bueno que mientas, ¿lo sabes? ―Habló con voz dulce, sin reproche.

442

―Pero no estoy mintiendo ―Frunció sus labios, ofendido.

La

mujer suspiró y negó con la cabeza, sin querer pelear con él. Ya otro

día se aseguraría de hablar adecuadamente con él sobre por qué no debía

tomar las cosas sin permiso. Taehyung y Jimin se mantuvieron en silencio

hasta que finalmente la mujer se retiró.


202

―Ella se quedó mirando tu pulsera ―Cuchicheó Jimin. ―¿La tomaste de su bolso?

63

―No, Kookie me la regaló por mi cumpleaños. Él tiene una igual ―Musitó. ―Supongo que
mamá tiene una parecida y se ha confundido

368

―Oh ―El mayor asintió, entendiendo. ―Entonces, ¿tendremos que quedarnos despiertos para
esperar a Jungkook?

―Puedes dormir por un rato, te despertaré si él llega ―Prometió.


Y

así fue; Jimin se durmió mientras su amigo continuaba despierto. Pero

aunque las horas avanzaron esa madrugada, tal como la noche anterior,

Jungkook no apareció.

146

Tampoco

lo hizo la madrugada siguiente, ni la subsiguiente. Jungkook no

apareció ni siquiera cuando el sábado y el domingo llegaron.

194

finalmente, los días se convirtieron en semanas, el calendario anunció

un nuevo mes, y lo único que Taehyung lamentó cuando el momento de

mudarse llegó, fue que no pudo ver a su amigo por última vez.

264
Taehyung lloró en silencio aquella última noche en Daegu

[17]

· 1 de enero de 1995.

932

Jungkook

cubrió sus orejas mientras escuchaba el ruido de cosas romperse desde

el primer piso. Era poco más de medianoche, un nuevo año iniciaba, pero

ni eso parecía detener a su padre y sus arranques de furia. La puerta

principal fue cerrada en un golpe poco después, anunciándole la retirada

del hombre. El niño dedujo que iría por alcohol, como venía haciendo

desde hace un tiempo hasta ahora.

269
La

puerta de su cuarto fue la que se abrió entonces, con su madre luciendo

alterada mientras sostenía un bolso. La mujer lo dejó caer sobre su cama

para luego abrir el cajón, tomando un par de prendas.

44

―Jungkook,

ponte tu abrigo ―Ordenó. Y el menor obedeció en silencio, viendo como

ella salía del cuarto para luego entrar nuevamente, sosteniendo sus

ropas para también meterlas a la fuerza dentro del bolso.

69

―¿Mami?

―Jungkook tiró de su abrigo. Ella acomodó el bolso sobre su hombro y

tomó la pequeña mano. ―¿Por qué estás guardando nuestra ropa ahí?

4
―Vamos a irnos ―Fue todo lo que dijo, guiándolo rápidamente por la escalera para salir
de casa.

73

―¿Por qué? ―Continuó preguntando.

―Porque así tu padre no volverá a lastimarnos

82

eso bastó para que el niño dejara de preguntar. Jungkook tenía 8 años,

pero ya había visto suficiente por una vida. Él no quería volver a

escuchar los gritos de su padre, ni mucho menos verle tratar mal a su

madre. Estaba aterrado cada vez que ella lo cubría con su cuerpo para

protegerlo también de los golpes.

482
Si ellos se iban ahora, ¿podrían librarse de todo eso?

12

Las

calles estaban vacías esa noche. Ruido provenía de todas las

direcciones, en medio de celebraciones, pero nadie caminaba ahí afuera.

La noche era demasiado fría y sólo la luna parecía ir tras de ellos,

resguardándoles. Habiendo caminado varias cuadras, tomando incluso

callejones como atajo, su madre repentinamente se detuvo, como si

hubiera recordado algo. Jungkook le miró revisar desesperadamente el

interior del bolso y los bolsillos de su abrigo.

64

―Mierda...

24
Jungkook

le miró sorprendido; ella nunca decía palabras feas. Si su madre decía

una palabra fea, es porque algo muy malo estaba sucediendo.

―Bebé, escucha ―Ella se arrodilló frente a él. ―Mamá ha olvidado unos documentos. Iré
por ellos y volveré, ¿de acuerdo?

472

―¿No puedo acompañarte? ―Preguntó asustado.

―Será más rápido si te quedas aquí, Kookie ―Intentó razonar con él, acariciando su
rostro.

11
―Pero está oscuro, es de noche ―Sus ojitos se llenaron de lágrimas.

26

―La luna está aquí, bebé, no está completamente oscuro, ¿ves? ―Intentó sonreír para él.

156

―¿Y si me pierdes? ¿Y si olvidas dónde estoy?

―Eso

no pasará ―Le miró con pena, ansiosa por el tiempo que seguía pasando.

―Ya sé. Si es que tardo en llegar, sólo canta, ¿sí? Mamá siempre

reconocerá tu voz ―Le aseguró. Jungkook asintió, comprendiendo la

difícil situación mientras intentaba ser fuerte. ―Mamá vendrá por ti,

bebé, lo prometo, sólo espera un poco

580
―Está bien

La

mujer dio un beso en su frente, desapareciendo prontamente entre la

oscuridad de la noche. Los minutos avanzaron, convirtiéndose en horas.

Jungkook cantó, su voz volviéndose un agotador murmullo. Los ruidos en

la lejanía que pertenecían a personas celebrando, también se

desvanecieron mientras más se acercaba el amanecer. Pero incluso cuando

el sol se hizo presente en el cielo, su madre no apareció.

25

Ni esa noche ni nunca.

336

· 29 de diciembre de 1995.
64

Kim Hyojin no podía evitar sentir curiosidad por el pequeño niño con ojos de Bambi que
siempre pasaba por fuera de su casa.

202

Aquella calle no era muy

transitada y difícilmente pasaban autos, pero, por alguna razón, el

pequeño siempre caminaría lentamente por ese trecho mientras fijaba su

curiosa mirada en un montón de direcciones, como si buscara algo.

36

Hace un mes se había

atrevido hablarle, queriendo saber si podía ayudarle en algo. Sin

embargo, el castañito sólo había sonreído adorablemente y había negado

con la cabeza, diciéndole que iba en dirección a casa. Varias veces,

ella tuvo la tentación de preguntar por su dirección, pero jamás lo

hizo. Y al final, se había acostumbrado a encontrarse con el pequeño,

quien siempre le saludaría y le preguntaría cómo estaba antes de seguir


su camino.

―Jungkook ―Llamó la

mujer aquel día mientras cargaba una pequeña bolsa de pan. Nuevamente,

había salido a comprar y había encontrado al pequeño merodeando

alrededor. ―¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en vacaciones? ―El niño,

que miraba su reflejo en una de las ventanas de la casa, giró hacia

ella. ―¿Me estás escuchando?

―Sí, señora Kim ―Respondió inmediatamente. ―Sí estoy en vacaciones

179

―¿No deberías estar en

casa entonces? Hace frío aquí afuera ―Se acercó a él, preguntándose si

el pequeño había almorzado. ―¿Has comido? ―Él asintió lentamente. ―¿En

serio?
―Sí ―Musitó. ―Sólo estaba dando un paseo

―¿Te gusta mucho caminar

por aquí? ―Él asintió una vez más; Jungkook jamás había sido demasiado

hablador. ―Puedo entenderlo, supongo. Pero les estás pidiendo permiso a

tus padres para salir, ¿cierto? Ellos se preocuparán si no saben dónde

estás

Jungkook se quedó unos

segundos en silencio, meditando aquellas palabras. Fijando sus ojitos en

el gran abdomen de la mujer, asintió muy apenas. Él no hablaría de su

familia. Jamás lo hacía.

126

―Señora Kim ―Llamó, curioso. ―¿Cuándo nacerá su bebé?

420
―¿Uhm? ―Ella tocó su vientre, sonriendo dulcemente. ―Pronto debería de estar aquí

―¿Y ya tiene un nombre para él?

