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Depresión en estudiantes universitarios y su correlación con rendimiento

académico.
Por Lic. Aracely Estefanía Marrón Mora.
*Es estudiante de la Universidad de Tijuana.
aracely.marron.mora@gmail.com
Envío: 24 de agosto de 2015.
Aprobado: 5 de octubre de 2015
DOI: ALTAMIRA1104.

Resumen.
Este trabajo es una investigación aplicada que tuvo como objetivo confirmar si
existe una correlación significativa entre la depresión en los estudiantes
universitarios y su rendimiento académico. Los resultados obtenidos indican
que los alumnos de bajo rendimiento académico presentan un nivel más alto de
depresión.

Tags: Depresión, Estudiantes universitarios, Rendimiento académico,


estudiantes, Desempeño Académico, Salud mental.

Abstract.
This paper is an applied research aimed to confirm whether there is a significant
correlation between depression in college students and their academic
performance. The results indicate that students with low academic performance
presented a higher level of depression.

Tags: Depression, college students, academics, students, academic


performance, mental health.

INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la depresión en adolescentes y estudiantes universitarios se
ha infravalorado ya que la sociedad ignora su peligro y relación sobre el
rendimiento académico de los estudiantes.
La depresión es un estado de ánimo que puede estar presente en
cualquier persona sin excepciones, en cualquier etapa de su vida. Puede
afectar a diferentes niveles, incluso al punto de inducir a una persona de
abandonar sus ocupaciones diarias, sus necesidades físicas y emocionales,
incluso hacerlo recurrir al suicidio.
En los estudiantes, la depresión está a la orden del día en cada etapa de
su carrera universitaria, amenazando con invadir su mente cada vez que el
estudiante fracasa o comienza a compararse demasiado con las demás
personas en su entorno, cuestionando su propio potencial al punto de temerle a
su futuro, evadiendo los obstáculos que se presentan en su carrera, a veces
recurriendo a la deserción, incluso al suicidio.
La depresión afecta a los individuos, disminuyendo su actividad
intelectual, física, social y ocupacional. Una persona con depresión pierde
interés en casi todas sus ocupaciones diarias, con sentimientos caracterizados
por profunda tristeza, reducción de autoestima, necesidad de castigo, perdida
de interés por la vida e indiferencia a los requerimientos externos.
En una encuesta internacional de epidemiología, realizada por la
Organización Mundial de la Salud, se encontró que la prevalencia de la
depresión mayor durante el periodo de vida de una persona es de 16.9% y
8.1%, en Estados Unidos y México, respectivamente (Barquín, 2013). Se
espera que para 2020 la depresión mayor llegue a ser la segunda causa de
incapacidad.
De acuerdo a la investigación realizada por el equipo conformado por
Tron-Álvarez, Contreras-Gutiérrez, & Chávez-Becerra (2013) sobre la
“Depresión y pensamiento constructivo en estudiantes universitarios”,
comprobaron que los jóvenes padecen tasas mayores de depresión en México,
incluso mayores a comparación de la población general adulta. Provocando la
disminución de rendimiento escolar.
El adolescente pasa gran parte de su vida en un ambiente escolar.
Expuesto a una diversidad de evaluaciones de rendimiento donde los
resultados obtenidos facilitan la imagen de competencia o incompetencia que
adquiere de sí mismo. Cuando el estudiante percibe una imagen insatisfactoria
de sus habilidades puede caer en un ciclo depresivo: estudia → fracasa→ se
deprime→ fracasa →se deprime, etc.
La satisfacción por la carrera elegida parece ser un factor de importancia
que se relaciona con la de prevención de la depresión; el estudiante que
cumple con sus expectativas académicas y personales fortalece su autoestima
y estará en condiciones de alcanzar un estado bienestar psicológico, biológico
y social.
De acuerdo a lo anterior, la depresión tiene un gran impacto en la vida
productiva de los individuos, dado el alto grado de discapacidad social y en el
ejercicio de las tareas personales cotidianas (González-Forteza, et al., 2011).
Lamentablemente, el estudiante sobrevalora las evaluaciones académicas en
