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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


CARRERA DE CIENCIAS JURÍDICAS

LA AGRICUTURA

Estudiante: Marcelino Rubén Merino Condarco


Materia: Ética y Oratoria
Docente: Dr. Daniel Baldivieso Zabalaga
Grupo: 25
Fecha: 25 de noviembre de 2022

Cochabamba – Bolivia
INTRODUCCION

La agricultura es el conjunto de actividades económicas y técnicas relacionadas con el tra-


tamiento del suelo y el cultivo de la tierra para la producción de alimentos. Comprende
todo un conjunto de acciones humanas que transforma el medio ambiente natural.
Las acciones relacionadas son las que integran el llamado sector agrícola. Todas las activi-
dades económicas que abarca dicho sector tienen su fundamento en la explotación de los
recursos que la tierra origina, favorecida por la acción del ser humano: alimentos vegeta-
les como cereales, frutas, hortalizas, pastos cultivados y forrajes; fibras utilizadas por la in-
dustria textil; cultivos energéticos etc.
La agricultura3 también incluye una demanda global del ramo y el servicio de la alimenta-
ción mundial depende en gran medida del clima y de las técnicas para poder hacer la tie-
rra fértil, conserva su origen en la propiedad privada y en la explotación de la tierra entre-
gada a familias para poder establecerse. Es una actividad de gran importancia estratégica
como base fundamental para el desarrollo autosuficiente y dinero de las naciones. La cien-
cia que estudia la práctica de la agricultura es la agronomía.
Comienzo de la agricultura
La agricultura comenzó una vez que las personas plantaron hierbas por sus semillas (o gra-
nos) en el Cercano Oriente, en Guangdong en China y en Latinoamérica; y tal vez planta-
ron verduras de raíz en Perú e Indonesia, también. El Creciente Fértil del sudoeste asiáti-
co, Egipto e India fueron los lugares donde se desarrollaron inicialmente la siembra y cose-
cha hidráulica de plantas que habían sido recogidas previamente en la naturaleza. El desa-
rrollo independiente de la agricultura se produjo en el norte y sur de China, en
el Sahel de África, en Nueva Guinea y en varias regiones de las Américas. Los ocho cultivos
llamados fundadores del Neolítico de la agricultura, marcas de almidón en implementos
de piedra que se encontraron en Nueva Guinea sugieren que el camote se ha cultivado ahí
al menos desde hace 30 000 años; Las castañas de agua y los frijoles pudieron haber sido
cultivados cerca de la Cueva del Espíritu, en Tailandia desde el año 11 000 a 7500 a. C.
El desarrollo primigenio de la agricultura en el creciente fértil se suele fechar hace alrede-
dor del 9500 a. C., tras la última glaciación y muy probablemente como consecuencia de
ella. Las comunidades de cazadores-recolectores del Oriente Medio se sedentarizaron y
empezaron a domesticar animales y plantas salvajes de los que ya se alimentaban con el
objetivo de proveerse de una fuente estable de alimento sin tener que viajar en su busca.
La revolución neolítica subsecuente conllevó enormes cambios en la forma de vida de los
seres humanos y llevó finalmente a la aparición de la civilización" la revolución en las mis-
mas áreas unos pocos milenios después. Alrededor del año 9000 a. C., algunas personas
abandonaron el viejo modo de vida de cazar animales y recolectar frutos para establecer-
se y cultivar. Los expertos llaman a este gran cambio la "la revolución neolítica ".El farro y
la cebada se cultivaron en el Cercano Oriente alrededor del año 8000 a. C.; borregos y ca-
bras se domesticaron en este lugar poco después.
La agricultura y el medioambiente

Dado que hablamos de una actividad enfocada a modificar el entorno natural y, por ende,
con impacto en el medioambiente, es conveniente referirnos al desarrollo sostenible.

Como sabemos, cada vez son más los científicos que avisan sobre el abuso de fertilizantes
por parte de los agricultores, así como las consecuencias que la producción en masa tiene
para la sostenibilidad de la que hablamos.

Para ello, muchos agricultores y empresarios agrícolas han puesto en marcha mecanismos,
así como nuevas técnicas de cultivo, más responsables con el medioambiente y menos da-
ñinos para el planeta. Estos mecanismos, a través de tipologías como la agricultura ecoló-
gica, pretenden reducir el impacto de este sector en el entorno del que, por otro lado, de-
pende

OBJETIVO
La agricultura debe ser capaz de garantizar la soberanía alimentaria de un país, pero tam-
bién debe garantizar la seguridad alimentaria de cada una de las personas, lo que ocurre
cuando hay alimentos disponibles.

Producir alimentos saludables que cumplan con estándares estrictos de inocuidad ali-
mentaria
No se trata solo de producir alimentos, sino de producir alimentos que no generen proble-
mas de salud a las personas que los ingieren, de modo que estas puedan tener la certeza
de estar consumiendo algo saludable.

Generar empleo suficiente con ingresos que garanticen una vida digna en especial para
el medio rural
La agricultura siempre ha sido y siempre será la principal fuente de empleo en el medio
rural, pero es importante llegar al punto de garantizar que los ingresos obtenidos por los
jornaleros agrícolas les permitirán tener una vida digna. La agricultura constituye la princi-
pal industria proveedora de materias primas para muchas otras industrias dedicadas a la
transformación de esas materias primas, lo que les da un valor añadido y aumenta el valor
de las cadenas agroalimentarias.

Realizar la actividad agrícola cuidando la distribución y el uso de los recursos naturales


usados para la producción

No existe duda de que la agricultura es una de las actividades humanas que más recursos
naturales requiere, por lo que es fundamental desarrollar sistemas de producción que ma-
ximicen la utilización de dichos recursos, a fin de buscar la sostenibilidad.
DESARROLLO

¿Qué es agricultura?
La agricultura es la actividad humana tendiente a combinar diferentes procedimientos y
saberes en el tratamiento de la tierra, con el objetivo de producir alimentos de origen ve-
getal, tales como frutas, verduras, hortalizas, cereales, entre otros.

La agricultura es una actividad económica que se encuentra dentro del sector primario, y


en ella se incluyen todos aquellos actos realizados por el hombre, tendientes a modificar
el medio ambiente que lo rodea, para hacerlo más apto y así generar una mayor producti-
vidad del suelo, y obtener alimentos tanto para el consumo directo o para su posterior
tratamiento industrial generando valor agregado.

