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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

Facultad De Ciencias Y Humanidades


ASIGNATURA:
Teoría de los Test y Fundamento de Medición
TEMA:
Confiabilidad y Valdez: Desarrollo de la Pruebas
SUSTENTADO POR;

Daniel Batalla Rodríguez

(Privado de Libertad)

MATRICULA:
100018358
FACILITADORA:
Belkis Duran
Sede–Santiago
República Dominicana
5 de Septiembre del 2022.
Introducción
La evaluación psicológica debe cumplir con las
garantías científicas, tanto de procedimientos
(aspectos psicométricos) como del proceso de
evaluación psicológica y, además, con las garantías
éticas, deontológicas y legales (Fernández-
Ballesteros y Calero, 2011).

Las garantías éticas se refieren a una serie de


aspectos fundamentales que guían el comportamiento
de los profesionales. La ética o los principios éticos
son el conjunto de principios que definen lo que es bueno y lo que es malo en la vida
humana. Así una persona o un comportamiento es calificado como “ético” cuando es
consecuente con esos principios en el marco de lo que una sociedad concreta estipula
como bueno o malo. La deontología es el conjunto de principios y reglas éticas que
regulan y guían la actividad profesional.

Por tanto, toda profesión además de saber realizar un trabajo en base al conocimiento
científico-técnico adquirido, debe actuar rigiéndose por los denominados principios
éticos y deontológicos profesionales con el fin de que sus actuaciones sean “éticas”
desde el punto de vista profesional y “deontológicas” desde el punto de vista del
cumplimiento de las normas vinculantes para el colectivo profesional.

La cantidad y variedad de cuestiones éticas o dilemas éticos en evaluación psicológica


es muy amplia. Algunas de estas son específicas a contextos de evaluación concretos,
tales como son el forense, el clínico o el educativo. Así no es lo mismo un contexto
jurídico-forense donde la relación está marcada por un objetivo que fija el juez y donde
no hay devolución de información ni tiene por qué haber colaboración por parte del
evaluado, que una evaluación clínica de un menor con problemas de ánimo, donde se
requiere el consentimiento de los padres y la colaboración de todos los agentes y donde
siempre se devolverá la información para ayudar al menor.
1) Menciona los derechos de los evaluados al tomar una evaluación
psicológica.
La Deontología: se refiere a los deberes relativos a una práctica determinada. Son
enunciados normativos sobre la evaluación psicológica que dan lugar a los códigos de
ética del psicólogo. A la deontología corresponden los deberes y obligaciones de los
psicólogos, lo cual incluye atributos y valores como idoneidad, integridad, capacitación,
respeto por los derechos y dignidad de la persona, responsabilidad profesional y
científica, deberes relacionados con la docencia, la investigación y las declaraciones
públicas.

Los Derechos de los Evaluados.

1) Derecho a dar consentimiento informado: Saber qué prueba se les está aplicando,
cómo se usarán los datos obtenidos y a quién será revelada esa información.
2) Derecho a ser informado de los resultados de la prueba. Dar una información realista
en un lenguaje que el evaluado pueda comprender, incluso debe decirle si la prueba fue
invalidada y el motivo.
3)Derecho a la privacidad y a la confidencialidad: el psicólogo tiene deber legal y ético
de mantener como confidenciales las conversaciones y entrevistas con sus clientes.
 Información Privilegiada:
Así se llama al derecho del cliente de instruir al psicólogo sobre qué Información debe o
puede revelar a algún tercero.
4) Derecho a recibir la clasificación menos estigmatizadora: deben evitarse “etiquetas”
que devalúen la condición mental del cliente. Aun cuando estas designaciones
aparezcan en el manual de la prueba.

5) Derecho a medidas preventivas, a un servicio adecuado para prevenir la enfermedad.

6) Derecho a acceder a los servicios de salud que precise cada persona, sin
discriminación en función de los recursos, lugar de residencia o enfermedad.

7) Derecho a la información sobre su estado de salud, los servicios sanitarios y la


investigación sanitaria científica y tecnológica.

8) Derecho al consentimiento, a la participación activa en las decisiones que conciernan


a su salud.

9) Derecho a la libre elección, a elegir libremente los tratamientos médicos basándose


en una información adecuada.
10) Derecho a la privacidad y a la confidencialidad sobre su información personal, su
estado de salud y sus tratamientos médicos.

