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¡MI SEXUALIDAD!.
INTRODUCCIÓN.
El presente taller va dirigido principalmente a los adolescentes de entre 12 a 19 años,
quienes en esta etapa de desarrollo presentan constantes cambios tan notables,
mismos que los llevan a tener inquietudes, por lo que este taller busca brindarles la
información verídica de acuerdo a sus necesidades.
Específicamente está dirigido, dentro de las áreas del desarrollo, al ámbito motriz,
puesto que en la adolescencia se da la maduración física y sexual. Partiendo de ésta
área se involucrará el área afectiva: el como se sienten con estos cambios evidentes,
el como estos cambios a nivel fisiológico mueven a sentir atracción sobre los otros y
el como los otros también se sienten atraídos por uno mismo, buscando respuestas
adaptativas y sanas ante estos eventos.
Iniciaremos pues, partiendo de cada uno de ellos, del autoconcepto, reconociendo
características de todo adolescente haciendo consciencia de los cambios en ellos
mismos buscando también una sana autoestima. En seguida se continuará
enfatizando el área sexual, definiendo diferentes conceptos relacionados con el tema,
las formas de expresión sexual y de afecto, entre ellas enfatizando en el noviazgo,
mismo que en esta etapa se dan sus primeros intentos para después poder tocar el
tema de la responsabilidad sexual, conociendo diferentes formas de autocuidado en
prevención de embarazos no deseados. El taller pretende concluir con la posibilidad
de que cada adolescente, además de la información brindada, pueda tener
herramientas para el autocuidado y prevención de abusos sexuales. Estas
herramientas brindadas con temáticas como la comunicación asertiva, para que
tengan la habilidad de decir lo que sienten, piensan y quieren, así como del reconocer
las redes de apoyo en caso de que se enfrentaran a alguna situación de riesgo.
Este material deseo sea de ayuda para todos los adolescentes, así como para quienes
están interesados en brindar la ayuda adecuada a sus adolescentes y disponen de su
apertura al conocimiento.
MARCO TEÓRICO
De acuerdo a Stanley Hall (1904), la adolescencia es la etapa esencialmente dramática
y tormentosa en la que se producen innumerables tensiones, con inestabilidad,
entusiasmo y pasión en la que el joven se encuentra dividido entre tendencias
opuestas. Supone un corte profundo con la infancia, es como un nuevo nacimiento en
la que el joven adquiere los caracteres humanos más elevados.
La OMS (2000) define la adolescencia como el periodo de crecimiento y desarrollo
humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y
los 19 años. Se trata de una de las etapas de transición más importantes en la vida del
ser humano, que se caracteriza por un ritmo acelerado de crecimiento y de cambios,
superado únicamente por el que experimentan los lactantes. Esta fase de crecimiento
y desarrollo viene condicionada por diversos procesos biológicos. El comienzo de la
pubertad marca el pasaje de la niñez a la adolescencia.
Los determinantes biológicos de la adolescencia son prácticamente universales; en
cambio, la duración y las características propias de este periodo pueden variar a lo
largo del tiempo, entre unas culturas y otras, y dependiendo de los contextos
socioeconómicos. Así, se han registrado durante el pasado siglo muchos cambios en
relación con esta etapa vital, en particular el inicio más temprano de la pubertad, la
postergación de la edad del matrimonio, la urbanización, la mundialización de la
comunicación y la evolución de las actitudes y prácticas sexuales.
Por todo esto, enfatizamos en la adolescencia como preparación para la edad adulta,
por lo que todo lo que ocurra o no en ella será determinante. Muchos adolescentes se
ven sometidos a presiones para consumir alcohol, tabaco u otras drogas y para
empezar a tener relaciones sexuales, y ello a edades cada vez más tempranas, lo que
entraña para ellos un elevado riesgo de traumatismos, tanto intencionados como
accidentales, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual (ITS), entre
ellas el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Por ello la importancia de poder
brindar a los adolescentes información clara y a tiempo en prevención de estos riesgos.
Los adolescentes son aún menores de edad, por lo que dependen de su familia, su
comunidad, su escuela, sus servicios de salud y su lugar de trabajo para adquirir toda
una serie de competencias importantes que pueden ayudarles a hacer frente a las
presiones que experimentan y hacer una transición satisfactoria de la infancia a la edad
adulta. Los padres, los miembros de la comunidad, los proveedores de servicios y las
instituciones sociales tienen la responsabilidad de promover el desarrollo y la
adaptación de los adolescentes y de intervenir eficazmente cuando surjan problemas.
Durante la niñez, el individuo adopta un papel receptor de toda la influencia y
enseñanzas que recibe del medio. Al iniciar la pre adolescencia y en especial la
adolescencia, emergen los cuestionamientos sobre si mismo, como una necesidad
imperiosa de responder a la pregunta ¿Quién soy yo?: un intento por esclarecer su
propia identidad. El adolescente se inclina a las relaciones sociales debido a que
necesita percibir el apoyo de su grupo, al tiempo que se torna pensativo e introspectivo,
de tal forma que al volcar la observación sobre si mismo, a entender lo que está
teniendo con su cuerpo. Comienza por analizar cualidades, habilidades, fortalezas e
intereses al igual que sus propias limitaciones, formando asi una imagen de si mismo
o autoconcepto. Posteriormente efectúa una evaluación de esta imagen y estructura
su autoestima en un proceso que tiene lugar a lo largo de esa etapa. (González, F.,
2000).
