Está en la página 1de 34

UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA LA

MOLINA

ESCUELA DE POSGRADO

MAESTRIA EN ENTOMOLOGÍA

“RECONOCIMIENTO DE HONGOS ENTOMPATÓGENOS DE


IMPORTANCIA EN EL CONTROL BIOLÓGICO”

INFORME DE PRÁCTICAS
CONTROL BIOLÓGICO APLICADO

INTEGRANTES: Adolfo Yeyson Rivas Giraldo


Carlos Rojas Vidaurre
Engel Stuart Trigueros Marticonera
Italo Nestor Vergani Boza
Jonathan Iván Vidal Tipian

LIMA - PERÚ

2020
1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad la producción de alimentos enfrenta el reto de mantener un alto nivel de


calidad, considerando aspectos de inocuidad alimentaria y sistemas de producción con
retribución más justa para los productores (García y González, 2010).

El manejo de insectos plaga generalmente se ha realizado por medio de agentes


plaguicidas químicos sintéticos tales como los clorados, organofosforados y piretroides,
los cuales fueron exitosos en el control de plagas en sus inicios, minimizando las
pérdidas de las cosechas. Sin embargo, como consecuencia de su uso inadecuado e
indiscriminado, pronto aparecieron problemas de resistencia de los insectos hacia estos
productos, así como un rápido crecimiento de las poblaciones de plagas secundarias y
alteraciones ecológicas, causando efectos indeseables en el medio ambiente y en la
salud del ser humano (González-Castillo, Aguilar & Rodríguez-Herrera, 2012).

Con el fin de minimizar estas consecuencias desfavorables, se ha propuesto disminuir el


uso de los plaguicidas convencionales y desarrollar nuevas estrategias para un Manejo
Integrado de Plagas (MIP), principalmente por medio del control biológico siendo este
un método de control de plagas más racional y respetuoso con el medio ambiente y
acordes con la filosofía de “desarrollo sustentable” (Badii y Abreu, 2006).

Dentro de las estrategias utilizadas en el MIP, destaca el uso de hongos


entomopatógenos, los cuales son un amplio grupo de microorganismos que proveen
múltiples servicios a los sistemas agroecológicos, entre esos está la capacidad de regular
las plagas para mantenerlas en niveles adecuados.

Meyling y Eilenberg (2007), afirman que para su utilización como control biológico es
necesario prácticas agrícolas en donde se manipule el ambiente para beneficiar las
poblaciones de entomopatógenos, donde el conocimiento de los aspectos ecológicos del
hongo es necesario, tales como la humedad relativa, temperatura, patogenicidad,
virulencia y hospederos a los que infecta activamente. Lacey et al. (2001), afirma que
entre los aspectos básicos se encuentran el aislamiento del hongo, cultivo, pruebas
biológicas y predicción de los efectos sobre las poblaciones de plagas en el medio
ambiente, así como un desempeño predecible sobre cambios de las condiciones
medioambientales y una mayor eficiencia de producción. Los entomopatógenos
naturales son factores reguladores importantes en las poblaciones de insectos. Muchas
especies se emplean como agentes de control biológico de plagas de insectos en cultivos
en hileras e invernaderos, huertos, plantas ornamentales, pastizales, césped y césped,
productos almacenados y silvicultura y para la reducción de plagas e insectos vectores
de importancia veterinaria y médica. La comparación de entomopatógenos con
plaguicidas químicos convencionales suele realizarse únicamente desde la perspectiva
de su eficacia y coste. Además de la eficacia, las ventajas del uso de agentes de control
microbiano son numerosas. Estos incluyen la seguridad para los humanos y otros
organismos no objetivo, la reducción de residuos de pesticidas en los alimentos, la
preservación de otros enemigos naturales y el aumento de la biodiversidad en los
ecosistemas administrados. Como ocurre con los depredadores y parasitoides.

El empleo de hongos entomopatógenos en el campo comenzó a fines del siglo XIX, sin
embargo, en Brasil fue a partir de 1964, después de la aparición epizoótica de
Metarhizium anisolpliae sobre Cercópidos de la caña de azúcar es que adquirió
importancia su estudio por parte de los investigadores. Se ha aplicado este
entomopatógeno hasta en 100.000 ha/año de caña de azúcar para el control de
Mahanarva posticata (Lecuona, 1996). Es variable la dosis de hongo entomopatógeno
utilizado para el control del salivazo en pastizales (Alves, 1986) recomienda una dosis
mínima de 5 x 1012 conidios/ha, mientras que Gómez (2002) recomienda que la primera
aplicación sea de 1.5 x 1012 conidios/ha y las siguientes aplicaciones de 0.625 x 10 12 y
efectuar 2 a 3 apliaciones/año. En Costa Rica se aplica Metarhizium en el cultivo de
caña de azúcar para el control del salivazo (Aeneolamia spp. y Prosapia spp.) con dosis
de 2.5 a 5 x 1012 conidios/ha (Carballo y Falguni, 2004; DIECA, 2004).

2. OBJETIVOS

Identificar los diversos géneros de hongos entomopatógenos de importancia en el


control biológico:

- Reconocer a los principales géneros de hongos entomopatógenos, según su


taxonomía y plaga a controlar.
- Identificar las características macroscópicas y microscópicas de cada género.
- Describir los sistemas de producción en laboratorio y técnicas de aplicación en
campo.
3. METODOLOGÍA

El siguiente trabajo ha sido desarrollado en base a consultas bibliográficas de diversas


fuentes entre las que destacan artículos científicos, libros, tesis de maestría y tesis
doctorales ubicadas en repositorios virtuales de diversas revistas académicas y
universidades. Se procuró que los artículos consultados sean parte de revistas indizadas
y que los libros contaran con registro internacional.

A continuación se describe de la metodología empleada

3.1. Beauveria bassiana

3.1.1. Concepto
Es un hongo entomopatógeno que pertenece a la clase Deuteromycetos, al orden
Moniliales, y a la familia Moniliaceae; de acuerdo a la morfología de la estructura
reproductora (conidial), y de esta manera entra en la clasificación de los hongos
superiores (hongos imperfectos) y comúnmente se encuentra parasitando un alto número
de especies de insectos (Espinoza y Vallejos, 2016).

3.1.2. Características
Es un entomopatógeno imperfecto con hifas septadas, contienen las estructuras
reproductivas denominadas conidióforos sobre las cuales se desarrollan conidias.
Beauveria bassiana ramifica su micelio para formar conidióforos que son simples e
irregulares que terminan en vértices en forma de racimos, la base de la célula
conidiogena es globosa o abultada presentando un adelgazamiento en el área donde se
insertan los conidios, los cuales son globosos de 2.0 µm, los esterigmas son curvados en
forma irregular o dispuestos en forma de zig – zag (Castillo et al., 2012).

Figura 1: Estructuras morfológicas de Beauveria bassiana. Fuente: Dulce, 2011.


En medio de cultivo específico (PDA “papa dextrosa agar”), crece formando una
estructura algodonosa y polvosa de color blanco conocida como muscardina blanca, ya
que el micelio y los conidios cubren el cuerpo o los espacios articulares con una capa de
color blanco. Cuando la colonia va envejeciendo se vuelve crema amarillenta. El revés
es de color rojizo en el centro cuando está en crecimiento y amarillo alrededor. En
cuanto a su descripción microscópica, Beauveria bassiana posee un micelio septado,
conidióforos entre 1 a 2 micras de diámetro, de donde nacen conidios o esporas hialinas
redondas y ovaladas entre 2 a 3 micras de diámetro, que se insertan en el raquis (Tafoya,
1999).

