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—Bien, iré, iré—Se quejaba el chico— Ya rey HeeChul, su hijo irá allá.
—Pero es que no quiero, quiero ser normal—Reclamaba cansado— Soy feliz como
estoy, sin lacayos, cabalgatas o cenas obligadas...
—JungKook, ¿No crees que eso hubiera hecho feliz a la abuela Hani? —Musitaba
mientras JungKook sentía la opresión en su pecho— Ella siempre quiso que tú
fueras un sucesor, luego de lo de tus padres...
—Lo sé, abuelo pero... ¿Soy el único que está por la línea sucesora?
¿Vaya libertad no? Pero JungKook se había sentido libre de qué comer, beber y
con quien convivir. Había hecho muchos amigos, entre ellos JiMin. Un peli
naranja muy entusiasta, ecologista y siempre le apoyaba en todo. Suspiró y
marcó a su amigo, lo invitaría ya que de todas maneras el Jet privado real era
muy amplio para ambos y el gato.
—Bueno mi Bokshil, iremos a una casa más amplia—El gato maullaba, al menos
uno sería feliz allá— Al menos tendrás más espacio para jugar, quien sabe mi
anterior cuarto era bastante más amplio que este departamento.
—No te pases, ¿Cómo que viajaremos al centro del país? —Indagaba sonriente el
más bajo.
— ¡¿Qué?! —Miró con estupefacción— Espero no estés bromeando niño del mal...
—Claro que sí, iré a hacer las maletas y vendré para dormir acá—Se levantaba y
dirigía a la puerta— Vengo en un rato, mientras haz tu equipaje y emociónate.
¡Rey JungKook!
JiMin salía sonriendo del lugar, mientras JungKook negaba fastidiado con la
cabeza y sacaba sus maletas. Sabía que no sería necesario, así que solo haría la
más pequeña.
Odiaba tener que ser el heredero legítimo al trono, no quería gobernar toda una
vida. Quería disfrutar de la vida, recorrer el mundo y conocer el amor con alguien
que le quiera por quién es y no por su posición noble. Pero la última proclama de
la abuela Hani antes de fallecer, fue su deseo de ver a su nieto como el rey de
Hanyang y su abuelo HeeChul quería honrar a su esposa con aquello.
JungKook no podía objetar, también porque tenía ventajas eso de ser noble.
Como el que podía viajar en Jet privado, comprar todo lo que quisiera sin límites
y su favorita ventaja de todas, convencer a su abuelo de mejorar al país. Sólo
esperaba no tener que lidiar con mucho en cuanto llegara allá.
Mientras que en Hanyang, un castaño caminaba por los pasillos del palacio con
seguridad y una sonrisa arrogante. Mientras HeeChul viraba los ojos y suspiraba,
era Kim TaeHyung, conde de Hwaseong.
—Nada, sólo vine de visita— Admiraba las flores de los jarrones— He oído que su
nieto es ya mayor de edad, el chico para el trono.
HeeChul asintió y siguió al chico hasta la sala de asamblea, donde les esperaban
los parlamentarios con una sonrisa cortés. Se sentaron a escuchar la proclama
de ley.
— ¿Qué? ¿Yo heredero? —Hablaba por primera vez Kim— Es extraño, no tengo
ninguna relación sanguínea con la familia Jeon.
—Así es, sin embargo su tátara abuelo fue el primo segundo del rey—Informaba
serio— Por eso es la condición de que puede ser si y solo si el príncipe se niega.
El rey nos informó que llegará mañana al palacio, así que se hará una fiesta en
su honor. Allí el príncipe decidirá su destino, joven TaeHyung.
— ¿Para qué se me trajo aquí entonces? —Miraba a todos— Me han hecho hacer
un día de viaje en automóvil, cuando bien pudieron mandarme la proclama al
castillo.
—Oh bueno, lamentamos eso conde Kim—Hablaba otro sujeto del parlamento—
Se le trajo aquí también para el baile, la proclama y para que sea el ayudante del
rey en su coronación. Una gran tarea.
Cuando el Kim se había retirado, HeeChul miraba al parlamento serio. Era hora
de sacar todo al parlamento.
—Bien, ¿A qué trajeron a Kim? —Miraba serio— Dudo que solo a lo que se le ha
dicho.
—No es eso, se supone son por si viene alguien de visita real y...
—Lo es, por eso hui de casa. —Alzaba los hombros— Pero mi abuela y abuelo...
mejor dicho, mis padres, quieren que sea sucesor.
El pelinegro miró por la ventana del aeropuerto real, suspiró y tomó a su gato.
Salió del Jet junto a JiMin, el cual miraba sonriente y emocionado todo.
—Príncipe, el rey HeeChul me ha pedido que viniera por usted—Sonreía amable
un hombre— Me llamo Jung HoSeok.
—Así es, subiré las cosas a sus habitaciones—Sonreía amable— Ahora, puede dar
un vistazo al palacio.
JiMin miró a su amigo mientras HoSeok se retiraba del lugar. JungKook miró a
su amigo e hizo un además con su manos, mientras avanzaban al interior del
castillo.
—Me han dicho que en el ala este, ya que una de las habitaciones está ocupada—
Se adentraban a la cocina— ¿Quieres algo de comer? Yo muero de hambre.
—Lo que ordene majestad— Sonreía el hombre— Me alegro que haya vuelto.
—Vaya pero que nieto tan intranquilo tengo, ¿No crees MinGyu? —Escucharon
una voz.
Pero una figura en el pasillo interrumpió su plan, miró con atención al chico. No
lo había visto el día anterior en el lugar, quizá por el tamaño del castillo. Pero no
pudo evitar fijarse en lo delicado y hermoso que era aquel chico.
Incluso aunque estaba con una mirada algo cómica, parecía estar en su mundo.
TaeHyung sonrió ladino, mientras miraba con más detalle al chico. Vio como dos
mucamas se acercaban a él.
—Ya te he dicho que no me digas así—Avanzaba escaleras arriba— Odio eso, eres
despreciable.
TaeHyung subía por las escaleras laterales a la par de Kook, y el menor bajó
furioso las escaleras.
—Déjame en paz.
—Yo... tengo que pensar todo. Pero no quiero que ese idiota gobierne—HeeChul le
miró extrañado— Iré a mi habitación, con permiso abuelo.
JungKook salió del despacho sin decir más. Se sentía enfermo, cansado y muy
molesto. Cuando vio a JiMin comiendo pizza suspiró, se sentó a su lado y empezó
a comer en silencio.
—Adelante—Sentenció.
TaeHyung entraba al lugar con elegancia, mientras paseaba su seria mirada por
el lugar. HeeChul miró con interés aquello.
—Vine a decirle que no cuenten conmigo para entrenar o lo que sea al príncipe.
—¿Qué te hace decir eso? —Frunció el ceño—. ¿Qué sabes de mi nieto que yo no?
—¿Por qué eres así? —Miraba con tristeza— Dudo mucho que Taeyeon y
BaekHyun te criaran de esa manera.
—Mi tío Kai siempre fue mejor, supongo que por eso—Recordaba sus días
felices—. Además, no hay nada ni nadie que me alienten a cambiar.
—Tu tío Kai no era la mejor persona, tus padres sin embargo...
Pero desde hace mucho que el castaño era frío, arrogante y diferente. Él más que
nadie deseaba que las cosas no salieran de control con ambos chicos en el
palacio.
—Te lo juro Jackson estoy muy harto de ese niñato— Se quejaba el castaño
mientras masajeaba sus cienes— Es tan caprichoso y tan idiota…
—Ya, no digas eso del príncipe JungKook—Regañaba el mayor— Eres un conde,
además… ¿Qué hay de malo en que le ayudes a ser mejor persona?
—No es eso en sí, es que él es…—Lanzaba un puñetazo al escritorio donde
estaba— Es tan irritante y tan… ni siquiera sé porque la asamblea lo quiere de
rey, ¡Es un universitario inmaduro!
—Debo suponer entonces que… ¿Eres más maduro? —TaeHyung lo fulminó con
la mirada— Hombre, es que eso es lo más idiota que te he oído decir.
—No es idiota, simplemente que… no soporto la idea de que ese niño me mande—
Lanzaba un bufido— Pero tengo que soportar esto… es que simplemente esto es
absurdo.
—Te volverás más viejo si haces más de esos gestos—Se burlaba Jackson— De
igual manera, no debes expresarte así.
—Contigo no se puede… —Se levantaba del escritorio— Hoy se supone es el baile
real, ¿Correcto?
Jackson asintió dudoso.
—Su primo NamJoon vendrá al baile también—Habló sonriente— Mark me lo dijo
ayer esta mañana que hablamos.
—Bien, ¿Cómo van las cosas con BamBam? —Indagaba curioso, hace mucho que
no sabía de aquellos dos.
—Vaya que vives en tu mundo amigo—Reía el rubio.
—No lo entiendo, ¿Qué sucede?
—Hace mucho que no estamos juntos—Sonreía— Él ahora es feliz, con un chico
llamado YuGyeom. Yo estoy con Mark.
—Pero creí que Mark y tú…
—Sí, nos odiábamos. Pero cuando terminé a BamBam…—Suspiraba
enamoradizo— Él me ayudo, bueno no es como si llevara mucho con BamBam…
—Creí que seguían juntos—Se disculpaba— Lamento haber sido inoportuno.
—No te preocupes TaeHyung, al menos ya no estás tenso—Reía como loco—
Bueno, iré a avisar de la llegada de NamJoon. Permiso.
TaeHyung asintió mientras veía como Jackson salía de la habitación. Soltó un
bufido molesto y en su mente la imagen de aquel irritante príncipe llegaba de
pronto. Jeon JungKook era el príncipe más desesperante.
—Supongo debo ayudarle…—Analizó de pronto— Aunque no se sí…
Sintió una opresión cálida en el pecho, esto no debía ser así. No después de sus
encuentros con aquel mocoso. Salió de su habitación con pasos tranquilos.
Mientras que JungKook estaba con JiMin viendo algunos postres para la cena,
mientras que analizaba su situación. Tener que casarse y ser rey… todo se había
puesto de cabeza para el chico, no es que no le gustara su reino. Lo amaba con
su corazón, pero el tener que contraer nupcias para incluso poder gobernar aquel
prospero lugar…
—JungKook, ¿Estás bien? —Escuchó la voz de JiMin.
—JiMin… yo en realidad no—Soltaba un suspiro— No estoy seguro de que
quiero…
—Oh podríamos pedir algo de comida frita entonces…
—No es eso, es más bien sobre el reino—Miraba a todos lados y se acercaba a
JiMin— No sé si soy el mejor para gobernar.
—No digas eso JungKook, eres el mejor para hacerlo—Sonreía animado—. Siendo
sincero, sé lo mucho que te preocupas por el reino. Siempre pensé que eras una
especie de entusiasta que amaba al país pero ahora… comprendo todo.
—Es que me puse a pensar en todo esto y no sé si quiero hacerlo—Soltaba
nervioso el chico— No sé si en verdad quiero ser rey o solo es por lo que quieren
de mí.
—Creo que deberías pensarlo, además tiene ventajas este lugar—Reía divertido.
—Eso es cierto, que hagan mis comidas favoritas…—Ambos chicos reían
divertidos.
—¿Estará mal pedir algo de leche chocolatada?
