El cuento: su
valor educativo. Criterios para
seleccionar. utilizar y narrar cuentes
orales o escritos Actividades a partir
del cuento. La biblioteca de aula.
0. INTRODUCCIÓN.
Contar cuentos ha sido una costumbre ancestral. La figura del contador de cuentos
aparece también en épocas más cercanas, con la sola función de entretener el ocio de
niños y adultos. Era este un personaje ajeno a la familia que ejercía su función a
cambio de comida y alojamiento.
1. LA LITERATURA INFANTIL.
1.1. Definición.
Desde esta perspectiva la literatura infantil abarca una gran gama de manifestaciones:
cuentos, fábulas, audio-libros, trabalenguas, adivinanzas, discos…
Según esta perspectiva el “juego” (lo podemos definir como un pasatiempo agradable y
satisfactorio, elegido y buscado por los niños tanto física como intelectual, es un medio
de socialización) sería el instrumento por excelencia para introducir al niño en la
literatura infantil.
La “literatura infantil” aborda muchos de los objetivos de E.I. como por ejemplo: el
desarrollo de la expresión oral, expresión corporal y desarrollo de la psicomotricidad.
2.1.1. Definición.
El cuento debe adaptarse a las características evolutivas del niño. Los cuentos deben
ser breves y adaptados a su capacidad de atención. Si el cuento es demasiado largo, y el
niño no puede mantener la atención, la narración del cuento resultaría ser una actividad
muy aburrida y carente de estímulo.
Los cuentos deben ser sencillos, y claros, tanto en el lenguaje empleado como en su
estructura. No debe haber demasiados personajes, ya que el niño puede equivocarse con
la trama. Es importante que haya acción, que ocurran cosas.
Cuentos de fórmula (2-5 años). Estos cuentos están vinculados a las estructuras
líricas y constituyen un magnífico material de juego y ejercitación de la memoria
y el ritmo. Dentro de ellos hay una sub clasificación:
o Cuentos mínimos: son cuentos cuyo final llega apenas comenzado el
relato. Eje: Este es el cuento de la banasta, y basta que basta.
o Cuentos de nuca acabar: son cuentos breves que terminan con una
interrogación, y sea cual sea la respuesta del oyente, el cuento se repite
otra vez. Ej.: Este era un rey que tenía tres hijas, las metió en tres
botijas y las tapó con pez. ¿Quieres que te lo cuente otra vez…, que no
digo que me digas ni que sí ni que no, que digo que este era un rey que…
o Cuentos acumulativos y de encadenamiento: en estos cuentos, se van
añadiendo sucesivamente nuevos personajes, encadenándose según
diferentes fórmulas. Ej: La boda del ti Perico. La bota que buen vino
porta. El pollito de la avellaneda.
Cuentos de animales: (4-7 años). Son cuentos que guardan una estrecha
relación con las fábulas. Los protagonistas son animales que actúan como las
personas En estos cuentos el animal agresor hace tener el poder más fuerte, pero
finalmente es vencido por la astucia o la inteligencia del más débil. Los
pequeños suelen identificarse con el más fuerte al comienzo del relato, pero
cambian rápidamente antes del desenlace, para identificarse con la eficacia del
vencedor aunque sea un animal más pequeño. Ejemplo: los siete cabritos.
Cuentos maravillosos: (5-7 años). Estos cuentos comienzan usualmente con
una fechoría que el antagonista realiza al héroe, o por una carencia, una
búsqueda que desencadena la acción. Sus personajes poseen poderes mágicos y
ocurren cosas que contradicen las leyes de la naturaleza. Esto unido a la
violencia que encierran ha suscitado cierta polémica sobre la conveniencia de
transmitir este tipo de cuentos a los niños. Las investigaciones de Bruno
Bettelheim ponen de manifiesto el valor educativo y liberador de angustias que
los cuentos maravillosos tienen para los niños de estas edades. Ejemplos: El
flautista de Hamelin, Blancanieves y los siete enanitos, La casita de chocolate…
En función de la sistematización lógica decir que este método presenta la ventaja del
mínimo esfuerzo y la progresión en las dificultades.
