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ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA / CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE

REPARACIÓN DIRECTA / CÓMPUTO DEL TÉRMINO DE CADUCIDAD DE LA


ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA / CONTEO DEL TÉRMINO DE
CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA / TÉRMINO DE
CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA

Al tenor de lo previsto por el artículo 136 del Código Contencioso Administrativo


contenido en el Decreto Ley 01 de 1984, la acción de reparación directa deberá
instaurarse dentro de los dos años contados a partir del día siguiente al
acaecimiento del hecho, omisión, operación administrativa u ocupación
permanente o temporal de inmueble por causa de trabajos públicos. En el sub
examine la responsabilidad administrativa que se demanda se deriva de la
muerte del señor (...), la cual, contrario a lo afirmado en las demandas
acumuladas, ocurrió el 15 de mayo de 1995 y, comoquiera que éstas se
interpusieron los días 9 de septiembre de 1996 y 14 de mayo de 1997, resulta
evidente que se acudió a la jurisdicción dentro del término previsto por la ley.

FUENTE FORMAL: CÓDIGO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO - ARTÍCULO


136

RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL DEL ESTADO / ELEMENTOS


DE LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO / DAÑO /
IMPUTABILIDAD DE LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO /
DAÑO ANTIJURÍDICO / AUSENCIA DE PRUEBA / FALTA DE
CONFIGURACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO / HECHO DEL
TERCERO

[E]l daño se constituye en el primer elemento de la responsabilidad, es la causa


de la reparación, se trata de un requisito indispensable para declarar la
responsabilidad del Estado. Sin embargo, pese a la existencia del daño, es
posible que no haya lugar a declarar la responsabilidad estatal, “es lo que
ocurre en dos hipótesis: el daño existe pero no se puede atribuir al demandado
(…), el daño existe y es imputable, pero el imputado no tiene el deber de
repararlo, porque no es un daño antijurídico y debe ser soportado por quien lo
sufre”. De cara a lo anterior, con fundamento en lo probado en el proceso, es
posible concluir que, en el presente caso, el daño no es imputable a la entidad
pública demandada, comoquiera que la causa de la muerte del señor (...)
ocurrió como consecuencia directa de una herida causada por arma
cortopunzante, (...) la que para los efectos del presente proceso indemnizatorio
en contra del Instituto de Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira no
permite afirmar que su muerte tuviera como causa inmediata y eficiente la
circunstancia alegada en la demanda y sobre la cual sería pertinente efectuar el
correspondiente juicio de imputación, esto es, el hecho de haber caído en un
hueco carente de señalización preventiva. Así las cosas, en el sub lite no se
configura ni la imputación fáctica -imputatio facti- ni la jurídica -imputatio iure-,
puesto que las pruebas recaudadas revelan que el daño resulta única y
exclusivamente atribuible al accionar de un tercero y no a la actuación de la
víctima, como lo afirmó el Tribunal a quo en la sentencia apelada.

NOTA DE RELATORÍA: Con aclaración de voto del consejero Mauricio Fajardo


Gómez

CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN A

Consejero ponente: HERNÁN ANDRADE RINCÓN

Bogotá D. C., doce (12) de marzo de dos mil catorce (2014)

Radicación número: 66001-23-31-000-1997-03679-01(18079)

Actor: JORGE LUBIAN ZAMORA VALLEJO Y OTROS

Demandado: INSTITUTO DE DESARROLLO URBANO Y VALORIZACIÓN DE


PEREIRA -INDUVAL

Referencia: ACCIÓN DE REPARACION DIRECTA (APELACIÓN SENTENCIA)


(PROCESO ACUMULADO No. 66001-23-31-000-1996-03406-01)

Decide la Sala el recurso de apelación interpuesto por la parte demandante en contra de


la sentencia proferida el 31 de enero de 2000, por el Tribunal Administrativo de
Risaralda, por medio de la cual se declaró probada la excepción de culpa exclusiva de la
víctima y, en consecuencia, se denegaron las pretensiones de las demandas acumuladas.

I. ANTECEDENTES

1. Expediente 1996 03406. Actor: Luis Alfonso Zamora Alarcón y otros.

Los señores LUIS ALFONSO ZAMORA ALARCON y MARIA GRISELDA VALLEJO


DE ZAMORA, así como DORA ALICIA, GERSAIN, DUBERNEY, MARIA ROSELIA,
GUILLERMO DE JESUS y JOSE LILEALDO ZAMORA VALLEJO, por intermedio de
apoderado judicial y en ejercicio de la acción de reparación directa enderezada en contra del
INSTITUTO DE DESARROLLO URBANO Y VALORIZACION DE PEREIRA -
INDUVAL- al que señalaron como parte demandada, solicitaron que, previos los trámites de
ley, se lo declare administrativamente responsable por la muerte del señor LUIS ALFONSO
ZAMORA VALLEJO, en hechos ocurridos el día 14 de mayo de 1995, al caer a un hueco
destinado a la construcción de una cámara de inspección, como parte de las obras de
ampliación de la calle 13 con carrera 8, en la ciudad de Pereira.

Consecuencialmente solicitaron que se condene a pagar a su favor, por concepto de


perjuicios morales, la suma equivalente a dos mil veintiún (2.021) gramos de oro fino
para cada uno de los demandantes, además de los intereses que se causen a partir de la
fecha de ejecutoria de la sentencia que ponga fin al proceso.

Como fundamentos fácticos de sus pretensiones relataron los que la Sala se permite
resumir a continuación:

Se expuso en la demanda que el Instituto de Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira


suscribió los Contratos de Obra Pública No. 004/94 y 005/94, a fin de ejecutar las obras
tendientes a la ampliación y pavimentación de la calle 13, entre carreras 8 y 11 del Municipio
de Pereira.

Se afirmó que, durante el desarrollo de la obra, la calle se encontraba llena de escombros y


huecos, sin que existiera señalización o aviso preventivo, circunstancia que ocasionó que el
14 de mayo de 1995 el señor Luis Alfonso Zamora Vallejo, quien transitaba en horas de la
noche por el sector, cayera en uno de los huecos destinado a la construcción de una cámara
de inspección, por lo que sufrió graves lesiones que lo llevaron a la muerte.

Finalmente, sostuvo la parte actora que era deber de la administración vigilar constantemente
los trabajos desarrollados por el contratista, razón por la cual, ante la falta de control y
vigilancia de las obras, incurrió la entidad demandada en una falla en el servicio.

1.2. Expediente 1997 03679. Actor: José Lubián Zamora Vallejo y otro.

Con fundamento en los mismos hechos antes expuestos, los señores JOSE LUBIAN y
MARIA ELFIDIA ZAMORA VALLEJO, por intermedio de apoderado judicial y en
ejercicio de la acción de reparación directa enderezada en contra del INSTITUTO DE
DESARROLLO URBANO Y VALORIZACION DE PEREIRA -INDUVAL- al que
señalaron como parte demandada, solicitaron que, previos los trámites de ley, se lo declare
administrativamente responsable por la muerte del señor LUIS ALFONSO ZAMORA
VALLEJO, en hechos ocurridos el día 14 de mayo de 1995, al caer a un hueco destinado a la
construcción de una cámara de inspección, como parte de las obras de ampliación de la calle
13 con carrera 8, en la ciudad de Pereira.

Consecuencialmente solicitaron que se condene a pagar a su favor, por concepto de


perjuicios morales, la suma equivalente a dos mil veintiún (2.021) gramos de oro fino
para cada uno de los demandantes, además de los intereses que se causen a partir de la
fecha de la ejecutoria de la sentencia que ponga fin al proceso.
I-I. EL TRAMITE PROCESAL DE PRIMERA INSTANCIA

1. La admisión y notificación de las demandas

La demanda correspondiente al expediente 1996 03406, fue presentada el 9 de


septiembre de 1996 1, se admitió por auto del 24 de septiembre de la misma anualidad 2,
decisión que fue notificada al Ministerio Público el 25 de septiembre de 1996 3 y a la
entidad demandada el 7 de octubre de ese mismo año 4.