—No lo creo, mejor pidamos un chocolate caliente—Reía el príncipe alegre— Y
unos emparedados, suena excelente.
—¡Viva el príncipe! —Sonreía emocionado JiMin.
Sin saber que cierto conde los había escuchado desde la puerta de la cocina.
TaeHyung rodó los ojos con molestia y lanzó una mirada molesta al príncipe
Jungkook. Salió del lugar sin querer seguir escuchando aquella plática, era tan
molesto que el chico pensara de esa manera y solo quisiera ser príncipe por ello.
Aunque no se había quedado lo suficiente para ver como JungKook dejaba de reír
y miraba serio a JiMin.
—Quiero gobernar para mejorar al país, así que supongo esa es mi meta—Soltaba
un suspiro— También quisiera ayudar pero creo que no estoy del todo
preparado…
—Ya sabrás que hacer en su debido tiempo—Tomaba algo de helado— Además
quizá en tu boda haya sorpresas. No sé.
—Tienes razón…—Reía nervioso para luego pedir la cena.
Luego de esos instantes en la cocina, fueron informados los mejores amigos por
un guardia, que sería esa noche una fiesta para el príncipe. Su bienvenida oficial
a casa. JiMin estaba emocionado, así que tomó a su mejor amigo de la mano y se
fueron a cambiar, esa noche prometía mucho.
La noche caía y con ella la gente empezaba a llegar, el palacio se había decorado
con flores desde la entrada, una larga alfombra roja también se combinaba con la
decoración. Limosinas y muchos autos deportivos lujosos empezaban a llegar al
patio frontal, donde los encargados del estacionamiento eran muchos.
—¡El duque de Hondae! —Informaba el anunciador real— ¡Kim NamJoon!
Un chico alto de cabellos cafés salía del auto con una sonrisa galante, mientras
suspiraba al ver el castillo. Sabía que allí estaba su primo, esperaba que no
estuviera muy molesto.
—¡El noble SeokJin! —Informaba el chico— ¡Y su hermano pequeño Ren!
—Vamos pequeño Ren, es hora de entrar—Informaba el mayor.
—Sí, Hyung—Se emocionaba el pequeño de cuatro años.
El de cabellos rubios salía con un pequeño vestido de manera adorable, con un
trajecito de militar inglés sin el casco enorme, con un peinado muy tierno.
Haciendo juego con el traje azul de su hermano mayor. El pequeño Ren miraba
con curiosidad el castillo. Entraban con una sonrisa, pues Jin se encargaría de
cuidar a Jungkook y a su hermano al mismo tiempo, sería emocionante.
Más gente seguía entrando, mientras en el interior del castillo se preparaban para
la entrada del rey HeeChul y el príncipe Jungkook. Como una tradición real,
JungKook tenía que bailar con todos los solteros disponibles y nobles, incluyendo
al molesto de Kim TaeHyung. JungKook esperaba conocer al que fuese como su
príncipe azul.
—Ya viene el rey—Informaba un chico sonriente— Preparen las cosas, repito. El
rey ya viene, posiciones.
—¡Ya viene el rey! —Susurró una dama de llaves— Todos derechos y sirvan bien a
todos.
—Ya viene entrando—Avisaba HoSeok— Águila en vuelo.
HeeChul avanzaba con tranquilidad, con su amplia capa roja por detrás y una
corona de oro sencilla. Miraba el recibidor ordenado y con sus flores azules
preferidas, además de unas blancas que a Hani le encantaban. El chico que
organizaba todo se reverenció y HeeChul se acercó a él.
—Sé ya que es un atuendo hermoso—Sonreía el hombre— ¿Han llegado los
invitados HoSeok?
—Su majestad va tarde—Informaba divertido.
—Un rey jamás llega tarde—Acomodaba su cabello— Los demás simplemente
llegan antes.
HoSeok asintió con una sonrisa y avisó al anunciador la llegada del rey.
— ¡Su majestad el rey HeeChul de Hanyang! —Las puertas se abrían para dejar
entrar al hombre.
—Bienvenidos amigos míos, es un placer recibirles esta noche—Sonreía con
caballerosidad— Disfruten de la velada.
Champán, vinos muy caros y comidas internacionales era el festín ofrecido en la
fiesta, HeeChul era informado de la entrada de JungKook. Ya que JiMin estaba
esperando a su mejor amigo debajo, junto al resto de invitados.
HoSeok hizo un ademán de entrada al anunciante y este asintió, para luego
poner un pequeño golpe en el piso. Silenciando a los invitados.
—Bien, como saben ha venido mi nieto JungKook—Sonreía el rey— Vamos a
celebrar y brindar por JungKook mi adorado nieto.
— ¡Presentando a su alteza real el príncipe Jeon Jungkook príncipe de Hanyang!
—Alzaba la voz el presentador.
Luego las puertas se abrían para dar paso al príncipe JungKook, el cual lucía un
traje blanco con detalles en color rojo y dorado. El chico sonreía amable y bajaba
las escaleras, para detenerse en medio de estas y saludar a los invitados.
— ¡Mi nieto JungKook! —Sonreía emocionado HeeChul.
El chico bajó y el baile se inauguró, JungKook reía al verse bailando con chicas y
chicos. Unos más extremos que otros.
—Vaya alteza, baila más que bien—Halagaba el hombre— En verdad que lo hace.
—Gracias, aunque yo no entiendo muy bien el baile de este estilo…
El hombre sonreía y otro más se acercaba con una sonrisa para luego tomar al
chico y bailar.
—Uno, dos, tres… uno, dos, tres…—Susurraba el chico mirando al piso y bajando
y subiendo la mano de Jungkook con mucha energía.
JungKook miraba a JiMin, el cual se reía con diversión al lado de HoSeok y Jin.
El pequeño Ren dormía en brazos del mayor.
—Un, dos, tres…—Alzaba la mirada para sonreír al príncipe.
JungKook amablemente saludaba al chico y reía sin querer en realidad hacerlo.
Era incómodo el baile. La gente miraba aquello y hablaba del príncipe, se les
hacía muy atractivo pero se veía tan tierno…
Habían llevado el pastel de JungKook y el castaño, junto a JiMin picoteaban las
flores de crema batida.
—Eso no es bueno príncipe…
—Sí, no es muy higiénico…
—Lo siento yo… ¡YuGyeom! ¡BamBam! —Sonreía abrazándolos.
—Cuánto tiempo—Sonreía el más alto— BamBam quería venir antes pero el
duque…
—Lo bueno es que están aquí—Sonreía emocionado, girándose a JiMin— JiMin,
ellos son mis mejores amigos en la infancia…
Los chicos hablaban emocionados, conociéndose, luego SeokJin se unía a ellos
con una sonrisa. HeeChul miraba la escena con una sonrisa, quería que su nieto
disfrutara de la velada. JungKook caminaba y reía con los tres chicos hasta que
chocó con alguien, pisándole sin querer.
—Lo siento…
—Descuide príncipe—Miraba con una sonrisa muy sarcástica TaeHyung— Con
su permiso.
TaeHyung se alejaba hacia otro chico alto, el cual curiosamente hablaba con
SeokJin. JungKook miró la escena con un suspiro, hasta que una chica tocó su
hombro y le invitó a bailar.
—Bien, sacaré mis mejores pasos—Sonreía.
La chica sonreía y empezaba a hacer pasos de porrista, se abría de piernas
haciendo que JungKook tomara posiciones incomodas agachándose para no
soltar a la chica.
—Vaya ese príncipe es muy guapo—Comentaban varios a su alrededor— Que
lástima que baile con esa chica…
—Está bailando o… ¿Invocando a satanás con un ritual? —Miraba JiMin con
risas.
—No lo sé. Es muy raro aquel baile—Opinaba Jin— Pobre de mí JungKookie.
—Lo peor es que no hay más con quien pueda bailar—Opinaba YuGyeom.
TaeHyung alzó la vista de su copa de champán y vio la incomodidad pero a su
vez, la caballerosidad en el príncipe. Casi lo conmueve. Casi.
Decidió hacer un acto de caridad hacía el príncipe y se aproximó con elegancia
hacia donde el chico bailaba, tocó el hombro de la chica y encaró a JungKook.
—Creo que es mi turno con su majestad—Informaba a la chica, la cual se
alejaba— ¿Me permite la pieza?
JungKook asintió y TaeHyung pasó una mano por la cintura del chico y con la
otra guiaba a JungKook en un elegante baile. JiMin y HeeChul miraban la escena
emocionados, aquellos dos se veían jodidamente bien juntos.
—En verdad te agradezco Conde TaeHyung—Hablaba sincero el chico.
—No es nada príncipe Jeon, era obligación mía hacerlo—Le daba una vuelta al
chico— Aunque me pisaras.
—Oh lamento eso, en verdad—Sonreía agradecido— Me alegro que mi torpeza no
altere su destreza.
—Claro, puedes pisarme cuando quieras—Ironizaba.
Fuera de su discusión, los amigos del príncipe miraban la escena con un suspiro.
Ambos estaban en el centro de la pista, resaltando entre los demás. Y es que
TaeHyung tenía un traje negro con azul marino y adornos dorados, como si
hubieran combinado los trajes en algún espacio mágico.
—Hacen una hermosa pareja…—Susurraba Jin.
—Sí…—Comentó NamJoon de pronto cerca de él, muy cerca.
—Awww…—Suspiraban todos con ternura ante la escena.
Su baile era elegante y con pasos perfectos, sincronía perfecta y esos chicos con
rostro perfecto. Sus cuerpos en las vueltas se unían, haciendo que ambos se
miraran a los ojos profundamente. JungKook sabía que este recuerdo estaría
mucho tiempo en su mente.
JungKook estaba aburrido, sentado en la gran sala de su habitación comiendo
algunas cosas. No tenía idea de donde estaban los demás, solo JiMin el cual
comía palomitas a su lado.
—Príncipe JungKook—Llamaban al menor.
—Jin-Hyung… ¿Pasa algo? —Miraba curioso.
—Lo siento, vengo a decir que el tío del conde TaeHyung está aquí—Sonreía
abiertamente.
— ¿El tío de TaeHyung? —Miró con mucha curiosidad— ¿Quién es y porqué debo
saber esto?
—Él es el causante de que Tae sea así realmente—Suspiraba cansado— El duque
tercero Jookhyung es muy… ambicioso, sinceramente a Tae lo conozco desde que
era niño, como a ti. Pero no sé…
— ¿Qué no sabes? —Indagó curioso JiMin.
—TaeHyung es una persona amable y con sentimientos muy puros—JungKook lo
miró sin creer— Y me duele como cambió desde un momento para otro, es decir
sus padres… JongSuk y ShinHye eran amables.
—No sabía que no tuviera padres…—Analizó JungKook— Pero realmente no le
entiendo, creo que no lo haré.
Jin sonrió, porque él, JiMin y todos se dieron cuenta de aquella chispa que había
entre ambos. Sólo que no lo diría, esperaba que ambos se dieran cuenta.
—Igual creo que deberás casarte, ¿No? —Preguntaba curioso JiMin— O eso es lo
que escuché, no sé.
—Se me hace absurdo, mi abuelo quiere que lo haga en treinta días…—Caminaba
de un lado a otro, no notando la presencia de HeeChul— Esto es una trampa, que
sea así es mi única elección… ¿Por qué?
