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PSICOLOGÍA
2018
0
Índice
Introducción…………………………………………………………….Página 2
Objetivos………………………………………………………………..Página 2
Metodología……………………………………………………………Página 3
Marco teórico………………………………………………………….Página 3
Viñetas…………………………………………………………………Página 8
Desarrollo y articulación……………………………………………..Página 10
Nuevos síntomas……………………………………………………..Página 10
Capitalismo y adicción……………………………………………….Página 11
Tesis lacaniana……………………………………………………….Página 12
Nombrar……………………………………………………………….Página 19
Conclusión……………………………………………………………Página 22
Bibliografía……………………………………………………………Página 23
1
Introducción
Objetivos:
Objetivos generales:
Objetivos específicos:
2
• Relacionar la posición del adicto con el mandato severo de un super-yo
que exige un goce total y absoluto
Metodología
Marco teórico
1
Hernández Samipieri, R; Fernandez Collado, C. y Baptista Lucio, P. (2006) Metodología de la
Investigación. México d.f.: Ed. McGraw Hill Interamericana. P.p 17
3
contemporáneos cómo Tarrab, Mauricio; Sillitti, Daniel; Laurent, Eric; Sinatra,
Ernesto; Naparstek, Fabián entre otros.
2
Tarrab, Mauricio (s.f) “La certeza de la angustia” en “El blanco de la interpretación”. Ed. Gramma
incluido en “Aperiódico psicoanalítico número 14”. P.p 1
5
oferta de un goce no fracturado, no fragmentado, no regulado por el camino de
la sexualidad; es decir un goce uno ya sea el del tóxico o el de los objetos de la
ciencia. Lo que sucede es que la traducción del organismo al cuerpo deja una
falta que es irreabsorbible y el adicto busca a Otro absoluto.
Dirección de la cura
6
de la felicidad. Este instrumento, señala, al tener un efecto tan veloz sobre el
cuerpo asegura satisfacción y una ilusión de independencia del mundo exterior.
Es decir, Freud piensa la intoxicación como un modo de aliviar la carga de la vida
simultáneamente evitando el encuentro con lo displacentero y ganando el placer
producido por el tóxico.
Lacan también presenta pocas referencias al tema pero da una definición de las
drogas coherente con la de Freud: define a la droga como lo que permite romper
la relación del sujeto con el goce fálico. Esa ruptura permite obtener un goce que
al no estar regulado por el falo, excluye el pasaje de la relación al Otro.
Daniel Sillitti en “La eficacia del nombre: los llamados adictos” propone en
relación a esto que el sujeto al definirse como “Soy Toxicómano” denota una
identificación bruta al significante y se muestra en posición de objeto. Esta
identificación obtura con eficacia la falta y recupera un goce por fuera de la
medida fálica. Este goce no participa de los efectos de la metáfora paterna pero
tampoco constituye una psicosis. Este autor en “la toxicomanía no es un síntoma”
explica que quién consulta suele presentarse bajo el significante “soy
drogadicto”, esa es su posición: se presenta desde su manera de gozar, este
modo lo define. La droga es presentada como la responsable de lo que le ocurre,
borrando la pregunta por la causa. El goce, en tanto la ruptura del matrimonio
con el cuerpo, prescinde del Otro y presenta un goce autoerótico.
3
Tarrab, Tarrab (2000) “Una experiencia vacía” en “Más allá de las drogas- Estudios
Psicoanalíticos”/Sujeto, goce y modernidad. Nueva serie. Ed. Plural. P.p 19
7
Eric Laurent en “Tres observaciones sobre la toxicomanía” explica que la
toxicomanía no es un síntoma ya que no es una formación de compromiso sino
una formación de ruptura. Señala la posición compulsiva de los toxicómanos
quiénes “no quieren otra cosa” ya que la ruptura con el goce fálico suprime las
particularidades.
Viñetas
Matías
Matías está casado y refiere que el padre era quién le conseguía la droga durante
su adolescencia y juventud al llevarlo hasta la villa con su hermano para que no
les pase nada ya que era policía. Matías cuenta que nunca lo sintió presente,
que nunca pudo contar con él ya que cuando era chico estaba preso. Hace unos
años intentó matarlo dos veces y la última derivó en una internación. Refiere
odiarlo y no poderlo ver. Actualmente Matías se encuentra en tratamiento y
tomando medicación, por lo que según él, no tiene deseo sexual ni consigue
poder tener relaciones con su esposa. Relata que tiene altibajos y que “siempre
le echa la culpa al consumo”.
