Está en la página 1de 4

MICROBIOLOGÍA: IDENTIFICACIÓN DE BACTERIAS

ANGEL RODRIGO BETANCOURT MUÑOZ

110411211021

FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

DIRIGIDO A: SONIA JAKELINE GUTIERREZ CEPEDA

4TO SEMESTRE

10 DE AGOSTO DE 2022
Haemophilus
1. Este es el nombre de su género, ya que tiene subdivisiones que son las especies.
2. Alto grado de pleomorfismo que varía entre cocos y cocobacilos aislados a largos Se
puede reportar como una bacteria gram negativa.
3. bacilos y filamentos agrupados en largas cadenas.
4. Si tiñe frente a la coloración de graff, esto se
evidencia por su coloración rosada
5. Puede desarrollar una cápsula superficial
compuesta por un polisacárido acidófilo, también
puede desarrollar fimbrias cuando se cultiva en un
medio específico y dependiendo de la especie.
Los microorganismos en cultivos jóvenes (6 a 18 h) en un medio enriquecido tienen
una cápsula definida. La cápsula es el antígeno que se utiliza para la “tipificación” de
H. influenzae.
6. H. influenzae no produce exotoxina. El microorganismo no encapsulado es un
miembro regular de la microflora respiratoria normal del ser humano. La cápsula es
antifagocítica cuando no hay anticuerpos anticapsulares específicos. La cápsula de
fosfato de polirribosa de H. influenzae tipo b es el principal factor de virulencia.
7. La identificación de los microorganismos del grupo Haemophilus depende en parte
de demostrar la necesidad de determinados factores de crecimiento denominados X y
V. El factor V tiene una acción fisiológica parecida a la hemina; el factor V se puede
reemplazar con nucleótido de nicotinamida y adenina (NAD, nicotinamide adenine
nucleotide) u otras coenzimas.
H. influenzae encapsulado contiene polisacáridos capsulares (PM > 150 000) de uno
de seis tipos (a a f). El antígeno capsular de tipo b es un fosfato de polirribosa-ribitol.
8. H. influenzae tipo b entra a través del sistema respiratorio. Puede haber una
diseminación local con afectación de los senos paranasales o el oído medio. Los
microorganismos pueden llegar a la circulación sanguínea y ser transportados a las
meninges o, con menor frecuencia, se pueden establecer en las articulaciones para
producir artritis séptica.
9. Este género incluye varias especies muy patógenas para el hombre y causantes de
graves enfermedades. Algunos hemófilos de interés veterinario son Haemophilus
haemoglobinophilus, habitante del tracto genital del perro y causante septicemias en
cachorros; Haemophilus felis, habitante del tracto respiratorio de los gatos y
ocasionalmente asociado a neumonías obstructivas; Haemophilus paracunilucus,
agente de neumonía en conejos y Haemophilus parasuis, causante de poliserositis y
neumonía porcina.
10. Este tipo de microorganismos tiene una relación simbiótica con otras bacterias y virus
respiratorios dentro del organismo. Por ejemplo, es común la asociación con
micoplasmas, sin embargo no forma parte de la población bacteriana natural del
individuo.
Avibacterium paragallinarum
1. Este es el nombre de su especie.
2. Son cocobacilos muy pleomórficos y disociados que se disponen en cadenas cortas.
3. Presenta una coloración rosada frente a la
coloración de Graff.
4. Se presenta una bacteria gramnegativa de 1 a 3 um,
inmóvil y no esporulada.
5. Presenta estructuras antígenas de tipo
lipopolisacárido y proteínico.
6. Se reconocen tres tipos de antígenos: L (sensible al
calor y a la tripsina), HL (sensible al calor y
resistente al calor y resistente a la tripsina) y HS
(estable al calor y resistente a la tripsina). Los
antígenos L existen en tres formas (L1, L2 Y L3). Los antígenos L1 y L2 son
respectivamente responsables de los serogrupos A y C. El resto de antígenos son
comunes a todas las cepas. En general, las estructuras antigénicas de tipo
lipopolisacárido y proteínico son muy importantes para la patogenicidad. Además, las
cepas pueden tener una cápsula superficial de ácido hialurónico que recubre y
enmascara a todos estos antígenos.
7. La patogenicidad y la inmunogenicidad de las cepas están directamente
correlacionadas con la capacidad hemaglutinante. Es muy importante usar la prueba
de hemaglutinación para clasificar las cepas vacunales. Las cepas de los serogrupos B
y C generalmente deben ser tratadas por medios físicos, químicos o ambos para que
puedan expresar su actividad hemaglutinante. Este fenómeno se debe a que las
hemaglutininas están ocultas por una cápsula de ácido hialurónico.
8. Dada la labilidad de la bacteria en el ambiente, el contagio sólo se produce a través de
aves portadoras. La duración del periodo de prepatencia varía según la vía de entrada;
1 día después de una incolucación intrasinusal; 2 días luego de una instilación nasal; 4
días por contacto con agua infectada y de 6 a 14 días por transmisión aérea. Los
antígenos hemaglutinantes, son las estructuras encargadas de la antigenicidad. El
requisito de adherencia al tracto respiratorio tiene estrecha relación con la
hemaglutinación porque los eritrocitos y las células del epitelio respiratorio comparten
receptores comunes. Esta adhesión habilita a la bacteria para colonizar la superficie de
las células epiteliales y resistir la remoción mucociliar del tracto respiratorio.
9. Es una enfermedad cosmopolita de la gallina doméstica; otras especies animales no se
enferman exceptuando los faisanes y las gallinas de Guinea.
10. No es un microorganismo que haga parte de la composición bacteriana habitual de las
aves, por lo que es fundamental la compra de aves recriadas libres de la infección. Es
una bacteria patógena que debe ingresar por diferentes vías de contagio al organismo,
de hecho, A. paragallinarium produce la bacteriocina “hemocina”, portada por un
plásmido, que inhibe a otras bacterias gram negativas no patógenas del tracto
respiratorio superior de las aves, inhibiendo así su propia colonización.
Fuentes bibliográficas

● Brooks, G., Butel, J. S., Morse, S. A., & Voeux, P. J. (2000). Jawets, Melnick & Adelberg:
microbiologia medica. In Jawets, Melnick & Adelberg: microbiologia medica. 245-248.
● Gentilini, E., Reinoso, E., Echeverría, M., Leardini, N., & Copes, J. A. (2007).
Microbiología veterinaria. N. O. Stanchi, & P. E. Martino (Eds.). Buenos Aires:
Inter-Médica. 244-247.

También podría gustarte