—JungKook, sinceramente eso lo hice yo—Admitió HeeChul, causando que le
miraran con sorpresa— Hani y yo solo éramos amigos, en aquellos días yo estaba
enamorado de una chica llamada Hara, pero nuestros padres nos
comprometieron… al inicio solo le tenía cariño, pero con el tiempo logramos
amarnos. Tu padre, MinHo es fruto de aquel amor.
—Pero yo no quiero eso abuelo—Suspiraba JungKook melancólico, causando que
JiMin se sintiera un tanto triste— Mis padres, Suzy y MinHo se amaban y yo
quería eso…
De pronto las palabras de su padre se le vinieron a la mente, causándole un golpe
de realidad.
—El valor no es la ausencia del miedo, sino el conocimiento de algo más
importante…—Musitó de pronto, encarando a su abuelo y a los presentes— Sé
que es mi destino esto, así que espero cambie todo al reinar.
—Así se habla amigo—Aplaudía JiMin.
JungKook soltó un suspiro, deseando realmente poder encontrar el amor muy
pronto.
—Sí, sí… gracias. Cuento con usted— Se escuchaba a HoSeok mientras subía las
escaleras— ¡Oh alteza!
—HoSeok baje la voz…—Susurraba el menor entre su libro.
—Lo siento, es que SangHyuk ya despegó a su destino…—Miró con curiosidad a
su menor— ¿Por qué tanto misterio?
—Me escondo para que me dejen un rato libre…
HoSeok sólo atinó a asentir mientras se retiraba, dando paso a que TaeHyung se
animara a su primera fase del plan. Viendo como JungKook miraba su anillo, se
acercó silbando tranquilamente, llamando la atención del menor.
—Vaya, ¿Te arrepientes ya de tu decisión?
—No, solo admiro mi sortija—Contestaba de manera brusca, viendo como
TaeHyung se acercó a él demasiado cerca— Bueno… si… si me disculpas, tengo
que ver los detalles de mí boda.
Vio las escaleras gemelas de la que quería subir, así que se fue corriendo a
aquellas. Viendo como TaeHyung subía a su par del otro lado, estresándole y
poniéndole más nervioso.
—Disculpa pero… ¿Hay algo que quieras decirme? —Exigió saber el menor.
—No, yo no fui quien pisó a alguien con sus piesotes—se burlaba el mayor.
—¿Mis pies enormes? —Miró con molestia— Déjame te recuerdo que bailaste
conmigo, con todo y mis pies enormes.
—Sí, bailamos pero a nadie le interesa— Se acercó al menor finalmente, arriba en
el primer piso— Bailamos menos de un minuto según recuerdo.
—Fue…—Suspiraba mirando aquellos ojos del Kim— Más de un minuto el que
bailamos.
—Está bien, minuto y medio.
—Sí, todo un engaño—Se quejaba— Jamás me dijiste que me querías quitar mi
trono y me odiabas como yo lo hago…
—JungKook, eso es de malos modales—Miraba algo divertido— Para la próxima
te enseño mi árbol genealógico.
—Eso no es todo, sé lo que hacías aquella noche— Señalaba avanzando molesto.
—Bien, dímelo porque no sé.
Justo cuando el menor estaba a punto de hablar, escucharon el ruido de las
mucamas del menor. Haciendo que JungKook, en un acto desesperado, se
encerrara junto a TaeHyung en el cuarto de limpieza.
—El baile no me importa, pero ahora lo sé. Claro que sí— Reclamaba sintiendo la
cercanía de TaeHyung presente, haciendo sentir nervioso al chico— Se lo que
quieres hacer…
—Dime, ¿Qué demonios es? —Exclamaba muy cerca de los labios del menor.
—Yo…
De pronto la puerta fue abierta por una empleada del castillo, sorprendiendo a
ambos chicos en aquella posición comprometedora. Haciendo que ambos salieran
del lugar algo avergonzados.
Aquello no pasó por alto del saber de HeeChul, el cual estaba ahora analizando
aquella situación. Sabía que TaeHyung era una opción demasiado buena para su
nieto, conde de Hwaseong, graduado de honores de la mejor universidad del país,
altruista y hablaba cinco idiomas fluidamente. Vaya que era mejor que cualquiera
de las opciones, pero lamentablemente, JungKook ya estaba tomado.
Todo esto le parecía demasiado curioso al rey de Hanyang.
JungKook se sentía nervioso y decaído, como las cosas iban y lo que había
pasado el día anterior en la cabalgata fallida. Tenía igual miedo de que ese día
importante para su país le sucediera algo, HoSeok, SeokJin y todos le miraban
siempre con apoyo, pero él se sentía siempre nervioso de esa mala suerte que
cargaba.
Aunque jamás le había pasado, siempre se había caracterizado por ser una
persona que todo le salía a la primera, sin embargo… ahora no sabía ya ni en que
o quien creer.
—JungKook…—Llamó HoSeok— ¿Sucede algo?
—No, nada. Sólo que…—Suspiró mirando a la gente— Me pregunto ahora, porque
todo me está saliendo mal. Quizá deba ser una premisa.
—No lo creo, BamBam y todos pensamos que es magnífico— Sinceraba, mientras
su mirada iba a TaeHyung, quien estaba al lado de su tío— Y presiento que no
seremos los únicos que piensen en esto.
—Yo no sé ya ni qué hacer—Suspiró rendido— Pero tengo que esforzarme en
mejorar todo.
—Así se habla—Escucharon una voz ajena.
—Abuelo HeeChul…
—Sí, bien. HoSeok, vamos ya. —Sonreía mirando a JungKook— No hay que
darles, espera a la gente en este día.
Mark y YuGyeom serían los encargados de transmitir en vivo aquel evento, por
petición de HeeChul. Jackson estaba con NamJoon y el pequeño Ren sentados
cerca de TaeHyung, esperando al igual que SangHyuk.
El carruaje empezó a avanzar, junto a los nervios incrementándose de JungKook.
JiMin y Jin miraban sonrientes desde atrás, disfrutando del buen clima y la
festividad.
—Hola, aquí Mark transmitiendo para el festival de independencia—Sonreía a la
cámara— Junto al guapo YuGyeom.
—Hola, ¡Aquí viene el desfile! —Sonreía mientras la cámara enfocaba el
carruaje— El Rey HeeChul y el príncipe JungKook.
—Vino gente de todo Hanyang, es increíble la decoración—El desfile avanzaba y la
gente aplaudía cantaba y gritaba—El noble Kim SeokJin fue el encargado de que
todo combine, junto al amigo del príncipe Park JiMin.
Enfocaban al príncipe y al rey, los cuales sonreían alegres. JungKook miraba
atento el desfile y saluda al pueblo, hasta que algo llamó su atención.
Un niño de dos años era molestado por otros más grandes, al igual que a su
alrededor había muchos niños con ropas algo gastadas; pero con emoción en sus
lindos ojitos. Aquello derritió el corazón del de cabellos oscuros, mientras veía
incluso un pequeño bebé llorar.
Al ver como estaban los niños, luego dar un vistazo a sus finas ropas. Aquel noble
corazón del que le caracterizaba actuó.
—¡Esperen y deténganse! —Gritó de pronto.
—¿Qué sucede? —Miró preocupado HeeChul
YoonGi acató la orden y detuvo a la milicia, JiMin miró con curiosidad al igual
que el resto de personas presentes.
—Ha detenido todo…—Susurró embelesado TaeHyung.
—Es estúpido y vulgar—Se quejó su tío a lado.
JungKook miró a HoSeok tranquilizándole, al igual que a HeeChul. Se paró del
carruaje y salió de este rumbo a los niños allí, mirando a todos con tranquilidad y
una sonrisa. Miró al pequeño de dos años y al bebé en brazos de una mujer
grande.
—Vaya, aquí alguien está llorando y se molestan—Comentó acercándose a la
mujer— Discúlpeme, ¿Quiénes son estos niños?
—Son huérfanos en su mayoría—Sonreía nerviosa— Cuidamos a los que
podemos.
JungKook miró al bebé en brazos de la mujer, le hizo un además y la mujer se lo
dio a cargar. Luego miró al pequeño de dos años y sonrió al resto de los niños.
—Comprándose a los huérfanos… qué asco—Musitaba el tío de TaeHyung
asqueado.
TaeHyung miró como JungKook miraba a los pequeños con una sonrisa.
—Deles una corona a los niños y tiaras a las niñas—Pedía a un vendedor— Yo las
pagaré, porque declaro que estos nenes hoy serán príncipes y princesas.
—Pero su majestad…
—Vamos a marchar niños, pónganse firmes—Sonreía y los adentraba al desfile—
Recuerden creerse altos y… ¡Divertirse!
Los niños sonreían emocionados y JungKook miraba al bebé entre sus brazos y al
pequeño de dos años a su lado. Esos dos pequeños le habían robado el corazón.
—Despreciable—Musitaba el tío de TaeHyung.
—Yo pienso que eso es muy lindo que marchen así—Musitaba TaeHyung con una
sonrisa— Aquellos niños en sus brazos…
— ¿Dijiste algo? —Habló de pronto Jackson.
—No nada—Sonreía al ver a JungKook desfilar con los niños.
JungKook caminó en todo el desfile cargando al bebé y con los niños huérfanos,
donde TaeHyung en todo el desfile miró con una sonrisa al menor, estaba
cayendo en el amor por JungKook.
YuGyeom y Mark miraban muy felices al chico príncipe, ya que el menor seguía
caminando sonriente con los niños. La gente miraba con aprobación aquel acto
gentil del chico.
—Vaya, esto nadie se lo esperó— Comentaba asombrado Mark— Es increíble esto
que hizo el príncipe.
—Sin duda de los mejores días de la independencia—Sonreía YuGyeom— Ahora
ya acabará el desfile.
Luego de aquel acto, la mente del menor no pudo no dejar de pensar en los
pequeños que tuvo en sus manos. Debía hacer algo por aquellos niños.
TaeHyung miraba los cuadros de los reyes antes a HeeChul, los cuales sonreían y
se les veía felices con sus parejas. Mientras en su mente, recordaba a JungKook
con los niños entre sus brazos y esa sonrisa sincera que tuvo al momento que
marchó con ellos.
Estaba demasiado impactado en ese momento de la decisión que tomó el menor
de marchar con los infantes, ya que jamás en serio jamás en su vida había
escuchado de ese acto de algún otro monarca. Menos con las personas con las
que fue criado.
—Realeza…—Susurró casi inaudible.
Tenía que admitir que siempre se le hizo tierno aquel chico de cabellos oscuros,
con su sonrisa y bondad desde pequeño. Quizá hasta por un momento lo pensó
con hijos propios, a ambos quizá.
Debía admitir que aquel chico tenía un corazón muy noble y puro, no como él,
que tenía un corazón que de seguro era oscuro y repulsivo… no notó la presencia
de cierto amigo de JungKook hasta que este estuvo a su frente.
—Conde TaeHyung—Musitó JiMin burlón— ¿Qué haces aquí viendo a la familia
de JungKook?
—Park JiMin—Habló con voz grave— No hacía nada, sólo miraba perdido en mis
pensamientos al margen real.
—Pues… sólo quiero decirte que dejes en paz la corona—Soltó de pronto,
sorprendiendo a Kim— Es decir, ¿Por qué el empeño en quererla?
