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Mercado interior de la Unión Europea

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El mercado interior de la Unión Europea', también conocido
como mercado único europeo o mercado común europeo, es uno de los
instrumentos de integración económica de la Unión, consistente en el
establecimiento de un mercado común entre los estados miembros. En este
mercado único circulan libremente los bienes, servicios, capitales, las personas
y, en su interior, los ciudadanos de la Unión pueden vivir, trabajar, estudiar o
hacer negocios con libertad.1
El mercado interior aparece mencionado en el artículo 3.3 del Tratado de la
Unión Europea como uno de los objetivos que tiene que alcanzar la UE.
Asimismo, el artículo 26.1 del Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea señala que la Unión adoptará las medidas destinadas a establecer el
mercado interior o a garantizar su funcionamiento.

Índice

 1Historia
o 1.1Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero
o 1.2Tratado de la Comunidad Económica Europea
o 1.3Acta Única Europea
o 1.4Tratado de la Unión Europea
o 1.5Tratado de Ámsterdam
o 1.6Tratado de Lisboa
 2Elementos
o 2.1Cuatro Libertades
 2.1.1Libre circulación de mercancías
 2.1.2Libre circulación de trabajadores
 2.1.3Libre circulación de servicios
 2.1.4Libre circulación de capitales
o 2.2Derecho de establecimiento
o 2.3Política comercial común
 3Referencias
 4Véase también
 5Enlaces externos

Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la Unión Europea
Tratado de la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero[editar]
Artículo principal: Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero
Desde la creación, en 1951, de la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero (CECA), germen de la actual Unión Europea, el proceso de integración
económica ha sido el motor principal en torno al que se ha construido una
progresiva integración política.
Acorde a la Declaración Schuman, habría de establecerse un espacio de
mercado común entre Francia y Alemania, que implicase la libre circulación de
mercancías, capitales y trabajadores. No fue casualidad que se eligiera el
sector del carbón y del acero para dar este primer paso, habida cuenta de que
la producción francoalemana se complementaba, revistiendo el sector una
especial importancia en el contexto de la reconstrucción europea tras
la Segunda Guerra Mundial.
Por otra parte, el experimento CECA se completaba con dos principios
fundamentales. Las creación de instituciones supranacionales (no meramente
intergubernamentales) para el control de la nueva Comunidad; y la apertura a
la adhesión de otros países, además de Alemania y Francia. Hay que señalar
que a este último llamamiento responderían Bélgica, Holanda, Luxemburgo e
incluso Italia, pese a que era deficitaria tanto en la producción de carbón como
en la producción de acero.
Tratado de la Comunidad Económica Europea[editar]
Artículo principal: Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea
No obstante, la pretensión de establecer un mercado común más allá del sector
del carbón y del acero habría de esperar hasta 1957, fecha en la que se firman
los Tratados de Roma, por los que se establece la Comunidad Económica
Europea (además de la Comunidad Europea de la Energía Atómica).
El nuevo Tratado de la comunidad Económica Europea ya asentaba con
claridad las cuatro bases del mercado interior europeo. Junto con las
mencionadas libertades de circulación de mercancías, trabajadores y capitales,
que recogía la Comunidad Europea del Carbón y del Acero; la Comunidad
Económica Europea recoge la libre circulación de servicios, cerrando así el
círculo de las conocidas "Cuatro Libertades Fundamentales".
No obstante, no hay que confundir las pretensiones y objetivos de los Tratados
constitutivos, con el alcance real a la hora de alcanzar un verdadero mercado
interno, libre de trabas, entre los países miembros.
Acta Única Europea[editar]
Artículo principal: Acta Única Europea
La paulatina consecución de un mercado interior europeo llevó a incluir en
el Acta Única Europea, de 1986, una mención a la fecha en la que se debería
alcanzar dicho objetivo.
Cabe señalar que de las Cuatro Libertades, solo se alcanzarían
satisfactoriamente las relativas a la libre circulación de trabajadores,
mercancías y capitales. La teórica libre prestación de servicios ofrecía, no
obstante, otros problemas de aplicación práctica.
Tratado de la Unión Europea[editar]
Artículo principal: Tratado de la Unión Europea
El establecimiento de la Unión Europea, en 1992, supondría un antes y un
después para el mercado interior, que dejaba de ser un objetivo en sí, para ser
parte de la llamada Unión Económica y Monetaria, proceso de integración más
amplio que habría de culminar con el establecimiento de una moneda única.
La consecución del mercado interior se daba por alcanzada, sin perjuicio de las
deficiencias que aún habrían de ser subsanadas con posterioridad,
especialmente en cuanto a la eliminación de barreras, tanto jurídicas como
sociales, que afectaban a la libertad de prestación de servicios.
Tratado de Ámsterdam[editar]
Artículo principal: Tratado de Ámsterdam
Llegados a 1997, el Tratado de Ámsterdam modificaría ciertas partes
del Tratado de la Unión Europea, relativas al mercado interior. No obstante, las
alteraciones afectaban más a la forma que al fondo, de manera que
básicamente se simplificaba el texto mediante la eliminación de disposiciones
transitorias que ya carecían de sentido.
En 2001, se firmaría el Tratado de Niza, que esencialmente se dedicó a ajustar
las Instituciones de la Unión, y que tuvo escasa relevancia para los principios
del mercado interior. Por otra parte, en 2004 se produce el fallido Tratado por el
que se establece una Constitución para Europa, así como la aprobación de la
importantísima Directiva Bolkestein.
También conocida como Directiva de Servicios, la Directiva Bolkestein
pretendía profundizar en el mercado común de servicios, ampliamente trabado
por los condicionantes legales y sociales inherentes a este importantísimo
sector económico.
Así pues, la Directiva busca alcanzar un marco de no discriminación por
nacionalidad, de seguridad jurídica y de simplificación administrativa, de cara a
facilitar el establecimiento de los prestadores de servicios en otros países
miembros.
Tratado de Lisboa[editar]
Artículo principal: Tratado de Lisboa
Tras la firma del Tratado de Lisboa, en 2007, se producen ligeras
modificaciones relativas a la denominación de los Tratados e Instituciones.
Junto con dichos retoques formales, el Tratado de Lisboa establece tres clases
de materias en las que pueden intervenir las Instituciones de la Unión Europea:
Las de competencia exclusiva de la UE, las de competencia compartida con los
países miembros, y las de competencia de los países miembros con apoyo de
la UE.
De esta manera, respecto al mercado interior, serán competencia exclusiva de
la Unión Europea, no pudiendo intervenir los Estados, las materias referentes a
unión aduanera; establecimiento de las normas sobre competencia necesarias
para el funcionamiento del mercado interior; política monetaria de la eurozona;
y política comercial común.
Por otra parte, sin perjuicio de las competencias exclusivas, se atribuye una
competencia compartida residual en todo lo relativo al mercado interior. Así, la
regulación del mercado interior solo corresponderá a los Estados miembros en
los aspectos en que no exista regulación comunitaria.

