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ALTERACIONES DEL SISTEMA OSEO Y

MUSCULAR.

JULIO, 2022.
Amputaciones.

Una amputación es el procedimiento quirúrgico consistente en la resección total o


parcial de una extremidad. La medicina actual lo considera como un procedimiento
reconstructivo por el que se dota al paciente de un muñón que le permita tener
una buena función y recuperar un nivel elevado de calidad de vida.

Causas:

 Vasculopatías diabéticas o no diabéticas.


 Traumatismos severos.
 Tumores.
 Enfermedades neuropáticas.
 Lesiones térmicas (por calor o por frío).
 Infecciones.
 Deformidades congénitas.

Niveles estándar de amputación.

El cirujano ha de eliminar todos los tejidos no viables y, a la vez, intentar preservar


una longitud de la extremidad suficiente como para mantener una funcionalidad
adecuada tras la cirugía.

Los niveles de amputación habituales son:

 Miembro superior:

-Dedos de la mano, parcial de la mano, desarticulación de la muñeca, transradial,


desarticulación del codo, supracondílea, del cuello del húmero, desarticulación del
hombro, interescápulo-torácica.

 Miembro inferior:

-Dedos del pie, parcial del pie, desarticulación del tobillo o de Syme, transtibial,
desarticulación de rodilla, transfemoral, desarticulación de cadera,
hemipelvectomía.

En general y siempre que el muñón permita una protetización funcional, cuanto


más distal sea la amputación, mejor es la calidad de vida del paciente.
Luxaciones.
El cuerpo humano tiene muchas articulaciones que permiten la movilidad de los
miembros, y están formadas por la unión de unos huesos con otros mediante
músculos, ligamentos y otros elementos. En situación normal estas piezas encajan
perfectamente, pero a veces una de estas partes se separa de la otra y no vuelve
a su posición natural, es lo que se llama una dislocación o luxación.

Subluxación: esto sucede cuando el hueso se desencaja de la articulación pero al


momento vuelve a su cavidad.

Generalmente las articulaciones más comprometidas son la cadera, la rodilla, el


codo, el tobillo y el hombro. En principio las luxaciones no suponen un riesgo vital
inminente, pero se deben tratar con celeridad por si hubiese vasos sanguíneos,
nervios o músculos afectados.

Deben ser atendidos de manera inmediata para evitar las principales


complicaciones de esta lesión.

Causas:

 La mayoría de las luxaciones se producen por traumatismos de gran


energía.
 Alteraciones en los ligamentos.
 Debilidad muscular o malformaciones articulares pueden aumentar el
riesgo de sufrir luxaciones.

Síntomas:

 Dolor agudo e intenso, sobre todo al intentar mover la articulación o cargar


peso.

 Zona hinchada y amoratada.

 Si hay afectación nerviosa, el afectado sentirá sensación de hormigueo y


posible parálisis.

En caso de dislocación (lesión más grave):

 Deformación del miembro, que adopta una postura antinatural.

 Imposibilidad de mover el miembro.


 Posibles daños graves a los ligamentos, incluso siendo necesario el empleo
de cirugía.

 Mayor probabilidad de futuras luxaciones, ya que los ligamentos se


distienden y es más fácil que se vuelva a salir la articulación.

Consecuencias:

 La luxación viene acompañada de desgarro en los músculos, ligamentos y


tendones que acompañan a la articulación comprometida.
 Predisposición a sufrir luxaciones posteriores en la misma articulación.
 Desarrollo de artritis en la articulación lesionada, especialmente con el paso
de los años.
 Daño en los vasos sanguíneos o los nervios próximos a la articulación.

Complicaciones:

 Agudas (asociadas a lesiones) para las luxaciones incluyen las


siguientes:
-Fracturas: pueden acompañar a una luxación (p. ej., luxación del hombro y
fractura de la tuberosidad mayor).

-Sangrado: el sangrado acompaña todas las lesiones de tejidos blandos


significativas.

