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Apocalipsis

Capítulo Uno

"La naturaleza y el trasfondo histórico del libro"


Las secciones principales de este capítulo:

I. Introducción:

A. La naturaleza del libro:

1. Se trata de una obra literaria de índole esencialmente profética


mediante la cual se presentan revelaciones inspiradas sobre muchos
eventos y condiciones de la Era Cristiana, como también sobre las
acciones y el destino de varias entidades espirituales y políticos. Entre las
profecías, se encuentran unas cuantas que describen gráficamente el
espantoso desenlace final de la gran Guerra Universal entre los dos
poderosos contrincantes Dios y Satanás. Esta misma Guerra es la que se
lucha también en la tierra entre las fuerzas del Bien y del Mal, entre la
iglesia verdadera fundada por Jesucristo y las organizaciones, tanto las
espirituales como las políticas, que se oponen a ella y a su mensaje.
Mediante los siguientes textos inspirados se identifica el contenido
principal de Apocalipsis:
a) El libro de Apocalipsis es "la revelación de Jesucristo...
para manifestar... las cosas que deben suceder" (1:1). El
propósito de la "revelación" es dar a conocer "las cosas que
deben suceder". "Deben suceder", o sea, tienen que suceder,
según lo previsto por Dios mismo.
b) "Las palabras de esta profecía" (1:3). Según este
versículo, el contenido de Apocalipsis es primordialmente
de "profecía".
2. Para muchos estudiantes de la Biblia, Apocalipsis es un libro
sumamente fascinante y misterioso, en parte por el contenido intrigante de
las profecías, como también en parte por las fuertes y exóticas figuras
retóricas utilizadas para presentarlas.
3. La gran mayoría de los creyentes lo tiene como un libro muy difícil
de entender, casi indescifrable.
B. Para este "Comentario sobre las Profecías de Apocalipsis”
establecemos la meta siguiente: Presentar las interpretaciones que, a
nuestro juicio, son las más lógicas por ser las que mejor armonizan entre
sí, concuerdan con las demás Escrituras inspiradas y se ajustan a los
eventos ya transcurridos durante la Era Cristiana, como también a los
acontecimientos y las circunstancias significativas del tiempo presente (la
última década del siglo veinte y la primera del siglo veintiuno).

II. El trasfondo histórico de Apocalipsis.

A. ¿Quién es el autor? El apóstol Juan.

1. Juan mismo afirma haber recibido la revelación:

a) Apocalipsis 1:1. "La revelación de Jesucristo, que Dios le


dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su
ángel a su siervo Juan."
b) Apocalipsis 1:4. "Juan, a las siete iglesias que están en
Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha
de venir, y de los siete espíritus que están delante de su
trono."
c) Apocalipsis 1:9. "Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe
vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de
Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la
palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo."
d) Apocalipsis 21:2. "Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva
Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una
esposa ataviada para su marido."
e) Apocalipsis 22:8. "Yo Juan soy el que oyó y vio estas
cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para
adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas."

2. Los siguientes escritores del segundo siglo y de la primera parte del


siglo tres de la Era Cristiana atestiguan que el apóstol Juan es el autor de
Apocalipsis: Justino Mártir, Ireneo, Clemente, Origen, Tertuliano e Hipólito.
B. ¿Dónde fue escrito? "En la isla llamada Patmos" (1:9).
1. La localización de Patmos, su tamaño y su topografía: "Unos 100 km.
al suroeste de Éfeso, 16 km. de largo por 12 de ancho, rocosa y sin árboles.
Se informa que Juan fue desterrado allí durante la persecución bajo
Domiciano en el año 95 d.C., suelto y permitido su regreso bajo el
emperador siguiente, Nerva, en el 96 d.C. y que vivió hasta el reinado de
Trajano que comenzó en el 98 d.C." (Compendio manual de la Biblia, Henry
Haley, 609).

2. La razón por la cual Juan se encontraba en la isla:

a) "Por causa de la palabra de Dios" (1:9).


b) "Y el testimonio de Jesucristo" (1:9).

C. ¿Cuándo fue escrito Apocalipsis?

1. La razón principal para pensar que fuese escrito en el año 95 o el año


96 d.C.: el testimonio de Ireneo quien vivió en el segundo siglo. Ireneo
escribió: "La Revelación fue vista no hace mucho tiempo sino casi durante
el tiempo de nuestra generación hacia el fin del reinado de Domiciano".
a) Domiciano reinó desde el año 81 hasta el año 96 d.C.
b) Ireneo (nacido en el año 130 d.C.) era contemporáneo de
Policarpo y dice que escuchó a este predicar.
c) Policarpo, quien murió en el año 155 d.C., era, a su vez,
contemporáneo del apóstol Juan por más de veintinueve
años.
d) Conclusión: Ireneo tuvo amplias oportunidades para
obtener, a través de Policarpo, información fidedigna acerca
del apóstol Juan, sus obras y sus escritos.
e) Objeción a la conclusión. Se alega que el lenguaje de
Ireneo en el idioma original es ambiguo dando lugar a una
interpretación diferente, a saber, que el libro de Apocalipsis
como tal (supuestamente ya existente desde antes del año 69
d.C.) fue visto en el año 95 d.C., o quizás en el año 96, o que
Juan mismo, como persona viva en la tierra, fue visto.
f) Evaluación de la objeción. El contexto de la afirmación de
Ireneo claramente indica que se trata de las visiones de
Apocalipsis y no del libro en sí como objeto. De hecho, el
apóstol Juan utiliza el verbo "Vi" por lo menos treinta y siete
veces en el libro y el verbo "Miré" por lo menos doce veces.
Ciertamente, "la Revelación fue vista", tal y como dice
Ireneo. Por estas razones la objeción carece de validez.
g) La frase "no hace mucho tiempo sino casi durante el
tiempo de nuestra generación" la consideramos una
evidencia prácticamente contundente de que Apocalipsis
data desde el año 95 d.C. y no desde la década de los sesenta
del primer siglo, pues Ireneo nació, aproximadamente, en el
año 130 d.C., y sus obras literarias principales datan desde
más o menos el año 180 d.C. (La enciclopedia británica, Tomo
XII, 633, 1964). El año 95 es más cerca al tiempo de la
generación de Ireneo que el año 65 por el espacio de treinta
años. Tome note: desde el año 65 hasta el año 130 ¿cuántas
generaciones pasan? Casi tres. ¿Y cuántas pasan entre el
año 65 y el año 180? ¡Casi seis! Pero, Ireneo afirma que la
Revelación fue vista "casi durante el tiempo" de su propia
generación.

Ireneo escribe sobre Apocalipsis.


