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LA OBLIGACIÓN CIVIL

PROVENIENTE DEL
NEGOCIO JURÍDICO Y SU
CLASIFICACIÓN

• COLO

CONTRATO “todo negocio jurídico bilateral, nacido del acuerdo válido de voluntades de personas particulares
capaces, por sí o en representación de terceros, para crear, modificar, transmitir o extinguir obligaciones de
naturaleza patrimonial, es decir, de contenido económico, material”.
El estudio y la regulación de las obligaciones lleva necesariamente a estimar indispensable la sistematización
de doctrinas, principios, normas y jurisprudencia concernientes al nacimiento, vigencia, cumplimiento,
incumplimiento, ejecución y extinción de las diferentes clases de obligaciones que el derecho civil es capaz de
identificar. Eso da lugar al nacimiento del denominado derecho de crédito o derecho de obligaciones.
DEFINICIÓN DE DERECHO DE OBLIGACIONES O DERECHO DE CRÉDITO.
Para el licenciado Rubén Ortiz, una obligación civil, es: “Una situación resultante de actos o
manifestaciones de voluntad de personas capaces que pueden disponer válidamente de su
patrimonio, que determina para el deudor, en virtud de la relación jurídica establecida, el deber de
dar, hacer o no hacer algo posible, lícito y de naturaleza económica que interesa al acreedor; y que,
en caso de incumplimiento, faculta a éste para hacerla efectiva sobre el patrimonio enajenable del
deudor”.
Planiol, define la obligación: “es el vínculo de derecho por el que una persona está constreñida hacia
otra a hacer o no hacer alguna cosa”.
Para Mazeaud “es un vínculo de derecho entre personas, en virtud del cual, el acreedor tiene
derecho a una prestación valorable en dinero efectuada por otro que está obligado a ella”.
ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN CIVIL

PERSONAL O SUBJETIVO.

1. DERECHOHABIENTE O PRETENSOR (ACREEDOR)


2. OBLIGADO O CONSTREÑIDO (DEUDOR).

QUIENES HAN DE SER CAPACES.


ELEMENTO REAL U OBJETIVO:

Se trata de lo que, comúnmente, se entiende como objeto de la obligación. El acreedor tiene,


en toda obligación, la potestad de exigir al deudor que entregue, haga, se abstenga de dar o
se abstenga de hacer. Por consiguiente, el deudor para cumplir su deber jurídico, se ve
compelido a adoptar una determinada manera de conducta, un determinado modo de
comportamiento que debe ser congruente con lo que aceptó al contraer la obligación y que,
además, es lo único que, en el momento pertinente, puede requerirle el acreedor.

Esa forma exigible de conducta, ese requerible modo de comportamiento, constituye el objeto
de la obligación, al que un importante número de autores y el Código Civil de Guatemala,
denominan: la prestación.