Elementos[editar]
El mercado interior pretende ser un espacio libre de fronteras y barreras entre
los distintos Estados. A tal efecto, el sistema descansa sobre una serie de
elementos básicos, configuradores de un marco jurídico que haga posible la
efectiva realización de un mercado interior.
Entre esos elementos, hay que destacar lo que la doctrina tradicionalmente ha
denominado "Cuatro Libertades Fundamentales", integradas por la libre
circulación de mercancías, trabajadores, servicios y capitales. En relación con
dichas libertades, los Tratados distinguieron el llamado derecho de
establecimiento.
Igualmente, el mercado interior se apoya sobre las políticas comunes, entre las
que se puede destacar la política de transportes; de competencia; de
agricultura y pesca; y la política comercial común.
Cuatro Libertades[editar]
Las Cuatro Libertades Fundamentales comprenden, en primer lugar, la llamada
unión aduanera, es decir, la libre circulación de mercancías dentro del mercado
interior. Junto con esta primera libertad, quizá la más importante de todas, se
incluyen otras tres, a saber, la libre circulación de trabajadores, de servicios y
de capitales.2
Dichas Libertades son definidas de forma negativa por el Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea, es decir, son conceptuadas sobre la
base de la prohibición de restringir su libre circulación.
Libre circulación de mercancías[editar]
Artículo principal: Libre circulación de mercancías (Unión Europea)
La libre circulación de mercancías supone el establecimiento de una unión
aduanera que abarcará la totalidad de los intercambios de mercancías y que
implicará la prohibición, entre los Estados miembros, de los derechos de
aduana de importación y exportación. En igual sentido, se establece la
adopción de un arancel aduanero común en sus relaciones con terceros
países.3 Desde el 1 de enero de 1993, se suprimió el Documento Único
Administrativo (DUA), con carácter general, para los intercambios
intracomunitarios.
Libre circulación de trabajadores[editar]
Artículo principal: Libre circulación de trabajadores (Unión Europea)
La libre circulación de trabajadores se establece en el artículo 45.1 del Tratado
de Funcionamiento de la Unión Europea. Se prohíbe taxativamente la
discriminación por razón de nacionalidad con respecto al empleo, la retribución
y las demás condiciones de trabajo,4 estableciéndose expresamente los
derechos de desplazamiento, residencia y permanencia de los trabajadores
comunitarios,5y excluyendo de dicha regulación a los empleados de las
Administraciones Públicas.6
Libre circulación de servicios[editar]
Artículo principal: Libre circulación de servicios (Unión Europea)
La libre circulación de servicios es definida en el Tratado de Funcionamiento de
la Unión Europea. De esta manera, el reconocimiento de dicha libertad se
realiza mediante la exclusión de las restricciones a la libre prestación de
servicios dentro de la Unión para los nacionales de los Estados miembros
establecidos en un Estado miembro que no sea el del destinatario de la
prestación.7
Así pues, la libre circulación de servicios incluye dos supuestos esenciales. El
primero, relativo a la prestación de un servicio en el país de establecimiento del
prestador, cuyo destinatario no es nacional de dicho país, sino de otro Estado
miembro. Y el segundo, referente a la prestación de un servicio en un país
distinto a aquel en que esté establecido el prestador. En tal caso, el prestador
no estará obligado a ejercer su derecho de establecimiento en el país miembro
para poder prestar el servicio, bastando con cumplir las mismas condiciones
