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La función del maestro o

maestra en educación
infantil La intencionalidad
educativa. Relaciones
interactivas entre el niño y
el educador. El maestro
como miembro del equipo
educativo y en su relación
con las familias.
0. INTRODUCCIOŃ

La actual Reforma del Sistema Educativo (LOMLOE) nos ha otorgado un nuevo


protagonismo a los maestros, pues se nos hace corresponsables en la tarea de
configuración del currículo en nuestros proyectos curriculares y programaciones de
aula.

Nuestra actuación por lo tanto va a ser claramente intencional, dirigida a lograr la


formación integral de nuestros alumnos. Intención ligada a un contexto colaborador
entre padres, alumnos y profesores, entre los cuales vamos a ser nexos de unión.

El estudio de este tema nos va a permitir profundizar en nuestro papel de maestros y


nuestras funciones, así como en la intencionalidad de nuestro trabajo. Veremos cómo
establecer relaciones interactivas tanto con el equipo educativo, como con los niños
y sus familias, que permitan conseguir esas metas educativas.

LA FUNCIÓN DEL MAESTRO /A DE EDUCACIÓN INFANTIL.

Para empezar, queremos destacar que nuestro papel como maestros o nuestra función
viene definida por la NORMATIVA vigente en materia de educación

La LOMLOE otorgó a la E. I. Por vez primera un carácter formativo, preventivo y


compensador. Luego los maestros que trabajemos en esta etapa, tendremos por encima
de todo, una función formativa, que contribuya al desarrollo de las capacidades
infantiles: desarrollo físico, cognitivo y afectivo social.

Nuestro papel se considera insustituible, pues somos copartícipes con la


Administración en la configuración y desarrollo del currículo en los proyectos
curriculares y programaciones de aula.

En él se recogen los principios metodológicos que van a enmarcar y concretar nuestra


actuación docente. Así, esta debe desarrollarse de forma coherente con los parámetros
en los que se desarrolla el aprendizaje. Para ello debemos:

 Conocer en profundidad a cada alumno, sus características individuales y


socioculturales, su ritmo de aprendizaje como base para nuestras actividades.
 Conocer de igual forma su nivel de conocimientos previos y adecuarnos a
ellos.
 Generar aprendizajes significativos estableciendo conexiones entre los nuevos
conocimientos y lo que el niño ya sabe. Para ello tendremos que cuidar las
condiciones de significatividad lógica y psicológica del contenido de
aprendizaje.

Por otro lado, el Reglamento Orgánico de los Centros de E. I y E. Primaria, señala las
funciones que todo profesor tenemos como TUTORES de nuestros alumnos . Como
tales:

 Llevaremos a la práctica el Plan de Acción Tutorial,


 Nos encargaremos de coordinar el proceso de evaluación de los alumnos
 Atenderemos tanto a la dimensión individual como social, facilitando la
integración a los grupos.
 Cuidaremos a nuestros alumnos en los periodos de recreos y otras actividades
no lectivas.
 Facilitaremos la cooperación entre padres, alumnos y maestros.

Además de por ser aplicadores de los principios de intervención y por realizar las
funciones que como tutores hemos señalado, nuestra actuación es TRASCENDENTAL
a la hora de fomentar el Desarrollo infantil:

 A nivel psicomotor , con actividades con el cuerpo y para el cuerpo.


 A nivel social, fomentando la interrelación, planteando diversos agrupamientos
flexibles…
 A nivel cognitivo, facilitando experiencias que generen observación exploración
y planteamientos de interrogantes.
 A nivel personal, fomentando su atonomía y su autoestima.

Pero para contribuir realmente a este DESARROLLO GLOBAL no podemos trabjar


improvisando, sino que nos es necesario PROGRAMAR NUESTRA ACTUACIÓ
SISTEMÁTICAMENTE, siempre, con una INTENCIONALIDAD EDUCATIVA,
como mediadores entre el alumno y el objeto de aprendizaje.

LA INTENCIONALIDAD EDUCATIVA.

