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1. Trabajo ......................................................................................................................................2
2. Enajenación ..............................................................................................................................4
BIBLIOGRAFIA ..............................................................................................................................12
TRABAJO Y ENAJENACIÓN EN LA SOCIEDAD ACTUAL
1. Trabajo
Marx parte del precepto de que en las sociedades capitalistas la riqueza se funda en el
intercambio de mercancías, donde observa que la riqueza capitalista está formada por
mercancías, por lo que las analiza a profundidad, a partir del cual determina que es el
trabajo, trabajo humano1, el verdadero creador de la riqueza en el sistema capitalista.
1
El trabajo humano es el empleo de esa simple fuerza de trabajo que todo hombre común y corriente, por término medio,
posee en su organismo corpóreo, sin necesidad de una especial educación. El Capital. Marx Carl (p.106)
2
El trabajo es la autoexpresión del hombre, una expresión de sus facultades físicas y mentales individuales. En este
proceso de actividad genuina, el hombre se desarrolla, se vuelve él mismo; el trabajo no es sólo un medio para lograr un fin
—el producto—, sino un fin en sí, la expresión significativa de la energía humana; por eso el trabajo es susceptible de ser
gozado. Marx y su concepto del Hombre. Fromm Erich (p. 30)
El objetivo de este sistema capitalista es la acumulación de riqueza, entonces para que el
capitalista obtenga mayores riquezas tiende a explotar lo máximo posible al trabajador,
por un pago mínimo o básico que le permita sobrevivir o cubrir sus necesidades básicas,
por lo que el trabajador se ve obligado a vender su fuerza de trabajo, ya que no cuenta
otra manera de poder generar ganancias que le permitan un buen vivir. En estas
circunstancias el dueño del capital toma la fuerza del trabajador en beneficio propio, para
generarse mayores riquezas y cuando el trabajador ya no le sea útil, o que cuando no le
permita generar mayores riquezas, simplemente será cambiado por otro, del cual se
servirá para continuar generándose mayor riqueza, en este punto se puede determinar
dos aspectos importantes: primero que el trabajador es visto como simple mercancía para
el capitalista, que puede ser cambiada por una “nueva” cuando considere necesario;
segundo; que cuando el trabajador – mercancía, es retirado de su trabajo, es despojado
de toda su creación, de lo que produjo el tiempo que estuvo trabajando para el capitalista,
sale con las manos vacías pero el cuerpo y el espíritu desgastados, a buscar un nuevo
trabajo en donde suceda el mismo ciclo. Si bien estos criterios de trabajo fueron
manejados en otro contexto por Marx, aún continúan vigentes.
Las ideas de Carl Marx, aún siguen vigentes, con algunas consideraciones, tomando en
cuenta que la realidad y las formas de trabajo son diferentes; si bien el trabajo obrero y/o
manual es parte de este sistema, con el avance y mayor acceso a la educación y las
nuevas tecnologías las formas de trabajo han presentado modificaciones, donde el trabajo
intelectual ha tomado una relevante presencia en el mercado laboral. Romero Antonio
(2011, pp. 16).
Este tipo de trabajo permite que el trabajador se pueda desprender del trabajo dentro de
la fábrica, o dentro de la empresa, hay quienes pueden trabajar en sus hogares o en otros
espacios fuera de la oficina pero que deben estar conectados a sus trabajos a partir del
uso de las nuevas tecnologías; otros por el contrario, debido al alto crecimiento de la
demando laborar y por el temor de quedarse sin empleo o por alguna otra razón, trabajan
hasta altas horas de la noche, con la finalidad de incrementar su productividad; entonces
se puede decir que el tiempo y el uso de mayores tecnologías ha tenido aspectos
favorables y desfavorables en los trabajadores; sin embargo, la visión de que el trabajador
continua siendo visto como mercancía, generador de riqueza, produciendo para algunos
pocos, continua presente, además de que su trabajo sigue sin pertenecerle; es decir el
resultado de su trabajo sigue fuera su alcance y poder, le pertenece a otro, que continua
incrementando su riqueza, a costa del trabajo, esfuerzo y desgaste de otros.
Se podría decir que existe algunas excepciones y existe algunos trabajadores que les
podría considerar libres. como son el artista, el diseñador gráfico, entre otros empleos,
pero tengamos bien en claro, mientras el resultado final del trabajo no le pertenezca al
trabajador, este no será totalmente libre, podrá serlo en el proceso de creación del
producto, ya que le permitió libremente diseñar la mercancía en base a sus preferencias,
pudo a ver puesto su ser mismo en la elaboración del producto y esto lo hace feliz y se
siente parte del trabajo, pero nunca será dueño del producto.
2. Enajenación
Es decir; el trabajador esta enajenado cuando en el proceso del trabajo, así como en el
resultado del producto no puede ser un hombre natural y libre, ya que no puede
desenvolverse naturalmente si no como es dictado por sus jefes y para el cumplimiento de
objetivos ajenos a su interés y su esencia humana. Fromm Erich (1970, p.33).