Asi como el adolescente se vuelve crítico consigo también lo hace con la sociedad en
la cual está inmerso, es por esto que pareciera que su única meta es criticar
constantemente y sentir o expresar su inconformidad con lo que piensan, dicen o
hacen los adultos. Este proceso le ayuda en la conformación de su sistema de valores
que es el código a partir del cual va a dirigir sus propias acciones. En ocasiones adopta
el sistema de valores del grupo al cual pertenece, como prueba de que pertenece y es
leal al mismo (González, F., 2000).
En la primera etapa de la adolescencia se dan ciertos cambios que en principio pasan
desapercibidos, pero con el paso del tiempo, el adolescente nota que todos sus gustos,
sentimientos, actitudes y proyectos parecen estar tomando otro rumbo. Las reacciones
significativas del entorno se desestabilizan, incluso hasta desaparecer puntos de
encuentro con personas con las cuales se relacionaba y entendía perfectamente.
Estas sensaciones y experiencias son normales en un ambiente en el cual se gestan
cambios continuamente. (López E., 2000)
Con frecuencia los adultos se sienten desconcertados frente a estos cambios tan
drásticos del periodo de tiempo casimperceptibles. Esta sensación de inestabilidad
también es provocada por la confuso que experimental el joven cuando abandona el
mundo infantil y el estado de seguridad que peste suministra. A ello se suma la
incertidumbre de un espacio completamente desconocido que obliga a la integración
con el mundo de los adultos. Es tan profundo el cambio al cual se ve sometido el
adolescente que tiene que crear una nueva identidad que le permita volverse
productivo frente a las exigencias del medio que muchas veces exige actuar con
madurez, pero en otras le da tratamiento de niño, debilitando su estabilidad. (López E.,
2000)
Los adultos debemos efectuar control sobre las exigencias que le imponemos al
adolescente, evitando exponerlos a situaciones par las cuales no están preparados
pero que, sin embargo, propendan por la utilización de los recursos emocionales que
han venido adquiriendo a través de las diferentes fases de su desarrollo. Durante esta
etapa se intensifica el proceso de introspección y de autoexamen que lo lleva a
comprender lo que pasa con su propia identidad o con los remanentes de identidad
infantil y a partir de ahí construir una nueva identidad que le facilite llegar a la adultez.
El adolescente se siente presionado no solo por los cambios físicos que experimenta,
sino además por la necesidad de reestructurar su propia identidad y la proyección que
hace hacia el futuro de su plan de vida. Debe establecer sus habilidades, gustos e
inclinaciones para volverlos productivos en la escogencia de una actividad o profesión
o bien de un proyecto a mayor plazo.
La adolescencia es una etapa en la cual ya no se compite por los juguetes o decisiones
inmediatas sin mayores consecuencias, sino que el muchacho empieza a medir con
sus propios compañeros para lograr la seguridad de ser competitivo en un entorno mas
amplio y exigente que es la propia sociedad que los acoge. (López E., 2000)
La adolescencia debe ser interpretada como el despertar a dimensiones nuevas que
implican una renovación permanente. Un proceso de crecimiento lleno de sensibilidad
y creatividad. Una oportunidad que tiene el medio para volverse mas flexible ante la
acogida de nuevos cambios. Aquí los adultos deben orientar las condiciones de
transición que presenta el adolescente para canalizar su potencial productivamente.
De otro lado debemos estar preparados para aceptar relajada y pacientemente que
centro su atención en su grupo de amigos. Pero ampliar su núcleo relacional no
significa que no necesite la compañía y apoyo del adulto, es cuando mas lo necesita.
El adulto debe conocer al adolescente, para acompañarlo de la mejor manera y sobre
todo en temas tan delicados como lo es la sexualidad, delicado en cuanto a que
presenta muchos mitos, tabúes, etc. Y que depende también de la educación que el
adulto que acompaña al adolescente tuvo en estos temas.
En el adolescente, la sensibilidad y la apertura sexual hacen que el impulso sexual sea
muy fuerte en esta etapa, no por nada se presentarán temas como la masturbación
que hay que brindar el espacio tomando en cuenta que es una forma de canalizar todo
lo que sienten, hay que saber dirigirlos. El enamoramiento, a la vez, durante la
adolescencia es un proceso realmente trascendental, incluso mas que si se da 15 o
20 años después. Tal relevancia conduce a los jóvenes vivir episodios de duelo
sumamente intensos, (López E., 2000), por lo que es importante que ellos tengan la
información necesaria y guiarlos para evitar generalizaciones dañinas sin invalidar sus
emociones.
La presencia de los padres o adultos significativos es primordial, sobre todo con
sensibilidad en los adolescentes para lograr acompañarlos en todas sus experiencias,
sin pretender vivirlas por ellos mismos. El adolescente, por un lado, necesita toda la
independencia, pero por el otro requiere sentirse apoyado para lograr con amor éxito
dicha independencia. (López E., 2000).
BIBLIOGRAFÍA.
- Gonzalez, F., López E. (2000) “Sexualidad en la educación. Talleres para niños
y adolescentes. Tomo 2”. Ed. Gil editores.Colombia.
- Gonzalez, F., López E. (2000) “Sexualidad en la educación. Talleres para niños
y adolescentes. Tomo 3”. Ed. Gil editores.Colombia.
- Ramírez, C. (2014). “Dinámicas grupales para todas o todos” México.
- OMS (2000) “Salud del adolescente” recuperado de
https://www.who.int/maternal_child_adolescent/topics/adolescence/dev/es/
- pro familia (2020). “Conoce tu cuerpo, vive tu sexualidad. Adolescencia y
pubertad” recuperado de https://profamilia.org.co/aprende/cuerpo-
sexualidad/adolescencia-y-pubertad/