Figura 2: Beauveria bassiana en placa Petri Fuente: Abreu, 2002.

3.1.3. Mecanismo de acción


Beauveria bassiana, antes de matar a su hospedero le causa síntomas importantes como
son: pérdida de sensibilidad, falta de coordinación, letargo, inapetencia, melanización y
parálisis. Con la muerte del insecto, el beneficio se incrementa pues la esporulación y
posterior dispersión del hongo, permite un control más allá de la aplicación (Malpartida
et al., 2013).

Por otro lado, el Instituto para la Innovación Tecnológica en Agricultura (2020),


menciona que el mecanismo de acción de Beauveria bassiana comprende ocho etapas:

a) Adhesión: El primer contacto entre Beauveria bassiana y el insecto sucede cuando


la espora (conidio) es depositada en la superficie del insecto.
b) Germinación: El conidio inicia el desarrollo de su tubo germinativo y un órgano
sujetador (llamado apresorio), que le permite fijarse a la superficie del insecto. Para
una germinación adecuada se requiere una humedad relativa del 92 % y temperatura
de entre 23 a 25 °C.
c) Penetración: Después de la fijación mediante mecanismos físicos (acción de presión
sobre la superficie de contacto) y químicos (acción de enzimas: proteasas, lipasas y
quitinasas), el hongo ingresa en el insecto a través de las partes blandas.
d) Producción de toxinas: Dentro del insecto, el hongo ramifica sus estructuras y
coloniza las cavidades de hospedante. Produce la toxina llamada Beauvericina que
ayuda a romper el sistema inmunológico del patógeno, lo que facilita la invasión del
hongo a todos los tejidos. Otras toxinas que secreta son beauvericina, beauverolides,
bassianolide, isarolides, ácido oxálico y los pigmentos tenellina y bassianina que han
mostrado cierta actividad insecticida. El propósito de las toxinas es evitar el ataque a
las estructuras invasivas del hongo.
e) Muerte del insecto: Muerte del patógeno y marca fin de la fase parasítica, dando así
inicio a la fase saprofítica.
f) Multiplicación y crecimiento: Después de la muerte del insecto, el hongo multiplica
sus unidades infectivas (hifas) y estas de manera simultánea crecen, terminando por
invadir todos los tejidos del insecto y haciéndose resistente a la descomposición,
aparentemente por los antibióticos segregados por el hongo. Después de la completa
invasión, el desarrollo posterior del hongo sobre el insecto depende de la humedad
relativa, y en caso de no contar con las condiciones idóneas el insecto permanece con
apariencia de momia.

Figura 3: Multiplicación de B. bassiana en arroz esterilizado como sustrato. Fuente

3.1.4. Sistemas de producción


a) Multiplicación sobre sustrato de arroz

La reproducción del hongo para preparar formulaciones, se hace mediante el método de


producción semi-industrial, utilizando arroz entero como sustrato. Para la multiplicación
del hongo se necesita como sustrato de cultivo un cereal como el arroz. El hongo posee
crecimiento de color blanco característico. Al cabo de 15 días, se realiza la extracción
de esporas del hongo que se encuentran en el arroz, utilizando agua con pH adecuado,
ajustando una concentración de 1 x 108 esporas por ml. de suspensión, la que debe ser
diluida en agua limpia, para la aplicación a campo (Chiriboga et al., 2015).

Figura 4: Multiplicación de B. bassiana en arroz. Fuente: Chiriboga et al., 2015.

b) Reactivación y multiplicación sobre insectos


Se seleccionan insectos activos, que se encuentren vivos al momento de ser
recolectados, no importa si mueren cuando llegan al laboratorio. Desinfectar los
insectos con hipoclorito de sodio al 0,5%. Los insectos se sumergen dependiendo de la
especie entre 2 a 10 minutos. Se retira el exceso de hipoclorito sobre una toalla de papel
estéril; se procede a lavar tres veces en agua destilada estéril y se retira el exceso en
toalla de papel estéril. La infección de los insectos se realiza por inmersión durante dos
minutos en 10 ml de suspensión de esporas de Beauveria bassiana. Sin retirar el exceso,
se colocan los insectos en una placa de Petri dentro de una cámara húmeda, a la cual se
le debe hacer controles diarios para mantener la humedad (Chiriboga et al., 2015).

Figura 5: Reactivación y multiplicación de B. bassiana en insectos. Fuente: Chiriboga et al., 2015.

Después de 10 a 15 días, el hongo se ha desarrollado por completo, se toman los


insectos con una pinza y se realiza una desinfección en una solución de hipoclorito de
sodio al 5% por un minuto. Sin lavar, se pasan a una toalla de papel para retirar el
exceso de hipoclorito. Finalmente los insectos colonizados y desinfectados, se pasan a
cajas o tubos inclinados con agar PDA y se realiza la conservación de la cepa. Esta cepa
servirá para futuras masificaciones (Chiriboga et al., 2015).

3.1.5. Técnica de aplicación

a) Presentación del producto y su aplicación

 Bolsa x 800 gramos en sustrato arroz.

Gómez (2014), describe lo siguiente:

Composición:
Concentración de ingrediente activo: 4.6 x 1010 conidias/gramo
Porcentaje de geminación: 100% a las 18 horas
Porcentaje de pureza: 100%

Plagas a las que controla


“Broca del café”, (Hypothenemus hampei) “gorgojo negro del plátano”, (Cosmopolites
sordidus), “gorgojo rayado del plátano” (Metamasius hemipterus), “polillas de la col”
(Plutella xylostella, Diaphania hyalinata), “pulgones”, (Myzus persicae), “picudo del
algodón” (Anthonomus vestitus), “gallinita ciega” (Anomala sp.) “Trips” “arañita roja”

Figura 6: Beauveria bassiana sobre Hyphotenemus hampei. Fuente: Góngora et al., 2009.
Figura 7: Beauveria bassiana sobre Cosmopolites sordidus. Fuente: Carballo., 2001.

Figura 8: Reactivación y multiplicación de B. bassiana en insectos. Fuente: Chiriboga et al., 2015.

Dosis y frecuencia de aplicación


Aplicar entre 2 (infestaciones leves) a 4 bolsas (infestaciones severas) por 200 litros de
agua, con un número de aplicaciones entre 3 a 4 por campaña de cultivo.

Recomendaciones para su aplicación


 Evaluar el nivel de infestación de la población de la plaga en el cultivo, antes de la
aplicación. La programación de aplicación no debe de coincidir con aplicaciones de
fungicidas o azufrados.
 Utilizar agua potable, de río o de pozo (las aguas turbias, de río o de pozo, se deben
dejar reposar por lo menos 30 minutos antes de utilizarla).
 Preparar el agua para la aplicación. Medir la dureza y acidez del agua, si los valores
sobrepasan a 150 ppm y pH 7 respectivamente utilizar ablandadores para disminuir
la dureza y por consiguiente el pH.
 Se puede emplear aceite agrícola en la preparación de la solución, este tiene como
función encapsular las conidias del hongo, protegiéndolas de la desecación.
 Para obtener mejores resultados, la aplicación debe hacerse en horas de la tarde
cuando la radiación solar no es muy fuerte.
 Los equipos de aplicación deberán ser nuevos o limpios, libres de residuos químicos,
los cuales inhiben la viabilidad de las conidias. Tener especial cuidado en la limpieza
del equipo cuando anteriormente se ha utilizado para la aplicación de funguicidas.
 Al ser un insecticida de contacto, se debe asegurar que cubra de forma homogénea la
planta, sobre todo en las partes donde está la plaga. Se recomiendan boquillas de alta
presión para que se forme una niebla y gotas finas. El mejor momento de aplicación
es al inicio de la infestación.
 Realizar una segunda aplicación a los 5 ó 15 días después de la primera aplicación,
es recomendable realizar de 3 a 4 aplicaciones, determinando los intervalos de
aplicación de acuerdo a las evaluaciones, así como a la biología de la plaga a tratar.

