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Y COM 2a
Protocolo de Sentencias
Nº Resolución: 31
Año: 2019 Tomo: 1 Folio: 230-236
En la ciudad de Córdoba, a los diecisiete días del mes de Abril del año Dos Mil Diecinueve,
lo Civil y Comercial de Segunda Nominación de esta Ciudad, a los fines de dictar sentencia
venidos a este Tribunal de Alzada en virtud del recurso de apelación deducido por el letrado
fecha quince de diciembre de dos mil diecisiete dictada por el Juez de Primera Instancia y
Décimo Cuarta Nominacion, por la cual se dispusiera: “1. Hacer lugar parcialmente a la
demanda planteada por el Sr. Diego Martín SANTILLAN, D.N.I. 27.920.239, en contra de los
Sres. Aida Nélida OLIVA, D.N.I. 13.539.666, y Rubén Alberto GUEVARA, D.N.I. 12.811.162,
500) en concepto de daño emergente, y la suma de Pesos Siete Mil Quinientos ($ 7.500) en
concepto de daño moral, todo con más intereses establecidos en considerandos pertinentes,
en el plazo de diez (10) días hábiles de quedar firme la presente resolución, bajo
Imponer las costas en un cincuenta por ciento (50%) a los demandados Sres. Aida Nélida
Diego Martín SANTILLAN. 3. Regular los honorarios profesionales definitivos del Dr.
12.913), con más la suma de Pesos Un Mil Novecientos Treinta y Seis con noventa y cinco
centavos ($ 1.936,95), correspondientes al art. 99, inc. 5, Ley 8226. 4. Regular los honorarios
profesionales definitivos del Dr. Jaime Ariel WINER en la suma de Pesos Doce Mil
Novecientos Trece ($ 12.913), a lo que debe adicionarse la suma de Pesos Dos Mil
Setecientos Once con setenta y tres centavos ($ 2.711,73) en concepto de IVA sobre
honorarios. 5. Regular los honorarios profesionales definitivos de los peritos oficiales médico
y psicóloga, Dr. Miguel Angel YEMELLI y Lic. Mirtha del Valle GOMEZ, respectivamente,
en la suma de Pesos Siete Mil Setecientos Cuarenta y Siete con ochenta centavos ($ 7.747,80)
para cada uno de ellos. 6. No regular honorarios al perito de control Dr. Rodolfo
Este Tribunal, en presencia del Actuario, se plantea las siguientes cuestiones a resolver:
Efectuado el sorteo de ley, la emisión de los votos resulta en el siguiente orden: 1°) Dra.
Silvana María Chiapero; 2°) Dra. Delia Ines Rita Carta de Cara.-
1.- Contra la sentencia número cuatrocientos veintidós (422), dictada con fecha quince (15) de
diciembre de dos mil diecisiete por el Sr. Juez de Primera Instancia y Décimo Cuarta
demandados recurso de apelación (fs. 415), que fue concedido por el a quo (fs. 416).
derecho dejado de usar (fs. 545/6 y 549). Dictado y consentido el proveído de autos (fs. 555),
2.- El fallo objeto de recurso hace lugar parcialmente a la demanda de daños y perjuicios
causación en un cincuenta por ciento (50%) a cada una de las partes. En consecuencia
emergente, y la suma de pesos siete mil quinientos ($ 7.500) en concepto de daño moral, con
más intereses. Impone las costas en un cincuenta por ciento (50%) a cargo de cada una de las
la prueba diligenciada advierto que no existe una única versión, sino que existen pruebas a
favor de la versión esgrimida por la parte actora y otras a favor de los accionados. Me
explico: respecto de la versión referida por la parte actora, cierto es que ésta no ha
diligenciado prueba alguna que acredite tales circunstancias, como tampoco que el Sr.
control de su vehículo, violando de tal modo las normas de tránsito del lugar, estando la
prueba a su cargo. Nótese que al contestar la demanda, los accionados han negado tales
situaciones, por lo que tales cuestiones constituyen hechos controvertidos, sin existir ningún
medio de prueba por la parte actora tendiente a su acreditación, máxime que se había
informativa (fs. 132 vta.), lo que sellaría la suerte del reclamo, pues no ha demostrado la
culpa del Sr. GUEVARA o causalidad en su contra en el hecho objeto de análisis, y por tanto
faltando tal elemento de la misma, no podría considerarse la existencia de aquella (conf. art.
