Está en la página 1de 13

Unidad 1

La clinica psicoanalitica y el metodo freudiano

● Definición de clínica psicoanalítica - Lombardi

La clínica psicoanalítica consiste en primer lugar en interrogar el análisis. Por la misma razón
concibió un dispositivo – el del pase – donde se plantean al analizante las preguntas que el analista no
puede responder. La clínica psicoanalítica debe consistir no sólo en interrogar el análisis, sino
también en interrogar a los analistas - dice en ese mismo discurso - a fin de que hagan saber lo que su
práctica tiene de azarosa. Interrogar a los analistas, urgirlos a dar sus razones, que den cuenta de lo
que su práctica tiene de aventurada.
La clínica no es la acumulación de experiencia. Tiene sus ventajar pero al mismo tiempo que uno
aprende el oficio, sus trucos, un saber hacer, se consolidan esquemas y clasificaciones que tejen el
lazo entre los prejuicios del propio fantasma y el consenso que es clave para la inserción grupal o
institucional del analista – la cooptación de los sabios -.
Conviene al clínico prolongar su pregunta - surgida en el interior del discurso analítico – en otros
discursos, apoyarse en ellos transitoriamente. En una reflexión coherente con la idea de Lacan del acto
analítico, podemos decir que la manera más segura de volver a entrar es salir de veras. Podemos tener
en cuenta lo que nos enseñan sobre el neologismo, el estribillo, el fenómeno elemental, etc., a
condición de no quedarnos en la posición del psiquiatra, de no seguirlo en sus objetivaciones y teorías
causales que obturan lo que él mismo ha abierto en un interrogatorio a la vez lúcido y sin horizonte.
Lacan señala en el mismo texto que lo que podría ser su ambición de clínico, mostrar que los tipos de
síntomas dependen de la estructura, “no es cierto y transmisible más que por el discurso histérico”, es
decir por el discurso en que el síntoma se eleva al lazo social - el síntoma dice algo de la estructura,
más allá o más acá del sentido -. Es sólo a partir del modo histérico que la pregunta del síntoma puede
verdaderamente plantearse – no la pregunta que se hace al síntoma, ni la pregunta sobre el síntoma,
sino que por el síntoma, con el síntoma la pregunta se plantea -.
La pregunta propia de la clínica psicoanalítica, que nos exige la articulación de lo típico con
el sentido de cada caso, y nos conmina a la articulación del discurso de lo universal con la
singularidad de la estructura del sujeto. Lacan, quien propone por eso una grilla para ubicar distintos
modos de articulación - separados por discontinuidades fundamentales para la clínica y. para la
práctica analíticas -.
Histeria,: tiene una relacion con el saber muy diferente. para Lacan, en la histeria, la transmisibilidad
de la pregunta se apoya en la estructura, al punto de considerar que en el discurso histérico “se
manifiesta un real próximo al discurso científico”. Esa idea de la histeria como lazo social, y lazo
social hecho con el síntoma (lo que no ocurre en ningún otro tipo clínico)- Es decir que hay al menos
un tipo clínico donde no es tan difícil pensar la transición que anunciamos para la primera etapa de
nuestro trabajo: “De las estructuras subjetivas a la clínica de los discursos”.
Neurosis obsesivo: que sabe tan poco como la histérica el sentido inconsciente en que se apoya el
síntoma de otro obsesivo, pero cuyo síntoma tampoco comunica “estructuralmente” – a diferencia del
histérico.
Los tipos clínicos lacanianos pueden entenderse así como formas normales de estabilización de la
falta - esencia del deseo -. Pienso en la tríada neurosis – perversión - psicosis, que no encontramos así
formulada en Freud, y que Lacan considera como siendo la de las tres “formas normales” del deseo.
El psicoanálisis no pretende abolir el saber de clasificación, sino que lo desplaza desde la
identificación de formas visibles desde una perspectiva exterior y objetivante, hacia la pregunta con
que se elabora el tipo clínico desde el núcleo estructural del síntoma: ¿lo que en él hace falta, cómo
está constituido?, ¿cómo el síntoma se inserta o se aparta del lazo social?

Definicion en tres partes de la clinica psicoanalitica.