Figura 9: Aplicación de Beauveria bassiana. Fuente: Gómez, 2014.

b) Beauveria bassiana en formulación gránulos dispersable


Farmagro (2020), describe lo siguiente acerca de su producto comercial Agronova WG,
que contiene Beauveria bassiana:

Composición
Agronova WG (Beauveria bassiana), cada gramo contiene 2.5 x 1010 (25 mil millones)
de Conidiosporas.

Dosis y frecuencia de aplicación


Aplicar una dosis de 200 gramos en 200 litros de agua, con una frecuencia de aplicación
de cada 10 días.

Recomendaciones para su aplicación


 Se debe remojar durante 10 minutos en una pequeña cantidad de agua (20 g / litro de
agua). Después agite vigorosamente la mezcla y complete el volumen de agua a
emplear en la aplicación. Después de realizar la mezcla con agua se debe aplicar el
producto inmediatamente.

3.2. Metarhizium anisopliae

3.2.1. Conceptos

El género Metarhizium fue descrito inicialmente por Sorokin (1883) infectando larvas
de Anisoplia austriaca, este hongo se encuentra en la naturaleza, en rastrojos de cultivos,
estiércol, en el suelo, las plantas, etc., logra buen desarrollo en lugares frescos, húmedos
y con poco sol, constituyen el grupo de mayor importancia en el control biológico de
insectos plaga, principalmente en los chupadores o succionadores ya que estos no
pueden ingerir patógenos que infectan a través del tracto digestivo (Hajek y Leger,
1994). M. anisopliae ataca naturalmente más de 300 especies de insectos de diversos
órdenes. Entre las plagas afectadas por este hongo se encuentra el salivazo de la caña de
azúcar (Aeneolamia varia), y chinches plagas de diversos cultivos. Los insectos muertos
por este hongo son cubiertos completamente por el micelio, el cual inicialmente es de
color blanco pero se torna verde cuando el hongo esporula (Sandino, 2003). Debido a
las características de la especie y/o de la cepa, ámbito de hospedantes, patogenicidad,
virulencia y condiciones ambientales, existen cepas específicas utilizadas para el control
de diferentes plagas.

3.2.2. Características

En general los hongos entomopatógenos desarrollan las siguientes fases sobre su


hospedante: germinación, formación de apresorios, formación de estructuras de
penetración, colonización y reproducción.

El proceso se inicia cuando la espora o conidia se adhiere a la cutícula del insecto, luego
desarrolla un tubo germinativo y un apresorio, con éste se fija en la cutícula y con el
tubo germinativo o haustorio (hifa de penetración) se da la penetración al interior del
cuerpo del insecto. La germinación ocurre aproximadamente a las 12 horas post-
inoculación y la formación de apresorios se presenta de 12 a 18 horas post-inoculación
(Vicentini y Magalhaes, 1996). En la penetración participa un mecanismo físico y uno
químico, el primero consiste en la presión ejercida por la estructura de penetración, la
cual rompe las áreas esclerosadas y membranosas de la cutícula. El mecanismo químico
consiste en la acción enzimática, principalmente proteasas, lipasas y quitinasas, las
cuales causan descomposición del tejido en la zona de penetración, lo que facilita el
ingreso del hongo. Después de la penetración, la hifa se ensancha y ramifica dentro del
tejido del insecto, colonizando completamente la cavidad del cuerpo del insecto, esto
sucede en 3 ó 4 días después de la inoculación.

A partir de la colonización se forman pequeñas colonias y estructuras del hongo, lo que


corresponde a la fase final de la enfermedad del insecto, ocurre 4 ó 5 días después de la
inoculación (Hajek y Leger, 1994).

Otra forma mediante la cual el hongo puede causar la muerte del insecto, es mediante la
producción de toxinas. Los hongos entomopatógenos tienen la capacidad de sintetizar
toxinas que son utilizadas en el ciclo de la relación patógeno-hospedante. Entre estas
toxinas se han encontrado dextruxinas, demetildextruxina y protodextruxina, las cuales
son sustancias de baja toxicidad, pero de mucha actividad tóxica sobre insectos, ácaros
y nematodos (Sandino, 2003). Las destruxinas afectan varios organelos tales como
mitocondria, retículo endoplásmico y membrana nuclear, paralizando las células y
causando disfunción del intestino, túbulos de Malpighi, hemocitos y tejido muscular. La
esporulación ocurre en 2 a 3 días, dependiendo de las condiciones de temperatura y
humedad relativa del ambiente.

La infección por el entomopatógeno puede ser afectada principalmente por la baja


humedad relativa y por la falta de habilidad para utilizar los nutrientes disponibles sobre
la superficie de la cutícula ó por la falta de factores necesarios para el reconocimiento
de un hospedero susceptible o sitio de infección penetrable. El reconocimiento de un
hospedero susceptible involucra signos químicos y topograficos. También puede
fracasar la invasión del hongo por la presencia de compuestos inhibitorios tales como
fenoles, quinonas y lípidos en la superficie de la cutícula (Hajeck y Leger, 1994).

Los síntomas que causan los entomopatógenos son variables: las ninfas disminuyen sus
movimientos, disminuyen la producción de espuma y pueden abandonar los lugares de
ataque. Los adultos infectados presentan movimientos lentos, no se alimentan, reducen
su radio de vuelo y las hembras no ovipositan. Pueden morir en lugares distantes de
donde fueron contaminados. El ciclo total de la enfermedad es de 8 a 10 días. Después
de la muerte, los individuos presentan un crecimiento micelial blanco seguido por la
típica esporulación verde. En algunas ocasiones no se presenta la esporulación sobre el
tegumento, solamente se ve la presencia de micelio y se debe a condiciones inadecuadas
de humedad durante el proceso de esporulación (Lecuona, 1996).

3.2.2.1. Características macroscópicas


 Colonia: Pegada al medio, completamente redonda, de colores oliváceo,
amarillento, verdoso, marrón oscuro, dependiendo del aislamiento, revés
incoloro a marrón, a veces verdoso citrino.

Figura 10. Colonia de Metarhizium. anisopliae

3.2.2.2. Características microscópicas


 Conidióforo: nace del micelio y es irregularmente ramificado con dos a tres
ramas en cada septa. De 4 a 14µ de longitud x 1.5 a 2.5 de diámetro.
 Fiálides: cilíndricos en forma de clava, adelgazados en el ápice. Miden 6 a 13µ
de longitud y 2 a 4µ de diámetro.
 Conidias: unicelulares, cilíndricas y truncadas, formadas en cadenas muy largas,
hialinas a verde oliváceo. Miden 3.5 a 9µ de longitud x 1.5 a 3.5µ de diámetro.

Figura 11. Estructura de Metarhizium anisopliae. Fuente: SCB SENASA.