—Yo…
—¿No es suficiente con saber que JungKook es buen rey? —Ambos chicos no
notaron la presencia de Min YoonGi tras suyo— JungKook tiene todo, hasta un
buen corazón…
—Lo sé, es por eso que creo que es genial—Sinceró a JiMin—. Es por eso que me
cautivó…
JiMin abrió la boca sorprendido, mientras TaeHyung carraspeó y se retiró
nervioso de allí. Había abierto demasiado la boca.
JiMin estaba aún es sorpresa, así que cuando YoonGi se acercó, salió de su
trance con un grito pequeño.
—JiMin… ¿Estás bien? —Preguntó el pálido.
—¡Sí! —Sonreía emocionado— Es sólo que… ¿No crees que el amor es
sorprendente? Bueno, debo ir con JungKook.
Y contra esa felicidad y palabras no pudo Min YoonGi, ya que era lo que creyó
desde el momento en el que conoció a Park JiMin. Aunque hace menos de dos
días se conocían… creía que JiMin era magnifico y refrescante. Eso explicaba por
qué era amigo de JungKook.
JungKook se había reunido con los encargados de los planes arquitectónicos del
reino, había decidido hacer un plan que aunque no quisieran se llevaría a cabo.
—Entonces, los niños estarán en mi palacio de invierno—Musitaba sonriente—
Hasta que reunamos fondos para un orfanato digno para ellos.
—Su majestad Jeon, no es correcto—Musitaba un hombre— El uso de hotel de
ese castillo genera ingresos a los magistrales…
—Perfecto, entonces ellos serán quienes donen lo que falta en el presupuesto—
Sonreía mirando el terror en los demás hombres— Caballeros, no tendré dos
palacios mientras que los niños están sin comer y sin una buena vida.
—Me parece una buena idea—Opinó SeokJin— Mientras más pronto donen, será
mejor para ustedes.
—Además, el rey HeeChul aprobó mi proyecto ya—Sonreía ladino el príncipe
Jeon— El proyecto se está ya pensando, el lord Kwon será el encargado de la
repartición del castillo.
—Pero su majestad, ¿Cuándo será la recaudación?
—Oh, esta está abierta desde ya—Mostró los bocetos—Estas son ideas para el
palacio y para el orfanato. Este proyecto es mío así que caballeros respeten esto.
—Quizá en alguna cena de beneficencia—Opinaba un hombre— Esos siempre
funcionan y son geniales.
—Bien, SeokJin sería el encargado de hacerlo—Miró Jungkook al mayor— Sólo si
estás de acuerdo.
—Sí, me parece genial hacerla—Sonreía mientras cerraba los bocetos— Creo que
está bien, fue una buena reunión.
—Ya lo creo, así que caballeros—Se levantó con tranquilidad— Hemos ya
entonces concluido esta reunión. Nos reuniremos en dos meses para el plan del
orfanato.
Con eso el menor dio por concluida aquella reunión, saliendo de aquella sala de
juntas y encontrándose con su mejor amigo JiMin. El cual se colgó extrañamente
sonriente de su brazo y empezaron a caminar de una manera cómica.
—¿Pasa algo JiMin?
—No, estoy bien—Sonreía el más bajo—Sólo estoy feliz.
JungKook no dijo más, seguía caminando a la par de su mejor amigo. Mientras
HoSeok se acercaba sonriente.
—Príncipe JungKook, hemos puesto las cosas para deslizarse. La rampa—Sonreía
mientras caminaba más— Nos vemos, ya está todo para esta noche.
JungKook asintió sonriente, mientras alzaba la mirada. Encontrándose con cierto
chico.
—TaeHyung…
—Hola príncipe.
JiMin y los demás presentes habían dejado a los dos chicos solos, los cuales se
miraban con algo de incomodidad. JungKook miró con tranquilidad a TaeHyung,
para luego respirar profundo para hablar.
—Tú… ¿Vendrás a mi despedida? —TaeHyung lo miró inquisitivo— Es una
pijamada, solo eso.
—No, no asistiré. Gracias por la invitación—Aclaraba serio— Por cierto,
felicidades por lo de la propuesta y proyecto.
—Gracias TaeHyung—Sonreía el príncipe mientras se alejaba un poco— Bueno,
tengo que ir con Jin, BamBam y JiMin, están esperando.
—Por supuesto, adiós.
JungKook se acercó a un emocionado JiMin con una pequeña sonrisa en el
rostro, la cual no pasó por alto ante el más bajo. Pronto se unió SeokJin a los
chicos junto al pequeño Ren, el cual miraba embelesado todo el lugar.
—Hyung, ¿Esta es mi fiesta? —Indagó curioso el pequeño.
—No cariño, es de JungKookie por su boda—Sonreía al príncipe— Por eso será la
fiesta.
—Oh vaya… —Musitó el pequeño niño con un mohín.
—Pronto haré que te hagan una fiesta—Proponía JungKook logrando una sonrisa
en Ren— Así que… ve a comer dulces.
Poco a poco arribaron al palacio algunos príncipes y nobles a la fiesta de
JungKook, los cuales sonreían y se acercaban ansiosos a la amplia gama de
dulces y comida que habían sido preparados para aquel evento.
JungKook y JiMin veían la mesa de regalos muy llena, sonrieron y asintieron
mientras veían a los presentes.
—Hola, muchas gracias por mis regalos de boda—Informaba el príncipe—Ahora,
yo tengo un regalo a todos… ¡Colchones para surfear!
De pronto el menor sintió un toque en su hombro, girándose vio a HeeChul
sonriente y se sintió nervioso.
—Colchones, no creí que lo harías…
—Yo lo siento, en serio pero…
—No se diga más, les enseñaré como se hace…—SeokJin sonrió con emoción y
JiMin se puso ansioso y emocionado— Les mostraré así que… permiso…
JungKook y el resto miró como HeeChul se colocaba en el balcón junto al tobogán
y tomaba un colchón, parándose en él y deslizándose tranquilo. Todos miraron
aquello con asombro, ya que el Rey parecía estar familiarizado con eso.
—¡Eso fue fabuloso! —Gritó emocionado Jungkook— En verdad que es increíble…
—Era el deporte favorito de Hani—Sonreía mirando a JungKook— Y ahora,
pues… soy el profesional aquí.
JungKook abrazó a HeeChul y la fiesta empezó a lo grande, incluso el pequeño
Ren convivía con algunos niños príncipes y nobles en un colchón saltando felices.
Vieron con asombro también a SeokJin subirse en el tobogán con un colchón y
como se peinaba sus cabellos hacia atrás. HeeChul sonreía y JungKook miraba
con asombro.
—Aun lado básicas—Musitó mientras se preparaba— Aquí vamos…
Cuando llegó a piso, todos aplaudieron y él se empezó a reír como loco. JiMin
aplaudía junto a JungKook y seguían con la diversión de los colchones, la noche
era joven y ellos debían divertirse, aunque a JungKook le hubiera gustado estar
con TaeHyung también.
El menor negó con la cabeza y suspiró sonriendo y lanzándose por el tobogán en
colchón, era la noche más genial de todas.
JungKook practicaba su tiro con arco, esta vez con algo de fuego. Llevaba un
tiempo practicando, es más como todo el día. Pero simplemente no le salía ni una
sola vez aquello, suspiraba y en su mente se aparecía algo que lo desconcertaba
aún más.
Se recordaba de quince años, en un baile real y como miró a TaeHyung aquella
vez, así sin siquiera conocer su nombre, sintió su corazón acelerado y las mejillas
calientes. Recordaba como el mayor estaba en un traje color vino y un semblante
serio en su rostro, saludando a todos con caballerosidad.
Aquella vez recordaba, sólo pudo mirar a aquel misterioso chico. No supo bien
hasta que lo volvió a ver que su corazón no le había superado. A pesar de todo, se
sentía nervioso y con algo en el estómago al ver al conde TaeHyung, además de
que el beso que se habían dado solo hizo confirmar eso.
Sumando ahora también el hecho de que habían cantado juntos una canción tan
especial como aquella y la mirada que se dieron, como si nadie más existiera…
simplemente era muy increíble.
—JungKook cuidado— Escuchó a SangHyuk hablarle— Cariño creo que el arco…
JungKook miró con sorpresa como no había dado al blanco y luego volteó a ver a
su prometido. El traje de SangHyuk estaba ligeramente quemado y JiMin le
miraba con algo de curiosidad, sabía que su mejor amigo se había dado cuenta
que algo estaba mal.
JungKook se acercó a ver el traje de SangHyuk y trató de limpiarlo, luego vio que
TaeHyung se aproximaba y miró a JiMin con complicidad.
—JiMin, ¿Vienes un minuto? —JiMin asintió y se retiraron un poco— Ya viste,
¿No es así? Viene TaeHyung.
—Lo sé, tu dime a quien corremos y se hará—Señalaba ansioso— ¿TaeHyung o
SangHyuk?
—Quiero hablar con TaeHyung un momento, ¿Podría ser SangHyuk?
—Creí que no lo pedirías…—Vio como JiMin se acercaba a su prometido—
SangHyuk, enséñame a tu familia…
—¡Sí! En lo que practico—Sonreía agradecido JungKook— ¿Podrías hacerlo
SangHyuk?
El chico solo asintió y desapareció con JiMin, mientras TaeHyung se acercaba
mirando las flechas tiradas y a un Jungkook algo rendido.
—JungKook, deja te ayudo con esto—Señalaba el arco y flechas— Ahora,
¿Podrías?
JungKook asintió mientras se preparaba en posición para lanzar la flecha,
sintiendo a su lado a TaeHyung. Muy cerca de él.
—No, inclina más tu hombro para abajo—Señalaba acomodándole— ¿Lo ves? Tu
codo es el ancla, debe estar a la barbilla.
—Está bien, lo haré.
—Tú puedes...
JungKook se giró levemente y se vio demasiado cerca de TaeHyung, lanzó la
flecha y le dio en el blanco. Se emocionó y giró para dar las gracias al chico,
sintiendo la respiración del mayor en su rostro. Ambos se miraron con intensidad
y JungKook le sonrió.
—Muchas gracias, no creía hacerlo.
—Eres capaz de muchas cosas JungKook—Hablaba cerca del menor— Me alegra
que lo puedas hacer.
JungKook miró nuevamente a TaeHyung, paseando su mirada a los labios de este
y cerrando más la distancia. TaeHyung acarició su rostro y dio un pequeño beso
en la frente.
—Me he venido en verdad por una cosa— JungKook le miró con curiosidad— En
sí, he venido a despedirme de ti JungKook.
— ¿Despedirte? —Miró con tristeza— ¿Es que acaso ya te irás?
—Debo atender cosas de mi castillo y…—Suspiró alejándose ligeramente de
JungKook— Estoy a tiempo de despedirme dignamente de todo, así que…
—Nos vemos entonces…—Tendía la mano al mayor— Conde Kim TaeHyung.
—Sí, no creo que nos veamos—Sinceraba el chico— Esta es mi despedida Jeon
JungKook.
JungKook mordió sus labios con tristeza, asintiendo con desgano y mirando
aquellos ojos que le volvían loco. Tocó ligeramente la mano de TaeHyung y sonrió
con amargura.
