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ESCUELA DE MEDICINA
NEUMOLOGÍA
BRONQUIECTASIAS
Bronquiectasia se refiere a la dilatación irreversible de la vía respiratoria con
compromiso pulmonar focal o difuso y que por lo general se clasifica como cilíndrica o
tubular (más frecuente), varicosa o quística.
Las bronquiectasias pueden formarse por causas infecciosas o no infecciosas, la
bronquiectasia focal se refiere a los cambios bronquiectásicos en una zona localizada
del pulmón y pueden ser consecuencia de la
Obstrucción extrínseca
Obstrucción intrínseca
Obstrucción extrínseca: por compresión por linfadenopatía adyacente o un tumor
parenquimatoso.
Obstrucción intrínseca: por un tumor en la vía respiratoria, un cuerpo extraño
aspirado, una vía respiratoria cicatrizada/estenósica o atresia bronquial por
subdesarrollo congénito de las vías respiratorias.
En su epidemiología la incidencia de bronquiectasias aumenta con la edad. Este
problema es más frecuente en mujeres que en varones.
Los pacientes que nacen con CF a menudo desarrollan bronquiectasias clínicas
importantes durante la adolescencia tardía o el principio de la edad adulta, aunque
también existen formas de presentación atípica de CF en adultos >30 o 40 años de edad.
Las bronquiectasias producidas por infección con MAC casi siempre afectan a mujeres
no fumadoras >50 años de edad.
Como manifestaciones clínicas de esta patología podemos encontrar
La tos productiva persistente con generación constante de esputo espeso y
adherente.
Estertores y sibilancias en la auscultación pulmonar
Algunos de los pacientes presentan dedos hipocráticos.
Obstrucción leve a moderada del flujo de aire en las pruebas de función
pulmonar, superpuesta con las manifestaciones de otros trastornos, como la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc).
Cambios en las características del esputo, con aumento en el volumen y
purulencia.
Es probable que no se observen los signos y síntomas típicos de la infección
pulmonar, como fiebre e infiltrados nuevos.
El diagnóstico se basa en el cuadro clínico que consiste en tos persistente y producción
de esputo, acompañados de características radiográficas consistentes. Si bien las
radiografías torácicas carecen de sensibilidad, la presencia de “rieles de tranvía”
indicativa de vías respiratorias dilatadas, es consistente con la bronquiectasia.
La tomografía computarizada es más específica para las bronquiectasias, y es el estudio
de imagen de elección para confirmar el diagnóstico. Los hallazgos de la CT incluyen
dilatación de las vías respiratorias (detectada como “rieles de tranvía” paralelos o el
“signo del anillo de sello”, una zona transversal de la vía respiratoria con diámetro al
menos 1.5 veces mayor que el del vaso adyacente), falta de estrechamiento gradual de
los bronquios (incluida la presencia de estructuras tubulares a 1 cm de la superficie
pleural), engrosamiento de la pared bronquial en las vías respiratorias dilatadas,
secreciones espesas (patrón de “árbol en capullo”) o quistes que surgen de la pared
bronquial (muy pronunciados en la bronquiectasia quística).
Sin embargo, estimaciones globales recientes consideran que al menos el 20% de los
pacientes con EPOC en el mundo no son fumadores, lo que sugiere que deben
contemplarse otras fuentes de exposición hasta ahora no consideradas suficientemente.
Tratamiento farmacológico
Los objetivos del tratamiento farmacológico en la EPOC son:
1) prevenir y reducir los síntomas de la enfermedad (disnea fundamentalmente)
2) mejorar el estado de salud y la tolerancia al ejercicio del paciente,
3) reducir la frecuencia y severidad de las exacerbaciones.
Hasta la actualidad, ninguno de los fármacos disponibles para el tratamiento de la EPOC
ha demostrado capacidad para evitar la pérdida acelerada de FEV1 que caracteriza a la
enfermedad, aunque existen análisis indirectos que sugieren un cierto efecto. Existen
tres clases de broncodilatadores disponibles para el tratamiento de la EPOC:
simpaticomiméticos (agonistas b2)
anticolinérgicos (o antimuscarínicos)
metilxantinas (teofilina o aminofilina).
Los programas de rehabilitación están dirigidos a romper este círculo vicioso. Por tanto,
debe aconsejarse que todos los pacientes deben practicar actividades físicas simples de
la vida diaria como andar, pasear y subir escaleras, o pedalear en una bicicleta estática o
nadar.
Entre las medidas de rehabilitación también debe incluirse una nutrición adecuada y
educación sobre la enfermedad, tanto al paciente como a sus familiares, así como apoyo
psicológico en los casos de depresión o ansiedad.
Tratamiento quirúrgico
Existen dos alternativas quirúrgicas indicadas en el tratamiento de la EPOC:
Debe dirigirse a:
1) aliviar el impacto de las manifestaciones clínicas y funcionales, y
2) prevenir la aparición de nuevas exacerbaciones.
Las exacerbaciones leves-moderadas pueden ser tratadas ambulatoriamente, aunque es
recomendable efectuar un control evolutivo a las 48-72 h. El tratamiento ambulatorio
consistirá en:
• Broncodilatadores de acción corta. Con recomendación de los agonistas b2, en
dosis elevadas (salbutamol 400 mg, en aerosol, o terbutalina 1000 mg, en polvo seco)
administrados cada 4-6 h, con posible aumento de la frecuencia y la dosis si se
considera necesario. Según la evolución y el tratamiento previo se asociará bromuro de
ipratropio 80 mg en aerosol con las mismas pautas que en agonistas b2. La aminofilina
se considerará un preparado de segunda línea.
Bibliografía
Harrison: Principios de Medicina Interna, 19ª Edición. McGraw-Hill Castellano de
España 2016.
Rozman, C. "Farreras: Medicina Interna" 13 era. edición. Doyma, Madrid, 1995.