La clínica psicoanalítica es lo real en tanto insoportable. La clínica psicoanalítica no es tomada
ahora como interrogación desde el exterior de la experiencia, sino que es devuelta a la experiencia
misma, y a la experiencia más íntima, esa por la cual cada uno ha pasado en tanto sujeto que no sólo
es sujeto del lenguaje, sino también sujeto que experimentó lo que el lenguaje implica de insoportable
para el viviente, esos puntos que Freud llamó “trauma” y que están en la raíz del síntoma. Para estar a
la altura de esa clínica, es más evidente aún que se necesita haber pasado por ella primero como
analizante, haber recorrido el camino que lleva al “reconocimiento” en el síntoma no sólo de la huella,
sino también lo que él conserva de trauma actual, de goce intolerable al que el sujeto permanece
fijado. Tal “reconocimiento” no es posible sin un levantamiento, auque sea transitorio, pulsátil,
de la represión. Es decir que sólo si quitamos los disfraces narcisísticos o fantasmáticos que vuelven
al síntoma soportable, sólo entonces llegamos a recordar, o mejor dicho, a revivir lo imposible de
soportar.
¿Cómo podríamos ayudar a ubicar ese imposible en otro sujeto, si antes no hemos pasado por
la experiencia? Es lo que justifica la tercera parte de la definición. de Lacan. Forma parte de la
delimitación de la clínica psicoanalítica el imperativo ético que nos exige repudiar la idea de
conocimiento. No es tomando al paciente como objeto de nuestro conocimiento como podemos
hacer clínica desde el psicoanálisis. Ni bien lo hacemos, ya estamos afuera del discurso analítico, ya
somos psiquiatras otra vez. Una transformación del sujeto con respecto al síntoma es en cambio la
condición freudiana del análisis, como veremos.
La clínica, desde esta perspectiva, exige repudiar todas las objetivaciones psicológicas del
sujeto al que en la experiencia encontramos solamente asegurado en su división, en una exterioridad
ontológica y ética esencial respecto del “individuo” tomado como objeto de conocimiento. Es decir
que no se llega a lo insoportable del síntoma desde afuera, sino desde una posición “de estricta
sumisión a las posiciones (suelen ser más de una) propiamente subjetivas del enfermo”. Es sólo así
que se puede “entrar en la subjetividad del delirio”, por ejemplo.
¿Cómo se accede a lo insoportable del síntoma? Lacan continúa su definición: el inconsciente es
la huella y el camino por el saber que constituye.
El psicótico nos lo muestra con una certeza que forma parte de lo insoportable de su síntoma, y que lo
lleva a veces a esperar de nosotros un alivio. Padece de eso sin saber, precisamente, que se trata de
saber –el saber es el lugar que la transferencia reserva al clínico, dice Lacan8 -.
El caso del neurótico es diferente, porque debemos seguir las huellas más tenues, las más huidizas del
saber, en esa parte del contenido del sueño que escapa de la conciencia, y que justo alcanzamos a
atrapar en el momento en que casi se olvida9. El inconsciente es la huella y al mismo tiempo el
camino que nos orienta hacia el ombligo real del síntoma.
El saber de los impasses del saber
¿Qué es la clínica psicoanalítica? El Colegio se propone mostrar desde el inicio que no hay una
definición cerrada para esa pregunta que abrió Lacan, sino líneas de respuesta, para no reducir una vez
más el psicoanálisis y su clínica a una orientación única, que lo aleja del nudo íntimo del deseo del
analista con lo imposible de soportar -.
La clínica psicoanalítica es un esfuerzo de articulación, de saber sobre los impasses del saber en que
se constituye el sujeto del inconsciente. El inconsciente, “menos profundo que inaccesible a la
profundización consciente”, es materia poco propicia para ser sabido por el sujeto. El nos sabe, y
nosotros nunca llegamos a saberlo, pero algo llegamos a saber por las vías del análisis y de la clínica
que el análisis genera: algo que no termina de asegurarse sino por un cambio en nuestra posición
respecto del saber, como Freud explica en su conferencia La fijación al trauma, lo inconsciente:
Cuando el médico transfiere su saber al enfermo comunicándoselo, No tiene el resultado de cancelar los
síntomas, sino este otro, el de poner en marcha el análisis (manifestaciones de desacuerdo de parte del paciente
son, a menudo, los primeros indicios de que esto último ha ocurrido). El enfermo sabe, entonces, algo que no
sabía, el sentido de su síntoma, y, no obstante, lo sabe tan poco como antes. Aprendemos así que hay más de
una clase de ignorancia.
El acceso al saber no se hace sin un cambio en la posición del sujeto, lo que exige un trabajo psíquico,
requiere un duelo.

● Consejos al médico - Freud


La técnica del psicoanálisis desautoriza todo recurso auxiliar (ej., tomar apuntes). Esto por
no querer fijarse en nada en particular y en prestar a todo cuanto uno escucha la misma
“atención parejamente flotante”. Cuando uno tensa su atención, empieza a escoger entre el
material ofrecido. Si en la selección se siguen las propias expectativas, se corre el riesgo de
no encontrar más de lo que ya se sabe. La más de las veces uno escucha cosas cuyo
significado solo después comprenderá.

Este precepto es el correspondiente a la regla fundamental que se le exige al analizado.


Para el médico la regla puede formularse así: “debe alejar cualquier injerencia consciente
sobre su capacidad de fijarse, y abandonarse por entero a sus memorias inconscientes”,
“uno debe escuchar y no hacer caso de si se fija en algo”.

El médico debe ponerse en estado de valorizar para los fines de la interpretación todo
cuanto se le comunique, sin sustituir por una censura propia la selección que el enfermo
resignó. Debe volver hacia el inconsciente del enfermo su propio inconsciente. Para que el
médico esté en condiciones de servirse así de su inconsciente como instrumento de
análisis, no puede tolerar resistencias que aparten de su conciencia lo que su inconsciente
ha discernido. Para ello es lícito exigirle que haya sido sometido al psicoanálisis y tomado
noticia de sus propios complejos que pudieran perturbarlo para aprehender lo que el
analizado le ofrece. Cualquier represión no solucionada en el medico corresponde a un
“punto ciego” en su percepción analítica.

No hay intervención sin selección. La intervención del analista no es simétrica a la asociación libre
del paciente. Esa selección que hace el analista está determinada porque también tiene un
inconsciente. Por lo tanto el analista es siempre un intruso. La intervención es una intrusión del sujeto
analista. Es siempre sugestiva. La interpretación viene a solucionar lo inevitable de la intrusión del
analista en la intervención.