3.2.3. Mecanismo de acción

Según Carruthers y Hural (1990); Haraprasad et al. (2001); Chamley y Collins (2007),
los hongos entomopatógenos, a diferencia de otros agentes entomopatógenos, tienen
mecanismos de invasión únicos, hecho reafirmado por Charnley (1997); Jeffs et al.
(1997) y Kershaw y Talbot (1998), referenciando que no necesitan ser ingeridos por el
insecto para controlarlo sino que lo infectan por contacto y adhesión de las esporas a
partes de su cuerpo (partes bucales, membranas intersegmentales o espiráculos, entre
otros). Es así como lo enuncia Hajek (1997); Deshpande (1999); Milner (2000); Asaff et
al. (2002) y Barranco Florido et al. (2002), que inician su proceso infectivo y asociación
patógeno-hospedero formando los túbulos germinales y a veces el apresorio (que sirve
para el anclaje de la espora) con los cuales ejerce una presión hacia el interior del
insecto facilitando la invasión del hongo. En síntesis según Alean Carreño (2003), el
mecanismo de acción se divide en tres fases: (1) adhesión y germinación de la espora a
la cutícula del insecto, (2) penetración en el hemocele y (3) desarrollo del hongo. Lo
cual generalmente resulta en la muerte del insecto.

Esta facilidad de infestación se debe a las características tanto físicas y químicas que
tienen los insectos como lo referencian Hegedus y Khachatourians (1995) y
Khachatourians (1996), que son los carbohidratos presentes en las proteínas cuticulares
que permiten que la germinación mediada por mensajeros se acelere, así como la
cubierta mucilaginosa que contribuye a la hidratación de la espora y que además
funciona como protector ante la presencia de polifenoles tóxicos y enzimas secretadas
por el sistema inmune del insecto.

Cabe destacar que durante la penetración del hongo desde la cutícula del insecto hasta el
haemocele, la hifa queda inmersa en proteínas, quitina, lípidos, melanina, difenoles y
carbohidratos; algunos de ellos son nutrimentos pero otros pueden inhibir su
crecimiento, ya que el insecto activa su sistema inmune a través de procesos como la
melanización, fagocitosis, nodulación y encapsulamiento (St. Leger y Roberts, 1997).
Sin embargo, los hongos desarrollan una serie de actividades que les permiten evitar
este tipo de defensas, tales como cambios en la pared celular y producción de sustancias
inmunomodulatorias o toxinas fúngicas (Khachatourians, 1991).

Los procesos consta de:


 Adhesión de la conidia a la cutícula del insecto.
 Germinación de la conidia
 Penetración del integumento
 Multiplicación del hongo en el hemocele
 Producción de toxinas
 Muerte del insecto
 Colonización
 Emergencia
 Esporulación
 Diseminación

Figura 12. Mecanismo de acción de Metarhizium anisopliae. Fuente: SCB SENASA.

a) Sintomatología
Los insectos enfermos presentan cambios de conducta, entre ellos cese de la
alimentación, perdida de coordinación, movilización a partes altas de la planta en que se
encuentran o movilización hacia la superficie del suelo en caso de insectos del suelo y
síntomas como cambio de coloración del tegumento o manchas en la piel. Después de
morir, permanecen como cadáveres presentando los signos característicos como son
crecimiento del hongo en las zonas intersegmentales del insecto y una coloración verde
por efecto de la esporulación.
Figura 13. M. anisopliae en Anómala sp. Figura 14. M. anisopliae en Cosmopolites
sordisus

3.2.4. Sistemas de producción

3.2.4.1. Aislamiento

Es la obtención del hongo a partir de insectos infectados, o medios artificiales como


PDA (tubos de ensayo o placas de Petri), o conservados en Silica Gel. A partir del
aislamiento del hongo se procede a su inoculación en un medio de cultivo para la
obtención de cultivos puros. El aislamiento del hongo es el paso inicial del proceso de
producción, por lo que se debe estar seguro de haber aislado el hongo correspondiente a
nuestra producción, así como estar libres de contaminantes y tener un buen desarrollo.

Figura 15. M. anisopliae en cadáveres de insectos

3.2.4.2. Obtención de cepario de conservación

En el laboratorio, se debe mantener un cepario de conservación y otro de producción.


Las cepas o aislamientos procedentes de monocultivos, se conservan en viales o tubos
con PDA o PZA a 5 a 9 ºC: Otra modalidad de conservación de cepas es en sìlica Gel
(color anaranjado) se fechan, anotándose el código del aislamiento.

Figura 16. M. anisopliae en cepario de conservación.

3.2.4.3. Obtención de cepario de producción

Los tubos de cultivo destinados al “cepario de producción o trabajo” se obtienen del


cepario de conservación, estas deben tener un buen desarrollo y estar bien esporulados.
El pase de la cepa a partir de éste, se considera un segundo pase y si a éste a su vez se le
da un tercer pase, se deberá reactivar la cepa nuevamente o se tomarán tubos del cepario
de conservación.

Figura 17. M. anisopliae en cepario de producción.


3.2.4.4. Fermentación en medio líquido

Los medios líquidos utilizados para la producción masiva, varían de acuerdo a la


especie de hongo entomopatógeno que se va a producir, el más común es el PD, PG
(Papa Dextrosa, Papa Glucosa), CA (Caldo de Arroz) para Pochonia. Estos medios
pueden prepararse en frascos erlenmeyer o matraces a razón de 700 ml por frasco de
1000 ml, se cubren con papel aluminio y se esteriliza a 121 ºC y 15 lbs (1 atm) de
presión por 20 minutos.

Figura 18. Fermentación líquida de Metarhizium anisopliae. Fuente: SCB SENASA.

3.2.4.5. Producción en sustrato sólido

La preparación del sustrato para la producción en sustrato sólido es diferente para las
especies:

Metarhizium anisopliae: 800 g de arroz y 200 ml de agua.

Una vez llenadas las bolsas de polipropileno, se engrapan los extremos de la bolsa
previo doblez de la bolsa y se esteriliza en autoclave: 121 ªC, 15 Lb de presión (1
Atmosfera), por 30 minutos, El tiempo de esterilización esta en relación conforme
aumente la cantidad de bolsas (hasta 45 min con el autoclave convencional).

Precaución: Esperar que la presión baje a cero “ 0” antes de abrir el autoclave.

En un ambiente previamente esterilizado con luz UV por 1 hora, colocar las bolsas
sobre una mesa desinfectada, resistente al calor y con ayuda de guantes de cuero
resistentes al calor, se procede a descompactar el arroz, para que no se formen grumos.
Las bolsas se dejan enfriar y antes de continuar con el paso siguiente de la inoculación
del sustrato se debe esterilizar, nuevamente, el ambiente donde se dejaron enfriar las
bolsas. (Emplear lámparas de luz ultravioleta durante 1 hora, desconectar, e ingresar a
partir de 30 minutos aproximadamente).

Figura 19. Producción de Metarhizium anisopliae en sustrato sólido.

3.2.4.6. Secado

Con la finalidad de secar el producto, se abren las bolsas por el centro, con lo que se
consigue bajar la humedad a 30 – a 35%. Otra opción más favorable para disminuir la
humedad hasta 15%, es vaciar el sustrato a plásticos de polietileno o bandejas
desinfectadas con alcohol, encendiendo el aire acondicionado o utilizando
deshumedecedores.

Figura 20. Secado de Metarhizium anisopliae en sustrato sólido.