De otra parte, la demanda correspondiente al expediente 1997 03679, fue presentada el


14 de mayo de 1997 5, admitida por auto del 22 de mayo de esa anualidad 6, proveído que
fue notificado al Ministerio Público el 23 de mayo de 1997 7 y a la entidad demandada el
25 de junio de 1997 8.

2. La contestación de las demandas acumuladas

Dentro del término de fijación en lista de cada uno de los procesos, el Instituto de
Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira contestó las demandas 9 para oponerse a la
prosperidad de las pretensiones, en los siguientes términos.

Manifestó la entidad que, contrario a lo que se adujo en las demandas, sí tomó las
medidas de seguridad, preventivas e informativas, tendientes a evitar cualquier tipo de
siniestro a los peatones y a los habitantes del sector, tanto así que en el pliego de
condiciones de la licitación se incluyó un acápite exclusivamente referido a la
señalización de las vías y las medidas de seguridad.

Señaló que no era posible imputarle ninguna responsabilidad por la muerte del señor
Zamora Vallejo, ya que su deceso ocurrió como consecuencia del hecho de un tercero,
tal como lo reveló la necropsia realizada a su cadáver, en la que se estableció que
obedecía a un presunto homicidio, pues el occiso, antes de caer al sitio de donde
supuestamente fue recogido, había sido herido con arma corto punzante, a la altura del

1
Folio 48 del cuaderno No. 1.
2
Folio 49 del cuaderno No. 1.
3
Folio 49 vto del cuaderno No. 1.
4
Folio 51 del cuaderno No. 1.
5
Folio 23 del cuaderno No. 1-1
6
Folio 24 del cuaderno 1-1.
7
Folio 24 del cuaderno 1-1.
8
Folio 26 del cuaderno 1-1.
9
(Fol. 148 al 157 del cuaderno 1 y Fol. 34 al 40 del cuaderno 1-1)
tórax, a nivel del dorso, lo que le produjo un “shock hipovolémico secundario a herida
de vasos pulmonares izquierdos”.

Adicionalmente, señaló que en el presente asunto también se configuraba la culpa


exclusiva -así lo plantea- de la víctima, como quiera que el fallecido se encontraba en
un alto estado de alicoramiento y, según lo narrado por el testigo Uriel Robledo,
después de que una mujer se le acercó, se sostuvo de una guadua de señalización y
tambaleó, cayendo aparatosamente, por lo que las causas de su muerte obedecieron a la
imprudencia de la víctima y la acción delincuencial de un tercero, circunstancias que
exoneran de responsabilidad a las entidades ejecutoras de la obra.

3. El llamamiento en garantía

El Instituto de Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira, en el escrito de


contestación de la demanda, solicitó llamar en garantía a las siguientes personas y
entidades, con fundamento en las razones que a continuación se sintetizan 10:

 Al Contratista, Ingeniero Gabriel Zapata Tabares, en tanto el accidente ocurrió


supuestamente en el tramo de la obra que a él le correspondía ejecutar, área en
donde tenía la obligación de cumplir con las especificaciones generales y
técnicas de la obra civil estipuladas en el contrato de obra pública, entre ellas, la
instalación de señales luminosas, vallas y medidas de seguridad para evitar
posibles accidentes.

 A la Compañía de Seguros del Estado S.A., en virtud de las Pólizas No. 9463085
y 9463065 y sus anexos de modificación No. 001 de 25 y 26 de octubre de 1995,
respectivamente, cuyo objeto era amparar la responsabilidad civil
extracontractual derivada de la ejecución de los contratos de obra pública No.
004 y 005 de 1996, relativos a la ampliación y pavimentación de la calle 13 entre
carreras 8 y 11 de la ciudad de Pereira.

 A la Firma Ingeniería y Estudios Ltda., por ser dicha entidad la encargada de


realizar la interventoría a los mencionados contratos de obra pública No. 004 y
005 de 1996, de manera que estaba obligada a vigilar el cumplimiento por parte
de los contratistas de todo lo estipulado en el contrato estatal, en especial, lo

10
Folios 148 al 157 del cuaderno No. 1 y 36 a 38 del cuaderno No. 1.1.
relacionado con las cantidades de obra, especificaciones técnicas, medidas
preventivas de seguridad y señalización.

 A las Empresas Públicas de Pereira, ya que en virtud del Convenio


Interadministrativo No. 04 de 1994, tenía a su cargo brindar asesoría técnica al
Instituto de Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira durante la ejecución de
las obras y coordinar la interventoría y el avance de las mismas, de modo que en
razón de estas responsabilidades compartidas con el Induval era procedente el
llamamiento.

4. La contestación de los llamados en garantía

Mediante providencias de 21 de noviembre de 1996 11 y 7 de noviembre de 1997 12, el


Tribunal a quo admitió los llamamientos formulados y ordenó las notificaciones
correspondientes, por lo que, debidamente vinculados al proceso, los llamados en
garantía presentaron sus contestaciones en los siguientes términos:

4.1. Ingeniero Gabriel Zapata Tabares13

Actuando a través de apoderada, señaló que durante el desarrollo de la obra se tomaron las
medidas de seguridad consagradas en los pliegos de condiciones, tendientes a evitar
posibles accidentes, por lo que una vez se iniciaron las labores de excavación se instalaron
señales de prevención y se construyeron puentes peatonales en madera, con el fin de
garantizar la libre y segura circulación de los peatones.

Consideró el contratista que en el presente asunto se configuró una culpa exclusiva de la


víctima, dado que el occiso se expuso imprudentemente al peligro, al transitar en excesivo
estado de embriaguez por el sector donde se ejecutaba la obra.

Finalmente, adujo que frente a él existía una falta de legitimación en la causa por pasiva,
toda vez que la obra fue dividida en dos tramos: el primero a cargo del Ingeniero Danilo
Flórez Guarín, que comprendía la calle 13 entre carreras 4ª y 8ª; el segundo, que se
encontraba a su cargo, se desarrollaba en la calle 13 entre carreras 8ª a 11, y, según las
versiones de los residentes del sector, el accidente tuvo lugar en el andén de las esquina
nor-oriental de la calle 13 con carrera 8ª, zona que no estaba bajo su responsabilidad.
11
Folio 162 del cuaderno No. 1.
12
Folios 111 y 112 del cuaderno No. 1.1.
13
Folios 219 al 239 del cuaderno No. 1 A.
4.2. Seguros del Estado S.A.14

Por su parte la Empresa Seguros del Estado S.A., se opuso a las pretensiones de la demanda
con fundamento en las siguientes excepciones:

 Anulación del contrato de seguro contenido en el Anexo 001 de la Póliza Única


de Seguro de Cumplimiento en favor de Entidades Estatales No. 9463065, por violación
de la cláusula de garantía

En relación con esta excepción señaló que la aseguradora amparó la responsabilidad civil
extracontractual derivada de la ejecución del Contrato 004-94, para lo cual estipuló una
cláusula de garantía, consistente en mantener en sitios visibles vallas y otros avisos de
prevención y señalización diurna y nocturna, por lo que al determinarse el incumplimiento
de dicha cláusula habría lugar a las sanciones establecidas en el artículo No. 1.061 del
Código de Comercio.

 Exclusión de los perjuicios morales y lucro cesante

Señaló que el amparo otorgado en el Anexo 001 de la Póliza No. 9463065 excluyó
expresamente los perjuicios morales y el lucro cesante.