-Lesiones vasculares: algunas luxaciones cerradas, particularmente luxaciones


de rodilla o de cadera, interrumpen el suministro vascular suficiente como para
causar isquemia de la porción distal de la extremidad; esta alteración vascular
puede permanecer clínicamente oculta durante horas después de la lesión.

-Lesiones nerviosas: los nervios pueden lesionarse cuando se estiran por la


luxación de una articulación. Dependiendo de la causa de la luxación, los nervios
pueden estar dañados con hematomas, aplastados o desgarrados.

-Infección: cualquier lesión puede infectarse, pero el riesgo es más alto con las
que están abiertas o las tratadas quirúrgicamente. La infección aguda puede
llevar a la osteomielitis lo cual puede ser difícil de curar.

 A largo plazo:

-Inestabilidad: La inestabilidad puede ser incapacitante y aumenta el riesgo de


artrosis.
-Rigidez y alteración de la amplitud de movimiento: la rigidez es más
probable si una articulación necesita inmovilización prolongada. La rodilla, el
codo y el hombro son particularmente propensos a la rigidez postraumática,
especialmente en los ancianos.

-Osteonecrosis: ocurre principalmente cuando el suministro vascular está


dañado.

-Artrosis: las luxaciones que alteran las superficies que soportan el peso de las
articulaciones o que resultan en la mala alineación articular y la inestabilidad
predisponen a la degeneración del cartílago articular y la artrosis.

Complicaciones ortopédicas durante el


parto:
En el recién nacido:

 Metatarso aducto o varo:

El metatarso aducto es la deformidad del pie más frecuente en el recién nacido,


con una incidencia que varía entre 1 y 6,1 casos por cada 1.000 nacidos vivos.

Se trata de una deformidad en la que se observa una desviación del antepié hacia
la línea media, en aducto, con una curva homogénea y sin presencia de pliegue
dérmico medial profundo. El retropié, así como el tobillo, son normales
 Pie zambo o equinovaro congenito:
Es una malformación congénita que se presenta entre el 1% y el 2% de los recién
nacidos vivos. Puede ser bilateral hasta en un 50% de los casos y algo más
frecuente en el sexo masculino.
Consiste en una deformidad que incluye equino, varo, cavo, aducto. Su
etiopatogenia no esta clara y se barajan múltiples teorías, entre las que se
encuentran: el freno en el desarrollo fetal, los factores hereditarios, factores
mecánicos intrauteros e incluso un origen neurogenico.
mayormente se asocia a otras patologías, como: la espina bífida, la displasia
congénita de cadera, la distrofia miotónica o la artrogriposis.

Dependiendo del grado de rigidez, se pueden diferenciar 2 tipos:

• Tipo A (leve, forma flexible).


• Tipo B (severa, forma rígida): deformidad con importante rigidez y marcada
fibrosis.

 Pie talo valgo:

Se trata de una deformidad en la que el pie esta en eversión completa (valgo), con
flexión dorsal máxima. Los tejidos blandos del dorso del pies y la porción lateral
del mismo muestran retracción (contractura de musculatura peronea), y limitan la
flexión plantar y la inversión.

Radiográficamente, son pies con una estructura ósea normal. No hay luxación o
subluxación de los huesos del tarso. Este tipo de deformidad es la más frecuente
en partos de presentación podálica (madres jóvenes y primíparas).

Las causas pueden ser varias, como, por ejemplo: la posición defectuosa del feto,
la compresión del mismo debido al útero pequeño o la musculatura abdominal
potente.

 Astrágalo vertical congénito:

También conocida como pie convexo o en mecedora, consiste en un pie plano


rígido neonatal como consecuencia de la alteración en la posición y orientación del
astrágalo, que se encuentra en equino. En algunas ocasiones, puede llegar a
diagnosticarse previo al nacimiento, gracias a los estudios ultrasonográficos,
llegando a presentarse en 1 de cada 10.000 nacidos vivos, sin importar sexo, y de
forma bilateral en un 50% de los neonatos.

La etiología es desconocida, aunque se ha detectado una influencia hereditaria en


algunos pacientes, en los que hay una asociación familiar marcada. Además, se
asocia en muchas ocasiones, a otras patologías como: artrogriposis, espina bífida
y neurofibromatosis.

