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PSIQUIATRÍA CLÁSICA

Clase 1
Lacan sostiene que no puede ser psicoanalista quien no está metido en la subjetividad de su época.
Para lacan no hay salida sin el otro. El diagnóstico que uno hace podría ser el infierno de alguien o
podría ser la libertad singular de alguien.
Cada vez que uno dice lo que alguien es lo está metiendo en un gran universal con ciertas
características. La realidad es que cada uno no se ajusta del todo a ese diagnóstico universal. Es
aquello a lo que llamamos “lo singular”.
Trabajamos con la orientación de una psicopatología de lo singular, de una psicopatología del sujeto
quien tiene una perspectiva única respecto de lo universal. La orientación psicoanalítica está regida
por el concepto de singularidad. Debemos ubicar el modo singular que tiene cada sujeto de poder
tratar su sufrimiento.
Freud concibe al trauma como un cuerpo extraño que no se puede extraer. El trauma supone un
exceso de energía que no ha podido ser descargado ni asociativa ni motrizmente. Cuando dice que no
se pudo descargar asociativamente significa que no ha podido ser traducido en términos simbólicos,
no ha tenido una palabra que lo nombre. Para cada uno el trauma es vivido de manera singular.
Lo único estructural para definir al ser humano es que el ser humano es un ser parlante, está
atravesado por el lenguaje. La palabra afecta el cuerpo del ser hablado. Atravesamiento del ser
humano por el lenguaje.
Además del estudio de los universales, el eje de esta materia es la relación del sujeto con la palabra y
cómo eso afecta al cuerpo. Esto nos permite trabajar el pathos, el sufrimiento.
Berger - Teórico 3. Surgimiento de la psicopatología como ciencia
Vamos a hacer un recorrido por la historia de la psiquiatría para hacer foco en el surgimiento de la
psicopatología como ciencia. Nos interesan los movimientos históricos.
A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX toma auge el discurso de la ciencia en la
modernidad. En ese contexto surge una disciplina, la psicopatología, que se esfuerza por diferenciarse
de la psiquiatría, intentando alcanzar un estatuto de raigambre científico.
La psicopatología tiene su historia. Produce un ordenamiento médico teniendo en cuenta la nosología
(sintomatología, diagnóstico, curso, duración y terminación de la locura), la etiología (predisposición,
causas, desencadenantes), la anatomía, la patología y fisiología.
Se instaura la psicopatología como disciplina científica que busca sistematizar los conocimientos
en conceptos, ecuaciones y reglas generales y así diferenciarse de la psiquiatría que en esos años va
quedando reglada al estatuto de práctica médica empírica.
La obra de Freud se inscribe en este movimiento de surgimiento de la psicopatología como ciencia. La
psicopatología fue una de las vías a través de la cual el psicoanálisis se cruza, se enriquece y se
diferencia de la psiquiatría. Freud se inscribe en este momento histórico caracterizado por la
incidencia del discurso de la ciencia sobre el campo de la psiquiatría.
El surgimiento del psicoanálisis tiene que ver con este momento histórico donde para entender los
fenómenos clínicos se buscan tanto presupuestos teóricos como hipótesis psicopatológicas.
Bercherie:
Primer tiempo de la clínica psiquiátrica “Clínica sincrónica-sindrómica”
No encontramos una búsqueda de
……………………………………………………presupuestos teóricos ni de hipótesis
……………………………………………………psicopatológicas.
Segundo tiempo “Clínica diacrónica”
Encontramos la búsqueda de hipótesis etiológicas a las distintas
…………………………enfermedades mentales. Estas hipótesis buscan la causa de las
…………………………enfermedades y encuentran la respuesta en lo orgánico.
La psicopatología como ciencia da un paso más y propone no solo buscar la causa, sino explicarla.
Ribot, Janet, Ballet y Clérambault Francia
Bleuler Suiza
Jaspers y Kraepelin Alemania
Jaspers:
Propone diferenciar la psicopatología como ciencia de la psiquiatría como profesión práctica. El
psiquiatra asume una práctica que lleva a cabo en cada caso individual. El psicopatólogo queda en el
dominio de los conceptos y las reglas generales. No le interesa el individuo en particular, sino el ser
humano en general.
Para Jaspers el objeto de la psicopatología es saber qué y cómo experimentan los seres humanos,
conocer la dimensión de las realidades anímicas. Sin embargo, nuestro objeto no es todo el
acontecimiento anímico, sino solo el patológico. Hay una búsqueda de reglas generales.
La psicopatología busca investigar las condiciones y las causas para poder expresarlas objetivamente.
Para Jaspers el objeto de la psicopatología es el acontecer psíquico consciente. Luego veremos que al
psicoanálisis le interesa el acontecer psíquico inconsciente.
Para Jaspers el concepto de reacción está asociado a una situación vital que tiene eficacia traumática
frente a la cual se reacciona. Se podrá reaccionar de forma comprensible o de forma incomprensible.
Comprensible Nos encontramos dentro del desarrollo de una personalidad y lo que estará
…………………...en juego serán los sentidos comprensibles a tal reacción.
Se encuentra en el registro del sentido. Ej: celos de un engañado.

Reacción incomprensible Nos encontramos con “un proceso”. Este implica la detención
…………………………………...de la comprensión y se presenta como discontinuidad,
…………………………………...presencia de algo nuevo, sin sentido.
Algo se presenta por fuera del desarrollo. La aparición de ese
…………………………………...algo heterogéneo y disruptivo que llamamos proceso vuelve
………………………………… necesario la búsqueda de una explicación causal.
Ej: la voz del alucinado o el delirio del psicótico.

Mazzoni – Un diagnóstico singular


El psicoanálisis propone una respuesta singular como salida a la forma actual de diagnósticos
universales. Cada diagnóstico se refiere a una clase y nuestras clases diagnósticas tienen un pasado
impresionante. Lo universal de la clase nunca está completamente presente en un individuo. Este
déficit de toda clase universal en un individuo es el rasgo que hace que justamente este sea sujeto, en
tanto que nunca es ejemplar perfecto.
Hay sujeto cada vez que el individuo se aparta de la especie, de lo universal. Se trata de no aplastar al
sujeto con las clases que utilizamos. Llamamos sujeto al efecto que aparta el individuo de la especie,
que aparta lo particular de lo universal. En nuestra práctica apuntamos al punto sujeto del individuo.
El sujeto se constituye siempre como excepción a la regla, y esta invención de la regla que le falta la
hace bajo la forma del síntoma. Hay síntomas típicos, pero cada uno es peculiar, particular porque,
como señala Lacan, el sentido de un mismo síntoma es distinto.
Miller – El ruiseñor de Lacan
Privilegiamos el caso particular, el detalle, lo no generalizable. Esto en la medida en que ya no
creemos en las clases, las de los sistemas de clasificación. Mediante el diagnóstico uno va de los
signos de la clase. A partir de los signos patológicos puede ubicar en el encuadre la clase a la cual se
refieren. Cada diagnóstico se refiere a una clase y nuestras clases diagnósticas tienen un pasado
impresionante que se puede seguir a través de los siglos. Nuestras categorías no son especies
naturales.
Por esta razón la práctica del diagnóstico repugna a nuestro individuo contemporáneo. Hoy todo
apunta a dudar de las clases. Cada categoría tiene una historia y si lo pensamos de este modo sabemos
que no siempre fueron así.
Entiendo el diagnóstico como un arte de juzgar un caso sin regla y sin clase preestablecida, lo que se
distingue por completo de un diagnóstico automático que refiere cada individuo a una clase
patológica. El anhelo del diagnóstico automático es parte de nuestra época.
Se trata de redescubrir los principios del caso en cada caso.

Clase 2
Nos interesa que puedan ver la lógica de cada momento, entender el entramado que se produce en
cada momento, que reconozcan quienes son los protagonistas de cada momento, que veamos los
conceptos que surgen y los obstáculos que se les presentan. Pero como estamos en psicopatología nos
va a interesar qué entidades clínicas aparecen en cada uno de los momentos.
El momento del surgimiento de la psicopatología se da cuando surge el interés por una disciplina más
teórica que práctica. La psiquiatría era una práctica médica. La psicopatología surge con el proyecto
de construir una disciplina que se diferencie de la práctica en sí misma.
La psicopatología general introduce una disciplina que se quiere separar de la práctica.
Freud escribe la Psicopatología de la vida cotidiana. Reconoce que hay fenómenos psíquicos que
tienen un sentido, pero a diferencia de Jaspers, piensa que esos sentidos no son comprensibles, sino
descifrables. Son descifrables porque son inconscientes, y son inconscientes porque se han reprimido.
Y se han reprimido porque la causa de esos sentidos es sexual. Es una psicopatología que busca leer la
clínica en el detalle singular del lenguaje. Ahí Freud encontrará sueños, lapsus, chistes, equívocos y
olvidos de palabras.
La posición ética del psicoanálisis se sitúa en la idea de lo que es propio de cada sujeto. Pathos se
refiere al sufrimiento humano. Nunca podemos perder de vista que cada vez, con cada paciente, lo que
está en juego es su modo de sufrimiento.
El eje de nuestra materia es la relación del sujeto con la palabra y cómo eso afecta al cuerpo. esto nos
permite trabajar el pathos, el sufrimiento. Cuando hablamos de invención hacemos referencia a que la
estructura determina al sujeto, pero cada uno hace un invento para sobrellevar lo traumático de la
vida.
Bercherie rastrea la historia de la psiquiatría a partir de la oposición entre clínica sincrónica y
diacrónica. La clínica psiquiátrica se inicia en 1793 con Pinel, que escribe el tratado sobre las
enfermedades mentales.
La clínica sincrónica se relaciona con el aquí y ahora. Pinel y Esquirol plantean la alienación mental
con lo que se presenta en el aquí y ahora (qué veo en el paciente que tengo frente a mí y como lo
pienso). La alienación está pensada como género único, no hay diferencias clasificatorias. Hay un
género único de alienación mental.
Esta clínica es sincrónica- sindrómica.
Sincrónica porque se presenta en el aquí y ahora, en cómo se ve el paciente en ese
…………………...momento. No hay estudio sobre la evolución de la enfermedad.
Sindrómica porque se basa en una manifestación central, en un síndrome.
Pinel crea la categoría de alienación mental y empieza a plantearse la necesidad de un lugar
específico para la locura, el asilo. Entonces, en la clínica sincrónica tenemos a Pinel con su
perspectiva de la alienación mental y a Esquirol que empieza a pensar las alucinaciones como
alteraciones del campo perceptivo, como una percepción sin objeto (ve una imagen que no condice
con ninguno de los objetos presentes, escucha voces o ve cosas que no hay).