4.3. Ingeniería y Estudios Ltda. 15

A través de apoderada se opuso a las pretensiones de la demanda, para lo cual señaló que,
en su calidad de interventora de las obras, siempre fue diligente en exigir y verificar el
cumplimiento de las medidas de seguridad correspondientes, lo que en efecto se llevó a
cabo, toda vez que durante la ejecución de la obra se construyeron puentes peatonales, se
instalaron vallas y canecas de colores reflectivos, entre otros, para efectos de garantizar la
seguridad de quienes transitaban por el sector, dando cabal cumplimiento a lo dispuesto en
el pliego de condiciones y en el contrato, situación que se reafirma al tener en
consideración que durante el desarrollo de la obra nunca fue objeto de multas o sanciones
por parte de INDUVAL.

Adicionalmente, propuso como excepción el hecho de un tercero, para lo cual señaló que,
según rumores de vecinos del sector, la víctima fue objeto de una agresión personal
momentos antes de su muerte.

14
Folios 271 al 274 del cuaderno 1A.
15
Folios 283 al 294 del cuaderno 1.
4.4. Empresas Públicas de Pereira 16

Se opuso al llamamiento, al considerar que no tuvo participación alguna en la ejecución


de la obra, toda vez que su compromiso se limitaba al aporte de recursos económicos y
brindar asesoría técnica al Instituto de Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira,
mas no a los contratistas que ejecutaron la ampliación de la calle 13 de la ciudad de
Pereira.

Así mismo, señaló que el convenio que la entidad suscribió con el Instituto de
Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira no tenía fuerza vinculante en el presente
caso, pues no se consagró ninguna obligación a cargo de las Empresas Públicas de
Pereira, en punto a su responsabilidad por los daños y perjuicios causados con la
ampliación de la calle 13, como tampoco podría considerarse que estaba llamada a
responder por el solo hecho de contribuir económicamente, y por imposición legal, para
la construcción de una obra pública que no contrató, ni participó en su ejecución o se
benefició de ella.
En escrito aparte al de la contestación 17, formuló llamamiento en garantía respecto de la
Compañía Agrícola de Seguros S.A., con ocasión de la Póliza de Seguros de
Responsabilidad Extracontractual No. 10690, al estimar que los hechos por los cuales se
reclamaba indemnización estaban amparados por el mencionado contrato de seguro.

El a quo admitió el llamamiento a través de providencia de 14 de febrero de 199718.

4.5. Compañía Agrícola de Seguros S.A. 19

Se opuso al llamamiento en garantía, para lo cual señaló que en uno de los anexos de la
póliza de seguros se contempló como exclusión la existencia de “reclamaciones mutuas
entre asegurado, contratista y/o subcontratistas independientes”, la cual consiste en
que el INDUVAL llamó en garantía a las Empresas Públicas de Pereira, entidad que
alega que no existe fuerza vinculante en su contra y a su vez llama en garantía a la
aseguradora, de manera que tales reclamaciones mutuas configuran la causal de
exclusión pactada en la póliza.

5. La acumulación de los procesos

16
Folios 184 al 188 del cuaderno 1 y folios 124 al 126 del cuaderno 1-1.
17
Folios 189 y 190 del cuaderno 1 y folios 127 a 129 del cuaderno 1-1.
18
Folios 413 y 414 del cuaderno No. 1 A.
19
Folios 420 al 423 del cuaderno 1 A.
Mediante escrito presentado el 1° de septiembre de 199720, la parte demandante solicitó la
acumulación de los procesos radicados con los números 3679 y 3406, petición que fue
resuelta favorablemente por el Tribunal Administrativo de Risaralda mediante proveído del
30 de septiembre del mismo año21.

6. Los alegatos de conclusión

Concluido el término probatorio, a través de auto de 14 de septiembre de 1999, se corrió


traslado para alegar de conclusión 22, oportunidad procesal en la cual se pronunció el
Ingeniero Gabriel Zapata Tabares 23 y la Firma Ingeniería y Estudios Ltda. 24, quienes
reiteraron los argumentos planteados en la contestación del llamamiento en garantía.

Por su parte el Instituto de Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira -INDUVAL- 25,


además, de reiterar lo expuesto en la contestación de la demanda afirmó que para la
fecha en que ocurrieron los hechos, las obras ejecutadas por el contratista Gabriel
Zapata Tabares se encontraban en su etapa final y no existían huecos en el sector,
escenario que, a su juicio, descartaba la posibilidad de que el señor Luis Alfonso
Zamora Vallejo hubiera fallecido en las circunstancias descritas en la demanda.

Destacó igualmente el contenido de la necropsia practicada al fallecido, en la cual se


concluyó que la causa de su muerte obedeció a un “shock hipovolémico secundario a
heridas de vasos pulmonares izquierdos, a nivel del hilio ocasionada por arma
cortopunzante penetrante al tórax a nivel del dorso”, por lo cual el Instituto Nacional
de Medicina Legal y Ciencias Forenses señaló como manera de muerte un presunto
homicidio; así mismo, en cuanto a la prueba de alcoholemia realizada al cadáver se
encontró una concentración de alcohol etílico de 257.0 mg/100mg, elementos de prueba
que en criterio de la entidad desvirtúan la responsabilidad endilgada en la demanda.

La parte actora señaló, en síntesis, que, contrario a lo afirmado por la parte demandada,
al momento en que ocurrieron los hechos la obra todavía no había finalizado ni la
señalización era adecuada, según daba cuenta la bitácora de la obra. Así mismo,
descartó la posibilidad de que la muerte del señor Luis Alfonso Zamora Vallejo
ocurriera por el hecho de un tercero o por la culpa de la propia víctima, ya que la
Fiscalía se inhibió de abrir investigación penal, teniendo en cuenta una misión de
trabajo adelantada para esclarecer las circunstancias en que ocurrió el fallecimiento, de
20
Folios 436 y 437 del cuaderno 1.
21
Folios 439 a 440 del cuaderno 1.
22
Folio 462 del cuaderno 1 A.
23
Folios 468 a 472 del cuaderno 1 A.
24
Folios 473 a 477 del cuaderno 1 A.
25
Folios 463 al 467 del cuaderno 1 A.
la cual se desprende que el occiso no fue atacado por ninguna persona y, por el
contrario, resbaló y cayó a un hueco lleno de escombros ubicado en la carrera 8 con
calle 13 esquina.

En cuanto al estado de embriaguez en que se encontraba el fallecido, señaló que tal


conducta no podía calificarse como ilícita ni estructurar la culpa de la víctima, pues el
señor Zamora Vallejo no sospechaba que al dedicarse a la ingesta de alcohol estaba
aportando con la causa de su propia muerte; además, era altamente previsible que los
peatones sufrieran accidentes por virtud de las graves omisiones de los contratistas de la
obra, lo que impide igualmente considerar la existencia de una culpa exclusiva de la
víctima capaz de exonerar de responsabilidad a la administración 26.

El Ministerio Público rindió concepto de fondo, para solicitar que se accediera a las
pretensiones de la demanda27, al considerar que en el sub lite se encontraba demostrado
que la muerte del señor Luis Alfonso Zamora fue consecuencia directa del descuido por
parte del INDUVAL, en su calidad de propietario de la obra, toda vez que se dejó
abierta una recamara de grandes proporciones, sin ninguna clase de señal de peligro o
prevención para el público que por allí transitaba.

Sostuvo igualmente la vista fiscal, que la responsabilidad patrimonial del INDUVAL


debía disminuirse en un 10%, pues el occiso se encontraba en estado de embriaguez,
con lo cual contribuyó en la producción del daño.