que el país miembro receptor del servicio impone a sus nacionales. 8
Libre circulación de capitales[editar]
Artículo principal: Libre circulación de capitales (Unión Europea)
La libre circulación de capitales es definida por el Tratado de Funcionamiento
de la Unión Europea. De forma paralela, se menciona la libre circulación de
pagos, que dada su naturaleza, recibe idéntica regulación que la de capitales.
Así pues, por norma general se prohíbe cualquier restricción a los movimientos
de pagos y capitales, tanto entre Estados miembros, como entre países
extracomunitarios y Estados miembros.9
Se contemplan, no obstante, algunas excepciones a la prohibición de restringir
los movimientos de pagos y capitales. En primer lugar, subsisten las
restricciones anteriores al 31 de diciembre de 1993, existentes entre países
extracomunitarios y Estados miembros, y relativas a inversiones directas,
incluidas las inmobiliarias, el establecimiento, la prestación de servicios
financieros o la admisión de valores en los mercados de capitales.10
También hay que destacar el supuesto en que el Consejo decide, por
unanimidad, retroceder en la liberalización de los movimientos de capitales
entre terceros países y Estados miembros. Dicho acto se adoptará mediante
un procedimiento legislativo especial, que incluye la consulta al Parlamento
Europeo.11
Derecho de establecimiento[editar]
Artículo principal: Derecho de establecimiento (Unión Europea)
Al igual que las Cuatro Libertades, el derecho de establecimiento de los
nacionales de un Estado miembro sobre el territorio de otro Estado miembro
distinto es definido de forma negativa, es decir, prohibiendo las restricciones
que pudieran impedirlo u obstaculizarlo.
No obstante, junto con esa definición negativa, el Tratado de Funcionamiento
de la Unión Europea incluye una definición positiva, afirmando que el derecho
de establecimiento comprende el acceso a las actividades no asalariadas y su
ejercicio, así como la constitución y gestión de empresas. En todo caso, habrán
de sujetarse a las condiciones que el país de establecimiento imponga a sus
propios nacionales.12
Política comercial común[editar]
Artículo principal: Política comercial común
El establecimiento de una política comercial común es la consecuencia lógica
de la puesta en práctica de una unión aduanera. Al no existir barreras
comerciales entre los Estados miembros, la regulación de los intercambios
comerciales con países extracomunitarios ha de ser uniforme.
Así mismo, la competencia para establecer la política comercial común recaerá
en exclusiva sobre las, dentro del marco de los principios y objetivos de la
acción exterior de la Unión.13
El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea incluye expresamente,
dentro del concepto de política comercial, los siguientes supuestos: 13

 Las modificaciones arancelarias.


 La celebración de acuerdos arancelarios y comerciales relativos a los
intercambios de mercancías y de servicios.
 Los aspectos comerciales de la propiedad intelectual e industrial.
 Las inversiones extranjeras directas.
 La uniformización de las medidas de liberalización.
 La política de exportación.
 Las medidas de protección comercial, especialmente dumping y
subvenciones.

Referencias[editar]
1. ↑ «Mercado interior». europa.eu. Consultado el 9 de mayo de 2010.
2. ↑ Art. 23.2 TFUE
3. ↑ Art. 28.1 TFUE
4. ↑ Art. 45.2 TFUE
5. ↑ Art. 45.3 TFUE
6. ↑ Art. 45.4 TFUE
7. ↑ Art. 56 TFUE
8. ↑ Art. 57 p.3º TFUE
9. ↑ Art. 63 TFUE
10. ↑ Art. 64.1 TFUE
11. ↑ Art. 64.3 TFUE
12. ↑ Art. 49 TFUE
13. ↑ Saltar a:a b Art. 207.1 TFUE

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