exceso de velocidad a la que circulaba, que haya perdido el control de su vehículo por una
causa a él imputable, como tampoco la supuesta violación de las normas de tránsito del
lugar del hecho. (…)”. A esas consideraciones agrega que: “(…)la actitud asumida por el
actor de no trasladar el vehículo hacia un costado de la calzada y/o encender las balizas y
luces de emergencia (…) y (…) la presencia del Sr. SANTILLAN sobre el costado izquierdo
del vehículo, es decir, no sobre la banquina, sino próximo al centro de la calzada, donde
accionados(…) puesto que destruiría el nexo de causalidad entre el hecho y los daños
alegados. (…).-
Sin embargo, a renglón seguido sostiene: “… No obstante ello, cabe expresar que en el caso
invocado por los codemandados Sres. OLIVA y GUEVARA (…) toda vez que (…)
también al automóvil que conducía o del que era usuario este último(….) De tal modo, la
inobservancia por parte del Sr. GUEVARA de la presencia de un automóvil detenido sobre
la calzada demuestra también negligencia e impericia de su parte, atento que no respetó las
(conf. art. 40, Código de Tránsito Municipal, Ordenanza 9981 y modificatorias), siendo
vehículos detenidos sobre la calzada por algún desperfecto-, donde debe priorizar siempre
la seguridad de las personas por sobre cualquier otro valor o riesgo (conf. art. 46, Código
de Tránsito Municipal, Ordenanza 9981 y modificatorias). De tal guisa, estimo que este
daños sufridos en un cincuenta por ciento (50%) a cada una. Es que, habiendo quedado
acreditado la negligencia del Sr. SANTILLAN, quien no encendió las balizas y luces de
menor y reducida que durante el día, y el peatón se encontraba sobre el costado izquierdo del
vehículos; como también la inobservancia por parte del Sr. GUEVARA respecto del vehículo
que se encontraba detenido sobre la ruta, ello no produce una interrupción total del nexo
causal invocado por los Sres. GUEVARA y OLIVA, sino más bien una situación de concausa,
y por tanto ambas partes resultan responsables del evento dañoso. (…) Entiéndase bien la
cumplir con mínimas pautas al estacionar el automóvil por el desperfecto que sufrió, como
, con el riesgo que ello implicaba, pero conforme la confesión de los demandados, no sólo
embistió al actor, sino también al automóvil estacionado, o sea que de no haber estado el
responsabilidad parcial de su parte, pues no es lo mismo decir que no vio a una persona en
costado de la calle o ruta, demostrando así negligencia o impericia de su parte, siendo por
tanto concausa del hecho producido, de allí la responsabilidad parcial de ambas partes en el
Los agravios merecen el siguiente compendio: a. Primer agravio: Violación del principio
momento afirma categóricamente que “nada ha demostrado la parte actora que haga
por una causa a él imputable, como tampoco la supuesta violación de las normas de tránsito
del lugar del hecho.” y luego -a renglón seguido- le endilga negligencia por haber resultado
que el intento frustrado de esquivar al vehículo, que fuera reconocido por su parte , más que
conducido, porque no obstante haber intentado esquivar al actor, no logró hacerlo en virtud de
las desfavorables circunstancias de modo, tiempo y lugar. Agrega que el fallo impugnado se
contradice en sus postulados afirmando primero que el actor fue negligente al encontrase en
un lugar no autorizado y sin balizas: “…al no cumplir con mínimas pautas al estacionar el
del vehículo embistente, por no haber observado el dominio de su rodado ni previsto las
alternativas ordinarias de circulación, entre ellas- los vehículos detenidos sobre la calzada por
autorizado sin ningún tipo de señalización, constituyó en un obstáculo insalvable dado a las
características del lugar (ruta angosta y sin banquina) y la escasa visibilidad que existía en el
sector. Reitera que dadas las condiciones de tiempo y lugar el vehículo detenido no pudo
haber sido avizorado por el conductor del rodado demandado, ni aun cuando hubiera
empleado la mayor diligencia que es dable exigir a un conductor.- b.-Segundo agravio: Falta
por el iudex con relación a que el vehículo del actor en la forma que se encontraba detenido,
pueda considerarse como una “alternativa ordinaria de circulación”. Asevera que tal
dicha circunstancia y no -como hizo el actor- colocarse a la izquierda del vehículo mal
en falta de fundamentación lógica y legal cuando concluye que: “…no es lo mismo decir que
no vio a una persona en medio de la noche que se apareció de repente en una calle, a un
las condiciones en que se encontraba el vehículo aparcado al costado de la ruta. Sostiene que
cumplir con mínimas pautas al estacionar el automóvil por el desperfecto que sufrió”, como
asimismo que: “…la actitud asumida por el actor de no trasladar el vehículo hacia un
costado de la calzada y/o encender las balizas y luces de emergencia -o al menos no ha sido
acreditado lo contrario- demuestra claramente una negligencia imputable a ella (conf. art.
1111, Código Civil) y no de parte del Sr. GUEVARA, puesto que la presencia del Sr.