La obligación es un vínculo personal. Sin embargo, el acreedor no tiene ningún dominio sobre
la persona del deudor gracias a la evolución del derecho que ha abolido todo tipo de
servidumbre derivada de deudas. Tiene, eso sí, la posibilidad de presionar judicialmente el
patrimonio enajenable del deudor, lo cual encuentra una explicación lógica en la circunstancia
de que la prestación a la que el deudor se ha sujetado es casi siempre de naturaleza
esencialmente patrimonial.
ELEMENTO VINCULATORIO. Entre el acreedor y el deudor hay, con referencia
a la prestación que puede exigir el primero y debe cumplir el segundo, un enlace
de derecho, un vínculo jurídico que tiene, entre sus principales características,
ser de tipo particular o privado, haber nacido del acuerdo pleno y consciente de
voluntades, y estar dotada de coercibilidad para constreñir al cumplimiento de lo
acordado.
Exclusión de coercibilidad. El deudor sabe que el acreedor puede constreñirlo al
cumplimiento mediante la acción del sistema judicial sobre su patrimonio afectable; pero
está enterado, asimismo, que su vida, su libertad, su dignidad y su honor están siempre a
salvo de la persecución del acreedor.
Bienes inembargables. Quedan, por imperativo legal exentos de coercibilidad de
acreedores, por su calidad de bienes inembargables, los bienes siguientes:
Art. 356 Código Civil.
Art. 306 CPCYM
Art. 920 Responsabilidad limitada. Código Civil.
CLASIFICACION DE LAS OBLIGACIONES.
Por la naturaleza del objeto o elemento real: Atendiendo a la naturaleza del objeto o
prestación, las obligaciones pueden ser: activas o positivas, y pasivas o negativas. De medios
o de resultado.
Obligaciones activas o positivas: Consisten en obligaciones en las que el deudor debe
entregar o hacer algo. De ahí que se las subdivida en: obligaciones de dar y obligaciones de
hacer.
Obligaciones de dar. Las obligaciones de dar conllevan como prestación esencial la de
entregar uno o varios bienes.
Cumplimiento. Este tipo de obligaciones debe cumplirse entregando exactamente la cosa
debida, con sus accesorios, pertenencias y frutos, en el plazo y lugar establecidos en el
contrato, y en defecto de estipulación contractual, donde lo indique la ley. Si la ley no lo
indicare, donde la cosa hubiere estado en el momento de la celebración del contrato.
Incumplimiento. Ocurre cuando el deudor omite la entrega del bien no obstante estar
ya obligado a ello.
Obligaciones de hacer.
La prestación a cargo del deudor en esta clase de obligaciones consiste en
realizar, en beneficio del acreedor, una o varias actividades o servicios de
naturaleza civil.
Cumplimiento. El deudor cumplirá ejecutando la actividad convenida en el
lugar, fecha y forma establecidas en el contrato.
Incumplimiento. Si el deudor no ejecuta el servicio o actividad.
Obligaciones de no hacer. En estas obligaciones la prestación del
deudor consiste en abstenerse de dar o de hacer algo, que, de no existir el
impedimento aceptado contractualmente, podría perfectamente ejecutar sin
infringir ninguna ley.
Cumplimiento. Mientras el deudor no entregue o no haga, es decir,
mientras no rompa su obligatoria abstención, está cumpliendo su prestación.
Incumplimiento. Ocurre cuando el deudor, contraviniendo lo pactado,
entrega lo que no debía entregar, o hace lo que no debía hacer
b. Por la determinación del objeto o elemento real. Desde este ángulo las obligaciones se dividen en:
específicas y genéricas.  

Obligaciones específicas o individualmente determinadas.


 
Son aquellas en que la prestación a cargo del deudor se ha señalado con tanta precisión o minucia, mediante
su descripción pormenorizada, que su identificación es tal que queda tajantemente diferenciada de
cualesquiera otras prestaciones (cosas o servicios).

Obligaciones Genéricas. Son aquellas cuyo objeto está formado por una amplitud o generalización de
prestaciones. Se subdividen en:

Obligaciones genéricas delimitadas (o de género limitado). En ellas no se individualiza la prestación, pero, si


se señala un grupo o sector de cosas o actividades, de naturaleza o cualidades comunes, de donde habrá de
elegirse o escogerse una, antes del cumplimiento. Por ejemplo, la venta tantas reses del hato ganadero de
determinada finca, o el servicio profesional por uno de los especialistas de determinado sanatorio.

Obligaciones genéricas ilimitadas (o de género ilimitado). Son aquellas en las que se señala únicamente la
clase de cosa (por ejemplo, entregar tantos litros de leche o tantos quintales de café, sin decir de qué calidad ni
especificar de qué hato de ganado ni de qué finca productora); o el tipo de actividad (por ejemplo: Si enferma la
persona A, corresponderá a la persona B proporcionarle la asistencia médica y hospitalaria adecuada, sin
puntualizar qué médicos se encargarán de ello ni en qué sanatorio).
C. Por la unidad o pluralidad de prestaciones. Desde este punto de vista las obligaciones se dividen en: simples
o de objeto único, y complejas o de objeto múltiple.  

Obligaciones simples o de objeto único.


 
Se caracterizan porque su objeto está constituido por una sola prestación: entregar una sola cosa, prestar un
solo servicio, o abstenerse de entregar una sola cosa o de hacer una sola actividad.  

Obligaciones complejas o de objeto múltiple.


 
Son aquellas cuyo objeto está formado por varias prestaciones. Pueden adoptar la modalidad de conjuntivas o
copulativas, alternativas y facultativas.
 
Obligaciones conjuntivas o copulativas.
 
Su objeto lo integran varias prestaciones, que pueden ser de la misma o de diferente naturaleza. Estimo, eso sí,
que debe existir una relación cohesionadora entre esas varias prestaciones como razón justificativa de su
acumulación. Ejemplo: el comprador de la casa se obliga: a) a pagar el precio dentro de treinta días,
depositándolo en la cuenta de ahorro del vendedor; b) a entregar al hijo del vendedor, dentro del mismo plazo,
un cuadro de Gallardo que está colocado en la sala principal; c) a cuidar durante quince días el automóvil del
vendedor, guardado en el garage de la casa, y entregárselo el día del vencimiento del plazo.
Obligaciones Alternativas. Su objeto lo integran al principio varias prestaciones de la misma o de
diferente naturaleza (deben estar determinadas rigurosa o individualmente), pero el deudor cumplirá
satisfaciendo íntegramente solo una.
Cumplimiento. El deudor cumplirá una sola de las prestaciones convenidas, pero de manera íntegra.
En principio el deudor debe todas las prestaciones hasta que se elige una. A partir de que queda firme
la elección se extingue la obligación del deudor respecto de las prestaciones restantes.
 