Camila
Camila vive con su madre, tiene 40 años y tiene una hija de 5 a la que no puede
visitar ya que le sacaron la tenencia y le prohibieron el vínculo hasta que se
rehabilite. Comenta una relación muy conflictiva con su ex novio, con quién vive
8
su hija. En una oportunidad les pidió a miembros de la institución a la que asiste
si podían presentarse en una audiencia para contar que asiste al tratamiento y
relatar sus avances pero éstos no pudieron concurrir y “sintió que le hicieron un
vacío, que en el juzgado se sintió el vacío de que no vaya nadie de su parte,
siempre tiene ese vacío y esto lo empeoró”. Además aclaró que “si a la siguiente
audiencia no iban, iba a prender fuego la institución”. Ella se muestra siempre
muy agresiva y desmedida, todo lo que comenta tiene relación con pegar, matar,
insultar. Cuando un compañero cuenta una situación conflictiva le pide que la
llame si necesita arreglar algo, que ella pone los puntos con violencia para que
“sepan que no se jode”.
Juan
Juan tiene 30 años y vive con sus padres. Trabaja como portero y le cuesta
mucho controlar sus gastos y no “gastar todo el sueldo en ropa, en comida, no
tirar la plata”. Se encuentra en tratamiento hace 10 años y un día contó una
situación que había vivido esa mañana: muy temprano cuando iba en colectivo
hacia el trabajo, se desocupó un asiento que él considero que le correspondía y
otro hombre se sentó. Sintió irá, bronca y expresó no poder controlarse: se puso
muy nervioso y comenzó a “empujarlo sutilmente, pegarle con el codo,
molestarlo” reconociendo que esa era una conducta típica de cuando
consumía. Explicó que “el drama es que no puede cortarla”. En la misma semana
le chocaron el auto y le robaron el celular, reconoció nuevamente “no poder
parar”. Además “se le cruzó por la cabeza el consumo porque cuando tenía
bronca antes iba a consumir para tapar el hueco”.
Otro día Juan comentó en el grupo que está teniendo problemas de ira de los
cuales se arrepiente luego, “en esas situaciones no puede cortar, su problema
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siempre fue el enojo”, por ejemplo cuando va a sacar plata del cajero y “entre
que sale el ticket y todo… es mucho tiempo”.
Desarrollo y Articulación
Nuevos síntomas
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Massimo Recalcati en “Clínica del vacío: anorexias, dependencias, psicosis”
expone que el recurso del consumo de sustancias y de todo lo que el Otro del
mercado ofrece de forma ilimitada e indefinida, el uso destructivo del cuerpo y el
rechazo de lo simbólico son expresiones de una experiencia del vacío que
constituye un goce en sí misma.
Capitalismo y adicción
“En el estado actual del capitalismo, la soledad localiza el límite real a los
semblantes del progreso universal y afecta las condiciones de satisfacción de
cada uno. Estas consecuencias de rechazo de la castración que supone le
discurso capitalista, presentan el obstáculo para un trabajo analítico con el
toxicómano y también su alternativa para poder entrar en el mismo: que
experimente la vergüenza por su condición de goce”4. Sin vergüenza, sin culpa,
sin dimensión subjetiva operando no es posible llevar a cabo un análisis. Los
procesos de globalización, las nuevas tecnologías, el mundo cambiante
constantemente, produjeron modificaciones en el lazo social, en la relación de
las personas entre sí y con el Estado quién funcionaba como protector. Los
múltiples objetos tecnológicos no dejan lugar al silencio, al vacío. El proyecto de
vida de los jóvenes ha colapsado por la incredulidad en las instituciones y la
caída de los ideales. La soledad globalizada afecta a lo más singular de la
subjetividad que son las condiciones de satisfacción propias de cada uno. El
discurso capitalista propone que todo es posible, todo puede alcanzarse, todo es
cercano. Ofrece nuevos modos de gozar cercanos a la sexualidad virtual creada
a la medida de cada uno y los individuos son el nuevo objeto de consumo.
4
Sinatra, Ernesto (2008) “El toxicómano es un sin vergüenza”. Lugar de publicación: revista digital de la
EOL. http://www.eol.org.ar/virtualia. P.p 2
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subjetivos más interesantes que el discurso capitalista. El analizante es aquel
que respeta su propia singularidad.