31

―Se llamará Taehyung ―Él

alzó su rostro hacia ella. ―Su abuelo lo ha elegido. Creo que significa

que todo estará bien, incluso frente a los momentos difíciles. ¿No es

un nombre muy bonito?

1.1K

―Lo es ―Sonrió

tiernamente. Volviendo a fijarse en el gran abdomen de la mujer

embarazada. ―Él nacerá durante las fiestas, espero que nadie olvidé

nunca su cumpleaños ―Agregó luego en un murmullo. ―Oh, ¡ya sé! ―Revisó

uno de sus brazos bajo la curiosa mirada de la señora Kim. ―Le daré esto

―Extendió una de sus pulseras para ella.


343

―¿Me darás tu pulsera? ―Él negó con la cabeza. ―¿Entonces?

35

―Es para Taehyung

―Señaló, y ella la tomó. ―No estaré para verlo nacer, pero quiero darle

un regalo ―Sonrió brillantemente. ―Usted se lo dará, ¿cierto?

285

―Oh, por supuesto que lo

haré ―Aseguró, guardándola en su bolsillo. ―¿Quieres decirle algo,

Jungkook? Aunque él no haya nacido, aún puedes hablarle ―Lo invitó.

16
―¿En serio? ―Le miró

sorprendido y tímidamente puso su manito sobre el abdomen. ―Hola,

Taehyung, es Jungkook hyung. Tu madre dice que nacerás pronto, así que

deseo que nazcas fuerte y sano. Si sigo aquí para cuando llegues,

prometo que jugaré contigo

517

Jungkook sonrió

satisfecho, dando un paso hacia atrás. Hyojin se mostró extrañada ante

las últimas palabras mencionadas por el menor.

―¿Piensas ir a otra parte, Jungkook?

―No lo sé ―Admitió.

―Pero si mamá quiere llevarme a otro lugar, entonces iré con ella ―Giró

sobre sus talones. ―Tengo que irme, señora Kim, papá sale temprano del
trabajo hoy. ¡Cuídese mucho! ―Agitó su pequeña mano, comenzando a correr

después.

62

La pequeña figura de

aquel niño desapareció prontamente de la vista de Hyojin. La mujer tocó

su vientre, preguntándose cómo había padres ahí afuera dejando a un

pequeño niño ir solo por las calles. Y no, ellos no vivían en un lugar

inseguro, pero siempre era mejor prevenir.

Esperaba pronto poder

presentarle a Taehyung. Jungkook era un niño dulce y respetuoso,

probablemente sería un buen ejemplo para su hijo.

Claramente, en aquel

entonces, Kim Hyojin ni siquiera había imaginado que aquella tarde había

sido la última vez que vería al menor.

388
Al día siguiente, ella

dio a luz a su primer bebé en el hospital y, cuando fue dada de alta, su

esposo la llevó a casa de sus padres para pasar las fiestas. Para

cuando regresó a su hogar, ya no había rastro de Jungkook.

88

Malas noticias le dieron la bienvenida al nuevo año.


Epílogo

· 31 de diciembre de 2015, Daegu.

429

―¿Taehyung?

―El rubio despertó de sus pensamientos cuando escuchó su nombre. ―Mi

tren saldrá en pocos minutos, creo que ya debo irme

Taehyung

asintió levemente, bajando la mirada cuando Hoseok se detuvo frente a

él, tomando sus manos. Alzando la mirada después, se sintió cohibido al

encontrarse con la hermosa sonrisa de ese chico.

71

―Gracias por venir hasta aquí, hyung ―Dijo.


―No

tienes nada que agradecer ―Se inclinó sobre él, disminuyendo la

distancia. ―Eres mi novio, Tae, por supuesto que iba a pasar tu

cumpleaños contigo

838

Taehyung

sonrió, sintiendo sus mejillas sonrojarse un poco cuando el mayor

capturó sus labios en un suave beso. Separándose luego, Hoseok prometió

llamarle más tarde, dedicándole una sonrisa antes de marchar.

45

Taehyung

se dio la vuelta, buscando un asiento en la estación para esperar a

Jimin, quien debía de llegar en cualquier momento. Manteniendo su cabeza

en alto, estuvo a punto de gritarle a dos revoltosos niños que tuvieran

cuidado con una mujer embarazada que caminaba cerca, pero cerró su boca

cuando los pequeños simplemente pasaron a través de ella. Apartó su

mirada al ser consciente de la verdad y, poco después, tomó asiento


junto a una anciana que estaba tejiendo.

426

Buscó

a los niños que había visto anteriormente, lleno de dudas, pero ellos

ya no estaban ahí. Frotando su rostro con cansancio, se preguntó a sí

mismo cuándo se acostumbraría a ello.

93

Cuando

Taehyung era pequeño, el resto siempre le había dicho que hablaba solo

con sus amigos imaginarios. Habiendo pasado años desde aquello, y viendo

cosas que el resto seguía ignorando, tuvo que aceptar la verdad

mientras se aseguraba de resguardar su secreto. Probablemente habría

sido señalado como un loco de haber dicho que podía ver gente muerta.

Porque lo estaban, él podía sentirlo. No era su imaginación. El mundo,

simplemente, estaba lleno de ellos; almas errantes.

480
Observando

fijamente la pulsera que aún mantenía amarrada en su muñeca, un

sentimiento de soledad lo abordó al recordar el día en que había

aceptado su particularidad. Pues, teniendo 14 años en ese entonces, aún

recordaba la voz de su madre hablándole de un tema que no podía ser una

coincidencia.

73

<<¿Por cuánto tiempo más planeas usar esa pulsera? Ya está gastada, ¿no prefieres que
te compre una nueva?>>

<<Ya te lo he dicho. Es especial, mamá.>>

104

<<Para empezar, ni siquiera tendrías que estar usándola.>>


<<Por supuesto que sí, me pertenece.>>

<<¿Cómo puedes estar tan seguro de ello? La tomaste de una de mis carteras.>>

<<También hemos hablado de eso. ¡Yo nunca he revisado tus carteras y mucho menos he
tomado algo sin tu permiso!>>

Taehyung sintió un nudo en su garganta mientras su mirada se tornaba borrosa, sin


despegarse de su preciada pulsera.

<<Está

bien, no quería decirte esto, pero ya que pareces no ceder, tendré que

decírtelo. Esa pulsera, Taehyung, fue un regalo que un niño dejó para ti

un día antes de que nacieras. Él quería que la conservaras.>>

113

<<Por
lo tanto, en el caso hipotético de que esta sea la pulsera de la que

hablas, porque, insisto, no lo es, ¿eso quiere decir que esa pulsera

también me pertenece? No veo el problema en que la conserve

entonces.>>

<<Él falleció.>>

665

Taehyung abrazó su muñeca y cerró los ojos, recordando la expresión seria de su madre
mientras hablaba.

<<El niño que

dejó la pulsera, es alguien que murió hace mucho tiempo, poco después de

que tu nacieras. Él era un buen chico, y estoy segura de que habría

sido una figura increíble para ti, pero él ya no está, Taehyung. Y no me

siento del todo tranquila sabiendo que usas algo de alguien que ya no

es parte de este mundo.>>

66
<<... ¿cómo se llamaba el niño, mamá?>>

<<Jungkook.>>

515

Taehyung presionó sus

labios en una línea y frotó sus ojos, negándose a ser un desastre

sentimental. Luego de haber tenido esa conversación, se había negado

rotundamente a creer que el niño de la historia de su madre era el mismo

Jungkook que lo había visitado tantas noches durante su infancia.

Sencillamente, no tenía sentido. Pero a medida que pasaban los años y él

buscaba desesperadamente el paradero de Jungkook, jamás dio con él.

66

Encontró a varios chicos

con su nombre con ayuda de internet. Había visto rostros vagamente


familiares al niño de sus recuerdos. Pero ninguno de ellos era su

Jungkook. Sus esperanzas decayeron día a día mientras aceptaba poco a

poco la realidad.

18

La maldita realidad.