I-II.- LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Tribunal Administrativo de Risaralda mediante sentencia proferida el 31 de enero de


200028, resolvió negar las pretensiones de las demandas acumuladas, por considerar que en
el caso sub examine se configuró la excepción de culpa exclusiva de la víctima, toda vez
que, de las pruebas recaudadas en el expediente, era posible inferir que el señor Luis
Alfonso Zamora, al desplazarse por la vía en construcción, se encontraba en un alto grado
de embriaguez, circunstancia que, a su juicio, fue determinante en la producción del daño.
Adicionalmente, concluyó que no existía ninguna prueba tendiente a demostrar que el lugar
en donde supuestamente falleció el señor Luis Alfonso Zamora se encontrara desprovisto
de señalización e iluminación, toda vez que el material probatorio hacía referencia a la falta
de medidas preventivas en el Tramo II de la obra, a cargo del Ingeniero Gabriel Zapata

26
Folios 478 al 515 del cuaderno 1 A.
27
Folios 517 al 519 del cuaderno 1 A.
28
Folios 521 al 540 del cuaderno de segunda instancia.
Tabares, cuando el mencionado señor habría perdido la vida en el tramo I de la obra, a
cargo de Danilo Flórez Guarín.

En ese sentido, concluyó que todos los planteamientos de la demanda se basaron en la


presunta falta de medidas preventivas y de seguridad de la obra a cargo del ingeniero
Gabriel Zapata Tabares, quien no tenía injerencia alguna en el sitio donde ocurrió el
accidente.

I-III.- EL RECURSO DE APELACION

La parte demandante interpuso recurso de apelación en contra de la providencia de


primera instancia, para solicitar su revocatoria y que, en su lugar, se acceda a las
pretensiones de la demanda 29.

Como fundamento de su inconformidad señaló, en síntesis, que, la decisión impugnada


vulneró el principio de unidad probatoria, pues no le otorgó ningún valor probatorio a la
Bitácora del tramo II de la obra, a cargo del ingeniero Gabriel Zapata Tabares, pues el a
quo consideró que no guardaba relación específica con el sector ni la cámara en donde
ocurrieron los hechos.

Sobre este particular, afirmó el recurrente que la obra pública comporta una unidad y las
anormalidades que se presenten en un sector determinado afectan a la totalidad de la obra,
así mismo, las responsabilidades que surjan durante su ejecución se predican frente a todos
los contratistas e interventores de la obra, por lo que no podía considerarse que, en este
caso, la ejecución dividida en dos tramos desligara la responsabilidad de los contratistas, de
manera que ambos estaban obligados a responder por la totalidad de la rehabilitación de la
calle 13 en los dos tramos contratados.
Concluyó que el a quo incurrió en un yerro, cuando señaló que al presente caso no se allegó
ninguna prueba relacionada con el tramo de la obra en donde falleció el señor Luis Alfonso
Zamora y la falta de señalización e iluminación en dicha área, pues se debía considerar que
los dos tramos y sectores de la obra comportan una unidad indivisible.

Manifestó que, atendiendo a la magnitud de la obra pública y su carácter de actividad


riesgosa o peligrosa, debieron tomarse las medidas preventivas necesarias para evitar la
ocurrencia de accidentes, sin embargo, se incumplió con esta obligación, tal como consta en
las fotografías aportadas al proceso.

29
Recurso presentado el 11 de febrero de 2000 obrante a folios 542 y 543 del cuaderno de segunda instancia,
debidamente sustentado en escrito que obra de folios 546 a 593 del mismo cuaderno.
Señaló que no era predicable la existencia de la causal eximente de responsabilidad,
consistente en la culpa exclusiva de la víctima, toda vez que el señor Luis Alfonso Zamora
no tenía por qué sospechar siquiera que, al ingerir bebidas alcohólicas, estaba aportando
con la causa de su propia muerte.

El trámite de segunda instancia

El recurso planteado en los términos expuestos, fue admitido por auto del 12 de mayo de
200030 y, mediante proveídos de 8 de septiembre y 13 de octubre de 2000 31, se dispuso
la práctica de pruebas en segunda instancia, en punto a incorporar al expediente unos
documentos allegados por la parte actora y requerir al Instituto de Desarrollo Urbano y
Valorización de Pereira y las Empresas Públicas de Pereira, para el aporte de unas pruebas
documentales decretadas en primera instancia.

Posteriormente, con auto de 7 de febrero de 2002 32 se corrió traslado a las partes para
que alegaran de conclusión y al Ministerio Público para que, si lo consideraba
pertinente, rindiera concepto de fondo, oportunidad procesal que transcurrió en silencio.

La Sala, al no encontrar causal de nulidad alguna que pudiera invalidar lo actuado,


procede a resolver de fondo el asunto.

II.- CONSIDERACIONES

1. La competencia

La Sala es competente para conocer del asunto, en razón del recurso de apelación
interpuesto por la parte demandante en contra de la sentencia proferida el 31 de enero de
2000, por el Tribunal Administrativo de Risaralda, en proceso con vocación de doble
instancia ante esta Corporación, dado que las demandas acumuladas se presentaron el 9
de septiembre de 1996 33 y el 14 de mayo de 1997 34, y la pretensión mayor en cada una de
ellas se estimó en dos mil veintiún (2.021) gramos de oro fino, equivalente a las sumas de
$26.163.502 y $24.431.121, respectivamente, por concepto de perjuicios morales ,
mientras que el monto exigido en ese año para que un proceso adelantado en ejercicio de
la acción de reparación directa tuviera vocación de doble instancia era de $13.460.000.35
30
Folio 606 del cuaderno principal.
31
Folios 693, 694 y 699 a 701 del cuaderno de segunda instancia.
32
Folio 858 del cuaderno de segunda instancia.
33
Folio 48 del cuaderno No. 1.
34
Folio 23 del cuaderno No. 1-1
35
Decreto 597 de 1988.
2. Ejercicio oportuno de la acción

Al tenor de lo previsto por el artículo 136 del Código Contencioso Administrativo


contenido en el Decreto Ley 01 de 1984 36, la acción de reparación directa deberá
instaurarse dentro de los dos años contados a partir del día siguiente al acaecimiento del
hecho, omisión, operación administrativa u ocupación permanente o temporal de
inmueble por causa de trabajos públicos.

En el sub examine la responsabilidad administrativa que se demanda se deriva de la


muerte del señor Luis Alfonso Zamora Vallejo, la cual, contrario a lo afirmado en las
demandas acumuladas, ocurrió el 15 de mayo de 199537 y, comoquiera que éstas se
interpusieron los días 9 de septiembre de 1996 y 14 de mayo de 1997, resulta evidente
que se acudió a la jurisdicción dentro del término previsto por la ley.

3. Lo probado en el proceso

Es necesario advertir que la Sala valorará los documentos obrantes en el proceso penal que
se adelantó con ocasión de la muerte del señor Luis Alfonso Zamora Vallejo, el cual fue
decretado como prueba trasladada a petición la parte actora, de conformidad con las pautas
que sobre el particular se han establecido en la jurisprudencia de la Sección 38. En este