Interpretación no es lo mismo que intervención. La primera es el efecto de la segunda. La


interpretación siempre incluye la lectura del analizante. Puede producirse sin que el analista haya
aportado nada. Tiene efecto cuando produce nuevas asociaciones, nuevas significaciones.

No es aconsejable para superar las resistencias del paciente, que el médico le deje ver sus
propios defectos y conflictos anímicos. Por estos medios se abandona el terreo
psicoanalítico y se aproxima a los tratamientos por sugestión. No ayuda a descubrir lo
inconsciente en el enfermo; lo inhabilita aun mas para superar resistencias más profundas y
fracasa ante la avidez despertada en el enfermo, a quien le gustaría invertir la relación pues
encuentra el análisis del médico más interesante que el suyo propio.
No hay que tener fines pedagogicos ni reconducir para indicar nuevas metas a las
aspiraciones liberadas luego de inhibiciones de desarrollo. Esforzandolos a la sublimacion y
segregandolos de las satisfacciones pulsionales mas inmediatas, se les tornara la vida mas
dificultosa que antes.
● La dirección de la cura y los principios de su poder C1 p 1,2,3 C4 p 4,7 -
LACAN

El psicoanaliste dirige la cura pero no debe dirigi al paciente. La direccion de la cura


consiste en hacer aplicar la regla analitica
El analista debe pagar con palabras , si la intervencion tioene efecto de interpretacion, pero
tambien tine que pagar con su persona ya que diga lo que diga, la presta como soporte a
los fenomenos de la transferencia. Tambien debe pagar con su juicio intimo

El sujeto que habla en analisis puede hablar libremente pero no hay libertad en lo que dice.
Si bien sus asociaciones le oprimen, desembocan en una palabra libre que le seria penosa.
Nada mas temible que decir algo que podria ser verdad y esos no puede volver a entrar en
duda.
Hay una demanda en el hablante.Se lo frustra porque pide algo, que el analiste le responda
pero él sabe que no serian mas que palabras. Esas palabras las pide por el hecho de que
habla. Su demanda n spone ningun objeto. Si peticion se despliega en el campo de una
demanda explicita que es la de curarlo. Pero esa demanda no tiene nada que ver con la
demanda presente, porque es el analiste el que le ha ofrecido hablar. Lo que logra es, con
oferta, crear una demanda.

● La demanda de felicidad y la primera analitica -Sem 7. Lacan


El analista paga para sostener su funcion
Paga con palabras : sus interpretaciones
Paga con su persona: ya que es literalmente desposeido de ella
Paga con un juicio en lo concernuente a su acción; el análisis es n juicio. Una parte de la
accion de psicoanalista en el psicoanalisis permanece velada para él mismo.
Lo que se demanda es la felicidad. Una diciplina de a felicidad impicaria, por ejemplo, en
aristoteles, implicaria un proceso ligado al principio de la evitaicion de todo exceso,, sino
que se debe permitir al hombre elegir aquello que puede hacerlo realizarse en su propio
bien,
El psicoanalisis pretende permitir al sujeto ubicarse en una posicion tal que las cosas le
vayan bien. , que las tome por el lado adecuado. Una sola cosa alude a la posibilidad de
satisfaccion, la nocion de sublimacion. Una de sus formulacions es la posibilidad para el
hombre de transformar sus deseos en comercibles, en vendibles, bajo la forma de
productos. La otra formulacion consiste en decirnos que la sublimacion es la satisfaccion de
la tendencia en el cambio de su objeto, sin represión. Si la tendencia permite el cambio de
objeto es porque ella y esta marcada profundamente por la articulacion del significante. En
la definicion de la sublimacion como satisfaccion sin represion hay paso del no-saber al
saber, reconocimiento e que el deseo no es mas que la metonimia del discurso de la
demanda.
Se pregunta qué es el deseo. Realizar su deseo se planteo siempre desde una perspectiva
d econdicion absoluta. En la medida que la demanda esta a la vez más acá y más allá de
ella misma, ella demanda siempre otra cosa, en toda satisfaccion de la necesidad exige otra
cosa.

MUERTE
Como el hombre puede llegar a acceder, a conocer el instinto de muerte, su propia relacion
con la muerte? Por la virtud del significante. En él, y en la medida que el sujeto articula una
cadena significante, palma que él puede faltar en la cadena de lo que él es

La funcion de lo bello es indicarnos el lugar de la relacion del hombre con su propia muerte
y de indicarnoslo solamente en un deslumbramiento.
Solamente a partir de la aprehension de lo bello en la puntualidad de transicion de la vida a
la muerte, podemos intentar restitur lo bello idea, a saver, la funcion que en ocasiones
puede adquirir lo que se nos presenta como la forma ideal de lo bello y en un primer plano,
la famosa imagen humana.

En freud se dice que la aspiracion del paciente se quievra en una nostalgia irreductible en
torno al hecho de que en modo alguno podria ser el falo y que, por no serlo, solo podria
tenerlo, en el caso de la mujer, y de la castracion, en la caso del hombre.
Esto conviene recordar en el momento en que el analista se encuentra en posicion de
responder a quien le demaanda la felicidad. No solo que lo que se le demanda él no lo
tiene, sino que ademas sabe que no existe. Haber llevado a su termmino un analisis es
haber encontrado ese likmite en el que se plantea toda problematica del deseo.
La novedad del analisis es que esta problematica sea central para todo acceso a una
realizacion de cualquiera de si mismo.
Lo que el analista teiene para dar no es mas que su deseo, al igual que el analizado,
haciedno la salvedad de que es un deseo advertido.