 Displasia en el desarrollo de cadera:

Consiste en la Interrupción del normal crecimiento de los elementos que forman


las estructuras anatómicas de la cadera: cotilo, cabeza del fémur, capsula y
estructuras musculo- tendinosas. Comprende 3 conceptos que hay que
diferenciar, la displasia, la subluxación y la luxación de cadera. Se presenta entre
1 a 2 casos por cada 1000 recién nacidos vivos, aunque esto varía según las
diferentes series.
 Luxación congénita de rodilla:

Deformidad neonatal consistente en un genu recurvatum congénito, donde la


hiperextensión de las rodillas puede llegar a ser irreductible en los casos más
rígidos. Esta alteración presenta una incidencia de 1 por cada 100.000 nacidos
vivos. Es aún de etiología desconocida, pero la presentación de nalgas durante el
parto parece ser un importante factor de riesgo, así como, la agenesia total o
parcial de los ligamentos cruzados de la rodilla; aunque también, se pueden
encontrar acortamientos y fibrosis del cuádriceps, entre otras deformidades
asociadas a esta patología.

Se clasifica en 3 grados:
• Grado I: rodilla en 15° a 20° de hiperextensión; puede ser manipulada hasta los
45° a 90° de flexión.

• Grado II: desplazamiento moderado con una hiperextensión de 25° a 45°, en el


que todavía se observa contacto entre las superficies articulares de la tibia y el
fémur. Se puede flexionar hasta la posición neutra.

• Grado III: desplazamiento total del tercio proximal de la tibia, pasando por
delante de los cóndilos femorales, sin llegar a encontrarse contacto alguno entre
ambas carillas articulares.

 Torticolis muscular o congénita:

Consiste en una condición en la que existe un acortamiento del músculo


esternocleidomastoideo (ECM) del lado afecto, aunque, generalmente, puede
incluir el resto da la musculatura cervical, como el platisma colli. Presenta una
inclinación lateral de la cabeza hacia el lado afecto y una rotación de la barbilla
hacia el lado contralateral.
Se puede clasificar de diferentes maneras, pero la más sencilla es aquella que
diferencia las causas musculares de las no musculares. En el neonato, lo más
habitual, es que se trate de una tortícolis muscular congénita, aunque en caso de
sospecha deberemos descartar aquellas causas no musculares (ósea, por
malformaciones vertebrales, como por ejemplo, en el síndrome de Klippel-
Feil; procesos inflamatorios (síndrome de Grisel); o causas neurológicas, como los
tumores de fosa posterior, siringomielia o Arnold Chiari).

 Síndrome del niño moldeado:

Se basa en alteraciones posturales, que incluyen las siguientes deformidades:


plaquicefalia, tortícolis, escoliosis, oblicuidad pélvica, cadera contracturada en
adducción y/o malposición de las rodillas o los pies. Los factores que sitúan a un
recién nacido en posición de riesgo para padecer este síndrome son: sexo
masculino, gran peso al nacer, ser hijo de madre primípara, oligoamnios, toxemia
del embarazo, parto asistido o presentación de nalgas.

 Parálisis braquial obstétrica:

Se trata de una lesión que compromete las estructuras espinales que conforman el
plexo braquial, secundaria generalmente, a un traumatismo durante el parto y,
como consecuencia, produce algún grado de parálisis del miembro superior.
Se produce al traccionar el cuello o la extremidad superior del neonato, en el
momento del parto, sobre todo en pacientes nulíparas, menores de 20 años o
mayores de 30 años, con un producto que presenta discrepancia céfalo-pélvica,
macrosomía, trabajos de parto prolongados, partos instrumentales y aquellos que
nacen en posición podálica.

Dependiendo del nivel donde se produzca la lesión, la paralisis puede ser de tres
tipos:

1. Parálisis de Erb-Duchene: se afecta el tronco superior del plexo braquial


(conformado por las uniones de las raíces ventrales de C5 y C6). Es la parálisis
más común (46%). Al examen físico, el hombro está en aducción y rotación
interna, el codo presenta extensión, y el antebrazo está en pronación, pudiendo
existir, asimismo, flexión de la muñeca y de los dedos de la mano.