su ambiente y se compara con el rendimiento de los demás estudiantes a su
alrededor, dándole una idea errónea de sus habilidades sin siquiera tomarse a
prueba en ocasiones.
“La identificación temprana de este trastorno no sólo minimizaría la
posibilidad de fracaso escolar, sino que también reduciría en forma importante
otras conductas de riesgo para la salud, como el consumo de drogas o el
desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria” (Behar, Arriagada &
Casanova, 2005; Rodríguez et al. 2005).
Depresión.
La depresión se define “como un trastorno del estado de ánimo; se acompaña
de la disminución de la actividad intelectual, física, social y ocupacional; se
distingue por la pérdida de interés en casi todas las actividades que venía
realizando el individuo, con sentimientos caracterizados por profunda tristeza,
reducción de autoestima, necesidad de castigo, pérdida de interés por la vida e
indiferencia a los requerimientos externos” (Tron-Álvarez et al., 2013).
Para Beck (1988), la depresión “es el resultado de opiniones negativas
sobre el yo, el mundo y el futuro, que distorsionan la realidad y producen en el
individuo una imagen negativa de sí mismo, del mundo y del futuro; no está
claro, sin embargo, si estas opiniones son causa o consecuencia del problema.
La sintomatología depresiva puede ser muy variada, presentar una evolución
diferente —episódica o continua—, o manifestar una intensidad gradual, que
puede ir de leve a grave. Además, puede presentarse en diferentes esferas de
la vida de una persona, así: estado de ánimo, motivación y conducta,
cognición, aspecto físico y relaciones interpersonales” (Palacio & Martínez de
Biava, 2007).
En la actualidad, la depresión se “haya bien definida en el plano
académico y clínico. Aunque existen lagunas, se cuenta ya con un buen
conocimiento de su bioquímica o del mecanismo de acción de los fármacos que
la combaten. Existen métodos eficaces de diagnóstico y tratamiento racional
basados en el método científico. Hay dos grandes tipos de tratamiento: el
psicoterapéutico y el farmacológico. Pueden utilizarse ambos tipos o solo uno
de ellos, según los casos de depresión” (Serafin J, 2012).
Causas.
Diferentes estudios concuerdan en que los factores más frecuentes que
conducen a la depresión en los universitarios son: la adaptación al ambiente
universitario donde el estudiante se enfrenta a los desafíos como el aislamiento
respecto a su vida social combinado con los nuevos hábitos de estudio y
exigencias de aprendizaje; conflictos éticos en situaciones donde el estudiante
es inducido a tomar una decisión que cuestione su ética; exposición a la
muerte y el sufrimiento humano, y el abuso hacia el propio estudiante (Dyrbye,
Thomas, & Shanafelt, 2005); Lugo M., González, J., Granadillo, D., 2004;
Bermúdez, S. et al., 2006).
Evolución.
Los síntomas de la depresión pueden mantenerse entre los cuatro y los seis
meses, sin embargo, pueden continuar durante más tiempo, y en este caso
hablamos de depresión crónica. Por otro lado, algunos pacientes presentan
depresión sólo en una ocasión en su vida, sin embargo, el hecho de haber
padecido depresión antes incrementa el riesgo de volver a tenerla (Guía de
salud, 2015).
Consecuencias.
La investigación del equipo conformado por (Gutiérrez, et al., 2010) confirma
que los estudiantes universitarios tienen mayores problemas para cumplir con
sus responsabilidad académicas cuando estos presenta cuadros más severos
de depresión, confirmado así resultados obtenidos en investigaciones previas
con adolescentes. Los resultados de Gutiérrez y su equipo indican que de los
estudiantes con depresión severa, un 92,9% de ellos tiene problemas
académicos moderados o severos
Rendimiento académico.
Batista (2011) y su equipo definen el rendimiento académico como el
“cumplimiento de las metas, logros u objetivos establecidos en el programa o
asignatura que está cursando un alumno en el que intervienen múltiples
factores como pueden ser; la edad, el sexo, factores socioeconómicos, la
vocación, entre otros; no se conoce un modelo único que describa el
rendimiento académico, desde el punto de vista operativo, este indicador se ha
limitado a la expresión de una nota cuantitativa o cualitativa”.