La agricultura propiamente dicha tuvo su primer auge en la Edad de Piedra, en el período


Neolítico, aunque sus inicios retroceden  a la prehistoria, desarrollada de manera indepen-
diente por varias culturas. Los hombres que hasta ese momento en forma nómade, se
apoyaron en una economía basada simplemente en la caza, la pesca y la recolección, co-
menzaron a trabajar la tierra, dando nacimiento a la agricultura y obteniendo sus primeros
cultivos como el trigo y la cebada, e incorporando a la ganadería como otra actividad fun-
damental para el sustento de la vida en sociedad.

La adopción de la agricultura significó cambios estructurales dentro de las sociedades que


la incorporaron, ya que la mayor disponibilidad de alimentos permitió el crecimiento de-
mográfico, e hizo posible el desarrollo de una vida sedentaria, convirtiéndose en socieda-
des cada vez más complejas, con una mayor división del trabajo, nuevas normas de convi-
vencia, y con mayor desarrollo de las actividades artesanales y comerciales.

La agricultura llevada a cabo en forma indiscriminada e irresponsable puede tener un im-


pacto gravísimo en el medio ambiente. En las últimas décadas, se ha notado un crecimien-
to preocupante en la producción intensiva a nivel industrial, y en la utilización  de diferen-
tes químicos y fertilizantes que alteran los procesos naturales de crecimiento en los ali-
mentos y su impacto en la salud de los consumidores.

Características de la agricultura

A modo de resumen, veamos las características principales de la agricultura:

 Es el conjunto de actividades económicas relacionadas con el cultivo de la tierra y el trata-


miento del suelo fértil. Ello, para la producción de alimento, pero también para la extrac-
ción de otro tipo de materiales de uso no alimentario.
 Comprende todas aquellas técnicas y acciones humanas enfocadas en la extracción de ali-
mento del entorno natural, así como para la extracción de otros materiales que, posterior-
mente, pueden ser utilizados en otros sectores, como el textil.
 La persona que se dedica a la agricultura es el agricultor.
 El sector en el que opera es el sector agrícola.
 Es uno de los sectores más antiguos de la historia.
 Se considera la primera actividad económica, la cual da lugar a las primeras sociedades.
 En una gran mayoría de economías, es el sector predominante.

TIPOS DE AGRICULTURA

 Agricultura de subsistencia. Tiene como objetivo obtener un nivel bajo de producción,


con la única finalidad de alimentar a una comunidad estable y reducida de personas, por
lo tanto no produce un gran desgaste en el suelo.

  Agricultura Industrial. Consiste en la producción de grandes volúmenes de alimentos


provenientes del suelo, propio de los países industrializados y en vías de desarrollo. Es-
tá práctica tiene el objetivo no simplemente de garantizar la satisfacción de las necesi-
dades de la comunidad sino también para comercializar el excedente, como ocurre con
las exportaciones de alimentos agrícolas en el extranjero.
Agricultura intensiva: busca una producción grande en poco espacio. Conlleva un ma-
yor desgaste del sitio. Propia de los países industrializados.
 Agricultura extensiva: depende de una mayor superficie, es decir, provoca menor pre-
sión sobre el lugar y sus relaciones ecológicas, aunque sus beneficios comerciales sue-
len ser menores.
Según el método y objetivos:

 Agricultura tradicional: utiliza los sistemas típicos de un lugar, que han configurado la
cultura del mismo, en periodos más o menos prolongados.
 Agricultura industrial: basada sobre todo en sistemas intensivos, está enfocada a pro-
ducir grandes cantidades de alimentos en menos tiempo y espacio —pero con mayor
desgaste ecológico—, dirigida a mover grandes beneficios comerciales.
 Agricultura orgánica: biológica o ecológica (son sinónimos): crean diversos sistemas de
producción que respeten las características ecológicas de los lugares y geobiológicas
de los suelos, procurando respetar las estaciones y las distribuciones naturales de las
especies vegetales, fomentando la fertilidad del suelo.
 Agricultura natural: se recogen los productos producidos sin la intervención humana y
se consumen.
 Agricultura por contrato: es un acuerdo entre un agricultor y una empresa, estableci-
do antes de que comience la producción. Dicho acuerdo varía por región, y compro-
mete a la empresa a proporcionar recursos y servicios al agricultor, tales como trans-
porte, certificación, suministro de insumos o créditos. Para que los agricultores renun-
cien a su autonomía en la producción y comercialización de sus productos, es necesa-
rio ofrecerles importantes ganancias. Una revisión resume los hallazgos de 75 repor-
tes, que cubren 26 ejemplos empíricos de agricultura por contrato en 13 países en de-
sarrollo. La conclusión de dicha revisión es que la agricultura por contrato puede au-
mentar los ingresos de los agricultores entre 23% y 54%. Asimismo, se concluye que
los agricultores más pobres generalmente no son parte de estos esquemas. Estos re-
sultados, sin embargo, deben examinarse con cuidado debido a posibles sesgos en las
estimaciones, ya que no existen datos de agricultores que se retiran del programa o
que fracasan en los primeros años.

La agricultura y el medioambiente

Dado que hablamos de una actividad enfocada a modificar el entorno natural y, por ende,
con impacto en el medioambiente, es conveniente referirnos al desarrollo sostenible.

Como sabemos, cada vez son más los científicos que avisan sobre el abuso de fertilizantes
por parte de los agricultores, así como las consecuencias que la producción en masa tiene
para la sostenibilidad de la que hablamos.

Para ello, muchos agricultores y empresarios agrícolas han puesto en marcha mecanismos,
así como nuevas técnicas de cultivo, más responsables con el medioambiente y menos da-
ñinos para el planeta. Estos mecanismos, a través de tipologías como la agricultura ecoló-
gica, pretenden reducir el impacto de este sector en el entorno del que, por otro lado, de-
pende.

La agricultura tiene unos enormes efectos sobre la tierra

La agricultura representa la mayor proporción de uso de la tierra por el hombre. Sólo los
pastos y los cultivos ocupaban el 37 por ciento de la superficie de tierras de labranza del
mundo en 1999. Casi dos terceras partes del agua utilizada por el hombre se destina a la
agricultura. En Asia, la proporción aumenta hasta cuatro quintas partes.

La producción agropecuaria tiene unos profundos efectos en el medio ambiente en con-


junto. Son la principal fuente de contaminación del agua por nitratos, fosfatos y plaguici-
das. También son la mayor fuente antropogénica de gases responsables del efecto inver-
nadero, metano y óxido nitroso, y contribuyen en gran medida a otros tipos de contami-
nación del aire y del agua. Los métodos agrícolas, forestales y pesqueros y su alcance son
las principales causas de la pérdida de biodiversidad del mundo. Los costos externos glo-
bales de los tres sectores pueden ser considerables.