El trabajo está enajenado porque ha dejado de ser parte de la naturaleza del trabajador y
"en consecuencia, no se realiza en su trabajo sino que se niega, experimenta una
sensación de malestar más que de bienestar, no desarrolla libremente sus energías
mentales y físicas, sino que se encuentra físicamente exhausto y mentalmente abatido.
Es en esta sociedad donde el trabajador considera que debe dar todo de sí, física y
emocionalmente para lograr su progreso y encajar en este mundo tan cambiante y
exigente laboralmente y lo que es peor lo hace a voluntad propia, es decir se explota y
enajena así mismo, sin tomar en cuenta que continúa trabajando para otros, que su
producto y la riqueza que este genera será para otro. Chul Byung (2012, p.17)
Entonces se puede decir que el hombre actual se siente bien con su trabajo y su total
dedicación a fin de alcanzar su tan ansiado progreso y el de su familia, buscando su
bienestar físico y material muchas veces, pero no se percata que mientras más se inserta
y acepta este nuevo modo de trabajar, que le hace sentir libre y más involucrado en el
proceso de producción, lo cierto es que también se aísla cada vez de sí mismo, donde
debe asumir nuevas responsabilidad, nuevas obligaciones que no eran comunes hasta
hace unos años, por lo que la aparente libertad es mera ilusión.
El hombre moderno ahora ya no solo dedica su tiempo de trabajo en las oficinas, es decir
que la enajenación del que habla Marx, ahora se traslada a otros espacios fuera de la
empresa, que debido al surgimiento de nuevas tecnologías, que no desaparece la
necesidad de contar con la fuerza de trabajo de hombre3, si no por el contrario, su trabajo,
sobre todo intelectual es todavía requerido, ahora en todas parte y en todo momento, es
un nuevo trabajo “ sin lugar”, donde se traslada el trabajo fuera de la oficina, haciéndolo,
aparentemente, más independiente en el manejo de su tiempo, apoderándose cada vez
más del trabajador y de su esencia misma. El Caracol y su concha. Antúnes Ricardo. Art.
(2007, p. 9).
Puede existir cierta libertad e independencia aparente, pero queda solo en eso, ahora,
fuera de la empresa no termina el trabajo, es decir fuera de la empresa el trabajador y su
fuerza de trabajo, su ser, le sigue perteneciendo al empresario; a diferencia de solo
trabajar en la oficina, para luego salir del trabajo y poder disfrutar algunas pocas horas
como ser natural, ahora no sucede así, pues ahora muchas empresas consideran
importarte que esté disponible a cualquier momento ante el surgimiento de alguna
urgencia, debe estar pendiente de sus aparatos tecnológicos, como de su celular, ello
conlleva que no ponga todo de sí a prestar y dedicar atención a su familia, amigos e hijos
“ Una consecuencia directa de la enajenación del hombre de producto de su trabajo, de su
actividad vital y de su vida como especie es que el hombre se enajena de los demás
hombres…” Fromm Erich (1970, p.31), donde si recibe una llamada por trabajo debe
procurar buscar una solución inmediata para sí mostrar su predisposición, requisito
valorado por las empresas, el trabajador debe estar dispuesto a atender cualquier
requerimiento que se le solicite, ya que eso muestra su eficacia como buen trabajador.
Romero Antonio (2011, pp. 19-20).
3
El capital, aún bajo enorme impacto de las profundas mutaciones tecnológicas, no puede eliminar
cabalmente al trabajo vivo del proceso de mercancías. El Caracol y su concha. Antúnez Ricardo. Art. (p. 4)
Que en los albores del siglo XXI las formas de dominación sobre el trabajo vivo –lo cual,
a su vez, constituye una manifestación del dominio del capitalismo sobre "las mentes y
los cuerpos" a nivel de la fábrica- hayan cambiado con respecto a la época estudiada por
Marx (periodo manufacturero y gran industria del capitalismo clásico); vale decir,
condiciones de producción lideradas hoy en día por medios electrónicos y/o
informatizados, máquinas de alta precisión, etc., no invalida ni el problema ni la premisa
fundamental: en el capitalismo la alienación hunde sus raíces en la esfera de la
producción, esfera desde la cual se proyecta hacia el resto de la sociedad.