investigaciones previas.
En el artículo “Depresión y pensamiento constructivo en estudiantes
universitarios” (Tron-Álvarez et al., 2013) se comprobó que los jóvenes son los
que padecen mayores tasas de depresión en México, incluso por arriba de la
media de depresión para la población general adulta.
Goleman, D. (2008) señala que “los estudiantes deprimidos son
propensos a percibir la información de manera negativa, mientras ignoran o
minimizan los efectos positivos. Se dificulta la memoria y la concentración,
impidiéndoles prestar atención y asimilar lo que se les enseña, afectando su
rendimiento académico; además, los errores que cometen los estudiantes les
quita motivación. Un estudiante que no siente ilusión por nada, le resulta casi
imposible obtener la energía suficiente para que las lecciones del profesor lo
estimulen de algún modo. En el rendimiento escolar, la importancia de los
procesos motivadores es dudosa debido a que, para que se realicen
aprendizajes, resulta necesario contar con la participación activa del propio
sujeto que aprende”.
Según Orlandini, citado en el artículo “Depresión en estudiantes
universitarios y su asociación con el estrés académico” (Gutierrez et al., 2010),
desde preescolar hasta licenciatura y postgrado, cuando un alumno se
encuentra en una etapa de aprendizaje, siempre experimenta tensión, a la cual
se le llama estrés académico, el cual se produce tanto durante las tareas en
casa como durante la estadía en el aula escolar.
En un estudio de Fisher S, H.R., (1968) se concluyó que los estudiantes
experimentan “un incremento significativo en los niveles de depresión,
síntomas obsesivos y pérdida de concentración tras seis semanas de
permanencia en la universidad”.
Varios autores han señalado que la depresión “puede dar como
resultado el abandono de los estudios, de tal manera que el creciente número
de estudiantes que han sido dados de baja debido a su bajo rendimiento o a
sus indecisiones vocacionales, pudiera tener relación con la presencia de
depresión” (Curtis JR, C.T., 1999; Adlaf E, G.L., Demers A, Newton B, 2001;
Pereyra-Elías y otros, 2010), la cual, “podría ser la causa del bajo rendimiento
dado que los síntomas depresivos interfieren la actividad intelectual generando
el fracaso escolar. En otros casos, el bajo rendimiento escolar produciría baja
autoestima y cogniciones pesimistas que pueden conducirlo a la
depresión” (Rivas, M., 1995).
Fue interés entonces de la presente investigación confirmar las
aseveraciones de los autores e investigadores previamente citados en cuanto a
que la depresión tiene una influencia significativa en el rendimiento escolar de
los estudiantes universitarios.