36
Normatividad aplicable al presente caso, de conformidad con lo señalado en el artículo 308 de la Ley 1437
de 2011, por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, en los siguientes términos: “Los procedimientos y las actuaciones administrativas, así como
las demandas y procesos en curso a la vigencia de la presente ley seguirán rigiéndose y culminarán de
conformidad con el régimen jurídico anterior.”
37
De conformidad con lo consignado en el Certificado de Defunción y el correspondiente Registro Civil de
Defunción que obran en el expediente a Folio 14 Cuaderno No. 1; Folio 7 Cuaderno Uno – Uno (1-1); y,
Folios 23 y 24 del cuaderno de pruebas.
38
En relación con el traslado de pruebas y, particularmente, frente a los documentos, públicos o privados
autenticados que hacen parte de un proceso diferente de aquél en el que se pretende su valoración, se tiene
claro que podrán ser valorados en el proceso contencioso administrativo al cual son trasladados siempre que
se haya cumplido el trámite previsto en el artículo 289 del Código de Procedimiento Civil. En tal virtud, una
vez allegado el documento, deberá expedirse un auto que ordene tenerlo como prueba y la parte contra la cual
se aduce podrá tacharlo de falso dentro de los cinco días siguientes a su notificación. Debe tenerse en cuenta
que, según lo dispuesto en la misma norma, no se admitirá la tacha de falsedad cuando el documento
impugnado carezca de influencia en la decisión, o se trate de un documento privado no firmado ni manuscrito
por la parte a quien perjudica. Para el específico caso de la prueba documental la Sala ha señalado que la
omisión del referido traslado no configura vicio de nulidad alguno a la luz del artículo 140 del Código de
Procedimiento Civil, razón por la cual resulta procedente dar aplicación a lo dispuesto en el parágrafo de
dicho artículo, según el cual las irregularidades no constitutivas de nulidad procesal “se tendrán por
subsanadas, si no se impugnan oportunamente por medio de los recursos que este Código establece ”. Al
respecto se puede consultar, entre otras, las siguientes providencias: Sentencia de 4 de febrero de 2010,
Expediente 18109, Consejero ponente: Dr. Mauricio Fajardo Gómez; Sentencia de 18 de marzo de 2010,
expediente 32.651, Consejero ponente: Dr. Enrique Gil Botero; Sentencia de 29 de septiembre de 2011,
expediente 23.182; Sentencia de 11 de abril de 2012, expediente 22.667; y, Sentencia de 14 de marzo de
2013, expediente 26892, todas con ponencia de quien funge en la misma condición en esta providencia.
sentido, se tendrán en cuenta el protocolo de necropsia No. 95-A-308 del 15 de mayo de 1995
y la Resolución de 28 de julio de 1995, mediante la cual la Fiscalía 21 de Vida, Delegada
ante los Jueces Penales del Circuito de Pereira, resolvió inhibirse de iniciar instrucción.

No obstante lo anterior, el testimonio obrante dentro de dicha prueba trasladada no será


valorado, pues no fue practicado con audiencia de la parte contra la cual hoy se aduce ni
fue materia de ratificación en este proceso, siguiendo para ello el procedimiento previsto en
el artículo 229 del Código de Procedimiento Civil39.

En estas condiciones, en atención al material probatorio obrante en el expediente,


recaudado oportunamente y con el lleno de los requisitos legales, se tienen debidamente
demostrados en este proceso los siguientes hechos:

 Que el señor Luis Alfonso Zamora Vallejo falleció el 15 de mayo de 1995 y que la
causa de su muerte fue un Shock Hipovolémico, según se desprende del contenido de los
Certificados de Defunción y el correspondiente Registro Civil de Defunción que obran en el
expediente40.

 Que el Shock Hipovolémico41 que produjo el fallecimiento del señor Zamora Vallejo
fue consecuencia directa de una “herida de vasos pulmonares izquierdos, a nivel del hilio,

39
Si bien la Sala Plena de la Sección Tercera unificó recientemente su jurisprudencia en torno a los criterios
de valoración de la prueba testimonial trasladada de otro proceso, el criterio fijado no tiene aplicación al
presente caso, pues hace expresa referencia a la posibilidad de valorar los testimonios practicados sin
audiencia de las entidades de orden nacional, cuando frente al traslado de dicha prueba se haya guardado
silencio en torno a su validez y admisibilidad. En este sentido se manifestó lo siguiente: “12.2.18. Ahora bien,
en los casos en donde las partes guardan silencio frente a la validez y admisibilidad de dichos medios de
convicción trasladados, y además se trata de un proceso que se sigue en contra de una entidad del orden
nacional, en el que se pretenden hacer valer los testimonios que, con el pleno cumplimiento de las
formalidades del debido proceso, han sido recaudados en otro trámite por otra entidad del mismo orden, la
Sala unifica su jurisprudencia en el sentido de afirmar que la persona jurídica demandada -la Nación- es
la misma que recaudó las pruebas en una sede procesal diferente, lo que implica que, por tratarse de
testimonios recopilados con la audiencia de la parte contra la que se pretenden hacer valer en el proceso
posterior, son plenamente admisibles y susceptibles de valoración, según la interpretación más estricta que
pueda hacerse de las formalidades establecidas en el artículo 229 del Código de Procedimiento Civil, según
las cuales la ratificación de las declaraciones juramentadas trasladadas sólo es necesaria “… cuando se
hayan rendido en otro [proceso], sin citación o intervención de la persona contra quien se aduzcan en el
posterior…”. (Se destaca) Sentencia de 11 de septiembre de 2013, expediente 20601, Consejero Ponente: Dr.
Danilo Rojas Betancourth.
40
Folio 14 Cuaderno No. 1; Folio 7 Cuaderno Uno – Uno (1-1); y, Folios 23 y 24 del cuaderno de pruebas.
41
Según la información que reposa en la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. INH Institutos
Nacionales de la Salud, en la base de datos Medline Plus Enciclopedia médica en español, consultada el 10 de
febrero de 2014, un shock (choque) hipovolémico es una afección de emergencia en la cual la pérdida grave
de sangre y líquido hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo. El choque
hipovolémico, a menudo llamado shock hemorrágico, es un síndrome complejo que se desarrolla cuando el
volumen sanguíneo circulante baja a tal punto que el corazón se vuelve incapaz de bombear suficiente sangre
al cuerpo. Es un estado clínico en el cual la cantidad de sangre que llega a las células es insuficiente para que
estas puedan realizar sus funciones. El término hipovolemia significa disminución del volumen, en este caso,
sanguíneo. La hemorragia es la causa más común por la que un individuo puede caer en hipovolemia y luego
en choque, ya que disminuye la presión arterial media de llenado del corazón por una disminución del retorno
venoso. Debido a esto, el gasto cardiaco, es decir, la cantidad de sangre que sale del corazón por cada minuto,
cae por debajo de los niveles normales.
ocasionada por arma corto punzante penetrante al tórax, a nivel del dorso.”. Igualmente, que
el occiso presentaba una concentración de alcohol en sangre de 257.0 mg/100 ml., por lo que
se encontraba en un grado III de embriaguez alcohólica.

A tal conclusión se llega tras valorar los hallazgos anotados en el protocolo de necropsia No.
95-A-308 del 15 de mayo de 199542, así como el dictamen rendido en este proceso
contencioso administrativo a petición de la parte demandada43, por parte del Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses 44, en el cual se dio alcance a lo consignado
en el citado protocolo de necropsia y se precisaron los efectos que produce el alcohol en las
personas. En el protocolo de necropsia se registraron los siguientes hallazgos:

“EXAMEN EXTERNO

DESCRIPCION DEL CADAVER: Hombre adulto, complexión longilínea, con


herida de arma cortopunzante, penetrante a tórax, en área dorsal.
(…)
TORAX: Herida oblicua de 1.5 cms, bordes nítidos, regulares, ángulo agudo,
interno e inferior, abierto, localizada en la región dorsal superior, paravertebral
izquierda, a 32 cms del vértice y 3 cms de la línea media, penetrante al tórax,
abrasión leve lumbar inferior en la línea media.
(…)
EXAMEN INTERNO
(…)
D. CAVIDAD TORACICA:
1. PLEURA Y ESPACIOS PLEURALES: Herida que penetra al tórax paravertebral
izquierdo, en el 5° espacio intercostal posterior, hemotórax extenso de
aproximadamente 2.000 c.c.
(…)
3. APARATO RESPIRATORIO
(…)
b) PULMONES: La herida dorsal lleva una dirección súpero-inferior, póstero-
anterior y de izquierda a derecha, produce herida muscular paravertebral, músculo
intercostal, pleura, pulmón con hematoma perilesional y herida de vasos del hilio
pulmonar.
4. APARATO CARDIOVASCULAR
(…)
d) AORTA Y GRANDES VASOS: Herida de vasos del hilio pulmonar izquierdo.
Hemotórax izquierdo extenso con grandes coágulos.