-Ireneo nació entre el año 120 y el año 140 d.C. Murió en el año 202
d.C.
-Su obra “Contra herejías” fue escrita entre los años 182 y 188 d.C.
-Sus comentarios sobre Apocalipsis y los datos sobre su vida se
encuentran en:
“Los padres eclesiásticos de la época antes del Concilio de
Nicea”, Tomo I, 309-567. Publicado en inglés por Wm. B. Eerdmans
Publishing Company, Grand Rapids, Michigan, USA. Edición de junio
de 1975.
-Ireneo escribió una refutación extensa de las herejías de su tiempo en
la obra titulada “Contra herejías”. En cuanto a su interpretación de
Apocalipsis, el lector la analizará objetivamente a la luz del texto de
Apocalipsis y de las explicaciones ofrecidas en este libro. La
presentamos aquí porque es evidencia irrefutable de que, para Ireneo,
las profecías apocalípticas del apóstol Juan NO fueron cumplidas
antes del año 69 d.C.
Reiteramos: en cuanto a la fecha para cuando el apóstol Juan
recibiera las profecías de Apocalipsis, Ireneo dice: “La visión
apocalíptica... fue vista no hace mucho tiempo, sino casi en
nuestros días, hacia fines del reinado de Domiciano” (559-560).
Alude a “todas las copias antiguas aprobadas” de Apocalipsis
existentes en su tiempo (558). No se trata de dos o tres copias nuevas
sino de “todas las copias antiguas”.
Ireneo afirma que los diez reyes (cuernos) aún no habían
venido (Página 559), que el Imperio Romano (el reino que estaba en el
poder cuando vivía Ireneo) sería dividido entre ellos, que los diez reyes
serían los “últimos” y que el “hombre de perdición” vendría sentado
sobre ellos. Dice que los diez reyes son los diez dedos de la imagen
que vio Nabucodonosor y que Cristo es la piedra pequeña (553-555).
Opinó que el Anticristo se sentaría en un templo en Jerusalén
y que su “tiranía” duraría tres años y medio, durante los cuales los
santos serían perseguidos y vencidos (553-554). Lo identifica como la
primera bestia de Apocalipsis, el capítulo trece.
Con claridad inconfundible, Ireneo indica que, para él, las
profecías de Apocalipsis no se habían cumplido, pues
escribe: “Cuando venga el Anticristo...” (557), y referente a la
bestia dice: “Cuando venga...” (558). En torno a los diez reyes explica
que sería necesario esperar su aparición (559).
Para él, se concentran en la bestia “toda suerte de iniquidad y
de engaño... todo poder apóstata” (558).
En cuanto al número 666, Ireneo observa que el valor
numérico de muchos nombres es esa misma cifra. Luego,
escribe: “También Lateinos tiene el número seiscientos sesenta y
seis; y es una solución muy probable, siendo éste el nombre del
último reino de los cuatro vistos por Daniel. Pues, quienes
gobiernan en el presente son latinos”. Sugiere como “meritorio” el
nombre “Titán”, el cual se deletrea en griego “Teitan”, dando sus
letras la suma de 666. Añade: “Hay una probabilidad muy fuerte de
que se llame Titán el (Anticristo) que ha de venir. Sin embargo, no
tomaremos el riesgo de pronunciar positivamente al
respecto” (559).

2. A pesar del testimonio fuerte de Ireneo algunos comentaristas


insisten en que Apocalipsis fue escrito antes del año 69 d.C. y presentan
las siguientes razones:

a) Para el año 96, Juan hubiese tenido noventa años de


edad, o quizás más. Se deduce que hubiese sido demasiado
viejo y débil para recibir las extensas y complicadas
revelaciones de Apocalipsis. Analizamos el argumento.
(1) Sin lugar a duda, Dios pudiera haber conservado fuerte a
Juan fortaleciéndolo en cuerpo, mente y espíritu para que
siguiera activo en el Reino espiritual a pesar de su edad
avanzada. Quizás las palabras de Cristo en Juan 21:22
indiquen tal propósito: "Si quiero que él quede hasta que yo
venga, ¿qué a tí?" Es decir, "Si quiero que Juan viva largos
años, aun a una edad muy avanzada, tengo potestad y poder
lograrlo".
(2) Policarpo mismo estuvo activo en la iglesia hasta muy
avanzada edad. Nacido en el año 69 d.C., los enemigos de la
Fe le dieron muerte en el año 155 d.C. porque rehusó negar a
Cristo. Tenía ochenta y seis años de edad.
(3) En el presente, no faltan cristianos de edad avanzada que
siguen aportando sustancialmente a la obra del Señor. Entre
ellos figuran quienes redactan libros y artículos valiosos
basados en sus largos años de estudio, oración, meditación,
observación y experiencia.
b) Se observa que no hay alusión alguna en el libro de
Apocalipsis a la destrucción de Jerusalén en el año 69
d.C., "el evento más importante, en términos religiosos, en
dos mil años" (Coffman, Comentario sobre Apocalipsis,
Intro., 5). Se concluye que el libro de Apocalipsis fue
escrito antes de referido evento. Analizamos el argumento.
(1) Ciertamente, han transcurrido durante la Era
Cristiana eventos más importantes para nosotros los
cristianos que la destrucción de Jerusalén. Por ejemplo: las
persecuciones que sufrió la iglesia verdadera a manos de los
Romanos antes de la conversión de Constantino, el
nacimiento y el desarrollo de la segunda bestia (la "gran
apostasía"), las fieras persecuciones de la "madre iglesia"
apóstata contra los cristianos verdaderos, la aparición y la
obra de los "diez cuernos", la iniciación y el desarrollo del
Milenio. En términos de su impacto directo en la iglesia, ¿no
tienen estos eventos muchísimo más importancia que la caída
de Jerusalén? La destrucción de Jerusalén tuvo mucha más
importancia para los judíos inconversos que para la iglesia del
Señor.
(2) Además, si Apocalipsis fue escrito antes de la destrucción
de Jerusalén en el año 69, se anticiparía la inclusión en el libro
de profecías detalladas sobre el evento. De no haberlas, se
deduce que la Revelación fue recibida después de la
destrucción de Jerusalén. De hecho, no hay tales profecías en
Apocalipsis. (En la próxima partida se trae el ejemplo de un
comentarista que aplica muchas de las profecías de
Apocalipsis a la destrucción de Jerusalén).
c) En su comentario "El libro de Revelación" (Noble
Patterson Publisher-Distributor, PO. Box 7410, Ft. Worth, TX
76111, 1966), Foy E. Wallace, Jr. afirma que Apocalipsis fue
escrito "temprano en el reinado de Nerón y antes de la
destrucción de Jerusalén" (Página 29). Sostiene que se trata
de profecías sobre "el derrocamiento de la Jerusalén
apóstata, la obliteración de la teocracia judaica con la
demolición del templo, la caída calamitosa del judaísmo y el
fin catastrófico del estado de Israel"; que el triunfo de la
iglesia sobre los poderes perseguidores "se simboliza
mediante las escenas triunfantes de una resurrección y una
entronización, ambas figurativas; y que... las visiones del
Libro de Revelación fueron cumplidas en las experiencias de
las iglesias de aquel periodo, no alcanzando el Apocalipsis el
tiempo más allá de la era de las persecuciones romanas
contra la iglesia" (27).
(1) Aunque el comentarista Wallace asegura que cualquier otra
interpretación es forzada, haciendo violencia al lenguaje del
libro (30), encontramos la suya bastante forzada en muchos
aspectos y de aplicación limitada en extremo, especialmente
cuando la enfocamos a la luz del gran panorama histórico de
la Era Cristiana la cual abarca casi dos mil años.
(a) Por ejemplo, referente a la profecía de Apocalipsis
13:7, el comentarista Wallace dice que Satanás obró por
medio del emperador romano (en particular, Nerón) para
vencer a los santos por medio de "la destrucción de
Jerusalén, la ciudad sagrada y el templo santo" (292-
293). ¿Venció Nerón a los cristianos? ¡De modo alguno!
Mató a algunos, pero la iglesia siguió creciendo.
¿Resultó la destrucción de Jerusalén en la derrota de los
santos? ¡Desde luego que no! Quienes quedaron
vencidos eran los judíos incrédulos y no los santos de
la iglesia.
(b) El comentarista Wallace dice que
la "tierra" (Apocalipsis 13:1) es "la gente de
Palestina" (295), que la segunda bestia es "los
perseguidores gobernantes de Palestina" (296), y ofrece
una pequeña explicación enigmática sobre
la "imagen" de la bestia que no armoniza con la
descripción dada en el capítulo trece de Apocalipsis.
¿Ordenaron los gobernantes de Palestina a que los
judíos hicieran una imagen del emperador? ¿Mandaron
a los judíos a matar a los cristianos que no adorasen al
emperador? ¿Intervinieron para controlar
absolutamente el comercio en Palestina poniendo una
marca en los judíos y en los cristianos que no rindieran
culto al emperador? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Cuáles son las
evidencias?
(c) Referente a la "gran ramera", el comentarista
Wallace asevera que la única ciudad que responde a las
descripciones simbólicas del capítulo diecisiete de
Apocalipsis es Jerusalén, que ella es la "madre de las
rameras y de las abominaciones de la tierra", y que
la "tierra" de la profecía encierra a Judea y Palestina,
nada más (364-365). Traeremos una interpretación más
acorde con los hechos históricos mostrando
ampliamente que la Roma "espiritual" corrupta en
doctrina y vida, hace mucho mejor el rol de "madre de
las rameras" que la Jerusalén terrenal del primer siglo.
(2) Las profecías detalladas sobre la destrucción de
Jerusalén las encontramos en Mateo 24 y no en Apocalipsis.

d) Se argumenta que los judíos incrédulos seguían


persiguiendo a los cristianos, según las siete cartas dirigidas
a las siete iglesias (los capítulos dos y tres de Apocalipsis),
y se afirma que tales persecuciones no se daban después de
la caída de Jerusalén. Se deduce que Apocalipsis fue escrito
antes de la caída de Jerusalén. Analizamos el argumento.
(1) ¿Cuáles son las evidencias en las siete cartas de una
supuesta persecución judía? Realmente, no hay casi ninguna.
En Apocalipsis 2:9 y 3:9, la referencia es a quienes decían ser
judíos, pero no lo eran.
(2) En realidad, los judíos incrédulos no desaparecieron de
la faz de la tierra después de la destrucción de Jerusalén en el
año 69 d.C. Al contrario, entre ellos hubo tal resurgimiento
después de aquella derrota aplastante que para el año 135 d.C.,
lograron montar contra Roma otra tremenda confrontación
sanguinaria. Sin duda, los judíos incrédulos del tiempo entre
el año 69 y el año 135 seguían oponiéndose no solo a Roma
sino también a los cristianos.

D. El significado de "Apocalipsis":

1. El Diccionario de uso del español, Tomo 1, página 215, dice que


Apocalipsis es el "Último libro del Nuevo Testamento, que se refiere a lo
que ocurrirá al acabarse el mundo".
a) "Lo que ocurrirá al acabarse el mundo" implica
que las profecías de Apocalipsis no cubran los casi
veinte siglos ya transcurridos de la Era Cristiana, sino
que se limitan solo a los eventos del fin.
b) Este mismo concepto erróneo lo tiene, al parecer,
la mayoría de los creyentes.
2. En el griego, la palabra "Apocalipsis" quiere decir: "Poner al
descubierto". Se trata de "la instrucción acerca de las cosas divinas antes
no conocidas" y en el caso del libro de Apocalipsis se trata de "la
revelación de las cosas futuras relacionadas con la consumación del reino
divino" (El léxico griego-inglés de Thayer, 62).
3. En la jerga moderna, "Apocalipsis" y "apocalíptico" se usan para
señalar eventos catastróficos de índole malévola que presagian el colapso
total de la civilización y del fin del mundo. Ejemplo de ello es la película
titulada "¡Apocalipsis!"
4. Para el entendimiento correcto del libro, es importante tener
presente el significado básico de la palabra: "poner al descubierto".
a) En el contexto del libro de Apocalipsis, esto quiere
decir: "descubrir a la luz eventos y condiciones futuras".
b) Veremos que ese "futuro" para la iglesia verdadera
comenzó a fines del primer siglo y no en la última mitad del
siglo veinte.

III. ¿Cuánto tiempo cubren las profecías de Apocalipsis?

A. Las distintas teorías:

1. Desde el año 67 d.C. hasta el año 70, o sea, los cuatro años que duró
la guerra romano-judía.
2. Desde el año 69 d.C. hasta la conversión de Constantino en el año
324 d.C.
3. Desde el año 69 d.C. hasta el año 476 cuando un extranjero se sentó
sobre el trono en Roma.
4. Desde el año 95 d.C. hasta el fin del mundo.
5. Con la excepción de las siete cartas, desde más o menos la década
de los sesenta (1960 - 1970) del siglo veinte cuando muchos predicadores
pentecostales y otros líderes religiosos comenzaron a predecir la
inminente venida de Cristo, hasta el fin del mundo.
6. Con la excepción de las siete cartas, desde algún punto en el futuro
cercano hasta la culminación del plan de Dios para la raza humana y el
universo.
7. Con la excepción de las siete cartas, desde más o menos la década
de los sesenta del siglo veinte hasta una supuesta tercera venida de Cristo,
período que abarca, según se alega, la "Gran Tribulación" y el Milenio.

