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LA AGRICUTURA
Cochabamba – Bolivia
INTRODUCCION
Dado que hablamos de una actividad enfocada a modificar el entorno natural y, por ende,
con impacto en el medioambiente, es conveniente referirnos al desarrollo sostenible.
Como sabemos, cada vez son más los científicos que avisan sobre el abuso de fertilizantes
por parte de los agricultores, así como las consecuencias que la producción en masa tiene
para la sostenibilidad de la que hablamos.
Para ello, muchos agricultores y empresarios agrícolas han puesto en marcha mecanismos,
así como nuevas técnicas de cultivo, más responsables con el medioambiente y menos da-
ñinos para el planeta. Estos mecanismos, a través de tipologías como la agricultura ecoló-
gica, pretenden reducir el impacto de este sector en el entorno del que, por otro lado, de-
pende
OBJETIVO
La agricultura debe ser capaz de garantizar la soberanía alimentaria de un país, pero tam-
bién debe garantizar la seguridad alimentaria de cada una de las personas, lo que ocurre
cuando hay alimentos disponibles.
Producir alimentos saludables que cumplan con estándares estrictos de inocuidad ali-
mentaria
No se trata solo de producir alimentos, sino de producir alimentos que no generen proble-
mas de salud a las personas que los ingieren, de modo que estas puedan tener la certeza
de estar consumiendo algo saludable.
Generar empleo suficiente con ingresos que garanticen una vida digna en especial para
el medio rural
La agricultura siempre ha sido y siempre será la principal fuente de empleo en el medio
rural, pero es importante llegar al punto de garantizar que los ingresos obtenidos por los
jornaleros agrícolas les permitirán tener una vida digna. La agricultura constituye la princi-
pal industria proveedora de materias primas para muchas otras industrias dedicadas a la
transformación de esas materias primas, lo que les da un valor añadido y aumenta el valor
de las cadenas agroalimentarias.
No existe duda de que la agricultura es una de las actividades humanas que más recursos
naturales requiere, por lo que es fundamental desarrollar sistemas de producción que ma-
ximicen la utilización de dichos recursos, a fin de buscar la sostenibilidad.
DESARROLLO
¿Qué es agricultura?
La agricultura es la actividad humana tendiente a combinar diferentes procedimientos y
saberes en el tratamiento de la tierra, con el objetivo de producir alimentos de origen ve-
getal, tales como frutas, verduras, hortalizas, cereales, entre otros.
Características de la agricultura
TIPOS DE AGRICULTURA
Agricultura tradicional: utiliza los sistemas típicos de un lugar, que han configurado la
cultura del mismo, en periodos más o menos prolongados.
Agricultura industrial: basada sobre todo en sistemas intensivos, está enfocada a pro-
ducir grandes cantidades de alimentos en menos tiempo y espacio —pero con mayor
desgaste ecológico—, dirigida a mover grandes beneficios comerciales.
Agricultura orgánica: biológica o ecológica (son sinónimos): crean diversos sistemas de
producción que respeten las características ecológicas de los lugares y geobiológicas
de los suelos, procurando respetar las estaciones y las distribuciones naturales de las
especies vegetales, fomentando la fertilidad del suelo.
Agricultura natural: se recogen los productos producidos sin la intervención humana y
se consumen.
Agricultura por contrato: es un acuerdo entre un agricultor y una empresa, estableci-
do antes de que comience la producción. Dicho acuerdo varía por región, y compro-
mete a la empresa a proporcionar recursos y servicios al agricultor, tales como trans-
porte, certificación, suministro de insumos o créditos. Para que los agricultores renun-
cien a su autonomía en la producción y comercialización de sus productos, es necesa-
rio ofrecerles importantes ganancias. Una revisión resume los hallazgos de 75 repor-
tes, que cubren 26 ejemplos empíricos de agricultura por contrato en 13 países en de-
sarrollo. La conclusión de dicha revisión es que la agricultura por contrato puede au-
mentar los ingresos de los agricultores entre 23% y 54%. Asimismo, se concluye que
los agricultores más pobres generalmente no son parte de estos esquemas. Estos re-
sultados, sin embargo, deben examinarse con cuidado debido a posibles sesgos en las
estimaciones, ya que no existen datos de agricultores que se retiran del programa o
que fracasan en los primeros años.
La agricultura y el medioambiente
Dado que hablamos de una actividad enfocada a modificar el entorno natural y, por ende,
con impacto en el medioambiente, es conveniente referirnos al desarrollo sostenible.