Es nuestro deseo deliberado de influir en el proceso formativo de los alumnos para la


consecución de unos determinados objetivos educativos. Es decir, nuestra intervención
siempre ha de responder a unos objetivos, y por ello como comentábamos ha de estar
planificada sistemáticamente.

Las intenciones educativas constituyen por lo tanto el punto de partida del proceso de
enseñanza – aprendizaje y son la primera orientación.

Para profundizar en ellas nos vamos a basar en las ideas de Hameline , también
propuestas por Cesar Coll.

Según estos autores, las intenciones educativas son enunciados más o menos explícitos
de los efectos esperados en un plazo más o menos largo y con mayor o menor certeza e
interés por parte de los responsables educativos. Por lo tanto, toda intención exige un
compromiso.

Nuestras intenciones deben responder a unos OBJETIVOS que en última instancia


serán los OBJETIVOS GENERALES DE LA ETAPA establecidos en el ya
mencionado R. D. 1330/91.

Estos objetivos parten de las finalidades establecidas por la LOMLOE para la


Educación Infantil y son enunciados que definen las capacidades que deseamos
alcancen como resultado de nuestra intervención educativa: se refieren a todas las
capacidades del ser humano.

Las capacidades que los alumnos han de desarrollar a lo largo de la etapa de la


Educación Infantil son:

a) Descubrir, conocer y controlar progresivamente el propio cuerpo, formándose


una imagen psotivia de si mismos, valorando su identidad sexual, sus
capacidades y limitaciones de acción y expresión, y adquiriendo hábitos básicos
de salud y bienestar.
b) Actuar de forma cada vez más autónoma en sus actividades habituales,
adquiriendo progresivamente seguridad afectiva y emocional y desarrollando sus
capacidades de iniciativa y confianza en si mismos.
c) Establecer relaciones sociales en un ámbito cada vez más amplio, aprendiendo
a articular progresivamente los propios intereses, puntos de vista y aportaciones
con los de los demás.
d) Establecer vínculos fluidos de relación con los adultos y con sus iguales,
respondiendo a los sentimientos de afecto, respetando la diversidad y
desarrollando actitudes de ayuda y colaboración
e) Observar y explorar el entorno inmediato con una actitud de curiosidad y
cuidado, identificando las características y propiedades más significativas de los
elementos que lo conforman y alguna de las relaciones que se establecen entre
ellos.
f) Conocer algunas de las manifestaciones culturales de sus entorno,
desarrollando actitudes de respeto, interés y participación hacia ellas.
g) Representar y evocar aspectos de la realidad, vividos, conocidos o
imaginados, y expresarlos mediante las posibilidades simbólicas que ofrecen el
juego y otras formas de representación y expresión.
h) Utilizar el lenguaje verbal de forma ajustada a las diferentes situaciones de
comunicación habituales para comprender y ser comprendido por los otros,
expresar sus ideas, sentimientos, experiencias y deseos, avanzar en la
construcción de significados, regular la propia conducta e influir en la de los
demás.
i) Enriquecer y diversificar sus posibilidades expresivas mediante la utilización
de los recursos y medios a su alcance, así como apreciar diferentes
manifestaciones artísticas propias de su edad.

Estos objetivos generales se concretan también a nivel de Currículo en los Objetivos


Generales de Area establecidos en los Reales Decretos de Curriculo en las Comuidades
con Competencias en Educación.

Pero para que esas capacidades lleguen a materializarse, los claustros deben establecer
una concreción de los mismos para cada ciclo educativo en los PROYECTOS
CURRICULARES. Dicha concreción se llevará a cabo a partir de los principios
establecidos en el Proyecto Educativo de Centro y los rasgos y demandas específicos
del entorno. Así a partir de esto se puede concretar las capacidades cognitivas, motrices
y socioafectivas según las características del desarrollo de los alumnos en cada ciclo.

A partir del Proyecto Curricular nosotros estableceremos unos OBJETIVOS


DIDÁCTICOS más concretos en las Programaciones de aula en las sucesivas Unidades
Didácticas del ciclo.
Estos objetivos se lograrán a través del trabajo de CONTENIDOS en su triple
dimensión: conceptuales, procedimentales y actitudinales.

