Está en la página 1de 3

Obligaciones facultativas.

Su objeto lo forma una sola prestación calificada expresamente como principal,


pero por pacto expreso el deudor queda autorizado para sustituir, si así lo
desea, dicha prestación por otra, calificada también expresamente, como
accesoria. Ambas prestaciones han de ser lícitas y posibles. Por lo que diré al
explicar el cumplimiento de esta clase de obligaciones, creo indispensable que las
dos prestaciones estén rigurosamente individualizadas desde el principio.

Naturaleza. Establece la ley que “La naturaleza de la obligación facultativa se


determina únicamente por la prestación principal que forma el objeto de ella”.
Artículo 1342 del Código Civil.

Por la posibilidad o la imposibilidad de fraccionamiento de la prestación.

Desde este punto de vista las obligaciones pueden ser: divisibles e indivisibles.

Obligaciones divisibles.

Son aquellas en las que la prestación, fuere esta de dar, de hacer o de no hacer,
puede ser cumplida por partes o por etapas. Esto será posible si por su naturaleza
la prestación puede ser fraccionada, y si por acuerdo de las partes o por
disposición de la ley, se admite el cumplimiento fraccionado. La falta de
cualquiera de dichos supuestos, como lo expondré adelante, torna indivisible la
obligación. La divisibilidad debe considerarse posible porque lo permite la
naturaleza de la cosa o el servicio, porque no hay convenio en contrario y,
además, porque no lo prohíbe la ley. Es decir que, con el fraccionamiento no sufre
detrimento la sustancia o la utilidad de la cosa, no se altera la eficacia del servicio
o actividad, ni se infringe la abstención. Tampoco, desde luego, se infringe la ley.

Artículos 1373, 1379 del Código Civil.

Obligaciones indivisibles.

Son aquellas cuyo objeto no admite fraccionamiento por la naturaleza misma de


la prestación, porque hay convenio en contrario o porque lo prohíbe la ley. La
indivisibilidad puede ser, entonces: natural, voluntaria y legal. 106.Indivisibilidad
natural. Puede ser: absoluta o relativa. Indivisibilidad natural absoluta. Es cuando
la prestación no admite fraccionamiento, de ninguna forma y por ninguna razón.
Ocurre, por ejemplo, cuando la obligación consiste en entregar un animal vivo,
pintar un retrato, efectuar una operación quirúrgica o un corte de cabello.

Artículos 1373, 1379 del Código Civil.

Las obligaciones pueden ser: simples y mancomunadas:

Obligaciones simples.

Son aquellas en las que tanto la parte acreedora como la parte deudora están
integradas, cada una, por un solo sujeto. De manera, entonces, que toda la
acreeduría pertenece a una sola persona, y toda la deuda está a cargo, también,
de una sola persona. De esa suerte, en caso de incumplimiento, el único acreedor
demanda toda la prestación al único deudor.

Obligaciones mancomunadas

Son aquellas en las que la parte acreedora, o la parte deudora, o ambas a la vez,
están integradas por más de una persona. Por tal razón, la mancomunidad puede
ser:

Mancomunidad activa: varios acreedores y un solo deudor


Mancomunidad pasiva: varios deudores y un solo acreedor.
Mancomunidad mixta: varios acreedores y varios deudores.

Clases de mancomunidad.

Por sus efectos la mancomunidad puede ser: simple y solidaria.

Mancomunidad simple.

Definición. Rezzónico dice, refiriéndose a las obligaciones mancomunadas simples


que “Son aquellas que tienen como titulares del crédito a varios deudores
(mancomunidad pasiva), entre los que se divide la prestación (siempre que esta
sea divisible, como sucede en el caso de una suma de dinero). Vale decir, que
cada uno solo es acreedor o deudor de su parte Pluralidad de sujetos (en la parte
acreedora, en la parte deudora o en ambas). a) Unidad de causa (origen común).
Debe existir una razón voluntaria o proveniente del objeto de la obligación por la
que actúan conjuntamente.

También podría gustarte