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Desarrollo de la identidad en 

la adultez emergente

Integrantes:
Carolina Carvajal Saldivia, Javiera Monje
Montanares, Krishna Navarrete Albarrán y
Nicolás Palacios Aedo.
Asignatura:
Psicología del ciclo vital II.

Docente:
Alejandra Maco Bustamante.
Victoria, 30-10-2020
Introducción

En la actualidad no hay grandes y numerosas investigaciones que traten temas sobre la identidad

en la adultez a diferencia de la niñez y la tercera edad, lo cual hace un contraste con lo

importante que es ser conocedor de las cualidades y particularidades de esta etapa del ciclo

evolutivo del adulto emergente, en especial en el ámbito psicosocial en donde interactúan una

serie de variables (tanto a nivel social como transicional) provenientes de nuestro entorno el cual

es la base para que el ser humano comience a formarse y ser parte de la sociedad.

En este contexto es donde comienzan a vivir diversas experiencias y relaciones interpersonales

las cuales van a moldear la conducta de un sujeto, tal como el aprendizaje adquirido desde

pequeño, los modelos parentales y estilo de crianza, ya que, es durante esta etapa donde se

adquieren habilidades básicas para comunicarse y sobrevivir, además de características

individuales como la edad, sexo y autoestima, dando origen a un modo de pensar, una

perspectiva única ante la vida y la identidad, constituyendo un modo de ver las cosas y sentir,

esto trae como consecuencia el pertenecer a grupos entre pares en donde haya un sentimiento de

identificación. Para continuar cabe destacar que todo ser humano contiene una identidad personal

y una social, la cual hace referencia a la autopercepción y conocimiento que se tenga de sí

mismo, todo este proceso con la finalidad de alcanzar el objetivo de autonomía e independencia

para incorporarse en el mundo adulto.

Por tal razón lo primero que se debe tener en cuenta al momento de intentar comprender la

identidad es que no es algo irreversible y estático, sino que más bien forma parte de todo un

proceso de dinamismo constituido por decisiones y cambios, en dónde el adulto emergente

deberá introducirse en esta búsqueda en base a su propio ritmo y con la posibilidad de que al

haber encontrado una identidad se pueda sufrir una nueva crisis que le haga sumergirse
nuevamente en la búsqueda, la cual puede llevar a una identidad completamente distinta, ya sea

de política profesional, religiosa u relacional.

Producto de ello es que resulta vital que el adulto emergente explore su entorno, escogiendo

métodos de afrontamiento y a la vez ampliando sus límites los cuales permitirán que conozca

aquello que está bien y lo que está mal, es esta la única manera en la que se puede llegar a la

verdadera identidad.
Palabras claves: Trayectorias evolutivas, adultez temprana, identidad adulta, adultez emergente.

En primera instancia cuando hablamos de trayectoria evolutiva hacia la adultez emergente se

debe tomar en cuenta una serie de transiciones en aspectos tantos físico psicológicos y sociales,

que en especial marcan un período en la cual el individuo busca experimentar su independencia,

madurez, así como también ser productivo en diferentes ámbitos como es el educacional o el

laboral, además de involucrarse con diversos tipos de personas. Con respecto a lo anterior,

Izquierdo (20025) en Uriarte (2008) afirman que:

En definitiva, la edad en la que las personas se incorporan a la edad

adulta varía de unas sociedades a otras, de unas épocas a otras y está

condicionada por la extensión temporal de la adolescencia (…) La

sociedad adulta difiere en el grado en que favorece y alienta el acceso a

estatus de adulto o prolonga el estado de dependencia padres-hijos.

(p.296)

Ahora bien, en cada etapa del ciclo vital del ser humano existe la búsqueda de encontrar una

identidad en la cual se acompañe de diferentes formas de organización para ajustarse tanto a su sí


mismo, como al entorno social independiente de los padres, para enfrentar los que exige el medio

en que se desenvuelven. Acerca de la adultez temprana Uriarte señala que:

En los primeros años de la edad adulta, los jóvenes forman la identidad

abandonando la “identidad adolescente”, experimentando nuevas formas

de convivencia, de residencia y de actividad que marcan trayectorias

discontinuadas y diferenciadas culturalmente, pero que principalmente

gira en torno al establecimiento de relaciones íntimas y la incorporación

al mundo laboral alternado con los estudios o con períodos de

inactividad. (p.297)

Se debe tener en cuenta que el concepto de identidad adulta es principalmente un estatus social

que se adquiere a medida que la persona se desarrolla laboralmente según los roles que les

corresponda realizar y que a través de experiencias subjetivas esto se transforma en relevante

para la persona, tanto en aspectos psicológicos como social colaborando en la construcción de la

identidad y así sentirse valorado en un grupo social.