2. Parálisis de Klumpke: hay una afectación de las raíces ventrales de C8 y T1,


dando como resultado, una lesión del tronco inferior, afectando fundamentalmente
la movilidad de la mano. Se observa en un 36% de todas las parálisis de plexo
braquial en los neonatos, y presentan peor pronóstico que las superiores. Además,
en un tercio de los casos, coexiste una lesión de la cadena simpática cervical,
conocida como síndrome de Claude-Bernard-Horner, que en caso de presentarse,
empeora el pronóstico para la recuperación del paciente.

3. Parálisis total: se afectan todas las raíces nerviosas del plexo, dando como
resultado una extremidad flácida e insensible.

Alteraciones de las bolsas serosas.


¿Qué es una bursa?

Las bursas, también llamadas bolsas serosas, son unos saquitos llenos de líquido
sinovial (articular) que se ubican en algunas zonas de la anatomía para reducir la
fricción y la presión entre huesos y tendones. Así, se pueden destacar la bursa
subacromio-subdeltoidea en el hombro (origen frecuente de dolor al elevar el
brazo por encima de la horizontal), la bursa olecraneana en el pico del codo, o las
múltiples bursas presentes en la articulación de la rodilla.
Bursitis:

Cuando las bolsas serosas se someten a una presión excesiva, a una contusión o
a una irritación prolongada, por ejemplo, se desarrolla un proceso inflamatorio que
hace que se inflamen y duelan. Entonces, cuando realicemos un gesto que las
comprometa, se desatará un dolor agudo en la zona de la bursa.

Causas:

 La sobrecarga.
 Cambio en el nivel de actividad, como el entrenamiento para una maratón, o el
sobrepeso.
 Otras causas incluyen traumatismo, artritis reumatoidea, gota o infecciones.

Síntomas:
 Dolor articular y sensibilidad cuando se presiona alrededor de la
articulación.
 Rigidez y dolor cuando se mueve la articulación afectada.
 Hinchazón, calor o enrojecimiento sobre la articulación.
 Dolor mientras hay movimiento y cuando descansa.

Diagnostico:

Para saber si hay una bursitis u otra patología, el profesional sanitario se guiará
por la clínica descrita por el paciente, la exploración física (palpación, pruebas
funcionales) y a veces con diagnóstico por imagen (ecografía, resonancia
magnética).

Los fisioterapeutas no podemos diagnosticar una bursitis es una cuestión de


competencias, eso le corresponde al médico, pero disponemos de recursos para
valorar si puede haber alguna lesión en esta estructura.

A menudo las bursitis acompañan a las tendinopatías por la estrecha relación que
guardan las bolsas serosas y los tendones. Recordemos que las lesiones rara vez
vienen solas, ya que el cuerpo funciona en conjunto y no por estructuras
separadas.
Ruptura de tendones:

Es un desgarre parcial o total de un tendón. Los cuales son bandas resistentes


que unen los músculos a los huesos.

Tipos:

 Rupturas parciales. Cuando existe una ruptura del tendón en la que parte


del mismo permanece integro.
 Rupturas completas. Una ruptura completa es cuando el tendón se rompe
en 2 extremos que están separados entre sí.

Causas:

Pueden ser consecuencia de una lesión o  un aumento de presión en el tendón


que ocurre durante la práctica de deportes o una caída.

Las más comunes son:

 Ruptura del tendón del supraespinoso: este tendón se encuentra en la parte


posterior del hombro insertándose en el trocánter mayor del humero. Esta
lesión ocasiona un intenso dolor y una sensación de debilidad en el brazo.

 Ruptura del tendón del manguito rotador: es el desgarro de uno de los


tendones que forma el manguito rotador del hombro. Este manguito es un
conjunto de 4 músculos llamados subescapular, supraespinoso,
infraespinoso y redondo menor, situados debajo del músculo deltoides
directamente sobre la articulación del hombro. 