Tesis lacaniana
Los sujetos adictos suelen, en relación a esto, situarse desde la posición del
soltero: casados con su órgano y no con el Otro sexo. Existen dos caminos para
salir de esa posición: por la vía del significante en el campo fálico, opción que es
posibilitada en el trayecto de un análisis y en otros casos una vía que no implica
un significante. Aquí la droga toma su lugar en algunos casos, ya no permitiendo
el casamiento sino cuando el casamiento se hace insoportable y posibilita su
ruptura. En estos casos se rompe el casamiento con el falo y el sujeto, mediante
un pasaje al acto, sale del campo del Otro.
12
Lacan en el Seminario IV expone el concepto de goce real, el cual no se
encuentra anudado al falo y constituye una satisfacción fuera de la regulación
fálica que es aquello que Freud llamo “el puro autoerotismo”. La droga permite
romper con esta unión y se pierde toda medida. El exceso, la compulsión y la
desmedida de la toxicomanía muestra esa des regulación ya que la función del
mismo por excelencia es la de poner medida. La ruptura con él lleva a que se
pase a la manía por el tóxico, definiendo la manía como lo que ubica al sujeto
por fuera de un anclaje fálico que ordene y limite. Estas cuestiones pueden
observarse en la viñeta de Juan quién no puede controlarse con la plata y gasta
mucho y compulsivamente. Se puede ver claramente en él la falta de medida, de
regulación. También en Camila quién no quiere respetar el tiempo impuesto por
el Juez para ver a su hija y quiere quebrar ese (y todos) los límites.
5
Sillitti, Daniel (2000) La droga: ¿objeto? en “Más allá de las drogas - Estudios Psicoanalíticos”/Sujeto,
goce y modernidad, nueva serie. Ed. Plural. P.p 116
14
de síntoma. Sin un sujeto que se haga cargo de su decir, no puede pensarse un
análisis.
17
Lo extranjero del goce se presenta en las figuras de la toxicomanía y la
suposición que se hace de la práctica es que allí se goza. Esta afirmación supone
la curiosidad del Otro y la voluntad de hacer de eso un espectáculo. Lacan
explica que no hay otro goce que el de morir o sea que éste es tóxico; y tomando
a Freud y a su teoría de las pulsiones propone el concepto de goce. El sujeto en
su falta estructural demanda al científico la producción de un objeto que provea
goce y que cierre su castración y su división.
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significantes implicadas. No tomar en cuenta estas singularidades impide
capturar la función simbólica del goce ya que las determinaciones significantes
son las que ubican el lugar que la droga ha venido a ocupar para ese sujeto. La
eficacia de la droga hace frente a lo imposible de curar: la castración del Otro y
la propia carencia de ser del sujeto. Se sitúa como remedio de aquello que falta
y provee una consistencia cerrando la dimensión enigmática del deseo del Otro,
y ofrece una ganancia contra la incertidumbre. Ubicándose como respuesta a la
inexistencia de la relación sexual poniendo allí un goce peculiar: autístico y
cínico. Esto se podría pensar en relación con la viñeta de Juan quién reconoce
que cuando consumía lo hacía “para tapar el hueco”.
Mauricio Tarrab expone que “la droga tiene su éxito y cuando satisface, como
dice C. Soler de la Normalidad, es incurable. Pero también fracasa y de su
fracaso están hechos los testimonios de los sujetos que consultan y de aquellos
que pueden aceptar el esfuerzo de subjetivación que el psicoanálisis propone”6.
Nombrar
Lacan dice que una cosa no existe sino es a partir del momento en que es
nombrada por alguien y ello abre una dimensión con consecuencias.
6
Tarrab, Mauricio (1995) “Mírenlos cómo gozan” en Sujeto, goce y modernidad. Ed. Atuel. Buenos Aires.