B. Las indicaciones del texto del libro de Apocalipsis sobre el tiempo que
cubren las profecías:

1. "La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus


siervos las cosas que deben suceder pronto" (1:1).
a) ¿Qué quiere decir "pronto"?
(1) ¿Qué todas las profecías se cumplirían dentro de un
término de tres meses, de tres años o de tres siglos?
(2) Obviamente el adverbio "pronto" es relativo y bastante
subjetivo.
(a) Entre nosotros los seres humanos, el significado
de "pronto" lo determinan el contexto de la
conversación, los gestos y aun el tono de voz.
(b) También influye nuestro concepto del "tiempo" el
cual para nosotros es limitado e incierto.
(c) En cambio, para Dios, quien "es el único que tiene
inmortalidad" (1 Timoteo 6:16), "pronto" no quiere decir
necesariamente "de inmediato" o "dentro de unas pocas
horas o de unos pocos días", ya que para Él "un día es
como mil años, y mil años como un día" (2 Pedro 3:8).
2. "El tiempo está cerca" (1:3; 22:10). Ya que esta frase es usada en el
contexto de profecías, entendemos que significa: "El tiempo para iniciarse
el cumplimiento de las profecías está cerca".
a) Es evidente que el adverbio "cerca" también es relativo.
(1) ¿Cómo debe entenderse este adverbio? ¿"Bien cerca, a
punto de comenzarse", como en la frase "el reino de los
cielos se ha acercado" (Mateo 3:2)? El reino iba a manifestarse
dentro de pocos días en la persona de Cristo y sería
establecido entre los hombres dentro de aproximadamente
tres años y medio después del anuncio de Juan el Bautista.
(2) O, ¿quiere decir "quizás después de muchos siglos",
como en 1 Pedro 4:7 donde dice: "El fin de todas las cosas se
acerca"? Santiago escribe: "La venida del Señor se
acerca" (Santiago 5:8). Es del todo inconcebible que se refiera
en estos textos solo a la destrucción de Jerusalén. Pedro no
dice que el fin de Jerusalén e Israel se acerca sino "el fin de
todas las cosas".
b) El verdadero significado de "cerca" solo el contexto de
Apocalipsis lo puede determinar.
3. "Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser
después de estas" (1:19).
a) La frase "las que han de ser después de estas" indica
una secuencia de tiempo sin que haya un lapso prolongado
de tiempo que separe "las que son" de "las que han de ser
después". Primero, "las que son"; enseguida, "las que han
de ser después", sin un intérvalo largo de tiempo que los
separe.
b) Entendemos que Cristo está afirmando que los eventos
futuros revelados en Apocalipsis comenzarían a suceder
inmediatamente después de la revelación de "las que son", o
poco tiempo después.
(1) "Las que has visto." Juan había visto:
(a) Un ser "semejante al Hijo del Hombre" (1:13);
(b) "Los siete candeleros de oro" (1:12);
(c) Las siete estrellas (1:16).
(2) "Las que son." No se trata de las cosas que son en
nuestro tiempo del siglo veintiuno sino de las que eran en el
tiempo cuando Juan recibió las revelaciones. Se trata de las
circunstancias doctrinales, morales, sociales y políticas que
afectaban a las iglesias del primer siglo, en particular a las
siete iglesias de la provincia de Asia en el Imperio Romano.
Las siete cartas revelan mucho sobre referidas circunstancias.
(3) "Las que han de ser." Estas cosas que "han de ser" no
son exclusivamente las que serán después del tiempo
presente (la última década del siglo veinte y principios del
siglo veintiuno). La frase "han de ser" abarca todas las cosas
que iban a suceder desde el tiempo cuando las revelaciones
fueron dadas a Juan hasta el tiempo presente, como también
algunas cosas que han de suceder durante el período que
cubre desde el presente (el año 1995, cuando este comentario
fue escrito; revisado en el 2002) hasta el fin del mundo.

4. "El ángel que vi en pie sobre el mar.… juró... que el tiempo no sería
más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience
a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará" (Apocalipsis 10:5-
7).
a) En este pasaje, claramente se anuncia el fin del
tiempo y, por lo tanto, la consumación del plan (misterio) de
Dios para la raza humana y el universo.
b) Por lo tanto, los eventos profetizados mediante las
primeras seis trompetas ocurren antes del fin del tiempo.
c) En Apocalipsis, hay otras profecías semejantes a esta
sobre el fin de todo.

5. Conclusiones:
a) Los parámetros de tiempo establecidos por la
terminología "pronto", "el tiempo está cerca" y "las cosas
que han de ser después" por un lado y, por el otro extremo,
por la que dice "el tiempo no sería más", nos llevan a la fuerte
convicción de que las profecías de Apocalipsis cubren desde
los últimos años del primer siglo después de Cristo hasta el
fin del mundo.

b) En adición a los parámetros de tiempo fijados en las


frases estudiadas, servirán para confirmar nuestra
conclusión las interpretaciones de las profecías que
ofreceremos en esta obra. Veremos que las profecías
realmente cubren el tiempo desde los últimos años del primer
siglo de nuestra Era hasta el fin del mundo.
c) Todas las demás teorías sobre el tiempo que cubren las
profecías carecen de evidencias y argumentos contundentes.

IV. Algunas perspectivas sobre el tiempo ya transcurrido de la Era


Cristiana: desde Pentecostés del año 33 hasta 2002.

Mil, novecientos sesenta y dos años de historia espiritual y secular.

Para el entendimiento correcto de Apocalipsis, es


imprescindible ubicarnos a nosotros mismos en el lugar preciso que
ocupamos en la línea del tiempo, fijar exactamente en nuestra percepción
del tiempo la fecha cuando fueron dadas las profecías del libro y tener
conocimiento de los eventos más sobresalientes que han ocurrido desde
aquella fecha hasta el día de hoy. También es de suma importancia tener
amplio conocimiento de las circunstancias especiales que han afectado
marcadamente la condición moral y espiritual de la raza humana en
algunos periodos particulares de nuestra Era, por ejemplo, la "Edad
Medieval".

A. Para conseguir estas perspectivas tan importantes, abordaremos unas


naves bien especiales que se conocen como las "Naves del Tiempo".