La agricultura afecta también a la base de su propio futuro a través de la degradación de la


tierra, la salinización, el exceso de extracción de agua y la reducción de la diversidad gené-
tica agropecuaria. Sin embargo, las consecuencias a largo plazo de estos procesos son difí-
ciles de cuantificar.
Si se utilizan más métodos de producción sostenible, se podrán atenuar los efectos de la
agricultura sobre el medio ambiente. No cabe duda de que, en algunos casos, la agricultu-
ra puede desempeñar una función importante en la inversión de estos efectos, por ejem-
plo, almacenando carbono en los suelos, mejorando la filtración del agua y conservando
los paisajes rurales y la biodiversidad.

Impacto Negativo sobre el Medio Ambiente

El impacto ambiental de la agricultura es el efecto que las diferentes prácticas agrícolas


tienen sobre el medio ambiente. El impacto ambiental de la agricultura varía de acuerdo a
los métodos, técnicas y tecnologías utilizadas, y la escala de la producción agrícola. La agri-
cultura en general impacta sobre el suelo, el agua, el aire, la biodiversidad, las personas,
las plantas y su diversidad genética, la calidad de la comida y los hábitats.
La agricultura contribuye al incremento de gases de efecto invernadero por la liberación
de CO2 relacionado con la deforestación, la liberación de metano del cultivo de arroz,
la fermentación entérica en el ganado y la liberación de óxido nitroso de la aplicación
de fertilizantes.10 Todos estos procesos juntos componen el 54% de emisiones de metano,
aproximadamente el 80% de emisiones de óxido nitroso, y casi todas la emisiones de di-
óxido de carbono relacionados con el uso de tierras.11 La agricultura industrial es la princi-
pal contribuyente de metano y óxido nitroso a la atmósfera terrestre.12 Además, la agricul-
tura industrial impacta en el ambiente debido al uso intensivo de agroquímicos, la conta-
minación del agua y la aparición de zonas muertas, la degradación del suelo, la producción
de desechos y la contaminación genética.
El sector agropecuario es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero,
que junto con los efectos del uso de tierras, están entre las principales causas del calenta-
miento global.13 Además de ser un importante usuario de tierras y consumidor de combus-
tibles fósiles, la agricultura y la ganadería contribuyen directamente a las emisiones de ga-
ses de efecto invernadero por medio de las técnicas empleadas para el cultivo de granos y
monocultivos, y la cría de ganado. El sistema agroalimentario global actual es responsable
de cerca de la mitad (entre 44 % y 57 %) de todas las emisiones de gases con efecto de in-
vernadero producidas por actividades humanas. Esta cifra se compone de la contribución
de las emisiones agrícolas —las emisiones producidas en los campos de cultivo— de entre
el 11 y el 15 %; un 15-18 % producidas por el cambio en el uso del suelo y la deforesta-
ción ocasionada por la agricultura; entre un 15 y 20 % de emisiones proveniente del pro-
cesamiento y el empacado de los productos agrícolas y entre un 3.5 y 4.5 % proveniente
de los desechos.

La agricultura conlleva un gran consumo de agua (aproximadamente 2/3 del total y tierra,
lo cual desplaza a otras especies en el proceso. Los fertilizantes, plaguicidas y el es-
tiércol empleados en la agricultura son una de las principales causas de contaminación del
agua dulce. La sobrecarga de fertilizantes procedentes de los cultivos que llegan a los la-
gos, embalses y estanques a través de las aguas subterráneas o cursos de agua, provoca
una explosión de algas que reducen el nivel de oxígeno en el agua y suprimen así a otras
plantas y animales acuáticos, generando zonas muertas. Los plaguicidas matan hierbas e
insectos y con ellos las especies que sirven de alimento a aves y otros animales. Los insec-
ticidas, herbicidas y fungicidas contaminan el agua dulce y el aire con compuestos quími-
cos que afectan al ser humano y a muchas formas de vida silvestre.

Los fertilizantes, el estiércol y los plaguicidas son las principales causas de contaminación
del agua

La contaminación de las aguas subterráneas por los productos y residuos agroquímicos es


uno de los problemas más importante en casi todos los países desarrollados y, cada vez
más, en muchos países en desarrollo.

La contaminación por fertilizantes se produce cuando éstos se utilizan en mayor cantidad


de la que pueden absorber los cultivos, o cuando se eliminan por acción del agua o del
viento de la superficie del suelo antes de que puedan ser absorbidos. Los excesos de nitró-
geno y fosfatos pueden infiltrarse en las aguas subterráneas o ser arrastrados a cursos de
agua. Esta sobrecarga de nutrientes provoca la eutrofización de lagos, embalses y estan-
ques y da lugar a una explosión de algas que suprimen otras plantas y animales acuáticos.

En las proyecciones de cultivos para el año 2030, se supone un menor crecimiento del uso
de fertilizantes nitrogenados que en el pasado. Si se puede mejorar el rendimiento, el in-
cremento en el uso total de fertilizantes entre 1997-99 y 2030, podría ser tan reducido
como el 37 por ciento. Sin embargo, el uso actual en muchos países en desarrollo es muy
ineficaz. En China, el mayor consumidor del mundo de fertilizantes nitrogenados, casi la
mitad del nitrógeno aplicado se pierde por volatilización y de un 5 a un 10 por ciento más
por infiltración.

Insecticidas, herbicidas y fungicidas también se aplican intensamente en muchos países,


tanto desarrollados como en desarrollo, lo que provoca la contaminación del agua dulce
con compuestos carcinógenos y otros venenos que afectan al ser humano y a muchas for-
mas de vida silvestre. Los plaguicidas también reducen la biodiversidad, ya que destruyen
hierbas e insectos y con ellos las especies que sirven de alimento a pájaros y otros anima-
les.

El uso de plaguicidas se ha incrementado considerablemente a lo largo de los últimos 35


años, alcanzando tasas de crecimiento del 4 al 5,4 por ciento en algunas regiones. En los
años noventa se apreció una disminución del uso de insecticidas, tanto en países desarro-
llados, como Francia, Alemania y el Reino Unido, como en unos cuantos países en desarro-
llo, como la India. En contraste, el uso de herbicidas continuó aumentando en la mayoría
de los países.