Se produce la caída de la clínica sincrónica y aparece la clínica diacrónica. Bayle descubre que la
parálisis general progresiva es generada por una bacteria y esto marca el inicio de la psiquiatría
clásica. En este punto se empieza a plantear que habría una causa orgánica específica de la
enfermedad mental.
Clínica diacrónica Supone una base orgánica de la enfermedad mental.
Se instala en un modelo médico que busca las causas orgánicas de la
………………………….enfermedad mental. Estas causas se dividen en congénitas,
………………………….hereditarias o adquiridas.
La llamamos clínica diacrónica porque los psiquiatras empiezan a plantearse la enfermedad, no sólo
en términos de esa manifestación central que se presenta en el aquí y ahora, sino que empiezan a
plantearse preguntas sobre el momento de inicio de la enfermedad. Esta clínica pone el acento en la
forma terminal de la enfermedad. Estudian el progreso de la enfermedad.
La clínica diacrónica ya no toma la manifestación central en el aquí y ahora, sino que toma los
síntomas principales, los síntomas accesorios (que pueden estar presentes o no) y la forma de inicio,
de evolución y final de la enfermedad.
El exponente más importante de esta clínica es Kraepelin. Es un autor de la escuela de psiquiatría
alemana y tuvo que enfrentar los cuestionamientos por parte de la clínica francesa. Kraepelin se
preocupa por armar una nosografía, un ordenamiento de los cuadros clínicos para deslindar un cuadro
de otro.
Ya no es la locura como un género homogéneo, como en la clínica sincrónica, sino que empieza a
plantear diferencias tajantes (de un lado está la demencia precoz y del otro la paranoia).
Kraepelin sitúa en principio una definición de paranoia que no va a variar, es decir, se mantiene desde
un inicio. Esta definición pone en juego una idea inquebrantable que se presenta en el sujeto y que
nunca va a modificar. Esta idea es sostén de un aparato delirante coherente y sistematizado. Se
presenta un desarrollo insidioso de una estructura delirante sostenida en esa idea inquebrantable.
Sostiene una idea que no va a modificar. En la paranoia hay absoluta claridad de pensamiento y
pueden llegar a facultades intelectuales muy altas.
Kraepelin establece la diferencia con la demencia precoz en base a criterios como el de síntoma
principal, accesorio, modo de inicio, de evolución y finalización. Podemos encontrar delirios en la
demencia precoz, pero estos delirios nunca van a tener la sistematización y la coherencia que
encontramos en la paranoia. Son delirios completamente desarticulados, sin ningún tipo de
organización ni coherencia, quizás muy floridos y variados. No se prolongan en el tiempo y varían de
contenido todo el tiempo. En la demencia precoz encontramos la fase terminal, se nota el deterioro.
La psiquiatría francesa critica a Kraepelin al advertir que no todos los cuadros de demencia precoz
terminan en deterioro, que no evolucionan hacia lo terminal. Esto lleva a crear una nueva categoría: la
parafrenia.
Clínica Sincrónica Pinel y Esquirol (escuela francesa) Paradigma alienación mental
Clínica Diacrónica Kraepelin (escuela alemana) Paradigma de las enfermedades mentales

La paranoia es un cuadro clínico dentro de la nosología psiquiatra. Es un diagnóstico dentro del


campo de la psicosis. Un diagnóstico es una brújula que orienta nuestro accionar. Desde la perspectiva
de la singularidad vemos cómo cada quien encarna determinado cuadro clínico. Los diagnósticos que
aún usamos son el resultado de una larga elaboración histórica por parte de los psiquiatras clásicos.
Podemos identificar 2 grandes escuelas de la psiquiatría: la escuela francesa y la escuela alemana. Los
psiquiatras de ambas escuelas eran unos rigurosos observadores de la realidad de los enfermos, es por
eso que nos referimos a esta clínica como “clínica de la mirada”, en contraste con la “clínica de la
escucha” que es la clínica psicoanalítica.
Podemos ubicar a Kraepelin en la clínica diacrónica porque le dio importancia al inicio, a la evolución
y a las formas terminales de los cuadros clínicos, en vez de detenerse en el aquí y ahora. Le prestaba
atención a la etiología. En este punto la etiología, la causa, no es el detonante. No es lo que
desencadena un cuadro clínico. Para Kraepelin las causas eran siempre orgánicas e internas.
Una pregunta importante para entender de qué cuadro clínico hablamos es preguntarnos: ¿De qué
sufre el sujeto? Dónde se ubica su padecimiento.
Kraepelin distingue entre síntomas fundamentales y accesorios.
Síntomas fundamentales aquellos que se presentan a lo largo de toda la evolución de la
………………………………….enfermedad.
Síntomas accesorios son transitorios y colorean el caso
El diagnóstico diferencial se va a basar en los síntomas fundamentales. En la paranoia las facultades
mentales no están afectadas. El síntoma fundamental es el delirio y este tiene una lógica interna.
Es un sistema delirante que responde a una lógica interna coherente, sistematizado con elementos
qué se coordinan entre sí, con ideas que se van relacionando con un tema central. Así va
evolucionando lentamente este delirio. Se trata de un delirio elaborado intelectualmente y coherente.
El paranoico relaciona diferentes hechos de la realidad y todo lo va incorporando a este delirio. Los
paranoicos son reticentes, lo defienden e incluso pueden mantenerlo en secreto durante muchísimos
años.
Otra característica que define la particularidad del delirio en la paranoia es que son inquebrantables.
Los paranoicos tienen una certeza inquebrantable sobre la verdad de este delirio. Kraepelin define la
particularidad del delirio de la paranoia como un sistema delirante inquebrantable con una lógica
interna.
Al paranoico todos los signos de la realidad le conciernen. Hay una exagerada autoestima. Hay
ausencia de alucinaciones. Las alucinaciones se desplazan al cuadro de las demencias precoces. El
cuadro de la paranoia es crónico. Este cuadro no tiene curación y su aparición se da entre los 25 y los
40 años. No tiene una forma terminal de demencia.
Sincrónico vs. Diacrónico = Bercherie
Distintos paradigmas = Lanteri Laura

Clínica psiquiátrica: sincrónica – diacrónica


Bercherie. Introducción a “Automatismo mental – Paranoia”
Establecemos el contexto histórico y sincrónico de la época de Clérambault.
La clínica psiquiátrica fue fundada por Pinel en el siglo XIX como disciplina autónoma, pura ciencia
empírica de observación. La clínica psiquiátrica atraviesa 3 grandes fases de estructuración.
La primera surge de Pinel. La locura es considerada como un género homogéneo, síndromes cuyo
concepto se agrupa alrededor de la manifestación más central, más aparente del estado mórbido.
En 1822 el descubrimiento de la parálisis general hecho por Bayle prepara el cambio conceptual y
metodológico. Falret hará una crítica radical de la vieja metodología y sentará los principios para la
construcción de una nueva clínica: estudio de la evolución de la enfermedad, del pasado y futuro del
enfermo, recuento de signos negativos y atención acordada a los pequeños signos secundarios que
permiten la diferenciación de entidades.
Al mismo tiempo los lazos de la clínica y de la nosología se separan. La locura no es ya un género,
sino una clase de enfermedades yuxtapuestas unas a otras. Para la inmensa clase de enfermedades
mentales sin causa orgánica, Morel propondrá un principio de comprensión y de clasificación: el
estudio de la predisposición (degeneración hereditaria).
Así se echaron las bases para la segunda clínica psiquiátrica, la “clínica de las enfermedades
mentales”.
Si vamos al final del siglo XIX encontramos las dos grandes escuelas que hicieron la clínica
psiquiátrica: la escuela francesa y la alemana.
Escuela francesa: fiel a las enseñanzas de Falret, se concentra en el período de estado de las psicosis
y acumula las descripciones diferenciales de las diversas formas delirantes, agudas y crónicas,
alucinatorias o no alucinatorias.
Escuela alemana: dedica una particular atención a los estados terminales de las psicosis.
Sobre estas bases Kraepelin propone en 1899 su nueva nosología. Propondrá distinguir:
 Los estados delirantes crónicos no alucinatorios PARANOIA
“desarrollo insidioso dependiente de causas internas y según una evolución continua, de un
sistema delirante duradero e imposible de quebrantar, qué se instaura con una conservación
completa del orden y de la claridad en el pensamiento, el deseo y la acción”.

 Los estados agudos crónicos que evolucionan fatalmente hacia una forma particular de
deterioro mental DEMENCIA PRECOZ
Desde 1993 ya incluía a la hebefrenia y a la catatonia de Kahlbaum, junto a la demencia
paranoide.