Sin embargo, esta identidad es dinámica, es decir va en un constante movimiento y no solo queda

estancada a una época etaria, por eso en los países del sur de Europa se inclinan en decir que

existe una identidad transitoria de “joven para siempre”, que tiene los derechos y las ventajas de

ser adulto, autonomía suficiente para decidir sobre sus asuntos, pero sin las obligaciones o

responsabilidades adultas (Uriarte, 2008).

Por otra parte, la adultez emergente más que ubicarla en algún año especifico estaría relacionada,

con la experiencia que se integrarían en los diferentes ámbitos como individuo biopsicosocial. Es

por eso que, pese a que los estudios la señalan en el rango de edad entre los 20 a 30 años, esta
adultez emergente es un proceso permanente de construcción. Uriarte (2009) afirma que: “Lo

determinante de sentirse adulto es la disposición a dirigir su vida con cordura, seriedad,

responsabilidad y confianza en sí mismo, a sentirse adulto entre adultos, no tanto las

responsabilidades mayores que poco a poco va asumiendo” (P.303).

Por otra parte, debemos comprender el hecho de que es fundamental la importancia conocer la

manera en que se va moldeando el constructo de identidad en los adultos emergentes en conjunto

con las variables influyentes, de tipo individuales y contextuales del ámbito psicosocial, por tal

razón se abordará un artículo que hace énfasis en la identidad a nivel global e individual, el cual

nos habla de que el hecho de que la identidad se defina como un proceso evolutivo hace

referencia a que hay un crecimiento en lo cognitivo, fisiológico y relacional, es decir es un

proceso de transformación desde lo más interno del ser humano como sus pensamientos y

sentimientos hacia su modo de actuar e incidir en el mundo, por ello es que muchas de las

actitudes realizadas por los adultos emergentes tendrán como base el rol de grupo de pares, lo

que demuestra el rol crucial que juega la sociedad en la búsqueda y formación de la identidad, en

dónde se puede tomar como base para la reflexión lo mencionado en el artículo acerca de que se

logrará una adaptación y ajuste siempre que se coincida con el rol social desempeñado, en otras

palabras, el adulto emergente debe presentar una coherencia entre lo que siente y piensa y

aquello que realiza, para que así la sociedad le perciba como el sujeto que en realidad es,

evitando una disonancia cognitiva, y resolviendo de modo eficaz cuatro crisis propias del adulto

emergente y su modo de resolver sus conflictos, estas son la difusión de identidad en dónde el

adolescente no se enfoca en una búsqueda ni tampoco se encuentra comprometido, en la cerrazón

en cambio hay un compromiso, pero sin exploración de opciones, al contrario de moratoria


en dónde hay búsqueda sin un compromiso para llegar finalmente al logro de identidad basado

en compromisos estables y identidad explorada, en base a esta temática, Zacarés, Iborra, Tomás

y Serra (2009) aseguran que: “No se produce necesariamente una secuencia invariante de etapas

a modo de transición jerárquica de los estatus bajos a otros altos, ni tampoco el estatus de logro

es la meta final en la cual culmina el desarrollo de la identidad” (Zacarés et al.). Esto explicado

de otro modo indica que la identidad no es una evolución desde la difusión hacia el logro si no

que más bien es algo dinámico en constante cambio, además de esta el logro de intimidad

vinculado con la

edad en los adultos emergentes, ya que, a mayor edad menos difusión de identidad, lo

que hablaría de una mayor madures y conciencia en cuanto a aspectos del ciclo vital,

acompañado de la variable sexo, la cual jugaría el rol de destacar la diferencia existente

entre la exploración de hombres y mujeres, asimismo resaltar los cambios que se

evidencian a lo largo de las múltiples investigaciones realizadas, tal como Zacarés,