A medida que aumente la preocupación por la contaminación y la pérdida de biodiversi-


dad, el uso futuro de plaguicidas puede crecer más lentamente que en el pasado.
En los países desarrollados, su uso se restringe cada vez más mediante leyes e impuestos.
Además, su uso será frenado por la creciente demanda de cultivos orgánicos, producidos
sin la adición de productos químicos. Es probable que en el futuro aumente el uso de pla-
guicidas "inteligentes", variedades de cultivos resistentes y métodos ecológicos de control
de plagas.

La agricultura como causa de la contaminación del aire

La agricultura es también una fuente de conta-minación del aire. Es la fuente antropogéni-


ca dominante de amoníaco. El ganado representa aproximadamente el 40 por ciento de
las emisiones globales, los fertilizantes minerales el 16 por ciento y la combustión de bio-
masa y residuos de cultivos el 18 por ciento aproximadamente.

El amoníaco es un acidificante todavía mayor que el dióxido de azufre y los óxidos de ni-
trógeno. Es una de las causas principales de la lluvia ácida que daña los árboles, acidifica
los suelos, los lagos y los ríos y perjudica la biodiversidad. A medida que otros gases acidi-
ficantes como el dióxido de azufre se someten a un control más estricto, el amoníaco pue-
de llegar a ser la causa principal de acidificación. Es probable que las emisiones de amo-
níaco procedentes de la agricultura sigan aumentando, tanto en los países desarrollados
como en los países en desarrollo. Las proyecciones pecuarias suponen un aumento del 60
por ciento en las emisiones de amoníaco procedentes de excrementos de animales.

La combustión de biomasa de plantas es otra fuente importante de contaminantes del


aire que incluyen dióxido de carbono, óxido nitroso y partículas de humo. Se estima que
los seres humanos son responsables del 90 por ciento aproximadamente de la combustión
de biomasa, principalmente a través de la quema deliberada de vegetación forestal, aso-
ciada con la deforestación, y residuos de pastos y cultivos para favorecer el crecimiento de
nuevos cultivos y destruir hábitat de insectos dañinos. Los enormes incendios forestales
que se produjeron en el Asia meridional en 1997 quemaron al menos 4,5 millones de ha y
cubrieron la región con un manto de humo y neblina. Se estima que la combustión de sa-
banas tropicales destruye tres veces más biomasa seca cada año que la quema de bosques
tropicales.

Pérdida de la biodiversidad y deforestación


La concentración parcelaria, la deforestación y el drenaje de marismas para la explotación
agrícola reducen la superficie disponible para la vida silvestre y fragmentan el hábitat na-
tural. Los plaguicidas y herbicidas destruyen gran número de insectos y plantas no desea-
das, por lo que afectan a especies más grandes que ven reducidas sus fuentes de alimen-
tos. Estas formas de vida que se ven afectadas pueden ser importantes recicladores de nu-
trientes del suelo, polinizadores de cultivos y predadores de insectos dañinos. Es decir,
la pérdida de biodiversidad comienza con la fase de preparación de la tierra para el desa-
rrollo agrícola y continúa después. Esta pérdida de biodiversidad es una constante que no
se reduce ni siquiera en aquellos países que valoran y protegen la naturaleza. Asimismo,
la degradación de la tierra, la salinización y el exceso de extracción de agua provocados
por la agricultura afectan a la base de su propio futuro.
Muchos de estos problemas van agotando y desertizando el suelo, obligando a abandonar
unos terrenos para arar otros nuevos que, a su vez, se agotan, creando un círculo vicioso
que va destruyendo el entorno. Un ejemplo claro es la progresiva deforestación de la selva
del Amazonas.
Emisión de gases de efecto invernadero
La agricultura es también una importante fuente de contaminación del aire y de gases de
efecto invernadero. El amoniaco es una de las causas principales de la lluvia ácida que da-
ña los árboles, acidifica los suelos, los lagos y los ríos, perjudicando la biodiversidad. Las
emisiones de amoniaco procedentes de los fertilizantes minerales representan aproxima-
damente el 16% y la combustión de biomasa y residuos de cultivos el 18%. Asimismo, la
combustión de biomasa de plantas provoca la emisión de otros potentes contaminantes
del aire, como dióxido de carbono, óxido nitroso y partículas de humo. Los seres humanos
son responsables aproximadamente del 90% de la combustión de biomasa, principalmen-
te por la quema deliberada de vegetación forestal, asociada con la deforestación, y resi-
duos de pastos y cultivos para favorecer el crecimiento de nuevos cultivos y destruir hábi-
tats de insectos dañinos. El cultivo de arroz es otra fuente agrícola importante de metano,
que representa aproximadamente una quinta parte del total de las emisiones.
Desafíos clave

La actual trayectoria de crecimiento de la producción agrícola es insostenible, debido a sus


impactos negativos sobre los recursos naturales y el medio ambiente. Una tercera parte
de la tierra agrícola está degradada, hasta el 75 por ciento de la diversidad genética de los
cultivos se ha perdido y el 22 por ciento de las razas de ganado están en riesgo. Más de la
mitad de las poblaciones de peces están plenamente explotadas y, en la última década,
unas 13 millones de hectáreas de bosques al año fueron transformadas para otros usos.

Los desafíos globales a los que nos enfrentamos son la creciente escasez y la degradación
rápida de los recursos naturales, en un momento en que la demanda de alimentos, pien-
sos, fibra y los bienes y servicios procedentes de la agricultura (incluyendo los cultivos, la
ganadería, la silvicultura, la pesca y la acuicultura) está aumentando rápidamente. Algunas
de las tasas más altas de crecimiento demográfico se prevén en zonas que dependen de la
agricultura y que ya tienen altas tasas de inseguridad alimentaria. Otros factores - muchos
de ellos interrelacionados - complican la situación:

 La competencia por los recursos naturales se intensificará cada vez más. Esto pueden cau-
sarlo la expansión urbana, el antagonismo entre los diversos sectores de la agricultura, la
expansión de la agricultura a coste de los bosques, el uso industrial del agua, o el uso re-
creativo de la tierra. En muchos lugares esto está resultando en la exclusión de los usua-
rios tradicionales del acceso a los recursos y de los mercados.
 Mientras que la agricultura contribuye considerablemente al cambio climático, también es
una víctima de sus efectos. El cambio climático reduce la resiliencia de los sistemas de pro-
ducción y contribuye a la degradación de los recursos naturales. Se prevé que en el futuro
se agraven importantemente las subidas de temperatura, los cambios en los patrones de
precipitación y los fenómenos meteorológicos extremos.
 La creciente circulación de personas y mercancías, los cambios ambientales, y los cambios
en las prácticas de producción dan lugar a nuevas amenazas de enfermedades (como la
gripe aviar altamente patógena) o las especies invasivas (como la mosca de la fruta tefríti-
da), que pueden afectar a la seguridad alimentaria, la salud humana y la eficacia y sosteni-
bilidad de los sistemas de producción. Políticas y capacidades técnicas inadecuadas pue-
den agravar las amenazas y poner a enteras cadenas alimentarias en riesgo.
 Los programas de políticas y los mecanismos para la producción y la conservación de los
recursos generalmente están desvinculados. Falta una clara gestión integrada de los eco-
sistemas y / o paisajes.