11) Derecho al respeto del tiempo de los pacientes a recibir el tratamiento necesario en
un período de tiempo predeterminado y rápido.

12) Derecho al cumplimiento de los estándares de calidad, al acceso a servicios de alta


calidad basados en la especificación y cumplimiento de estándares precisos.

13) Derecho a la seguridad, al acceso a los servicios de salud y tratamientos que


cumplan con estándares de alta seguridad.

14) Derecho a la innovación, al acceso a procedimientos innovadores


independientemente de consideraciones económicas o financieras.

15) Derecho a evitar los sufrimientos innecesarios y el dolor, en cada fase de su


enfermedad.

16) Derecho a un trato personalizado, a programas de diagnóstico o terapéuticos


adaptados en lo posible a sus necesidades personales.

17) Derecho a reclamar, si ha sufrido algún daño, y derecho a recibir una respuesta o
información adicional.

18) Derecho a recibir una compensación, dentro de un período de tiempo


razonablemente corto, cuando haya sufrido un daño físico, moral o psicológico causado
por un tratamiento proporcionado en un servicio de salud.

El Consentimiento Informado en psicología es un deber del psicólogo y un derecho del


usuario. Como deber, es la obligación del profesional de informar a su usuario de
manera clara, oportuna, veraz y completa del proceso que seguirá en la prestación de sus
servicios en cualquier área de la psicología; cerciorándose y asegurándose de que el
usuario lo ha entendido. Es también un derecho del usuario recibir dicha información
para poder dar su consentimiento para la intervención psicológica de manera libre y
autónoma. Por esto, el Consentimiento Informado es el inicio de toda relación entre un
psicólogo y su usuario.

El consentimiento informado, más que un derecho y un deber, es un proceso dialógico


en razón a que se establece entre psicólogo y su usuario, un diálogo entre dos partes, y
su objetivo es la búsqueda de mecanismos y estrategias psicológicas en procura del
bienestar del usuario y garantizando que pueda ejercer su autonomía.

De acuerdo con las reglas del derecho, cada vez que se establece una obligación de una
parte, surgen unos derechos de la otra. En ese sentido, las obligaciones del profesional
de la psicología son los derechos del usuario, y los deberes del usuario son los derechos
del psicólogo. Recuérdese que el artículo 36 de la Ley 1090 de 2006 establece los
deberes del psicólogo con las personas objeto de su ejercicio profesional. En
consecuencia, las personas objeto del ejercicio profesional, es decir, los usuarios del
psicólogo son los recipiendarios de los derechos, y como titulares de ese derecho, al
psicólogo no le queda más que cumplirlos y hacerlos cumplir.

La investigación científica sólo se debería llevar a cabo previo consentimiento libre,


expreso e informado de la persona interesada. La información debería ser adecuada,
facilitarse de forma comprensible e incluir las modalidades para la revocación del
consentimiento. La persona interesada podrá revocar su consentimiento en todo
momento y por cualquier motivo, sin que esto entrañe para ella desventaja o perjuicio
alguno. Las excepciones a este principio deberían hacerse únicamente de conformidad
con las normas éticas y jurídicas aprobadas por los Estados, de forma compatible con
los principios y disposiciones enunciados en la presente Declaración, en particular en el
Artículo 27, y con el derecho internacional relativo a los derechos humanos.

Cabe señalar también que las primeras dudas surgen a la hora de plantearse cuál es la
función de un psicólogo, ya que existe gran desconocimiento al respecto, y no son pocas
las falsas creencias que giran en torno a ello, como que el psicólogo tiene la función
única y exclusiva de dar pautas y consejos, cuando en realidad un psicólogo va más allá,
trata problemas psicológicos; que es un servicio al que uno debe acudir cuando se sufre
de un trastorno mental grave y muy incapacitante, cuando es un servicio al que se debe
acudir cuando, por ejemplo, simplemente hay un malestar psíquico que persiste; o que
se trata de un cuidado el cual más que como una necesidad, se vive como un privilegio,
cuando realmente se necesita acudir al psicólogo ante un problema emocional o mental,
sin ser un lujo, sino una necesidad.

Son muchos los motivos por los que acudir a un psicólogo, siendo el fin último
encontrarse mejor consigo mimo, conviene ampliar información también por propia
iniciativa, en este sentido, os recomendamos leer nuestro artículo «El papel del
psicólogo en nuestros días «, donde se ahonda en esta temática.