A la vez, estos contenidos se trabajarán mediante experiencias que se desarrollarán


teniendo en cuenta los principios metodológicos que ya hemos abordado, la
organización de los espacios, los materiales y el tiempo.

Como todo lo que es planificado intencionalmente ha de ser evaluado, la


EVALUACIÓN en Educación infantil, será GLOBAL, CONTÍNUA Y
FORMATIVA.

Todos estos elementos que en realidad parten de los objetivos e intenciones


configurarán nuestras programaciones, han de poseer una coordinación e
interdependencia que den coherencia a la programación y que nos permita llegar a
conseguir las metas propuestas por el Sistema Educativo.

Como vemos, todo este proceso de concreción de la intencionalidad educativa no es


responsabilidad únicamente del profesor individual, sino que exige un proceso de
TRABAJO EN EQUIPO, con la FAMILIA Y con los ALUMNOS.

I. I. RELACIONES INTERACTIVAS ENTRE EL NIÑO Y EL


PROFESOR.

Hoy en día, la interrelación entre el maestro y el alumno parece una obviedad. Sin
embargo, no siempre ha sido así. En la escuela tradicional, las relaciones eran
autoritarias donde el absoluto protagonista era el maestro, que se servía básicamente de
estrategias expositivas. Actualmente, las relaciones son paritarias, reconociendo el
protagonismo de los niños que aprenden en un proceso en el que alternamos las
estrategias expositivas con las indagativas.

Basándonos en esta interacción nuestro objetivo, será crear un CLIMA SOCIAL


COOPERATIVO Y AFECTIVO CÁLIDO Y SEGURO.

Por otro lado, nuestro papel como hemos dicho es el de MEDIADORES entre el niño y
su medio, entre él y el objeto de aprendizaje, Por eso, debemos:

 Enseñar a contemplar las cosas, la naturaleza y las personas desde puntos de


vista nuevos y distintos.
 Preparar experiencias en las que exploren y participen.
 Y puesto que nosotros no somos los únicos protagonistas del aprendizaje,
debemos ser copartítipes con ellos. Es decir, contar con ellos, flexibilizar los
procesos y abriendo el proceso a sus posibles propuestas.
 Para que esto ocurra, para posibilitar y catalizar sus intereses y necesidades, es
necesario una educación en Autonomía y Libertad.

En definitiva, bajo la concepción constructivista del aprendizaje, somos intermediarios


que ayudamos a los niños a construir, a partir de lo que ya saben, aprendizajes
significativos.

Por otro lado, es fundamental nuestra labor como organizadores del ambiente que no
sólo contribuye al desarrollo sino que constituye una condición para que éste se de.
Hemos de crear una atmósfera de complicidad en la que niños y adultos crezcamos en
el placer de jugar, trabajar , hablar y pensar juntos.

Para ellos es necesario ser un maestro cercano, en contínua interacción comunicativa,


que seamos capaces de transmitir seguridad y que hagamos sentir que son valorados y
queridos.

Favoreceremos un CLIMA DE APRENDIZAJE POSITIVO cuando.:

 Planteamos retos a los niños y les ayudamos a superarlos.


 Cuando no les sobreprotegemos , potenciando que hagan todo aquello de que
son capaces de hacer por si mismos, impulsando así su autonomía. Siempre
demostrándole que es importante para nosotros, que le aceptamos tal y como es,
respetamos sus limitaciones y en función de ellas programamos actividades para
atender a la diversidad.

Aunque la existencia de un clima cálido no se opone a la existencia de normas retos y


exigencias, que adquieren su valor positivo en este contexto de afecto y confianza,
estando adaptadas a su nivel y posibilidades, así como dándoles la oportunidad de
participar en su elaboración.

LA RELACIÓN DEL MAESTRO CON EL EQUIPO EDUCATIVO.

Las relaciones entre el maestro y los otros miembros del equipo educativo serán
colaboradoras y participativas. Dado el papel de colaboradores en el desarrollo del
currículo a nivel de centro y aula, carece de sentido una acción individualizada que
carezca de continuidad y coherencia.