3.2.4.7. Cosecha

El producto final es cosechado en bolsas, pesado a 800 g y sellado. El rendimiento de


esporas por kilo está en función a la especie producida, pudiendo llegar a obtenerse
concentraciones de 4x1013 a 1x1014con/k (B. bassiana)

Para la cosecha utilizar vestuario de bioseguridad, (careta de cara completa, mameluco


cuerpo completo descartable o lavable)

Conservación del hongo entomopatógeno o producto final

En ambientes provistos de temperatura de 5 ºC, el producto final conserva inalterables


sus características por más tiempo. Y en temperaturas de 16 – 20ºC por 3 meses.

Figura 21. Secado de Metarhizium anisopliae en sustrato sólido.

3.2.5. Técnicas de aplicación


Antes de la aplicación de Metarhizium, es recomendable hacer un monitoreo
poblacional de la plaga presente en el cultivo y aplicar cuando se sobrepase el umbral
definido para la plaga a controlar. Para las aplicaciones posteriores se debe continuar
con los muestreos del nivel poblacional y del daño. Se debe utilizar la dosis
recomendada como más efectiva haciendo una buena cobertura con el producto,
dirigiéndola al estrato de la planta donde la plaga está causando el daño.

Se debe utilizar la dosis recomendada como más efectiva haciendo una buena cobertura
con el producto, dirigiéndola al estrato de la planta donde la plaga está causando el
daño. Las aplicaciones se deben realizar en el momento del día con menos incidencia de
radiación y usando coadyuvantes. Para la aplicación, se pueden utilizar equipos
convencionales o bien equipos de bajo o ultrabajo volumen y esto va a depender de la
plaga y de las recomendaciones específicas para el producto. Otra forma de aplicar el
producto es utilizando trampas atrayentes impregnadas con el hongo como las utilizadas
para el picudo rayado (Metamazius hemipterus) en caña de azúcar.
Figura 22. Aplicación de Metarhizium anisopliae en campo.

3.3. Lecanicillium lecanii (Zare & Gams) Cepa CCB-LE524


3.3.1. Características generales

El hongo L. lecanii. es uno de los hiperparásitos más comunes de la roya del café
(Hemileia vastatrix Berk et Br.), una de las principales enfermedades en el cultivo de
café. L. lecanii se presenta en los cafetales en forma natural siendo un buen candidato
para el control biológico de la roya. (Leguizamón et al. 1989, Monzón 1992).

Lecanicillium lecanii, es un hongo que infecta a una serie de plagas como insectos de
hábito chupador y raspador como: Thrips, mosca blanca, pulgones, araña roja, ácaros, se
ha aislado este hongo de diferentes plagas y cultivos en diversos lugares, (Gómez,
1999).

L. lecanii, es un hongo que se encuentra en diversos ambientes, las temperaturas


presentes en los agro ecosistemas varían de 10 a 40 °C, los cuales no afectan a los
hongos entomopatógenos, para iniciar el proceso de infección, se requiere que las
conidias se pongan en contacto con las hojas infectadas con la roya, lo cual se obtiene
con una buena aplicación. Las conidias del hongo se conservan en el suelo por tiempos
variables, pudiendo permanecer en la materia orgánica.
Figura 23. Lecanicillium lecanii en medio de cultivo.

3.2.2. Mecanismo de acción


La roya del café se manifiesta como lesiones pulverulentas de color amarillo, naranja o
ladrillo, en el envés de las hojas. L. lecanii actúa por contacto debido a que tiene la
capacidad de degradar las paredes de las uredosporas de la roya mediante una serie de
enzimas que produce, provocando su deformación

L. lecanii, causa infección en cualquier estadio de desarrollo del insecto a través del
integumento, Las conidias al entrar en contacto con el integumento inician el proceso de
infección, produciendo enzimas que destruyen la pared celular, permitiendo que el
hongo penetre llegando al hemocele, donde se reproducen, invadiendo todo el interior
del insecto hasta su muerte. Este hongo cubre con un micelio de color blanco a sus
hospederos, rodeándolo como con un halo, de allí que se le conoce con el nombre de
“hongo blanco de la corona”.

Para iniciar el proceso de infección en el insecto se requiere que las conidias se pongan
en contacto con el insecto lo cual se obtiene con una buena aplicación, pero para la
esporulación sobre el cadáver del insecto se requiere que la humedad relativa sea
superior al 80%. Los entomopatógenos se conservan en el suelo por tiempos variables,
pudiendo permanecer en el cadáver del insecto hasta encontrar un nuevo hospedero.
(Ignoffo, 1992). No se desarrolla a las temperaturas normales de los mamíferos
(Lecuona, 1995).

Las conidias del hongo L. lecanii, germinan cuando entran en contacto con la cutícula
del insecto plaga. El micelio penetra al interior del cuerpo del insecto a través del
integumento y crece en la hemolinfa, causándole la muerte. La esporulación del hongo
sobre el insecto muerto se observa primero sobre las patas, las antenas y finalmente
cubre toda la superficie del cuerpo, lo cual permite la diseminación de las conidias del
hongo.

L. lecanii, es útil para el control de insectos de habito chupador y raspador como Trips,
Áfidos, Mosca Blanca, Palomilla (Dysmicoccus spp.) en Café, Piña, Plátano, Banano,
Yuca y Caña, Orthezydos en Cítricos, Ácaros., incluyendo la garrapata del
ganado, Boophilus microplus. y Colémbolos.

Lecanicilium lecanii es un excelente parásito de Royas (Puccinia, Hemileia, Uromvces)


y mildius polvosos que atacan diferentes cultivos. En el control de Royas  L.
lecanii, cumple la acción Biofungicida, se basa en la disminución de la germinación de
las uredosporas e igualmente afecta su período de incubación.

Las conidias del hongo Lecanicillium lecanii al caer al suelo y lograr profundizar,


ejercen efecto parasito sobre huevos de nematodos.

Figura 23. Trips, infectado con L. lecanii. Fuente: SENASA

Figura 24. Roya del cafeto parasitado con L. lecanii. Fuente: SENASA

3.3.3. Sistemas de producción

La producción de L. lecanii se realiza en varias fases, que van desde la obtención del
cultivo puro hasta la formulación del producto. El proceso consta de dos etapas, cepario
y producción masiva.

Cepario: La etapa de cepario comprende:

 Aislamiento del hongo


 Obtención del cultivo puro
 Obtención de nuevas cepas
 Mantenimiento
 Reactivación
 Conservación de cepas.
 Control de calidad

Producción: La etapa de producción comprende:

 Preparación de medio líquido


 Inoculación e incubación de medio líquido
 Preparación del sustrato
 Inoculación e incubación del sustrato
 Proceso de secado
 Conservación
 Control de calidad

3.3.3.1. Producción

La cepa se puede cultivar inicialmente en medio Agar–Dextrosa– Sabouraud + 0.1 % de


extracto de levadura (ADS+EL). Incubando durante 10 días a 25 ± 1 °C y fotoperíodo
de 12:12 h.

Se puede utilizar grano de sorgo, arroz entero y sus subproductos industriales, grano de
arroz quebrado ("granillo") y polvo de arroz ("pulido"), como medios nutritivos. Estos
materiales se colocan en bolsas de polipapel y se esterilizan en autoclave a 120 °C
durante 15 min. Posteriormente se realiza la inocularon con 10 mL de una suspensión de
1x106 conidios mL–1 de L. lecanii de cepas puras anteriormente aisladas y se incuban a
25 ± 1 °C y un fotoperíodo de 12:12 h.

A los 10 días se evalúa la producción y viabilidad de conidios. Para ello se toma 1 g del
sustrato y se suspendió en 10 mL de agua destilada estéril. El número de conidios se
calculó mediante un hematocitómetro y la concentración (esporas mL –1) (Cortez-
Madrigal, H. 2007). 