 Ruptura del tendón rotuliano: es la ruptura del tendón que se extiende desde la
parte inferior de la rótula hasta llegar a la tibia, produce dolor en la parte frontal de
la rodilla, moretones, calambres, dificultad para caminar, etc.

 Ruptura del tendón de Aquíles: esta ruptura se da en el tendón que se


origina de la fusión de los gemelos y el músculo sóleo, y se inserta en la
apófisis del calcáneo hacia atrás, puede ser parcial o total, aunque la mas
común es la total en los hombres.

 Ruptura del tendón del bíceps braquial : es la rotura del tendón que se
inserta en el hueso radio, la cual puede suceder por causa traumática o
degenerativa, ocasionando dolor en la cara anterior del brazo, masa
muscular retraída, etc.

Tratamiento:

El cirujano hace una incisión en la piel sobre el tendón afectado. Los extremos
lesionados o desgarrados se suturan. Si el tendón ha resultado gravemente
lesionado, se puede requerir un injerto tendinoso.

Si se requiere un injerto tendinoso, a menudo se utiliza un segmento de tendón de


otra parte del cuerpo o un tendón artificial. En caso de ser necesario, los tendones
se vuelven a fijar al tejido circundante, el cirujano examina el área para ver si hay
alguna lesión a los nervios y vasos sanguíneos. Cuando la reparación esté
completa, se cerrará la herida y se colocará el vendaje.

Inflamación de los tendones:

Tendinitis: consiste en la lesión reciente de un tendón, ya sea inflamación o


irritación. Este trastorno causa dolor, sensibilidad justo afuera de la articulación,
limitación para el movimiento y rigidez.

Causas:

 Pueden inflamarse por realizar  movimientos repetitivos a lo largo de periodos


prolongados de tiempo, bien sea por razones laborales o de ocio deportivo.
 Lesiones deportivas o laborales repentinas.
 Mantener posturas incorrectas o posiciones anormales.
 La sobrecarga de las articulaciones por un uso excesivo.
 El envejecimiento del tendón, es decir, pérdida de elasticidad o degeneración
del tendón, provocado por la edad.
 Sufrir patologías como la artritis reumatoide, diabetes, la gota, la psoriasis o
enfermedades de la tiroides.
 Las reacciones a algunos fármacos.

Tendinitis más comunes:

 Codo de tenista (epicondilitis lateral): es la inflamación de los tendones que


se insertan en el epicóndilo lateral, en la cara lateral externa del brazo,
alrededor del codo. La provocan movimientos repetitivos de extensión de la
muñeca o de giro del antebrazo, que causan roturas microfibrilares en los
músculos extensores del antebrazo. Sus causas pueden ser la práctica de
deportes de raqueta como el tenis, pero también puede causarla movimientos
reiterados o esfuerzos excesivos de prensión fuerte o de rotación del antebrazo
como los que se realizan al usar un destornillador. Por este motivo, puede
afectar a toda la población, no solamente a deportistas, y puede constituir, de
hecho, una enfermedad laboral.

 Codo de golfista (epicondilitis medial): en este caso, la inflamación, la


irritación y el dolor afectan a la parte interna del antebrazo, alrededor del codo.
Suelen sufrirlo quienes practican en exceso o empleando una técnica incorrecta
deportes como el golf, el béisbol y otras disciplinas que impliquen lanzamientos.
Sin embargo, como sucedía con el codo de tenista, también es habitual en
quienes se dedican a determinadas profesiones pintores, albañiles, cocineros.

 Tendinitis aquílea: se trata de la inflamación del tendón de Aquiles. Se


manifiesta al principio con dolor en la parte superior del hueso calcáneo o, en
los casos más leves, por una ligera rigidez que aparece por las mañanas.
Puede estar provocada tanto por la pérdida de flexibilidad del tendón debido a
la edad, cuando es así, suele estar asociada a inflamación de la articulación,
como por sobrecarga al practicar en exceso deportes como el running o por
hacerlo con una técnica incorrecta, con calzado inadecuado o padeciendo
sobrepeso.