IMPACTO DEL COVID 19 EN LA AGRICULTURA

La agricultura durante el COVID-19 ha sido afectada internacionalmente, repercutiendo en


la seguridad alimentaria. Este artículo da a conocer como el COVID-19 ha impactado sobre
el sistema que conforma la actividad de la agricultura, siendo esta la fuente principal de
alimentos que abastecen a la población, generando ingresos a los pequeños agricultores y
sus familias, que contribuyen a la seguridad alimentaria de los diferentes países del mun-
do. El presente estudio es una revisión sistemática de tipo descriptivo, basada en aportes
teóricos, cuyo objetivo fue analizar la situación actual de la agricultura frente a la pande-
mia COVID-19. La metodología consistió en la recopilación de artículos científicos y publi-
caciones oficiales de dominio público de instituciones académicas, tecnológicas, científicas
y gubernamentales. Los resultados se enfocaron en: los impactos del COVID-19 en la agri-
cultura, preocupación por la seguridad alimentaria, impactos sociales en la agricultura y
compromiso de los gobiernos. Finalmente, se considera que el COVID-19 generaría impac-
tos sobre la agricultura y la seguridad alimentaria, lo cual traería como consecuencia una
crisis alimentaria, siendo aún precipitado afirmar lo expuesto debido a que la pandemia
aún no ha finalizado.

Las diferentes enfermedades pandémicas de origen viral que han sobrevenido a la huma-
nidad, conmocionó la economía, el medio ambiente y cualquier labor humana, como ga-
nadería, agricultura, turismo, transporte, educación, salud, pesca, minería, industria, co-
mercio, etc. Actualmente, la especie humana enfrenta otra pandemia, la epidemia del
nuevo coronavirus (2019-nCoV) que genera la enfermedad renombrada como COVID- 19.

Esta enfermedad ha causado una gran mortalidad en diversos países del mundo, provo-
cando que los gobiernos optaran por el aislamiento social, cierre de escuelas, prohibición
de reuniones públicas y deportivas, restricción del transporte público y cierre de fronteras.
El aplicar restricciones comerciales, las cuales son políticas que podrían convertirse en un
problema si se mantienen barreras entre países que desencadenarían picos en los precios
de los alimentos y un comportamiento especulativo en los mercados de productos básicos
agrícolas, del cual los pobres del mundo serían los más afectados. Los canales comerciales
deben permanecer abiertos para que los mercados internacionales puedan desempeñar
un papel fundamental y evitar la escasez de alimentos mitigando la inevitable recesión
económica mundial. Asimismo, la atención debe centrarse en las medidas que ayudarán a
evitar una recesión mundial y minimizarán un mayor aumento de la inseguridad alimenta-
ria, por lo que los gobiernos deberán proporcionar estímulos fiscales, incluidos recursos
para contener la propagación de la enfermedad.

en su investigación, usó el software de simulación y optimización, donde se muestra que


el COVID-19 representa un caso específico de interrupción en la Cadena de Suministros a
largo plazo y a escala impredecible, además de la propagación simultánea de interrupcio-
nes como la oferta, la demanda y la pandemia, esta última a diferencia de las demás inte-
rrupciones empiezan pequeñas, pero se escalan rápidamente y se dispersan en muchas
regiones geográficas generando dificultades e incógnitas que dificultan determinar com-
pletamente el impacto de los brotes epidémicos en la cadena de suministros y las medidas
adecuadas de reacción a estas. El análisis también reveló que, en el caso de la propagación
de un brote epidémico, la reacción de desempeño de la cadena de suministro depende del
momento y la escala de la propagación de la interrupción (es decir, el efecto dominó), así
como de la secuencia de cierre y apertura de eslabones de la cadena de suministro, en lu-
gar de la duración de la interrupción de la cadena de suministro.

Se brinda una nueva concepción sobre la gestión del riesgo de la cadena de suministros y
la resiliencia al posicionar los brotes epidémicos como un tipo específico de riesgos de la
cadena de suministros y ofrecer un enfoque que apoya a los tomadores de decisiones en
el momento de los brotes epidémicos.

El Gobierno de Rusia, limitó sus exportaciones de trigo durante tres meses para garantizar
que sus suministros locales fueran suficientes. Esto ocasionó intranquilidad en otros luga-
res. El primer exportador impulsado por una confluencia de eventos, incluida la fuerte caí-
da de los precios del petróleo, que debilitó su moneda el rublo frente al dólar, lo que a su
vez motivo subir los precios locales del trigo, similar caso sucedió en Vietnam con el arroz
paddy en marzo, por lo que se elevó el precio de este suministro. La pandemia ha valora-
do las hipótesis, que las fronteras abiertas permiten que el virus se propague, que los re-
fugiados y los inmigrantes están obligados a mantenerse alejados y que la subcontratación
debe terminar. Sin embargo, esas políticas ignoran cuánto dependen las naciones unas de
otras para obtener ingredientes básicos, pesticidas, fertilizantes, alimentos para animales,
personal y experiencia. Un apoyo a la seguridad alimentaria es acordar la eliminación de
aranceles e impuestos que puedan compensar el aumento de los precios por la devalua-
ción de la moneda. Designar a los trabajadores en los puertos, pequeños agricultores y
trabajadores migrantes como personal esencial, proteger la salud de estas personas y ase-
gurarse de que puedan viajar y continuar trabajando, ya que forman la columna vertebral
de la agricultura. Como un ejemplo la agricultura a pequeña escala requiere comercializa-
ción en mercados y esta actividad aumenta la productividad e ingresos dejando de lado
los subsidios financieros. La pandemia da como excusa la innovación, por ejemplo China
invierte en tecnología agrícola para disminuir el contacto humano en estas labores. En
África la telefonía móvil está innovando el acceso a mercados, precios y datos meteoroló-
gicos, además de facilitar las transferencias monetarias. Perú está valorando los beneficios
de una legislación innovadora para formalizar la mano de obra agrícola y la ha vinculado
directamente a la estacionalidad de los cultivos.

