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PARASITOLOGÍA – PRÁCTICA

SEMESTRE ACADÉMICO 2022 – I

Semana 5: "Flagelados y Coccideos intestinales"

INTEGRANTES

2020235211 - Contreras Riojas Karla Patricia


2020235728 - Paz Cabrera Ximena Pierina
2020235665 - Onofre Sánchez Milagros Grushenka
2020236073 - Terrones Agip Tatyana Pamela
2020235442 - Huamán Díaz Karla Dariana
2020235574 - Mamani Salazar Jessy Marycielo
2020235967- Sampen Reyes Anabelen
2020236056 - Soplapuco Rojas Maricruz
2020235764 - Pérez Samamé Bruno Miguel
2020236101 - Timana Cornejo José Ángel

DOCENTE

Dr. Juan Fernando Chapoñan Mendoza

PIMENTEL – PERÚ
INTRODUCCIÓN

El tracto intestinal humano está parasitado por cuatro especies de flagelos: Giardia
lamblia, Chilomastix mesnili, Pentatrichomonas hominis y Dientamoeba fragilis. A
diferencia de otros protozoos intestinales, G. lamblia vive en el intestino delgado. Se
localiza en el duodeno y partes superiores del yeyuno. El trofozoíto es binucleado,
contiene 4 pares de flagelos y un disco grande que ocupa 1/3 a 1/2 de la superficie
ventral. La mucosa intestinal se adhiere a través del disco ventral y se reproduce por
fisión binaria. Los quistes ovoides de Giardia tienen una apariencia distintiva y son
fáciles de identificar. Durante la eclosión aparecen quistes maduros con cuatro núcleos
y dos trofozoítos. Los quistes generalmente se eliminan del cuerpo como lluvias a
intervalos irregulares que van desde uno o dos días hasta una semana o más (1).

Los coccidios intestinales son parásitos protozoarios de la especie Apicomplexa de los


géneros Cryptosporidium, Cydospora y Cystoisospora, caracterizados por un complejo
apical en el que diversos orgánulos les permiten ingresar y reproducirse dentro de la
célula huésped. Los tipos más comunes de coccidiosis intestinal en humanos son:
Cryptosporidium hominis, Cryptosporidium parvum, Cydospora cayetanensis y
Cytoisospora belli. La infección se produce al ingerir alimentos o bebidas
contaminados con ooquistes infecciosos (2).

A continuación, en el presente informe aprenderemos más sobre la coccidiosis, así


como sobre los flagelos intestinales que son importantes en la medicina humana.

1º Identificación de flagelados
intestinales
- Trofozoíto de Giardia
intestinalis
- Quiste de Giardia intestinalis
2º Identificación de coccidios
intestinales
- Ooquiste de Cryptosporidium
spp.
- Ooquiste de Cyclospora
cayetanensis
- Ooquiste de Cystoisospora
bell
1º Identificación de flagelados
intestinales
- Trofozoíto de Giardia
intestinalis
- Quiste de Giardia intestinalis
2º Identificación de coccidios
intestinales
- Ooquiste de Cryptosporidium
spp.
- Ooquiste de Cyclospora
cayetanensis
- Ooquiste de Cystoisospora
bell
1º Identificación de flagelados
intestinales
- Trofozoíto de Giardia
intestinalis
- Quiste de Giardia intestinalis
2º Identificación de coccidios
intestinales
- Ooquiste de Cryptosporidium
spp.
- Ooquiste de Cyclospora
cayetanensis
- Ooquiste de Cystoisospora
bell
1º Identificación de flagelados
intestinales
- Trofozoíto de Giardia
intestinalis
- Quiste de Giardia intestinalis
2º Identificación de coccidios
intestinales
- Ooquiste de Cryptosporidium
spp.
- Ooquiste de Cyclospora
cayetanensis
- Ooquiste de Cystoisospora
bel