3.3.3.2. Almacenamiento

Debe ser conservado a medio ambiente en un lugar limpio, fresco y sombreado,


pudiendo permanecer hasta por un mes a 20 – 25 º C y hasta por tres meses a 16 º C,
después de recepcionados.

3.3.3.3. Presentación del producto


Bolsa x 800 gramos en sustrato arroz

 Concentración del ingrediente activo: 2 x 108 conidias/g


 Porcentaje de geminación: 100% a las 18 horas
 Porcentaje de pureza: 100%
 Plagas que controla:

Ingrediente cultivo plaga dosis N° de


activo aplicaciones
Lecanicillium café “Roya del café” 4 bolsas por 200 3a4
lecanii (Hemileia vastatrix) litros de agua
Lecanicillium Palto “Mosca blanca” 2 – 4 bolsas por 3 a4
lecanii Flores (Aleurodicus sp., 200 litros de agua
Hortalizas Paraleyrodes sp.,
Tomate Trialeurodes sp.)
Cebolla “Pulgones” (Myzus
persicae)
“Acaros” (Tetranychus
sp.)
“Trips” (Thrips sp.)

3.3.4. Técnicas de preparación y aplicación

Preparar el agua para la aplicación. Medir la dureza y acidez del agua, si los valores
sobrepasan a 150 ppm y pH 7 respectivamente utilizar ablandadores para disminuir la
dureza y por consiguiente el pH.

 Abrir la bolsa por un costado y agregar 100 ml de aceite agrícola vegetal


(coadyuvantes (humectante, dispersante), agregar aproximadamente un litro de
agua. Frotar con la mano para desprender las esporas de arroz.
 Verter el contenido de la bolsa en un recipiente (balde) con la ayuda de un
colador. Nuevamente colocar medio litro de agua en la bolsa y verter.
 Repetir este proceso hasta separar por completo las esporas de arroz.
Aproximadamente con 2.5 litros de agua, se logra separar las esporas del arroz.
 Colocar el caldo de entomopatógeno en una botella o balde y dejarlo a
temperatura ambiente, en un lugar sombreado por un periodo de 6 horas como
mínimo y 16 horas como máximo, tiempo suficiente para hidratar las esporas
secas de los hongos.
 Agitar la mezcla y verterla en el cilindro.
 Llenar el equipo de aspersión y seguir agitando cada vez que se repita esta
acción.
 Dirigir la aspersión en los lugares donde se encuentran los insectos.
 El arroz que queda después del lavado, echarlo debajo de los árboles, debido a
que aún conservan esporas adheridas, servirán para matar insectos que se
encuentran en el suelo.

3.4. Paecilomyces fumosoroseus (Isaria fumosorosea)

3.4.1. Conceptos
El Paecilomyces fumoroseus es una especie que se encuentra ampliamente distribuida
en las zonas tropicales, subtropicales y temperadas del mundo, posee un amplio rango
de hospederos por lo que resulta un microorganismo especialmente interesante para el
control microbiológico de plagas. Cabe destacar que recientemente ha sido trasladado al
género Isaria y denominada como Isaria fumosorosea. Por otro lado, a pesar de la
potencialidad presentada por esta especie, ha pasado relativamente desapercibida en la
literatura (Zimmermann, 2018).

El género Paecilomyces se caracteriza por tener especies que son parte de los mohos
ambientales comunes, omnipresentes en el suelo y los abonos, y a menudo se asocian
con la descomposición de los productos alimenticios. Aunque algunas especies de
Paecilomyces han sido implicadas como patógenos vegetales, animales y humanos, las
especies de Paecilomyces han mostrado un gran potencial de aplicación en la industria,
agricultura y medicina. Además, varias especies han sido consideradas como
importantes agentes de biocontrol, incluyendo Paecilomyces carneus, Paecilomyces
farinosus, Paecilomyces fumosoroseus, y Paecilomyces lilacinus. Estos hallazgos
sugieren que las especies de Paecilomyces son un recurso microbiano de alto valor, no
solo por su uso potencial, sino también por su capacidad para producir varias sustancias
bioactivas (Li et al, 2020).

A pesar que el rango de hospederos de Paecilomyces fumosoroseus es relativamente


amplio, no llega a ser tan diverso como en el caso de Beauveria Bassiana, aun así, es
una especie que debe ser considerada ya que amplía el repertorio de opciones en el
control microbiológico de plagas (Zimmermann, 2018).

3.4.2. Características

Por su morfología celular, el género Paecilomyces spp presenta hifas con ramificaciones
verticiladas o irregularmente ramificadas, hialinas y septadas muy parecidas a
Penicilium pero a diferencia de este en vez del color verdoso sus hifas son amarillosas,
“llevan en su parte terminal en cada rama grupos de fiálides, las cuales pueden ser
solitarias. Las fiálides constan de una porción basal cilíndrica o hinchada,
adelgazándose abruptamente a menudo para formar un cuello muy notorio. Los
conidióforos llevan cadenas de conidias; éstas son hialinas, unicelulares y de forma
ovoide” (Chan-Cupul, 2009).

Cabe mencionar que este género tiene dos subdivisiones Bien definidas, Paecilomyces e
Isarioidea. La subdivisión Paecilomyces se caracteriza por no ser entomopatógenos,
mientras que la división Isarioidea se caracterizada por ser entomopatógenos y
telómórficos. El hongo Paecilomyces fumosoroseus es un entomopatógeno de un amplio
rango de hospederos y distribución geográfica, ha sido aislado del suelo y de insectos de
diversas familias (Dos santos y Poso, 2003). Crece con micelio blanco, las conidias son
menores a 3.5 μm, el color de la colonia puede ser rosado-gris, rosado-oscuro, gris y el
reverso de la colonia cultivada in vitro es amarilla (Humber, 1998). Las infecciones
causadas por P. fumosoroseus se reconocen por el color rosado pálido (Bustillo, 2001).

3.4.3. Mecanismos de acción

“Los hongos entomopatógenos inician su proceso infectivo en los insectos hospederos


cuando las esporas viables son retenidas por contacto en la superficie cuticular del
insecto, mientras encuentran un espacio propicio para establecer la asociación patógeno-
hospedero y formar los túmulos germinales y el apresorio, que facilitarán la invasión del
hongo. Se ha sugerido que iones divalentes como el Ca+2 y el Mg+2 reducen las
fuerzas de repulsión electrostática de la superficie cuticular del insecto, por lo que
pueden afectar su hidrofobicidad y promover la adhesión pared celular fúngica-cutícula,
creando condiciones favorables para el establecimiento de la espora y la subsecuente
invasión del hospedero” (Pucheta et al, 2006).

La germinación de la espora se inicia con el hinchamiento de la misma, que es


favorecido por una humedad alta alrededor del 70% durante aproximadamente 14 horas.
La germinación es disparada por mensajeros que generalmente son carbohidratos
presentes en las proteínas cuticulares del insecto. La hidratación de la espora es
favorecida por la acción antidesecante de su cubierta mucilaginosa, que además
funciona como protector ante la presencia de polifenoles tóxicos y enzimas, secretadas
por sistema inmune del insecto (Pucheta et al., 2006).
Al germinar la espora da lugar a la formación de un tubo germinativo mediante el
proceso de polarización típico del crecimiento apical de los hongos produciendo un
apresorio (Tanada y Kaya 1993). El tubo germinativo rastrea y reconoce la superficie
del insecto para la localización de sitios receptores, habilitando a la hifa para la
penetración de la cutícula (Wessels, 1999). El apresorio sirve para el anclaje de la
espora y ejerce una presión hacia el interior del insecto. Paralelamente, el hongo excreta
una gran cantidad de enzimas entre las que se incluyen proteasas, quitinasas,
quitobiasas, lipasas, lipooxigenasas y otras enzimas hidrolíticas, que van degradando la
cutícula y proporcionan a su vez nutrientes al hongo (Monzón, 2001).