85

Taehyung conoció chicos

en su vida, pero ninguno como él. Pasando por su adolescencia, cada vez

que alguien había intentado acercarse a él con intenciones de algo más,

había terminado por rechazarle para luego encerrarse en su cuarto y

llorar por la incertidumbre provocada por su niño de la luna. Y

finalmente, ese año, él había conocido a Hoseok mediante Jimin.

Hoseok probablemente

tenía todas las cualidades que cualquiera soñaría en un chico. Y él se


sintió agradecido de que existiera alguien más en el mundo capaz de

hacer sentir a su corazón vivo después de mucho tiempo. Hoseok no

pensaba que él era extraño. Hoseok lo amaba, cuidaba y respetaba como

nadie.

153

Y finalmente, él había decidido avanzar.

45

Hace unas semanas,

cuando su madre le había anunciado que pasarían las fiestas en Daegu

después de tantos años, Taehyung se propuso averiguar la verdad sobre

Jungkook para darle a ese ciclo su fin.

―Conozco esa mirada,

niño ―El rubio giró hacia la anciana junto a él cuando esta le habló,

sin dejar de tejer. ―Tienes la mirada de alguien que extraña mucho a una

persona especial

97
―¿Cómo lo sabe? ―Preguntó en voz baja, sintiéndose extrañamente cálido por la repentina
empatía.

―También he pasado bastante tiempo esperando por alguien ―Confesó ella con una sonrisa
suave, alzando la mirada hacia él.

514

Taehyung le miró

atentamente, notando la tristeza en sus ojos. Queriendo decir palabras

de consuelo para ella, se sobresaltó cuando escuchó su nombre en un

grito. Jimin venía corriendo hacia él justo en ese momento.

―¡Ya está! ¡Ya llegué! ―Se detuvo abruptamente frente a él, respirando agitado. ―¿Qué
hacías?
―¿Uhm? Sólo hablaba con- ―Taehyung se calló al notar que no había nadie a su lado.
―Conmigo mismo ―Murmuró.

404

Jimin frunció el ceño,

notando su drástico cambio de ánimo. Conociendo uno de los más grandes

secretos de Taehyung, se preguntaba por qué constantemente este parecía

desesperado en ocultar la verdad incluso de él.

Siempre sería raro

encontrar a su mejor hablando solo, pero él no quería que el menor se

sintiera mal por algo que ni siquiera estaba bajo su control.

―¿Vamos?

―Preguntó Taehyung, levantándose. ―Quiero ir a la biblioteca comunal

cerca de mi antigua casa. Escuché de algunas personas que guardan todas

las ediciones del periódico de la ciudad, por lo que hay una gran

probabilidad de que encontremos algo revisando los que datan después de

mi nacimiento, ¿cierto? ―Jimin se mantuvo en silencio, siguiéndole. ―O


quizás... ¿suene como mucho trabajo? ―Preguntó dubitativo.

―Estoy contigo, Tae. Encontraremos más rápido la información si buscamos entre ambos

78

―Muchas gracias, Jimin

Taehyung no sabía cómo

transmitirle toda su gratitud al mayor. Desde su infancia, a pesar de

las dudas y lo descabelladas que sonaban sus historias, Jimin siempre

había creído en él. Y ahora que finalmente se aventuraba en buscar la

verdad respecto a Jungkook, su mejor amigo seguía ahí, sin titubear. No

cualquiera lo habría hecho. Taehyung sabía que cualquier persona normal

habría salido corriendo de haberle dicho "me enamoré de un niño que ni

siquiera parece ser parte de este mundo". Una locura.

166

Transitando por las


calles de su infancia, Kim fue invadido por la nostalgia al ver como

muchas cosas habían cambiado. Sin embargo, la fachada de su antigua casa

seguía siendo la misma; un poco más marchita, de todas formas.

Aguantando la respiración mientras caminaba por aquella calle llena de

recuerdos, se detuvo cuando fuera de su vieja ventana, justamente en el

poste donde solía ubicarse Jungkook, una anciana dejaba una flor en un

vaso de agua. Intercambiando miradas con Jimin, se preguntó si ambos

estaban pensando lo mismo.

154

―Ella... ―Susurró Park en su dirección. ―¿No tiene un aire familiar para ti? ―Preguntó.

Taehyung asintió,

decidido en caminar hasta ella. Cuando la mujer se reincorporó, tras

haber hecho una oración en silencio, giró con curiosidad para ver a los

jovencitos que seguían sus movimientos. Los muchachos le miraron

sorprendidos tras reconocerla.

―¿Profesora Han? ―Kim miró pasmado a la que había sido su maestra de primaria.

112
―¿Taehyung? ¿Jimin? ―La

mujer arregló sus lentes sobre el puente de su nariz. ―Oh, ustedes no

han cambiado nada. Sólo han crecido tanto, niños ―Sonrió para ellos con

dulzura.

Claramente, ellos no

podían decir lo mismo. La mujer que había sido su profesora por años

cuando eran sólo unos niños, ahora tenía el cabello completamente gris y

un rostro mucho más arrugado del que recordaban. Sin embargo, ella

seguía transmitiendo la misma tranquilidad cuando sonreía.

―¿Están visitando a

alguien aquí? ―Preguntó ella, interesada. ―Desde que ambos se mudaron a

Busan, no había sabido nada de ustedes


―Sí, estamos pasando las

fiestas con nuestras familias y resolviendo unas cosas pendientes

―Respondió Taehyung. ―Pero, ¿qué hay de usted? ―Miró el vaso de agua con

la flor. ―Siento si suena entrometido, pero... probablemente el agua se

congele cuando llegue la noche

―Lo sé, muchacho ―Aceptó

ella, bajando la mirada hacia la flor. ―Pero he pensado demasiado en

alguien este último tiempo ―Murmuró, agitando su mano. ―Tuve un

estudiante hace mucho tiempo que solía cabecear en clases. Él era un

buen estudiante, pero a veces su rendimiento se veía afectado por su

sueño. Como pensó que me molestaría con él por fallar, comenzó a

llevarme flores silvestres para hacerme sonreír ―Rió ligeramente,

apagada. ―Ahora que jubilé, no puedo evitar recordar eso con tristeza.

Debí decirle que no estaba decepcionada de él y que no era necesario que

buscara flores para mí ―Volvió a mirar el vaso. ―Pero es tarde para

ello. Y supongo que sólo yo puedo dejarle flores ahora

451

La mujer guardó

silencio, mirando el vaso por otro largo minuto. Suspirando con pena,

intentó sonreírles a sus ex estudiantes para luego hacer una reverencia

con la cabeza, despidiéndose de ellos.


―Profesora

Han ―La voz de Taehyung se escuchó de repente cuando ella intentó

marcharse. ―Quizás, el estudiante del que habla... ¿puede que sea Jeon

Jungkook?

83

La mujer se detuvo,

volteando a ver al chico rubio con impresión; habían pasado muchísimos

años desde que ella había escuchado ese nombre. Y, por la manera en la

que Taehyung la miraba, parecía que el joven estaba buscando respuestas.

No fue la biblioteca el siguiente paradero de Jimin y Taehyung.

Los jóvenes siguieron a

la anciana hasta su casa cuando esta les ofreció beber algo caliente,

pues hacía demasiado frío como para permanecer a la intemperie.

Jimin sopló su taza de


café y mordisqueó su galleta mientras, frente a él, Taehyung permanecía

imperturbable con sus ojos fijos en su humeante taza de chocolate. La

señora Han llegó hasta ellos, tomando uno de los asientos vacíos, y sólo

eso bastó para que Taehyung volviera a prestarle atención, con una

emoción apremiante destellando en sus oscuros ojos.

―Las personas no suelen

hablar de él... ―Murmuró, depositando un álbum sobre su mesa. ―Se van a

cumplir 20 años desde ello, es normal que el resto no lo recuerde.

Muchas personas que vivían en esta zona en ese tiempo, ni siquiera viven

aquí ahora. Y Jungkook... él no fue alguien muy conocido, de todas

formas. Sólo era un niño ―Miró entre sus estudiantes. ―¿Cómo es que

saben de él?