OBJETIVO

 Conocer más acerca de los coccideos y flagelados intestinales de


importancia en medicina humana
CUESTIONARIO

1. El único coccidio intestinal en los humanos confirmado con potencial


zoonótico es Cryptosporidium
Este enunciado es verdadero. Las especies más prevalentes en los seres
humanos son el Cryptosporidium parvum y el Cryptosporidium hominis. El
Cryptosporidium parvum es el que tiene la principal especie zoonótica del
género, y su principal reservorio son los terneros, siendo el C. parvum la
especie más vinculada a Criptosporidiosis en humanos, mientras que C.
hominis es prevalente en América, Sudamérica, África y Australia (3).
2. Los coccidios intestinales, ya dentro de los enterocitos, destruyen las
vellosidades intestinales y se produce un síndrome diarreico agudo o
crónico.
Este enunciado es verdadero, ya que los coccidios intestinales matan a las
vellosidades intestinales, cuando estos están dentro de los enterocitos
produciendo un síndrome diarreico (4).
3. En los coccidios intestinales el examen diagnostico ¨Gold standard¨
es la técnica de PCR, por su alta sensibilidad y especificidad.
Este enunciado es falso, al respecto, las pruebas coproparasitológicas
rutinarias, como el examen microscópico directo presentan baja sensibilidad
o son ineficaces para detectar los coccidios (5).
4. Estudios sobre tipificación de isoenzimas y moleculares; han permitido
reconocer genotipos de Cryptosporidium parvum responsables de la
criptosporidiosis humana.
Este enunciado es verdadero, los estudios de infectividad en animales,
patogenicidad, antigenicidad, tipificación de isoenzimas y diversos métodos
de genotipificación han posibilitado identificar genotipo de crytosporidium
parvum, en donde son los directos responsables de la criptosporidiosis
humana (5).
5. Los ooquistes de Cyclospora cayetanensis, son muy sensibles a los
desinfectantes, incluyendo el cloro, por lo que se emplea para el
tratamiento del agua.
Este enunciado es falso, debido que, Los ooquistes son muy sensibles, pero
a la desecación. Por el contrario, son muy resistentes a
los desinfectantes, incluyendo el cloro, es decir, a las concentraciones
usadas para el tratamiento del agua (6).
6. Por su autofluorescencia, los ooquistes de Cyclospora cayetanensis,
fácilmente son visibles en muestras clínicas, bajo microscopía con
filtro ultravioleta.
Este enunciado es falso, Cyclospora cayetanensis puede ser detectado en
muestras de heces por métodos muy similares. En las muestran fijadas y
teñidas se utilizan las técnicas de Ziehl-Neelsen o de Kinyoun, las cuales
permiten ver los ooquistes con un tono que va desde rosado pálido hasta
rojo intenso. Sin embargo, se debe tener presente que este grupo de
protozoarios requiere exámenes específicos para su diagnóstico (6).
7. Cystoisospora belli se desarrolla en un ciclo antropozoonótico; por lo
tanto, es una zoonosis.
Este enunciado es falso, debido que, la transmisión puede ser directa o
producida mediante fómites, vectores mecánicos, a través de agua y
alimentos con contaminación fecal. Cystoisospora belli se desarrolla en un
ciclo, pero en un ciclo antroponótico y se transmite a través de alimentos o
agua contaminada con materia fecal humana y, es por ello, que no es una
zoonosis (6).
8. Actualmente ya existe una vacuna disponible como medida preventiva
para la giardiasis.
Este enunciado es verdadero. Las parasitosis en su interrelación de agente
infeccioso, huésped y factor ambiental permiten demostrar, nos evidencia la
influencia de la ecología humana en la génesis de los procesos patológicos
transmisibles (7).
9. La giardiosis no es una zoonósis, aunque comunmente se encuentran
en los perros y gatos, pero por sus características genéticas, estas no
son infectivas para el hombre.
Este enunciado es verdadero. Las formas de distribución en el ambiente e
infección son los esporozoítos contenidos en el ooquiste esporulado, los
bradizoítos contenidos en el quiste y los taquizoitos contenidos en el
pseudoquiste con forma de banana (8).
10. En la giardiasis, el déficit cognitivo en niños ha sido explicado como
consecuencia de la alteración en la absorción de micronutrientes y
grasas que afectan el desarrollo neurológico.
Este enunciado es verdadero, esto es debido a que la infección por Giardia
lamblia ocasionan diversos efectos en el huésped cuando se encuentra en
su estado nutricional; se ha descubierto que la nutrición, las infecciones y el
medio ambiente han afectado la neuroplasticidad y presentan consecuencias
a largo plazo en el desarrollo de los niños. Varios de los peligros para el
desarrollo temprano del cerebro son conocidos e incluyen lesiones en la
cabeza, asfixia en recién nacidos, infecciones del cerebro en el útero y en el
primer año de vida, defectos genéticos, envenenamiento por plomo y
desnutrición; así también como las deficiencias de micronutrientes (ej. yodo)
y las de hierro afectan el desarrollo cognitivo. En la que los niveles
significativamente más bajos de hierro y ferritina afectan el desarrollo
psicomotor, en pacientes con giardiasis. Del mismo modo, la diarrea debida
a la giardiasis se relaciona con una función cognitiva deficiente al causar
deficiencias de micronutrientes de zinc y hierro, así como defectos en el
sistema antioxidante, que pueden afectar la neuroplasticidad. De hecho, la
deficiencia de hierro perinatal en ratas reduce la actividad metabólica
neuronal y se dirige específicamente a las áreas del cerebro involucradas en
el procesamiento de la memoria (9,10).