MÉTODO.
Tipo de investigación.
La presente investigación es un estudio ex-post-facto tipo comparativo y
correlacional ya que es una búsqueda sistemática empírica, en la cual no se
tiene control directo sobre las variables independientes, porque ya
acontecieron sus manifestaciones o por ser intrínsecamente no manipulables.
Se hacen inferencias sobre las relaciones de ellas, sin intervención directa, a
partir de la variación concomitante de las variables independientes y
dependientes (Kerlinger. 1984).
Asimismo el estudio es comparativo en razón de que se somete a
prueba si existen diferencias con respecto a la variable de estudio entre dos o
más grupos de investigación y correlacional, en virtud de que se interesa por
las condiciones o relaciones existentes; las prácticas que predominan; las
creencias, puntos de vista y actitudes vigentes; los procesos que suceden; los
efectos sentidos; o las tendencias que se desarrollan.
Grupo social, población y muestra.
La investigación se llevó a cabo en una universidad en donde se ofrecen
programas de estudio cuatrimestral. La población estudiantil de la institución
fue de 950 alumnos de licenciatura al momento del estudio. La población
objetivo fue 150 alumnos entre los 18 y 38 años.
La muestra se integró por 14 sujetos del sexo femenino y 26 del
masculino, con un rango de edad de 15 a 28 años y un promedio de edad de
21 años, de nivel socio económico medio – medio alto, provenientes en su
mayoría de diferentes instituciones educativas a nivel medio del municipio de
Tijuana y con un promedio de calificación al egreso de preparatoria igual a
8.81.
Instrumentos.
Se utilizó un cuestionario construido expresamente para la investigación para
medir el nivel de depresión de los alumnos con respuestas en escala Likert que
se cuantificaron y con los datos se obtuvo una escala de depresión. Así mismo
se registro el promedio general de los alumnos al momento del estudio como
medida del rendimiento académico.
Análisis de los datos
La magnitud de la relación de las variables estudiadas se calculó mediante un
coeficiente de correlación empleando el software para tratamiento estadístico
SPSS. De acuerdo con los niveles de medición que se manejaron en los
instrumentos se utilizó la prueba estadística correlación r de Pearson, asimismo
se tomaron en consideración aquellos puntajes correlacionales que
muestrearon un nivel de significancia no mayor a .05.

RESULTADOS.
En base a los resultados obtenidos de la muestra, se categorizaron los
puntajes de depresión en 4 niveles que van de menor intensidad (1) a mayor
intensidad (4). El nivel 1 es considerado como un nivel saludable, el nivel 2 es
asignado como depresión baja, el nivel 3 corresponde a depresión media, y el
4 como depresión alta.
Del total de estudiantes universitarios que participaron en la encuesta.
32.5% de ellos obtuvieron un nivel saludable, 32.5% se ubicaron en el nivel de
depresión baja, un 25% de los encuestados registró un nivel de depresión
media y sólo un 10% se identificaron con un nivel de depresión alta (tabla 1).
Tabla 1. Porcentajes de depresión en estudiantes universitarios.

GRUPO PORCENTAJE
Nivel 1 – Estable 32.5%
Nivel 2 – Bajo 32.5%
Nivel 3 – Medio 25%
Nivel 4 – Alto 10%

De la misma manera se obtuvieron niveles en cuanto al rendimiento


académico. Los encuestados que poseen un promedio de calificación menor a
cinco (5) se asignaron al nivel 1, los que promedian de 5 a 7 se les asignó el
nivel 2, las personas que tienen de promedio entre 7-9 de calificación se
ubicaron el nivel 3, y finalmente los estudiantes con calificaciones de 9 a 10 se
categorizaron en el nivel 4.
De las 40 personas encuestadas, 20% de la muestra poseen el nivel
más alto de rendimiento académico, 62.5% de las personas obtuvieron el nivel
3, 15% estudiantes con nivel 2, y sólo un 2.5% pertenece al nivel 1 (Tabla 2).

Tabla 2. Porcentajes de rendimiento académico en estudiantes


universitarios.

GRUPO PORCENTAJE
Nivel 1 – Muy bajo 2.5%
Nivel 2 – Bajo 15%
Nivel 3 – Medio 62.5%
Nivel 4 - Alto 20%

En cuanto al análisis de contingencia “Depresión-Rendimiento


Académico”, el 50% de los alumnos que se identificaron con un nivel alto de
rendimiento académico poseen un estado de salud mental estable y un 25%
posee una depresión de nivel 2 (depresión baja). El 25% restante obtuvo un
nivel de depresión media (Gráfico I).

Gráfico I. Nivel de Depresión en alumnos de alto rendimiento.


Nivel de depresión en estudiantes de nivel ALTO en su RA

25%
50%
25%

Estable Bajo Medio Alto

Por otro lado, los estudiantes con un nivel bajo de rendimiento


académico (nivel 2 y 1), 42.9% poseen niveles de depresión alta, 28.6% de los
estudiantes padece de depresión media y el 28.5% restante resultaron un nivel
de salud mental estable (Gráfico II).
Gráfico 2. Nivel de depresión alumnos con bajo rendimiento.