58

―Mamá... ella lo

mencionó una vez ―Mintió Taehyung, humedeciendo sus labios resecos. ―La

casa donde nos encontramos hace un rato... solía ser mi casa


―Oh, así que es eso ―La

mujer asintió, conforme con la respuesta, y hojeó su álbum en busca de

algo. ―Jeon Jungkook, clase del 93, fue ahí donde le conocí ―Sonrió.

―Era el mejor de la clase. Un niño brillante, respetuoso y amable con

todos. Sin embargo, para ser tan pequeño, él era... ―Meditó. ―Demasiado

tranquilo y solitario. Habiendo trabajado con niños por tantos años, me

sorprendió que existiera alguien tan reservado como Jungkook, porque los

pequeños no suelen ser así ―Admitió. ―Aquí está

77

Taehyung tomó la

fotografía cuando esta le fue extendida. Su estómago se revolvió cuando,

en un grupo de niños que posaba junto a la señora Han, el bonito rostro

de Jungkook apareció ahí; sus ojitos arrugados de felicidad mientras

sus dientes enseñaban la más adorable de las sonrisas. Apartó la mirada,

intentando contener las lágrimas, y fue Jimin quien tomó la foto para

buscar al niño que tantas veces había descrito su mejor amigo. Un vacío

se instaló en la boca de su estómago cuando ni siquiera necesitó de una

pista para saber quién era el chico.

199

Jeon Jungkook existía y era tal como Taehyung lo había descrito.


58

―Esa foto es del día del maestro del año 95 ―Prosiguió la mujer, pensativa. ―Fue el
último año que estuvo con nosotros

58

―¿Qué pasó con él? ―Se atrevió a preguntar Jimin al notar que Taehyung no podría hablar
sin quebrarse en el proceso.

―Oh, chicos, me pregunto

si ustedes realmente quieren saber eso ―Murmuró abatida, suspirando al

notar la mirada segura de Park. ―Su madre le abandonó cuando tenía 8

años, o así dijeron las malas lenguas en ese entonces. Ella era

costurera y trabajaba en un pequeño local en el centro. Días antes de la

navidad del 94, ella renunció a su puesto. Y cuando el nuevo año

llegó... simplemente dejamos de verla ―Miró su álbum, simplemente por

qué no sabía a dónde mirar mientras pensaba al respecto. ―Jungkook dijo

que ella se fue, pero que volvería por él; era lo que siempre me decía.

Me dolía el corazón decirle que quizás eso no pasaría, porque todos

unían los puntos y concluían que ella había programado aquella ida, por

eso había renunciado previamente. Dijeron que había encontrado a otro

hombre y por eso había abandonado a su familia


96

―¿No fue así? ―Preguntó Jimin, inexpresivo.

―No fue así ―Había dolor

en la expresión de la mujer. ―Jamás supimos los detalles, porque no

hubo testigos y Jeon nunca confesó, pero ella... ―Su voz tembló. ―Su

cuerpo fue encontrado enterrado en el patio de su casa un año después de

que desapareció ―Jimin cubrió su boca mientras Taehyung cerraba sus

ojos, queriendo eliminar cualquier imagen construida por su mente. ―El

caso conmocionó mucho a todos en ese entonces. Un asesino vivía entre

nosotros... y ni siquiera pudimos intuirlo ―Su voz salió ahogada. ―La

madre de Jungkook no era alguien muy sociable, no tenía familia ni

amigos, así que nadie se preocupó por ella cuando se fue. Pero

entonces... ―Negó con la cabeza. ―Siempre que lo pienso, me pregunto

cómo ni siquiera nos lo cuestionamos. Cómo no imaginamos... que él era

un hombre peligroso. Jamás me perdonaré no haber notado todos los signos

de violencia que mostró Jungkook luego de que su madre se fue

232
―Signos ―Repitió Taehyung de manera automática.

―Llegó con moretones una

vez ―Comentó. ―Cuando le pregunté por ello, él aseguro que se había

caído por las escaleras y que no era nada grave. Quise hacer algo

entonces, pero decidí creer en él. No debí hacerlo, probablemente sólo

estaba aterrado de las consecuencias. El último tiempo, él siempre lucía

más triste y descuidado ―Sus ojos se humedecieron al recordar al niño y

rápidamente secó las pequeñas lágrimas. ―Sus ropas lucían tan

desgastadas, creí que su situación económica sólo no estaba bien. Yo...

quizás sólo huí de la verdad ―Bajó la mirada, sintiéndose culpable. ―Es

por eso que simplemente no puedo olvidarlo. Jungkook merecía una vida

mucho mejor que la que tuvo ―Susurró.

281

Jimin dejó la foto sobre

la mesa y giró hacia Taehyung, quien lucía completamente desorientado y

afectado. Si alguna vez llegó a dudar de las palabras de su amigo, en

ese preciso momento habría dado lo que fuera para que todo se tratara de

un mal sueño o un simple error para Taehyung. Él no merecía pasar por

eso.
―Esto... ―La voz de

Taehyung apenas salió mientras enseñaba su muñeca decorada por la

pulsera. ―Mamá conoció a Jungkook. Él dejó esto para mí cuando se enteró

de que nacería pronto

―Él solía hacer esas

pulseras, lo recuerdo ―Sonrió con melancolía. ―Una vez le pregunté si

podría hacer una para mí, pero él se disculpó y dijo que no podía, que

sus pulseras sólo las haría para su madre porque era su persona

especial, a quien amaba ―Rió desganada. ―Un regalo especial era para una

persona especial. Él era tan pequeño y ya hablaba como un chico grande

―Rió nuevamente, secando una pequeña lágrima. ―Puedes sentirte

afortunado, Taehyung. Probablemente Jungkook estaba interesado en

conocerte, de otra forma, no habría dejado un regalo tan importante para

ti. Estoy segura de que ahora tienes un pequeño ángel cuidando de ti

577

Taehyung se tragó la risa amarga que quiso salir de su boca. Un ángel.

Cuando conoció a Jungkook a sus 10 años, él también había pensado que

se trataba de un ángel. Pero Morfeo no había enviado a ese ángel para

acompañarlo durante esa noche de insomnio. Jungkook siempre había estado

ahí.
Taehyung y Jimin se

despidieron de su antigua profesora para ir hasta la biblioteca, como

habían planeado inicialmente. Aunque ahora conocían más de la historia,

aún querían saber con exactitud qué había pasado en aquel tiempo y

temían despertar la curiosidad de la señora Han si la llenaban de

preguntas.

Para suerte de ellos, las respuestas no tardaron en llegar.

El 1 de enero de 1996, un niño fue hallado muerto en la calle donde Taehyung vivía,
justamente en ese

lugar. Su hora de muerte había sido alrededor de las 4 a.m. Causa:

hipotermia. Se habían encontrado moretones en el cuerpo del menor.

925
Revisando

más periódicos de fechas cercanas con los avances del caso, Taehyung

pudo comprobar como la muerte de Jungkook gatilló a que se abriera una

investigación para la madre del menor, a quien jamás se pudo encontrar.

Sólo días después, hallaron su cuerpo enterrado en el patio de su casa,

así como el arma.

Jeon, aunque había arriesgado pena capital, exigida por el fiscal a cargo del caso,
sólo recibió cadena perpetua.

84

Jimin, que había

terminado de leer el seguimiento del caso después que Taehyung, miró con

pesar al chico que ahora se encontraba recostado sobre el mesón de la

biblioteca, escondiendo su rostro. Él no necesitaba ser un genio ni

tener un súper oído para saber que Taehyung estaba llorando en silencio

por saber finalmente qué había sucedido. Y aunque quería consolarle y

decirle "tranquilo, todo mejorará", sabía que no había mentira más

grande que esa.

35
Jungkook había existido.

Su padre era un hombre violento que había asesinado a su madre, y el

pequeño ni siquiera llegó a saberlo, sino que esperó noche tras noche

por alguien que nunca vendría a buscarle. La muerte le había encontrado

primero.

140

Jungkook había

existido y su historia era un marchito y vago recuerdo en las memorias

de quienes les conocieron hace 20 años. Y, lamentablemente, también en

las memorias de Taehyung, quien a pesar de vivir en otro tiempo, tenía

una conexión con el chico.