1. Estos aparatos curiosos pero muy sofisticados nos pueden llevar a


gran velocidad por la "Dimensión del Tiempo" hacia los lugares y los
periodos temporales que quisiéremos observar.
a) Nos pueden llevar al pasado sin que nos rejuvenezcamos.
Nos pueden llevar a los tiempos antes de nuestra fecha de
nacimiento ¡sin que dejemos de ser!
b) Nos pueden llevar al futuro sin que nos envejezcamos
o muramos.
c) Dondequiera que toquemos tierra, se materializarán
delante de nosotros, como por acto de magia, los personajes,
las entidades y las condiciones de la época visitada.
d) Podremos ver ¡sin ser vistos!

2. ¿Está dispuesto usted a viajar en estas "Naves del


Tiempo"? Entonces, ¡abordemos!

3. Pero, antes de abordar nuestros "Vehículos del Tiempo", debemos


prepararnos mental y espiritualmente para el viaje.

a) En primer lugar, no empacamos para este viaje ningún


prejuicio que alberguemos contra el estudio de la historia
espiritual o secular. Para algunas personas, el estudio de la
historia es fastidioso y aburrido. No lo debe ser para nosotros
los que queremos entender correctamente las profecías de
Apocalipsis, ya que el conocimiento del pasado nos ayudará
grandemente en la interpretación del libro. Además, por ser
verídica y llena de acción ¡la historia puede ser más excitante
que cualquier novela de intriga! No es meramente un relato
seco de lugares, nombres extraños y fechas sino para la
persona que abre su mente y hace uso de la imaginación, la
historia es una película de mucho movimiento, de personajes
inolvidables y de conflictos carnales, morales, intelectuales
y espirituales de más impacto que los de "Las guerras de las
estrellas". Pues, dejemos los prejuicios e ideas
preconcebidas de toda clase en un baúl en casa.
Emprendamos el viaje con hambre de aprender habiendo
despejado la mente de prejuicios y conceptos que limitan el
entendimiento.
b) En segundo lugar, agucemos la mente y el
espíritu para captar y apreciar los grandes acontecimientos
espirituales del pasado, para discernir las condiciones
espirituales que prevalecían en ciertas épocas claves y
para reconocer a los personajes y las entidades cuyas
intervenciones en el escenario del mundo ejercieron una
influencia determinante sobre el destino de multitudes de
almas.
c) En tercer lugar, que no se nos olvide llevar la Biblia y
una libreta de apuntes.
d) Después de echar un vistazo al presente, recorreremos
en nuestras "Naves" el tiempo al revés comenzando con el
siglo veinte y los inicios del siglo veintiuno, hasta llegar
al siglo primero. Visitaremos unos cuantos lugares y épocas
deteniéndonos en cada parada para recopilar los datos
esenciales para la formación de una perspectiva amplia
sobre la historia de nuestra Era. Esta perspectiva nos servirá
como trasfondo para la interpretación de las profecías de
Apocalipsis.
e) Programamos un total de diez paradas.

4. ¿Estamos de acuerdo en cuanto a los preparativos? Entonces,


ahora, sí, podemos dar la voz: "¡Todos abordo!"
a) ¡Estas naves son muy veloces! En un santiamén,
¡pueden cruzar mil años de tiempo!

b) Ya estamos acomodados en las naves.

(1) ¿Cinturón de seguridad abrochado?

(2) ¿Espaldar del asiento en su posición vertical?

(3) ¡Se prenden los motores y comienza la aventura!