“Una vez dentro del insecto, el hongo prolifera formando cuerpos hifales secundarios,
que se ramifican en la procutícula conformada principalmente de fibrillas lameladas.
Posteriormente, los cuerpos hifales se encuentran con la capa epidérmica y con su
respectiva membrana basal y se diseminan a través del hemocele (Deshpande, 1999).
Así invaden diversas estructuras como tejidos musculares, cuerpos grasos, tubos de
Malpighi, mitocondrias, retículo endoplásmico y membrana nuclear agotando los
nutrientes debido al crecimiento del hongo de tal modo que el hospedero muere por
inanición, destrucción de órganos internos y liberación de toxinas. Finalmente, las hifas
penetran de adentro hacia fuera y emergen a la superficie iniciando la formación de
esporas cuando las condiciones ambientales son adecuadas” (Lozano-Contreras, 2007;
Gillespie y Claydon, 1989; Pucheta et al., 2006).

3.4.4. Sistemas de producción

Presentación: Bolsa x 800 gramos en sustrato arroz.

 Concentración de ingrediente activo: 1 - 3 x 109 con/g


 Porcentaje de geminación: 100% a las 18 horas
 Porcentaje de pureza: 100%
 Plagas que controla:

Ingrediente Cultivo Plaga Dosis N° de


activo aplicaciones
Isaria Algodón “Mosca blanca” 2 – 4 bolsas 3 a 4
fumosorosea Hortalizas (Bemisia tabaci) por 200 litros de
Crucíferas “Mosca minadora” agua
Flores (Liriomyza trifolii)
Menestras
3.4.5. Técnicas de aplicación

Evaluar el nivel de infestación de la población de la plaga en el cultivo, antes de la


aplicación. La programación de aplicación no debe de coincidir con aplicaciones de
fungicidas o azufrados.

Su empleo no debe limitarse exclusivamente a lugares con alta humedad relativa,


debido a que el aceite agrícola que se emplea en la preparación de la solución, tiene
como función encapsular las conidias del hongo, protegiéndolas de la desecación.
También la humedad natural del insecto es apropiada para la eficacia del hongo.

Utilizar agua potable, de río o de pozo (las aguas turbias, de río o de pozo, se deben
dejar reposar por lo menos 30 minutos antes de utilizarla).

Para obtener mejores resultados, la aplicación debe hacerse en horas de la tarde cuando
la radiación solar no es muy fuerte.

El éxito de la aplicación y el control depende también de la elección de los equipos de


aspersión. Se utilizan equipos (mochilas) convencionales, utilizando boquilla cónica de
gotas finas, no debe tener desgaste ni daños en el orificio de la boquilla de tal manera
que se obtenga una aplicación uniforme. Los equipos deberán ser nuevos o limpios,
libres de residuos químicos, los cuales inhiben la viabilidad de las conidias. Tener
especial cuidado en la limpieza del equipo cuando anteriormente se ha utilizado para la
aplicación de funguicidas.

Es importante tener en cuenta el depósito que corresponde con la dosis, en la aspersión


se debe tener de 80 a 100 gotas / centímetro cuadrado de hoja. Tener en cuenta la
velocidad del viento al momento de aplicar, viento suave o sin ella favorece la
aplicación.

Realizar una segunda aplicación a los 5 a 7 días después de la primera aplicación, es


recomendable realizar de 3 a 4 aplicaciones, determinando los intervalos de aplicación
de acuerdo a las evaluaciones, así como a la biología de la plaga a tratar.

3.4.5.1. Modo de preparación y aplicación


 Preparar el agua para la aplicación. Medir la dureza y acidez del agua, si los
valores sobrepasan a 150 ppm y pH 7 respectivamente utilizar ablandadores para
disminuir la dureza y por consiguiente el pH.
 Abrir la bolsa por un costado y agregar 100 ml de aceite agrícola vegetal
(coadyuvantes (humectante, dispersante), agregar aproximadamente un litro de
agua. Frotar con la mano para desprender las esporas de arroz.
 Verter el contenido de la bolsa en un recipiente (balde) con la ayuda de un
colador. Nuevamente colocar medio litro de agua en la bolsa y verter.
 Repetir este proceso hasta separar por completo las esporas de arroz.
Aproximadamente con 2.5 litros de agua, se logra separar las esporas del arroz.
 Colocar el caldo de entomopatógeno en una botella o balde y dejarlo a
temperatura ambiente, en un lugar sombreado por un periodo de 6 horas como
mínimo y 16 horas como máximo, tiempo suficiente para hidratar las esporas
secas de los hongos.
 Agitar la mezcla y verterla en el cilindro.
 Llenar el equipo de aspersión y seguir agitando cada vez que se repita esta
acción.
 Dirigir la aspersión en los lugares donde se encuentran los insectos.
 El arroz que queda después del lavado, echarlo debajo de los árboles, debido a
que aún conservan esporas adheridas, servirán para matar insectos que se
encuentran en el suelo.

4. COMENTARIOS FINALES
 Los hongos entomopatógenos representan una alternativa segura y sostenible
que ayudar a compartir las plagas en la agricultura.
 Existen limitaciones por parte de los agricultores para el uso de estos productos
por falta de iniciativas o planes de extensión por parte del estado.
 Se debería promover su uso desde normas legislativas o reglamentos por parte
del estado que permitan monitorear la eficacia de la misma.
 La acción y eficacia de control en el uso de hongos entomopatógenos dependen
de las condiciones climáticas determinadas para cada agroecosistema, por
ejemplo: Beauveria bassiana requiere de una humedad relativa entre 80 a 90 %,
y una temperatura entre 25 a 27 °C. Si la humedad relativa es muy baja a la
mencionada anteriormente, la colonización y multiplicación del hongo se ven
afectadas.
 Asimismo, para su aplicación en campo requiere de ciertas condiciones en su
preparación, por ejemplo realizar la preparación a un pH apropiado y bajo
sombra. Por otro lado, es importante evitar el uso de aguas turbias en su
dilución.
 El Paecilomyces fumoroseus es un hongo c entomopatógeno con una alta
potencialidad debido al amplio rango de insectos a los que afecta, además que
debería estudiarse con más detalle su ecología y el mecanismo que causa la
mortandad en el insecto.
 Deben realizarse más estudios en donde se incluyan a los hongos
entomopatógenos como parte de un manejo integrado de plagas para ver en qué
medida se logra disminuir las aplicaciones químicas con la ayuda de este hongo.

5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Abreu, S. (2002). Penetração da Broca (Hypothenemus hampei) (Coleoptera:


Scolytidae) em Frutos de Café em Diferentes Fases de Crescimento e Seletividade
de Defensivos Agrícolas ao Fungo Entomopatogênico Beauveria bassiana. (Tesis
de grado). Brasil. 72 p.

Alves, S.B. (1986). Controle microbiano de insetos. Editora Manole, Brasil.

Badii, M. H., Abreu. J. L. (2006). Biological control a sustainable way of pest control.
International Journal of Good Conscience. 1(1): 82-89.