ESTUDIOS SOLICITADOS
ALCOHOLEMIA
ALCOHOL ETILICO: POSITIVO. Concentración: 257.0 mg/100 ml.

CONCLUSION

42
Obrante a folios 134 a 136 del cuaderno de pruebas y 8 a 10 del cuaderno No. 3, contentivo del expediente
penal.
43
Prueba decretada en auto de 14 de septiembre de 1998, visible a folios 178 y 179 del cuaderno Uno – Uno
(1-1).
44
folios 132 y 133 del cuaderno de pruebas.
Hombre adulto quien fallece por shock hipovolémico, secundario a herida de vasos
pulmonares izquierdos a nivel del hilio, ocasionada por arma cortopunzante
penetrante al tórax, a nivel del dorso.”

En el dictamen pericial se expuso:

“hay 4 grados de embriaguez alcohólica:


(…)
Grado II. 150 mg/100 ml – 249 mg/100 ml. Es la embriaguez manifiesta. A estos
niveles una persona presenta incoordinación motora, alteración de la palabra,
aumento del umbral del dolor, disminución de la visión, pérdida de reflejos,
movimiento involuntario de los globos oculares, puede haber diplapía (sic). A estos
niveles se presentan en su gran mayoría los problemas sociales por el alcohol.

Grado III. 250 mg/100ml – 399 mg/100 ml. A estos niveles una persona puede tener
un ligero grado de conciencia, como encontrarse en estado de estupor, estado de
inconciencia tipo anestesia general.
(…)
A una concentración de 257 mg/100 ml. El ligero grado de conciencia no le permite
discernir las actuaciones como anoté, o puede encontrarse en estado de
inconciencia.

En cuanto a la causa probable del fallecimiento del señor Luis Alfonso Zamora
Vallejo, fue por shock hipovolémico, secundario a herida de vasos pulmonares
izquierdos a nivel del hilio, ocasionada por arma cortopunzante, a nivel del dorso.”

 Que en virtud de la muerte del señor Luis Alfonso Zamora Vallejo cursó una
investigación penal de carácter preliminar, la que culminó con Resolución de 28 de julio de
1995, mediante la cual la Fiscalía 21 de Vida, Delegada ante los Jueces Penales del Circuito
de Pereira, resolvió inhibirse de iniciar instrucción, pues, a su juicio, no había existido el
punible de homicidio.
El ente investigador arribó a tal conclusión, previas las siguientes consideraciones:

“El médico Legista consignó en su protocolo de necropsia que el señor ZAMORA


VALLEJO fallece por shock hipovolémico, a herida de vasos pulmonares izquierdos
a nivel del hilio, ocasionada por arma cortopunzante penetrante al tórax, a nivel del
dorso.

Llamado a declarar el señor URIEL ROBLEDO LOPEZ, vigilante del sector del
parque de la Libertad, manifestó que efectivamente vio el momento mismo en que el
señor LUIS ALFONSO ZAMORA cayó a un hueco que había en la calle 13 con
carrera 8, vía que por esos días estaba en remodelación. Expone que el hoy occiso
venía en avanzado estado de alicoramiento, se “tambaleaba” para los lados, y al
momento de apoyarse en una guadua la cual estaba sobre una base de cemento
colocada encima del pavimento fue a caer al hueco, el cual se encontraba lleno de
escombros de construcción y fragmentos de vidrios, sufriendo las heridas que
posteriormente le causaron la muerte.
De las pruebas allegadas a la foliatura se concluye sin mucho esfuerzo que no es
procedente continuar con estas diligencias, toda vez que el hecho investigado no
ocurrió por el accionar de un semejante. Su deceso acaeció en fatal accidente, es
decir, cuando en estado de embriaguez fue a caer a un hueco, donde sufrió las
heridas referidas en el protocolo de necropsia y las cuales causaron su muerte. Ello
se desprende de la declaración vertida por el señor Robledo López, a la cual el
despacho le da entera credibilidad, pues esta se encuentra ajustada a la realidad de
lo sucedido, no observándose ningún interés oculto en él.”

 Que para la realización de las obras civiles necesarias para la ampliación,


pavimentación y obras complementarias de la calle 13 entre carreras 4 y 11 de la ciudad de
Pereira, se llevó a cabo la Licitación Pública No. 001/94 45, mediante la cual se adjudicaron
los contratos de obra pública No. 004/94 y 005/94 46, suscritos entre el Instituto de
Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira -INDUVAL- y los Ingenieros Gabriel Zapata
Tabares47 y Danilo Flórez Guarín48. Así mismo, la interventoría de las obras fue adjudicada
a la firma Ingeniería y Estudios Ltda49.

45
Sobre el particular se tiene la copia auténtica de la Resolución de Dirección No. 282 de 26 de agosto de
1994, por la cual se ordena la apertura de una licitación, se adoptan unos pliegos de condiciones y se
conforma un comité técnico evaluador -Folios 67 y 68 del cuaderno No. 1-.
46
De folios 69 a 72 del cuaderno No. 1, reposa copia auténtica de la Resolución de Dirección No. 327 de 20
de octubre de 1994, por la cual se adjudican contratos estatales de obra correspondientes a la Licitación
Pública No. 001/94, cuyo objeto era la adjudicación de las obras civiles necesarias para la ampliación,
pavimentación y obras complementarias de la calle 13 entre carreras 4 y 11 de la siguiente manera: Grupo I
Calle 13 entre carreras 4 y 8 al Ingeniero Danilo Flórez. Grupo II Calle 13 entre carreras 8 y 11 al Ingeniero
Gabriel Zapata Tabares.
47
De folios 73 a 80 del Cuaderno No. 1, obra copia auténtica del Contrato Estatal de Obra Pública No.
004/94, suscrito entre el INDUVAL y el Ingeniero Gabriel Zapata Tabares. Igualmente, se tiene la copia
auténtica del Contrato Estatal de Obra Pública Adicional No. 02/95, suscrito entre el INDUVAL y el
Ingeniero Gabriel Zapata Tabares, para adicionar cantidades de obra. -Folios 81 a 84 Cuaderno No. 1- y la
copia auténtica del Contrato Estatal de Obra Pública Adicional No. 04/95, suscrito entre el INDUVAL y el
Ingeniero Gabriel Zapata Tabares, para adicionar el plazo del contrato. -Folios 85 y 86 Cuaderno No. 1-.
48
De folios 41 a 50 del Cuaderno Uno – Uno (1-1) obra copia auténtica del Contrato Estatal de Obra Pública
No. 005/94, suscrito entre el INDUVAL y el Ingeniero Danilo Flórez Guarín. Igualmente reposa la copia
auténtica del Contrato Estatal de Obra Pública Adicional No. 01/95, suscrito entre el INDUVAL y el
Ingeniero Danilo Flórez Guarín, para adicionar cantidades de obra. -Folios 71 a 74. Cuaderno Uno – Uno (1-
1)- así como la copia auténtica del Contrato Estatal de Obra Pública Adicional No. 03/95, suscrito entre el
INDUVAL y el Ingeniero Danilo Flórez Guarín, para .adicionar el plazo de ejecución del contrato. Folios 89
y 90. -Cuaderno Uno – Uno (1-1)-
49
A folios 87 y 88 del Cuaderno No. 1 reposa copia auténtica de la Resolución de Dirección No. 329 de 24 de
octubre de 1994, por la cual se adjudica a la firma INGENIERIA Y ESTUDIOS LTDA., la interventoría de
los contratos estatales de obra pública celebrados para la ejecución de las obras civiles de ampliación,
pavimentación y obras complementarias de la calle 13 entre carreras 4 y 11. Copia auténtica del contrato de
interventoría No. 02/94, suscrito entre el INDUVAL y la firma INGENIERIA Y ESTUDIOS LTDA., para la
interventoría de los contratos estatales de obra pública celebrados para la ejecución de las obras civiles de
ampliación, pavimentación y obras complementarias de la calle 13 entre carreras 4 y 11 reposa de folios 89 a
93 del cuaderno No. 1 y copia auténtica del contrato adicional de interventoría No. 01/95, suscrito entre el
INDUVAL y la firma INGENIERIA Y ESTUDIOS LTDA., para la interventoría de los contratos estatales de
obra pública celebrados para la ejecución de las obras civiles de ampliación, pavimentación y obras
complementarias de la calle 13 entre carreras 4 y 11 aparece a folios 94 y 95 del cuaderno No. 1-.
 Que la realización de las citadas obras públicas fue cofinanciada por parte de las
Empresas Públicas de Pereira a través de un Convenio Interadministrativo suscrito con el
Instituto de Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira -INDUVAL-50.