Las medidas adoptadas, que limitan la propagación de este virus, tienen un alto costo, es-
pecialmente para la población de bajos recursos económicos, principalmente de los países
subdesarrollados, en lo referente a la disponibilidad y accesibilidad de los diferentes ali-
mentos. Muchos países con estabilidad económica variable, fueron afectados a corto pla-
zo en la cadena de suministro de alimentos, pero otros continuarán con los efectos por un
plazo más amplio, pero aún no conocido. Con la pandemia los sectores más afectados han
sido el turismo, la hotelería, el comercio entre otros, causando grandes pérdidas a nivel
mundial y de la misma manera las actividades agrícolas fueron afectadas, abarcando las
pequeñas y medianas empresas de este rubro, y depende de los gobiernos desarrollar po-
líticas para responder a estos impactos, para evitar interrupciones en la cadena de sumi-
nistro, precios más altos de los alimentos y consecuencias económicas graves para millo-
nes de agricultores. De la misma manera, el cierre de negocios y la discontinuidad de su-
ministros, dieron una alarma sobre la alimentación y la seguridad alimentaria entre las au-
toridades, quienes iniciaron a formular políticas para mitigar estos problemas temprana-
mente.

Por otro lado, en algunos países existe una gran demanda de alimentos, reflejados por las
necesidades de la población, que combinada con la limitación de suministros, debido a las
interrupciones en las cadenas de producción agrícola, podrían generar una crisis sin prece-
dentes. Es decir, nos encontramos en un momento histórico que marcará a la humanidad,
lo que afecta directamente en la agricultura y agroindustria, específicamente en la cadena
productiva y sus eslabones.

La importancia de la seguridad alimentaria, es ampliamente conocida, pero en estos tiem-


pos es necesario asegurar que se cumpla en todos sus niveles. Primeramente, porque los
consumidores tienen el derecho al acceso de alimentos para mejorar su sistema inmuno-
lógico mediante la adopción de dietas más saludables, la disponibilidad de ingredientes
Bio activos de los alimentos y alimentos funcionales, pero su disponibilidad podría volver-
se crítica, por el crecimiento de la demanda de estos productos. En segundo lugar, la segu-
ridad alimentaria es un tema importante para evitar la propagación del COVID-19 entre
productores, minoristas y consumidores. Por último, han surgido problemas de inseguri-
dad alimentaria, debido al aislamiento social que se reflejó en el cambio de hábitos ali-
menticios, a través de la ingesta de alimentos listos para el consumo o de fácil prepara-
ción, que no cuentan con el aporte nutritivo necesario para una buena alimentación.
Es importante comprender que la agricultura es la principal fuente de alimentos para la
obtención de energía y el adecuado desarrollo del ser humano. Siendo los países en vías
de desarrollo, limitados para abastecer el mercado sobre la base de su capacidad agroin-
dustrial y en estos momentos de incertidumbre, el agricultor se ve obligado a proveer ali-
mentos para que la población continúe alimentándose diariamente. Existen diversas in-
vestigaciones, que expresan la preocupación por la paralización de la producción agrícola
debido a la pandemia, lo cual genera una limitada disponibilidad de alimentos, y por ende
un incremento de sus precios. Este escenario, muestra probablemente el primer y más co-
mún problema relacionado con la agricultura que se genera en tiempos de crisis mundial.
Pero, por otra parte, se considera que el suministro de alimentos se encuentra estrecha-
mente relacionado con la perfectibilidad de los productos, porque los agricultores mantie-
nen un horario estricto de siembra y cosecha, sin poder modificar la producción a volun-
tad y los días adicionales de almacenamiento que originan el deterioro de estos y pierdan
la inversión realizada. De igual manera, la pandemia ha originado que los mercados agríco-
las sean aún más impredecibles y las interrupciones en la accesibilidad de insumos como
los fertilizantes minerales también aumentaron la incertidumbre. El objetivo del presente
trabajo fue analizar la situación actual a nivel mundial de la agricultura frente a la pande-
mia COVID-19.

¿Cuáles deben ser los objetivos de la agricultura en un país en desarrollo?

La agricultura es una actividad humana primaria porque es generadora de una gran canti-
dad de materias primas que requieren otras industrias. Esta es la razón principal por la
cual tiene mucha importancia para el desarrollo económico y social de un país, y debe ser
una cuestión prioritaria de análisis para quienes desarrollan y ejecutan planes de desarro-
llo económicos.

Objetivos propuestos

El bienestar general de un país depende en gran medida de que se tengan objetivos agrí-
colas claros, es decir, que no exista duda sobre su elección, por lo que los encargados de
las políticas públicas nacionales deberían explicar cuáles son los objetivos que han elegido
y sus razones. Entiendo que es complejo poder lograr todos los objetivos, pero la meta de-
bería ser lograr un equilibrio entre ellos.

Para determinar si la agricultura está cumpliendo con su función en un país en desarrollo


es importante implementar evaluaciones basadas en objetivos claramente definidos, los
cuales siempre deben considerar las complejas interacciones que ocurren entre los facto-
res sociales, económicos y ecológicos existente. A continuación te presento los objetivos
de la agricultura en un país en desarrollo:

Obtener alimentos suficientes para todos, con calidades adecuadas y precios accesibles
La agricultura debe ser capaz de garantizar la soberanía alimentaria de un país, pero tam-
bién debe garantizar la seguridad alimentaria de cada una de las personas, lo que ocurre
cuando hay alimentos disponibles.

Producir alimentos saludables que cumplan con estándares estrictos de inocuidad alimen-
taria

No se trata solo de producir alimentos, sino de producir alimentos que no generen proble-
mas de salud a las personas que los ingieren, de modo que estas puedan tener la certeza
de estar consumiendo algo saludable.

Generar empleo suficiente con ingresos que garanticen una vida digna en especial para el
medio rural

La agricultura siempre ha sido y siempre será la principal fuente de empleo en el medio


rural, pero es importante llegar al punto de garantizar que los ingresos obtenidos por los
jornaleros agrícolas les permitirán tener una vida digna.

Generar divisas a través de la exportación hacia diversos mercados de productos de alto


valor económico

En la actualidad y debido a la globalización, cualquier país que quiera desarrollar una eco-
nomía sólida debe tener diversos mercados a los cuales exportar sus productos, pues de
esta manera podrá posicionarse en mercados de alto valor.