UNIDAD II
MODOS DE PRESENCAICON DEL PADECIMIENTO

● Inhibicion, síntoma y angustia -Freud

CAPITULO I – INHIBICIÓN
La inhibición esta en relación con una función yoica. Es la limitación funcional del YO. Un
síntoma es un indicio de un proceso patologico x lo que una inhibiicion puede ser un
síntoma. Se relaciona con la angustia porque para escapar de ella, se renuncia a alguna
función. Hace referencia a detenciones en el movimiento, es decir, alguien que no puede
hacer tal o cual cosa. Limitaciones por precaución a consecuencia de un empobrecimiento
de energía.
Son funciones que no se cumplen adecuadamente porque hay libido que se interpone,
interfiere y la desvía hacia otra cosa. Puede estar naturalizado y convertirse en síntoma
cuando se le otorga la ajenidad en el análisis.
Inhibiciones especializadas se dan por una erotizacion hiperintensade los organos
requeridos para esas funciones. La funcion yoica de un organo se deteriora cuando
aumenta su erogenidad, su significacion sexual. El yo renuncia a estas funciones que le
competen a fin de no verse presizado a emprender una represion, a fn de evitar un conflicto
con el ello.
Otras estan al servicio de la autopunicion. El yo no tiene permitido hacer esas cosas porque
le proporcionarian provecho y exito, que el severo SY le ha denegada. El yo renuncia para
no entrar en conflicto con el sy.
Las inhibiciones mas generales del yo obedecen a otro mecanismo simple. Si el yo es
requerido por una tarea psiquica particularmente gravosa, se empogrese tanto en su
energia disponible que se ve obligado a limitar su gasto de manera simultanea en muchos
sitios.
El síntoma no es un proceso que le suceda al yo ni dentro del yo.

CAPITULO II – SINTOMA
A diferencia de la inhibición, el síntoma es de otro terreno. No puede decirse que el síntoma
está dentro del Yo, sino más bien es una formación del ICC.
Es extraterritorial, aparece como ajeno. El yo no soporta la ajenidad e intenta cancelarla y
también intenta cancelar el aislamiento del síntoma para poder ligarlo a su organización. El
síntoma trata de ser captado a la conducta. Trata de volverlo egosintónico (aceptable para
el Yo).
El síntoma es el sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es el resultado del
proceso represivo. La represión parte del Yo, quien por encargo del SYO, no quiere acatar
una investidura pulsional incitado en el Ello. Mediante la represion, el yo coarta el devenir cc
de la representacion que era portadora de la mocion desagradabl. La representacion queda
como formacion icc, mientra que por la represion, el placer de la satisfaccion se muda en
displacer porque el yo inhibe o disipa el decurso excitatorio de debia darse en el ello. El yo
puede hacerlo por su relacion con el sistema de percepcion, el pcc que recibe tanto influjos
del exterior como del interior e intenta uiar los decursos del acontecer animico en el sentido
del ppio de placer.
La represion equivale a un intento de huida. El yo quita la investidura prcc de la agencia
representante de pulsion que es preciso reprimir y la emplea para el desprendimiento de
displacer
¿Como es posible que un proceso de retiro de investidura produzca una angustia que solo
podria ser consecuencia de una investidura acrecentada? La angustia no es producida
como algo nievo a raiz de la represion sino que es repreducida como estado afectivo
siguienda una imagen mnemica preexistente.
La mayoria de las represiones del trabajo terapeutoco son de “esfuerzo de dar caza”,
presuponen represiones primordiales producidascon anterioridad y que ejercen su influjo
sobre la situacion reciente.
Las represiones emergen en dos diversas situaciones; cuando una percepcion externa
evoca una mocio pulsional desagradable, y cuando esta emerge en lo interior sin mediar
una provocacion hace.
Cuando el yo, recurriendo a la señal de displacer, consigue su proposito de sofocar por
entero la mocion pulsional,no nos enteramos de nada. Cuando, a pesar de la represion, la
mocion pulsional ha encontrado un sustituto, mutilado y desplazado, inhibido, que ya no se
reconoce como satisfaccion, estamo en presencia de un síntoma.

Todo lo reprimido queda en el ICC sometido a la repetición. Si se resuelven las represiones


no queda todo en el ICC condenado a repetición.
El síntoma es satisfacción sexual sustitutiva. No hay síntoma sin represión. Hay monotonía
repetida, hay degradación de otro posible destino pulsional en donde interviene la represión,
la sublimación.
La cátedra plantea al síntoma como lucha entre la pulsión y la defensa. Hay división del
sujeto, el sujeto está dividido entre pulsión y defensa.