 Hombro de nadador, hombro de tenista o tendinitis del hombro: en este


caso, se inflaman, irritan e hinchan los tendones unidos a los músculos del
manguito de los rotadores del hombro, que mantiene la cabeza del húmero
contra la escápula. Es una tendinitis habitual en los aficionados a los deportes
que requieren que el brazo se mueva por encima de la cabeza de forma
repetitiva como el tenis, el béisbol sobre todo en el caso del lanzador y el
levantamiento de pesas.

Tipos de tendinitis:

La tendinitis puede ser:

 Aguda: si la causa que la ha provocado es de pocos días de evolución.


 Crónica: en el caso de lesiones tendinosas de tiempo de evolución que no
han mejorado con los tratamientos habituales. Éste tipo de lesiones
crónicas suelen evolucionar a la tendinosis.

Tendinosis: Es una lesión que afecta al tendón de un músculo y provoca su inflamación


o degeneración secundaria. Generalmente causa dolor cuya localización depende del
tendón afectado. Cuando una tendinitis no se resuelve, bien sea porque no se llevó a
cabo el tratamiento adecuado o no se cumplió con el reposo requerido, se extiende con el
tiempo convirtiéndose en una lesión crónica que se conoce como tendinosis.
Causas: Las principales causas de la tendinosis suelen ser microtraumatismos en el
tendón y muerte celular en el mismo; aumento de la tensión en la estructura de sostén
entre el tendón y el hueso; o un progresivo debilitamiento del colágeno.
Tenosinovitis: es la inflamación del tendón y de la vaina tendinosa que lo
recubre. Esto es muy característico de enfermedades inflamatorias como la artritis
reumatoide, se trata de una lesión muy dolorosa, acompañada por una hinchazón
y rigidez importantes.

Tenosinovitis más comunes:

La más frecuentes son a nivel de las manos y pies.

 Tenosinovitis de Quervain: afecta a los tendones ubicados en la muñeca,


del lado del pulgar. Los movimientos repetitivos de la mano o la muñeca
pueden empeorar el trastorno. Los síntomas principales incluyen dolor y
sensibilidad en la muñeca, mayormente debajo de la base del pulgar.
 Tenosinovitis del tibial posterior comienza con la inflamación repentina
de la vaina del tendón. El tendón puede estar afectado por trastornos
inflamatorios, como artritis reumatoide o gota.

Contusión y desgarro muscular.


Contusión:

Son lesiones que aparecen cuando se produce un golpe, caída o cualquier impacto sobre
la piel, sin ocasionar heridas abiertas. Es necesario prestar atención, porque pueden
ocasionar daños en los músculos, tendones e incluso órganos, dando como resultado
hemorragias internas.

Tipos de contusión:

 Contusiones mínimas: no se consideran de riesgo y no necesitan


tratamiento. Debido al golpe se rompen pequeños capilares que provocan
eritema, que desaparece al cabo de unos minutos. No son muy dolorosas, y
puede sentirse sensación de cosquilleo, como por ejemplo con una
bofetada.

 Contusiones leves o de primer grado: el golpe causa la rotura de


capilares y algunos vasos sanguíneos locales y superficiales; la piel apare
se enrojece a causa de la salida de la sangre fuera del sistema circulatorio.
Hay dolor sobre todo al tacto, y conforme pasan los días y se produce la
degradación de las células sanguíneas, la lesión va cambiando de color,
pasando del rojo al amarillento y, finalmente, desaparece al cabo de cuatro
o cinco días. Un ejemplo sería el típico golpe en la rodilla, que se pone
morada pero no genera molestias.
 Contusiones moderadas o de segundo grado: el impacto es más fuerte,
y afecta a vasos mayores que al romperse provocan un acúmulo de líquidos
en la zona lesionada, causando así un hematoma. Aparece dolor en la zona
e hinchazón, con una coloración morada. Suele reabsorberse, aunque tarda
algo más de tiempo en desaparecer que las leves. Los deportistas suelen
sufrir contusiones de este tipo, generalmente causadas por caídas o
colisiones con otros jugadores.

