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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Politécnica Territorial de los Altos Mirandinos

“Cecilio Acosta”

Cátedra: ASOAM I.

Alteraciones del Sistema Articular y Periarticular

Profesor: Autores:

Lester Tovar. Castillo Minorka CI. 30.016.865.

García Juan CI. 30.328.713.

Gerig Karelys CI. 29.708.893.

Infante Miguel CI. 30.016.357.

Rangel Ronny CI. 22.048.791.

Sección 03.

Los Teques, marzo 2022.


Alteraciones del Sistema Articular y Periarticular

Las articulaciones son las áreas donde se encuentran dos o más huesos. La mayoría
de las articulaciones son móviles y permiten que los huesos se muevan. Los trastornos
articulares son extremidades o lesiones que afectan sus articulaciones. Las lesiones pueden
ocurrir debido al uso excesivo de una articulación; o puede sufrir una lesión repentina,
como un accidente o una lesión deportiva.

Muchas enfermedades pueden afectar las articulaciones. A menudo, causan dolor en


las articulaciones y provocan rigidez, enrojecimiento e hinchazón. La mayoría de ellas son
crónicos, es decir, duran mucho tiempo. Es posible que algunas nunca desaparezcan por
completo. Algunas de las enfermedades que afectan las articulaciones incluyen:

 Artritis: Puede causar dolor e hinchazón en las articulaciones. Hay muchos tipos de
esta enfermedad. La osteoartritis es la más común. Con el tiempo, la artritis puede
causar graves daños en las articulaciones. Puede afectar a personas de todas las
edades. Una lesión en la articulación cuando joven puede causar osteoartritis más
adelante en la vida.
 Lupus: Esta enfermedad autoinmune afecta a muchas partes del cuerpo y puede
causar dolor articular y muscular. Algunos tipos de lupus suelen causar artritis.
 Síndrome de Sjögren: Esta enfermedad autoinmune afecta las glándulas que
producen humedad en muchas partes del cuerpo. Los síntomas principales son
sequedad en los ojos y la boca, pero a menudo también causa dolor en las
articulaciones.

Los tratamientos dependen de la enfermedad. Pero la mayoría de los tratamientos


incluyen medicamentos y terapias para aliviar el dolor y otros síntomas.

Luxaciones

La luxación o dislocación es una separación de dos huesos en el lugar donde se


encuentran en una articulación. Una articulación es el lugar donde dos huesos se conectan,
lo que permite el movimiento. Una articulación luxada es una articulación donde los huesos
ya no están en su posición normal.

Las luxaciones pueden ser abiertas (en comunicación con la vía ambiental a una
herida en la piel) o cerradas.

El pronóstico y el tratamiento varían mucho dependiendo de la ubicación y


gravedad de la luxación.

Causas

Las luxaciones generalmente son causadas por un impacto súbito a la articulación.


Esto por lo general se presenta después de un golpe, una caída u otro traumatismo.

Síntomas

Una articulación luxada puede:

 Estar acompañada de entumecimiento u hormigueo en la articulación o fuera de


esta.

 Presentar dolor intenso, especialmente si usted intenta usar la articulación o poner


peso en ella.

 Estar limitada en el movimiento.

 Estar hinchada o amoratada.

 Estar visiblemente fuera de lugar, de color diferente o deforme.

Complicaciones

Las complicaciones graves de las luxaciones son inusuales, pero pueden amenazar la
vida o la viabilidad de un miembro o producir una disfunción permanente de éste. El
riesgo de complicaciones es elevado con luxaciones abiertas (que predisponen a la
infección) y con luxaciones que interrumpen los vasos sanguíneos, la perfusión tisular,
y/o nervios. Las luxaciones, particularmente si no se reducen rápidamente, tienden a tener
un mayor riesgo de lesiones vasculares y nerviosas respecto de las fracturas. Las
luxaciones cerradas que no involucran los vasos sanguíneos o los nervios, en particular
aquellas que se reducen rápidamente, tienen menos probabilidades de causar
complicaciones graves.

Las complicaciones agudas (asociadas a lesiones) para las luxaciones incluyen las