CAPITULO III - ANGUSTIA


La angustia es señal para el Yo, porque hay riesgo respecto a alguna representación. Es
señal para que el Yo reprima.
El yo es idéntico al Ello, no es más que un sector diferenciado de éste. Parecido es el nexo
del Yo con el SYO, en muchas ocasiones se nos confunden. En el caso de la represión se
vuelve decisivo el hecho de que el Yo es justamente el sector organizado del Ello. Seria
injustificado representarse al Yo y al Ello como dos caras diferentes, en donde el Yo
procurara sofocar una parte del Ello mediante represión, y el resto del Ello acudiera en
socorro de la parte atacada y midiera sus fuerzas con las del Yo.
El acto de la represión muestra al mismo tiempo, la fortaleza y la impotencia del Yo y el
carácter no influenciable de la moción pulsional singular del ello. La lucha defensiva contra
la moción pulsional desagradable se termina a veces mediante la formación del síntoma,
que afirma su existencia fuera de la organizacion yoica. Sus retoños gozan del mismo
privilegio de extraterritorialidad. Cada vez que se encuentren por via asociativa con sectores
de la organizacion yoica cabe la posibilidad de que los atraiggan y se extiendan a expensas
del yo.
La lucha defensiva contra la moción pulsional desagradable se termina a veces mediante la
formación del síntoma. Pero por regla general la trayectoria es otra; al primer acto de
represión, le sigue un final prolongado o que no se termina nunca, la lucha contra la moción
pulsional encuentra su continuación contra el síntoma. La lucha defensiva sencundaria,
contra el síntoma, el yo , que es una organizacion y tiene una compulsion de sintesis, va a
intentar cancelar la ajenidad y el aislamiento del síntoma, intentando ligarlo de algun modo e
incorporarlo a su organizacion. Sobreviene una adaptacion al fragmento del mundo interior
que es ajeno al yo y esta representado por el síntoma.
La configuracion del síntoma de la neurosis obsesiva y la paranoia, por ejemplo, cobran un
elevado valor para el yo porque le deparan una satisfaccion narcisista que estaba privado.
Las formaciones de sistemas de los neuroticos obsesivos halagan su amor propio con el
espejismo de que ellos, serian mejores que otros. La ganancia secundaria de la enfermedad
viene en exilio del afan del yo por incorporarse el síntoma y se refuerza la fijacion de este
ultimo, y cuando intentamos la asistencia analitica, nos encontramos con este lazo del
síntoma con el yo como resistencia.
Los dos procedimientos que el yo aplica contra el síntoma se encuentran en contradiccion.
Una es la adaptacion al síntoma, que ya mencionamos, y el otro procedimiento sigue la
linea de la represion. El yo intenta acojerlo dentro de su conjunto pero la perturvacion del
síntoma cuya exigencia de satisfaccion se renueva, costriñe al yo a dar la señal de displacer
y ponerse a la defensiva.

IV
La represion no es el unico recurso del que dispone el yo para defenderse de una mocion
pulsional desagradable. Si el yo consigue llevar la pulsion a la regresion, la daña de manera
mas energica que por la epresion.
El motor de la represion es la angustia frente a la castracion, los contenidos angustiantes
son sustitutos desfigurados del contenido “ser castrado por el padre0”
Con la fobia podemos ver que es la angustia la que crea la represion. La angustia de la
fobia viene de una angustia realista frente a un peligro considerado como real.
Antes freud decia que por la represion la agencia representante de pulsion es desfigurada,
en tanto que la libido de la mocion es mudada en angustia.
La mayoria de las fobias se remontan a una angustia del yo frente a exigencias de la libido.

V
Los síntomas más frecuentes de la histeria de conversión (una parálisis motriz, una
contractura, una acción o descarga involuntarias, un dolor, una alucinación) son procesos
de investidura permanentes o intermitentes, lo cual depara nuevas dificultades a la
explicación. Mediante el análisis se puede averiguar el decurso excitatorio perturbado al
cual sustituyen. Las más de las veces se llega a la conclusión de que ellos mismos
participan de este último, y es como si toda la energía del decurso excitatorio se hubiera
concentrado en este fragmento.
De la lucha del yo contra el síntoma ya formado se recibe escasa noticia en la histeria de
conversión. Sólo cuando la sensibilidad dolorosa de una parte del cuerpo se ha convertido
en síntoma puede este desempeñar un papel doble.

Los sintomas en la Neurosis Obsesiva son de dos clases. A- prohibiciones, medidas


