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Al término de la Guerra Civil Española es cuando se produce el mayor desarrollo del seguro, ligado a la concesión
de créditos por parte de entidades filiales a las aseguradoras de decesos.
A finales de los cincuenta y durante los sesenta, el ramo de decesos comienza a incorporar nuevas y diferentes
coberturas destinadas a responder a demandas de seguridad de la sociedad española. Así, van apareciendo
sucesivas garantías específicas potenciando el seguro.
Durante los ochenta, el seguro va configurándose como ramo dedicado a la prestación de servicios y a finales de
esta década se incorporan al seguro nuevas prestaciones como traslado internacional en caso de fallecimiento,
repatriación sanitaria, ambulancia, gastos sanitarios, etc., que se agrupan en el seguro complementario de
asistencia.
A finales de la década de los noventa, con la aprobación de la Ley de Ordenación y Supervisión del Seguro
Privado de 1995 y su Reglamento de desarrollo de 1998, este producto adquiere una configuración singular
respecto a otros ramos, distinguiéndose del seguro de vida y pasando a ser un ramo basado en la prestación de un
servicio, con una regulación específica y con tarifas calculadas sobre bases técnicas.
Actualmente, el seguro de decesos cubre las gestiones o gastos que conlleva la inhumación o incineración de las
personas fallecidas, incluido el traslado desde el lugar de fallecimiento hasta el cementerio público o crematorio
que los familiares designen dentro del territorio nacional español, además de encargarse de la gestión u obtención
de determinada documentación administrativa necesarias para la tramitación de pensiones, declaración de
herederos, etc., y sigue evolucionando, incorporando garantías y coberturas que cubren las necesidades que surgen
en el entorno familiar.
Concepto
El seguro de decesos es aquél en cuya virtud las compañías aseguradoras garantizan al beneficiario la prestación
de los servicios funerarios que requiera en el momento de su defunción, por lo que se clasifica como un seguro de
prestación de servicios en el que la compañía aseguradora se obliga a garantizar los servicios funerarios
requeridos por el beneficiario.
La cobertura del seguro de decesos es la prestación del servicio fúnebre contratado al fallecimiento de cada uno de
los asegurados que figuran en el contrato de seguro, cualesquiera que sean tanto su profesión como la causa del
fallecido.
Personas asegurables
Son asegurables todas las personas que en el momento de la contratación de la póliza se encuentren en perfecto
estado de salud, salvo que expresamente lo autorice la compañía, y cuya edad sea como máximo de 70 años como
norma general.
Beneficiarios
En el supuesto de que no se prestara el servicio fúnebre al fallecimiento de un asegurado, deberá abonarse el valor
de renuncia a la persona que justifique los gastos, ya que este seguro sirve exclusivamente para cubrir unos gastos
ocasionados y nunca para el lucro personal.
Si nadie justificara los gastos, la suma asegurada se abonaría al beneficiario designado. Si no hubiere beneficiario
designado, la indemnización se abonará, por orden preferente y excluyente: al cónyuge del fallecido, a sus hijos, a
sus ascendientes y, a falta de todos estos, a sus herederos legales, como norma general.
Plazo de carencia
No existe plazo de carencia. Se tiene derecho a recibir la prestación del servicio contratado desde el momento en
que entra en vigor la póliza.
Suma asegurada
El límite máximo de la prestación a cargo de la compañía aseguradora será el valor que figura en las Condiciones
Particulares de la póliza.
La suma asegurada va a depender del lugar en el que residan los asegurados, ya que el coste de inhumación o
incineración lo establecen los ayuntamientos o empresas que gestionan los parques cementerios. Por esa razón es
muy importante que aparezca en la póliza el lugar de residencia habitual de los asegurados para aplicar la suma
asegurada correcta.
Modalidades de tarifa
Las entidades aseguradoras suelen ofrecer tres modalidades de tarifa, cada una de ellas con características bien
diferenciadas. Estas modalidades son: Vida Entera, Seminatural y Temporal Anual Renovable o Natural.
Vida Entera
La modalidad de seguro vida entera se caracteriza por que su duración es vitalicia, hasta el fallecimiento del
asegurado, pudiendo, asimismo, el pago de la prima ser vitalicio o hasta una determinada edad (temporal).
