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Riesgo y previsión
1.1 Incertidumbre, riesgo y probabilidad
La incertidumbre está presente en las actividades, los bienes y la salud y la supervivencia humanas. Alcanza a:
- El acaecimiento de algún suceso.
- Las consecuencias –económicas- de dicho acaecimiento.
- Es posible distinguir entre:
Incertidumbre subjetiva: depende del volumen de información del individuo. Se puede reducir por medio del
aprendizaje.
Incertidumbre objetiva: todos los individuos la experimentan. No se puede reducir, al menos a corto o medio
plazo.
En la ciencia, a la incertidumbre se le denomina riesgo. La medida de la incertidumbre objetiva (o riesgo) es la
probabilidad de cada una de las modalidades o manifestaciones (“los riesgos”) de un fenómeno de
naturaleza aleatoria.
La probabilidad de acaecimiento de cada manifestación o modalidad del fenómeno informa de cuáles son sus
probabilidades de presentación. Se puede obtener:
- Empíricamente, como el límite de la frecuencia relativa observada. Sólo tiene sentido cuando el fenómeno de
naturaleza aleatoria estudiado se puede observar a través de la experiencia y el número de observaciones del
mismo es suficientemente elevado como para que opere la ley estadística de los grandes números.
- A priori, como el cociente de “número de casos favorables/número de casos posibles”
En muchas ocasiones, aunque el individuo no tenga la información necesaria para calcular la probabilidad de
acaecimiento, es capaz de atribuir a cada manifestación del fenómeno un grado de creencia (de confianza) que
depende de la información de que disponga acerca del fenómeno, pero también de su actitud en general ante lo
incierto, de sus presentimientos, de la época histórica en que viva, de la sociedad en la que esté inmerso, etc., por
lo que, en cualquier caso, es subjetivo. Por tanto, al referirse a una incertidumbre subjetiva, no se trata de una
verdadera probabilidad, pero frecuentemente se emplea como tal.
Por otro lado, la palabra “riesgo” se emplea usualmente para referirse a la acción de probar fortuna. Es una
aceptación que alude a la actitud (subjetiva) que el individuo tiene ante los fenómenos de azar (adverso o amante
del riesgo).
El último sentido de riesgo es asimilable a la variabilidad o posibilidad de desviación (favorable y
desfavorable) del resultado aleatorio respecto del resultado medio esperado; variabilidad medida por la
dispersión de los valores posibles del resultado en torno a su media.
Según cuáles sean las consecuencias que los riesgos, en caso de acaecer, tienen sobre los individuos.
a) Riesgos personales: aquellos que tienen efectos directos sobre la salud, la integridad física, o la vida de las
personas. Por ejemplo, el riesgo de enfermedad, el de vejez, el de invalidez o el de muerte.
b) Riesgos patrimoniales: son todos aquellos cuyas consecuencias recaen sobre los bienes o los derechos de las
personas. Incendio o inundación de la vivienda, robo del vehículo, pérdida de una cosecha por inundaciones…
c) Riesgos de responsabilidad: son todos aquellos que, al producirse, suponen un incremento de las deudas de las
personas que sean responsables civiles de daños sufridos por otras personas, sea cual sea el tipo de
responsabilidad civil. Dichos riesgos acaecen cuando dichas personas son declaradas judicialmente
responsables de dichos daños.
Según que la exposición al riesgo esté motivada por la realización de alguna actividad económica o no.
a) Riesgos económicos: son aquellos cuya existencia se deriva de la realización de alguna actividad económica.
b) Riesgos extraeconómicos: son todos aquellos que no están estrictamente motivados por la realización de
alguna actividad económica.
Según el riesgo, al acaecer, sólo conlleve consecuencias negativas, o que también pueda producir consecuencias
positivas.
a) Riesgos puros: son todos aquellos que sólo pueden dar lugar a consecuencias negativas para el individuo.
Ejemplo: riesgo de colisionar con otro vehículo, riesgo de robo, de incendio, de enfermedad… etc.
b) Riesgos especulativos: aquellos que son susceptibles de producir tanto consecuencias negativas como
positivas a los individuos que se encuentran expuestos a ellos.
- La eliminación de las causas que producen la inseguridad (o incertidumbre); o bien, la eliminación de las
causas de la incertidumbre resulta muchas veces imposible, se trata de limitar las posibilidades de
acaecimiento de los riesgos.
- Y la disminución de las consecuencias negativas que conllevaría el acaecimiento de esos eventos inciertos
pero probables que suponen una amenaza.
Existen entonces una serie de medidas encaminadas:
La adopción de estas medidas pueden ser individuales o colectivas. En general, sólo cabe adoptar estas medidas
frente a los riesgos puros.
Dichas medidas pueden ser agrupadas en tres grupos:
Medidas de evitación del riesgo, que tratan de eliminar o suprimir sus causas (si es posible). Una medida
de evitación del riesgo de inundación de la vivienda por desbordamiento de un río es no instalar el
domicilio en una zona situada cerca de un cauce fluvial.
Medidas de prevención del riesgo. Muchas veces no cabe la posibilidad de adoptar medidas que eliminen
las causas productoras del riesgo, ya que existen infinidad de fenómenos aleatorios cuya presencia no se
puede evitar. En esos casos, sí que se podrán emplear medidas de prevención que limiten las
posibilidades de producción de los riesgos, reduciendo la probabilidad de acaecimiento.
Medidas de previsión, dirigidas a disminuir los efectos negativos que los riesgos podrían suponer en caso
de que efectivamente acaeciesen, cuando dichas consecuencias sean de naturaleza económica o admitan
una cuantificación en términos económicos.
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