El concepto kraepeliniano de demencia precoz se constituye alrededor de la distinción entre:


- Un síndrome basal caracterizado por decaimiento afectivo, indiferencia, apatía, ausencia
de iniciativa voluntaria, desorganización del pensamiento y de la psicomotricidad. Afecta
esencialmente las esferas afectiva y volitiva.
- Síntomas accesorios que especifican las formas clínicas de la afección.

Las discusiones que va a suscitar la nueva concepción kraepeliniana van a hacer trastabillar a la
clínica psiquiátrica en su tercer periodo: la era psicodinámica.
Ahora es menos la apariencia morfológica o la evolución de los estados psicóticos lo que va a
concentrar la atención de los clínicos que la organización íntima, la naturaleza exacta, tanto como se
puede aprehenderla, de la estructura y del encadenamiento de los síntomas y su jerarquía, es decir el
esfuerzo de distinguir a aquellos que son fundamentales y aquellos accesorios, los primeros y los
secundarios a estos trastornos fundamentales.
En Francia la obra kraepeliniana es recibida favorablemente y al mismo tiempo con reticencia. La
paranoia se integra rápidamente.
La paranoia aparece como la expresión de una constitución particular de la personalidad, la
“constitución paranoica”, concebida como degenerativa.
Las controversias se cristalizarán en relación a la demencia precoz y a las psicosis alucinatorias.
Séglas va a fijar la posición de la escuela francesa, al tiempo que rechaza la síntesis kraepeliana.
Séglas se mantiene el análisis psicopatológico global propuesto por Kraepelin y limita el marco de la
demencia paranoide a la primera forma descrita por este último en 1893, es decir, a las formas
delirantes y alucinatorias de la hebefrenia ajustando así la concepción de conjunto de la afección.
La mayoría de los estados delirantes alucinatorios reposan sólo sobre una disociación limitada (el
síndrome que Clérambault bautizará automatismo mental) que a menudo no concierne a la
personalidad pre-psicótica: se encuentra a los pacientes intactos con sus atributos y motivaciones,
luchando interminablemente contra la invasión de los fenómenos parásitos (pensemos en el Presidente
Schreber).
Clínica de las psicosis en la obra de Emil Kraepelin
Volvemos a los clásicos de la psiquiatría con el fin de encontrar la inspiración de reflexiones nuevas y
a la altura de nuestra época. Las entidades clínicas que recortaron y las formas de padecimientos
mentales que describieron son una orientación ineludible a la hora de establecer un diagnóstico
diferencial.
Retomaremos las controversias que existían entre las 2 grandes escuelas que constituyeron la clínica
psiquiátrica clásica, la escuela alemana y la francesa. Este diálogo entre el hoy y el ayer e interpela en
nuestra clínica. El hacer historia para el presente constituye una necesidad de nuestra época.

En su trabajo acerca de la historia de la clínica psiquiátrica, Lantéri-Laura ubica 3 paradigmas:

Paradigma de la alienación mental (clínica sincrónica)


Corresponde a un momento fundante en el que se produce un pasaje de la noción social de “locura” al
concepto médico de “alienación mental”.
Este primer paradigma comienza en 1793. Se considera que Pinel libera a los locos de las cadenas
porque los transforma en enfermos que requieren de un dispositivo médico, diferenciándolos de
delincuentes. Pinel considera que la base de todo conocimiento verdaderamente científico es la
observación empírica de los fenómenos de la realidad. A dicha observación se le agrega un análisis
sistemático.
Se constituye un saber preciso limitado al campo de los fenómenos observables. Este período de la
clínica psiquiátrica se estructura alrededor de una mirada sincrónica, es decir, una mirada que al
momento de la evaluación pone el acento en el aquí y ahora de la enfermedad mental sin tener en
consideración los antecedentes ni la evolución.
Se concibe a la locura como un género homogéneo y sus formas de manifestación no constituyen más
que variedades de una misma enfermedad. Cuatro variedades de presentación:
 Manía
 Melancolía
 Demencia
 Idiotismo
Ante la imposibilidad de detectar, en la mayoría de los casos, una lesión orgánica, Pinel manifiesta
una total desconfianza hacia la anatomía patológica. Si hay lesión, la misma no constituye un
elemento causal. Esta posición y lo distanciará de los avances que había realizado la medicina del
siglo XIX y esto conducirá al desdibuja miento del paradigma del cual fuera su más fiel exponente.
La caída de la clínica sincrónica o del paradigma de la alienación mental no debe privarnos de advertir
el camino que abre Pinel: él inaugura la exploración sistemática de un campo y el ordenamiento de los
fenómenos que lo constituyen.
Paradigma de las enfermedades mentales (clínica diacrónica)
La medicina elabora una semiología y una anatomía patológica que proporciona una clínica objetiva y
estandarizada. A partir de este avance es posible distinguir las enfermedades entre sí y a firmar un
diagnóstico positivo y un diagnóstico diferencial.
Ya no se trata de la alienación a secas, sino de tipos de enfermedades mentales, con signos
característicos y una forma de evolución particular que reenvía a una clasificación diagnóstica,
descartando otras afecciones más o menos semejantes a la considerada.
En este período se produce un pasaje de la mirada sincrónica sobre la enfermedad mental hacia una
mirada diacrónica. Se pasa de una mirada fotográfica que recorta el aquí y ahora hacia una mirada
filmográfica que tiene en consideración la sucesión temporal: el inicio, la evolución y la fase terminal
de los procesos mórbidos.
En esta transición a una clínica diacrónica es clave el descubrimiento realizado en 1822 por el
psiquiatra francés Bayle. Encuentra que una meningitis crónica provoca una enfermedad mental
acompañada de una parálisis motora. La alienación mental en este caso es síntoma de una inflamación
de las aracnoides. La importancia de su descubrimiento radica en la posibilidad de realizar un
diagnóstico clínico, no sólo a partir de la consideración de síntomas fundamentales, sino también de
síntomas accesorios, del ciclo evolutivo y de la localización de la lesión anatomopatológica
subyacente. Por otro lado, este descubrimiento radica en él cuestionamiento que hace de la unicidad
de la alienación mental.
Si bien Bayle pertenece al paradigma de la alienación mental, su aporte sienta las bases del paradigma
siguiente, aquel en el que se pluralizan las enfermedades mentales y su estudio se realiza desde una
mirada diacrónica. Será Falret quien extraerá las consecuencias de su descubrimiento, inaugurando
una clínica completamente diferente.
De este modo se incorpora la anatomía patológica en la psiquiatría y esto permite delimitar, describir
y establecer las características específicas de distintas enfermedades mentales. Este trabajo será
realizado por la escuela francesa y la alemana, y dará lugar a la construcción de las primeras
nosografías con un criterio diacrónico.
Nosografía Descripción y clasificación de las enfermedades
Kraepelin constituye uno de los principales exponentes del paradigma de las enfermedades mentales y
pertenece a la escuela alemana. Su obra capital es el tratado de psiquiatría publicado en 8 ediciones,
en el cual se constatan los esfuerzos por construir un sólido edificio nosográfico.
En las primeras ediciones nos presenta una clasificación sindromática, más cercana a la clínica
sincrónica y a su vez a la clínica diacrónica en la medida en que establece distinciones entre estados
agudos, crónicos y degenerativos.
A partir de su cuarta edición (1893), Kraepelin realiza una modificación esencial en el plano de la
concepción de la clínica, la cual pasa a ser concebida como entidad clínica-evolutiva, eliminando
definitivamente de su obra las elaboraciones de los primeros alienistas.
En la sexta edición (1899) agrupa 13 clases nosográficas de enfermedades teniendo en cuenta los
siguientes criterios:
 Criterio etiológico: si bien la causa siempre es considerada orgánica, Kraepelin distingue las
enfermedades mentales de acuerdo a la incidencia de factores exógenos o de factores
endógenos. Dejó para el futuro investigar en qué consistía el origen de las enfermedades
mentales y la falta de datos etiopatogénicos certeros en gran parte de los casos hizo que el
autor apele a la perspectiva clínico-evolutiva.
 Criterio clínico-evolutivo: considera los índices semiológicos característicos de las
enfermedades mentales, su distribución secuencial en el tiempo y la forma de terminación. A
fin de establecer un diagnóstico diferencial, Kraepelin distingue síntomas fundamentales y
accesorios.
Síntomas fundamentales: son propios, específicos, distintivos de cada entidad mórbida y son
permanentes. Se encuentran presentes a lo largo de toda su evolución y se expresan más claramente en
la fase terminal.
Kraepelin otorga especial importancia al estado terminal, ya que el mismo puede ser anunciado por
los signos del inicio. Se diferencia de Falret, quién da mayor importancia a la secuencia y sucesión de
las fases.
Síntomas accesorios: son manifestaciones más incidentales y transitorias. No se presentan durante
todo el curso de la enfermedad, de allí que no se pueda establecer un diagnóstico diferencial a partir
de ellos. Son síntomas que colorean el cuadro y permiten distinguir las formas clínicas.
El criterio psicopatológico-descriptivo es uno de los vectores en los que se basa la clasificación.
Kraepelin describe múltiples enfermedades mentales de las cuales abordaremos las tres principales:
 Paranoia
 Demencia Precoz
 Parafrenia
En la octava edición propone un ordenamiento de la clasificación de los cuadros clínicos mencionados
basándose en la escala de los delirios y su evolución terminal.
Paranoia: delirio crónico sistematizado sin debilitamiento psíquico.
Parafrenia: se presentan delirios crónicos donde hasta los últimos periodos de la enfermedad no
aparecen ese embotamiento y esa indiferencia que tan frecuentemente constituyen los primeros
síntomas de la demencia precoz.
Compuesto por cuatro formas: sistemática, expansiva, confabulatoria y fantástica.
Demencia precoz: grupo único de procesos demenciales cuyos síntomas fundamentales son el
repliegue afectivo, la afección de la voluntad, la perturbación del curso del pensamiento y la pérdida
de la unidad interior. Considera síntomas accesorios a las alucinaciones y a las ideas delirantes. Estas
últimas síntomas móviles y fugaces que nunca llegan a conformar un delirio.
Forma hebefrénica sucedida por la forma catatónica y la paranoide.
Paranoia
Es importante recuperar las discusiones que surgían en el campo psiquiátrico de la época en torno a la
misma. Antes de la sexta edición del tratado de Kraepelin, la presencia de delirios y alucinaciones
eran elementos suficientes para diagnosticar la enfermedad.
Para Kraepelin los delirios y las alucinaciones en sí mismos son insignificantes para la distinción del
cuadro clínico. Prefiere conceptualizar a la paranoia como crónica, de desarrollo continuo e
irreversible, más allá de las diferencias de grado y de los incidentes particulares que puedan
encontrarse en los distintos casos.
Kraepelin cree que es un error fundamental de la clínica psiquiátrica la especificación meramente
sintomática de las formas patológicas. Rechaza el modo imperante de pensar la paranoia que no
contemplaba la evolución de la enfermedad y en la que el trastorno de la razón y la presencia de
delirios y alucinaciones bastaban para definir el diagnóstico.
Para llevar adelante la tarea de brindar una definición restringida y precisa de paranoia que no se
confunde con otros cuadros, se vale de un criterio evolutivo. Afirma que no hay medios más
apropiados para el entendimiento acerca de las características verdaderamente esenciales de un
proceso patológico que la observación del curso y de la terminación final.
Si bien Kraepelin es exponente de la clínica diacrónica, las primeras ediciones de su Tratado se
caracterizan más por un criterio sindrómico. Es en la cuarta edición donde adopta un criterio
evolutivo. Para el diagnóstico de las enfermedades acentuará la presencia de síntomas fundamentales
y la fase terminal del cuadro.
En la sexta edición agrupa bajo el término Demencia Precoz a:

 La hebefrenia
 La catatonía
 La demencia paranoide
Restringe al campo de la paranoia a una forma delirante sin alucinaciones ni terminación demencial.
Esto lo obliga a separar a la paranoia fantástica e incluirla dentro de las formas paranoides de la
demencia precoz.
Pondrá el acento en la a cronicidad e incurabilidad de la paranoia, sin llegar nunca a la demencia.
Sostiene el criterio evolutivo y rechaza una nosografía basada en la agrupación de entidades
puramente sintomáticas.
Definición de paranoia en la sexta edición de su tratado:
Sistema delirante inquebrantable y duradero, claramente reconocible desde el principio, se
desarrolla gradualmente, a la vez que se conserva por completo la presencia del entendimiento y el
orden del curso del pensamiento. Es para estas formas que quiero reservar el nombre de paranoia.
Estas conducen necesariamente al paciente a una trascendente transformación de toda su
perspectiva de la vida y a un trastorno de su punto de vista en relación con las personas y sucesos de
su entorno.
El síntoma fundamental de la paranoia (aquel síntoma constante que organiza el cuadro mórbido) es
el sistema delirante.
Un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí de forma organizada que funciona como
un todo. En el caso de la paranoia, los elementos del sistema son las ideas delirantes, que se
relacionan entre sí dando por resultado un sistema delirante total, coherente en su organización. Estas
ideas delirantes se desarrollan gradualmente por un mecanismo de interpretación patológico de
experiencias reales. el sujeto paranoico interpreta los hechos de la realidad de una forma
patognomónica. Acontecimientos efectivamente ocurridos, tanto del presente como del pasado, son
susceptibles de ser significados patológicamente en relación con la propia persona.
Ejemplo: alguien silva alguna melodía de manera llamativa para hacerle insinuaciones sobre su
comportamiento. En obras de teatro pueden encontrarse referencias particulares a sus acciones. La
gente se aleja o se para cuando él aparece. Los obreros conversan acerca de él. En todos lados la
atención se vuelve hacia su persona.
Respecto de su desarrollo, el sistema delirante es lento e insidioso. Su comienzo suele abarcar unos
años y consiste en desconfianza, quejas físicas vagas, leves depresiones y aprehensiones
hipocondriacas.
El carácter delirante tiene que ver con la certeza inquebrantable de que algo le está dirigido. El
delirio se sostiene a partir de una convicción inmune a cualquier prueba o argumento que demuestre
lo infundado de sus ideas.
No es el contenido fantasioso del delirio lo que revela la enferma, sino su inmutabilidad. Lo central
es que nunca hay lugar a dudas de que eso le está dirigido, le concierne. El paciente significa todas sus
experiencias en relación con su propia persona. Hay hechos triviales que le están dirigidos.
La paranoia se puede desarrollar en 2 direcciones:
 Delirio de perjuicio Delirio de celos: es tomado de forma lenta por la sospecha
…………………………….de que su pareja lo engaña y encuentra observaciones que
…………………………….lo confirman.
Delirio persecutorio: convicción de ser el blanco de
……………………………sistemáticos perjuicios. Persecuciones en su contra, complot,
……………………………conspiraciones en su contra.

 Delirio de grandeza Inventores delirantes: El sujeto pasa a ocuparse de ambiciosos


………………………………................................proyectos. El rasgo común es la fe
……………………………………………………inquebrantable en su buena estrella y
……………………………………………………futuro prometedor.
Delirio de alta cuna: El sujeto posee la convicción de tener una
…………………………………………………..ascendencia superior y magnifica. Se
…………………………………………………..considera una persona especial.
Delirio erotómano: una persona le quiere bien y le presta una
…………………………………………………atención que no puede malinterpretarse.
Delirio místico: se orienta a una relación con lo sobrenatural.
…………………………...El sujeto se ve como hijo de Dios, un salvador.
El delirio es elaborado intelectualmente y en lo esencial es coherente, sin que se presenten mayores
contradicciones internas. Las confusiones, improbabilidades o las contradicciones son eliminadas a
partir de una sistematización equilibrante. Los pacientes suelen ocultar la red de sus delirios hasta que
un motivo particular la deja al descubierto.
Suelen ocuparse en un oficio o profesión sin inconvenientes y frecuentemente poseen dotes
intelectuales. Por fuera del delirio no dan la impresión de ser psicóticos.
La memoria no presenta disfunción alguna, La capacidad de evocar recuerdos se mantiene
conservada. Son frecuentes las falsificaciones de recuerdos. O bien se trata de reinterpretaciones y
transformación de vivencias, o bien de apariciones de acontecimientos totalmente inventados en
forma de recuerdos. Ejemplo: El paciente recuerda exactamente cómo de niño fue separado de sus
padres genuinos en un bello castillo, fue arrojado al mundo y finalmente entregado a sus padres
falsos.
El curso posterior de la enfermedad es siempre muy lento, estancado durante muchos años en la
mayoría de los casos. No hay lugar para la conciencia de enfermedad y y la meta del tratamiento
consiste en prevenir, a través de ocupaciones y entretenimientos, que el sujeto sea absorbido por su
delirio.
La enfermedad se hace manifiesta entre los 25 y los 40 años.
El desenlace habitual de la paranoia conforma con regularidad un delirio residual. El sistema delirante
elaborado permanece de modo invariable, pero la exacerbada tendencia interpretativa tarde o
temprano remite. NO SE DESARROLLA UNA DEMENCIA.
Debemos tener en cuenta el desarrollo lento, la sistematización del delirio, la ausencia de
alucinaciones, el orden en el curso del pensamiento, en el comportamiento y en la acción.
En la paranoia, el delirio es asimilado lógicamente y las objeciones pueden ser refutadas con
inteligencia. El sujeto es inaccesible a la razón y obstinado por defender sus ideas.
Respecto a la ausencia de las alucinaciones en la paranoia, es a partir de la sexta edición que
Kraepelin despeja a la paranoia como una afección en la que no se verifican alucinaciones.
la causa de la paranoia es interna, endógena. Para Kraepelin las circunstancias externas no
desempeñan ningún papel.
Subtipo particular de la paranoia incluido en la sexta edición:
 Delirio de querulancia: esta afección está caracterizada por la idea de inferioridad legal y el
ansia de lucha hasta el extremo contra las injusticias supuestamente sufridas. Tal idea se
desprende de un perjuicio realmente sufrido. A partir de eso el sujeto pone en marcha diversas
acciones para alcanzar justicia. Lo que caracteriza al querulante es la falta de entendimiento
sobre la justicia, sostenida en la certeza de haber sufrido un perjuicio real y la necesidad
imperiosa de lograr una reparación. Presenta total inaccesibilidad a la razón. No hay ninguna
prueba que lo mueva de su convicción inquebrantable. El sujeto es incapaz de encontrar
calma, aun cuando se hayan intentado agotar todos los recursos legales habituales. Esta
inflexibilidad es lo que le da carácter de delirio a la idea de inferioridad legal. Todos sus
intereses y actividades son absorbidos por un impulso patológico de querer lograr justicia. Al
final de la enfermedad suele rechazar todo trato con el orden legal. El paciente suele tener
éxito convenciendo a algunas personas de la legitimidad de sus reclamos.
Son frecuentes las falsificaciones de la memoria. La imposibilidad de recuperar su pretendido
derecho prueba al paciente que los testigos son villanos, los jueces y autoridades una pandilla
de ladrones que se mantienen juntos para eliminarlo.
La lucidez no se ve afectada, la claridad y el orden del pensamiento tampoco. Hay una
monotonía en el contenido de sus ideas (ideas de injuria).
No se presentan trastornos de la voluntad ni del área afectiva. No hay alucinaciones. En el
curso posterior de la enfermedad aparece siempre un aumento de la debilidad mental. Las
peticiones y discursos del paciente se vuelven cada vez más monótonos e inconsistentes. Ya
no quiere saber más nada con el asunto, es cosa pasada. El paciente mantiene con convicción
su punto de vista sólo que ya no posee energía para resistir.
Lo decisivo para el diagnóstico de delirio de querulancia es la forma que adopta el conjunto
de ideas. Hay una completa inaccesibilidad a la razón y una gradual propagación del delirio
de persecución sobre un número de personas cada vez más grande. El inicio de todo el
desarrollo delirante es desde un solo punto que siempre predomina y al cual remiten todas las
ideas y acciones del paciente.
El querulante no abandona la disputa, sino que ésta se torna cada vez más importante y llega a
su término sólo cuando el sujeto es puesto bajo custodia. El tratamiento está destinado a
apartarlos, al menos por un tiempo, del ambiente que los excita.
La homogeneidad que Kraepelin postula para la paranoia en la sexta edición será objeto de críticas
por parte de los franceses Seriéux y Capgras. Para Kraepelin el Delirio de Querulancia es un subtipo
de la paranoia. Para Seriéux y Capgras, el Delirio de Reivindicación (correspondiente al delirio de
querulancia de Kraepelin), a diferencia de la paranoia, presenta un comienzo preciso y fechable a
partir de un acontecimiento exterior definido. En el delirio de querulancia es notorio el acontecimiento
que desencadena el delirio. Mientras que en los casos de paranoia no se puede ubicar un evento
externo a partir del cual se ponga en marcha el delirio.
Los franceses le hacen notar ese detalle y en la octava edición Kraepelin separa la paranoia de la
querulancia. La causa en ambos casos es interna, orgánica, pero se diferencian en que en la primera no
hay factor precipitante, mientras que en la segunda sí.
Demencia precoz
Kraepelin adhiere a un criterio clínico-evolutivo para el diagnóstico de las enfermedades mentales.
Tiene en cuenta su forma de inicio, sus síntomas fundamentales y su modalidad de terminación.
Caracteriza a la demencia precoz como una afección en la que prevalece el debilitamiento temprano y
progresivo de las distintas áreas de la personalidad.
En la sexta edición del Tratado de Kraepelin aparece el grupo llamado demencia precoz, caracterizado
como una serie de cuadros clínicos cuya característica común consiste en una evolución signada por
debilidades peculiares.
En este grupo se incluyen:

 La hebefrenia
 La catatonia
 La demencia paranoide
En la séptima edición aparece la pérdida de la unidad interior, como un factor principal para explicar
la clínica de la demencia precoz.
Desde 1900 Kraepelin recibe importantes criticas de la psiquiatría de la época que lo llevan a revisar
sus contenidos. Las discusiones se suscitaron a propósito de la gran síntesis kraepeliniana de la sexta
edición, y las objeciones están principalmente dirigidas a la demencia precoz y a las paranoias
alucinatorias.
Para Ballet las cuatro formas clínicas de la demencia precoz son muy disímiles entre sí como para
estar agrupadas en una misma entidad clínica. Seriéux y Capgras objetan la inclusión de los delirios
crónicos alucinatorios de la demencia precoz. Bleuler apunta a la nominación de precoz por
considerar que hay casos en los que esta enfermedad aparece en forma tardía y afirma que la
terminación demencial desde su perspectiva no se verifica en todos los enfermos.
En la sexta edición a la demencia precoz como:
Una serie de estados, cuya característica común es una destrucción peculiar de las conexiones
internas de la personalidad psíquica. los efectos de este daño predominan en las esferas emocional y
volitiva de la vida mental… representa una forma bien caracterizada de enfermedad y se justifica
considerar la mayoría, al menos, de los cuadros clínicos que son agrupados aquí, como expresión de
un proceso mórbido único, aunque a menudo, superficialmente divergen mucho uno de otro.
Se inicia en los períodos más tempranos de la vida, entre la adolescencia y los 25 años.
El curso clínico de la enfermedad y el estado terminal es crónico, irreversible, con déficit de las
funciones psíquicas y pérdida de la eficiencia mental y práctica.
Kraepelin diferencia en la demencia precoz dos tipos de síntomas:
Síntomas fundamentales: aquellos fenómenos propios, distintivos, que se presentan a lo largo de
todo el curso de la enfermedad y que se manifiestan con total claridad en la fase terminal.
 Repliegue afectivo: la perturbación de la vida afectiva o emocional suele ser el primer y más
sorprendente síntoma del comienzo de la enfermedad. Se encuentra una indiferencia de estos
pacientes hacia sus vínculos afectivos anteriores. Pierden la satisfacción que antes le
procuraba su trabajo, sus actividades recreativas y placenteras.
Desaparece la delicadeza del sentimiento. No tienen ninguna consideración por lo que los
rodea, son desinhibidos, desprolijos, sucios, pierden el sentido de la repugnancia y el
sentimiento de vergüenza.
Se vuelven insensibles a la incomodidad corporal, soportan posiciones incómodas, insultos, se
lastiman.
En la fase terminal de la enfermedad son completamente indiferentes hacia todo lo que sucede
alrededor.
El cambio más importante es el embotamiento emocional (marcada indiferencia y ausencia de
reacción afectiva). Otra característica de esta enfermedad es el estallido de risa repentino,
inmotivado y frecuente. Estas emociones comienzan y desaparecen de repente. Hay un
cambio de humor súbito.
Paramimia: falta de relación entre el humor y la expresión (risas sin sentido y sin alegría,
mezcla de llanto y risa).
También presentan una completa inversión de sus relaciones emocionales, antiguos
sentimientos de cariño se transforman en completa aversión. Frecuentemente los pacientes ya
se aislaron de sus familias y de lo que los rodea mucho antes de la aparición de síntomas más
llamativos.

 Afección de la voluntad: Encontramos una serie de perturbaciones de la voluntad en el terreno


del trabajo y la conducta.
Se observa un debilitamiento general de los impulsos volitivos. Los pacientes han perdido
toda inclinación a la acción y a la actividad. No se preocupan por nada, no van a trabajar ni
tienen necesidad de entretenerse. En relación con esto se encuentra la susceptibilidad de la
voluntad a la influencia, la cual encuentra su más marcada expresión en los fenómenos de
obediencia automática.
Es frecuente una obediencia automática totalmente desarrollada. Esto se observa en la
flexibilidad cérea, es decir, en la conservación de cualquier posición en la que se lo coloque al
paciente, aun cuando puedan estar muy incómodos. Aparece también la obediencia
involuntaria cuando se les solicita hacer cosas, incluso aquellas desagradables para el
paciente.
También aparecen la ecolalia y la ecopraxia, la repetición involuntaria de palabras que les
fueron dichas, la limitación de movimientos o la continuación de movimientos iniciados
pasivamente.
Aparecen actos impulsivos como consecuencia del debilitamiento volitivo. Los pacientes
cometen actos de los más absurdos e incomprensibles cuya causa son incapaces de explicar.
La excitación catatónica es un conjunto de actos y movimientos sin sentido o movimientos
sin objeto. Los pacientes saltan, se balancean, gritan.
Hay una persistencia instintiva de los mismos movimientos volitivos. Aparecen las
estereotipias: permanencia en la misma posición, repetición de los mismos movimientos o
actos. Si se les pregunta los motivos de estas conductas no se obtiene respuesta satisfactoria.
La parabulia es característica de este cuadro. Al dar la mano el movimiento se detiene a
medio camino; el paciente se interrumpe en la mitad de una frase.
El cese de la necesidad de expresarse uno mismo corresponde a la desaparición de la
actividad volitiva. Los pacientes de pronto enmudecen y no se quejan.
Ecolalia: repiten involuntariamente las cosas que se les dijeron.

 Perturbación del curso del pensamiento: al comienzo hay una pérdida de actividad mental; sus
nervios están bajo tal tensión que el paciente ya no puede pensar o hablar.
Pierden la facultad del ordenamiento lógico del curso del pensamiento. Hay una incoherencia
en el pensamiento. Hay un aumento en la distracción y una desconexión incrementada.
Casi siempre encontramos estereotipias en el curso del pensamiento, es decir, la persistencia
de ideas únicas. La persistencia domina el curso del pensamiento, a tal punto que los
pacientes siempre se mueven en la misma esfera monótona de ideas y no pueden ser sacados
de ella por ningún medio. También en la escritura encontramos la estereotipia.
Está la evasión o paralogia que es: la idea que está más próxima en la cadena de ideas es
suprimida y reemplazada por otra que está relacionada con ella.
Desordenes negativistas del pensamiento: dificultad de llevar una serie de ideas como uno lo
desea. Se desarrolla a menudo el sentimiento de que su pensamiento es forzado (compulsión
del pensamiento). Los pensamientos son influenciados, adoptan la forma de voces que quitan,
desvían o sugieren pensamientos.
La eficiencia mental está siempre disminuida en grado considerable. Pacientes distraídos,
desatentos, cansados, torpes, no extraen placer del trabajo, sus mentes divagan. Hay una falta
de conexión entre las ideas. Juegan sin sentido con palabras y sonidos.
Verbigeración: repetición incesante de la misma frase.
Mutismo y respuestas resistentes y evasivas. Muchos hablan en voz baja, murmuran para sí
mismos.