—Entonces… adiós…—Vio como el chico se alejó de él y su agarre, dejándolo sólo
en el jardín— TaeTae…
SeokJin y JiMin veían las cosas para la boda, en especial la música, comida y lo
necesario para que fuera algo perfecto. Ambos sonreían al probar la comida y
pastelillos que se iban a entregar en la recepción, hasta que cierto chico
interrumpió aquella escena.
—Jin… Tu hermano Ren está buscándote—Hablaba NamJoon— ¿Lo traigo o aún
no?
—NamJoon, gracias por cuidarlo…—Sonreía acercándose al chico—. Claro, ya
quiero verlo. Además le daríamos dulces aquí.
NamJoon asintió marchándose, mientras JiMin miraba pícaro al mayor. SeokJin
atinó a sonrojarse y negar divertido con la cabeza, JiMin suspiró y miró a lo lejos
a cierto general, el cual estaba ordenando alguna cosa a la guardia real.
—Háblale, ponle la excusa que probaremos la música y baila con él—Opinaba
SeokJin— Se nota mucho que ambos se gustan.
—No lo digas así… yo… él…
—Oh vamos, sólo ve por él—Animaba mientras veía a NamJoon acercarse con
Ren— Y yo bailo con NamJoon para simular.
JiMin lo miró acusatorio y suspiró, acercándose a YoonGi, el cual le miró con una
sonrisa ladina.
—Quieres… ¿Quieres ayudarme con la música? —Miraba nervioso al piso—
Necesito una pareja de baile para ello y bueno…
—Sí, me encantaría—Argumentaba el general Min— ¿Vamos?
Ambos chicos llegaron con NamJoon, Ren y Jin, los cuales esperaban sonrientes.
Ren se quedó cerca de la mesa de bocadillos comiendo unos dulces y los mayores
se acercaron al centro de la enorme habitación.
Colocaron la música y se dejaron llevar por esta, bailando como si la pareja
contraria no existiera. Totalmente perdidos en su mundo.
NamJoon y Jin bailaban tranquilos, mientras sonreían y tenían un sonrojo en
sus mejillas muy evidente.
—Así que… esta será la pista musical—Susurró NamJoon— Es muy buena si me
dejas decirlo.
—Es permitido hacerlo—Sonreía SeokJin mirando a la pareja contraria— Y veo
que no somos los únicos que disfrutamos este baile.
—No, noble Jin… ¿Cuándo me dejarás estar contigo bien? —Indagó curioso
NamJoon— Estoy cautivado por ti…
—Hablaremos de eso después, sí quiero es obvio…—Opinaba sonrojado Jin y
miraba a Ren y a la pareja— Ahora es creo momento de esos dos, ¿No te parece
que es bonito?
NamJoon se giró para ver a la pareja contraria y después a SeokJin, el cual le
sonrió y se dieron un muy avergonzado beso. Finalmente se dejaban llevar por los
sentimientos, además, Jin sabía que NamJoon trataba muy bien a su pequeño
hermano Ren.
Mientras que la otra pareja, JiMin y YoonGi se dejaban guiar por aquella música
clásica que resonaba en el salón. Las manos del mayor se deslizaban por la
cintura de JiMin y sonreían embelesados.
—Usted general baila muy bien—Musitaba JiMin con una sonrisa— Demasiado
bien…
—Es mi deber hacer las cosas bien— Opinaba girando a JiMin y dejándolo cerca
de él— Como capitán y… hacer bien esto contigo JiMin.
—Oh General Min…
—Dime YoonGi…—Sonreía bailando— Con eso es más que suficiente.
JiMin sonrió y miraron a NamJoon y SeokJin, los cuales habían dejado de bailar
y estaban con Ren. Parecían una familia verdadera. Se despidieron y suspiraron,
debían seguir las demás actividades propias de ese día.
TaeHyung miraba viejas fotos propias en las que estaba con sus padres, las
escondía claro de su tío. Suspiraba mientras veía algunas en el castillo, cuando él
y Jungkook eran pequeños. Claro que en aquellos días no había una corona de
por medio entre ambos o alguna otra cosa que les fuera de impedimento en su
vida.
Suspiraba mientras la imagen de cierto príncipe sonriente se le venía a la mente.
—JungKook…—Susurró mientras miraba por la ventana el anochecer.
Se recordaba de más joven, hace un par de años. Cuando no quería ser de la
realeza ni mucho menos, cuando quería simplemente estudiar más de lo que
hacía y vivir la vida al máximo. Pero siempre era un impedimento algo en su vida,
su tío.
Aquel hombre que nunca le dejaba hacer muchas cosas pero… debía ahora estar
un poco agradecido de que le hiciera caso y no molestase más a JungKook.
Debía admitir que en un inicio no soportaba al menor, se le hacía un crío mimado
y príncipe caprichoso. Sin embargo, a medida que avanzaban las cosas… vio
aquel corazón tan hermoso que el menor poseía y aquella belleza que se negaba a
ver antes, ahora se desvivía por el chico.
Sus lindos ojos brillantes cuando ayudaba a alguien eran únicos, además de esa
sonrisa tan sincera que regalaba siempre que hacía algo bueno o se sentía feliz.
También JungKook poseía aquel espíritu libre que a TaeHyung le fascinaba.
Aunque a veces ese espíritu libre era un poco terco, eso le gustaba aún más. Ya
que JungKook en serio no era nada malo y caprichoso, era en verdad amable y
muy diplomática su forma de ser. Digno Rey.
—TaeHyung…—Escuchó una voz llamarle— ¿Te irás en serio?
—JiMin…—Miró al chico y asintió— No creo poder ver cuando él se case…
—¡Ve por él! —TaeHyung le miró con extrañeza— Vamos, será la última noche…
¿No sería genial que ambos la pasaran juntos?
—Yo… ¿Qué propones que haga?
JiMin sonrió y se acercó al conde Kim, susurrándole un plan que a él le parecía
perfecto.
—Entonces, espéralo afuera de su habitación y yo voy por él—Opinaba
sonriente— Si no, lanza piedras a la ventana… ya sabes…
TaeHyung sonrió y asintió, mientras un emocionado JiMin salió corriendo de allí.
Vaya que iba a cometer una locura.
TaeHyung llevó al menor hacia los caballos, los cuales tomaron para huir.
Aunque el menor tenía algo de miedo, lo perdió al sentir luego el apoyo de
TaeHyung sobre él.
A los pocos minutos llegaron a una colina cerca de un pequeño lago, donde
ambos sabían que nadie pasaba a menudo. Lo cual era perfecto para aquella
velada que pasarían antes de no volverse a ver, eso último les dolió demasiado a
ambos.
Se detuvieron bajo un árbol de cerezos y empezaron a platicar mientras jugaban
guerra de pulgares, el juego favorito de JungKook.
—Dime un deseo tuyo entonces…—Comentó TaeHyung sonriente— Vamos, tu
mayor deseo.
—Tú dime un secreto, Kim.
—Eso no es lo mismo a lo mío…
—Casi, pero todos piensan en los deseos…—Musitaba casi ganando en la guerra
de pulgares—Nunca ven hacia tu interior.
—Bien, dime algo JungKook…—Lo miraba y después seguía jugando con él—
Algo sobre ti que nadie sepa.
—Bueno, a veces sueño en blanco y negro—Sonreía mientras atacaba el pulgar de
TaeHyung— Y me encanta el Kimchi fermentado.
—Yo cuando iba a la escuela fingía enfermedades en los exámenes—Comentaba
divertido— También me encanta poner chocolate a todo tipo de cereal, incluso el
de chocolate.
—Eso es normal, sobre el chocolate…—Sonreía ganándole casi al mayor— Creo
que sabe delicioso, pero prefiero colocar frutas.
TaeHyung reía mientras negaba divertido, luego miró el pulgar con el que jugaba
y sonrió ladino.
—Le temo a las medusas…—Soltó JungKook— No me gustan para nada.
—Yo debo confesarte algo muy importante JungKook—Soltó dejándose ganar por
el menor— Bueno, al menos para mí.
—Oh, ¿Qué es TaeHyung? —Lo miró con curiosidad— ¿Es algo malo?
—Nosotros… ya no hemos bailado desde aquella vez—Musitó de pronto— Fue
genial cuando lo hicimos aquella vez.
—Es la verdad, no es un secreto—Argumentó sonriente el menor.
—El secreto aquí es que…—JungKook lo miró riendo un poco— Aun lo deseo…
mucho…
Se miraron a los ojos, dejándose llevar por sus corazones. Se acercaron hasta que
la distancia en ambos fue nula, para finalmente darse aquel ansiado beso. Ambos
lo deseaban, vaya que lo hacían.
Los labios del mayor iban lentos, disfrutando del sabor y textura de los de
JungKook. Al separarse, el mayor se levantó para tenderle la mano a JungKook y
poner música de su iPod. Tomó al menor de la cintura y le pegó a él, dejando sus
frentes juntas… dejándose llevar por la dulce melodía de una canción muy
famosa. “Last Dance” la cual, curiosamente sin que el otro supiera, era la canción
favorita de ambos.
JungKook colocó sus manos en el cuello de TaeHyung, aun con sus frentes
juntas y los ojos de ambos cerrados. Luego, las manos de ambos en un giro se
encontraron, justo en la parte más alta de la canción, quedando con las manos
entrelazadas y bailando más lento. Cuando la canción finalizó, ambos se
abrazaron y se quedaron hablando de muchas cosas, hasta que se quedaron
profundamente dormido en la manta que llevaban, abrazados y con un
sentimiento cálido en ellos.
La mañana pronto vino para los jóvenes enamorados, siendo el primero en
despertarse TaeHyung, el cual miraba embelesado a JungKook. Quien a los pocos
minutos, finalmente despertó con una sonrisa de genuina felicidad.
—Buenos días, JungKook—Susurraba TaeHyung abrazándole a su pecho.
—TaeHyung… ¿Cómo estás? —Miraba recibiendo la caricia de TaeHyung en sus
cabellos— ¿Estás bien?
—Todo está muy bien—Sonreía abrazándole— Nos hemos quedado toda la
noche…
—Sí… ¡No! Se hizo de día…—Se levantaba rápido— No puedo creerlo.
Empezaron a reír divertidos, hasta que algo llamó la atención de JungKook. Cerca
de donde estaban, en una lancha vieja, se veía algo extraño.
—Tae… ¿Qué es eso?
—No lo sé, es muy extraño…—Miraba con detenimiento— ¿Algún lanchero?
—Sí, con una cámara…—Musitaba viendo al camarógrafo—TaeHyung, eres un
asco.
JungKook se levantó muy rápido y tomó al caballo que había usado la noche
anterior. TaeHyung le siguió desesperado.
—No JungKook… cariño…
—Eres el ser más insoportable y traicionero—Musitó molesto JungKook— No
quiero volver a verte en mi vida.
—JungKook por favor debes creer que no fui yo…—Suplicaba dolido— Yo jamás
te haría daño de esa manera.
—No me importa saberlo, me marcho.
—JungKook…—Musitó tarde, ya que el menor se había marchado.
TaeHyung se sentía con un nudo en la garganta ante las palabras que le había
dicho JungKook. Recordaba la noche anterior mientras acariciaba al caballo
frente a él, no pudiendo evitar algunas traicioneras lágrimas se deslizaban por
sus mejillas.