Se trata de presentar cuentos de fácil comprensión para el niño, por que ha de estar
expresados en el vocabulario conocido por los pequeños.
Dentro de este ámbito se va a seleccionar aquellos cuentos que tengan la mayor parte de
las siguientes características:
A los 3 años, las historias deben ser sencillas, claras en cuanto a la idea y el lenguaje
empleado. La acción debe ser lineal y no demasiado larga, ya que la capacidad de
atención no está desarrollada a esta edad. Por eso es interesante que aparezcan
abundantes onomatopeyas y reiteraciones, que ayudan a mantener la atención del
niño.
Hay que cuidar los temas, en los que no deben aparecer elementos que puedan provocar
el miedo a la inquietud. También es importante que no hay un número excesivo de
personajes pues de lo contrario el niño pierde el hilo de la narración.
A partir de los 4 años, aparece en el niño el concepto de fantasía. Esto explica que los
cuentos que caracterizan esta etapa, presentan personajes fantásticos, objetos extraños
que hablan y se mueven, países maravillosos, ciudades encantadas, etc.
Es un elemento motivador
Es una forma de acercar al niño al lenguaje oral.
Favorece en desarrollo de la capacidad de comprender de resumir y de crear.
Los cuentos más sencillos, dirigidos a los más pequeños, tienen como finalidad
desarrollar la capacidad de escucha, de conocimiento de la realidad, y su capacidad
memorística. A partir de cierta edad el cuento puede ser más complejo y de ahí la
necesidad del texto escrito; esto significa el acercamiento a elementos convencionales
de la lengua escrita.
La narración de cuentos se inicia a una edad en la que el niño todavía no sabe leer y por
lo tanto no tiene acceso al libro escrito. Del placer que encuentre en estas narraciones
dependerá su futuro interés por la literatura y poder acercarse al libro escrito
descifrándolo.
Es importante tener en cuenta la edad de los niños a los que va dirigida la narración del
cuento, puesto que los intereses varían mucho de una edad a otra. Por lo tanto,
deberemos adecuarnos a la psicología evolutiva propia de la cada edad, atendiendo a
las diferentes etapas.
El lenguaje directo es el más indicado para la narración de cuentos infantiles, así como
el uso de onomatopeyas que contribuyen a dar más vida al cuento.
La voz, el gesto, la entonación, la modulación de la voz, el entusiasmo que mostremos
colaboran en la creación de un clima especial.
Otra norma a tener en cuenta es la variación del tipo de cuentos. No podemos contar
cuentos en que los protagonistas sean siempre los mismos. Conviene ofrecer cuentos
clásicos, de autores modernos, con personajes humanos, fantásticos o animales, cuentos
muy imaginativos o más realistas, etc…
Queda señalar el momento más apropiado para la narración de un cuento. Sobre todo,
no hay que tener criterios rígidos, puesto que puede nacer en cualquier momento. Se
puede hablar del “cuento inesperado” que es el que surge a raíz de un hecho que ha
llamado mucho la atención de nuestros alumnos, o del cuento que estimula un centro de
interés, que va a servir de motivación para introducir un nuevo tema, o del cuento que
comienza cuando acaba el que acabamos de narrar y en el que participan los niños con
nuevas aportaciones.
5. LA BIBLIOTECA DE AULA.
Es aquella zona o sector de la clase utilizada con el objeto de que los niños se
pongan en contacto de algún modo con los libros, siendo el lugar donde
habitualmente se concentran los libros adecuados a unos determinados niños y a sus
particulares edades, desarrollos, capacidades y conocimientos.
RESISTENTES Pensando que los libros van a ir dirigidos a niños de corta edad
y que por eso estarán sometidos a un trato “severo”, deberán ser resistentes al
uso de unas manos inexpertas, a caídas, tirones, mordiscos, babeos, suciedades.