La Primera Parada

5. La Primera Parada. La fecha del despegue es el 20 de marzo


de 1995 (fecha cuando esta conferencia fue presentada por primera vez).
En un instante, nuestras "Naves del Tiempo" se elevan a una gran altura
sobre el hemisferio occidental y se detienen para que observemos las
condiciones morales y espirituales que predominan allá abajo. Esta parada
es la primera en el viaje por la “Dimensión del Tiempo” hacia el primer siglo
de esta Era Cristiana.
a) Para que nos ubiquemos en el lugar exacto que
ocupamos en la línea del tiempo y se nos grabe
indeleblemente en nuestra mente la fecha del presente,
aparecen en el horizonte de la tierra los números
gigantescos "1995". Comprendemos que, desde la muerte de
Cristo hasta el presente, han transcurrido mil novecientos
sesenta y dos (1,962) años. Desde las revelaciones que
recibió el apóstol Juan en la isla de Patmos, han transcurrido
mil novecientos (1,900) años, o sea, 693,500 días.
b) Mirando hacia abajo a los países del Occidente,
hacemos las observaciones y apuntes siguientes:
(1) Las condiciones para el esparcimiento del evangelio
son realmente óptimas.
(a) Se goza de casi total libertad de culto en todos los
países, desde las tierras congeladas de los esquimales
de Alaska y del Canadá hasta la Tierra del Fuego en Sur
América.
(b) En las constituciones de los gobiernos, se
encuentran leyes que garantizan esta libertad. Las
iglesias de toda clase son protegidas por los gobiernos.
(c) Además, vemos que hay varios medios muy
sofisticados de comunicación en masa los cuales
facilitan la predicación a grandes multitudes: el radio, la
televisión y la prensa. ¡Mire que aquí arriba, en el alto
cielo, pasan cerca de nosotros satélites de
comunicación los cuales, programados a funcionar en
cadena, pueden transmitir mensajes a todos los
habitantes del globo terráqueo! Precisamente, en estos
días (marzo, 1995) un evangelista de renombre llamado
Billy Graham predicó una campaña en el Estadio Hiram
Bithorn, localizado en San Juan, Puerto Rico, y sus
mensajes fueron transmitidos por estos satélites a una
audiencia potencial de un billón de almas.
(d) También observamos que hay mucha prosperidad
material en algunos países tales como el Canadá, los
Estados Unidos y Puerto Rico. Esta condición significa
que los creyentes pueden contar con grandes recursos
económicos para efectuar la evangelización.
(e) Examinamos con más atención el ámbito religioso
del Occidente y vemos que millones de almas están
abandonando las religiones paganas y las sectas
tradicionales tales como la Católica Romana, la
Presbiteriana, la Metodista, etcétera, haciéndose
miembros de las iglesias evangélicas o carismáticas.
Ciertamente, muchos campos espirituales del Occidente
son fértiles y el tiempo para la cosecha de almas es
oportuno.
(f) Nos ponemos a observar durante un ratito las
actividades de las iglesias y escuchamos sus mensajes.
Vemos que unas cuantas están aprovechando los
medios de comunicación en masa. Pero observamos
que la mercadería que practican supera por mucho la de
los judíos a quienes Cristo echó del templo. Prestamos
atención a los mensajes y comprendemos que su
contenido principal gira en torno a la superación
personal, la prosperidad, la sanidad y una vida terrenal
libre de tensiones y dolor. En esencia, se trata de
un mensaje existencial que eleva los sentimientos por
encima del conocimiento y de la razón.
¿Qué significa esta circunstancia para el futuro
espiritual del Occidente? ¿De dónde salió este gran
número de iglesias que compiten entre sí por los
feligreses y el dinero? ¿Se alude a ellas en el libro de
Apocalipsis? Es preocupante esta situación. Los
grandes recursos están siendo utilizados para esparcir
una semilla corrupta.
Más preocupante aún es la situación de la verdadera
iglesia de Cristo, pues vemos que muchos de sus
ancianos, diáconos, evangelistas y maestros no
aprecian el tiempo oportuno que viven, que están
rezagados en cuanto al uso de los medios de
comunicación en masa, que malversan fondos
considerables en proyectos que producen pocos frutos
o ninguno y que fortalecen en poco o en nada a los
miembros. Vemos que les falta visión y entrega. ¿Qué
significa esta circunstancia para el futuro de la iglesia
verdadera? ¿Por qué está la iglesia de Jesucristo
cediendo, casi sin pelear, muchos campos a los
sectarios y a los religiosos de toda clase? ¿Acaso están
contribuyendo a la decadencia moral y espiritual de su
época porque les falte el valor para proclamar la pura
Verdad? ¿Acaso están ayudando, mediante su inacción,
a preparar al mundo para Armagedón, esa última gran
batalla entre el bien y el mal?
(g) También vemos, con no poca consternación,
muchas nubes negras y espesas por todo el hemisferio.
Se trata de la inmoralidad, de los vicios y de la violencia
que aumentan a ritmo vertiginoso. Nos
preguntamos: ¿Qué augura esta situación para el futuro
de la humanidad? ¿Tendrá Apocalipsis profecías sobre
lo que estamos viendo?
c) Nuestras "Naves del Tiempo" se deslizan hacia el
hemisferio oriental. Se detienen y desde nuestro
observatorio ventajoso alto en los cielos hacemos las
observaciones siguientes:
(1) En la mayoría de los países de Europa, Asia y
África, también hay libertad para anunciar el evangelio sin
trabas legales o intervenciones policíacas.
(2) Contemplamos a Rusia y los países que formaban,
hasta el año 1991, la gran Unión Soviética. ¡Qué caso más
interesante para el estudioso de los escenarios espirituales de
la época y de las profecías de Apocalipsis! Antes de la
desintegración de la Unión Soviética, infinidad de creyentes la
identificaban como la gran Babilonia, una de las "bestias" de
Apocalipsis o como uno de los contrincantes principales en la
batalla de Armagedón. Pero, de repente todo el escenario
cambió y ahora pululan por aquellas tierras hordas de
evangelistas de toda estirpe, con el resultado de que muchos
rusos y personas de otras nacionalidades de la ya extinta
Unión Soviética se apresuran a entrar en las iglesias.
(3) En cuanto a la China comunista, se informa que hay
hasta noventa millones (90,000,000) de creyentes en Cristo en
el país.
(4) Pero, hay muy poca libertad de culto en los países
musulmanes. Los mahometanos resisten tenazmente las
incursiones de las culturas y de las religiones del occidente,
vehementemente denunciándolas como "satánicas". ¿Qué
significa esta circunstancia para el futuro del mundo? ¿Habla
Apocalipsis al respecto?
(5) Nuestra mirada enfoca la antigua ciudad de Roma en
Italia y se concentra en un lugar llamado el Vaticano. Dicen que
el Vaticano es la entidad más rica del mundo. Meditamos
sobria y largamente sobre el significado de
los "Concordatos" que tiene el Vaticano con varios países;
también sobre los más de trescientos mil sacerdotes y
oficiales de la Iglesia Católica que son sostenidos, por lo
menos en parte, con los fondos públicos que administran
algunos gobiernos tales como los de Italia y España. (Solo en
Italia hay más de treinta mil clérigos católicos que se
benefician de los fondos estatales.) Tomamos nota de
los embajadores que muchos países envían al Vaticano, aun
haciéndolo algunas naciones, tales como los Estados Unidos
de América, cuya mayoría es protestante. También de
los emisarios papales que hacen la función de embajadores a
otros países. Nos consta que la renombrada
revista "Time" seleccionó al Papa Juan Pablo II como "El
hombre del año" para el año 1995 y que un millón de filipinos
acudieron para escuchar una ponencia del mismo Papa en
Manila. Nos informan que la Iglesia Católica es representada
en más ciudades, pueblos y aldeas del mundo que cualquier
otra iglesia o religión. ¿Qué significa para el futuro
espiritual del mundo este poderío, este resurgimiento
económico y político de la iglesia católica? En Apocalipsis,
¿hay profecías al respecto?
(6) Al contemplar todo el mundo del siglo veinte,
pensamos en las dos grandes guerras mundiales, en la
guerra de Corea, en la de Vietnam, en los holocaustos
y en las pestilencias, las plagas, las hambrunas y otros
desastres naturales que han segado la vida de
incontables millones de seres humanos. En
Apocalipsis, ¿hay profecías al respecto?

La Segunda Parada: del 1800 al 1860 d.C.


6. La segunda parada. Habiendo acabado nuestras observaciones
sobre el "presente", programamos nuestras "Naves del tiempo" para entrar
en el "Túnel del Tiempo" y volar a la época que abarca desde el año 1800
hasta el año 1860. En un dos por tres llegamos, y comenzamos nuestras
observaciones.
a) En cuanto a las cosas materiales, ¡qué mundo diferente
al de 1995!
(1) ¡No hay electricidad! De noche, casi todo el globo está
sumido en la oscuridad.
(2) No hay carros, aviones, teléfonos, radios, televisores ni
mucho menos computadoras.
b) En cuanto al ámbito espiritual, hacemos los apuntes
siguientes:
(1) En Norteamérica, con la excepción de México,
predominan las sectas protestantes.

(2) Pero, en algunos países, principalmente en Estados


Unidos de América, vemos una luz mucho más poderosa que
la de las sectas protestantes.