precautorias, penitencias (de naturaleza negativa) B- satisfacciones sustitutivas con disfraz
simbolico. Cuando a enfermedad se prolonga, prevalecen las satisfacciones, que burlan
toda defensa. El triunfo de la formación de síntoma que se logre enlazar la prohibición con
la satisfacción, de suerte que el mandato o la prohibición originariamente rechazantes
cobren también el significado de una satisfacción.
s. La situación inicial de la neurosis obsesiva no es otra que la de la histeria, a saber, la
necesaria defensa contra las exigencias libidinosas del complejo de Edipo. La organizacion
genital de la livido demuestra ser endeble y poco resistente. Cuando el yo empieza a a
intentar defenderse, el primer exito es rechazar todo o parte de la organizacion genital (de la
fase falica) a la fase sadico anal. Esto es, la regresion.
El estadio fálico ya se ha alcanzado en el momento del giro {Wendung} hacia la neurosis
obsesiva. Además, esta neurosis estalla a edad más tardía que la histeria.
La explicación metapsicológica de la regresión en una «desmezcla de pulsiones», en la
segregación de los componentes eróticos que al comienzo de la fase genital se habían
sumado a las investiduras destructivas de la fase sádica.
El complejo de castración es el motor de la defensa, y que la defensa recae sobre las
aspiraciones del complejo de Edipo. Durante la latencia, la creacion del super yo y la
ereccion de las barreras eticas rebasan la memdida normal en la neurosis obsesiva. A la
degradacion del complejo de edipo se agrega la degradacion regresova de la libido, el super
yo se vuelve particularmente severo
Con una severidad despiadada, y por eso mismo no siempre exitosa, se proscribe la
tentación a continuar con el onanismo de la primera infancia, que ahora se apuntala en
representaciones regresivas (sádico-anales), a pesar de lo cual sigue representando la
participación no sujetada de la organización fálica. Hay como un nuevo mecanismo de
defensa que se suma a la regresion y represion, las formaciones reactivas que son
evageraciones de la formacion normal de caracter.
En la latencia, la defensa contra la tentasion onanista parece ser la tarea ppal y es lucha
produce una serie de sintomas que se repiten de manera tipica y se presentan en caracter
de ceremonial.
En la pubertad, la organizacion genital se reinstala, por lo que se vuelven a despertar las
mosionas agrsivas iniciales y un sector de las nuevas mociones libidinosas se ve precisado
a marchar por las vias que prefiguro la regresion y a emerger en propositos agresivos y
destructuvos (fase sadico anal). A consecuencia de este disfraz de las aspiraciones
eróticas y de las intensas formaciones reactivas producidas dentro del yo, la lucha contra la
sexualidad continúa en lo sucesivo bajo banderas éticas. El yo se revuelve, asombrado,
contra invitaciones crueles y violentas que le son enviadas desde el ello a la conciencia,
El SY se afirma en la sofocacion de la sexualidad que ha adoptado formas tan repelentes.
En la neurosis obsesiva el conflicto se refierza en dos direcciones: lo que defiende ha
devenido mas intolerante y aquello de lo cual se defiende, mas insoportable. Eso por la
regresion
En los casos que parece que la representacion obsesiva desagradable deviene cc, lo que
rrumpe es un sustituto desfigurado de una imprecision onirico. La ahgresion no aparece
como implso, sino como un contenido de pensamientos. El SY se comporta como si no se
hubiera producido represion y trta al yo de manera condigna a esa presima. El yo, que se
sabe incente, debe registrarun sentimiento de culpa y asumir una responsabilidad que no
puede explicarse.
La tendencia generalen la formacion de síntoma de la neurosis obsesiva. Consiste en
procurar cada vez mayor espacio para la satisfacción sustitutiva a expensas de la
denegación {frustración}. Estos mismos síntomas que originariamente significaban
limitaciones del yo cobran más tarde, merced a la inclinación del yo por la síntesis, el
carácter de unas satisfacciones, y es innegable que esta última significación deviene poco a
poco la más eficaz. Así, el resultado de este proceso, que se aproxima cada vez más al total
fracaso del afán defensivo inicial, es un yo extremadamente limitado que se ve obligado a
buscar sus satisfacciones en los síntoma

● Seminario 10 clase 8 p 3, 9 y 21

El dearjse cael es escencial en toda subita puesta en relacion del sujeto con lo que es como
a. Por eso el sujeto melancolico tiene tal propencion, arrojarse por la ventana. La ventana
nos recuerda el limite entre la escena y el mundo, de algun modo, el sejeto retoma a aquella
exclusion fundamental en la que se siente.
En el caso de la joven homosexual, ocurre cuando se juntan deseo y ley.
En el caso, la hija cuya decepcion respecto al pade por el nacimiento del hno habia sido un
punto de inflexion en su vida, se habia dedicada a hacer de su castracion de mujer lo que
hace un caballero con su dama, ofrecerle el sacrificio de sus prerrogativas veriles, lo cual
hacia de ella el soporte de auqello que falta en el campo del Otro, la garantia suprema de
que la ley es el deseo del padre.
Ella crea con la dama quien sostenga, quien cree la relacion idealizada con aquello que de
ella misma fue rechazado. Todo esto se presenta frente al parque en el punto, Y esta
escena pierde el valor por la desaprobacion de su mirada, por eso se produce lo que podria
llamar, el supremo embarazo. Luegoviene la emocion, que la invado por la imposivilidad de
hacer frente a la escena.
En este caso se hace un pasaje al acto, que tiene dos condiciones.
1. Identificacion absoluta del sujeto con el a a que se reduce.
2. Confrontacion del deseo t la lei. Confrontacion del deseo del padre, en base al que
construye toda su conducta, con la ley que presentifica su mirada. }
Se siente identificada con a y expulsada fuera de la escena. Se deja caer
Con respecto al duelo, Freud dicce que la identificacion con el objeo como aquello contra lo
cual va dirigida una venganza de quien experimenta el duelo. Lacan dice que
experimentamos los efectos de luto en la medido que el objeto que duelamos era, sin
saberlo, el que se habia convertido soporte d enuestra castracion. Cuando esta nos retorno,
nos vemos devueltos a esa posicion de castracion.
En este caso hay una promocion del falo al lugar del a.

IX
El aislamiento de A se prodice a partir del Otro, y es en la relacion del sujeto con el otro que
se constituye como resto.
El sujeto tiene una relacion universal puesto que todos los niveles la reencontraran con lo
que a respecta. La posiblidad la llama dejar caer.
Dejar caer es el correlato escencial del pasaje al acto. Es desde el lado del sujeto en tanto
aparece borraado al maximo por la barra. Se precipita y abandona la escena
Se mueve en direccion de evadirse de la escena
La distincion entre el pasaje al acto y el acting ou es , por una parte, el mundo, el lugar
donde lo real se precipito, y por otr aparte, la escena del otro, donde el hombre como sujeto
tiene que constituirse y ocupar su lugar como portador de la palabra, pero no puede ser
portador de una estructura que es de ficcion.