Obligaciones facultativas. Su objeto lo forma una sola prestación calificada expresamente como
principal, pero por pacto expreso el deudor queda autorizado para sustituir, si así lo desea, dicha
prestación por otra, calificada también expresamente, como accesoria. Ambas prestaciones han de
ser lícitas y posibles.

Cumplimiento. Para cumplir el deudor escoge, por su sola voluntad, si satisface la prestación
principal o la accesoria. La que él elija debe ser aceptada por el acreedor (por eso pienso que desde
el principio las dos prestaciones deben estar individualizadas, puesto que, de lo contrario, el acreedor
estaría en una incertidumbre o inseguridad absolutas).
d) Por la posibilidad o imposibilidad de fraccionamiento de la prestación.
Desde este punto de vista las obligaciones pueden ser: divisibles e indivisibles.
Obligaciones divisibles. Son aquellas en las que la prestación, fuere esta de dar, de
hacer o de no hacer, puede ser cumplida por partes o por etapas.
Es decir que, con el fraccionamiento no sufre detrimento la sustancia o la utilidad de la
cosa, no se altera la eficacia del servicio o actividad, ni se infringe la abstención.
Tampoco, desde luego, se infringe la ley.
Obligaciones indivisibles. Son aquellas cuyo objeto no admite fraccionamiento por la
naturaleza misma de la prestación, porque hay convenio en contrario o porque lo
prohíbe la ley. La indivisibilidad puede ser, entonces: natural, voluntaria y legal.
Indivisibilidad natural absoluta. Es cuando la prestación no admite fraccionamiento, de ninguna forma
y por ninguna razón. Ocurre, por ejemplo, cuando la obligación consiste en entregar un animal vivo,
pintar un. retrato, efectuar una operación quirúrgica o un corte de cabello.
Indivisibilidad natural relativa. Se da cuando física o materialmente la prestación admite
fraccionamiento en partes o en etapas, pero jurídicamente no es posible fraccionarla porque en su
cumplimiento hay una cohesión inquebrantable, sea por el destino o la utilidad de las cosas o los
servicios, o por lo inconveniente o perjudicial que podría ser para el acreedor el cumplimiento
fraccionado. Ejemplos: la fabricación y entrega de un amueblado de sala o comedor, la elaboración de
un par de zapatos, la construcción de una casa, el alquiler de sillas para los asistentes a una
conferencia, la sustanciación de una audiencia judicial.

Indivisibilidad voluntaria. Es la que está determinada por la voluntad de una sola persona (por
ejemplo: en un testamento, una oferta al público o una promesa de recompensa); o por la voluntad de
dos o más, como sucedería en un contrato.
Indivisibilidad legal. La única razón de esta clase de indivisibilidad es ley. Es decir, la obligación es
indivisible no porque así lo imponga la naturaleza de la prestación, ni porque una de las partes así lo
hubiere establecido o lo hubieren convenido ambas, sino exclusivamente porque así lo impone la ley.
Ejemplo: la obligación notarial de autorizar el testamento en un solo acto. Indivisibilidad de las
acciones de sociedades mercantiles. De conformidad con el artículo 104 del Código de Comercio
e) Por la singularidad o pluralidad de sujetos que integran la parte acreedora y la parte deudora.
En atención a ello, las obligaciones pueden ser: simples y mancomunadas:
Obligaciones simples. Son aquellas en las que tanto la parte acreedora como la parte deudora están integradas,
cada una, por un solo sujeto. De manera, entonces, que toda la acreeduría pertenece a una sola persona, y toda la
deuda está a cargo, también, de una sola persona. De esa suerte, en caso de incumplimiento, el único acreedor
demanda toda la prestación al único deudor.
Obligaciones mancomunadas. Son aquellas en las que la parte acreedora, o la parte deudora, o ambas a la vez,
están integradas por más de una persona. Por tal razón, la mancomunidad puede ser:
a) Mancomunidad activa: varios acreedores y un solo deudor.
b) Mancomunidad pasiva: varios deudores y un solo acreedor.
c) Mancomunidad mixta: varios acreedores y varios deudores.
Clases de mancomunidad. Por sus efectos la mancomunidad puede ser: simple y solidaria.
Mancomunidad simple. Definición. Rezzónico dice, refiriéndose a las obligaciones mancomunadas simples que
“Son aquellas que tienen como titulares del crédito a varios deudores (mancomunidad pasiva), entre los que se
divide la prestación. (siempre que esta sea divisible, como sucede en el caso de una suma de dinero), vale decir,
que cada uno solo es acreedor o deudor de su parte”. 
Mancomunidad Solidaria.
Definiciones. De Pina la define diciendo que” Es una especie de la mancomunada que se caracteriza por la
circunstancia de que de dos o más acreedores tenga cada uno, por sí, el derecho de exigir el cumplimiento total de
la obligación (solidaridad activa), o dos o más deudores queden obligados a responder cada uno, por sí, en su
totalidad de la prestación debida (solidaridad pasiva) “.
CLASES
 
