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MATERIAS PRIMAS PARA LA FORMULACIÓN DE ALIMENTOS DE AVES Y CERDOS

16 Jun 2022
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La formulación de alimentos para aves y cerdos consiste en el cálculo de las diferentes cantidades de materias
primas que son necesarias para

FORMULACIÓN
La formulación de alimentos para aves y cerdos consiste en el cálculo de las diferentes cantidades de materias
primas que son necesarias para formar una dieta que suministre todos los nutrientes que requiere un animal.
Debido a que los costos de los alimentos representan dos tercios o más de los costos totales en la producción
porcina y avícola, se presta especial atención a la formulación del alimento.
Existen diferentes estrategias disponibles para la formulación de alimentos, la mayoría son una combinación
de los requerimientos de energía y proteínas, que incluyen la digestibilidad de los aminoácidos.

La presencia de componentes no digeribles en las materias primas y el uso de enzimas exógenas para mejorar
la digestibilidad también son factores que deben tenerse en cuenta en la formulación de alimentos.
 En algunos casos, la formulación de alimentos también incluye estrategias para reducir las emisiones
de nitrógeno o fósforo y el impacto ambiental de la industria porcina y avícola.
 
Fuentes de energía

Las materias primas más utilizadas como fuente de energía en las dietas de cerdos y aves son:
 Maíz
 Sorgo
 Trigo
 Avena
 Cebada
 Arroz
 Mijo
 Subproductos de la industrialización de los cereales
Estos compuestos también aportan proteínas, minerales y vitaminas, pero la razón principal de su uso es
la energía. Las materias primas utilizadas como fuentes de energía son el componente principal de las dietas,
llegando hasta un 99% en patos y gansos durante la alimentación forzada (Arroyo et al., 2016).
Los granos de cereales son los principales contribuyentes, pero los tipos de granos de cereales utilizados
dependen en gran medida de sus costos y de su disponibilidad local para la dieta animal.

El maíz se utiliza ampliamente como fuente de energía en la alimentación de cerdos y aves. En


América y Europa, la tasa de incorporación puede llegar al 50-80% de las dietas. En Asia y África, se
produce maíz insuficiente, las importaciones son demasiado costosas y, como resultado, el maíz no se usa tan
comúnmente (Ravindran, 2016).
 

El sorgo es una fuente de energía ampliamente utilizada para las aves de corral, especialmente en
regiones cálidas y propensas a la sequía (Ravindran, 2016).
Las variedades de sorgo más viejas contenían altos niveles de tanino (>1%), lo que limita la digestibilidad y
el uso. Las variedades con bajo contenido de taninos (<0,5%) tienen entre el 90% y el 95% del valor
energético del maíz.
El tratamiento físico y las enzimas pueden mejorar el uso del sorgo en la dieta de las aves.
El sorgo bajo en taninos se puede utilizar libremente en las dietas de los cerdos, mientras que el sorgo con
altos niveles de taninos se debe utilizar en cantidades graduales, comenzando desde el 5% en lechones y
cerdas lactantes y llegando hasta el 20% en las últimas etapas de engorde y para cerdas gestantes ( Tokach et
al., 2015].
Para lechones de menos de 10kg de peso corporal, es mejor usar solo sorgo bajo en taninos y nunca exceder
el 50% del contenido total de cereales.
 

 El mijo es una fuente de energía ampliamente utilizada para las aves de corral en regiones
cálidas y propensas a la sequía. Su tasa de incorporación es similar a la del maíz en las dietas de cerdos y
aves.
 

 Las variedades de trigo se clasifican en blandas o duras según su contenido en gluten. Las
variedades de trigo blando se usan comúnmente en Europa y Canadá en dietas para cerdos y aves, a niveles
de incorporación de alrededor del 30%. Se han utilizado niveles más altos (80%–85%) en aves de corral.
 

 Los cerdos alimentados con dietas a base de cebada tienden a comer más para compensar el
menor contenido energético de la cebada en comparación con las dietas a base de maíz (Sullivan et al., 2005).
El tratamiento físico o la suplementación con enzimas se pueden usar para aumentar la cantidad de cebada
que se puede incorporar en la dieta de las aves.
 