La L. O. D. E. , en su Título III destaca el trabajo en equipo del profesorado, al igual


que la L.O. G. S. E en el título IV sobre la calidad de la enseñanza, otorga la
autonomía pedagógica y organizativa , Principios que exigen para su puesta en práctica,
el trabajo en equipo de los profesores.

De igual forma, la L. O . P. E. G. , que recoge la Participación de los distintos


miembros de la Comunidad Escolar en los Centros, prioriza la coordinación entre los
distintos sectores educativos en su responsabilidad educativa conjunta.

Ya más concretamente los Reales Decretos de Currículo ( ver la normativa de cada


Comunidad Autónoma), afirman que el equipo educativo es indispensable para asegurar
una COHERENCIA Y CONTINUIDAD en la acción docente.

Estas relaciones en el equipo, no se pueden improvisar, sino que exigen una


ORGANIZACIÓN, cuyas pautas vienen dadas en el Reglamento Orgánico de Centros
( R.D. 82/96 ).

Así, el órgano propio de nuestra participación en el centro mediante el que


planificamos, coordinamos y decidimos sobre los aspectos educativos del mismo va a
ser el CLAUSTRO de profesores

A través de él, como órgano colegiado.:

 Formulamos propuestas al Equipo Directivo para la elaboración del Proyecto


Educativo de Centro y el Programación General Anual.
 Establecemos criterios para la elaboración y aprobación del Proyecto
curricular, y los aspectos docentes de la Programación General Anual.
 Coordinamos las funciones referentes a la orientación, tutoría y evaluación de
los alumnos.
 Participaremos en nuestra formación permanente, que constituye a la vez un
derecho y un deber.

Pero el Claustro, necesita otros órganos para operativizar sus decisiones: son los
ORGANOS DE COORDINACIÓN DOCENTE:

Estos son:
 Los TUTORES que lo somos todos por el mero hecho de ser maestros y cuyas
funciones ya hemos comentado.
 La COMISIOŃ DE COORDINACION PEDAGOGICA formada por el
Director, el Jefe de estudios los coordinadores de ciclo y el maestro orientador,
que asegura la coherencia vertical y horizontal de los centros, coordina el
proceso de elaboración de los Proyectos Curriculares , el Plan de Acción
Tutorial, y de mantener acualizada la metodología didáctica.
 Los EQUIPOS DE CICLO que da coherencia a la actuación de todo el ciclo
educativo.

Por otro lado, no podemos olvidar, la necesidad que existe en los centros , de colaborar
con otros profesionales o AGENTES EXTERNOS al mismo como son los EQUIPOS
DE ORIENTACIÓN PSICOPEDAGÓGICA o los EQUIPOS DE ATENCIÓN
TEMPRANTA, que aportarán su ayuda en la detección, diagnóstico e intervención con
los alumnos con necesidades educativas especiales.

Queremos hacer nuestras las aportaciones de autores como Beatriz Trueba y César
Coll, que reconocen que las relaciones entre todos los profesores y maestros de un
centro ha de caracterizarse por la comunicación, el respeto mutuo, la cordialidad y la
cooperación, la flexibilidad y la apertura hacia los otros.

EL MAESTRO EN SU RELACIÓN CON LAS FAMILIAS.

Además de nuestra relación con los alumnos y con nuestros compañeros, va a ser
fundamental nuestra RELACIÓN CON LAS FAMILIAS que es el primer agente
educativo, que va a transmitir modelos y a determinar el desarrollo del alumno, en
última instancia.

La LOGSE promulga que la educación infantil colaborará con las familias y fomentará
la participación de los padres a fin de tener en cuenta su responsabilidad en la tarea
educativa de sus hijos.

Concretando, las prescripciones de la Ley, Los Reales Decretos de Currículo, afirman


que “La Educación infantil adquiere su verdadero sentido en un marco de
colaboración y coordinación entre el equipo docente y las familias, que desempeñan un
papel crucial en el desarrollo de los niños”
Compartiremos por lo tanto nuestra labor educativa con las familias, ya que la eficacia
de nuestra labor educativa, depende, en gran medida de la unidad de criterios en los
distintos momentos de la vida del niño. Por ello queda justificada la necesidad de
comunicación y coordinación entre padres y educadores.