SANTILLAN sobre el costado izquierdo del vehículo, es decir, no sobre la banquina, sino
responsabilidad alegado por los accionados que los eximiría de responsabilidad, puesto que
destruiría el nexo de causalidad entre el hecho y los daños alegados. Nótese que del croquis
realizado por personal policial, surge que el actor se habría encontrado incorrectamente a la
banquina y no hay peligro alguno para los peatones (documental; fs. 252), lo que es
reconocido por el propio actor al expresar que “…hallándome de pie sobre el costado
izquierdo del vehículo marca FIAT, modelo 133, dominio UKX 967…” (fs. 7), lo que
demuestra la culpa del Sr. SANTILLAN en el evento dañoso.” Expresa que de tal manera,
ordinario tenía la presencia del actor al costado izquierdo del vehículo detenido sobre la ruta,
que la presencia del vehículo estacionado sobre la ruta puede ser considerada una
“circunstancia ordinaria de circulación” sin conjugar dicha afirmación con el resto de las
consistido la negligencia del demandado. Agregan que los agravia el fallo impugnado al
sostener que aunque el actor no se encontrase parado en dicho lugar a la izquierda del
vehículo, el demandado habría embestido al vehículo. Aseveran que existieron al menos tres
hechos de negligencia por parte del actor (no trasladar el vehículo a un lugar seguro, no
señalizar el vehículo detenido y haberse colocado el actor sobre el lado izquierdo invadiendo
presencia del actor era un obstáculo sorpresivo que quien se desplazaba reglamentariamente
por dicha arteria. Citan jurisprudencia en sustento de su postura.- c.- Tercer agravio: Falta
causa que el demandado haya contribuido con su accionar para que el hecho pueda serle
demandado haya cometido algún acto de imprudencia, ni que se haya conducido a un exceso
de velocidad- tal como argumentó la actora sin acreditar- ni ninguna otra circunstancia que
pueda al menos en grado de indicio probar que haya existido negligencia de su parte, por lo
que el mero hecho de haber revestido carácter de embistente no alcanza para atribuir
se encontraba al costado de la ruta al decir que: “… no es lo mismo decir que no vio a una
costado. Agregan que en virtud de las condiciones de tiempo, modo y lugar, el hecho de
negligencia atribuible al actor- e.- Quinto agravio: Falta de fundamentación lógica y legal
al valorar prueba dirimente. Se quejan por cuanto se pondera que su parte confesó haber
que intentó una maniobra de esquive sin poder evitar la colisión. Sostienen que se afirma que
afirmación arbitraria y aparente, no surgiendo de las constancias de autos, a lo que suma que
no se han determinado concretamente cuales habrían sido los elementos en que se funda la
por no haber dado el juzgador razón suficiente de sus afirmaciones. Solicitan, en definitiva, se
Todo el embate recursivo está enderezado a denunciar que no estaría demostrado que con su
El argumento medular del fallo consiste en que si bien se ha acreditado la negligencia del
actor al haber detenido su vehículo sobre la calzada sin señalización y permanecido al costado
del mismo sobre la ruta, el accionado habría contribuido con- causalmente con el accidente
también negligencia e impericia de su parte, y por tanto ambas partes resultan igualmente
responsables del evento dañoso (en la proporción del 50% cada una).-
El apelante insiste con que el vehículo se encontraba detenido en un lugar no autorizado y sin
ningún tipo de señalización, lo que a su juicio, se erigió en un obstáculo insalvable (no pudo
haber sido avizorado por el conductor del rodado demandado aun empleando la mayor
Adelantamos criterio a favor de la procedencia del recurso. Damos razones (arts. 326 C.P.C. y
155 C.P.).-
21:00 hs. aproximadamente), en la Av. Juan B. Justo en cercanías del Liceo Militar Gral. Paz,
de la Ciudad de Córdoba, con participación los vehículos Fiat 133, dominio UKX 967 de
propiedad de la demandada Aida Nélida Oliva conducido por el codemandado Rubén Alberto
Guevara, y Fiat Duna, dominio UGZ 488 conducido por el actor quien al momento del
de ocurrido el evento por la Policía de la Provincia de Córdoba a las 22:15 hs. y croquis del
lugar, que el vehículo conducido por el actor se encontraba estacionado sobre el costado
derecho de la Av. Juan B. Justo N° 6000, sin luces de estacionamiento ni balizas (fs. 253
Tal circunstancia constituye una conducta violatoria de las normas de tránsito, pues conforme
impera el art. 70, inc. e) del Código de Tránsito Municipal (Ordenanza N° 9981 y
modificatorias), los vehículos deben encender sus luces cuando la luz natural sea insuficiente,
intermitentes de emergencia deben usarse para indicar la detención en zonas peligrosas, como
debe efectuarse en los lugares en que no esté expresamente prohibido, sobre el costado