siguientes:
 Fracturas: Pueden acompañar a una luxación (por ejemplo, luxación del hombro
y fractura de la tuberosidad mayor).
 Sangrado: El sangrado acompaña todas las lesiones de tejidos blandos
significativas.
 Lesiones vasculares: Algunas luxaciones cerradas, particularmente luxaciones de
rodilla o de cadera, interrumpen el suministro vascular suficiente como para
causar isquemia de la porción distal de la extremidad; esta alteración vascular
puede permanecer clínicamente oculta durante horas después de la lesión.
 Lesiones nerviosas: los nervios pueden lesionarse cuando se estiran por la
luxación de una articulación. Dependiendo de la causa de la luxación, los nervios
pueden estar dañados con hematomas, aplastados o desgarrados.
 Infección: cualquier lesión puede infectarse, pero el riesgo es más alto con las que
están abiertas o las tratadas quirúrgicamente. La infección aguda puede llevar a
la osteomielitis lo cual puede ser difícil de curar.
Las complicaciones a largo plazo de las luxaciones incluyen las siguientes:
 Inestabilidad: Diversas luxaciones pueden producir inestabilidad articular. La
inestabilidad puede ser incapacitante y aumenta el riesgo de artrosis.
 Rigidez y alteración de la amplitud de movimiento: La rigidez es más probable
si una articulación necesita inmovilización prolongada. La rodilla, el codo y el
hombro son particularmente propensos a la rigidez postraumática, especialmente
en los ancianos.
 Osteonecrosis: La osteonecrosis ocurre principalmente cuando el suministro
vascular está dañado. Las luxaciones de una cadera nativa (no protésica) son
propensas a la osteonecrosis. La incidencia de osteonecrosis después de una
luxación de cadera se relaciona con la gravedad de la lesión inicial y es mayor si
la luxación no se reduce rápidamente.
 Artrosis: Las luxaciones que alteran las superficies que soportan el peso de las
articulaciones o que resultan en la mala alineación articular y la inestabilidad
predisponen a la degeneración del cartílago articular y la artrosis.
Pruebas y exámenes
En ocasiones, una luxación es clínicamente obvia, pero en otros casos las luxaciones
deben distinguirse de las fracturas y otras lesiones (por ejemplo, una deformidad del
hombro en un adolescente).
Las pruebas que se realizan pueden ser:
 Evaluación de las lesiones graves.
 Anamnesis y examen físico.
 Radiografías.
 A veces Resonancia Magnética (RM) o Tomografía Computarizada (TC).

Tratamiento
El tratamiento de una luxación se basa en una triada compuesta en primer lugar por
una reducción (regresar a la posición anatómica normal) del segmento lesionado con una
manipulación cerrada generalmente, pero de no poderse realizar esta manipulación se
somete a una cirugía, sobre todo cuando existe un compromiso de los huesos producto de
una fractura.

Luego se pasa al proceso de inmovilización mediante instrumentos de órtesis de la


estructura afectada para que cicatricen los elementos comprometidos (articulación).

Por último, se utiliza el tratamiento funcional en el que se ejercita de forma activa


los segmentos adyacentes a la luxación con la finalidad de prevenir efectos adversos a la
inmovilización. 

Después del retiro de la inmovilización, la fisioterapia sigue ejerciendo un rol


fundamental en el tratamiento de las luxaciones, buscando fortalecer y recuperar la
funcionalidad de la zona de la lesión, así como disminuir el edema y el dolor.

Complicaciones ortopédicas durante el parto


Las lesiones ortopédicas en el recién nacido difieren de las lesiones a otras edades
infantiles. La patología neonatal presenta unas características propias, que es necesario
conocer, para el manejo correcto del paciente. Si la anamnesis y la exploración física son
fundamentales en el proceso diagnóstico de cualquier patología ortopédica, lo son más aún
en el neonato, en el que raramente nos apoyaremos en pruebas de imagen.
Dentro de estas lesiones vamos a incluir: el metatarso aducto, el pie zambo, la
displasia del desarrollo de la cadera, la luxación congénita de rodilla, la tortícolis muscular
congénita y el síndrome del niño moldeado.

Metatarso aducto o varo


Se trata de una deformidad en la que se observa una desviación del antepié hacia la
línea media, en aducto, con una curva homogénea y sin presencia de pliegue dérmico
medial profundo. El retropié, así como el tobillo, son normales.
En la exploración, encontraremos el antepié desviado a medial. En el pie normal, la
línea media de la planta discurre, desde la mitad del talón hasta el tercer dedo. En caso de
metatarso varo, la línea media pasa lateral al tercer dedo. El borde lateral del pie será
convexo y el medial cóncavo. El pie adquiere una forma de habichuela y la base del quinto
metatarsiano se hace ligeramente prominente.

Según el grado de flexibilidad de abducción del antepié, podemos clasificarlo en:


 Categoría A: Leve o flexible.
 Categoría B: Moderado o fijo.
 Categoría C: Severo o rígido.

Pronóstico:
 Categoría A: Corrección a los 3 meses.
 Categoría B: Necesitan corrección.
 Categoría C: Necesitan corrección.
Tratamiento:
 Categoría A: Estiramientos.
 Categoría B: Yesos correctivos.
 Categoría C: Neonatos: Yesos correctivos. A partir de los 2 años: Cirugía.

Pie Zambo
Consiste en una deformidad que incluye: equino, varo, cavo, aducto. Su etiopatogenia
no está y se bajaran múltiples teorías, entre las que se encuentran: el freno en el desarrollo
fetal, los factores hereditarios, factores mecánicos intraúteros e incluso un origen
neurogénico.
Dependiendo del grado de rigidez, se pueden diferenciar 2 tipos:

 Tipo A (leve, forma flexible).