(a) Bajamos a la superficie para investigar y vemos


que se trata de la luz fuerte que emana de la iglesia
verdadera una vez más restaurada a su propio lugar
elevado de pureza y gloria.
(b) Se materializan delante de nuestros ojos los
hombres visionarios, rectos y esforzados que están al
frente de esta magna obra de restauración: Barton
Stone, Tomás y Alexander Campbell, Racoon John
Smith, Walter Scott.
(c) Tenemos curiosidad: "¿Cubren las profecías de
Apocalipsis esta obra extraordinaria”?
(3) Retornamos a nuestras "Naves del tiempo" y
miramos hacia el sur donde las tinieblas de las tradiciones y
de las supersticiones del catolicismo y de las religiones de los
aborígenes arropan desde México hasta Tierra del Fuego,
encerrando también al Caribe. Para el año 1800, no detectamos
en toda tan inmensa región casi ninguna luz del evangelio
verdadero.
(4) Viramos hacia Europa donde discernimos la pálida luz
de las sectas protestantes en los distintos países.
(5) Al mirar hacia el Medio Oriente y Asia, se vuelve cada
vez más densa la oscuridad a causa de las distintas formas de
paganismo y de mahometanismo que predominan.

La Tercera Parada: desde el 1450 hasta el 1648.


6. La tercera parada. La aventura sigue. Programamos las
computadoras de nuestras "Naves del tiempo" para cubrir
aproximadamente ciento sesenta años y llegar a la época que abarcan los
años desde el 1450 hasta el 1648 de nuestra Era. Volando por el "Túnel del
Tiempo", en cuestión de segundos ya estamos dentro de referidos
parámetros temporales y comenzamos observaciones, concentrando
nuestra atención principalmente en Europa.
a) Este continente, desde Grecia hasta Inglaterra y desde
Italia hasta Finlandia, emerge lentamente del feudalismo y de
la "Edad del Oscurantismo". El Renacimiento y la Reforma
están en pleno desarrollo.
b) Pero, lo que vemos allá abajo nos llena de náusea y
espanto. La sangre de millones de religiosos corre por
muchos pueblos y campos de Alemania, Francia, Holanda,
España e Italia.

(1) Se trata de la sangre derramada durante la "Guerra


religiosa de los treinta años" entre los protestantes y los
católicos. Esta guerra comenzó en el 1618 y duró hasta el 1648.
¡Hasta un cincuenta por ciento de la población de los países
afectados murió a consecuencia de esta guerra
prolongada! (Enciclopedia Grolier, 1994, H. G. Koenigsberger).

(2) También vemos correr la sangre de los disidentes que la


iglesia católica marca como "herejes". Estos son torturados y
ultimados por la "madre iglesia" apóstata mediante los oficios
de su infame "Santa Inquisición". Horrorizados, escuchamos
los quejidos espeluznantes de los que son torturados
bárbaramente y quemados por orden de los fanáticos
Católicos tales como Tomás de Torquemada. Entre las
víctimas de la Inquisición se encuentran Galileo y Juana de
Arco.
c) Aun allá en el Nuevo Mundo recién descubierto por
Cristóbal Colón en el 1492, vemos sangre, la sangre de los
indios que rehúsan someterse a la Iglesia Católica, sangre
que mancha las vestimentas de los sacerdotes católicos
quienes se hacen copartícipes en las matanzas.
d) Pero, no todo es guerra y sangre. La fecha es el 31 de
octubre de 1517. En Whitenburgo, Alemania, un sacerdote
católico llamado Martín Lutero clava sus famosas "Noventa y
Cinco Tesis" a la puerta de la catedral retando a la jerarquía
católica a poner fin a la corrupción y a los abusos espirituales
y materiales. Se enciende su ira contra la simonía y la venta
descarada de "indulgencias". Pone en tela de juicio muchas
doctrinas y tradiciones de la "madre iglesia".
e) Remontándonos un poco más por los años, llegamos al
año 1450 cuando un alemán de apellido Gutenberg inventa la
prensa y las tintas que hacen posible la impresión más rápida
y económica de libros. Su invención cambiará la trayectoria
de la historia. Hará posible la impresión rápida de grandes
cantidades de copias de la Biblia en los vernáculos de las
naciones, como también la impresión de los escritos de los
reformistas.
f) Nos preguntamos: en el libro de Apocalipsis, ¿hay
profecías sobre esta época tan convulsionada y decisiva en
la historia de la Era Cristiana?

7. La cuarta parada. A pesar de las escenas escalofriantes que


acabamos de observar, queremos explorar aún más los tiempos de la Era
Cristiana y escogemos la época que abarca los años desde el 1096 hasta
el 1250. En un abrir y cerrar de ojos, nuestras "Naves del tiempo" nos
transportan a dicha época y empezamos nuestras observaciones.
a) Vemos que las masas están sumidas en la ignorancia,
la superstición y la miseria. Su existencia es ruda, dura y
corta. El promedio de vida es de unos cuarenta y cinco años.
Pocas personas saben leer o escribir. Sin duda, nos
encontramos en la "Edad del oscurantismo".
b) Los monasterios y los conventos abundan, pero sus
moradores tienen fama de ser sumamente ociosos y
escandalosamente inmorales. No es para menos ya que la
corrupción espiritual es rampante entre todo el clérigo
católico comenzando con el Papa y los cardenales en Roma
hasta el oficial más humilde.
c) Estudiamos más la situación y confirmamos que
la jerarquía católica hace toda suerte de mercadería con los
gobiernos. Es más, la misma Iglesia Católica es dueña de
una gran parte de Europa. Obliga a los gobernantes a oprimir,
castigar o aun matar a las personas que se oponen a la
doctrina católica. La "Inquisición" queda instituida
formalmente en el año 1231 por el Papa Gregorio IX quien
ordena a las autoridades seculares a apresar y quemar a los
que se oponen a la Iglesia Católica. No hay libertad de culto.
d) Al percatarnos de las cosas vergonzosas que están
sucediendo en esta época, sentimos el fuerte impulso de
gritar: ¿Dónde está la verdadera iglesia de Cristo? ¿Acaso
escondida en las cuevas o en algún lugar remoto lejos del
clérigo perseguidor? ¿Dónde está la Biblia? ¿Es que nadie
tiene una Biblia? ¡Las únicas que vemos están amarradas a
los altares de la Iglesia Católica o guardadas en los
monasterios fuera del alcance del populacho! En el libro de
Apocalipsis, ¿encontraremos profecías sobre esta situación
sumamente alarmante y peligrosa para el verdadero pueblo
de Dios?
e) Estupefactos y callados por lo que estamos
presenciando, nos quedamos mirando fijamente el
continente de Europa y vemos un fenómeno que ocurre con
frecuencia en esta época: grandes compañías de personas
con cruces rojas cosidas en sus túnicas salen de los
distintos países y, juntándose, se enfilan hacia el Medio
Oriente para librar a Jerusalén del dominio de los
musulmanes. ¡Conque estas campañas bélicas son las
famosas "Cruzadas" de las masas católicas contra islam!
Una sale en el año 1096, otra en el 1147; otra en el 1188; otra
en el 1202. En el 1212, sale una "Cruzada" compuesta
mayormente de niños, la mayoría de los cuales mueren o son
vendidos en esclavitud. Continúan estas "Cruzadas" hasta el
siglo catorce. La pérdida de vidas es enorme; las victorias
pocas y casi siempre efímeras. En cambio, los
"mahometanos", aunque derrotados en ocasiones, se
fortalecen aún más, reconquistan los terrenos perdidos y
extienden su imperio desde la India hasta España. ¿Tiene
que ver el libro de Apocalipsis con todos estos escenarios
tan sombríos y violentos y con todas estas almas llevadas
locamente a un destino cruel por poderosas fuerzas
siniestras de religiones que entran en combate carnal y
mortal?
f) Habiendo contemplado con asombro las condiciones
espirituales de este periodo espantoso en la historia de
nuestra era, ¿aún tenemos el valor de penetrar todavía más
lejos en el "Túnel del Tiempo"? Estamos muy lejos del mundo
de 1995. Aquí en medio de la "Edad del oscurantismo",
tenemos la sensación de que años de luz nos separan de
nuestro mundo de 1995 (y del año 2002) donde hay libertad
de culto, centenares de millones de Biblias y también iglesias
en cada esquina. Definitivamente, nuestro tiempo es mejor
que la época de la Edad Medieval. Con corazón pesado,
prendemos los motores de nuestras "Naves del tiempo" y
fijamos la trayectoria para el año 800.