76

Taehyung se reincorporó

en su asiento, secando sus lágrimas con un poco más de confianza. Aunque

su pecho dolía y se sentía devastado, no era momento de llorar. El día

seguía avanzando, otro año desde la muerte de Jungkook se cumpliría, y

él necesitaba hacer algo antes de que la historia se repitiera una vez


más.

―¿En qué piensas? ―Preguntó Jimin en voz baja cuando una extraña determinación invadió
el triste rostro de su amigo.

―La profesora Han dijo

que Jungkook llegó con golpes una vez. Él mintió diciendo que se había

caído de las escaleras. Ella también dijo que Jungkook solía tener sueño

en clases

13

―¿Y qué hay con ello?

―Fue así conmigo también

―Volteó hacia su amigo. ―Él también me habló sobre dormir en clases. Y

una noche llegó con golpes y dijo que había caído por las escaleras

―Jimin frunció su ceño, aún confundido. ―¿No lo ves? Es como si... como

si él repitiera lo mismo de ese entonces, su último año de vida. Y


Jungkook dijo que se cumpliría un año desde que su madre se fue. Pero no

fue un año, Jimin

118

―¿Insinúas que vive en un tipo de bucle? ―Taehyung se encogió de hombros, desesperado.

99

―No estoy seguro de casi

nada ―Admitió. ―Pero, como mínimo, tengo la certeza de que Jungkook ni

siquiera saber que él está muerto

325

Jimin pasó una mano por

su cabello, sin poder creerlo. ¿Las personas podían morir y no saberlo?

La sola idea era espeluznante. Ni siquiera sabía cómo Taehyung podía

manejar todo eso por sí solo.

59
―Mira esto ―Taehyung

tiró uno de los periódicos sobre la mesa, señalando una foto. ―Es la

casa donde ocurrieron los hechos. ¿Puedes reconocerla?

23

Jimin hizo una mueca con

la boca, sintiendo un escalofrío; por supuesto que la reconocía. En la

zona, había una gran casa de dos pisos bastante vieja. En realidad, la

casa no era lo más impresionante, sino el extenso patio que poseía.

Ellos varías veces habían querido entrar a la propiedad, pues estaba

abandonada, pero se habían detenido debido a todas las leyendas que

circulaban sobre ella.

Era una casa embrujada.

Todos decían que alguien penaba sin importar la hora del día y era por

eso que nadie quería vivir ahí. Ahora, leyendo la historia del lugar,

podía entender un poco de dónde nacieron todas esas leyendas. La casa


realmente estaba maldita.

72

―Necesito ir ahí, Jimin ―Y sí, justamente era eso lo que él no quería oír. ―Pero no
puedes acompañarme

85

―¿Qué? ―Jimin casi

gritó, y tuvo que cubrir su boca ante el miedo de haber sido demasiado

histérico. ―¿Cómo que no lo haré? ―Preguntó en voz baja. Porque, aunque

no quería entrar a un lugar donde había ocurrido un asesinato, mucho

menos planeaba dejar a Taehyung ir solo hasta ahí.

―No es un lugar para ti ―Dictaminó, reuniendo los periódicos para devolverlos a su


lugar.

1
―Taehyung, no voy a dejar que vayas solo hasta- ―El rubio le dio una mirada seria. ―Tae

―Escucha ―Kim intentó no

sonar tan alterado. ―He visto personas muertas toda mi vida, ¿sí? Y

necesito ir a este lugar para comprobar si el espíritu de la madre de

Jungkook sigue ahí. No será bonito entrar ahí. No será grato. Estar en

un lugar donde han ocurrido cosas malas, vuelve susceptible a las

personas ―Y Dios, él lo sabía, Taehyung era más susceptible que

cualquiera. ―No quiero hacerte pasar por esto

69

―Pues, es una lástima,

porque iré de todas formas ―Se cruzó de brazos, provocando que Taehyung

abriera la boca, ofendido por la falta de comprensión. ―Soy un miedoso,

¿de acuerdo? Y no puedo ver lo mismo que tú, pero mientras pueda

seguirte, lo haré. No dejaré que entres a un lugar como ese tu solo

84
―No será bueno ―Murmuró.

―Entonces vamos a pasar el susto juntos ―Sentenció.

123

No hubo mucho más por

contradecir. Taehyung prefirió guardar silencio y salir con Jimin hasta

aquella vieja casa, incluso siendo consciente de la ansiedad que

dominaba sobre el mayor. Mirando a su amigo antes de decidir saltar la

gran reja que rodeaba el lugar, quiso reprocharle por insistir en ir

hasta ahí cuando parecía estar a punto de desmayarse.

22

―Aún puedes retractarte ―Advirtió, escalando.

3
Pero Jimin fingió estar

sordo y saltó junto con él. Era primera vez para ambos viendo un lugar

tan arruinado y lúgubre como ese. El pasto, en vez de estar largo, había

muerto por completo, y la zona se veía gris y desierta mientras

caminaban por el extenso patio. Su cuerpo comenzó a sudar sin

precedentes y se detuvo al notar que Jimin ya no iba tras de él.

19

―¿Sucede algo? ―Preguntó, volteando hacia él. El mayor ahora parecía un papel.

―No sientes... ¿algo

extraño? ―Preguntó en voz baja. ―El aire aquí... es un poco denso

―Respiró con dificultad. ―Y de repente tengo muchas ganas de vomitar

―Admitió, poniéndose en cuclillas para descansar unos segundos.

213

Taehyung torció el

gesto, pero no le recriminó. Incluso él se sentía mal mientras caminaba

dentro del lugar, como si algo muy malo estuviera por venir a ellos. El
aire se sentía cada vez más pesado y una presencia extraña le estaba

inquietando de sobremanera. Él no se sentía muy diferente a cuando

caminaba por un cementerio, incluso estando de día.

51

―¿Puedes seguir? ―Le preguntó.

Jimin asintió,

levantándose. Taehyung sostuvo su mano y ambos siguieron su camino,

decidiendo rodear la casa para dar con el lugar de los hechos. La

respiración del contrario se volvía cada vez más inestable y Taehyung

estuvo a punto de querer renunciar y correr lejos con Jimin.

―Puedo entender ahora porque nunca nadie volvió a vivir aquí ―Susurró Jimin.

Taehyung se preguntó si alguna vez Jungkook sintió algo raro mientras vivía ahí.
67

Kim se detuvo de

repente, soltando la mano de su amigo. Deteniéndose frente a una zona

donde el césped aún crecía de un hermoso color verde, ambos

intercambiaron miradas dubitativas. Taehyung se acercó un poco más,

sintiendo el peso de su corazón. Aunque aquella zona parecía tan viva,

era como si una fuerza dolorosa quisiera arrastrarlo lejos de ahí. Sus

ojos escocían. Era difícil respirar. Pero, sobre todo, estaba asustado

como nunca lo había estado antes. Era aterrador.

91

―Está

aquí todavía, ¿cierto? ―Habló en voz alta, a sabiendas de que había

encontrado lo que buscaba. ―Mi nombre es Taehyung. Estoy aquí por

Jungkook ―Nada pasó a su alrededor, y él tiró de su manga para enseñar

su pulsera. ―Sólo... por favor... de verdad es importante ―Suplicó.

Jimin ahogó un grito

cuando el césped se hundió como si estuviera siendo pisado por alguien;

pero no había nadie ahí. Retrocedió un paso, queriendo gritarle a


Taehyung que había sido suficiente y que lo mejor sería irse, pero

mantuvo su miedo para sí mismo cuando vio al joven alzar los ojos con

una extraña emoción.

135

Su mirada era apreciativa. La clase de mirada que le darías a una persona hermosa que
te hace sentir cálido.

Taehyung miró fijamente a

la mujer frente a él. Ella era joven y hermosa, y Jungkook tenía sus

ojos; los mismos ojos grandes, brillantes y tristes. La mujer extendió

su mano, esperando una respuesta, y él ni siquiera dudó en responderle.

La piel de su muñeca quemó mientras ella tocaba la pulsera, rozándole

sin malas intenciones.