El seguro de decesos a vida entera se comercializa mediante el pago de primas niveladas de forma vitalicia, es
decir, hasta el fallecimiento del asegurado, momento en que se produce la prestación del servicio.
La prima nivelada es aquélla que permanece invariable durante la vigencia del seguro y está en función de la edad
del asegurado en el momento de la contratación inicial de la póliza y, por ello, la prima no varía a lo largo de toda
la duración de la póliza, salvo que se modifiquen los capitales asegurados.
En esta modalidad, la prima es superior al riesgo asumido por la entidad aseguradora durante los primeros años,
por lo que tendrá que dotar las correspondientes provisiones matemáticas.
Seminatural
En la tarifa seminatural, la prima varía cada cierto número de años en función de la edad que tenga en ese
momento el asegurado hasta alcanzar una determinada edad. Por ello, la prima varía de forma creciente al final de
cada uno de los periodos plurianuales considerados, independientemente de –además de- la modificación que se
aplique a los capitales asegurados.
Se trata, en realidad, de un producto a prima nivelada que se tarifica con un horizonte temporal limitado
(normalmente cinco años), en lugar de tomar como horizonte temporal toda la vida del asegurado, como se hace
en los seguros a prima nivelada puros (vida entera).
Temporal Anual Renovable o Natural
En la tarifa natural la prima varía anualmente a la renovación de la póliza en función de la edad del asegurado y,
por ello, la prima crece independientemente de la modificación que se aplique a los capitales asegurados.
En esta modalidad, no es necesario dotar provisiones matemáticas debido a que la prima cobrada por la entidad
aseguradora es proporcional al riesgo asumido por esta. Para cualquier persona, independientemente de su edad,
que contrate un seguro de decesos, la tarifa natural va ser inferior a la tarifa vida entera, situándose la tarifa
seminatural entre ambas.
Al ser un seguro finalista que cubre la prestación del servicio fúnebre del asegurado, puede ocurrir que en el
momento de acaecimiento de la contingencia (fallecimiento), el tomador haya pagado un importe total de prima
mayor con la tarifa natural que con la vida entera, ello es debido al fuerte crecimiento que sufre anualmente la
tarifa natural para encontrar el equilibrio entre el riesgo asumido por la entidad aseguradora y la edad.
Prima
La prima, en el seguro de decesos, depende de los siguientes factores:
- Edad y sexo del asegurado: para la determinación de la prima se suele utilizar la denominada “edad actuarial”,
la cual se obtiene tomando la correspondiente edad entera (en años) más cercana (anterior o posterior) a la
fecha de iniciación del seguro. En el supuesto de coincidencia de tiempo entre la fecha de cumpleaños pasada
y la futura se tomará como referencia la futura, es decir, si la diferencia entre su último cumpleaños y la fecha
de iniciación del seguro es inferior a 6 meses, se tomará a efectos de tarificación la edad que tenga el
asegurado en ese momento, Si la diferencia es igual o superior a 6 meses, se sumará un año a la edad que
tenga el asegurado.
- Tipo de interés: dado que representa la rentabilidad que se garantiza al asegurado, a mayor tipo de interés,
menor prima.
- Dicha indemnización suele ser pagadera de una sola vez al recibir el alta médica el asegurado. En esta
modalidad se suele adoptar franquicias de varios días, con el fin de que el asegurador no cubra pequeñas
convalecencias motivadas por accidentes sin importancias de los cuales el asegurador pueda perfectamente
hacerse cargo sin necesidad de acudir a la póliza de accidentes.
a) La prestación del servicio a cargo de los médicos y clínicas que formen parte de la organización sanitaria
de la entidad aseguradora, en cuyo caso no se fija límite a su coste.
b) La prestación a cargo de médicos y centros asistenciales libremente elegidos por el asegurado. En este
supuesto, figurará pactado en la póliza el límite de las obligaciones del asegurador por todo concepto. Es
frecuente señalar no sólo la suma global máxima, sino también una cantidad máxima diario por estancia
en clínica.
Para hacer más competitivo el seguro de accidentes, distintas entidades aseguradoras, incluyen otras garantías
como:
- Infarto de miocardio.