Como sabemos, cada vez son más los científicos que avisan sobre el abuso de fertilizantes
por parte de los agricultores, así como las consecuencias que la producción en masa tiene
para la sostenibilidad de la que hablamos.
Para ello, muchos agricultores y empresarios agrícolas han puesto en marcha mecanismos,
así como nuevas técnicas de cultivo, más responsables con el medioambiente y menos da-
ñinos para el planeta. Estos mecanismos, a través de tipologías como la agricultura ecoló-
gica, pretenden reducir el impacto de este sector en el entorno del que, por otro lado, de-
pende.
La agricultura representa la mayor proporción de uso de la tierra por el hombre. Sólo los
pastos y los cultivos ocupaban el 37 por ciento de la superficie de tierras de labranza del
mundo en 1999. Casi dos terceras partes del agua utilizada por el hombre se destina a la
agricultura. En Asia, la proporción aumenta hasta cuatro quintas partes.
La agricultura conlleva un gran consumo de agua (aproximadamente 2/3 del total y tierra,
lo cual desplaza a otras especies en el proceso. Los fertilizantes, plaguicidas y el es-
tiércol empleados en la agricultura son una de las principales causas de contaminación del
agua dulce. La sobrecarga de fertilizantes procedentes de los cultivos que llegan a los la-
gos, embalses y estanques a través de las aguas subterráneas o cursos de agua, provoca
una explosión de algas que reducen el nivel de oxígeno en el agua y suprimen así a otras
plantas y animales acuáticos, generando zonas muertas. Los plaguicidas matan hierbas e
insectos y con ellos las especies que sirven de alimento a aves y otros animales. Los insec-
ticidas, herbicidas y fungicidas contaminan el agua dulce y el aire con compuestos quími-
cos que afectan al ser humano y a muchas formas de vida silvestre.
Los fertilizantes, el estiércol y los plaguicidas son las principales causas de contaminación
del agua
En las proyecciones de cultivos para el año 2030, se supone un menor crecimiento del uso
de fertilizantes nitrogenados que en el pasado. Si se puede mejorar el rendimiento, el in-
cremento en el uso total de fertilizantes entre 1997-99 y 2030, podría ser tan reducido
como el 37 por ciento. Sin embargo, el uso actual en muchos países en desarrollo es muy
ineficaz. En China, el mayor consumidor del mundo de fertilizantes nitrogenados, casi la
mitad del nitrógeno aplicado se pierde por volatilización y de un 5 a un 10 por ciento más
por infiltración.
El amoníaco es un acidificante todavía mayor que el dióxido de azufre y los óxidos de ni-
trógeno. Es una de las causas principales de la lluvia ácida que daña los árboles, acidifica
los suelos, los lagos y los ríos y perjudica la biodiversidad. A medida que otros gases acidi-
ficantes como el dióxido de azufre se someten a un control más estricto, el amoníaco pue-
de llegar a ser la causa principal de acidificación. Es probable que las emisiones de amo-
níaco procedentes de la agricultura sigan aumentando, tanto en los países desarrollados
como en los países en desarrollo. Las proyecciones pecuarias suponen un aumento del 60
por ciento en las emisiones de amoníaco procedentes de excrementos de animales.
Los desafíos globales a los que nos enfrentamos son la creciente escasez y la degradación
rápida de los recursos naturales, en un momento en que la demanda de alimentos, pien-
sos, fibra y los bienes y servicios procedentes de la agricultura (incluyendo los cultivos, la
ganadería, la silvicultura, la pesca y la acuicultura) está aumentando rápidamente. Algunas
de las tasas más altas de crecimiento demográfico se prevén en zonas que dependen de la
agricultura y que ya tienen altas tasas de inseguridad alimentaria. Otros factores - muchos
de ellos interrelacionados - complican la situación:
La competencia por los recursos naturales se intensificará cada vez más. Esto pueden cau-
sarlo la expansión urbana, el antagonismo entre los diversos sectores de la agricultura, la
expansión de la agricultura a coste de los bosques, el uso industrial del agua, o el uso re-
creativo de la tierra. En muchos lugares esto está resultando en la exclusión de los usua-
rios tradicionales del acceso a los recursos y de los mercados.