 Tipo B (severa, forma rígida): deformidad con importante rigidez y marcada
fibrosis.

Tratamiento:

El tratamiento debe iniciarse de manera precoz. Actualmente, el método de tratamiento


más utilizado, es el método Ponseti, que busca la corrección progresiva de las diferentes
deformidades mediante la colocación de yesos seriados que se cambian semanalmente.
Habitualmente, son necesarios entre 5 y 7 yesos, aunque esto dependerá del grado de
rigidez y de deformidad inicial. El equinismo es la última deformidad que se corrige, pero
exclusivamente quirúrgica, mediante una tenotomía percutánea del tendón de Aquiles.

Una vez completada la corrección, es necesario el mantenimiento de la misma, con unas


botas que deberán utilizarse, inicialmente, de manera continua durante unos meses y,
posteriormente, de forma nocturna hasta los 3 años.

Displasia del desarrollo de la cadera

Se define como la interrupción del normal crecimiento de los elementos que forman
las estructuras anatómicas de la cadera: cotilo, cabeza de fémur, cápsula y estructuras
músculo-tendinosas.

Comprende tres conceptos que hay que diferenciar: la displasia, la subluxación y la


luxación de cadera.
Pruebas y exámenes

Se pueden hacer uso de las maniobras de inestabilidad para detectar una cadera luxable o
subluxable en el neonato:

1. Maniobra de Ortolani: se coloca al recién nacido con ambas caderas en flexión y


abducción de 90°, forzando la abducción a la vez que se realiza una presión suave
de los dedos sobre el trocánter, reduciéndose la luxación.
2. Maniobra de Barlow: implica el movimiento contrario, de manera que se realiza la
fuerza hacia posterior, mientras la cadera se encuentra en aducción.

En caso de duda, se debe solicitar una ecografía, preferiblemente, a partir de la tercera


semana, para evitar falsos positivos.

Desde un punto de vista pediátrico, el manejo del bebé dependerá de lo encontrado en la


exploración y su significado patológico.

Tratamiento:

El tratamiento consiste en la reducción de la cadera mediante un sistema de


flexoabducción llamado arnés de Pavlik. Este arnés coloca las piernas separadas, ayudando
así a mantener en contacto los dos huesos que forman la cadera, cabeza femoral y cotilo del
ilíaco, mientras el niño crece y desarrolla los extremos óseos.

Luxación congénita de la rodilla

Deformidad neonatal consistente en un genu recurvatum congénito, donde la


hiperextensión de las rodillas puede llegar a ser irreductible en los casos más rígidos.

El diagnóstico se hace durante el examen físico, al encontrarse una hiperextensión


marcada de la rodilla del neonato, pudiendo confirmarse con la radiografía simple, que
sirve para determinar el grado de severidad. Se clasifica tres tipos:
 Grado I: rodilla en 15° a 20° de hiperextensión; puede ser manipulada hasta los 45°
a 90° de flexión.
 Grado II: desplazamiento moderado con una hiperextensión de 25° a 45°, en el que
todavía se observa contacto entre las superficies articulares de la tibia y el fémur. Se
puede flexionar hasta la posición neutra.
 Grado III: desplazamiento total del tercio proximal de la tibia, pasando por delante
de los cóndilos femorales, sin llegar a encontrarse contacto alguno entre ambas
carillas articulares.

Tratamiento:

El tratamiento debe iniciarse lo más pronto posible, preferiblemente al nacimiento. El


tipo de tratamiento variará en función del grado de afectación. En aquellos casos leves o
moderados, habitualmente, el tratamiento se basa en manipulaciones, tratando de colocar la
rodilla en flexión e inmovilizándola con yesos seriados a intervalos de 2 semanas; es
posible conseguir buenos resultados, tras 6 a 8 meses de tratamiento.

Tortícolis muscular congénita

La palabra tortícolis proviene del latín, torti (torcido) y collis (cuello), y se utiliza para
describir una condición en la que existe un acortamiento del músculo
esternocleidomastoideo (ECM) del lado afecto, aunque, generalmente, puede incluir el
resto de la musculatura cervical, como el platisma colli. Presenta una inclinación lateral de
la cabeza hacia el lado afecto y una rotación de la barbilla hacia el lado contralateral.

Se puede clasificar de diferentes maneras, pero la más sencilla es aquella que diferencia
las causas musculares de las no musculares. En el neonato, lo más habitual, es que se trate
de una tortícolis muscular congénita, aunque en caso de sospecha deberemos descartar
aquellas causas no musculares (ósea, por malformaciones vertebrales, como por ejemplo,
en el síndrome de Klippel-Feil; procesos inflamatorios (síndrome de Grisel); o causas
neurológicas, como los tumores de fosa posterior, siringomielia o Arnold Chiari).
Tratamiento:

El tratamiento inicial debe ser siempre conservador, aconsejando a los padres cambios
posicionales en la cuna y colocación en decúbito lateral, sobre el lado contrario al que está
girado el mentón. Además, se puede estimular al niño con ruidos, luces…, para que gire la
cabeza al lado contrario. A estos consejos, se debe de añadir la fisioterapia, con ejercicios
de estiramiento pasivo, inicialmente por parte de los padres y, si no hay mejoría, por parte
de un fisioterapeuta.