CONCLUSIONES

 Las infecciones por Giardia pueden permanecer asintomáticas o causar


una enfermedad diarreica aguda o crónica.

 La giardiasis puede conducir a trastornos gastrointestinales funcionales


post-infecciosos, como el síndrome del intestino irritable y la dispepsia
funcional.
 La Cystoisospora se puede detectar mediante microscopía óptica y la
confirmación se logra a través de las características morfométricas de las
muestras que se han tenido con safranina o tinción acidorresistente y
también por autofluorescencia.

FUENTES DE INFORMACIÓN

1. Brooke MM, Melvin DM, Healy GR. Protozoarios intestinales comunes en


humanos [Internet]. U.S. Department of Health and Human Services; 2000
[citado 4 de abril de 2022]. Disponible en:
https://www.mcdinternational.org/trainings/malaria/spanish/DPDx/HTML/
PDF_Manuals/protozoa.pdf
2. García Dávila P, Rivera Fernández N. El ciclo biológico de los coccidios
intestinales y su aplicación clínica. Revista de la Facultad de Medicina
(México) [Internet]. diciembre de 2017 [citado 4 de abril de 2022];60(6):40-
6. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_abstract&pid=S0026-
17422017000600040&lng=es&nrm=iso&tlng=es
3. Coco VFD, Córdoba MA, Basualdo JA. Criptosporidiosis: una zoonosis
emergente. Revista Argentina de Microbiología [Internet]. 2009 [citado 4 de
abril de 2022];41(3):185-96. Disponible en:
https://www.redalyc.org/pdf/2130/213016782011.pdf
4. Silva Díaz, Heber, Campos-Flores, Hamer, Llagas-Linares, Jean Pier,
Llatas Cancino, Dunalia, Coccidiosis intestinal en niños admitidos en un
hospital de Perú y comparación de dos métodos para la detección del
Cryptosporidium spp. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud
Pública [Internet]. 2016;33(4):739-744. Disponible de:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=36349330019
5. Luján Zanaro, Noemí, Garbossa, Graciela, Cryptosporidium: cien años
después. Acta Bioquímica Clínica Latinoamericana [Internet].
2008;42(2):195-201. Disponible de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=53542204
6. Quesada-Lobo L. Principales aspectos de los coccidios asociados a diarrea
en pacientes VIH positivos. Acta méd costarric [Internet]. 2012 [citado 5 de
abril de 2022];54(3):139-45. Disponible en:
http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0001-
60022012000300003&lng=en&nrm=iso&tlng=es
7. Neghme A, Silva R. Ecología del parasitismo en el hombre. Boletín de la
oficina Sanitaria Panamericana [Internet]. 1971 [citado 4 de abril de
2022];313-29. Disponible en:
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/15245/v70n4p313.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
8. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Toxoplasma
Gondii. Fichas de agentes biológicos [Internet]. Insst.es. [citado el 5 de abril
de 2022]. Disponible en:
https://www.insst.es/documents/94886/354041/Toxoplasma+gondii.pdf/
e65142b2-b46c-45fc-b7aa-4991212d468f
9. Herrera I. Giardiasis y desnutrición. Rev Soc Bol Ped [Internet]. 2005
[citado 2 de abril de 2022];44(3):166-73. Disponible en:
http://www.scielo.org.bo/pdf/rbp/v44n3/v44n3a07.pdf
10. Halliez MC, Buret AG. Extra-intestinal and long-term consequences of
Giardia duodenalis infections. World J Gastroenterol [Internet]. 2013 [citado
2 de abril de 2022];19(47):8974-85. Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3870550/

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