1. Mancomunidad solidaria activa (varios acreedores y un deudor común).
2. Mancomunidad Solidaria Pasiva (varios codeudores y un solo acreedor).
3. Mancomunidad solidaria mixta (varios acreedores y varios deudores).

Solidaridad del fiador. Es de frecuente uso en contratos de diferente índole la constitución de fianzas solidarias. Esto
origina una obligación bastante peculiar porque:
a. el fiador realmente no debe nada, dado que es sólo garante, no codeudor. Se trata, por lo tanto, de un caso en el
que hay coacción sin deuda propia. Su responsabilidad y por consiguiente la coacción que el acreedor ejercita en
su contra se fundamenta en la circunstancia de que se obligó a responder por una deuda ajena.
Es también apreciable el número de casos de obligaciones de este tipo que contiene el Código Civil, las
establecidas en los Artículos 23, 1608. 1651, 1657,1667, 1671, 1716, 1780,1972, 2015, 2030.También el Código
Procesal Civil y Mercantil contempla obligaciones mancomunadas solidarias, en los casos siguientes: Artículo 579.

a. Su obligación es accesoria, y no obstante ello, se le puede exigir el pago en la misma categoría en que puede
hacerse con el deudor principal, sin que pueda alegar en su favor los beneficios de orden y excusión. La
solidaridad, pues, coloca al fiador, para el caso de que se vea obligado a pagar por el deudor principal, en la
misma posición que tendría un codeudor solidario, con la diferencia de que éste no podría repetir por el total de
lo pagado, pues debe deducir la parte que le corresponde en la deuda; en tanto que el fiador sí puede repetir
contra el deudor principal por el total, porque como ya se dijo él no debía nada al acreedor. 
POR LA NATURALEZA DE LA RELACIÓN JURÍDICA. EN ATENCIÓN A ESTO, LAS
OBLIGACIONES PUEDEN SER:
COERCITIVAS (O PROPIAMENTE JURÍDICAS); Y NO COERCITIVAS (O
NATURALES).
 
Obligaciones coercitivas o jurídicas.
 
Son aquellas cuyo cumplimiento puede exigir el acreedor por medio del juez
competente..
 
Obligaciones naturales o no coercitivas.
 
Denominadas también obligaciones morales, son aquellas cuyo cumplimiento queda
sujeto exclusivamente a la voluntad del deudor, sin que el acreedor pueda ejercer en
su contra ninguna medida de coerción judicial. Es decir, inmune el deudor a toda
coacción del acreedor, cumplirá únicamente si su honor, probidad o buena fe así se lo
aconsejan.
Pueden ser naturales de origen o naturales por causas sobrevenidas.
 
Obligaciones naturales de origen. Son las que desde su nacimiento carecen de
coercibilidad. El único caso de este tipo de obligaciones previsto en el Código Civil,
es el concerniente a las obligaciones provenientes de apuestas y juegos ilícitos. La
norma que se refiere a esto dice: “No hay acción para reclamar lo que se gane en
apuestas o juegos” Artículo 2145, párrafo primero.
 
Obligaciones naturales por causas sobrevenidas. Son las que nacieron dotadas de
coercibilidad, pero la han perdido en momento posterior de su vigencia. Es el caso
de las obligaciones que no han sido cumplidas, respecto de las cuales se consumó
ya el periodo de prescripción extintiva o liberatoria. En dicha circunstancia el deudor
pagará si desea hacerlo. En caso contrario, puede invocar en su favor la
prescripción de la obligación. Artículos 150l y 1504 del Código Civil.

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