Bustillo, A. (2001). Hongos e insectos y posibilidades de uso de control biológico de


plagas en colombia. Seminario Uso de entomopatógenos en Colombia.

Carballo, M; Guharay, F. (2004). Control biológico de plagas agrícolas. Managua, NI.


CATIE, 232p. (Serie Técnica: Manual Técnico No. 53).

Carruthers, I. R.; Hural, K. (1990). Fungi as natural occurring entomopathogens. In:


Baker, R. R.; Dunn, P. E. (Eds.). New directions in biological control: alternatives
for suppressing agricultural pests and diseases. Nueva York: Liss, p. 115-138.
Castillo, C., Cañizalez, L., Valera, V. (2012). Caracterización morfológica de Beauveria
bassiana, aislada de diferentes insectos en Trujillo – Venezuela. Revista
ACADEMIA, 23: 275 – 281.

Carballo, M. (2001). Opciones para el manejo del picudo negro del plátano. Manejo
Integrado de Plagas, 59 (2): 1 – 4.

Chiriboga, H., Gómez, H. & Garcés, K. (2015). Beauveria bassiana, hongo


entomopatógeno para el control biológico de hormigas cortadoras. Paraguay:
IICA. 40 p.

Cortez-Madrigal, H. (2007). Producción de Lecanicillium (= Verticillium) lecanii en


diferentes sustratos y patogenicidad. Agricultura técnica en México, 33(1), 83-87.

Cupul, W. C. (2009). Caracterización fisiológica y molecular de Paecilomyces


fumosoroseus (Wize) Brown & Smith y su patogenicidad en estadios inmaduros
de Bemisia tabaci (Gennadius) (Doctoral dissertation), Instituto Tecnológico de
Conkal.

Deshpande, M. V. (1999). Mycopesticide production by fermentation: potential and


challenges. Crit. Review. Microbiology 25: 229-243

Dos Santos, R. A., & Pozo, N. M. (2003). Alternativa para el manejo de Trialeurodes
vaporariorum Westwood en tomate orgánico en Uruguay. Bol. Sanidad Vegetal.
Plagas, 29, 211-218.

Espinoza, G. & Vallejos, F. (2016). Desarrollo de formulaciones bioplaguicidas a base


de Beauveria bassiana (Bals & Vuils) con materiales sólidos y líquidos. (Tesis de
grado). Universidad Nacional Agraria, Nicaragua. 46 p.

Farmagro (2020). Ficha técnica de Agronova WG. Farmagro, recuperado de:


http://www.farmagro.com.pe/p/agronova-wg/

Ferron, P. (1978). Biological control of insect pest by entomopathogenous fungi. In:


Annual review of entomology. 23:409-442

García C., González M. (2010). Uso de bioinsecticidas para el control de plagas de


hortalizas en comunidades rurales. Ra Ximhai, 6(1): 17-22.

Gillespie, A. T. and Claydon, N. (1989). The use of entomogenous fungi for pest
control and the role of toxins in pathogenesis. Pesticide Science 27: 203-215
Gómez, H. (1999). Aislamiento e identificación de hongos entomopatógenos de la
“mosca blanca” Bemisia tabaci (Gennedius) (Homoptera : Aleyrodidae) en Lima. Rev.
Per. Ent.

Gómez, H. (2014). Ficha técnica de Beauveria bassiana. Lima: SENASA.

Góngora, C., Marín, P. & Benavides, M. (2009). Claves para el existo del hongo
Beauveria bassiana como controlador biológico de la broca del café. Colombia:
Federación nacional de cafetaleros de Colombia. 18 p.

González-Castillo, M., Aguilar, C. N., & Rodríguez-Herrera, R. (2012). Control de


insectos-plaga en la agricultura utilizando hongos entomopatógenos: retos y
perspectivas. Revista científica de la Universidad Autónoma de Coahuila, 4(8), 42-
55.

Humber, R. A. (1998). Identification of entomopathogenic fungi. Manual of techniques


in invertebrate pathology, 2, 151-187.

Ignoffo, C. M. (1992). Environmental factors affecting persistence of entomopathogens.


FI. Entomol. 75: 516-525.

Instituto para la Innovación Tecnológica en Agricultura (2020). Beauveria bassiana en


el Control Biológico de insectos. INTAGRI, recuperado de:
https://www.intagri.com/articulos/fitosanidad/beauveria-bassiana-en-el-control-
biologico-de-patogenos

Lacey, L. A.; Frutos, R.; Kaya, H. K.; Vail, P. (2001). Insect pathogens as biological
control agents: do they have a future? Biol. Control, v. 21, p. 230-248, 2001.
http://dx.doi.org/10.1006/bcon.2001.0938

Lecuona, R. E. (1995). Control Microbiano. Perspectiva del Empleo de Hongos Li, X.


Q., Xu, K., Liu, X. M., & Zhang, P. (2020). A systematic review on secondary
metabolites of Paecilomyces species: chemical diversity and biological activity.
Planta Medica.

Lozano Contreras, M. G. (2007). Producción de Paecilomyces fumosoroseus Brown &


Smith y evaluación de su efectividad biólogica contra Bemisia argentifolii
Bellows & Perring en cultivo de algodón Gossypium hirsutum L (Doctoral
dissertation, Universidad Autónoma de Nuevo León).

Entomopatógenos en Argentina. En: Congreso de Micología, Rosario, Argentina. P 47.


Malpartida, J., Narrea, M. & Dale, W. (2013). Patogenicidad de Beauveria bassiana
(Bals) Vuill., sobre el gusano defoliador del maracuyá Dione juno (Cramer)
(Lepidoptera: Nymphalidae) en laboratorio. Ecología Aplicada, 12 (2): 75 – 81.

Meyling, N. V.; Eilenberg, J. (2007). Ecology of the entomopathogenic fungi Beauveria


bassiana and Metarhizium anisopliae in temperate agroecosystems: potential for
conservation biological control. Biological Control, v. 43, n. 2, p. 145-155, 2007.
http://dx.doi.org/10.1016/j.biocontrol.2007.07.007

Monzón, J. A. (1992). Distribución de Verticillium sp. en tres zonas cafetaleras de


Nicaragua y evaluación de dos aislamientos del hongo como agente de control biológico
de la roya (Hemileia vastatrix) del cafeto (Coffea arabica L.). Tesis Mag. Sc. Turrialba,
CR, CATIE.66 p.

Monzón, A. (2001). Producción, uso y control de calidad de hongos entomopatógenos


en Nicaragua. Manejo Integrado de plagas, CATIE. Costa Rica. Nο.63. pp 95- 103.

Tafoya, G. (1999). Efecto de dos cofactores de crecimiento sobre el contenido de


conidias producidas por Beauveria bassiana (Bals) Vuillemin en un sistema
tradicional sólido de producción bifásica. (Tesis de grado). Universidad
Autónoma Agraria Antonio Narro, México. 71 p.

Tanada, Y., & Kaya, H. K. (1993). Protozoan infections: Apicomplexa, microspora.


Insect Pathology, Academic Press, San Diego, 414-457.

Wessels, J. G. (1999). Fungi in their own right. Fungal Genetic. Biology 27: 134-145.

Zimmermann, G. (2008). The entomopathogenic fungi Isaria farinosa (formerly


Paecilomyces farinosus) and the Isaria fumosorosea species complex (formerly
Paecilomyces fumosoroseus): biology, ecology and use in biological control.
Biocontrol science and technology, 18(9), 865-901.

También podría gustarte