27

Hasta ese momento, jamás

había pensado en lo extraño que era poder tener contacto con los
muertos. Ellos estaban en todas partes, viviendo como si fueran los

humanos los que no existían. Pero esa mujer, al igual que su hijo había

hecho, estaba sosteniendo su mano como si compartieran el mismo mundo.

―Desconozco las razones

por las que usted sigue aquí ―Habló el rubio. ―Pero necesito que acabe

con esto de una vez. Jungkook todavía la está esperando

73

―Taehyung ―Su voz era

suave y su mirada tristona. ―Las personas que mueren con algo pendiente,

no pueden abandonar su lugar ―Murmuró. ―No puedo ir por Jungkook

82

―¿Y si la ayudo?

―Preguntó con cierta desesperación en la voz. ―Usted no tiene otra

opción que descender o permanecer aquí, ¿cierto? Pero yo aún puedo


moverme. Puedo buscar a Jungkook y hablarle de usted

―¿Estás seguro de que ese es tu deseo? ―Taehyung permaneció en silencio. ―Luces como
alguien que no desea dejarlo ir

223

El labio de Taehyung

tembló mientras sus ojos escocían. Miró su pulsera, a la cual se había

aferrado con su vida por tantos años. Sin importar las muchas veces que

creyó perderla, siempre la encontró de nuevo. Y pensó que así sería su

vida con Jungkook, que sin importar cuán perdidos estuvieran, volverían a

reencontrarse algún día. Volverían a reencontrarse mil veces si era

necesario. Pero la realidad no era tan bonita como sus sueños. Y la

pulsera en su muñeca tenía un significado más profundo que su simple

uso.

39

―Es mi deseo ―Respondió finalmente, su voz saliendo en un murmullo. ―Ayudar a Jungkook,


es mi único deseo ―Aseguró.
50

La mujer tocó su rostro,

mirándole con una ternura abrumadora. Y con los ojos llenos de

lágrimas, dejó una caricia en su rostro para luego dedicarle una

brillante sonrisa.

―Muchas gracias, Taehyung

43

Ella desapareció después de eso.

Como si fuera arte de

magia, el pasto se secó frente a él. El terror desapareció, mas no así

el dolor. Pero una tranquilidad extraordinaria abarcó su corazón


mientras secaba las lágrimas que habían escapado.

―¿Lo sientes? ―Preguntó en voz baja Jimin tras de él. ―Es como si nuestro entorno
hubiera cambiado de repente...

―Creo que es así ―Se levantó. ―Volvamos a nuestras casas, Jimin

―¿Qué? ―Taehyung comenzó

a caminar por delante de él, como si nada hubiera pasado. ―¿Eso es

todo? ¿Se acabó? ¿Qué se supone que hiciste?

―Nada, sólo voy a

cumplir el deseo de la madre de Jungkook, pero no es el momento todavía

―Volteó hacia él. ―Gracias por acompañarme hasta aquí, Jimin, pero

tenemos que volver a nuestras vidas ahora. Sobre Jungkook... me

encargaré de él por mi cuenta cuando llegue la hora

―¿De verdad vas a hacerlo de ese modo? ―Murmuró con tristeza.


―Necesito hacer esto a solas ―Intentó sonreír. ―Puedes comprenderlo, ¿cierto?

31

Jimin asintió,

frunciendo sus labios con descontento. Él podía entender que necesitaba

privacidad para reunirse con Jungkook, pero temía que Taehyung se

quedara solo y triste después de ello. No quería que su amigo comenzara

de esa forma su año nuevo.

―Eres increíble, ¿sabes?

―Dijo pensativo cuando por fin consiguieron salir de la propiedad. Kim

le miró con confusión. ―Pareciera que vives entre dos mundos... o algo

así. Si fuera tú, me habría vuelto loco hace tiempo. Si mi primer amor

hubiera sido Jungkook... quizás estaría en casa llorando ahora. Pero tú

lo enfrentas y quieres hacer lo mejor ―Sonrió para él. ―Gracias por ser

de esta manera, Tae. Realmente estoy feliz de ser tu amigo

140
Ah, las personas de su infancia no habrían dicho tal cosa. Pero la sonrisa de Jimin era
tan honesta, que sabía que no había malicia o mentiras escondidas tras sus palabras.

Taehyung intentó

convertir esa honestidad en su propio valor, porque aunque intentaba

lucir como un chico maduro y valiente, la verdad no era tan cercana a

ello.

☆☆

Taehyung había leído que

la madrugada del 1 de enero de 1996 había sido una de las noches más

frías de los últimos 10 años. Pasado de medianoche, y esperando en la

calle en que solía vivir cuando niño, se preguntó si ese había sido el

ambiente que Jungkook había tenido que soportar año tras año en su

interminable rutina. Una calle solitaria y fría. Personas celebrando en

las lejanías. Él vagando, como si no tuviera un lugar al que pertenecer o


un motivo para celebrar.

52

Respiró a través de su

bufanda y miró el cielo, ocultando su triste sonrisa al comprobar que la

luna no se encontraba esa noche. Sus ojos picaban al pensar en Jungkook

desapareciendo tal y como la luna, sólo que él no volvería nunca más.

Pero, incluso si llevaban tantos años sin verse, ¿de dónde nacía el

sentimiento egoísta de querer mantenerlo ahí por un tiempo más?

39

Una corriente fría pasó

por su lado, llamando su atención. Jungkook apareció repentinamente

junto a él, corriendo a toda velocidad hacia la luz, y el aire se atoró

en sus pulmones ante lo que acababa de comprobar. Jungkook jamás había llegado, él
simplemente había aparecido ahí. ¿Lo habría notado durante su infancia de haber sido
más perspicaz?

192

Caminó hasta el niño,


quien, a pesar de su agitada respiración, había comenzado a tararear una

canción. Taehyung quiso llorar cuando la escena frente a sus ojos era

una réplica de lo que vio por meses a sus 10 años.

182

Jungkook, más calmado,

siguió tarareando y avanzó hasta la ventana frente a él, tocando el

vidrio con una mirada curiosa; como si le reconociera, como si esperara

por alguien. Taehyung no había sido consciente de que él había cambiado

la rutina del niño hasta que vio la confusión en sus ojos. Como si

supiera que algo había pasado, pero no recordaba qué. Jungkook parecía

tan perdido en ese momento.

183

―Estrellita, ¿dónde estás? ―Jungkook limpió el vidrio, intentando ver a través de él.
―Quiero verte titilar... ―Se distanció, formando un puchero con su labio. ―En el cielo
y en el mar, un diamante de verdad. ¿Estrellita, dónde estás? Me pregunto qué serás...
―Murmuró. Deteniendo su canto cuando fue capaz de escuchar unos pasos acercándose.

414
Jungkook le miró,

enseñando sus expresivos ojos que contenían sorpresa y hasta temor. El

menor raramente se había encontrado con alguien a esas horas. Sin

embargo, aquel joven le miraba como si tuviera interés en él y eso no le

gustaba.

―Hola

―Taehyung intentó sonreír al notar su mirada llena de desconfianza.

―¿Puedo hablar contigo? ―El niño negó con la cabeza, caminando de

regreso al poste para colocarse en cuclillas debajo de la luz,

abrazándose a sí mismo.

38

―Mamá vendrá por mí

―Dijo con voz firme, como si quisiera imponerse. ―No me moleste, hyung

―Pero, lamentablemente, su voz tembló al final.

152

Taehyung le miró con

tristeza, comprendiendo que estuviera asustado, pues en su mente no


seguía siendo más que un niño de 9 años. Se acercó a él de todas formas,

quien se pegó más al muro mientras miraba fijamente una flor

abandonada, y quiso golpearse a sí mismo cuando a sólo dos pasos de

distancia comprobó las lágrimas que comenzaban a formarse en los ojos

del pequeño.

―Váyase, por favor ―Su voz sonó suplicante y ahogada. ―No tengo nada. No me haga nada,
hyung ―Pidió.

215

Taehyung no quería saber

cuántas veces Jungkook tuvo que pasar por situaciones similares

mientras aún estaba con vida. Sentándose a su lado, considerando una

cierta distancia para no alterarlo aún más, descubrió su boca para que

su voz se escuchara claramente.