- Indemnización adicional en caso de fallecimiento para gastos de sepelio y traslado del difunto.
- Capital adicional para los hijos menores de edad, si fallecen ambos cónyuges en el mismo accidente, excepto
que sea aéreo.
- Capital adicional en caso de accidente aéreo.
5.2.4 Quién tiene acceso a este tipo de seguros
Los seguros de accidentes pueden suscribirse para cubrir riesgos profesionales de la vida diaria de una persona o
para la realización de determinadas actividades de ocio o deporte. Se puede contratar una póliza de accidentes que
cubra conjuntamente ambas cuestiones.
Por norma general, tiene acceso a los seguros de accidentes todas aquellas personas que reúnan condiciones de
salud normales, física y mentalmente, cuyas edades estén entre los 14 años y los 65-70 años, y tengan una
actividad profesional y/o práctica de actividades conceptuadas como no peligrosa.
5.2.5 Modalidades de seguros de accidentes
Los seguros de accidentes personales, siguiendo una clasificación clásica y atendiendo al número de asegurados
por póliza, se dividen en:
- Seguros individuales: aquí se trata de un solo asegurado, y sus coberturas son extensivas a ámbitos
profesionales, extraprofesionales o ambos a la vez.
- Seguros colectivos: integrados por varios asegurados simultáneamente. Por norma general debe existir algún
vínculo de unión entre los componentes de dicho seguro: que sean un grupo familiar, una empresa, un club o
asociación, etc.
Tienen ventajas económicas en su contratación, al ser más ventajosa sus primas que las individuales, la
aceptación del riesgo es menos rigurosa que en los seguros de una sola persona, pero tienen el inconveniente
de que no se pueden adaptar con el debido detalle a las circunstancias personales de cada asegurado.
Dichos seguros colectivos pueden articular su póliza de dos formas diferentes:
- Póliza nominativa: en la que cada asegurado está debidamente identificado.
- Póliza innominada: no está determinada la identificación de cada uno de los asegurados, sino sólo su número
y la forma por la que se designa y controlan éstos.
La prima de estos seguros suele ser a tanto alzado y se regulariza periódicamente mediante algún mecanismo
semejante a los justificantes de la Seguridad Social, si se trata de una empresa, o relación de afiliados, en el caso
de una asociación.
Dentro de los seguros colectivos podemos destacar las siguientes modalidades:
- Seguro de accidentes familiar. El objeto de este seguro de accidentes es el núcleo familiar. Con carácter
general se ofrecen a los asegurados bajo forma de multirriesgo familiar añadiendo otras garantías o formando
partes de multirriesgo de hogar, decesos, etc.
- Seguros de accidentes para empleadas de hogar. El objeto de este seguro es trasladar la cobertura de accidente
a las personas que dedican su actividad a las tareas del hogar por cuenta ajena. El tomador del seguro suele ser
el cabeza de familia y los riesgos se refieren a proteger de accidentes a los empleados de hogar en el
desempeño de su actividad dentro del domicilio o fuera de éste.
- Seguro de accidentes en escuelas. Dicho seguro cubre todos los accidentes contemplados en póliza que
ocurren a los alumnos de un centro escolar durante su estancia en el mismo. Sus coberturas son extensivas a
las aulas, comedores, gimnasio, recreos, etc. A veces también quedan incluidos, dentro de las garantías, el
personal docente y empleados auxiliares de dichos centros.
Este tipo de póliza suele ser innominado, ya que no se determina la identidad de cada uno de los alumnos, sino
la totalidad del colectivo, siendo la prima reajustada periódicamente en razón al número de integrantes en el
centro escolar.
- Seguro de ocupantes en vehículos a motor.
- Seguro de ocupantes en embarcaciones deportivas.
- Seguro de accidentes para desplazados y asistencia en viajes.
- Seguro de aviación.
- Seguro de convenio colectivo.
5.2.6 Selección y clasificación de los riesgos en los seguros de accidentes
Mientras que en los seguros de vida el interés del asegurador en verificar los riesgos que iba a aceptar se basaba en
la salud del posible asegurado, en los seguros de accidentes debe ser más meticulosa la aceptación del riesgo, en
función de la diferente filosofía que abarca dichos seguros.