 Contusiones graves o de tercer grado: aunque el golpe no dañe ni rompa


la superficie de la piel, lesiona los vasos de manera que la sangre deja de
irrigar la zona, lo que provoca la necrosis (o muerte) de los tejidos. En este
caso, la zona lesionada estará fría, inflamada y dura. Este tipo de golpes
suelen ocasionar también fracturas y daños en órganos internos. Son la
lesión más común de los accidentes de tráfico.

Desgarro muscular:

El desgarro muscular es la distensión o rotura de un músculo o un tendón por


estirar o contraer demasiado el tejido muscular. Los músculos que suelen verse
más afectados son los de las piernas y los de la parte baja de la espalda.

Tipos de desgarro muscular:

Según la gravedad de la lesión, el desgarro muscular puede clasificarse de la


siguiente manera:

 De primer grado: daños leves de las fibras musculares.


 De segundo grado: rotura muscular parcial de las fibras musculares.
 De tercer grado: rotura muscular total de las fibras musculares.

Síntomas:

 Desgarro muscular leve (de primer grado): zona sensible y el


músculo tenso. Quizás se pueda continuar con las actividades diarias.
 

 Desgarros musculares más graves (de grado 2 y 3): dolor


muscular considerable. Cuando hay un desgarro muscular se siente
que el músculo se está más rígido y se inflama la zona que rodea la
lesión. El dolor empeora con el movimiento, por lo que impide
continuar con las actividades. Incluso pueden aparecer algunos
moretones alrededor de la zona lesionada. 

 Desgarro muscular de tercer grado: dolor agudo, mucha


inflamación y pérdida de la funcionalidad muscular.

Causas:

El desgarro muscular ocurre cuando el músculo se contrae al estirarse. Esto


puede suceder al correr, saltar o patear.

Algunas causas específicas son:

 El calentamiento es demasiado breve.


 No deja pasar suficiente tiempo de recuperación entre una y otra sesión de
entrenamiento.
 Los músculos ya están tensos o rígidos.
 Los músculos están cansados o fatigados.
 Los músculos están débiles.

Desgarros musculares más comunes:

 Desgarro muscular en el gemelos: es una rotura de los músculos


posteriores de la parte baja de la pierna. La función de los músculos de la
pantorrilla es ayudar a levantar el talón.

 Desgarro muscular en cuádriceps: es una ruptura muscular delantera del


muslo. La función principal de los cuádriceps es ayudar a enderezar la
rodilla.

 Desgarro muscular en isquiotibiales: cuando se produce una rotura de


los músculos posteriores del muslo. La función principal de los músculos
isquiotibiales es ayudar a flexionar la rodilla.

 Desgarro muscular en paravertebrales: es una rotura de los músculos de


la parte baja de la espalda. La función principal de los músculos
paravertebrales es sostener la columna vertebral y soportar el peso de la
parte superior del cuerpo.

Alteración de la información propioceptiva.


¿Qué es la propiocepcion?

Nos habilita para verificar cual es la orientación espacial de nuestro cuerpo o de


parte del cuerpo en el espacio, la sincronización de los movimientos y su
velocidad, la fuerza ejercida por nuestros músculos y cuanto y a que velocidad se
contrae un musculo.

Disfunción propioceptiva:

Se llama disfunción propioceptiva cuando la habilidad de recibir la información


desde las terminales nerviosas de músculos, tendones y articulaciones, y poder
integrarla en el cerebro está alterada.

Cuando existe una disfunción del sistema propioceptivo se puede:

 Caminar con mucha tensión o débilmente.


 Agarrar objetos demasiado firme o débilmente.
 No percibir cambios posturales en el cuerpo, ni de forma estática ni
dinámica.
 Ser torpe e ir cayéndose o chocándose con objetos.
 Parecer débil.
 Estar siempre en tensión aun siendo una postura cómoda como puede ser
estar sentada en el sofá de casa.
 Falta de fluidez en las secuencias de movimiento.
 Debilidades musculares.