 Pérdida de la unidad interior: sus pensamientos, sentimientos y actos han perdido su unidad.
Hay una completa destrucción de la personalidad. La medida de protección consiste en
aislarse y esconderse. Hay una transformación general de la personalidad y el
comportamiento de esta hacia los hechos ordinarios de la vida.
El juicio del paciente sufre un daño severo. Se observa una tranquila complacencia con la cual
se emiten las más burdas ideas y se llevan a cabo las más incomprensibles acciones.
Síntomas accesorios: pueden estar presentes o no. No son específicos de la enfermedad, son
transitorios y cuando se presentan permiten especificar el subtipo clínico.
 Alucinaciones:
Las más frecuentes son las alucinaciones auditivas. Al comienzo son simples ruidos, crujidos,
zumbidos, golpes o cantos. Luego se desarrolla gradual o repentinamente el síntoma
característico de la demencia precoz: el escuchar voces. No es poco frecuente que las
ilusiones estén conectadas con ruidos reales.
Generalmente niegan que escuchan voces. Es difícil obtener de los suspicaces y reservados
pacientes relatos confiables de estas ocurrencias. Lo que dicen las voces suele ser
desagradable y perturbador. También son frecuentes las “voces buenas”, los “buenos deseos”
y los “elogios”.
Muchas de las voces hacen comentarios acerca de los pensamientos y de los actos del
paciente. Muchos pacientes escuchan continuamente la misma frase sin sentido. En algunos
casos, las voces dan órdenes, que en ciertas circunstancias son obedecidas.
Es característico de la demencia precoz que los propios pensamientos del paciente se le
aparezcan hablados en voz alta. Los pacientes se quejan de que sus pensamientos pueden ser
percibidos, lo que piensan es sabido en sus propias casas de modo que sus pensamientos son
públicos.
Estos pacientes se caracterizan por presentar el sentimiento de que los propios pensamientos
son influenciados. La gente le habla al paciente en sus pensamientos, lo guía, lo contradice.
No se puede pensar cuando la voz le habla. Estos desórdenes son, Al principio, mantenidos en
secreto por el paciente, de modo que uno se entera de ellos cuando ya llevan largo tiempo de
existencia.
En cuanto a las alucinaciones visuales, los pacientes son perturbados por reflejos, luces
enceguecedoras, sus ojos son irradiados y cegados por reflectores.
Sensaciones táctiles mórbidas. El paciente se siente atrapado, tocado por todo su cuerpo,
siente cosquilleos en su muslo y hasta en su cuello. Éstas son imaginaciones conectadas en
apariencia con sensaciones orgánicas.

 Delirios: es diferente del delirio sistematizado que se presenta en la paranoia. Si en la


demencia precoz se desarrollan delirios, los mismos muestran un aspecto extraordinario y a
veces totalmente sin sentido. No suelen estar elaborados mentalmente. Los pacientes no
buscan explicaciones para sus notables experiencias, sus persecuciones. No se hacen
problema por nada y no dan ninguna importancia al hecho de que se les señale alguna
contradicción.
Los delirios poseen una conexión interna generalmente muy suelta, no son de ningún modo
constantes, sino que cambian sus contenidos más o menos rápidamente debido a la
desaparición de constituyentes anteriores y a la aparición de otros nuevos. los delirios, que en
un comienzo eran muy exuberantes, cesan gradualmente.
Solamente en la demencia paranoide las ideas delirantes están generalmente conectadas por
más tiempo, pero aquí también, gradualmente, llegan a ser más confusas y contradictorias.
Frecuentemente estos delirios están acompañados de ideas de culpa.
Se desarrollan ideas de persecución. El paciente nota que se lo mira de una manera particular,
que se rían y burlan de él. Se desarrollan ideas de influencia por medio de agentes externos.
Aparecen ideas de exaltación. También nos encontramos con fabulaciones que apuntan a
falsos recuerdos.
Formas clínicas de la demencia precoz en la octava edición:
-Demencia precoz simple: comienza en los años de la pubertad, aunque muchas veces pueden
rastrearse manifestaciones leves en la infancia. Se produce un deterioro de la actividad mental en
forma muy gradual. Pueden parecer distraídos, descuidados y cometer errores incomprensibles.
Algunos se vuelven desganados e indiferentes. también presentan cambios en el temperamento.
No tienen manifestaciones de afecto ni simpatía y se produce un alejamiento de los familiares.
Desaparece la ambición y el placer en las ocupaciones. El desarrollo de este cuadro clínico lleva
muchos años y el resultado final al que conduce es variable. Aun cuando el proceso a mórbida puede
detenerse, tarde o temprano, sigue avanzando.
Esta forma es simple ya que se caracteriza exclusivamente por presentar los síntomas fundamentales
de la demencia precoz.
-Hebefrenia: comienza a una edad temprana. Aparece, además de la devastación progresiva de la vida
psíquica, una incoherencia en el pensamiento, los sentimientos y la acción.
La enfermedad se desarrolla gradualmente y en general se produce un cambio insidioso de la
personalidad psíquica previo a la aparición de fenómenos mórbidos más llamativos.
Aparecen alucinaciones y delirios. Las emociones no son muy profundas y fluctúan repentinamente.
El comportamiento es cambiante: a veces son accesibles, dóciles y otras veces no se les puede acercar,
se violentan y son callados.
En la escritura aparecen en forma clara la falta de ilación de los pensamientos, la interceptación
abrupta de ideas repentinas, el vacío de significado y las expresiones sin sentido.
La enfermedad evoluciona en la mayoría de los casos hacia una demencia profunda.
-Catatonía: se distingue por las afecciones de la voluntad. Los pacientes se tornan reservados, tímidos,
introvertidos, ausentes, indiferentes, irritables.
Expresan delirios extraordinarios. El sentimiento de influencia suele participar en los delirios. Las
alucinaciones están invariablemente presentes. En general, después de la depresión inicial sigue un
estado de estupor y luego de excitación. Los pacientes parecen seguir ciegamente cualquier impulso
que pueda surgir en ellos. las actividades que realizan son desordenadas: corren en La Habitación con
los brazos extendidos hacia adelante, rebotan, se balancean, aplauden, se frotan las manos.
Toda expresión volitiva independiente está silenciosa: el habla, la alimentación, las relaciones con el
medio, las ocupaciones y el cuidado de sus propias necesidades cesan más o menos completamente.
En estados de estupor, más frecuente es el aislamiento de cualquier influencia del medio más que la
susceptibilidad a la influencia.
-Demencias paranoides: aquellos casos que se caracterizan por presentar delirios y alucinaciones. La
declinación psíquica revela una relación estrecha con los desenlaces de la demencia precoz.
Parafrenia
Octava edición.
En éstas se inscriben un grupo relativamente pequeño de casos en los cuales las perturbaciones de la
afectividad y la voluntad son más leves y la vida psíquica se encuentra menos afectada.
Tiene muchos puntos en común con la demencia precoz, pero presenta menos desarrollo de los
desórdenes de la emoción y volición, la armonía interior de la vida psíquica está considerablemente
menos involucradas. La pérdida de la unidad interior está esencialmente limitada a ciertas facultades
intelectuales.
Los delirios están marcados y hay una coloración paranoide del cuadro mórbido. Hasta los últimos
periodos de la enfermedad no aparecen ese embotamiento y esa indiferencia que constituyen los
primeros síntomas de la demencia precoz.
Los síntomas fundamentales alrededor de los cuales se organiza este cuadro mórbido son los delirios
y las alucinaciones.
Los desórdenes volitivos y afectivos, de estar presentes, son mucho menos pronunciados que en la
demencia precoz.
La edad de comienzo de esta afección es entre los 30 y 50 años. La forma de inicio puede ser
insidiosa o más brusca, según la forma clínica y el caso.
El curso clínico de la enfermedad y el estado terminal es crónico, irreversible, con déficit tardío y
parcial de las funciones psíquicas con capacidad de trabajo relativamente conservada.
-Parafrenia sistemática: desarrollo extremadamente insidioso de un delirio de persecución
continuamente progresivo, al cual se agregan más tarde ideas de exaltación, sin deterioro de la
personalidad.
El comienzo de la enfermedad consiste en un cambio en la conducta del paciente que se realiza muy
lentamente. se vuelve gradualmente silencioso, tímido, a veces más desconfiado y sombrío, se
repliega sobre sí mismo.
De vez en cuando aparece una gran sensibilidad e irritabilidad; el paciente se torna excesivamente
violento y malévolo muestra un resentido odio y antipatía hacia las personas de su entorno a menudo
hacia sus parientes más cercanos.
En el curso de los años un delirio de persecución se torna más claro. El paciente nota que es objeto de
la atención general. Gradualmente la persecución se torna cada vez más evidente. El paciente no
encuentra descanso, la gente trabaja sistemáticamente en su contra.
Luego de varios años de desconfianza y tensión, aparecen alucinaciones, especialmente auditivas.
Muchos pacientes refieren influencias sobre la voluntad y también se agregan ideas exaltadas.
Los pacientes permanecen lúcidos, orientados en tiempo y espacio, racionales en su comportamiento,
son accesibles, amables hacia los desconocidos, dan información coherente y comprensible.
El desenlace de la enfermedad es una declinación psíquica con delirios persistentes y, por lo general,
también con alucinaciones sin desórdenes de la abolición autónomos y sin embotamiento emocional.
No se produce una real desintegración de la personalidad psíquica, ésta se conserva y por eso se
separan el grupo mórbido aquí descripto de las formas paranoides de la demencia precoz.
-Parafrenia expansiva: se caracteriza por el desarrollo de una megalomanía exuberante con humor
predominantemente exaltado y excitación leve.
La enfermedad comienza, por lo general, gradualmente.
Las alucinaciones casi siempre aparecen pronto. Aparecen ideas de persecución, las cuales no
adquieren una posición de dominio. En general los pacientes se mantienen razonables y lúcidos, pero
adhieren firmemente a sus delirios.
Tienen falta de juicio, cierta incoherencia, superficialidad en las emociones y debilidad de la volición.
No parece establecerse ninguna demencia profunda, ninguna desintegración de la personalidad.
-Parafrenia confabulatoria: se distingue por el papel dominante que los falsos recuerdos desempeñan
en ella.
El comienzo parece ser a veces un cambio en la conducta de los pacientes. Se tornan callados,
reservados, irritables, se aíslan y gradualmente salen con una narración de experiencias
extraordinarias en el sentido de delirios de persecución y exaltación.
Los falsos recuerdos son un rasgo central de este tipo de preferencias y muchas veces la persecución
se remonta a la niñez. Fuentes fabulatorias de la megalomanía: el paciente desciende de una familia
real o es el hijo ilegítimo de un príncipe.
El curso de la enfermedad parece ser progresivo. el crecimiento de los falsos recuerdos solamente
constituye un periodo de la enfermedad relativamente breve.
Hay ausencia de ideas de influencia y de desórdenes volitivos.
-Parafrenia fantástica: crecimiento florido de delirios altamente extraordinarios, desconectados y
cambiantes. La enfermedad suele comenzar con mal humor. El paciente se vuelve debilitado,
deprimido, silencioso y segando incluso a veces en pensar en el suicidio.
Aparecen gradualmente en la superficie ideas de persecución y también hay presencia inequívoca de
alucinaciones auditivas. Las alucinaciones visuales juegan un pequeño papel.
La cenestesia y los delirios de influencia personal ocupan un lugar central en el cuadro mórbido. A
veces las perturbaciones son de naturaleza marcadamente sexual. Frecuentemente los delirios toman
la forma de falsos recuerdos.
Durante los extraordinarios delirios descriptos, los pacientes pueden ser completamente sensatos,
lúcidos y razonables en su comportamiento. El daño de la volición queda en un segundo plano. En
general la actividad mental se conserva llamativamente bien.
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Paradigma de las grandes estructuras psicopatológicas