Eran el reflejo de su corazón aún más roto que antes. Había creído que podía
soportar el que el menor se casara con SangHyuk, incluso cuando defendió a
JungKook de su tío. Pero ahora su corazón dolía, quemaba; como lava ardiente
recorriendo su ser.
Y es que en poco tiempo, JungKook se había vuelto su todo y ahora era nada,
nada más que un bello recuerdo de un amor que no podía ser. Ahora gracias a
aquello jamás vería a JungKook y con más razón este se casaría con SangHyuk…
si tan sólo no le hubiera hecho caso a su tío…
Su tío…
Ahora empezaba a tener todo sentido para el chico, aquel hombre era
seguramente el causante de todo eso. No podía creerlo, pensar que le pidió que le
dejara tranquilo al príncipe… sin embargo parecía que en los planes de su tío
estaba sabotear siempre a JungKook.
¿Tanto así ansiaba la corona aquel hombre?
Negó frustrado con la cabeza, debía reclamar a su tío. Porque el recuperar a
JungKook era muy tarde. Sólo esperaba que el menor fuera feliz a partir de
ahora, porque él ya iba a perder la felicidad con la boda de ese día.
JungKook miraba su habitación por última vez, viendo como JiMin estaba afuera
con un chico muy pálido y sonriente. Sentía un poco de celos al ver a su amigo
sin angustias, pero luego negó con la cabeza y soltó un suspiro. Iba a casarse en
menos de dos horas, así que debía ser positivo con eso.
—Príncipe Jeon, se le está haciendo algo tarde—Musitaba Mark— Debe ir a
arreglarse, me dijeron que se teñirá el cabello y el peluquero real le espera.
—Ya lo ha dicho el Rey HeeChul antes—Musitaba sonriente— Un rey jamás llega
tarde, los demás siempre lo hacen antes.
Mark asintió y avanzó junto a JungKook hacia donde le esperaban para
prepararlo para la boda. De pronto Jungkook lo miró con curiosidad.
—Mark… ¿Estás con Jackson no es así?
—Sí, estoy con él desde hace un tiempo—Sonreía algo avergonzado— Bueno, en
sí bastante su majestad… ¿Por qué la pregunta?
—Es que… me entró curiosidad de saber—Admitía mientras miraba al estilista—
Y bueno, es que no parecía que dejara a BamBam y de pronto…
—La vida a veces te pone con alguien incorrecto—Musitaba mientras ambos veían
como a lo lejos YuGyeom y BamBam se tomaban de la mano— Para luego
acomodarte con la persona que está hecha para ti. Es decir, yo sentía que lo mío
con Jackson era imposible.
—Eso fue… ¿Fue porque estaba con BamBam?
—No sólo eso príncipe, sino que sentí que jugaba conmigo—Reía negando con la
cabeza— Pero luego entiendes que a veces no es eso, sino otras personas que se
interponen. En ese tiempo BamBam ya estaba con YuGyeom.
—Bueno, ahora a los cuatro se les ve felices.
—Pues es así príncipe—Sonreía amable Mark— Cuando encuentras a la persona
correcta, a su lado estás feliz. Vea a SeokJin y NamJoon o las veces que el
general Min se ve con su amigo JiMin.
JungKook asintió analizando aquellas palabras, luego vio al estilista real con una
sonrisa. El cual tenía todo preparado, incluso un traje perfectamente alzado en
un empaque fino y tres ayudantes para toda la tarea de arreglar al príncipe.
—Bien mi estimado príncipe Jeon, es hora de que se transforme—Animaba el
estilista— Le haré verse como una obra de arte… aunque claro, es muy poco lo
que se haría para eso.
—Muchas gracias… —Sonreía mirando todas las cosas— ¿Con qué se va a
empezar?
—Ya verá, usted sólo confíe en mí y verá que pasa.
JungKook asintió mientras se relajaba y miraba como le empezaban a teñir el
cabello de castaño, luego le empezaban a poner demasiados productos en la piel
de su cuerpo y cara, para que se viera más vital y saludable. O al menos esas
eran las palabras que había usado el estilista.
Pero en la mente del pequeño Jeon estaba TaeHyung… ¿Iría a la boda?
Con el conde TaeHyung, estaba su tío buscando como loco alguna cosa. Mientras
el chico solo miraba aburrido la escena.
—No encuentro mis guantes elegantes…—Musitaba el hombre— ¡Rachel mis
guantes!
TaeHyung solo bufó algo aburrido.
—Sabe tío, creo que no iré a esa boda—Musitaba decidido— Creo que es lo mejor
que puedo hacer.
—Muchacho, ¿Otra vez con esas cosas? —Musitaba arrogante— Vamos a
divertirnos un rato, en dos semanas esa corona será tuya.
—Eso no será, será esposo de SangHyuk—Objetaba mirando rendido a su tío—
Hoy se hará eso.
—¡Cierto! En fin, la boda va a ser un verdadero desastre—Se colocaba finalmente
los guantes— Será divertido y quizá me gane el botón del traje…
TaeHyung rodaba los ojos mientras veía a su tío marcharse, se levantó de aquel
viejo sofá. Dirigiéndose al espejo de cuerpo completo, mirando su traje con
desinterés.
Aquel consistía en todo de color negro de una marca que el adoraba Gucci, salvo
algunas joyas que colocó en las solapas del cuello y un dije que hace muchos
años le había regalado su padre.
Aunque se suponía que debía usarlo en su boda con el amor de su vida, sin
embargo decidió colocarlo aquel día, en el que en sí perdería al amor de su vida.
Suspiró pesadamente mientras negaba al verse en tal situación y la imagen del
chico al lado de SangHyuk le llegaba a su pensamiento, sintiéndose como un
estúpido en esos momentos… lo bueno es que no era tan masoquista y no iría a
ver como JungKook le daba el sí a otra persona.
Se puso a pensar en cómo se vería el chico en esos momentos, ¿Estaría bien o
con el corazón herido como el suyo?
Y respondiendo a aquello sin que el mayor lo supiera, JungKook se miraba en el
espejo de su habitación mientras veía como los estilistas recogían todo lo que
habían utilizado para arreglarle.
—Es… increíble—Susurró mirándose.
El traje era blanco, salvo la orilla cerca del pecho y la corbata, que más bien le
colocaron un moño negro, además de un botón negro que contrastaba en el traje.
Le habían maquillado para que se viera natural, pero con los ojos resaltando
debido a una fina capa de delineador difuminado.
Miró a JiMin, con un traje en color negro muy sencillo. Aunque casualmente notó
que llevaba un pañuelo exactamente igual al del general Min. También vio a
SeokJin ir muy similar a NamJoon, salvo por su corbata rosa.
—JungKook… Ya es hora—Musitó HoSeok entrando a la habitación.
—Sí, yo ya voy—Hablaba mirándose por última vez en el espejo.
Se veía como alguien que se iba a casar, aquel traje elegante, el cabello… todo
contrastaba, salvo aquella mirada que no irradiaba amor. Sino más bien una
profunda tristeza, una tristeza que era de aquel que fue separado del verdadero
amor.
Con un suspiro grande, salió del lugar a su boda. Era uno de los peores días de
su vida sin duda alguna.
TaeHyung estaba sentado en un mullido y viejo sofá, se sentía algo decaído al
saber que aquel hombre por el que su corazón latía estaba a nada de contraer
nupcias. Pensaba en aquellos ojos brillantes y sonrisa cautivadora, mientras
hablaba aquella noche de sus gustos.
Se sentía fatal, aquel sin duda era de los peores días de su vida. Resopló mientras
veía como su móvil no dejaba de sonar, tratando de ignorarlo pero era demasiado
ruidoso y en cierto punto, molesto.
Tomó con resignación el dispositivo entre sus manos y abrió los mensajes que
tenía recibidos, virando los ojos al ver que eran nada más y nada menos que de
Park JiMin. El mejor amigo de JungKook.
Abrió los mensajes y vio como el chico pedía urgentemente hablar con él,
logrando que una incertidumbre y presentimiento se le vinieran a Kim de pronto.
Buscó el número de JiMin y marcó angustiado, esperando que nada malo le
pasara a JungKook. Después de dos timbres JiMin pareció contestar.
—¿TaeHyung?
—Ya marqué, yo... —Carraspeó con el sentimiento de un ardor recorrer su pecho.
Quemando como lava— ¿Pasó algo con JungKook?
—Sí, algo muy grave.
Esas palabras fueron como un balde de agua fría para TaeHyung. Sintió su
corazón reprimirse y la garganta seca; de pronto todo su mundo se concentró en
eso. En JungKook.
—¿Qué le ha pasado...?
—Pasa que está a nada de desposar al hombre equivocado —TaeHyung miró con
recelo su móvil, jactándose de aquellas palabras— Necesitas venir, si lo amas... si
tú en verdad lo haces...
—JiMin, Basta. —Sentenció con molestia en su voz— JungKook no quiere verme,
yo respetaré aquella petición.
—Es que no entiendes, está aquí tu tío —TaeHyung solo viró los ojos y sacó el aire
de sus pulmones de golpe— ¿Y si intenta algo?
—Mi tío no le hará nada a JungKook.
—En eso se equivoca joven—Escuchó una tercera voz interponerse— Su tío si le
hará algo hoy al príncipe.
TaeHyung alejó el móvil de su oreja, para mirar con sorpresa y curiosidad a
Rachel. La cual se alisaba sus vestimentas nerviosa ante la mirada de Kim, alzó
su visa la señora y soltó un suspiro algo largo.
—Su tío lo mencionó...
—Yo... JiMin...—Habló TaeHyung al móvil —Iré en seguida...
Colgó sin esperar respuesta del otro chico, mirando a Rachel con prisa.
—Dijo que no permitiría que usted no gobierne...—Soltó de pronto— Y hoy en la
boda puede que haga...
—Debo irme ya... —Musitó preocupado —Nos vemos Rachel.
El chico salió corriendo en búsqueda de algún transporte a irse. Necesitaba llegar
antes que su tío cometiera una locura.
JiMin caminaba ansioso por el lugar, mirando algo molesto a HeeChul. JungKook
había estado arreglándose desde hacía minutos, y eso le dejaba con tiempo libre
al lado de ese aclamado rey.
Miró a su majestad HeeChul y se mordió el labio con indecisión, pensando en qué
podría hacer él para intervenir con aquello. Este comportamiento, junto a su
movimiento constante de cuerpo, llamó la atención de HeeChul.
Y es que aquel chico se caracterizaba por ser tranquilo y un poco extrovertido a
veces. Pero eso sí, siempre muy seguro de sí mismo.
HeeChul algo fastidiado del comportamiento que estaba presentando JiMin, se
acercó a este con aquella elegancia natural tan suya, para también ver como
SeokJin y BamBam hacían lo mismo.
—JiMin-Ah, ¿Estás bien? —Indagó HeeChul con curiosidad.
JiMin detuvo abruptamente sus movimientos, mirando un poco ansioso al rey.
Soltó una negación y bajó los hombros en señal de derrota.
—No, no estoy bien...—Susurró entre dientes—. Sinceramente creo que la boda
no se debería hacer...
Y fue allí donde HeeChul se dio cuenta de cómo o que tan nervioso estaba el
menor.