Lo que es peor esta alienación o auto alineación es aceptada por el propio trabajador, en
búsqueda de su desarrollo personal y familiar, se concentra y dedica gran parte de su
actividad física y mental, con la idea de que algún día su esfuerzo será recompensado;
con ello se percibe que existe preocupación por brindar productos materiales a sus hijos y
familia, pero no tiempo de calidad, donde puede mostrar ser natural y no alienado, pero
este es algo que no le preocupa o no lo quiere aceptar, quizá inculcado por la idea de que
trabajo es progreso que la misma sociedad inserta en los cerebros de las personas, que
hace que pierda cada vez más su humanidad. Ventura Edgar (2013, p.30)
El trabajo fuera de las oficinas es considerado como independiente y voluntario, sin darse
cuenta que la enajenación se inserta ahora en estos nuevos espacios, es decir dentro del
hogar y no solo ahí, sino dentro de las demás esferas donde se desenvuelve. Con ello se
muestra que la enajenación del trabajador aún sigue presente, que no se puede ser libre
en esta sociedad posmoderna, ya en ninguna parte y en ningún momento, en esta
sociedad, donde ya no solo se califica en base a su hoja de vida, es decir a sus
capacidades y conocimientos, sino que se le exige cada día más, y esta se muestra en las
“habilidad” que se suelen solicitar en los diversos empleos.
Las habilidades requeridas para un trabajo son diversas y estas son tan o más calificadas
como la competencia en conocimiento, por lo que muchos aceptan estas condiciones al
insertarse al mundo laboral; una de las principales habilidades que se requiere es
capacidad de trabajar bajo presión; es decir que debe estar dispuesto, conscientemente, a
ser explotado en su máximo posible si quiere mantener el trabajo; se exige también que
se tenga flexibilidad y adaptación; es decir que el trabajador esté dispuesto ya no solo a
trabajar las horas establecidas por ley, sino que se le exige más compromiso y presencia
en las horas de trabajo, o lo que es peor al pedir flexibilidad se le pide que esté dispuesto
a atender el trabajo en cualquier momento que se le requiera, sin importar dónde o con
quien este; con respecto a la adaptabilidad, se le pide que se adapte constantemente a
los nuevos cambios y exigencias que exige el trabajo, por lo que el trabajador debe estar
actualizado e informado en todo momento, y si no lo puede hacer en el horario de trabajo
lo debe hacer fuere de este, pero lo debe estar. Otra de las características que suele
pedirse es que el trabajador debe ser carismático para el cumplimiento de sus objetivos,
donde debe mostrar una sonrisa cuando quizá no lo pueda hacer, por problemas
personas que tenga, es decir debe alienarse de sus más profundos sentimientos para
mostrar otro, en aras de cumplir con su trabajo, entonces el trabajador ya no solo vende
su fuerza física o intelectual, sino que ofrece toda su esencia y su personalidad. Se puede
decir que la alineación intelectual enajena más al trabajador que ofrece su fuerza física,
ya que este, como indica Marx, cuando sale del trabajo puede sentirse libre y en sí,
mientras que los trabajadores intelectuales, deben estar dispuestos a trabajar aun fuera
de sus oficinas.
Los nuevos requerimientos incrementan aún más el estado de enajenación del hombre
con respecto a los demás, a causa de un trabajo cuyo resultado al fin de cuentas no le
pertenece, pero del cual se siente parte, puesto que las empresas suelen promover, el
trabajo en equipo, haciendo que el trabajador se sienta más participe del proceso y los
resultados del trabajo, pero no del producto en sí, lo que continúa perteneciendo al dueño
del capital. Estos y otros cambios son aceptados como parte de la sociedad, parte del
éxito de la persona. El Caracol y su concha. Antúnes Ricardo. Art. (2007, p. 9)
La sociedad donde mientras más rindas y produzcas serás más exitoso lleva a la persona
a aceptar y vivir con estas afecciones, que no las acepta como tal, porque considera que
son parte del proceso o también porque consideran que es una debilidad que no quieren
mostrar, sin darse cuenta que poco a poco esto deteriora su vida y así su relación con los
demás y consigo mismo, es decir una enajenación emocional. Chul Byung (2012, p.17)
El hombre depresivo es aquel animal laborans que se explota así mismo a saber:
voluntariamente, son coacción externa… El lamento del individuo depresivo,
<<Nada es posible>>, solamente puede manifestarse dentro de una sociedad
que cree <<Nada es imposible>>. No-poder-poder –más conduce a un
destructivo reproche de sí mismo y autoagresión. 19
Con todo lo indicado, es seguro que nos encontramos en una sociedad cada vez más
alienante, donde lo que importa es la posibilidad de adquirir bienes materiales, no
importando el desgaste físico de las personas y sobre todo el emocional, que puede traer
consecuencias graves en su salud y en su vida, pero lo que es peor estas formas de
actuar y sentir son vistas como normal como parte de esta sociedad, tanto por las
personas como por las empresas, en donde definitivamente quienes más se benefician
son el segundo grupo, mientras que el primero se siente cada vez más alejado de su
esencia de ser humano, alejado de las relaciones que debe establecer con los demás,
donde importa más la producción que la vida misma, producto que al final no es para sino
para otros que se hacen más ricos a costa de nuestro propio desgaste y deterioro.
BIBLIOGRAFIA