Debemos procurar que sean de papel duro o cartoné, con hojas plastificadas o de
tela y de encuadernación sólida.
MANEJABLES. Hojas gruesas y fuertes, sobre todo de 0-2 años.
Posteriormente podrán ser cada vez mas delgadas. Con esto se trata de facilitar
el manejo de las hojas, debido a la progresiva adquisición de la motricidad fina
de dedos. Deben ser de poco peso y grosor con el objeto de facilitar su manejo.
Por otro lado, el grosor va relacionado con otro aspecto de estos cuentos que es
la brevedad, pues han de ser cortos en su extensión temática. En cuanto a la
forma, se suelen preferir los cuadrados y de cantos redondeados de tamaño
mediano Hoy tienen cierta importancia los libros de cuentos de tamaño
semejante a los niños, siendo sus ilustraciones de un gran tamaño.
ILUSTRACIONES
o Dibujos en vivos y variados colores, sobre todo, brillantes.
o Dibujos simples y realistas -identificables--, de trazo sencillo y lo más
escueto posible que no se recree en detalles excesivos.
o Pocas figuras en cada dibujo, sobre todo de 0-2 años.
o Según va aumentando la edad las ilustraciones y los objetos se van
haciendo más detallados, pequeños, aumentando la riqueza de los
fondos de los dibujos.
o En cuanto a la acción, los personajes al principio son estáticos. A los 2
años, se pueden representar pequeñas acciones. A partir de los, 5 años,
se puede incluir más de una acción en cada dibujo o realizar libros de
imágenes que narren pequeñas historias en forma de acciones
encadenadas.
TEXTO.
o De 0-2 años, sin texto.
o A partir de los 2 años, palabras o frases breves deben acompañar a la
ilustración. de tal modo que motiven al niño a leer. Sin embargo, deben
abundar las imágenes y ser escasísimo el texto.
o Letra grande y clara.
o Para los niños cuenta más la belleza de la forma que su propio
contenido.
o La calidad estética y agradable de los dibujos y el texto ayudan a
formar en los niños el gusto por el arte y por lo bello.
Para obtener una mayor utilidad de los libros y que éstos.sirvan efectivamente de
ayuda en las tareas de la clase, la biblioteca de aula debe estar constituida por una
selección de textos lo más adecuada posible a las características de los niños que los van
a usar.
Los textos deberán reunir la suficiente diversidad de formatos, temas e ideas como
para satisfacer en todo momento los diferentes intereses de los niños de la clase y atraer
su atención.
La biblioteca de aula debe poder facilitar una rápida localización de textos, para
poder aprovecharlos en las tareas de enseñanza-aprendizaje.
Podrían estar ordenados en los siguientes grupos de libros y agrupados con arreglo a
las edades de los lectores.
La biblioteca debe ocupar un lugar donde los niños no puedan ser molestados por los
demás.
La biblioteca debe diferenciarse a simple vista del resto de la clase por los libros, la
decoración, color de muebles, ambiente tranquilo. iluminación natural.
Las sillas han de ser cómodas y mejor si hay un gran colchón de espuma. forrado en
plástico o goma lavable, donde el niño pueda sentarse, tumbarse, según la necesidad
afectivo-dinámica de su cuerpo.
Deben evitarse los amontonamientos de libros, con el fin de que el niño pueda ver
todos los libros elegir aquél que sea más de su agrado.
Al no saber leer se deben exponer los libros de forma que puedan verse sus portadas.
siempre que sea factible. Así, el colorido y atractivo de los dibujos suscitarán la
curiosidad y atención de los niños.
Las baldas de los expositores deben poder facilitar el acceso del niño al libro que le
atrae no, a los misterios que encierra. Los libros deben estar a la vista del niño o en
armarios o mesas bajas y, si están en estantes, éstos deben estar abiertos y accesibles al
niño