—Lo que pasa... es que ya no se hacer más para detener algo—Sinceraba— He
intentado hacer algo para esto, pero no hace caso o bueno la verdad es que...
HeeChul le tomó de los hombros, haciendo que JiMin le mirara con sorpresa y los
labios se volvieran una perfecta O.
—A ver, vamos por partes—Pedía tranquilo, mientras miraba a JiMin intrigado —
¿Qué es lo que tú quieres evitar y aún más importante que eso... ¿Qué has
intentado o hecho?
—Yo... verá...
Se sentía muy nervioso, como un crío que se le encontró tomando galletas de un
frasco cuando la madre decía que no. O como un adolescente pillado en un
momento donde hace alguna travesura de rebeldía. Sentía aquel mismo
sentimiento picante en el pecho y sudoración en las manos, mientras resoplaba y
miraba con timidez al adulto frente a él.
—Yo fui el culpable su majestad...—Soltó cerrando sus ojos fuertemente.
—El culpable... ¿De qué acto? —Indagó demasiado extrañado— JiMin-ah no
entiendo nada...
—Que yo fui quien hizo que TaeHyung y Jungkook se fueran a ese lugar...—Soltó
finalmente, sintiendo como un peso imaginario se escapaba de sus hombros—
Yo... Ayude a TaeHyung a que JungKook fuera, además de que convencí a mi
mejor amigo que irse con TaeHyung era una buena idea...
—JiMin-ah...
—Y es que ambos se ven tan bien su majestad...—Hablaba sin escuchar al mayor,
soltando todo aquello que por miedo ocultó y no podía más con eso—Es que debe
comprender que para mí y muchos de aquí, ellos... Ellos son como la pareja
perfecta.
—Sí, verás JiMin...
—Y en verdad lo siento, pero hoy no puedo ocultarle esto. Sé que se casa mi
amigo...—Bajaba la mirada algo triste —Pero en verdad porque sé cómo es y lo
quiero, conozco que no será feliz con SangHyuk. Ambos no se pertenecen...
Porque TaeHyung y JungKook se ven tan bien juntos que yo lo hice sin pensar.
—Lo sé muy bien JiMin —El menor le miró con los ojos abiertos de sorpresa— Sé
que mi JungKook y TaeHyung son la pareja perfecta.
—Pero entonces... ¿Por qué usted...? —Abría la boca desconcertante — ¿Por qué
no hizo algo?
—Ellos se deben dar cuenta —Miraba a su nieto salir y hacer seña a JiMin — Ve
con él, espero que se dé cuenta a tiempo.
JiMin sólo atinó a asentir sin más, retirándose y dejando a un melancólico
HeeChul en camino a aquella boda.
JungKook al ver como salía TaeHyung hecho una furia con su tío, además de
HoSeok y Mark saliendo a su vez. Miró a sus invitados y parlamento, suspiró y se
colocó en medio, listo para hablar.
—Yo... primero que nada, gracias SangHyuk por acceder a esto—El chico le
sonrió amable—Pero creo que declino mi oferta de contraer nupcias contigo.
Todos los presentes abrieron la boca de sorpresa. Pero JiMin, SeokJin y HeeChul
celebraron a su manera aquello. Sonriendo y en el caso de los menores, tomando
la mano de sus enamorados.
—En verdad creo que debo ser franco en que quiero gobernar...—Miró con una
sonrisa al parlamento — Si no, ¿Por qué estaría en traje de novio este día?
Las risas no se hicieron esperar, logrando que JungKook se sintiera más en
confianza y con más determinación.
Y es que sentía su corazón a flor de piel, nervioso de que le rechazaran en el trono
y nervioso a su vez por TaeHyung. Ya que estaba durando afuera, al igual que
HoSeok y Mark. Deseaba que a nadie le pasara algo malo ese día, pues quería
felicidad para todos.
—Yo sé que seré un buen rey, tengo visión y me gusta ayudar a que todo esté en
orden—Miraba a HeeChul con una sonrisa— También les pido al parlamento, me
consideren para rey.
—Voy a hablar ahora —Escucharon a HeeChul— Sé bien que esa ley existe hace
muchos años. La implementaron conmigo y casi con mi hijo, sin embargo, creo
que sería un error muy grande que fuera aún vigente.
El presidente del parlamento analizaba las palabras de ambos hombres, mientras
veía como JungKook se veía nervioso y dispuesto a cualquier cosa.
—Mi nieto les ha demostrado carácter, porte y todo lo necesario para ser rey—
Opinaba muy sincero, viendo como muchos asentían—. También que aceptó
casarse sólo para que el reino tuviera un buen rey. ¿No les es el más motivo
sincero para creer en JungKook?
JungKook miraba a SangHyuk, el cual devolvía el gesto con una mirada de apoyo
y sostenía la mano de HongBin. Miró hacia JiMin, el cual estaba pegado al
general Min YoonGi sonriente, del mismo modo SeokJin estaba con NamJoon y
su pequeño Ren.
—Sé que puede gobernar. —Hablaba HeeChul— Sólo dejen que les demuestre y
anule la ley.
—Bien, creo que más de uno en el parlamento nos dimos cuenta de que en efecto
JungKook está más que listo para gobernar aquí —Musitaba el anciano— Así
que, aprobamos la petición de que gobierne y anularemos la ley. Ya que en
verdad ha demostrado ese cariño por el pueblo.
Todos sonrieron alegres, JungKook no cabía en la felicidad. Aunque le faltaba
algo...
Miró hacia la puerta con nerviosismo, viendo como esta se abría lentamente y un
rubio entraba sin hacer ruido. Devolviendo la mirada al menor.
TaeHyung abrió la puerta cuando los aplausos se hacían muy fuertes, viendo una
sonrisa en el rostro de JungKook. Se acercó nuevamente y vio como las miradas
se posaban en él y JungKook, haciéndole sentir nervioso.
Caminó lentamente, con el corazón palpitante y con un ardor en este que le hacía
sentirse agobiado. Seguía con su mirada posada en JungKook, luego le vio sin su
futuro esposo.
Miro a todos lados, encontrando a SangHyuk con otro chico y a JungKook fuera
del altar. Se acercó justo a tiempo, para escuchar al menor hablando muy alto.
—Y para no desperdiciar esto de la boda—Miró a JiMin y SeokJin— Case por
favor a estos cuatro chicos. Se merecen esta celebración...
—JungKook... Pero tú... —JiMin estaba sonrojado— ¿Qué dices? A penas conozco
a YoonGi...
—Yo no le veo problemas a eso, JiMin. —Musitaba el general con una sonrisa de
suficiencia— Yo sí quiero hacerlo, ¿Qué tú no?
JiMin miró a JungKook un momento, viendo como este sonreía y asentía
emocionado. Luego, posó su mirada en la de Min YoonGi, perdiéndose en sus ojos
y sintiendo su corazón cálido.
Analizó un poco las cosas, viendo como hasta HeeChul asentía sonriente ante la
idea. Se giró a YoonGi y sonrió.
—Sabe de antemano mi general que quiero hacerlo— Sonreía emocionado,
tomando la mano de YoonGi— Vamos a cometer esta locura YoonGi, vamos a
casarnos.
El general Min asintió y se colocó con JiMin cerca del altar, viendo ahora a
SeokJin y NamJoon verse con nerviosismo y al pequeño Ren. Aquel pequeño
estaba muy indiferente a lo que estaba pasando, ya que jugaba con una flor que
se le fue entregada por NamJoon.
SeokJin miró a NamJoon y luego a JungKook. Estaba muy nervioso y a la vez
emocionado, pero no iba a hacer las cosas por impulso.
—NamJoon, yo tengo que cuidar a mi hermano —Musitó serio, ya que sabía que
debía ser sincero— Y sé que será incómodo para ti saber que si esto pasa...
vivirás con una "Familia" donde ni siquiera sé si podrás tolerar. Yo debo ver por
mi pequeño Ren antes que por mí.
—Por favor, creo que es obvio que adoro a Ren— Objetaba NamJoon mirando al
pequeño sonriente— Y quiero intentar tener todo contigo desde este presente
hasta el futuro lejano...
SeokJin miró a NamJoon con la boca abierta.
—¡Sólo cásense y ya! —Escucharon la voz de Jackson—. Todos sabemos que lo
quieren hacer.
SeokJin y todos rieron antes aquello, para luego ver como el mayor asentía a
NamJoon con una sonrisa. Logrando que todos aplaudieran y que JungKook
sonriera por aquello.
JungKook de pronto, sintió un toque muy gentil en su cintura, que le hizo girar
de ver a los futuros esposos. Se encontró con TaeHyung, quien le miraba con
adoración y nerviosismo.
—JungKook... Yo te dije que te amo y... —Lamió sus labios— Me pregunto ahora
si tú haces lo mismo.
El menor lo miró con una sonrisa, tomándole de la mano y ruborizándose. Aquel
día fue de los más felices en la vida del castaño.
El día de la coronación llegó, HeeChul sonreía mientras veía como las cosas
empezaban a ser colocadas en su lugar para el evento. Las flores más hermosas y
cuidadas, hechas adornos enormes, eran colocadas estratégicamente en toda la
sala, creando un ambiente tipo bosque mágico y a la vez, no perdía ese toque de
elegancia que distinguía a las familias reales.
El ambiente era muy tranquilo, incluso el pequeño Ren ahora jugaba con un par
de cosas que le había regalado HeeChul, junto a un sonriente JiMin.
—Deberíamos servir canapés de camarón—Hablaba SeokJin— Son deliciosos y a
todos los presentes les gustan.
—Lo sé, pero al príncipe le gustan también las cosas dulces.
—No sólo a él YuGyeom—Objetaba Mark—Pero, los canapés serán, igual que
tarta de chocolate.
SeokJin estaba junto a Mark y YuGyeom planificando algunas cosas para el
banquete y fiesta posterior al evento. HoSeok, BamBam, Jackson y YoonGi
estaban en la planificación de la seguridad del lugar, ya que después de todo era
algo indispensable a pesar de que era un reino muy tranquilo.
Todo parecía ir en perfecto orden, todo estaba en su lugar y eso para HeeChul era
magnifico.
—Su alteza, ¿Dónde está mi amigo JungKook? —Escuchó a JiMin de pronto— No
lo he visto...
—Ahora que lo mencionas, supongo que está arriba—Señalaba el hombre— En la
habitación que era de sus padres, que ahora es suya.
JiMin asintió, cargó al pequeño Ren y se lo llevó al patio para jugar. Ya dejaría a
su amigo tener su espacio en esos momentos, ya que después de todo ese día
debía ser algo especial y el menor debía estar concentrado.
Lejos de todo ese ajetreo, se encontraba JungKook en el lugar de audiencias
reales. Miraba con curiosidad desde el trono los cuadros a su alrededor, sin evitar
una sonrisa emocionada y de total felicidad. Pero de pronto, una presencia ajena
le hizo mirar hacia la entrada.
—TaeHyung...
—Futuro rey JungKook—Sonreía el chico acercándose— Me preguntaba si tenía
oportunidad de una audiencia con usted.
—Esta... ¿La solicita ahora? —Miraba con una sonrisa traviesa— ¿Quiere ahora
que se haga?
—Sí, necesito una audiencia—Sonreía frente al chico— ¿Podría atenderme su
majestad?
JungKook rodó los ojos con una risilla alegre, levantándose firme y mirando
travieso a TaeHyung.