Los casos resistentes al tratamiento o aquellos diagnosticados después del primer año de
vida deben ser referidos al especialista, porque puede ser necesaria la elongación quirúrgica
del ECM.

Síndrome del niño moldeado

Este síndrome se basa en alteraciones posturales, que incluyen las siguientes


deformidades: plaquicefalia, tortícolis, escoliosis, oblicuidad pélvica, cadera contracturada
en aducción y/o malposición de las rodillas o los pies.

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, y el tratamiento se basa en la fisioterapia y


la observación clínica; ya que, estos niños tienden a la mejoría. A pesar de la diferencia en
la abducción de las caderas, estos niños no presentan displasia de cadera y, por lo tanto, no
deben ser tratados.

Alteración de las bolsas serosas

Cuando las bolsas serosas se someten a una presión excesiva, a una contusión o a una
irritación prolongada, por ejemplo, se desarrolla un proceso inflamatorio que hace que se
inflamen y duelan. Entonces, cuando realicemos un gesto que las comprometa, se desatará
un dolor agudo en la zona de la bursa.
 
Muchas veces se acompaña de un aumento de la temperatura a nivel local (si tocas, la
piel de la zona está más caliente) y una hinchazón perceptible a simple vista.
Diagnóstico
Para saber si hay una bursitis u otra patología, el profesional sanitario se guiará por la
clínica descrita por el paciente, la exploración física (palpación, pruebas funcionales) y a
veces con diagnóstico por imagen (ecografía, resonancia magnética).
 
Los fisioterapeutas no podemos diagnosticar una bursitis (es una cuestión de
competencias, eso le corresponde al médico), pero disponemos de recursos para valorar si
puede haber alguna lesión en esta estructura.
 
A menudo las bursitis acompañan a las tendinopatías por la estrecha relación que
guardan bolsas serosas y tendones. Recordemos que las lesiones rara vez vienen solas, ya
que el cuerpo funciona en conjunto y no por estructuras separadas.

Tratamiento:

A nivel farmacológico, el médico muy probablemente lo primero que haga sea recetarte
algún antiinflamatorio no esteroideo (como el ibuprofeno).
 
Además, es de obligado cumplimiento que apliquemos hielo en la zona durante cinco
minutos cada dos horas (ya sabéis, siempre que sea posible).
 
Tanto el ibuprofeno como la aplicación de hielo van encaminados a la disminución de
la inflamación, pero también es importante dar con la causa de la lesión.
 
Si el motivo es por una contusión, es muy probable que con el tratamiento descrito
hasta ahora se acabe pasando. Si después de una semana ves que no se te ha quitado, ve a
que te lo mire un profesional.
 
Pero si el origen es muscular, tendinoso, biomecánico…, lo suyo es que un especialista
te trate tanto la bursa como especialmente la causa que ha provocado la inflamación. Por
ejemplo, a veces la subacromio-subdeltoidea se inflama por una sobrecarga del músculo
deltoides; en ese caso, habría que trabajar el deltoides y todas las estructuras musculares y
tendinosas que puedan interferir, así como analizar las causas que han provocado esa
sobrecarga muscular y reeducar en unos patrones de movimiento más adecuados.
 
En última instancia, se puede realizar un drenaje del líquido sinovial si la inflamación
es severa y muy limitante y dolorosa.

Ruptura e inflamación de los tendones y sus envolturas

La tendinitis es la inflamación o la irritación de un tendón, las cuerdas fibrosas que


unen el músculo al hueso. Este trastorno causa dolor y sensibilidad justo afuera de la
articulación.
Si bien la tendinitis puede ocurrir en cualquiera de los tendones, es más frecuente
alrededor de los hombros, los codos, las muñecas, las rodillas y los talones.

Algunos nombres frecuentes de los distintos problemas relacionados con la tendinitis


son los siguientes:

Codo de tenista

Codo de golfista

Hombro de lanzador

Hombro de nadador

Rodilla de saltador
La mayoría de los casos de tendinitis se pueden tratar eficazmente con reposo,
fisioterapia y medicamentos para reducir el dolor. En caso de que la tendinitis sea grave y
ocasione la rotura de un tendón, probablemente necesites una cirugía.

Síntomas

Los signos y síntomas de la tendinitis suelen ocurrir en el punto en donde el tendón se


adhiere a un hueso y, generalmente, comprenden lo siguiente:

 Dolor que, por lo general, se describe como un dolor sordo, especialmente, cuando
se mueve la extremidad o la articulación afectada.
 Sensibilidad.
 Hinchazón leve.