La angustia es señal en el yo, es un fenomeno de borde en el campo imaginario del yo. El


termino borde es legitimo porque se apoya en la afirmacion de freud en el cual el yo es una
superficie. Se produce en el borde de la superficie especular, i’(a), inversion ella misma, en
tanto que especular, de la suferfice real i(a).
El yo ideal es la funcion mediante la cual es yo es constitucido por la serie de sus
identificaciones con ciertos objetos.
Freud dice que la identificacion se encuentra el princ’ipio del duelo. El duelo por a- ¿Como
a, objeto de identificacion tambien es a objeto de amor? Porque este a que en el amor ya no
se tiene, se lo puede reencontrar por vias regresiva en la identificacion, en forma de
identificacion con el ser. En esta regresion, a permanece como lo que es, un instrumento.

Antes del estadio del espejo, lo que será i(a) se encuentro en el desorden de los a
minuscula. Este es el verdadero sentido, el sentido mas profunco a darle al termino
aotorerotismo ya que no es el mundo exterior lo que le falta a uno sino uno mismo.
Freud dice que la angustia es un enomeno de borde, una señal que se produce en el limite
dle yo cuando este es amenazado por algo que no debe aparecer. SI bien e sposible definir
la angustia como unf¿ fenomeno de bordo en el yo cuando esta constituido, no es
exhaustivo. Se encuentra por ejemplo entre los fenomenos de despersonalizacion, que son
contrarios a la estructura del yo en tanto tal.
Si lo que se ve en el espejo es angustiante, por no ser algo que pueda promonerse al
reconocimiento del Otro. Basta como ejemplo al nniño volviendo la cabeza hacia el otro
como testimonio de su comunicacion con la imagene specular. Si la relacion que se
establece con la imagen especular es tal que el sujeto esta demasiado atrabado en la
imagen para poder hacer eso, es que la relcion dual pura lo desposee de su relacion con el
Otro.
El acting out se opone al pasaje al acto. La aventura conla dama de la joven homosexual
es un acting out. Esto es algo en la conducta del sujeto que se muestra, tiene orientacion
hacia el Otro. La conducta de la chica esta hacia los ojos de todos. Lo que se muestra es
distinto de lo que es, ella habria querido un hijo del padre para ocupar algo que ella no
tiene, un falo.Tras fracasar en la realizacion de su deseo, lo realiza de otra manera. Se
exige en aquello que no tiene, y para mostrar que lo tiene, lo da. Es una forma mostrativa.
Es una mostracion velada para nosotros, en la medida en que eso habla. Lo esciancial de lo
que es mostrado es aquel resto, su caida, lo que cae en este asunto.
Entre el sujeto $ aqui Otrificado, en su estructura de ficcion, y el Otro, lo que suje es este
resto,a.
El acting out es un sintoma en tanto el sintoma tambien se muestra disntinto de lo que es.
Pero el sintoma requiere la transerencia, la introduccion del Otro para se interpretado ya
que en su naturaleza no esta ser interpretado, no llama a la interpretacion. Es goce.
El AO llama a la interpretacion. No es necesario el analisis para que haya transferencia,
pero la transferencia sin analisis es el acting out. El acting out sin analisis es la
transferencia, Se dirige al otro y si se esta en analisis, se dirige al analista.
Hay tres posibiilidades de hacer con el acting out. Interpretarlo, que no tiene mucha
ganancia. Prohibirlo, cosa q es dificil. Hacer un reforzamiento del yo, se trata de conducir al
sujeto a la identificacion.

XXI
La angustia reside en la relacion fundamental del sujeto con lo que hasta ahora he llamado
deseo del otro. El análisis siempre ha tenido y sigue teniendo como objeto el descubrimiento
de un deseo. En todo advenimiento del a en cuanto a tal, la angustia aparece en funcion de
su relacion con el deseo del otro. ano es el objeto de deseo que tratamos de revelar en el
analisis, es su causa. Si la angustia señala la dependencia de toda constitucion del sujeto
respecto a A, el deseo del sujeto se encuentra suspendido de esta relacion por la
constitucion antecedente del a.
El sintoma obsesivo nos permite entrar en la localización de la funcion de a como causa.
La o se presenta articulada en una motivacion en su lenguaje interior cuyo no seguimiento
causa angustia. La angustia aparece antes del deseo, que esta oculto. El proceder analitio
no parte del enunciado del síntoma como tal, a compulsion, sino del reconocimiento de que
eso funciona asi. El sujeto debe reconocerlo. El sintoma solo queda consittuiodo cuando el
sujeto se percata de el. Para que el sintoma salga del enigma, el sejeto debe perfilarse en
relacion a entender que hat una causa para eso.
La dimension de la causa es la unica que indica la emergencia de aquel a a cuyo alrededor
debe girar todo ela nalisis de la transferencia para no verse obligado a girar en circulos.
La via de la trasnferencia debe pasar por a.