Mientras que la agricultura contribuye considerablemente al cambio climático, también es
una víctima de sus efectos. El cambio climático reduce la resiliencia de los sistemas de pro-
ducción y contribuye a la degradación de los recursos naturales. Se prevé que en el futuro
se agraven importantemente las subidas de temperatura, los cambios en los patrones de
precipitación y los fenómenos meteorológicos extremos.
La creciente circulación de personas y mercancías, los cambios ambientales, y los cambios
en las prácticas de producción dan lugar a nuevas amenazas de enfermedades (como la
gripe aviar altamente patógena) o las especies invasivas (como la mosca de la fruta tefríti-
da), que pueden afectar a la seguridad alimentaria, la salud humana y la eficacia y sosteni-
bilidad de los sistemas de producción. Políticas y capacidades técnicas inadecuadas pue-
den agravar las amenazas y poner a enteras cadenas alimentarias en riesgo.
Los programas de políticas y los mecanismos para la producción y la conservación de los
recursos generalmente están desvinculados. Falta una clara gestión integrada de los eco-
sistemas y / o paisajes.
Las diferentes enfermedades pandémicas de origen viral que han sobrevenido a la huma-
nidad, conmocionó la economía, el medio ambiente y cualquier labor humana, como ga-
nadería, agricultura, turismo, transporte, educación, salud, pesca, minería, industria, co-
mercio, etc. Actualmente, la especie humana enfrenta otra pandemia, la epidemia del
nuevo coronavirus (2019-nCoV) que genera la enfermedad renombrada como COVID- 19.
Esta enfermedad ha causado una gran mortalidad en diversos países del mundo, provo-
cando que los gobiernos optaran por el aislamiento social, cierre de escuelas, prohibición
de reuniones públicas y deportivas, restricción del transporte público y cierre de fronteras.
El aplicar restricciones comerciales, las cuales son políticas que podrían convertirse en un
problema si se mantienen barreras entre países que desencadenarían picos en los precios
de los alimentos y un comportamiento especulativo en los mercados de productos básicos
agrícolas, del cual los pobres del mundo serían los más afectados. Los canales comerciales
deben permanecer abiertos para que los mercados internacionales puedan desempeñar
un papel fundamental y evitar la escasez de alimentos mitigando la inevitable recesión
económica mundial. Asimismo, la atención debe centrarse en las medidas que ayudarán a
evitar una recesión mundial y minimizarán un mayor aumento de la inseguridad alimenta-
ria, por lo que los gobiernos deberán proporcionar estímulos fiscales, incluidos recursos
para contener la propagación de la enfermedad.
Se brinda una nueva concepción sobre la gestión del riesgo de la cadena de suministros y
la resiliencia al posicionar los brotes epidémicos como un tipo específico de riesgos de la
cadena de suministros y ofrecer un enfoque que apoya a los tomadores de decisiones en
el momento de los brotes epidémicos.
El Gobierno de Rusia, limitó sus exportaciones de trigo durante tres meses para garantizar
que sus suministros locales fueran suficientes. Esto ocasionó intranquilidad en otros luga-
res. El primer exportador impulsado por una confluencia de eventos, incluida la fuerte caí-
da de los precios del petróleo, que debilitó su moneda el rublo frente al dólar, lo que a su
vez motivo subir los precios locales del trigo, similar caso sucedió en Vietnam con el arroz
paddy en marzo, por lo que se elevó el precio de este suministro. La pandemia ha valora-
do las hipótesis, que las fronteras abiertas permiten que el virus se propague, que los re-
fugiados y los inmigrantes están obligados a mantenerse alejados y que la subcontratación
debe terminar. Sin embargo, esas políticas ignoran cuánto dependen las naciones unas de
otras para obtener ingredientes básicos, pesticidas, fertilizantes, alimentos para animales,
personal y experiencia. Un apoyo a la seguridad alimentaria es acordar la eliminación de
aranceles e impuestos que puedan compensar el aumento de los precios por la devalua-
ción de la moneda. Designar a los trabajadores en los puertos, pequeños agricultores y
trabajadores migrantes como personal esencial, proteger la salud de estas personas y ase-
gurarse de que puedan viajar y continuar trabajando, ya que forman la columna vertebral
de la agricultura. Como un ejemplo la agricultura a pequeña escala requiere comercializa-
ción en mercados y esta actividad aumenta la productividad e ingresos dejando de lado
los subsidios financieros. La pandemia da como excusa la innovación, por ejemplo China
invierte en tecnología agrícola para disminuir el contacto humano en estas labores. En
África la telefonía móvil está innovando el acceso a mercados, precios y datos meteoroló-
gicos, además de facilitar las transferencias monetarias. Perú está valorando los beneficios
de una legislación innovadora para formalizar la mano de obra agrícola y la ha vinculado
directamente a la estacionalidad de los cultivos.