Iborra, Tomás y Serra (2009) aseguran: “Las diferencias sexuales, cuando aparecen,

indican una superior madurez evolutiva en las chicas especialmente en el ámbito de las

relaciones de intimidad, la única excepción la constituiría el ámbito político” (Zacarés

et al.). Por otro lado, se deben mencionar las características individuales del sujeto como

es su autoestima, esta es vital a la hora de tomar decisiones, dado que, funciona como

un motor que guía la conducta hacia el progreso o el estancamiento, pero no solamente

hay agentes internos que influyen si no que externos, así es como de vez en cuando hay
adultos emergentes o adolescentes que no logran encontrar su identidad, ya sea por sus

propios rasgos o por los tipos de relaciones que mantienen como puede ser sus pares y

sus progenitores, esto es producto de que el ser humano desde pequeño crece en un

entorno el cual le otorgará los recursos y herramientas necesarias para sobrevivir,

además de sus creencias, cultura y valores, constituyendo los padres el modelo principal

del futuro adulto emergente, el cual con el paso del tiempo se comenzará a vincular con

sus pares quienes servirán de apoyo de forma directa o indirecta construyendo de

manera progresiva hábitos y manera de ser.

Tras haber comprendido los puntos anteriormente tratados, una investigación reciente que

traslada la temática tratada con anterioridad es titulada como: “Evaluación de la adultez

emergente en Chile: validación del IDEA - extendido en universitarios chilenos”, la cual tiene

como principal finalidad de interiorizar a la psicología evolutiva el concepto ya esclarecido de

adultez emergente, el cual, es un proceso que oscila alrededor de los 18 y 19 años de los

individuos según su periodo evolutivo. Esta investigación como bien su nombre dice, utiliza

como medio de investigación a el Inventario de Dimensiones de Adultez Emergente (IDEA), el

cual fue aplicado a una muestra de la población de 589 de universitarios chilenos, con la

finalidad de esta investigación fue el de evaluar la pertinencia cultural y las características

psicométricas en lo que respecta a los individuos en cuestión (adultos emergentes).


Esta investigación deja en claro el hecho de que la característica más relevante en lo que

concierne a la adultez emergente es que la mayoría de los individuos que pertenecer a esta etapa

del ciclo vital no logran auto percibirse como adolescentes, pero a la vez tampoco sienten que

han alcanzado por completo la etapa de adultez, por lo cual estos hechos traen como

consecuencia una identidad difusa entre lo que proviene de las etapas de la vida anteriormente

citadas.

El Inventario de Dimensiones de Adultez Emergente (IDEA), corresponde en simples palabra a

la construcción y adaptación de test y cuestionarios especialmente enfocados hacia los individuos

que se encuentra en la adultez emergente, estos se encuentran en contextos lingüísticos y

culturales específicos para esta población demográfica. El Inventario de Dimensiones de Adultez

Emergente tiene como uno de sus ejes centrales el contemplar los aspectos éticos y émicos

(nuestra conducta interna) mediante la evaluación multicultural como su objetivo principal.

Según lo expresado por Berry, Poortinga, Segall, y Dasen (1992) sostienen lo siguiente:

Al evaluar la AE con un instrumento, es importante considerar que las culturas son

entidades complejas y variables, donde coexisten aspectos éticos (características y

significados universales) y émicos (características, significados y conceptos particulares

de un determinado contexto cultural, que tienen sentido sólo en ese marco de referencia),

aspectos que deben estar contenidos en el instrumento de evaluación.

El documento realizado por los autores: Ana Barrera-Herrera, Eugenia V. Vinet y Manuel

S. Ortiz, “Evaluación de la adultez emergente en Chile: validación del IDEA - extendido en

universitarios chilenos”, tuvo la característica de ser una investigación cuantitativa, la cual


expuso entre sus resultados hechos en concreto, tales como el porcentaje del sexo al cual

correspondían los individuos encuestados, la media de edad, su proveniencia en lo que concierne

a su residencia (Urbana - rural), el hecho de que si viven con su padres o son independientes,

estado civil, pertenencia étnica, nivel socio económico, grado educativo, etc.