Causas

Aunque la tendinitis puede ser causada por una lesión repentina, es mucho más
probable que la enfermedad se origine en la repetición de un movimiento en particular a lo
largo del tiempo. Muchas personas padecen tendinitis porque sus trabajos o pasatiempos
implican movimientos repetitivos, que tensionan los tendones.

Usar la técnica adecuada es especialmente importante al realizar repetidamente


movimientos deportivos o actividades relacionadas con el trabajo. La técnica incorrecta
puede sobrecargar el tendón, lo que puede ocurrir, por ejemplo, con el codo de tenista, y
provocar una tendinitis.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para tener tendinitis incluyen la edad, trabajar en empleos
específicos o participar en determinados deportes.

 Edad. A medida que las personas envejecen, sus tendones se vuelven menos
flexibles, lo que los hace más vulnerables a las lesiones.

 Profesión. La tendinitis es más frecuente en personas cuyos empleos implican lo


siguiente:

Movimientos repetitivos

Posiciones incómodas

Alcanzar lugares por encima de la cabeza con frecuencia

Vibraciones
Gran esfuerzo físico

Deportes

Es más probable que padezcas tendinitis si participas en determinados deportes que


implican movimientos repetitivos, especialmente si tu técnica no es óptima. Esto puede
ocurrir con:

Béisbol

Básquetbol

Bolos

Golf

Correr

Natación

Tenis

Complicaciones

Sin el tratamiento correcto, la tendinitis puede incrementar el riesgo de sufrir rotura del
tendón, una afección mucho más grave que tal vez requiera cirugía.

En caso de que la irritación del tendón persista durante varias semanas o meses, se
puede manifestar una enfermedad conocida como “tendinosis”. Esta enfermedad consiste
en cambios degenerativos en el tendón, junto con un crecimiento anormal de nuevos vasos
sanguíneos.

Prevención
Para reducir el riesgo de padecer tendinitis, sigue estas sugerencias:

 Relájate. Evita actividades que provoquen un esfuerzo excesivo para tus tendones,
especialmente por períodos prolongados. Si notas dolor durante un ejercicio en
particular, suspende y descansa.

 Combínalo. Si un ejercicio o actividad te causa un dolor persistente y particular,


intenta otra cosa. Los ejercicios con máquinas te pueden ayudar a combinar un
ejercicio de carga por impacto, como correr, con ejercicios de menor impacto, como
andar en bicicleta o la natación.

 Mejora tu técnica. Si tu técnica en una actividad o ejercicio es deficiente, puedes


estar predisponiéndote a tener problemas con los tendones. Considera tomar clases u
obtener instrucciones profesionales cuando comienzas un deporte nuevo o cuando
usas equipos para ejercicios.

 Estira. Después del ejercicio, tómate tu tiempo para estirar, y así poder maximizar la
amplitud de movimiento de tus articulaciones. Esto puede ayudar a minimizar los
traumatismos reiterados en tejidos tensos. El mejor momento para estirar es después
del ejercicio, cuando los músculos entraron en calor.

 Usa una correcta ergonomía en el lugar de trabajo. Si es posible, haz una evaluación
ergonómica de tu lugar de trabajo y ajusta tu silla, teclado y escritorio siguiendo las
recomendaciones para tu estatura, longitud de brazos y tareas habituales. Esto te
ayudará a proteger todas tus articulaciones y tendones de la tensión excesiva.
 Prepara tus músculos para practicar deportes. Fortalecer los músculos que usas en tu
actividad o deporte puede ayudarlos a resistir mejor el esfuerzo y la carga.

Contusión muscular
Las contusiones son la principal causa de lesiones deportivas después de las
distensiones musculares. Los deportistas que hacen deporte de contacto tienen muchas
posibilidades de sufrir contusiones musculares (moretones).
La mayoría de las contusiones son leves y se curan rápidamente, sin la
necesidad de que el deportista deje de practicar el deporte. Las contusiones graves, sin
embargo, pueden provocar daños profundos en los tejidos y generar complicaciones
que podrían impedir que los deportistas practiquen deportes por meses.

Causas
Las contusiones se producen a causa de un golpe directo o de golpes repetidos
de objetos no afilados contra alguna parte del cuerpo. Esto machuca las fibras
musculares subyacentes y los tejidos conjuntivos sin que se rompa la piel. Las
contusiones pueden producirse a causa de caídas o golpes del cuerpo contra una
superficie dura.
Síntomas
Las contusiones provocan hinchazón y dolor, y pueden limitar la amplitud de
movimiento de las articulaciones cercanas a la lesión. Los vasos sanguíneos que se
rompen pueden provocar una coloración azulada. Puede que sienta debilidad y
entumecimiento en el músculo lesionado.