En definitiva, podemos afirmar que en las relaciones con las familias, tendremos como
objeto:

 Dar COHERENCIA Y CONTINUIDAD a nuestras metas educativas que


coinciden en última instancia con su desarrollo integral.
 Permitir un INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN contínuo, tanto en
situaciones formales como informales, que nos ayuden a conocer mejor al niño y
que nos permita compartir el proceso educativo.
 La ORIENTACIÓN A LA FAMILIA en temas relacionados con la educación
de los hijos, a fin de contribuir con ellos en sus funciones.
 Y, por último, el procurar ESTRECHAR LAZOS entre PADRES,
PROFESORES Y ALUMNOS de tal forma que la participación
TRANSFORME Y ENRIQUEZCA TANTO LA EXPERIENCIA
FAMILIAR COMO LA ESCOLAR.

Para llevar a cabo esta relación entre familia y escuela, el equipo educativo, debe
reflexionar y elegir los CANALES DE COMUNICACIÓN con las familias a fin de
conseguir los objetivos anteriores.

A continuación, vamos a indicar las más frecuentes.:

 Colaboración de los padres de forma ESPORADICA como por ejemplo en


excursiones, salidas, o CONTÍNUA, como por ejemplo en talleres organizados
con su colaboración.
 COMISIONES DE TRABAJO ESPECÍFICAS (por ejemplo, para elaborar
disfraces, confeccionar materiales)
 Por otro lado, mantendremos con ellos REUNIONES GENERALES, al menos
tres veces durante el curso (imprescindible, una al principio y otra al final), para
informar de forma general sobre la marcha del curso o cuestiones de interés
general.
 Las ENTREVISTAS PERSONALES con los padres, tienen una gran
importancia porque nos van a permitir conocer mejor tanto a los padres como a
los niños, en las cuestiones que pueden afectar a su nivel de desarrollo como por
ejemplo, su nivel madurativo, hábitos, costumbres, modelos de socialización,
etc. En su realización cuidaremos que el ambiente y nuestra actitud sean los más
adecuados para no provocar tensiones e inquietudes que perturben la
comunicación.
 También son muy enriquecedores los CONTACTOS INFORMALES a la
salida o la entrada al centro, donde podemos intercambiar información sobre
aspectos puntuales de nuestros alumnos.
 Enviaremos al menos un INFORME ESCRITO al trimestre sobre el
rendimiento de nuestros alumnos, a nivel formal y cuantos consideremos
necesarios a nivel informal en forma de diario, notas a las familias.
 Otra forma de relación con las familias son las ESCUELAS DE PADRES, que
nos permiten abordar junto con ellos aspectos psicopedagógicos que den lugar a
pautas de intervención que contribuyan a la educación de sus hijos. Por ejemplo,
sobre temas como los celos, la agresividad, los hábitos alimenticios y de higiene,
y todos los temas que nos inquieten.

CONCLUSIÓN

A lo largo de este tema, hemos querido profundizar en las funciones que nos definen
como maestros y maestras de la Educación Infantil. Función rica y compleja tanto por
su trascendencia, como por las interrelaciones con la comunidad educativa que
implican.

Hemos tratado de dar una visión global de la función del maestro, analizando la
intencionalidad educativa que la define. También hemos descrito sus funciones
concretas tanto a nivel de programación didáctica, como a nivel de tutor y de nexo de
unión entre los alumnos, los demás maestros y las familias.

Así, hemos descubierto la riqueza que encierra nuestra labor educativa, que tiene
como última instancia el pleno desarrollo de nuestros alumnos, y que se encuentra
orientada por toda la normativa educativa que hemos mencionado a lo largo del tema.
Labor tan compleja y tan trascendente, que realizamos en equipo, con los otros
profesores, pero teniendo en cuenta a los propios niños, pues son el fundamento y base
de tal educación, y a sus familias con quienes compartimos nuestra función educativa.

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