―No te haré nada, Jungkook ―Prometió.

48
El pequeño por fin lo

miró. Con sus ojos lagrimosos giró hasta él, la duda plantándose en su

expresión. Taehyung quiso secar las diminutas lágrimas como tantas veces

hizo en el pasado, pero era difícil hacer un movimiento sin espantar al

pequeño.

―¿Cómo sabe mi nombre? ―Preguntó finalmente, sin apartar la mirada de él.

―Tu madre me habló de ti

14

―¿En serio? ―Sus ojos se

ampliaron, dejando todo rastro de miedo. ―¿Conoce a mamá, hyung? ¿Dónde

está ella? ¿Vendrá por mí? ―Se acercó más a él, su rostro iluminándose

al por fin obtener noticias de su madre.

102
―Ella se reunirá

contigo, sí ―Asintió. Una pequeña sonrisa dental apareciendo en su

rostro al ver la felicidad del niño. ―En realidad, ella está esperando

por ti, Jungkook, así que no hay razón para llorar, ¿eh? ―Extendió

finalmente su mano hacia él, retirando las lágrimas que habían quedado

en sus mejillas. ―Tal como prometió, tu madre está esperándote para irse

juntos

228

La piel de Jungkook era

fría y sus labios estaban morados, pero él no estaba temblando. En

cambio, su mirada era extraña mientras su expresión ensombrecía un

tanto.

32

―¿Cuál es tu nombre,

hyung? ―Preguntó de repente, serio. Taehyung alejó su mano, sin ser

capaz de inventar algo a tiempo. ―¿Cuál es tu nombre? ―Insistió. Kim

lamió sus labios resecos mientras intentaba hablar. ―¿Taehyung?


231

―¿Qué estás diciendo? ―Intentó reír, fallando horriblemente.

―Te pareces a él. A

Taehyung. Con su sonrisa rara y bonita, y sus lunares. Eres más adulto,

pero... ―Buscó su muñeca. Taehyung sintió sus ojos escocer cuando el

niño dio con la pulsera. ―¿Qué año es este? ―Cambió su pregunta.

301

―2015

44

Jungkook soltó su brazo,

levantándose para alejarse. Taehyung tuvo miedo de que desapareciera,

pero el niño sólo se miró a sí mismo un momento, volviendo a girar hacia

él después.
1

―No eran... no eran

amigos imaginarios, ¿cierto, Tae? ―Preguntó en un murmullo. Taehyung

negó con la cabeza, aguantando sus propias lágrimas. ―Mamá nunca llegó

por mí, ¿cierto?

287

―Ella lo intentó

Jungkook se sentó en el

piso, abrazándose a sí mismo para comenzar a llorar. Sus memorias eran

difusas desde hace un tiempo. Sus recuerdos parecían una extraña mezcla

entre la realidad y los sueños. Él había estado solo durante las noches,

pero, a veces, había recuerdos de un niño que no encajaban con sus

experiencias. Había sentido incertidumbre por tanto tiempo y,

finalmente, parecía comprenderlo. Aunque su mente era la de un niño y su

corazón no era tan fuerte como quería, él lo entendía.


Jungkook nunca avanzó.

133

Taehyung caminó hasta

él, sosteniéndolo en un abrazo para presionarlo contra su cuerpo, y

Jungkook lloró aún más cuando las ideas se amontonaron en su cabeza.

Taehyung también quiso llorar, porque aquel niño estaba ahí, entre sus

brazos, tan frío como en sus recuerdos y, aun así, tan brillante. No

podía creer que la persona a la que había amado tanto seguía del mismo

modo que cuando la conoció.

34

―Pe-Perdón por llorar,

hyung ―Se disculpó con él, distanciándose mientras intentaba secar sus

lágrimas. Taehyung sólo negó con la cabeza mientras presionaba sus

labios en una línea, intentando no sollozar. ―Cumpliste tu promesa

―Sonrió de la misma forma que había hecho tantas veces junto a él.

232
―Perdóname por venir tan

tarde, Kookie ―Fue ahora él quien se disculpó, su voz rompiéndose.

Jungkook miró con tristeza al adulto frente a él. ―No quise avanzar sin

ti, pero... ―Hipó, sin saber cómo explicarse. Después de todo, ¿la vida

de Jungkook no había terminado incluso antes de que él pudiera avanzar?

23

―Pero sucedió así ―Su

pequeña mano sostuvo la del mayor. ―Hyung, ¿te ha ido bien en Busan?

―Taehyung asintió. ―¿Y aún eres amigo de Jimin? ―Él asintió una vez más.

―¿Te has convertido en un excelente hermano y has mejorado tus

calificaciones?

211

―Yo... creo que lo hice

―Por lo tanto, estás

teniendo una buena vida, ¿no? ―Sonrió dulcemente. Taehyung sólo lo miró.
―¿Hay otra persona especial en tu vida ahora, hyung?

519

Taehyung no respondió,

en cambio, sólo conservó sus ojos en él. En el pequeño rostro que había

adorado. En los labios que compartieron su primer beso. Los recuerdos

parecían tan lejanos que ni siquiera parecían pertenecer a esa vida.

Recuerda a su yo de niño, él que sin importar la edad había hablado de

amor como un adulto. Y quiso reír de sí mismo por lo dolorosas que

habían sido las consecuencias de enamorarse a tan temprana edad.

Quiso reír de sí mismo porque, incluso ahora, su primer amor seguía doliendo.

33

―Hay alguien más ―Respondió finalmente. ―Él es bueno... y me hace feliz

95
―Eso es ―Jungkook presionó su mano, mirándole con cariño. ―Gracias por avanzar,
Taehyung

390

Taehyung respiró con

dificultad, soltándose del agarre del pequeño. Desamarrando la pulsera

de su muñeca con dificultad, la extendió de regreso con su dueño

original bajo la mirada atenta de este.

34

―Al yo de 10 años, de

verdad le gustaste mucho, Jungkook ―Sonrió para él con sus ojos llenos

de lágrimas, amarrando la pulsera de regreso a su muñeca. ―Pero tengo

que dejarte ir ahora

448
Jungkook observó su

pulsera y luego miró a Taehyung, asintiendo para él. Acercando su mano a

su rostro, retiró una de las lágrimas del rubio mientras sonreía una

última vez para él.

―Mamá me está esperando,

¿cierto? ―Preguntó, recibiendo un asentimiento en respuesta. ―¿Está

bien si me abrazas una última vez, hyung? Hace demasiado frío aquí

513

Y Taehyung lo hizo.

Refugiando en sus brazos al pequeño que había comenzado a temblar, lo

escuchó cantar una última canción ahí, junto a él. El dulce murmullo le

acompañó hasta el final, apagándose poco a poco, y, de repente, ya no

hubo nada. Ni su voz, ni su presencia.

272
Jungkook desapareció

entre sus brazos, como si nunca hubiera estado ahí. La calidez embargó

su cuerpo incluso en las horribles condiciones. Y las lágrimas se

quedaron en sus ojos mientras veía la flor ahora cubierta de escarcha

junto a una prenda de ropa que conocía demasiado bien.

210

<<Te pareces a la luna.>>

38

Taehyung miró el cielo. Sin luna, sin estrellas; la noche tan fría y opaca.

40

<<¿La luna? ¿Lo dices porque sólo podemos encontrarnos durante las noches, hyung?>>
El rubio rió en voz baja, roto, comenzando a caminar de regreso a casa de sus
familiares mientras recordaba su respuesta.

<<Es más que eso. Porque, lo cierto es que ni siquiera la luna es visible durante todas
las noches, Kookie.>>

No, no lo era.

<<Al igual que a ti, a ella no pude verla esa noche. Eres como la luna. Eres mi niño de
la luna.>>

294

Taehyung se negó a mirar

hacia atrás mientras abandonaba el sentimiento de pérdida en su

corazón. En su vida, había un montón de cosas a las que no encontraría

explicación. Como las cosas que veía. Como la pulsera que un día

Jungkook le dio a su madre pero luego regresó a él. Como el mismo

Jungkook. Pero, como si nada de eso importara, el mundo no se había

detenido para darle respuestas.