En ocasiones, se genera una acumulación de sangre dentro del tejido dañado y


se forma un bulto sobre la lesión (hematoma). Si el daño en el tejido es extenso,
también podría tener un hueso roto, una articulación dislocada, un esguince, un
desgarro muscular u otras lesiones.

Las contusiones en el abdomen pueden dañar los órganos internos.

Pruebas y exámenes

Pueden usarse herramientas de diagnóstico por imágenes para visualizar mejor


el interior del área lesionada del cuerpo. Algunas de estas herramientas son
radiografías, ecografías, imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance
imaging, MRI) o tomografías computarizadas (computerized tomography, CT).

En el caso de algunas lesiones, el médico también podría comprobar si existe


una lesión en los nervios.
Tratamiento

Para controlar el dolor, el sangrado y la inflamación, debe mantener el músculo en una


posición de ligero estiramiento y usar el siguiente protocolo:
 Descanso.  Proteja el área lesionada para que no se siga dañando. Para ello, debe
dejar de practicar el deporte. También puede usar un dispositivo de protección
(como muletas o cabestrillos).
 Hielo.  Use compresas de hielo durante 20 minutos por vez, varias veces al día. No
se aplique el hielo directamente sobre la piel.
 Compresión.  Envuelva suavemente el área lesionada con vendas blandas o vendas
Ace.
 Elevación.  Eleve el área lesionada por sobre la altura del corazón.
La mayoría de los deportistas que sufren contusiones se recuperan rápidamente
tomando medidas de tratamiento simples. Puede que el médico le recete medicamentos
antiinflamatorios no esteroideos (nonsteroidal anti-inflammatory drugs, NSAID), como
ibuprofeno u otros medicamentos para aliviar el dolor. No se masajee el área de la
lesión.

En las primeras 24 a 48 horas luego de la lesión (fase aguda), puede que deba
seguir descansando, aplicándose hielo, usando vendas de compresión y elevando el
área lesionada para controlar el sangrado, la hinchazón y el dolor. Mientras se sane el
músculo lesionado, siga ejercitando las partes del cuerpo no afectadas para mantener su
nivel de aptitud física general.

Si hay un hematoma grande que no desaparece al pasar varios días, puede que el
médico lo deba drenar quirúrgicamente para agilizar la recuperación.

Desgarro muscular
El desgarro muscular es la distensión o rotura de un músculo o un tendón por
estirar o contraer demasiado el tejido muscular. Los músculos que suelen verse más
afectados son los de las piernas y los de la parte baja de la espalda.

El desgarro muscular se produce cuando un músculo o un tendón se estira demasiado o


se rompe. El desgarro muscular suele ocurrir durante el o al levantar objetos pesados.

Según la gravedad de la lesión, el desgarro muscular puede clasificarse de la siguiente


manera:

 De primer grado – daños leves de las fibras musculares


 De segundo grado – rotura muscular parcial de las fibras musculares
 De tercer grado – rotura muscular total de las fibras musculares

Diagnóstico

Tu médico o un fisioterapeuta (un profesional de la salud especializado en mantener y


mejorar el movimiento y la movilidad) puede diagnosticar el desgarro muscular. Éste
determinará exactamente cuáles son los tejidos musculares que están dañados, el alcance
del daño y cuánto tiempo tardará en sanar el desgarro muscular.

El tiempo de recuperación de un desgarro muscular puede variar significativamente en


cada caso, pero en líneas generales si se está aplicando una rehabilitación adecuada, los
tiempos aproximados son:

 El desgarro muscular de Grado 1 más leve puede tardar entre 8 y 10 días en curarse
 El desgarro de Grado 2 o moderado puede llegar a durar entre 4 o 6 semanas
 El desgarro muscular de Grado 3 puede durar de uno a varios meses, siempre
dependiendo de la gravedad de la lesión y cómo se cura el desgarro muscular al
recibir un tratamiento correcto

Tratamiento
Un desgarro muscular leve o de primer grado puede tratarse rápida y fácilmente en
casa, con el método PRICE (por sus siglas en inglés).

 (Protect): Proteger la lesión de daños ulteriores.


 (Rest): Reposar durante las primeras 48 a 72 horas; posteriormente, reanudar poco a
poco el movimiento para no perder demasiada fuerza muscular.
 (Ice packs): Aplicar bolsas de hielo o una bolsa de guisantes congelados envuelta en
una toalla sobre la zona lesionada, para reducir la inflamación y los moretones.
Nunca se aplique el hielo directamente sobre la piel, porque puede ocasionarse una
"quemadura por hielo"; coloca un paño entre el hielo y la piel.
 (Compress): Comprimir la zona con vendas para contener la lesión y ayudar a
reducir la inflamación.
 (Elevate): Elevar la zona lesionada por encima del nivel del corazón para controlar
la inflamación. Mantener la zona contenida, e intentar mantenerla lo más elevada
posible hasta que disminuya la inflamación.