 Los granos de avena tienen mayor contenido de fibra y menor densidad energética que la
cebada. La avena puede componer hasta el 90% de la dieta de las cerdas gestantes, donde es beneficioso
limitar la ingesta de energía. Para cubrir los requerimientos energéticos, la avena no debe constituir más del
20% al 40% de la dieta de los cerdos en crecimiento y finalización y el 5% de la dieta de los cerdos pequeños
y las cerdas lactantes (Sullivan et al., 2005).
El uso de avena en dietas para aves es limitado: La avena desnuda se ha utilizado con éxito hasta en un 30%
de la dieta de las gallinas ponedoras, en sustitución del maíz, la harina de soja y el aceite (Cave et al., 1989)
 

 El arroz es un ingrediente valioso en las dietas de cerdos y aves. Algunas variedades de arroz
contienen un 20% de sílice, lo que puede tener efectos adversos en el rendimiento de las aves.
El procesamiento del arroz mejora la digestibilidad del alimento y el rendimiento productivo de los cerdos
(Asyifah et al., 2011).

 
Los subproductos de cereales (salvado de arroz, piensos de gluten de maíz, piensos de trigo, productos de
confitería, subproductos de destilería y otros subproductos de cereales) se utilizan cada vez más en la
alimentación animal. Estos compuestos suelen ser ricos en fibra y tienen un bajo contenido energético, por lo
que se utilizan poco en las aves de corral.
 Su tasa de incorporación puede llegar al 10-15% en algunas dietas para aves y al 30% en cerdos
(Stein y Shurson, 2009).
 
Las grasas son una forma de energía altamente concentrada, pero su inclusión como grasas o aceites
verdaderos se limita al 2%-5% de la dieta debido a su alto costo y al riesgo de ranciedad durante el
almacenamiento a largo plazo.
 

 
Fuentes de proteínas
Son el segundo componente más importante de las dietas de aves y cerdos. La suplementación con
aminoácidos generalmente se realiza para completar la dieta.
 Se deben suministrar aminoácidos esenciales, junto con suficientes aminoácidos no esenciales para evitar
la conversión de aminoácidos esenciales en aminoácidos no esenciales (Wu, 2014).
La harina de soja es la fuente de proteína preferida para la alimentación de cerdos y aves, ya que
contiene entre un 40% y un 50% de proteína cruda, según la cantidad de cáscaras eliminadas y el
procedimiento de extracción de aceite utilizado.
Las harinas de colza y canola son subproductos de la extracción de aceite que pueden utilizarse como
fuentes de proteína en la nutrición animal. La harina de colza tiene un valor nutritivo más bajo que la harina
de soja debido a su menor contenido de proteína, mayor contenido de fibra cruda y porque contiene
antinutrientes como glucosinolatos y ácido erúcico.
El uso de harina de colza como sustituto de la harina de soja está limitado en cerdos y aves a menos del 1%
de las dietas (Wu, 2014). La canola se creó en la década de 1970 a través del cruce de plantas para eliminar
los glucosinolatos y el ácido erúcico de la colza.
 Revisiones recientes de la literatura sugieren que el rendimiento se ve afectado cuando más del 50%
de la harina de soja se reemplaza por harina de canola en la dieta de cerdos y aves (Khajali y
Slominski, 2012).

La harina de girasol también es un subproducto de la extracción de aceite. Contiene 29%-30% de proteína,


27%-31% de fibra cruda y 9%-12% de lignina (Lomascolo et al., 2012). Reemplazar la harina de soja con
harina de girasol a altas tasas es posible en diferentes especies de aves (Jankowski et al., 2012) y también se
puede utilizar en la alimentación de cerdos, aunque algunos estudios sugieren que la digestibilidad de los
aminoácidos fue menor que en la harina de soja (Gonzalez-Vega et al., 2012).
 
La harina de semilla de algodón es una rica fuente de proteínas (20% a 56%) y energía metabolizable que se
usa comúnmente para la alimentación animal.
 Sin embargo, su uso en dietas para cerdos y aves está limitado por la presencia de compuestos
tóxicos como el gosipol, además de altos contenidos de fibra y proteínas de baja calidad.
No se encontró ningún efecto perjudicial sobre el rendimiento de los pollos de engorde cuando se usó harina
de semilla de algodón para reemplazar hasta un 20 % de harina de soya en la dieta (Batonon-Alavo et al.,
2015).

Los ingredientes de proteína animal, como el suero de leche deshidratado y la harina de pescado, se pueden
utilizar para equilibrar el contenido de aminoácidos de las dietas, especialmente para animales jóvenes
cuyos requisitos de aminoácidos son elevados.
 Sin embargo, debido a sus altos precios, la tasa de incorporación suele ser baja (Ravindran, 2013).

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