P.p 48
19
un lugar dentro del discurso social. Ambas categorías no tuvieron en los autores
clásicos de la psicopatología un lugar; son síntomas modernos aunque alcohol y
tóxicos existieron siempre. Aceptar en la clínica el “soy toxicómano” es hacerse
socio de una degeneración catastrófica ya que esa afirmación es la respuesta
por la vía del significante, es una identificación bruta al significante. Una
respuesta que vuelve consistente al Otro, que pretende la recuperación de goce
y que denota al sujeto en lugar de objeto. El malestar no es circunstancial pero
la toxicomanía como categoría es un nombre actual de ese malestar. Por lo tanto,
el analista debe ubicarse en el lugar de no saber a qué se refiere con toxicómano
yendo en contra de esa identificación. En un segundo momento se suele
encontrar otra afirmación del estilo “me drogo porque…” y en este punto se debe
trabajar para la implicación del sujeto. Es crucial para la experiencia analítica un
sujeto que se responsabiliza por su decir. En la viñeta de Matías se observa esta
des responsabilización ya que “le echa la culpa al consumo de lo que le sucede”.
Las drogas son remedios contra lo inevitable: nada encaja del todo. Es lo que
Lacan llama que no hay relación sexual. Del lado sujeto se propondrán formas
de dar tratamiento a esto y como dijo John Lennon “todo encaja sólo cuando
estas drogado” (película “Imagine” fragmento tomando por Tarrab en “La droga:
un remedio contra el goce”). Cuando se trata de la angustia opera como un
reverso de la angustia y la droga, como la angustia no engaña. Esto quiere decir
que es predecible y que constituye una respuesta que estará allí siempre. Esta
respuesta alivia mientras aplasta al sujeto como se observa en Camila. Su
dimensión subjetiva se muestra arrasada por el goce cínico y mortífero.
20
acto”7. El pasaje al acto no es una mostración hacia otro, no está dirigido a nadie.
En cambio, el acting out es algo en la conducta del sujeto que es mostrado y
tiene una orientación hacia el otro. El síntoma, a diferencia del acting, no necesita
de otro se basta en sí mismo. El acting out es la transferencia salvaje; es la
transferencia sin análisis y al presentarse durante el análisis le muestra al
analista que está mal ubicado. Si es un acting, se dirige a Otro.
La cuestión del acting puede relacionarse con las viñetas presentadas de Camila
y Juan. La primera comenta sentir un vacío y este vacío puede pensarse que es
frente al abismo que la precipita a puro acting. Todo tiene que ser “ya”, no se
construye en ella una capacidad de espera, una pausa; se observa una irrupción
constante a puro desborde. La desmesura en ella es clara, la acción sintomática
compulsiva se le dispara constantemente. También en Juan la acción
compulsiva puede pensarse en su relación con la plata: compra todo, “tira la
plata”. No puede introducir la espera y vive a pura inmediatez, como cuando va
al cajero y tarda mucho la transacción “entre que sale el ticket y todo”.
La escena que comenta Juan del colectivo puede pensar como un acting ya que
la des – ubicación, la falta de lugar le disparó un mecanismo compulsivo del que
le cuesta mucho parar. Comenzó a portarse agresivamente con el hombre para
mostrar su enojo, estaba dirigido hacia él. Las patologías del acto, acting y pasaje
al acto, dan cuenta justamente de la imposibilidad por el paso por la palabra;
ponen en acto aquello que deberían descargar por la palabra. No pueden
simbolizar, no pueden ponerlo en palabras y esto intentará el analista a lo largo
del tratamiento.
7
Lacan, Jacques (1962 – 1963) “Seminario X” Editoral Paidos. P.p 128
21
Conclusión
22
Bibliografía
• Sillitti, Daniel (1995) “La eficacia del nombre: los llamados adictos”, en
“Sujeto, goce y modernidad” Ed. Atuel. Bs.As
23
• Silltti, Daniel (s.f) “La toxicomanía no es un síntoma” en “Adicción,
toxicomanía, ¿Qué goce?”
• Sillitti, Daniel; Tarrab, Mauricio; Sinatra, Ernesto (2000) Más allá de las
drogas- Estudios Psicoanalíticos/Sujeto, goce y modernidad. Nueva serie.
Ed. Plural.
• Sillitti, Daniel (2000) “Toxicomanía y clínica del super yo” en Más allá de
las drogas- Estudios Psicoanalíticos/Sujeto, goce y modernidad. Nueva
serie. Ed. Plural
• Tarrab, Mauricio (s.f) “El síntoma, los “nuevos” síntomas y la droga como
partenaire”.
24
• Tarrab, Mauricio (2000) “Una experiencia vacía” en “Más allá de las
drogas- Estudios Psicoanalíticos”/Sujeto, goce y modernidad. Nueva
serie. Ed. Plural.
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