También es bueno para los desgarros musculares y la prevención de desgarros llevar


una dieta equilibrada rica en vitaminas, proteínas, omega 3 y antioxidantes, así como
mantener una buena hidratación. Algunos alimentos que ayudan a la recuperación de
lesiones musculares son: 

 Frutas y verduras frescas, especialmente los cítricos y kiwi, ricos en Vitamina C


 Pescado azul y las nueces, ricos en omega 3 que tiene propiedades antiinflamatorias
 Aceite de oliva, aguacate, frutas y verduras para asegurar la ingesta de antioxidantes
 Carne, pescado, huevos y lácteos ricos en proteínas

También es importante evitar abuso de alcohol, drogas o corticoesteroides (para el


dopaje deportivo) ya que pueden favorecer la deshidratación grave y la aparición de un
desgarro muscular. 

Si la lesión es muy dolorosa y la inflamación no cede, consulta a un médico o un


fisioterapeuta para que te explique cómo curar un desgarro.
Espasmo muscular

Estos se pueden presentar en cualquier músculo del cuerpo, pero a menudo se producen
en una pierna. Cuando un músculo está en espasmo, se contrae sin control y no se relaja.

Esto es conocido también como calambre muscular.

Causas

Los espasmos musculares a menudo se presentan cuando un músculo está sobrecargado


o lesionado. Los factores que podrían causar un espasmo muscular incluyen:

 Hacer ejercicio cuando usted no ha tomado suficientes líquidos (está deshidratado).

 Tener bajos niveles de minerales, como potasio o calcio. 

Algunos espasmos ocurren debido a que el nervio que se conecta a un músculo está
irritado. Un ejemplo es una hernia discal que irrita los nervios raquídeos y causa dolor y
espasmo en los músculos de la espalda.

Alteración de la información propioceptivas

La capacidad de que tiene nuestro cerebro de saber la posición exacta de todas las partes de
nuestro cuerpo encada momento, al cerebro le llega diferente ordenes desde las articulaciones y los
músculos de la ubicación exacta del mismo, este sistema interpreta si es necesario reaccionar de
manera inmediata activando otros grupos musculares para evitar lesiones o caídas, la propiocepción tiene la
función de regular el equilibrio, coordinar los movimientos y mantener el nivel de alerta del cerebro, este
sistema se compone de receptores nerviosos que se encuentran en nuestros músculos, ligamento, tendones,
articulaciones y huesos, esos propioceptivos son el huso muscular, los órganos tendinosos de Golgi, los
receptores de la piel y los receptores cenestésico articulares.
Dentro del sistema propioceptivo se encuentran:

 Nervios aferentes que son trasmisores del sistema propioceptivos son los


encargados de trasmitir toda la información recogida por los receptores propioceptivos y
enviarla al SNC.
 SNC este sistema se procesa toda la información recibida es el ordenador central del
sistema propioceptivo que desde allí se enviaran las órdenes a la misma u otras articulaciones o
musculo para producir la reacción deseada.
 Existen cinco sentidos que ya bien conocemos visión, tacto, olfato, audición y gusto estos sentidos
pertenecen a un grupo llamado sentidos exterocepcion que nos permite percibir lo que ocurre
en el exterior de nuestro cuerpo.

Todos sabemos también que tenemos cinco órganos de los sentidos exteroceptivos: la piel nos
permite el tacto; los ojos nos proporcionan la vista; los oídos captan sonidos (y nos permiten equilibrio)
gracias a la nariz percibimos olores y la lengua que nos proporciona el gusto. La proporción, en cambio
es un sentido de exterocepcion, es decir, gracias a él nuestro cerebro tiene conciencia interna del
nuestro cuerpo. Nuestro cerebro recíbela información propioceptiva a través de los siguientes receptores:

 Huso neuromuscular; están el vientre muscular y se estimulan cuando el musculo se estira leve.
Son responsable del reflejo miotático, es muy importante es un reflejo de protección ante un
estiramiento brusco (por ejemplo, si sufrimos un tirón en una articulación, la musculatura de
alrededor se contraerá para evitar menor daño).
 Los órganos tendinosos del Golgi; están en la unión musculo tendón se estimulan al alargar de
manera pasiva las fibras musculares o al contraer voluntariamente el musculó (cuando aparece una
tensión excesiva sobretendón que puede conllevar la lesión o ruptura, este receptor manda una
señal de relajación del musculo).
 Propioceptores capsulo-ligamentosos; se encuentran en la cápsula y ligamentos e informan a la
corteza cerebral de la posición y el movimiento de la articulación son cuatro receptores;
de Ruffini, de Puccini, de Golgo-Mazzoni y determinación libre.
 Propioceptores vestibulares; se encuentran en el oído interno informando de la posición de la
cabeza y del movimiento de esta.
En una lesión neurológica, traumática, deportiva y tras una intervención quirúrgica
siempre se produce una disfunción propioceptiva más o menos elevada. Una buena
evaluación y un tratamiento ayuda a una mejor recuperación del paciente, en calidad y
tiempo de evolución. De ahí́ la importancia de establecer un diagnóstico y tratamiento
efectivos que disminuyan las secuelas de las lesiones.