Por otra parte, los resultados que entrego el Inventario de Dimensiones de Adultez Emergente

aplicado a la muestra en cuestión, expone los índices correspondientes a las dimensiones en

cuestión como lo son el grado de apertura personal, la autosuficiencia, el grado de relaciones

interpersonales, grado de autonomía, grado de reflexión y lo que centra esta investigación, la

construcción de la identidad.
Conclusión
Para concluir este aglomerado de fichajes rescatamos como principales puntos claves la

relevancia que posee en particular esta etapa de la vida humana, esto se ve demostrado debido a

el grado de implicación que se compromete en el desarrollo de la identidad de el individuo,

mediante un extenso proceso que comienza desde el final de la adolescencia hasta el comienzo

de la etapa adulta.

Tomando en consideración lo expuesto anteriormente es posible llegar a la conclusión de que el

encuentro de la propia identidad se encuentra íntimamente vinculado con la capacidad de los

individuos de ajustarse y adaptarse a su ambiente cambiante únicamente si sabe cuáles son

aquellas demandas internas que le motivan a actuar en su entorno,en relación a cada experiencia

vivida en este periodo ,caracterizado principalmente por la progresiva autonomía, la madurez


psicológica, la productividad y la capacidad de ocuparse de manera independiente en diversos

ámbitos de su desarrollo.

Es así como la identidad es un proceso dinámico y complejo que muchas veces va a indicar

crecimiento pero simultáneo a esto existe la posibilidad de que haya también una decadencia,

producto de que es una mezcla entre procesos biológicos, cognitivos y socioemocionales, los

cuales van a indicar una transición y madurez de una etapa evolutiva hacia otra, aquello permitirá

que adopten el papel más adecuado para desempeñarse en la sociedad, por lo cual la

comprensión de esto debe ir más allá para poder concebirla como una etapa de crisis en dónde se

generarán cambios que causen una inestabilidad que lleven al sujeto a explorar su entorno y

conocerse a sí mismo, por tal razón es fundamental que el adulto emergente obtenga las

herramientas y recursos necesarios para afrontar las diversas crisis que provengan.Es por medio

de la maduración psicológica que muchos jóvenes alcanzan la meta a la adultez, siempre y

cuando lo padres les den la posibilidad de independencia necesaria para así no retrasar este

proceso y se sienta capaz de salir de su hogar e insertarse en el mundo laboral para comenzar a

vivir las circunstancia que conlleva estar insertos en el mundo adultos, así también sentir un

independencia emocional con sus progenitores.


Bibliografía de fichajes

Barrera-Herrera, Ana, Vinet, Eugenia V., & Ortiz, Manuel S.. (2020). Assessment of emerging
adulthood in Chile: Validation of the extended - IDEA in Chilean University Students. Terapia
psicológica, 38(1), 47-61. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-48082020000100047
Zacarés, Iborra, Tomás y Serra (2009) el desarrollo de la identidad en la adolescencia y adultez
emergente: una comparación de la identidad global en dominios específicos
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Uriarte,J. (2008). Identidad despues de la Adolescencia,Trayectoria y Caracteristicas.


Revista Internacional de Psicologia Evolutiva., 1, 295-306. Recuperado el 23 de
noviembre de 2020, de
http://infad.eu/RevistaINFAD/2008/n1/volumen1/INFAD_010120_295-306.pdf

Referencias de citas

Zacarés, Iborra, Tomás y Serra (2009). El desarrollo de la identidad en la adolescencia y adultez


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Recuperado el 23 de noviembre del 2020, p.2 de https://scholar.google.es/scholar?
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Zacarés, Iborra, Tomás y Serra (2009). El desarrollo de la identidad en la adolescencia y adultez


emergente: una comparación de la identidad global frente a la identidad global en dominios
específicos. Recuperado el 23 de noviembre del 2020, p.3 de https://scholar.google.es/scholar?
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Berry, J. W., Poortinga, Y. H., Breugelmans, S. M., Chasiotis, A., & Sam, D. L. (2011). Cross-
Cultural Psychology: Research and Applications (3rd Revised ed.). Cambridge, Reino Unido:
Cambridge University Press.

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