● SEMINARIO 12 CLASE 12
Ser psicoanalaise es ser responsable ya que es en el el en qien es confiada una conversion
etica radical, la que introduce al sujeto en el orden del deseo. Del psicoanalista se espera
saber
BuscarR RESUMEN

UNIDAD 3 LA NOCION DE TRAUMA Y LA FUNCION DE LA FANTASIA

● Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis -


FREUD
Freud siempre habia pensado que los factores sexuales podian desempeñal un papel en las
neurastenia y la neurosis de angustia pero no se hallaban en todos los casos. Le sorprende
la frecuencia con que los neuroticos presentaban perturbaciones en su vida sexual
EN los casos tipicos de la neurastenia, se trataba de masturvcion o poluciones frecuentes
En las neurosis de angustia factores como coitus interruptus y otros q tenian que ver con la
insuficiente descarga de la libido.
En sus conceptualizaciones con breuer, habian llegado a la conclusion que los síntomas
histéricos eran efectos persistentes de traumas psíquicos; particulares condiciones
impidieron la elaboración conciente de las masas de afecto
que les correspondían, y por eso ellas se facilitaron una vía anormal en la inervación
corporal (conversión).
Por la catarsis introducida por f y breuer, se rastreaban cada vez mas lejos los traumas
psiquicos que derivaban los sintomas histericos, se llegaba a l infancia del enfermo y
concernian a su vida sexual.
La histeria es la expresión de un comportamiento particular de la función sexual del
individuo, y ese comportamiento ya estuvo marcado de .manera decisiva por las influencias
y vivencias que se recibieron en la infancia.
forma que adoptó la teoría en algunas publicaciones breves y provisionales de los años
1895 y 1896. En esa época, el hecho de destacar los factores etiológicos así supuestos
permitió contraponer las neurosis comunes, en cuanto su contracción respondía a una
etiología actual, a las psiconeurosis, cuya etiología debía buscarse sobre todo en las
vivencias sexuales de un tiempo anterior. La doctrina culminó con esta tesis: Dada una vita
sexualis normal, la neurosis es imposible. En la clinica habia visto un monto
desproporcionado de adultos que seducian a los niños
no sabía distinguir con certeza entre los espejismos mnémicos de los histéricos acerca de
su infancia y las huellas de los hechos reales. Entonces empezo a considerar las fantasias
de seduccion como intentos de defenderse del recuerdo de la propia práctica sexual
(masturbación infantil).
La práctica sexual infantil (sea espontánea o provocada) marca la dirección que seguirá la
vida sexual tras la madurez
Cambia su concepcion del mecanismo de los sintomas histericos. Ya no son retoños
directos de los recuerdos reprimidos de vivencias sexuales infantiles, sino que entre los
síntomas y las impresiones infantiles se intercalaban las fantasías (invenciones de
recuerdos) de los enfermos. Estas se construían a partir de los recuerdos infantiles,
rebasándolos, y por el otro se trasponían directamente en los síntomas. Sólo al introducirse
el elemento de las fantasías histéricas se hicieron trasparentes la ensambladura de la
neurosis y su vínculo con la vida de los enfermos.Cae la teoria dle trauma infantil.
Aun sin desconocer los factores constitucionales y hereditarios, yo había pretendido atribuir
a aquellos el papel principal en la causación de la enfermedad. Hasta había esperado
resolver el problema de la elección de neurosis (la decisión acerca de la forma de
psiconeurosis que contraería el enfermo) por las particularidades de las vivencias sexuales
infantiles. Y, si bien con reservas, creía entonces que la conducta pasiva frente a esas
escenas proporcionaba la disposición específica a la histeria, mientras que la conducta
activa daba por resultado la de la neurosis obsesiva
Mediante la referencia a los caracteres infantiles de la sexualidad pude establecer un enlace
simple entre salud, perversión y neurosis. La norma resultó ser el fruto de la represión de
ciertas pulsiones parciales y ciertos componentes de las disposiciones {constitucionales}
infantiles, y de la subordinación de los restantes bajo el primado de las zonas genitales y al
servicio de la función de la reproducción; las perversiones correspondían a perturbaciones
de esta síntesis por obra del desarrollo hiperpotente, como compulsivo, de algunas de estas
pulsiones parciales; y en cuanto a la neurosis, la reconduje a una represión excesiva de las
aspiraciones libidinosas. Ahora bien: como casi todas las pulsiones perversas de la
disposición infantil eran, según podía comprobarse, fuerzas formadoras de síntomas en el
caso de la neurosis, pero en esta se encontraban en el estado de la represión {desalojo},
pude caracterizar la neurosis como el «negativo» de la perversión.''
Aun los síntomas más complejos se revelan como las figuraciones «convertidas»
[koiiverticrcn) de fantasías que tienen por contenido una situación sexual
Por tanto, pertenece a la etiología de las neurosis todo lo que puede dañar los procesos que
sirven a la función sexual. Vale decir, en primer lugar, las patologías que conciernen a la
función sexual misma, en la medida en que se las suponga perjudiciales para la constitución
sexual, mudable con la cultura y la educación. En segundo lugar se cuentan todas las
patologías y traumas de otra índole, que, deteriorando todo el organismo, son capaces de
dañar secundariamente sus procesos sexuales. en la mayoría de los casos se requiere una
multiplicidad de factores etiológicos que se apoyen unos a otros, y que, por ende, no es
lícito oponer entre sí.

También podría gustarte