Las medidas adoptadas, que limitan la propagación de este virus, tienen un alto costo, es-
pecialmente para la población de bajos recursos económicos, principalmente de los países
subdesarrollados, en lo referente a la disponibilidad y accesibilidad de los diferentes ali-
mentos. Muchos países con estabilidad económica variable, fueron afectados a corto pla-
zo en la cadena de suministro de alimentos, pero otros continuarán con los efectos por un
plazo más amplio, pero aún no conocido. Con la pandemia los sectores más afectados han
sido el turismo, la hotelería, el comercio entre otros, causando grandes pérdidas a nivel
mundial y de la misma manera las actividades agrícolas fueron afectadas, abarcando las
pequeñas y medianas empresas de este rubro, y depende de los gobiernos desarrollar po-
líticas para responder a estos impactos, para evitar interrupciones en la cadena de sumi-
nistro, precios más altos de los alimentos y consecuencias económicas graves para millo-
nes de agricultores. De la misma manera, el cierre de negocios y la discontinuidad de su-
ministros, dieron una alarma sobre la alimentación y la seguridad alimentaria entre las au-
toridades, quienes iniciaron a formular políticas para mitigar estos problemas temprana-
mente.
Por otro lado, en algunos países existe una gran demanda de alimentos, reflejados por las
necesidades de la población, que combinada con la limitación de suministros, debido a las
interrupciones en las cadenas de producción agrícola, podrían generar una crisis sin prece-
dentes. Es decir, nos encontramos en un momento histórico que marcará a la humanidad,
lo que afecta directamente en la agricultura y agroindustria, específicamente en la cadena
productiva y sus eslabones.
La agricultura es una actividad humana primaria porque es generadora de una gran canti-
dad de materias primas que requieren otras industrias. Esta es la razón principal por la
cual tiene mucha importancia para el desarrollo económico y social de un país, y debe ser
una cuestión prioritaria de análisis para quienes desarrollan y ejecutan planes de desarro-
llo económicos.
Objetivos propuestos
El bienestar general de un país depende en gran medida de que se tengan objetivos agrí-
colas claros, es decir, que no exista duda sobre su elección, por lo que los encargados de
las políticas públicas nacionales deberían explicar cuáles son los objetivos que han elegido
y sus razones. Entiendo que es complejo poder lograr todos los objetivos, pero la meta de-
bería ser lograr un equilibrio entre ellos.
Obtener alimentos suficientes para todos, con calidades adecuadas y precios accesibles
La agricultura debe ser capaz de garantizar la soberanía alimentaria de un país, pero tam-
bién debe garantizar la seguridad alimentaria de cada una de las personas, lo que ocurre
cuando hay alimentos disponibles.
Producir alimentos saludables que cumplan con estándares estrictos de inocuidad alimen-
taria
No se trata solo de producir alimentos, sino de producir alimentos que no generen proble-
mas de salud a las personas que los ingieren, de modo que estas puedan tener la certeza
de estar consumiendo algo saludable.
Generar empleo suficiente con ingresos que garanticen una vida digna en especial para el
medio rural
En la actualidad y debido a la globalización, cualquier país que quiera desarrollar una eco-
nomía sólida debe tener diversos mercados a los cuales exportar sus productos, pues de
esta manera podrá posicionarse en mercados de alto valor.
No existe duda de que la agricultura es una de las actividades humanas que más recursos
naturales requiere, por lo que es fundamental desarrollar sistemas de producción que ma-
ximicen la utilización de dichos recursos, a fin de buscar la sostenibilidad.´
¿Sigue afectando la pandemia del covid 19 a nuestros campesinos?
Ya ha pasado un año desde que se reportó el primer caso de Covid-19 en América Latina y
el Caribe (ALC). Desde entonces, la región ha sido una de las más gravemente afectadas
del mundo, con más de 70 millones de casos reportados y más de 1,5 millones de decesos.
Si bien este primer estudio nos permitió entender los efectos inmediatos de la pandemia,
la crisis de salud pública y económica en la región continuó por varios meses más. Por tan-
to, resultaba importante saber si los graves efectos observados durante los primeros tres
meses de la pandemia continuaban, y así entender si la situación había mejorado.