Nivel de depresión en estudiantes de nivel BAJO en su RA

29%
43%

29%

Estable Bajo Medio Alto

En el caso de los universitarios de nivel medio en el rendimiento


académico, se identificaron niveles variados de depresión aunque prevaleció el
alumno con un nivel estable de salud emocional.
La gráfica 3 nos permite observar con mayor claridad la correlación que
existe entre los alumnos de alto rendimiento y Bajo Nivel de Depresión así
como en el caso de alumnos de Alta Depresión encontramos mas alumnos de
Bajo rendimiento.

Gráfica 3.
"

Los resultados confirmaron la hipótesis alternativa de que la depresión


tiene influencia sobre el rendimiento académico del estudiante universitario,
debido a que en el análisis Depresión-Rendimiento Académico el coeficiente de
contingencia arrojó un valor de significancia (p) de .033 el cual es menor a .05
(Tabla 3 y 4)

Tabla 3. Pruebas de chi-cuadrado

Sig. asintótica
Valor gl (bilateral)

Chi-cuadrado de 18.160a 9 .033


Pearson

Razón de verosimilitudes 15.326 9 .082


Asociación lineal por lineal 5.646 1 .017
N de casos válidos 40

a. 13 casillas (81.3%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La


frecuencia mínima esperada es .10.
Tabla 4. Medidas simétricas

Sig.
aproximada

Nominal por nominal Coeficiente de .033


contingencia

Intervalo por intervalo R de Pearson .015c


Ordinal por ordinal Correlación de Spearman .051c
N de casos válidos

Desde luego la alta correlación no implica necesariamente que la depresión


sea el único factor incidente en el rendimiento académico de los universitarios.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Los estudiantes al ingresar a la universidad, sufren cambios drásticos que
pueden llevarlos a padecer diferentes niveles de estrés. La incidencia de los
trastornos de ansiedad es más elevada en la adolescencia y la juventud que en
la madurez. La depresión surge a medida que los estudiantes experimentan
dificultades en el desarrollo del aprendizaje y son afectados por las exigencias
académicas por parte de la universidad. Haciéndolos vivir situaciones que
muestran un punto entre el fracaso y el éxito, que sumados con los cambios de
la vida diaria a causa de estas exigencias, pueden llevarlos a vivir un estado
constante de estrés, seguido de angustia y sobre todo a la depresión.
Los afectados utilizan diferentes maneras para superar y digerir el
estrés. Sin embargo, hay mecanismos que llevan a actitudes negativas tales
como la evasión del problema, idealización de las situaciones (interpretación de
los acontecimientos como a uno le gustaría que fueran y no como realmente
son), aislamiento social y autocrítica excesiva. Estos son las primeras señales
que inducen a una persona a la depresión.
En lo que respecta a la hipótesis “H1. La depresión en el estudiante
tiene una influencia significativa sobre su rendimiento académico”, los
resultados aceptaron la hipótesis, dentro de los porcentajes se logró un
resultado acorde a la mayoría de los casos registrados en la muestra, lo que
indica que cuando el estudiante percibe una imagen insatisfactoria de sus
habilidades puede caer en un ciclo depresivo: estudia → fracasa → se deprime
→ fracasa → se deprime, etc. Disminuyendo su rendimiento académico si se
mantiene en ese estado depresivo.
En relación a la hipótesis “H2. Existe una correlación estadísticamente
significativa entre el rendimiento académico y los puntajes obtenidos del estado
emocional del alumno”, también resultó cierta, se compararon los resultados en
cada grupo dentro de la muestra y se identificaron todas las similitudes y
diferencias entre los estudiantes de rendimiento académico y sus niveles de
depresión.
En conclusión, la depresión afecta las actividades diarias de la persona
afectada, incluyendo sus labores escolares y vida social, dando como resultado
la disminución de su rendimiento académico, sobre todo cuando el estado
depresivo permanece a largo plazo.

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