—Muy bien, ex conde Kim—Musitaba frente al chico— Le escucho.
—Oh, pero no vine precisamente a hablar—Sonreía feliz— Vengo a darle un
regalo su majestad.
— ¿Ah sí? ¿De qué se trata?
TaeHyung lo tomó de la cintura con una mano, con la otra la subió hasta la
mejilla izquierda de JungKook acariciado suavemente esta. JungKook miró con
un brillo de emoción en sus ojos, mientras las distancias se acortaban y unían
sus labios en un beso suave.
Aquel gesto derritió algo en el corazón de ambos, luego de unos mimos más y de
sonrisas entre besos, se separaron lento. Ambos se miraron y sonrieron.
—Me alegra mucho que te coronen hoy.
—Muchas gracias TaeTae—Sonreía el menor alegre— En verdad me haces feliz.
—A mí también me haces muy feliz— Miraba al chico y sonreía— Mi lindo esposo.
Porque sí, ese día de la boda fracasada, JungKook terminó casándose. Aunque no
precisamente con SangHyuk.
Las trompetas se hicieron sonar, callando a los invitados. JiMin estaba al lado de
YoonGi sonriente, SeokJin estaba cargando a Ren y recargado en el pecho de
NamJoon. Mark, BamBam y Jackson estaban en un costado mirando
emocionados el evento, YuGyeom, HoSeok y TaeHyung miraban con una sonrisa
las escaleras.
HeeChul salió de estas primero, con la corona imperial y una sonrisa enorme,
bajando las escaleras y luciendo su capa roja en el proceso. Una vez abajo, el
hombre se colocó a un lado del trono real, esperando a JungKook.
—Su alteza real, Jeon JungKook—Escucharon de pronto.
TaeHyung sonrió al escuchar el nombre de su esposo, mirando las escaleras con
emoción. JiMin, Jackson y los demás, miraban con una sonrisa aquella escena,
se notaba el amor de ambos en se tipo de gestos.
JungKook salió de la puerta, luciendo un traje de rey y una capa rojo un tanto
más pequeña que la de HeeChul. Sonrió a los invitados y con diplomacia y
elegancia, caminó hasta las escaleras. Bajando de estas con tranquilidad y
emoción muy evidente en su rostro.
Ya en la parte de abajo, avanzó hasta el trono real y tomó asiento. Miró a
TaeHyung y sonrió ligeramente, viendo como su esposo le devolvía el gesto y
enviaba su apoyo a través de la mirada.
—Hoy estamos presentes para la venida de un nuevo rey—Habló HeeChul— Jeon
JungKook, Jura ante el reino y la corono gobernar con maestría, diplomacia y con
su corazón.
—Juro gobernar como lo hicieron mis antepasados— Recitaba con seriedad—
Juro hacer próspero y mejor el reino, gobernando y tomando las decisiones que
sean necesarias y correctas.
El rey se puso frente a JungKook, sacándose la corona y sonriendo al chico. Se la
colocó con tranquilidad en la cabeza, para luego darle un cetro y un mundo
pequeño bañados en oro.
—Por el poder que me concede como Rey—Aclamaba HeeChul— Proclamo hoy, a
Jeon JungKook de Hanyang. Como rey legitimo del bello reino de Hanyang.
Se hizo a un lado, dejando a JungKook con aquellos artefactos y una sonrisa
alegre. La música clásica resonó en el lugar, para luego dar paso a aplausos de
felicidad y regocijo. JungKook sonrió y se acercó a TaeHyung sonriente.
—Mi bello rey, ¡Soy un hombre muy afortunado! —Musitó emocionado—
Felicidades amor mío.
—Muchas gracias, Rey consorte—Sonreía el chico— Me haces muy feliz
TaeHyung.
El chico besó castamente a JungKook, para luego dar una reverencia y sonreírle.
— ¿Me permite esta pieza de baile?
—No me lo perdería por nada—Sonreía tomando la mano de su marido— Vamos
a bailar TaeHyung.
JungKook asintió y TaeHyung pasó una mano por la cintura del chico y con la
otra guiaba a JungKook en un elegante baile. JiMin y HeeChul miraban la escena
emocionados, aquellos dos se veían jodidamente bien juntos.
De pronto ambos jóvenes se recordaron en una escena similar, pero en aquella
ocasión discutiendo como críos.
"—En verdad te agradezco Conde TaeHyung—Hablaba sincero el chico.
—No es nada príncipe Jeon, era obligación mía hacerlo—Le daba una vuelta al
chico— Aunque me pisaras.
—Oh lamento eso, en verdad—Sonreía agradecido— Me alegro que mi torpeza no
altere su destreza.
—Claro, puedes pisarme cuando quieras—Ironizaba."
Ambos chicos rieron al recordar aquello y JungKook se pegó más al cuerpo de
TaeHyung.
—Entonces... ¿Puedo pisarte ahora? —Reía sonriente.
—Su majestad, usted puede pisarme cuando quiera—Reía el mayor— También
podemos hacer algo mejor que pisarnos al bailar.
—Y, ¿Qué propone TaeHyung?
—Propongo esto—Musitó besándole.
Y ambos entendieron de pronto que todo eso que pasaron, desde su primer
encuentro hasta su pasado. Había sido para unirles. Que a pesar de sus bobas
peleas de un inicio, ambos estaban ahora más unidos que nunca. En una
relación que era muy divertida y única.
Además que tenían toda una vida juntos ahora.
Sobre los hijos, bueno, a pesar de no poder tenerlos, sabían bien que pronto
tendrían unos hermosos que adoptar. Pues sabía que el corazón de JungKook era
tan grande como para aceptarlos como suyos sinceramente.
Fin.
Las fiestas en el enrome palacio siempre se le habían hecho al pequeño JungKook
muy aburridas, a sus cortos diez años, no entendía muy bien el motivo de que
fueran llenas de gala y con muchas etiquetas que debía seguir. Pero lo que más le
enfadaba o lo que más discutía con HeeChul, era el hecho de que debía aprender
a comer con más de diez cubiertos diferentes.
¿No era más sencillo con solo tres principales?
Había muchas cosas que a su corta edad aun no entendía, sin embargo... le
agradaban los regalos que por ejemplo en su cumpleaños le obsequiaban y el
convivir con su abuelo un poco más de lo que lo hacía normalmente.
—JungKook—hablando de su amado abuelo, el menor sonrió y le encaró—. Ven a
saludar a los invitados de hoy.
—Ya voy, un momento por favor.
Acomodó su traje, para después, con una imitación a la forma de caminar del rey
HeeChul, avanzar hacia los invitados que le estaban esperando. Mientras una
sonrisa que sabía que a su abuelo le gustaba que diera a todos, se dibujaba en su
rostro.
Miró primero al rey HeeChul, para después darse la vuelta y encarar a los recién
llegados. Sorprendiéndose cuando, un chico de quizá un par de años más grande
estaba frente a él con una sonrisa que podía iluminar toda la habitación.
—JungKook, él es el conde Kim TaeHyung—Presentaba HeeChul con
tranquilidad— TaeHyung, él es mi nieto, el príncipe JungKook.
Ambos se miraron con una sonrisa, mientras se tomaban de la mano. Un sonrojo
decoró las mejillas de ambos, causando que el rey los mirara con curiosidad.
—Bueno, JungKook...—Llamó el mayor con autoridad, haciendo que ambos
chicos soltaran sus manos— ¿Por qué no llevas a jugar al conde a los videojuegos
mientras los adultos hablamos?
—Yo... abuelo creo que...—Miró con un sonrojo al mayor, quien asentía
levemente—Sí, lo llevaré entonces. ¿Vienes conde?
—Sí, ya lo creo—Sonreía mientras se apartaban de los mayores—Gracias por la
invitación a jugar, no me gustan mucho esas reuniones.
JungKook se sorprendió por aquello, mientras se sentía con más cosas en común
con el chico. Ambos pronto se la pasaron jugando un poco con los juegos
favoritos del pequeño príncipe, llevándose muy bien y notando que les gustaban
muchas cosas en común.
Aunque eso no duró para siempre como ambos les hubiera gustado que pasara,
ya que el mayor tuvo que irse del palacio. Con la promesa de volver a reunirse
pronto y seguir con la pequeña amistad que ambos habían construido en ese
corto lapso de tiempo.
Pero no sucedió así.
Luego de eso no supo de aquel niño en un buen periodo de tiempo, cinco años
para ser precisos.
Y era de nuevo en un evento como el que recordaba de niño, mientras comía algo
de manera aburrida y veía a todas esas personas pomposas jactarse con una
copa de champaña, que le vio de nueva cuenta.
Ahora se veía diferente, ya no había rastros del niño que había sido su amigo de
una tarde. Parecía que la adolescencia le había pegado para dejar a un joven
adulto atractivo, quien estaba con un señor que el chico no había visto en las
reuniones de su abuelo.
Sintió su corazón acelerándose, mientras el chico que no recordaba su nombre,
pero si esos brillantes ojos, se acercaba a él con paso lento. Hasta quedar de
frente, con su presencia y su atractivo hechizantes.
—Príncipe Jeon—Escuchó su voz grave, mucho más que lo que podía imaginar—
Feliz cumpleaños.
—Muchas gracias—Musitó en un modo más similar a un susurro— Cuánto
tiempo sin vernos...
Vio como el gesto del muchacho no cambiaba al verse reconocido, sin embargo,
una sonrisa ladina adornó sus labios y asintió.
—Mucho tiempo, aunque debo decir que le sentó bien la edad—Murmuró
mientras hacía una pequeña reverencia al menor de ambos—Bueno, debo irme ya
que me han tomado con anterioridad sobre mis estudios.
—Oh, es una desgracia—Torció el gesto, mientras sentía su corazón latiendo
rápido ante la idea loca que cruzaba por su mente—Por otra parte, podemos
quedar para... ya sabe... hablar.
—Bueno, es su cumpleaños—Miró a su tío de soslayo, soltando un suspiro—
Supongo que unos minutos más no me vendrán mal ni a usted, mi príncipe.
Ambos jóvenes se fueron al balcón donde JungKook solía tomar aire cuando se
sentía abrumado de todo lo elegante de las fiestas, mientras el frío del exterior les
daba en el rostro. Se encaminaron hasta donde estaban las flores del rey HeeChul
y se quedaron allí, de pie mirándose sin decir nada.
—Yo...—Empezaba el conde mientras apretaba el dobladillo de su traje— Lamento
no haber venido más, pero pasé por muchas cosas.
—No te preocupes—Sonreía nervioso JungKook, sintiendo el latir de su corazón—
Aunque me alegra mucho verte y saber que estás bien.
TaeHyung iba a decir algo más, cuando miró hacia la fiesta y notó a su tío
buscándolo. Suspiró y cambió a su semblante serio de nuevo, acercándose al
menor hasta estar a pocos centímetros de su rostro.
—Feliz cumpleaños—Besó la mejilla del príncipe mientras se marchaba—Tómalo
como algo que no debe pasar.
JungKook no había entendido aquello bien, pero su corazón se había acelerado y
sentía su cara roja por el acto de aquel chico. ¿Eso era lo que se consideraba un
primer amor?
Si era así, quizá desde antes se hubiera enamorado del chico que acababa de
marcharse.