Causas:
 Ingesta de alcohol.
 Lesiones cerebrales.
 Hernia discal.
 Lesiones de las articulaciones, como un esguince de tobillo.
 Cirugías de reemplazo de articulaciones.
 Envejecimiento.
 algunas enfermedades causan alteración en el sistema
propioceptivo como:
 Artritis.
 Esclerosis múltiple (EM).
 Carrera.
 Trastorno del Espectro Autista (TEA).
 Diabetes.
 Neuropatía periférica.
 Enfermedad de Parkinson.
 Enfermedad de Huntington.
 ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) o enfermedad de Lou Gehrig

Síntomas:
 Problemas en el equilibrio: Las caídas frecuentes o la dificultad
para mantenerse en un solo pie son ejemplos de ello.
 Descoordinación en el movimiento: Un ejemplo es la dificultad
para caminar en línea recta, chocar con los objetos, etc.
 Control postural deficiente: El encorvamiento o la dificultad para
mantener la postura estando sentado son ejemplos de ello.
 Dificultad para reconocer la propia fuerza: Emplear mucha o poca
fuerza para una acción como levantar un objeto o presionar un
teclado, por ejemplo.
 Miedo a caer en ciertas actividades: Subir escaleras o avanzar por
superficies irregulares le genera inseguridad a las personas con
problemas de propiocepción.

Artrosis degenerativa y discopatía.


Artrosis degenerativa:

Es la enfermedad degenerativa articular más frecuente, que causa la destrucción


del cartílago hialino el cual recubre las superficies óseas. El cartílago es un tejido
que hace de amortiguador al proteger los extremos de los huesos y que favorece
el movimiento de la articulación. Cuando se desarrolla la artrosis, este cartílago
pierde sus propiedades. Incluso puede desintegrarse, provocando así que los
extremos de los huesos rocen directamente produciendo dolor y desgaste.

Causas:

 Edad avanzada.

 Sexo. Las mujeres son más propensas a padecer artrosis, aunque no está


claro por qué.

 Obesidad. Tener sobrepeso contribuye a la artrosis de varias maneras, y


mientras más peso tengas, mayor será tu riesgo. Un peso mayor agrega
estrés a las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las
rodillas. Además, el tejido graso produce proteínas que pueden causar
inflamación en las articulaciones y alrededor de estas.

 Lesiones articulares.

 Tensión repetida en la articulación. 

 La genética. Algunas personas heredan la tendencia a desarrollar artrosis.

 Deformidades óseas. Algunas personas nacen con articulaciones


malformadas o cartílagos defectuosos.

 Ciertas enfermedades metabólicas. Estas incluyen diabetes y una


afección en la cual su cuerpo tiene demasiado hierro (hemocromatosis).

Síntomas:

 Dolor articular.
 Deformidad articular.
 Inflamación en las articulaciones.
 Rigidez.

Artrosis más comunes:

 Artrosis de cadera.
 Artrosis cervical.
 Artrosis lumbar.
 Artrosis de mano.
 Artrosis de rodilla.
Discopatia degenerativa:

 Es una patología que aparece como consecuencia del deterioro, la alteración o el


desgaste de los discos intervertebrales. Así, cuando dichos discos van perdiendo
sus propiedades debido a una enfermedad o a la edad, se produce un
acercamiento entre las vértebras, lo que acabará afectando a los nervios de la
columna vertebral y a la capacidad de los discos para amortiguar los impactos
provocados por diferentes actividades como caminar o correr.
La discopatía puede afectar a uno o varios discos intervertebrales, dependiendo
del avance de la enfermedad y las características personales de cada individuo.

Causas:

 Envejecimiento natural de los discos.


 Lesiones de espalda que conllevan a inflamación o hinchazón.
 El sobrepeso.
 La movilización constante de objetos pesados en el trabajo.
 El sedentarismo o la realización de deportes que rasgan el exterior del
disco.

Síntomas:

 Dolor presente en la zona afectada.


 Dolor irradiado con parestesia a los alrededores de la zona.
 Debilidad de los músculos de las extremidades.

Discopatias más comunes:

 Discopatia de columna lumbar.


 Discopatia de columna cervical.

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