 Que los ingenieros contratistas y la firma interventora constituyeron las respectivas


pólizas de seguro exigidas por la ley51.
 Que las obras objeto de los contratos 004 y 005 de 1994 se iniciaron el 15 de
noviembre de 1994, concluyeron el 17 de junio de 1995 y fueron inauguradas el 23 de
junio de 199552.

4. El daño y la imputabilidad a la demandada

Según se desprende del texto de la demanda, el daño antijurídico que se pretende sea
reparado, se hizo consistir en la muerte del señor Luis Alfonso Zamora Vallejo, la que, se
dijo, fue causada al haberse precipitado a un hueco destinado a la construcción de una
cámara de inspección, como parte de las obras de ampliación de la calle 13 con carrera 8, en
la ciudad de Pereira, excavación que, se alegó en el libelo, no tenía ninguna clase de

50
En este sentido se tiene la copia auténtica del Convenio Interadministrativo No. 04/94, suscrito entre el
INDUVAL y las Empresas Públicas de Pereira, con el fin de establecer un aporte de $500.200.000, de parte
de esta última, para la construcción de las redes de acueducto, alcantarillado, eléctricas y telefónicas de la
obra de ampliación de la calle 13 entre carreras 4 y 11 del Municipio de Pereira -Folios 96 a 98 del cuaderno
No. 1-. Obra además, copia auténtica de “otro sí” al convenio interadministrativo No. 04/94, suscrito entre el
INDUVAL y las Empresas Públicas de Pereira, con el objeto de ampliar la vigencia del mencionado convenio
interadministrativo -Folios 99 y 100 del mismo cuaderno- y copia auténtica de la Póliza de responsabilidad
civil extracontractual No. 10690, sus anexos y modificaciones, tomada por las Empresas Públicas de Pereira -
Folios 191 a 212 del cuaderno No. 1-.
51
Al respecto obran los siguientes documentos, allegados en copia auténtica: Póliza No. EO-9463085 RCE-
00 y sus anexos de modificación No. 140939, 277045, 115338 y Anexo No. 001 a la Póliza 9463085, tomada
por el Ingeniero Gabriel Zapata Tabares -Folios 129 a 134 del cuaderno No. 1-; Certificado de modificación a
la póliza No. 9463085, tomada por Gabriel Zapata Tabares, la mencionada póliza No. 9463085, así como el
clausulado de amparos correspondiente a la póliza única de seguro de cumplimiento a favor de entidades
estatales -Folios 275 a 281 del cuaderno uno A (1-A)-; Póliza Única de Seguro de Cumplimiento a favor de
entidades estatales, No. 9463065, tomada por el Ingeniero Danilo Flórez Guarín, a favor del INDUVAL, junto
con el Anexo 001, la cláusula de garantía específica, certificado de modificación en cuanto a la vigencia de la
póliza -Folios 55 a 59 del cuaderno uno – uno (1-1)-; Póliza de Seguro Colectivo de Vida No. 15381, tomada
por el Ingeniero Danilo Flórez Guarín, junto con el listado de personas aseguradas y el certificado de
modificación No. 57522 -Folios 60 a 62 del cuaderno uno – uno (1-1)-; Póliza Única de Seguro de
Cumplimiento a favor de entidades estatales, No. 9463184, tomada por el Ingeniero Danilo Flórez Guarín, a
favor del INDUVAL -Folio 63. Del cuaderno uno – uno (1-1)-; Resolución No. 331 de 1 de noviembre de
1994, por la cual el INDUVAL aprueba las garantías otorgadas respecto del contrato de obra pública No.
005/94, suscrito con el Ingeniero Danilo Flórez Guarín -Folios 64 a 65 del cuaderno uno – uno (1-1)-;
Resolución de Dirección No. 405 de 13 de diciembre de 1995, por la cual el INDUVAL aprueba la póliza
única de seguros de cumplimiento, estabilidad de la obra y pago de prestaciones sociales respecto del contrato
de obra pública No. 005/94, suscrito con el Ingeniero Danilo Flórez Guarín -Folios 66 y 67 del cuaderno uno
– uno (1-1)-; Certificado de modificación No. 147770, respecto de la póliza No. EO-9463184, tomado por el
Ingeniero Danilo Flórez Guarín, de la Póliza Única de Seguro de Cumplimiento No. 9546245 y el certificado
de modificación No. 289255 -Folios 68 a 70 del cuaderno uno – uno (1-1)-; Póliza Única de Cumplimiento
No. 191990 y su anexo 195225, tomada por la firma INGENIERIA Y ESTUDIOS LTDA -Folios 135 y 136
del cuaderno No. 1-.
52
Al respecto, mediante el Oficio No. 01189 de 23 de junio de 1997, el Director del INDUVAL certificó que
las anotadas fechas de inicio y conclusión de obra, así como la de entrega al servicio de la comunidad -Folio
49 del cuaderno de pruebas-.
señalización o aviso preventivo, por lo cual se configuró una falla en el servicio de control y
vigilancia sobre las obras.

De lo probado en el expediente y analizado en precedencia, es claro que la muerte del


señor Luis Alfonso Zamora Vallejo se encuentra debidamente acreditada y que el daño
resulta antijurídico, ya que la vida es el principal bien jurídicamente tutelado y nadie está
obligado a soportar la pérdida de la misma, pues en parte alguna el ordenamiento jurídico
impone esta carga a ningún coasociado.

Sin embargo, no siendo suficiente constatar la existencia del daño antijurídico, es necesario
realizar el correspondiente juicio de imputación, que permita determinar si dicho daño
puede ser atribuido fáctica y jurídicamente a la entidad demandada, o si opera alguna de
las causales exonerativas de responsabilidad, o se produce un evento de concurrencia de
acciones u omisiones en la producción del daño.

Así las cosas, el daño se constituye en el primer elemento de la responsabilidad, es la causa


de la reparación, se trata de un requisito indispensable para declarar la responsabilidad del
Estado53. Sin embargo, pese a la existencia del daño, es posible que no haya lugar a declarar
la responsabilidad estatal, “es lo que ocurre en dos hipótesis: el daño existe pero no se
puede atribuir al demandado (…), el daño existe y es imputable, pero el imputado no tiene
el deber de repararlo, porque no es un daño antijurídico y debe ser soportado por quien lo
sufre”54.