13
Los días seguirían

avanzando. Habría más noches de luna llena y otras donde no le vería. Y

Jungkook seguiría siendo su niño de la luna, aun después de todo.

20

Porque, aunque la luna no se mostrara una noche, su presencia seguiría estando allí;
siempre.

85

Tal como Jungkook.

478

~Fin~
Extra: The Most Beautiful Moment in Life

· Taehyung

369

Me

pregunté que había después de la muerte. Pasando toda mi vida

conviviendo con almas errantes, me pregunté a dónde iban a parar los que

sí abandonaban el mundo de los vivos. El otro lado, al que algunos

aspiraban, ¿era realmente tal cosa como el cielo que muchos describían?

¿Las personas cantarían, danzarían y se reencontrarían con aquellos a

los que amaron? ¿Y si, al final, sólo dormías por la eternidad?

86

¿Y si no había tal cosa como el más allá?

¿Existía la reencarnación?
141

¿Y si, tal como en historias de fantasía, contábamos con más de una vida?

12

¿Me reencontraría con él, de ser así?

250

Me

gustaba imaginar otra vida, donde él estaba. Me gustaba crear en mi

cabeza una increíble historia de amor donde Jungkook y yo éramos los

protagonistas. En esa historia, no existía el sufrimiento ni el dolor.

Jungkook tenía una hermosa infancia y una divertida adolescencia.

Jungkook se convertía en un gran adulto y, eventualmente, en un dulce

padre. Las marcas de expresión llegarían con los años y yo le vería

envejecer, junto a mí. En tiempos más desesperados, cuando sólo deseaba

un final feliz para él, me conformaba con imaginarle envejecer incluso


sin mí.

228

¿Pero para qué limitarme en tristezas cuando se trataba de mis sueños?

Sí. En una historia que yo creé, en un mundo inexistente, Jungkook me amaba tanto como
yo le amaba.

91

Pero los sueños no eran algo por lo que debía de seguir mi vida.

Pasé por más amores y desamores. Gané y perdí personas. Felizmente, reí más de lo que
lloré. Me casé. Formé mi propia familia.

259
Viví.

Y cuando los años comenzaron a pasarme la cuenta, volví a pensar en él.

115

"Abuelo Kim, ¿a dónde crees que la gente va al morir?"

248

Y volví a replanteármelo.
En

mi última noche, antes de caer dormido, fui incapaz de imaginar tal cosa

como un cielo. Tampoco pude aferrarme a la idea de más vidas esperando

por nosotros. No quise resignarme al descanso eterno, consciente de la

herida cicatrizada en mi corazón. Debía ser algo más.

69

Más allá, debía encontrar algo más.

Un mundo donde él era feliz. Un mundo donde yo era feliz.


¿Existiría acaso?

78

☆☆

1
"Hey, ¿a dónde crees que van las personas cuando mueren?"

98

Taehyung

se puso su abrigo a toda velocidad tras terminar de almorzar. Corriendo

hasta la entrada, rió traviesamente cuando su madre le gritó para

hacerle saber que le tiraría las orejas si no volvía a casa para la hora

de la cena. Por lo general, a él le gustaba ser un niño de 10 años, con

menos tareas y responsabilidades que los adultos, pero odiaba notar que

aún faltaba mucho para poder hacer las cosas a su manera.

55

"Quizás... ¿a un lugar donde ha dejado de correr el tiempo?"

103

Respiró
el aire frío de aquel otoño antes de encaminarse en dirección al

parque. Muy contrario al triste cielo gris, las calles estaban limpias y

las casas rebosaban de colores y calidez. A Taehyung le gustaba

apreciar su alrededor por eso; porque, justo ahí, siempre todo parecía

marchar bien.

27

"Quizás a un lugar que nos haga sentir protegidos; donde ya no haya razón para tener
miedo."

30

Aunque quizás podría ponerse a llover en cualquier momento.

"... un lugar donde jamás habrá tormentas."

2
¿La nieve comenzaría a caer pronto?

"Un lugar lo suficientemente cálido, para que nadie muera de frío."

300

Taehyung se detuvo en la

entrada del parque, ensanchando su sonrisa al ver a un niño pateando

las pequeñas piedras en su camino mientras esperaba bajo un farol.

Corrió hasta él, abrazándolo por la espalda, tomándolo desprevenido.

Pero el niño, en vez de gritar, sólo rió cuando el mayor lo alzó y lo

hizo girar.

215
―¡Hyung! ―Chilló, deseando que sus pies volvieran a tocar el piso.

88

―¡Buenas tardes, Jungkookie! ¿Me extrañaste? ¡Porque yo te extrañé muchísimo!

507

"Un lugar donde nos reencontremos con aquellos que llevamos profundamente guardados en
nuestro corazón."

190

Jungkook negó con la

cabeza, volteando a verle mientras intentaba fingir estar molesto por su

efusividad. Sin embargo, cuando Taehyung pellizcó sus mejillas,

llamándolo sin vergüenza el niño más bonito del mundo, sólo pudo sonreír

tímidamente, sintiendo su rostro enrojecer.


44

―Basta, vamos a jugar

―Pidió, dándole la espalda para ocultar su avergonzado rostro. Taehyung

asintió y tomó su mano, corriendo con él hasta los juegos.

"Un lugar donde los niños son sólo niños."

175

A veces Taehyung y

Jungkook jugaban a la búsqueda del tesoro. A veces, imaginaban que el

parque era realmente una selva y ellos valientes aventureros. Otros

días, serían superhéroes, y ayudarían devolviendo objetos perdidos o

cargarían las compras del supermercado. Si se sentían un poco más

atrevidos, quizás se convertirían en villanos planeando cómo conquistar


el mundo, sólo para tomar la mano del otro y recordar que ya se sentían

reyes del lugar.

79

Pero siempre, siempre,

el día terminaría con ambos escondidos detrás de uno de los árboles,

avergonzados ante la idea de que alguien les descubriera besándose. Y a

veces eran 5 besos, otros días, más de 10, pero nunca era suficiente con

1.

403

―Hyung... ―Jungkook puso

una mano sobre la boca del mayor después de que este contara el beso

número 10. ―Si seguimos así, se me hará tarde para cenar y mamá me está

esperando. ¡No puedo permitir que coma ella sola!

250
"Un lugar que no tuvo oportunidad de ser. Pero tú eres feliz y yo soy feliz."

111

―Cierto, mamá dijo que tiraría mis orejas si volvía a tardarme ―Murmuró contra su piel.

―¡Pero me gustan tus

orejas! ―Taehyung sonrió, dejando un besito sobre su mano. Jungkook la

apartó al sentir cosquillas ahí. ―No quiero que tu madre tire tus orejas

17

―De acuerdo, ella no lo hará ―Prometió. ―¿5 más y volvemos?

178
Jungkook rió en voz

bajita, parándose en puntillas para alcanzar los labios del contrario en

otro inocente beso. Taehyung lo abrazó y permitió los 4 besos que

siguieron a ese, asegurándose de que el último durara varios segundos.

Sus labios contra los de Jungkook siempre sería la mejor sensación del

mundo.

76

―Te llevaré a casa ―Susurró, tomando su mano para marcharse con él.

"Entonces, al final, ¿a dónde crees que van las personas después de morir, Taehyung?"

115

Taehyung soltó la mano


de Jungkook después de que este tocara el timbre de su casa. Una hermosa

mujer apareció poco después en la entrada, recibiendo al pequeño con

una sonrisa brillante y un abrazo cálido, y Kim sonrió para ella cuando

su atención cayó él. La mujer le agradeció por cuidar de Jungkook otra

tarde y el pequeño agitó su mano en despedida antes de entrar. Una

pulsera decoraba su pequeña muñeca y Taehyung enseñó la suya también,

guiñándole un ojo juguetonamente antes de que la puerta se interpusiera

entre ambos.

126

"Probablemente, al momento más hermoso de nuestras vidas."

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