A fin de arrojar luz sobre estas preguntas, se realizó el estudio: Retos para la agricultura
familiar en el contexto del COVID-19: Seguimiento tras 6 meses de crisis. Entre agosto y
noviembre de 2020, dimos seguimiento a la misma muestra de productores de Argentina,
Bolivia, Paraguay, Perú y República Dominicana (aproximadamente 15 productores de
cada país), para explorar los efectos de la pandemia 6 meses después. Este estudio, por
tanto, corresponde a la Fase 2 del estudio anterior.
En general, los resultados del segundo estudio muestran que los problemas encontrados
en la Fase 1 persisten y que, en su mayoría, se han acentuado. Específicamente, en la Fase
2, los productores indicaron haber tenido mayores problemas en obtener insumos y con-
seguir mano de obra, y una mayor proporción de productores manifestó haber enfrentado
mayores precios en los insumos. Como consecuencia, los problemas de liquidez observa-
dos en la Fase 1 desmejoraron. De hecho, mientras que un 69.5% indicó haber tenido que
utilizar ahorros, vender activos o solicitar un préstamo para afrontar la crisis durante la
Fase 1, en la Fase 2 esta proporción aumentó a un 82%. Adicionalmente, un 84% de los
productores mencionó que sus ingresos se vieron afectados durante la Fase 2.
Para impedir que esto suceda, es necesario realizar mayores esfuerzos con políticas públi-
cas encaminadas a reducir los problemas de liquidez y mejorar la seguridad alimentaria de
los campesinos. En el futuro, durante una eventual fase de recuperación de la crisis, juga-
rán un papel importante aquellas políticas que provean apoyo a los grupos más vulnera-
bles y que aseguren una producción constante de alimentos para los mercados locales,
evitando así un posible quiebre de la producción agrícola y ayudándolos a superar la inse-
guridad alimentaria.
CONCLUSION
Suelo
El contenido de materia orgánica es, por lo general, más elevado en los suelos que se ma-
nejan orgánicamente, lo que indica no sólo una mayor fertilidad y estabilidad de los suelos
orgánicos sino también una capacidad de retención de humedad más elevada, que reduce
el riesgo de erosión y desertización.
Los suelos cultivados orgánicamente poseen una actividad biológica superior y una mayor
cantidad de masa de microorganismos, que aceleran el reciclado de nutrientes y mejoran
la estructura del suelo. Si bien la proporción de las fracciones de nutrientes solubles es
más baja en los suelos de manejo orgánico, no se registra una disminución en los rendi-
mientos orgánicos dado que la actividad biológica y la micorrización son más elevadas y
contrarrestan la deficiencia de nutrientes.
Agua
Los índices de filtración de nitrato por hectárea son muy inferiores en la agricultura orgá-
nica en comparación con los sistemas convencionales.
Aire
La agricultura orgánica permite que los ecosistemas se adapten mejor a los efectos de los
cambios climáticos y posee un potencial mayor para reducir las emisiones de gas inverna-
dero.
Energía
La agricultura orgánica se desempeña mejor que la convencional en una escala por hectá-
rea, tanto con relación al consumo directo de energía (combustible y petróleo) como y al
indirecto (fertilizantes y plaguicidas sintéticos).
Biodiversidad
Se demostró que aumentan todos los recursos genéticos agrícolas, que comprenden tam-
bién insectos y microorganismos, cuando se cultiva la tierra con el sistema orgánico.
Servicios ecológicos
La agricultura orgánica ofrece recursos alimenticios y abrigo para artrópodos y pájaros be-
neficiosos, contribuyendo de esta manera al control natural de las plagas.
La agricultura orgánica contribuye con la conservación y supervivencia de los agentes poli-
nizadores, gracias a la prohibición de los plaguicidas y de los herbicidas químico sintéticos,
y al mejorar la diversidad del ecosistema.
Paisaje
El sistema de agricultura orgánica crea una diversidad de paisajes que contribuyen con la
diversidad funcional y con los valores estéticos.
Como evaluación final, se puede decir que el buen manejo de la agricultura orgánica origi-
na condiciones ambientales más favorables a todo nivel. La agricultura orgánica contra-
rresta el agotamiento de los recursos (suelo, agua, energía, nutrientes), contribuye de ma-
nera positiva a los problemas relacionados con los cambios climáticos y con la desertiza-
ción y puede colaborar para mantener y mejorar la biodiversidad en una escala global.