Diagnóstico

Anamnesis y exploración física: determinar el tipo, la gravedad, las circunstancias de


aparición y la localización de los trastornos de sensibilidad. Examinar la sensibilidad al
tacto tocando el cuerpo con un papel fino o un bastoncillo de algodón, la sensibilidad al
dolor con alfiler, la sensibilidad a la temperatura usando tubos de ensayo con agua fría y
caliente (del grifo), la sensibilidad postural (propioceptiva) movilizando las falanges
distales y la sensibilidad vibratoria con un diapasón. Al examinar la sensibilidad,
compararla con las partes simétricas del cuerpo, determinar de la manera más exacta
posible los límites de las alteraciones de la sensibilidad y compararlos con los campos de
inervación de los nervios periféricos particulares y los dermatomos particulares.

Artrosis degenerativa

La artrosis es una patología reumática que lesiona el cartílago articular. Las


articulaciones son los componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento y, por
tanto, nuestra autonomía funcional y están formadas por la unión de dos huesos a través de
la cápsula articular. En el interior de las mismas existe, generalmente, un fluido llamado
líquido sinovial que es producido por la membrana sinovial. Los extremos óseos que se
unen para formar la articulación están recubiertos por el cartílago articular.

Cuando este cartílago articular se lesiona, se produce dolor, rigidez e incapacidad


funcional. Normalmente la artrosis se localiza en la columna cervical y lumbar, algunas
articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la cadera, la rodilla y la articulación
del comienzo del dedo gordo del pie.
Es importante diferenciarla de la artritis, ya que en ésta es la inflamación la causante de
la enfermedad y en la artrosis es el “desgaste”. Son dos enfermedades que cursan con dolor,
en ocasiones hinchazón y rigidez, pero en la artrosis el dolor es de tipo mecánico (es decir,
se desencadena con los movimientos y mejora con el reposo).

Esta enfermedad reumática no es hereditaria, pero sí tiene un componente de riesgo


genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en los
sujetos que tienen una historia familiar. Es importante conocer esto y conocer también que
factores de riesgo como la obesidad, la falta de ejercicio físico o las alteraciones en la
postura influyen en el desarrollo de la enfermedad y modificarlos está al alcance del propio
paciente tanto para prevenir o retrasar los síntomas como para favorecer al tratamiento.

Diagnóstico

El diagnóstico de la patología se realiza mediante una entrevista clínica.

Algunas pruebas que ayudan al especialista a completar el estudio. Mediante una


radiografía el médico puede distinguir los osteofitos, el pinzamiento del cartílago, las
geodas subcondrales y la disminución asimétrica del espacio articular, síntomas claros de la
artrosis.

Se pueden utilizar en casos excepcionales son la tomografía computarizada (TC) y la


resonancia magnética cuando el terapeuta tenga dudas sobre el origen del proceso o esté
estudiando de forma complementaria otros problemas, como una extrusión discal en un
espondilo artrosis o la rotura mariscal en una gonartrosis.

La ecografía de alta resolución se ha incorporado como una herramienta diagnóstica


muy eficaz porque revela las partes blandas que rodean la articulación, así como si hay
inflamación o lesión en alguna de ellas y distinguir si el perfil del hueso se está alterando.

Discopatías
Enfermedad que afecta el disco intervertebral que se encuentra formado por una
sustancia gelatinosa, llamada núcleo pulposo además de un anillo fibroso; se encuentra
entre cada vértebra y su función es proporcionar amortiguación a la columna vertebral.
Cuando esto ocurre, los discos tampoco amortiguan los impactos, en especial cuando estás
caminando, corriendo o saltando.

El desgaste por el uso, la postura incorrecta y los movimientos incorrectos del cuerpo
también pueden debilitar el disco, lo que causa su degeneración.

Diagnóstico

El diagnóstico de la discopatía degenerativa comienza con un examen físico del


cuerpo, con especial atención en el cuello, la espalda y las extremidades.

El fisioterapeuta, examinará la espalda para ver la flexibilidad, el rango de


movimiento y la presencia de ciertos signos que indiquen que las raíces nerviosas están
afectadas por cambios degenerativos en la columna. A menudo, esto incluye revisar la
fuerza de los músculos y los reflejos para verificar que todavía funcionan normalmente.

Te piden, a menudo, que completes un diagrama que pregunta dónde ocurren los
síntomas de dolor, el entumecimiento, el hormigueo y la debilidad. Es posible que te pidan
una radiografía o una resonancia magnética.

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