No se va a tratar de reconocer la evolución de los estados psicóticos, sino de tratar de ubicar la
organización íntima de los elementos. Los mecanismos que expliquen la causa de los procesos
patológicos. Es el momento del nacimiento de la psicopatología como ciencia.
Era necesaria otra perspectiva que no se oponga, sino que se complementa con la perspectiva
psiquiátrica. La de una escucha que pueda hacer de esos signos clínicos los signos de un pathos
singular.
Clase 3
Pensar una psicopatología que esté a la altura de las circunstancias, a la altura de la época. Hacer un
diagnóstico equivale a una toma de posición. El diagnóstico tiene una posición ética. A través de las
distintas épocas podemos observar diferentes formas de hacer diagnóstico.
Desde la psicopatología vamos a pensar en hacer un diagnóstico en singular. El diagnóstico
introduce a un individuo en un universo con ciertas características, pero cada individuo no se ajusta a
ese diagnóstico universal porque existen la singularidad de cada uno. Vamos a hacer un diagnóstico
que se oriente por lo singular.
En cada sujeto siempre hay algo que lo hace incomparable a otro sujeto. Si bien una parte puede
entrar en lo universal, hay un punto en cada uno de incomparable, imposible de comparar con otro
sujeto. ubicamos del lado del sujeto lo singular y del lado de la estructura lo general.
Esta orientación tendría que ser por lo real. Es un concepto de lacan, pero podemos encontrar un
antecedente de esto real en lo que Freud plantea del síntoma. Freud advierte tempranamente que el
síntoma no es sólo sentido, sino que tiene un punto pulsional. Esto es lo singular del síntoma, ese
modo de satisfacción paradojal que Freud encuentra en el síntoma. Freud dice que en el síntoma hay
una satisfacción paradojal; no es una satisfacción que lleva al bien. Podríamos pensar que en el
síntoma no es todo sentido, sino que hay una cara pulsional, una cara de satisfacción que hace que se
repita una y otra vez lo que nos hace mal.
El síntoma quiere decir algo, habla, es una formación del inconsciente. En el síntoma hay una
satisfacción que es paradójica. Esta satisfacción es vivida para el sujeto como tormento y esto es lo
más paradójico que uno pueda encontrar, una satisfacción en el sufrimiento.
En el seminario 3 observamos una interesante frase de Lacan: lo real es aquello que no entra en la
trama de los simbólico y lo imaginario, es decir, que quiera fuera de sentido. Hay algo de lo real que
escapa a esa trama y que podríamos llamar singular. Pulsión y real de este modo definido apuntan a
esa característica singular del modo de satisfacción de cada uno que no entraría en un diagnóstico que
sólo tome la universal de la clase.
El psicoanálisis propone una respuesta singular como salida de la forma actual de diagnóstico
universal. Miller señala que el diagnóstico se refiere a una clase. Hay clases diagnósticas como la
parafrenia, la paranoia y la demencia precoz. El psicoanálisis define clases como neurosis, psicosis y
perversión. Esa modalidad de diagnóstico universal por clases tiene una larga historia.
El individuo no entra del todo en lo universal. El universal de la clase nunca está completo, nunca está
completamente en un individuo. El psicoanálisis no sólo marca lo singular, sino que vamos a hacer
diagnósticos desde ese lugar, ese singular que es lo más propio del sujeto. planteamos una forma de
diagnóstico de orientación lacaniana que no es por lo universal de las clases, sino vía el sujeto.
El efecto del lenguaje sobre el individuo lo aparta de lo universal e introduce la dimensión singular. El
sujeto es eso que aparta al individuo de la universal. Hay un modo en que cada sujeto articula su
propio inconsciente con el otro. Cómo le dirige esa pregunta al otro, eso es singular.
Cómo ese sujeto, de manera singular, fue traumatizado por el lenguaje. Cómo el lenguaje toca de un
modo singular a cada uno. Ahí es donde el psicoanálisis, en esa singularidad, va a producir un
diagnóstico. La famosa respuesta del psicoanálisis es caso por caso. Vamos a tratar de pensar casos
clínicos y el diagnóstico en relación con la singularidad. Hacer un diagnóstico es una posición ética y
la posición ética que nos presenta el psicoanálisis es hacer este esfuerzo de ubicar ese singular de la
clase de esa manera en que se expresa el sujeto.
Las 3 formas clínicas de la demencia precoz son: hebefrenia, catatónica y demencia paranoide
(fantástica). Esta tercera forma generó grandes conflictos entre los psiquiatras de la época y va a ser
revisada y constituirá el núcleo de lo que luego se llamarán parafrenias la octava edición del tratado
de Kraepelin. Kraepelin Recibe críticas por haber incluido el cuadro de demencia paranoide
(fantástica) dentro de la nosografía la demencia precoz. Él contesta a las críticas sobre la demencia
precoz en su octava edición y crea una nueva entidad clínica: las demencias endógenas (parafrenias).
Divide a las parafrenias en cuatro categorías: Parafrenias sistemáticas, fabulatorias, expansivas y
fantásticas. Las parafrenias fantásticas son herederas de la cuestionada categoría de demencia
paranoide fantástica de la sexta edición.

Vogler. Eugen Bleuler “La demencia precoz- el grupo de las esquizofrenias”


Bleuler utilizada el criterio de desmanicomialización. Entendía que la institucionalización de por vida
implicaba condenar al paciente al aislamiento y al deterioro absoluto. En 1911 introdujo una visión
estructuralista de la enfermedad mental, abriendo paso al nacimiento del tercer paradigma de las
estructuras psicopatológicas.
Esquizofrenia: “Afección de base orgánica. Sin embargo, posee tal superestructura psicógena que la
gran mayoría de los síntomas manifiestos de esta enfermedad, como son las alucinaciones y las ideas
delirantes, así como todo el modo de comportarse del enfermo, se derivan de factores y mecanismos
psicológicos… la esquizofrenia es la única psicosis en la que el médico puede verdaderamente hacer
algo eficaz para el establecimiento de las facultades esenciales del individuo”.
Bleuler se dedicará a plantear con conceptos psicopatológicos que la esquizofrenia es una enfermedad
y más que detallar las causas, el cuadro sintomático y el curso de la enfermedad, la describía como
una entidad psicopatológica en sí misma.
Cuestiona el concepto de demencia precoz de Kraepelin y define a la esquizofrenia como “un grupo
de psicosis cuyo curso es a veces crónico y a veces está marcado por ataques inminentes y que puede
detenerse o retroceder en cualquier etapa”.
Respecto al término “precoz” dirá que esta enfermedad no siempre es juvenil ni precoz en el
desarrollo del proceso patológico y agrega que no todas sus formas terminan en deterioro demencial.
Bleuler establece una ordenación de los síntomas, distinguiéndolos en síntomas fundamentales y
accesorios. Los primeros están en todos los casos y los segundos pueden faltar en algunas etapas o
durante toda la enfermedad.
Síntomas fundamentales de la esquizofrenia:
Funciones simples alteradas:
 Trastornos de asociación: el pensamiento opera con ideas y conceptos que no tienen relación,
o tienen una relación insuficiente, con la idea principal. El pensar se vuelve confuso,
incorrecto y quebrado. Algunas veces faltan todos los hilos asociativos y la cadena de
pensamientos se interrumpe totalmente. El pensamiento se hace ilógico. Se produce una
inclinación a aferrarse a una idea a la que el paciente retorna una y otra vez. Los pacientes
alucinados a menudo nombran sus actividades (“ahora él se sienta”). El paciente representa,
imita, copia lo que oye y ve (ecopraxia y ecolalia). Persiste en ello sin saber por qué lo hace.
Puede suceder que el paciente ignore completamente el mundo exterior.