Sustentar y fomentar el desarrollo industrial mediante el abastecimiento de materia prima


barata y suficiente

La agricultura constituye la principal industria proveedora de materias primas para mu-


chas otras industrias dedicadas a la transformación de esas materias primas, lo que les da
un valor añadido y aumenta el valor de las cadenas agroalimentarias.

Realizar la actividad agrícola cuidando la distribución y el uso de los recursos naturales


usados para la producción

No existe duda de que la agricultura es una de las actividades humanas que más recursos
naturales requiere, por lo que es fundamental desarrollar sistemas de producción que ma-
ximicen la utilización de dichos recursos, a fin de buscar la sostenibilidad.´
¿Sigue afectando la pandemia del covid 19 a nuestros campesinos?

Ya ha pasado un año desde que se reportó el primer caso de Covid-19 en América Latina y
el Caribe (ALC). Desde entonces, la región ha sido una de las más gravemente afectadas
del mundo, con más de 70 millones de casos reportados y más de 1,5 millones de decesos.

Además de la preocupante situación de contagios y decesos, la pandemia ha generado


una crisis de hambre. La mayoría de los países de América Latina y el Caribe han percibido
retrocesos importantes en temas de seguridad alimentaria debido a una caída en los in-
gresos y remesas, así como al incremento en los precios de los alimentos.

En junio de 2020, presentamos los resultados de un estudio que, a través de entrevistas


telefónicas a una muestra de 105 pequeños y medianos productores agropecuarios de la
región, analizó los efectos inmediatos de la crisis del Covid-19 para la agricultura familiar.
Este estudio reveló que las principales consecuencias de la pandemia en el corto plazo in-
cluyeron una disminución de las ventas, principalmente debido a dificultades en el trans-
porte de la producción, y una caída en la demanda. Además, se encontraron obstáculos en
la obtención de insumos y mano de obra, y restricciones de liquidez causadas por la caída
de los precios y la demanda. En suma, este estudio mostraba efectos preocupantes, que
podían afectar la continuidad de la producción agrícola y, como consecuencia, empujar a
la pobreza a los productores más vulnerables.

Si bien este primer estudio nos permitió entender los efectos inmediatos de la pandemia,
la crisis de salud pública y económica en la región continuó por varios meses más. Por tan-
to, resultaba importante saber si los graves efectos observados durante los primeros tres
meses de la pandemia continuaban, y así entender si la situación había mejorado.

A fin de arrojar luz sobre estas preguntas, se realizó el estudio: Retos para la agricultura
familiar en el contexto del COVID-19: Seguimiento tras 6 meses de crisis. Entre agosto y
noviembre de 2020, dimos seguimiento a la misma muestra de productores de Argentina,
Bolivia, Paraguay, Perú y República Dominicana (aproximadamente 15 productores de
cada país), para explorar los efectos de la pandemia 6 meses después. Este estudio, por
tanto, corresponde a la Fase 2 del estudio anterior.

En general, los resultados del segundo estudio muestran que los problemas encontrados
en la Fase 1 persisten y que, en su mayoría, se han acentuado. Específicamente, en la Fase
2, los productores indicaron haber tenido mayores problemas en obtener insumos y con-
seguir mano de obra, y una mayor proporción de productores manifestó haber enfrentado
mayores precios en los insumos. Como consecuencia, los problemas de liquidez observa-
dos en la Fase 1 desmejoraron. De hecho, mientras que un 69.5% indicó haber tenido que
utilizar ahorros, vender activos o solicitar un préstamo para afrontar la crisis durante la
Fase 1, en la Fase 2 esta proporción aumentó a un 82%. Adicionalmente, un 84% de los
productores mencionó que sus ingresos se vieron afectados durante la Fase 2.

Esta reducción importante de la liquidez y los ingresos podría afectar la continuidad de la


producción y de esta manera agravar la situación de inseguridad alimentaria en el me-
diano y largo plazo. De hecho, los resultados de la Fase 2 indican que un 39% de producto-
res encuestados consideró que los ingresos del hogar no son suficientes para la compra de
alimentos en el hogar, y el 64.9% de los hogares se encontró en algún estado de inseguri-
dad alimentaria (i.e. leve, moderada o severa). Dado que sabemos que la crisis afecta la
producción y los ingresos de estos agricultores, la prolongación de esta misma crisis po-
dría agravar la situación de inseguridad alimentaria aún más.

En resumen, nuestros resultados apuntan a que, después de 6 meses de crisis, la pande-


mia ha afectado de forma crítica la producción agrícola de los pequeños agricultores, con-
virtiéndose en un ciclo vicioso de baja producción, bajos ingresos y alta inseguridad ali-
mentaria. Los pequeños productores agrícolas se encuentran hoy en una posición más di-
fícil que al comienzo de la pandemia y, dadas las tendencias observadas entre las dos fa-
ses de la encuesta, es probable que los múltiples retos identificados sigan afectando la di-
námica del sector y la seguridad alimentaria de esta población en el largo plazo.

Para impedir que esto suceda, es necesario realizar mayores esfuerzos con políticas públi-
cas encaminadas a reducir los problemas de liquidez y mejorar la seguridad alimentaria de
los campesinos. En el futuro, durante una eventual fase de recuperación de la crisis, juga-
rán un papel importante aquellas políticas que provean apoyo a los grupos más vulnera-
bles y que aseguren una producción constante de alimentos para los mercados locales,
evitando así un posible quiebre de la producción agrícola y ayudándolos a superar la inse-
guridad alimentaria.

CONCLUSION

La agricultura orgánica brinda una amplia gama de productos y servicios ambientales, a


saber:

Suelo

El contenido de materia orgánica es, por lo general, más elevado en los suelos que se ma-
nejan orgánicamente, lo que indica no sólo una mayor fertilidad y estabilidad de los suelos
orgánicos sino también una capacidad de retención de humedad más elevada, que reduce
el riesgo de erosión y desertización.

Los suelos cultivados orgánicamente poseen una actividad biológica superior y una mayor
cantidad de masa de microorganismos, que aceleran el reciclado de nutrientes y mejoran
la estructura del suelo. Si bien la proporción de las fracciones de nutrientes solubles es
más baja en los suelos de manejo orgánico, no se registra una disminución en los rendi-
mientos orgánicos dado que la actividad biológica y la micorrización son más elevadas y
contrarrestan la deficiencia de nutrientes.