De cara a lo anterior, con fundamento en lo probado en el proceso, es posible concluir que,


en el presente caso, el daño no es imputable a la entidad pública demandada, comoquiera
que la causa de la muerte del señor Luis Alfonso Zamora Vallejo –shock hipovolémico-
ocurrió como consecuencia directa de una herida causada por arma cortopunzante, que
comprometió sus vasos pulmonares izquierdos, a nivel del hilio, herida que, según el hallazgo
consignado en el correspondiente protocolo de necropsia, ratificado en el dictamen rendido
por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, le penetró el tórax, a nivel
del dorso55, es decir, por la espalda.
53
Respecto del daño como presupuesto para declarar la responsabilidad del Estado y como primer elemento a
estudiar en los procesos de reparación directa, véase, entre otras sentencias, Consejo de Estado, Sala de
Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencias del 10 de septiembre de 1993, expediente 6.144; del
2 de marzo de 2000, expediente 11.135; del 9 de marzo de 2000, expediente 11.005; del 16 de marzo de 2000,
expediente 11.890; del 18 de mayo de 2000, expediente 12.129; del 4 de diciembre de 2002, expediente
12.625; del 4 de diciembre de 2007, expediente 16.241; del 1 de diciembre de 2008, expediente 16.472.
54
HENAO, Juan Carlos. El daño, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 1998, pág. 38.
55
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española consigna: “Dorso. (Del lat. dorsum).
1. m. Revés o espalda de algo.” http://lema.rae.es/drae/?val=dorso recuperado el 10 de febrero de 2014.
Igualmente se tienen las siguientes acepciones en materia médica: “Espalda, parte posterior del tronco que
En estas condiciones, forzoso es concluir que fue una tercera persona quien le ocasionó
dicha herida mortal, pues no es dable pensar que se tratara de una lesión auto infligida, dada
su ubicación en un punto inaccesible para la víctima y el elevado grado de alcoholemia que
ésta presentaba, el que según fue dictaminado por el Instituto Nacional de Medicina Legal,
solo le permitía un ligero grado de conciencia, sin discernimiento de sus actuaciones -o
incluso, podía encontrarse en estado de inconciencia-.

Tampoco es posible señalar que la lesión fuera causada por los escombros de construcción
que, dijo la Fiscalía, estaban en el hueco, aseveración que carece de confirmación
probatoria en este juicio de responsabilidad estatal, toda vez que no obra en el expediente
ninguna prueba dirigida a establecer, de manera específica, la alegada inexistencia de
señales preventivas al momento de los hechos en el sitio específico donde se ubicaba el
hoyo, mucho menos sobre la presencia de alguna clase de escombros en su interior ni la
constatación de que la herida mortal se correspondiera con los elementos que
supuestamente allí estarían, por lo que vale recordar que la investigación penal partió de la
diligencia de levantamiento del cadáver, la cual se llevó a cabo en las instalaciones de la
Morgue del Hospital Universitario San Jorge de Pereira 56, sin que en ella se practicara
prueba alguna dirigida a la verificación de estos puntuales aspectos en el sitio de los
hechos. En gracia de discusión, si fuese cierto que alguna clase de escombros se hallaran
en el hueco al que cayó la víctima, no producirían una herida con las características de la
encontrada en la diligencia de necropsia, como que ésta presenta particularidades
indicativas de su causación con arma cortopunzante, conclusión a la que llegó el médico
legista que realizó la necropsia, servidor que en razón de su labor profesional es
suficientemente conocedor de esta clase de lesiones57.

Si bien esta inferencia resulta contraevidente, de cara a lo dispuesto por la Fiscalía 21 de


Vida, Delegada ante los Jueces Penales del Circuito de Pereira, cuando resolvió inhibirse de
iniciar instrucción, al estimar que no había existido el punible de homicidio en la persona
de Luis Alfonso Zamora Vallejo y que la herida la sufrió en el hueco donde cayó, lo cierto
es que esa decisión no tiene efectos de cosa juzgada respecto de la presente acción
indemnizatoria, pues como lo ha señalado la Sala, las decisiones adoptadas en las

va desde la última vértebra cervical hasta el sacro. Se divide en dos regiones anatómicas, la dorsal y la
lumbar, bien diferenciadas por la presencia o ausencia de costillas y también por las diferentes curvaturas.”
http://www.definicion-de.es/dorso-2/, recuperado el 10 de febrero de 2014. “El dorsal ancho es el músculo
más grande, ancho y fuerte de todo el tronco. Está situado en la parte posterior de la espalda. Cubre una
superficie muy amplia de la espalda, al menos sus dos tercios inferiores. Es el músculo con mayor superficie
del cuerpo humano.” http://cuerpo-humano.wikispaces.com/DORSAL recuperado el 10 de febrero de 2014.
56
Obrante de folios 4 a 6 del cuaderno No. 3, contentivo del expediente penal.
57
En este sentido, se describió en la necropsia una única herida “oblicua de 1.5 cms, bordes nítidos,
regulares, ángulo agudo, interno e inferior, abierto…”
investigaciones penales no puede tener el alcance de reemplazar el juicio sobre el
asunto sometido al conocimiento de esta jurisdicción, con base en los mismos hechos
investigados en el ámbito penal 58.

De igual manera, vale resaltar que, tanto en el proceso penal como en esta sede de lo
contencioso administrativo, se estableció fehacientemente la causa de muerte del señor
Zamora Vallejo59 –shock hipovolémico secundario a herida causada por arma
cortopunzante-, la que para los efectos del presente proceso indemnizatorio en contra del
Instituto de Desarrollo Urbano y Valorización de Pereira no permite afirmar que su muerte
tuviera como causa inmediata y eficiente la circunstancia alegada en la demanda y sobre la
cual sería pertinente efectuar el correspondiente juicio de imputación, esto es, el hecho de
haber caído en un hueco carente de señalización preventiva.

Así las cosas, en el sub lite no se configura ni la imputación fáctica -imputatio facti- ni la
jurídica -imputatio iure-, puesto que las pruebas recaudadas revelan que el daño resulta
única y exclusivamente atribuible al accionar de un tercero y no a la actuación de la
víctima, como lo afirmó el Tribunal a quo en la sentencia apelada.

En el presente caso, no sobra repetirlo, aun cuando se encuentra demostrado que la víctima
se encontraba en grado III de embriaguez alcohólica, lo cierto es que no se acreditó que
dicho estado ocasionara su caída ni que ésta hubiese sido finalmente la causa adecuada del
daño, por lo que no se podría tener por configurada la ocurrencia del hecho exclusivo de la
víctima.

Se torna, en consecuencia, inocuo, cualquier examen de los fundamentos o sistemas de


responsabilidad, objetivos o tradicionales y su configuración en el caso concreto, porque se
está en presencia de una falta absoluta de imputación al Estado, y aquéllos tienen su
fundamento y razón de ser, sólo cuando el daño antijurídico le es imputable a la
administración como fundamento de justicia aplicable al caso, lo cual no se configuró en el
evento sub examine, y por ello se reitera, la Sala se ve relevada de ese tipo de
consideraciones.

5. No hay lugar a condena en costas

58
Este criterio fue expuesto por la Sala en sentencia de 3 de octubre de 2012, expediente 26827.
59
Como ya se dijo, en este proceso -a petición de la parte demandada-, el Instituto Nacional de Medicina
Legal y Ciencias Forenses rindió un dictamen, en el cual se explicó lo consignado en el protocolo de necropsia y
se precisaron los efectos que produce el alcohol en las personas -Folios 132 y 133 del cuaderno de pruebas-.
Finalmente, toda vez que para el momento en que se profiere este fallo, el artículo 55 de
la Ley 446 de 1998 indica que sólo hay lugar a la imposición de costas cuando alguna de
las partes haya actuado temerariamente y, debido a que ninguna procedió de esa forma en
el sub lite, no habrá lugar a imponerlas.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley,

R E S U E L V E:

PRIMERO: CONFIRMAR la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo de


Risaralda en el proceso de la referencia, el 31 de enero de 2000, pero de conformidad con
los argumentos expuestos en la parte motiva de esta providencia.

SEGUNDO: Sin condena en costas.

TERCERO: Ejecutoriada esta providencia, DEVUELVASE el expediente al Tribunal


de origen para lo de su cargo.

COPIESE, NOTIFIQUESE Y CUMPLASE

HERNAN ANDRADE RINCON

MAURICIO FAJARDO GOMEZ CARLOS ALBERTO ZAMBRANO BARRERA


Aclaró voto

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