derecho de la calzada, y a una distancia no menor a los cinco (5) metros del borde más
debe advertir a terceros la situación ubicando las balizas y accionando las luces de
emergencia del vehículo(conf. arts. 75, Código de Tránsito Municipal, Ordenanza N° 9981 y
modificatorias; 75, inc. 3, Decreto Reglamentario 511 “G”), conforme surge del informe
De tal guisa, la actitud asumida por el actor al no trasladar el vehículo hacia un costado de la
calzada y/o encender las balizas y luces de emergencia sumado a su propia presencia sobre el
costado izquierdo del vehículo, es decir, no sobre la banquina, sino próximo al centro de la
calzada, donde circulan los vehículos configura un supuesto de hecho de la víctima que exime
de responsabilidad a los accionados puesto que rompe el nexo de causalidad adecuado entre el
hecho y los daños alegados. (art. 1111 C.C.).Tal circunstancia luce corroborada por el croquis
realizado por personal policial (fs. 252), y es reconocida por el propio actor al expresar que
“…hallándome de pie sobre el costado izquierdo del vehículo marca FIAT, modelo 133,
Siendo ello así, asiste toda la razón al apelante puesto que la mera condición de embistente
accidente. Esto se explica pues podría aceptarse la con-causalidad entre ambos protagonistas
debida señalización que permita ser advertido por los conductores de los demás vehículos que
circulan normalmente por la calzada, no es así en las condiciones que se encontraban detenido
detenido de noche sobre la ruta por un desperfecto técnico debidamente señalizado que uno
presencia del obstáculo a los demás vehículos que circulan por la misma, de modo de evitar
posibles accidentes.-
Un vehículo detenido sobre la calzada de noche sin ninguna señalización importa, cuanto
responsable parcial del siniestro, ya que inveteradamente hemos sostenido que la condición de
embistente es relativa y por sí sola no implica necesariamente que aquél a quien se le atribuye
deba -sin más- ser considerado responsable por las consecuencias dañosas. Por el contrario,
dicha condición tiene carácter relativo en tanto ese rol material resulta contingente en la física
de las acciones por su fácil inversión por velocidad o maniobra inmediatamente previas a la
causa adecuada, para lo cual sólo importa establecer cuál de los partícipes es el que dio
motivo al impacto. En otras palabras, el hecho físico de embestir de por sí no permite arribar
con ligereza a un juicio de autoría responsable como factor causal del suceso, tal como se ha
trayectoria de otro vehículo sin el mínimo de tiempo suficiente para variar o detener la
marcha.-
En tal senda, la condición de embistente que pueda tener el rodado en un accidente de tránsito
tiene carácter relativo, pues sólo una maniobra puede transformar rápidamente al embestido
Pollos San Mateo S.A. – abreviado- daños y perjuicios- accidentes de tránsito – recurso de
apelación -”, 27/06/16; C8ºCCCba, “Zarazaga, Hugo Ricardo c/ Rodríguez Luís Martín s/
C6ºCCCba, “Suárez, Gonzalo Marcial vs. Márquez, Alberto s. Ordinario - Daños y perjuicios
ha sido el hecho culpable de la propia víctima que irrumpe sobre el nexo causal, desvirtuando
cabeza del dueño o guardián de la cosa riesgosa ni objetiva ni subjetiva, ya que no se trata de
ponderar culpas sino autoría materiales. En ese marco, acreditado el hecho culpable de actor y
no probado que el demandado contribuyera con su conducta a la causa del daño, el hecho de
impugnado.-
condena dispuesta en su contra y en su lugar rechazar la demanda, con costas al actor atento
Dr. Dr. Jaime Ariel Winer en el cuarenta por ciento (40%) del punto medio de la escala del art
36, sobre lo que ha sido motivo de discusión en esta Alzada (arts. 26, 36, 39 y 40 ley 9459).-
Así voto.-
Que adhiere al voto y fundamentos vertidos por la Sra. Vocal preopinante votando en el
mismo sentido.-
2.- Imponer las costas al actor atento su condición de vencido (art. 130 C.P.C.). Fijar los
honorarios correspondientes al Dr. Jaime Ariel Winer en el cuarenta por ciento (40%) del
punto medio de la escala del art 36, sobre lo que ha sido motivo de discusión en esta Alzada
Así voto.-
Que adhiere al voto y fundamentos dados por la Sra. Vocal que me precede, votando en
idéntico sentido.-
A mérito del Acuerdo que antecede y lo dispuesto por el art. 382 del C.P.C.,
SE RESUELVE:
contra y en su lugar rechazar la demanda, con costas al actor atento su condición de vencido,
2.- Imponer las costas al actor atento su condición de vencido (art. 130 C.P.C.). Fijar los
honorarios correspondientes al Dr. Jaime Ariel Winer en el cuarenta por ciento (40%) del
punto medio de la escala del art 36, sobre lo que ha sido motivo de discusión en esta Alzada
VOCAL DE CAMARA
VOCAL DE CAMARA