Agua

La agricultura orgánica no representa riesgo alguno en relación con la contaminación del


agua subterránea y superficial a través de plaguicidas sintéticos.

Los índices de filtración de nitrato por hectárea son muy inferiores en la agricultura orgá-
nica en comparación con los sistemas convencionales.

Aire

La agricultura orgánica permite que los ecosistemas se adapten mejor a los efectos de los
cambios climáticos y posee un potencial mayor para reducir las emisiones de gas inverna-
dero.

Las estrategias agrícolas orgánicas, mediante el reciclado de la materia orgánica y al res-


tringir los ciclos internos de nutrientes, contribuyen con el secuestro de carbono.

Energía

La agricultura orgánica se desempeña mejor que la convencional en una escala por hectá-
rea, tanto con relación al consumo directo de energía (combustible y petróleo) como y al
indirecto (fertilizantes y plaguicidas sintéticos).

La eficiencia de la utilización de la energía es elevada en las granjas orgánicas.

Biodiversidad

Se demostró que aumentan todos los recursos genéticos agrícolas, que comprenden tam-
bién insectos y microorganismos, cuando se cultiva la tierra con el sistema orgánico.

Existe mayor diversidad y cantidad de flora y de fauna silvestres en y alrededor de las


granjas orgánicas que en las granjas de agricultura convencional o integrada.

Servicios ecológicos

La agricultura orgánica ofrece recursos alimenticios y abrigo para artrópodos y pájaros be-
neficiosos, contribuyendo de esta manera al control natural de las plagas.
La agricultura orgánica contribuye con la conservación y supervivencia de los agentes poli-
nizadores, gracias a la prohibición de los plaguicidas y de los herbicidas químico sintéticos,
y al mejorar la diversidad del ecosistema.

Paisaje

El sistema de agricultura orgánica crea una diversidad de paisajes que contribuyen con la
diversidad funcional y con los valores estéticos.

El establecimiento de hábitats seminaturales dentro de los sistemas orgánicos y el hecho


de evitar la utilización de plaguicidas contribuyen a mantener la conectividad biológica y la
red ecológica, beneficiando tanto a la agricultura como a la conservación de la naturaleza.

Como evaluación final, se puede decir que el buen manejo de la agricultura orgánica origi-
na condiciones ambientales más favorables a todo nivel. La agricultura orgánica contra-
rresta el agotamiento de los recursos (suelo, agua, energía, nutrientes), contribuye de ma-
nera positiva a los problemas relacionados con los cambios climáticos y con la desertiza-
ción y puede colaborar para mantener y mejorar la biodiversidad en una escala global.

No existe demasiada evidencia científica respecto de los beneficios ambientales de la agri-


cultura orgánica en el hemisferio Sur, pero muchas experiencias indican que los puntos
mencionados más arriba también son aplicables a los trópicos y subtrópicos. Sin embargo,
existe la necesidad urgente de investigar las interacciones entre las prácticas de la agricul-
tura orgánica y las dinámicas de los recursos naturales en esas áreas.

Luchar contra las causas del cambio climático.


Los suelos orgánicos desempeñan un papel importante para ayudar a mitigar el cambio
climático mediante el bloqueo del carbono, una de las principales causas del calenta-
miento global, en las reservas a largo plazo. Los resultados de un estudio histórico en
2017 demuestran que las granjas orgánicas almacenan más carbono en el suelo y lo
mantienen fuera de la atmósfera por períodos sustancialmente más largos que los mé-
todos agrícolas convencionales. 
 Proteger a los pequeños
Los microorganismos invisibles al ojo humano, son los que crean una gran diferencia.
Los estudios demuestran que la agricultura orgánica aumenta la diversidad microbiana
del suelo y apoya a más microbios beneficiosos que combaten las enfermedades más
que las prácticas agrícolas convencionales.
Alimentar al mundo de forma sostenible.
¿Por qué estamos tirando comida? La conversión global a la agricultura orgánica, com-
binada con la reducción de la alimentación del ganado de las tierras cultivables y la re-
ducción sustancial del desperdicio de alimentos podría ayudar a alimentar al mundo de
forma más sostenible en el futuro.
Combatir la resistencia a los antibióticos
La resistencia a los antibióticos es un problema acuciante de salud pública, ya que pue-
de causar enfermedades que antes se podían tratar fácilmente con antibióticos para
transformarse en infecciones peligrosas tanto para niños como para adultos. Cuantos
más antibióticos se usen, más bacterias se volverán resistentes a ellos. La agricultura
orgánica combate la resistencia a los antibióticos mediante la prohibición del uso de
antibióticos en la producción ganadera orgánica y también a través de la prohibición de
la mayoría de los herbicidas.
Salvar a las abejas
El año pasado se vertieron más pruebas de que los insecticidas neonicotinoides afectan
negativamente a los insectos polinizadores, lo que aumenta la mortalidad de las abejas
y aumenta las pérdidas de las abejas reinas. La agricultura ecológica no usa insecticidas
neonicotinoides y protege el hábitat nativo de la abeja. La investigación muestra que
las prácticas orgánicas no solo reducen los riesgos para las abejas, sino que apoyan ac-
tivamente el crecimiento y la salud de las poblaciones de abejas y otros polinizadores
más que la agricultura convencional.
Mantener saludables a nuestros agricultores
La exposición a los pesticidas es dura para una persona. Irritación de la piel y los ojos,
dolores de cabeza, mareos y náuseas pueden ser solo el comienzo; el cáncer, el asma y
la diabetes podrían ser los resultados finales de una exposición prolongada. La elección
de productos orgánicos, que prohíbe el uso de pesticidas tóxicos y sintéticos, reduce
los riesgos para los agricultores dedicados y los trabajadores agrícolas que ponen la co-
mida en nuestros platos.
 ¡Abraza la diversidad!
La diversidad es buena, y en la naturaleza es francamente increíble. Las granjas orgáni-
cas y los campos con altos niveles de diversidad de plantas aumentan la abundancia y
la cantidad de especies de insectos beneficiosos, como los polinizadores y los depreda-
dores de plagas.
Honra a la próxima generación
Protejamos a la próxima generación. Los estudios demuestran que la exposición a múl-
tiples plaguicidas neurotóxicos cerca de los hogares de mujeres embarazadas en las co-
munidades agrícolas está asociada con un coeficiente de inteligencia más bajo en sus
hijos. Una agricultura orgánica más limpia significa menos exposición a pesticidas peli-
grosos y un ambiente más saludable para nuestras futuras mamás y los niños del futu-
ro.

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