Derecho a la Información: En el ámbito de la psicología, el paciente tiene derecho a


informarse acerca de los procesos terapéuticos, los tratamientos, los últimos avances…
y todo aquello relacionado con su patología o trastorno de cara a disfrutar de la mejor
terapia psicológica conforme a sus condiciones personales.

Es fundamental también que el paciente conozca el encuadre terapéutico de la


psicoterapia, ya que a través de este se establecen una serie de procedimientos, límites y
normas para el paciente que facilitan el transcurso y desarrollo de las sesiones. Así, se
debe dedicar un espacio en la primera sesión a abordar cuestiones como pueden ser los
honorarios, la frecuencia y el tiempo de las sesiones, las normas a cumplir, etc.

En general, el paciente tiene derecho a conocer cualquier tipo de información que


necesite saber de cara a las condiciones de la terapia psicológica.

Derecho a verificar la condición de psicólogo colegiado y su corriente terapéutica:


Cualquier persona, a través del Colegio Oficial de Psicólogos que corresponda
(provinciales, interprovinciales o por comunidades autónomas), puede verificar el
permiso para ejercer de cualquier especialista en el ámbito de la psicología.

Además, puede ser también importante verificar la especialización terapéutica del


psicólogo, bien a través de los propios colegios oficiales, bien preguntando directamente
al terapeuta en cuestión sobre su formación y, más concretamente, sobre el tipo de
enfoque o corriente terapéutica con el que desempeña su labor. De este modo, el
paciente tendrá mayor conocimiento a la hora de escoger un psicólogo, podrá conocer
previamente la manera en que se va a llevar a cabo su proceso terapéutico y podrá elegir
mejor en función de sus necesidades e intereses.

Derecho a la Privacidad y la Confidencialidad: El paciente tiene derecho a la


privacidad y a la absoluta confidencialidad de su tratamiento psicológico, y de toda la
información transmitida durante el transcurso de las sesiones terapéuticas.
Conclusión
Para concluir con la misma debo de resaltar La evaluación psicológica es la disciplina
de la psicología científica que se ocupa de la exploración y el análisis del
comportamiento de una persona (pareja, familia o grupo), a los niveles de complejidad y
con los métodos científicos de recogida de información que se estimen oportunos. Esto
se realiza a demanda de un cliente que plantea distintos objetivos básicos o aplicados
como la descripción, clasificación o diagnóstico, predicción, selección, intervención de
la persona o grupo sobre el que se realiza la evaluación. Todo ello se lleva a cabo a
través de un largo proceso de formulación de hipótesis, toma de decisiones y solución
de problemas, derivado del método científico.

La exploración implica la recogida de información sobre el comportamiento del


individuo o grupo. El análisis consiste en interpretar los datos recogidos de cara a
construir un juicio o modelo del funcionamiento del individuo o grupo en su medio
ambiente general o en un contexto particular.

En las sociedades modernas, la psicología presta servicio en muy diferentes ámbitos,


desde la salud (tanto la mental como en general), la educación, el trabajo y las
organizaciones, la administración de justicia, los servicios sociales o la intervención en
catástrofes. En ocasiones, las personas acudirán a un profesional de la psicología para
solicitar ayuda u orientación acerca de un problema de salud mental, o para recibir una
orientación profesional, o para solucionar un problema de pareja o de educación de los
hijos. En otras, las demandas vienen de instituciones como los tribunales de justicia,
protección civil o servicios sociales.

La evaluación psicológica se realiza a través de un proceso; esto es, una serie de pasos
secuencialmente ordenados a través de los que se tratan de plantear hipótesis sobre el
caso de que se trate, seleccionar instrumentos y otras muchas tareas que se ajustan a lo
que la psicología básica considera resolución de problemas; en otros términos, que lo
que se hace en un determinado momento depende de los resultados obtenidos en el paso
anterior. El proceso de evaluación depende de las decisiones que se toman según el
problema y la demanda planteados, la persona o grupo que se evalúa, las limitaciones de
tiempo y de otro tipo existentes, y de muchos otros factores intrínsecos y contextuales
(Maloney y Ward, 1976).

Bibliografía

Material colgado por nuestra facilitadora en la plataforma virtual

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