Debemos tener en cuenta que la contratación de un seguro de accidentes es buscada preferentemente por aquellas
personas cuyas actividades o profesiones son más proclives a la ocurrencia de éstos que el resto de las personas.
Esto presupone una agravación de todos los riesgos que van a pasar al asegurador por este concepto, añadiendo
que las coberturas de invalidez son muy tendentes a cometer fraude al asegurador. Todas estas razones motivan
que la selección de dichos riesgos analice otros componentes aparte de la salud de los candidatos, y éstos suelen
ser los siguientes:
- El interés asegurable.
- La edad.
- La profesión.
- La salud.
- Ocio, deportes, etc.
5.3 LOS SEGUROS DE SALUD
5.3.1 Los seguros de hospitalización
Son aquellos seguros cuyas coberturas se basan en afrontar el riesgo de que el asegurado deba ser intervenido
quirúrgicamente y deba pasar una necesaria hospitalización durante el tiempo que requiera el pre-operatorio, la
operación y el post-operatorio.
Las indemnizaciones se fijan a través de baremos según la entidad de la intervención de que se trate: así, una
operación simple de apendicitis tendrá una indemnización relativamente escasa, mientras que una intervención a
corazón abierto tendrá un importe sensiblemente superior.
Se busca mediante estos seguros una ayuda de afrontar los gastos ocasionados y los perjuicios causados al
asegurado y a sus familiares, orientándose la indemnización en una cantidad determinada y fija, sea cual sea el
desembolso que realice el asegurado por los motivos expuestos.
Estas pólizas suelen ser complementarias de algunos seguros de vida, accidentes, decesos, gracias a la favorable
extensión de garantía que cubren.
Existen una serie de determinaciones a la hora de abonar las indemnizaciones, que creemos necesario resaltar:
- Si a consecuencia de la intervención quirúrgica, dada su complicación, se deben realizar varias operaciones
simultáneas, las indemnizaciones de determinan por el abono del 100% de la operación de mayor importe y un
porcentaje determinado sobre el resto de las intervenciones, en función de sus cuantías e importancia.
- En el caso de que, a consecuencia de la enfermedad o lesión, se realicen varias operaciones en diferentes
momentos, pero como origen de los mismos hechos, la indemnización se determinará con el abono del 100%
estipulado para cada operación, de acuerdo a su cuantía e importancia.
5.3.2 Los seguros de asistencia sanitaria
Concepto y características
Son aquellos seguros que proporcionan al asegurado y sus beneficiarios la asistencia médica, hospitalaria y
quirúrgica, a través de un cuadro médico de facultativos dispuesto por el asegurador, o a través de libre elección
por parte del asegurado, en todos aquellos riesgos de enfermedad y accidente.
A diferencia de los anteriores, aquí no se presta una indemnización en forma de capital por la cobertura del hecho
causante, sino que el asegurador toma a su cargo la prestación de los servicios requeridos por sus asegurados a
través de una relación de facultativos médicos, hospitales y servicios concertados que atenderán las necesidades
del conjunto de personas bajo cobertura.
Otra opción válida consiste en que el asegurador abone los desembolsos realizados por sus asegurados en
tratamientos médicos, consultas, intervenciones, etc. previa presentación de justificantes válidos y siempre que
estén dentro de las coberturas establecidas y con los límites determinados en las cláusulas particulares de la póliza.
Modalidades
Se distinguen varias clases de seguros de asistencia sanitaria en función del número de asegurados afectos al
contrato, teniendo de esta forma:
- Seguros individuales, afectos a una sola persona por póliza.
- Seguros familiares, que suelen aglutinar a los cónyuges, hijos y ascendientes que hayan alcanzado
determinada edad y convivan con el titular de la póliza y/o a sus expensas.
- Seguros de grupo, en los cuales los vínculos no son familiares, sino de pertenencia a determinados colectivos
(trabajo, clubs, asociaciones, etc.).
Cobertura de la asistencia sanitaria
Las pólizas de asistencia sanitaria con cobertura total incluyes todas las especiales médicas, pruebas médicas,
intervenciones quirúrgicas, etc. También existen pólizas de asistencia sanitaria con cobertura limitadas, la cual,
excluye una serie de servicios.