 Trastorno de la afectividad (indiferencia, labilidad afectiva, actualidad de emociones antiguas,


displicencia): El deterioro emocional ocupa el primer plano del cuadro clínico. En las últimas
etapas, muchos esquizofrénicos dejan de manifestar afecto alguno. Muestran rostros
inexpresivos, encorvados, la imagen de la indiferencia. Permiten que se los vista y se los
desvista como si fueran autómatas. Ni siquiera pueden reaccionar ante los daños que les
infligen otros pacientes. La indiferencia parece ser el signo exterior de su condición. Los
pacientes reciben las visitas de sus parientes sin una palabra de agradecimiento ni signo
alguno de participación emocional. Muchos parecen totalmente impermeables al hambre, la
sed, la falta de sueño o los malos tratamientos de todo tipo.
Paratimia: Pacientes pueden reaccionar ante noticias tristes con regocijo, e inclusive con risas.
Estallidos de risa inoportunos o no provocados. Hay una disfunción de la afectividad. Una
paciente se echó a reír fuertemente ante la noticia de la muerte de su hermano.
Debido a cualquier asociación accidental el paciente pasará en un segundo de una agitación
colérica exageradamente intensa, con maldiciones, gritos y saltos, a un estado de ánimo
exageradamente dichoso, para volver a ponerse triste y lacrimoso minutos después. La
capacidad psíquica de presentar emociones no ha desaparecido en la esquizofrenia. La cólera
es la reacción habitual de muchos pacientes ante sus alucinaciones, eso sucede, aunque sus
voces no les digan nada desagradable. Tampoco el sentimiento de simpatía hacia los demás
está siempre extinguido.

 Ambivalencia: tendencia de la psique esquizofrénica a otorgar a los psiquismos más diversos


un índice positivo y otro negativo.
-Afectiva (amor-odio). El mismo concepto puede estar acompañado simultáneamente por
sentimientos agradables y desagradables. El esposo ama y odia a su mujer.
-Volitiva (querer y no querer hacer algo). El paciente quiere y no quiere comer.
-Intelectual (pensar y decir algo y su inversa).
Funciones compuestas alteradas:
 Relación con la realidad: (predilección por la fantasía en oposición a la realidad). Los
esquizofrénicos más graves viven en un mundo propio, Se han apartado de todo contacto con
el mundo exterior. A este desapego de la realidad lo denominamos autismo. No han perdido
su sentido de la realidad, sino que esa capacidad está inhibida o deformada por la
predominancia de sus delirios y alucinaciones. El mundo externo debe parecerles a menudo
muy hostil. Al comienzo de la enfermedad estos pacientes rehúyen conscientemente todo
contacto con la realidad. Autismo exterior: no sólo no se interesan por nada de lo que los
rodea, sino que se sientan con el rostro continuamente desviado. El mundo autista tiene para
el paciente tanta realidad como el verdadero. Los pacientes toman a su mundo fantástico por
real y a la realidad por una ilusión.
Los sentimientos autistas se desligan de la realidad, el pensamiento autista obedece a sus
propias leyes. En el pensamiento realista el paciente se orienta perfectamente bien en el
tiempo y en el espacio.

 Atención
 Voluntad: hay una postración emocional. Los pacientes no se sienten impulsados a hacer nada
o ejecutan con la mayor energía lo que se les ha metido en la cabeza. La obstrucción de la
abolición es particularmente notable.
 La persona: pacientes saben quiénes son, en la medida que las ideas delirantes no falsifiquen
su personalidad. Los pacientes pueden identificarse con alguna otra persona y pueden perder
toda vinculación con ellos mismos. También pueden convertirse en una persona claramente
diferente a partir de determinado momento. pierden su pasado totalmente. Una parte de la
personalidad se desvincula y se la asocia entonces a otra persona.
 Demencia esquizofrénica: consiste en los efectos del trastorno de la asociación, la indiferencia
y la irritabilidad en la esfera afectiva, y el apartamiento autista de la esfera exterior. En la
esquizofrenia no vemos absolutamente nada de la pérdida definida de las imágenes de la
memoria. El cuadro de la demencia esquizofrénica se caracteriza por el estado de la
afectividad, por la falta de interés y de actividad.
Bleuler describe un punto fundamental que diferencia la esquizofrenia de los cuadros orgánicos: no
hay alteración primaria de la percepción, orientación, memoria, sensaciones, conciencia, motilidad.
Estas funciones simples están intactas y si parecen perturbadas es por la alteración de los procesos
afectivos y de asociación. La relación con la realidad se encuentra alterada.
Síntomas accesorios:
Alucinaciones
Ideas delirantes
Perturbaciones accesorias de la memoria
Despersonalización
Alteraciones del lenguaje y la escritura
Síntomas catatónicos (estupor, mutismo, estereotipia, hiperquinesia, negativismo, obediencia
automática -ecolalia, ecopraxia-, impulsividad)
Síntomas somáticos: Alteraciones encefálicas, endocrinas, cardiovasculares, respiratorias, etc.
Etiología de la enfermedad: sería efecto de una afección orgánica del cerebro. Bleuler no desecha la
idea de una lesión fisiógena. La esquizofrenia es para él una entidad clínica y anatomopatológica a la
que se le agregan síntomas como las alucinaciones e ideas delirantes de origen psicógeno.
Cuatro subgrupos de psicosis esquizofrénicas:
 Forma paranoide: sistema delirante de temática persecutoria mística, mesiánica,
megalomaníaca.
 Catatonía: conjunto de trastornos psicomotores que oscilan entre el estupor, la inmovilidad, el
negativismo y los movimientos estereotipados por una parte y las crisis de excitación
psicomotriz por otra.
 Hebefrenia: empobrecimiento psíquico progresivo que afecta la esfera intelectual y afectiva,
de comienzo juvenil.
 Forma simple o esquizofrenia latente : signos discretos de debilitamiento asociativo. son
personas irritables, replegadas, exageradamente puntillosas.
Lantéri-Laura plantea que Bleuler abre el camino al advenimiento del tercer paradigma de las
estructuras psicopatológicas que sustituirá al anterior paradigma de las enfermedades mentales.
Bleuler se sitúa en una perspectiva radicalmente psicopatológica para reorganizar todo el campo de
los delirios crónicos desde un punto de vista superior al de la simple descripción clínica,
introduciendo en él al grupo de las esquizofrenias.
La idea de demencia precoz deriva de Kraepelin. Reúne un cierto número de síntomas presentes en
afecciones con prognosis muy pobres y ausentes en otro tipo de enfermedades bajo el término de
demencia precoz.
La concepción de Kraepelin encuentra gran oposición por las múltiples manifestaciones clínicas de la
enfermedad y por la variabilidad de su curso. No siempre esta afección tiene por resultado un
completo deterioro.
Bajo el término Demencia Precoz o Esquizofrenia incluimos a un grupo de enfermedades que pueden
distinguirse claramente de todos los otros tipos patológicos en el sistema de Kraepelin. Son
enfermedades con muchos síntomas comunes, pero sus cuadros clínicos pueden ser muy diversos.
Algunas psicosis agudas experimentan mejorías, mientras que otras tienden a convertirse en crónicas.
No siempre esta afección tiene por resultado un completo deterioro. Se le da un nuevo nombre a la
enfermedad (esquizofrenia) porque el “desdoblamiento” de las distintas funciones psíquicas es una de
las características más importantes. El grupo incluye varias enfermedades.
Con los dos términos (demencia precoz y esquizofrenia) designamos un grupo de psicosis cuyo curso
es a veces crónico, y a veces está enmarcado por ataques intermitentes, y que puede detenerse o
retroceder en cualquier etapa. La enfermedad se caracteriza por un tipo específico de alteración del
pensamiento, los sentimientos y la relación con el mundo exterior.
Signos de deterioro. Observamos un desdoblamiento de las funciones psíquicas. La personalidad
pierde su unidad. En diferentes momentos, diferentes complejos psíquicos parecen representarla. En
los casos más graves parecen faltar completamente las expresiones emocionales y afectivas. El
proceso de pensar se detiene en medio de un pensamiento. En lugar de continuar el pensamiento,
afloran nuevas ideas que no se relacionan con la anterior corriente de pensamiento.
Descubrimos alucinaciones, ideas delirantes, confusión, estupor, manía, fluctuaciones afectivas
melancólicas y síntomas catatónicos. La presencia de estos síntomas accesorios puede ser de utilidad
para diagnosticar la enfermedad. Fuera del hospital, hay esquizofrénicos en quienes los síntomas
accesorios son menos evidentes o faltan por completo.
La delimitación teórica de la esquizofrenia respecto a otros grupos de psicosis es bastante inequívoca.
En la paranoia hay una construcción a partir de premisas falsas, de un sistema de ideas delirantes
lógicamente desarrollado, inconmovible, sin afectación de las otras funciones mentales y sin síntomas
de deterioración. Hay una completa carencia de comprensión por parte del paranoico del propio
sistema delirante. En la demencia precoz, las ideas delirantes, cuando existen, por lo general muestran
violaciones de la coherencia lógica obvia.
Ciertos síntomas de la esquizofrenia están presentes en todos los casos y en todos los periodos de la
enfermedad. Las manifestaciones más accesorias son las ideas delirantes, las alucinaciones o síntomas
catatónicos. Estas pueden faltar completamente o durante ciertos periodos o inclusive durante todo el
curso de la enfermedad.

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