8. La quinta parada. El año 800. En un instante llegamos.

a) El ámbito social, moral y espiritual es más o menos el


mismo. El feudalismo es el sistema social, económico y
político que prevalece. Hay monasterios y conventos por
doquiera y gran número de frailes, monjes, monjas,
sacerdotes, obispos y otros prelados de la "madre Iglesia
Católica". Esta iglesia y el estado están fuertemente
vinculados. ¿Por qué? ¿Es bíblica esta relación entre el
estado secular y la iglesia? ¿Qué dice el libro de Apocalipsis
al respecto? ¿Hay profecías sobre esta situación?

b) En Roma, transcurre un evento que no queremos


perder. La fecha es el 25 de diciembre del año 800. Los
protagonistas principales son Carlo Magno, líder máximo de
los francos, y el Papa León III de la iglesia católica. El
poderoso guerrero Carlo Magno entra en la Basílica de San
Pedro y camina hacia el altar donde se arrodilla frente al Papa
León III. Este coloca una corona sobre la cabeza de Carlo
nombrándolo el primer emperador del Sacro Imperio
Romano. ¡Esto es realmente impresionante! ¡De manera que
la Iglesia Católica hace y deshace reyes terrenales!
Meditando sobre el significado de este evento,
preguntamos: ¿Qué poder es este? ¿Qué relación es esta
entre el poder eclesiástico y el poder político? ¿Acaso
estamos presenciando el cumplimiento de profecías
apocalípticas? ¿Acaso tenemos delante de nosotros la
segunda bestia y la imagen de la bestia? O, ¿será que las
profecías de Apocalipsis no tengan nada que ver con estos
eventos y estas circunstancias que afectaron a centenares
de millones de almas a través de muchos siglos, teniendo
repercusiones aun en el siglo veinte y el veintiuno? ¿Cómo
llegó el Papa católico a tener tanta influencia y poder?
c) La clave para descifrar este enigma la hallaremos en los
tiempos previos al año 800. Así que sigamos nuestra jornada
por la dimensión del tiempo hacia el primer siglo de la Era
Cristiana.

9. La sexta parada. Programamos las computadoras de nuestras


“Naves del tiempo” para cruzar casi doscientos años y llegar a los años
desde el 590 hasta el 606, y al instante llegamos.
a) De nuevo, nos encontramos en la "ciudad eterna",
Roma. Nos intriga ese sobrenombre "ciudad eterna". Roma
en el siglo veintiuno con su Vaticano, centro religioso para
un billón de almas. Roma en el centro del escenario durante
casi toda la Edad Medieval. Roma, la capital del Imperio
Romano en el occidente por 800 años. ¡Roma! ¡Roma! "Todos
los caminos conducen a Roma." ¿Figura esta ciudad tan
famosa en las profecías de Apocalipsis?
b) En Roma, en el año 606, Bonifacio III es elevado al
obispado de la ciudad. Una vez dueño de semejante escaño,
se propone a conseguir más poder y reclama tener
supremacía sobre todas las iglesias en todo el mundo. Se
hace "Obispo Universal", el primer "Papa" de la iglesia
católica, "cabeza" de la iglesia en la tierra.
c) Un análisis de la situación revela que este líder religioso
tiene no solo enormes poderes espirituales sino también
seculares y políticos. Por ejemplo, Bonifacio III nombra a los
gobernadores de las ciudades de Italia. ¿Cómo llegó a tener
tanto poder? Para descifrar el enigma, debemos viajar aún
más lejos por el "Túnel del Tiempo".
10. La séptima parada. Nos detenemos en el período que abarca los
años desde el 410 hasta el 476. Transpiran eventos inauditos en el Imperio
Romano: En el año 410, bajo el mando de su general Alérico, los visigodos
cruzan el Mar Mediterráneo y, durante tres días saquean a la misma ciudad
de Roma. Luego, en el 455, llegan los vándalos y saquean la ciudad durante
dos semanas. En el occidente, el Imperio Romano está sufriendo golpe tras
golpe. El poder militar está controlado por generales que no son romanos
de nacimiento. Para colmo, en el año 476, un extranjero
llamado Odoacer sube al trono de Roma. La "ciudad eterna" ha sido
atacada y saqueada una y otra vez por los vándalos, los visigodos, los unos
y otros "bárbaros" del norte de Europa y de Asia. Sus gobernadores han
sido muertos o se han huido; sus ejércitos, derrotados; sus magníficos
edificios, su arte, sus libros y sus escuelas quemados; su luz casi apagada.
Estamos viendo el principio de la "Edad del oscurantismo". En medio de
estas circunstancias tenebrosas, el obispo de la iglesia en la ciudad es
quien sale ahora como representante para ella. Preparado para tal hora y
tal situación por las fuerzas de maldad que forjan la gran apostasía, el
obispo de Roma no tarda en reclamar para sí mismo y para su iglesia, los
poderes tanto seculares como espirituales que harán posible su eventual
elevación al puesto de "Obispo Universal". La gran inestabilidad política de
la época hace aún más fácil su rápido ascenso.
a) ¡El enigma ya no es enigma! El potentado religioso que
coronó emperador a Carlo Magno el 25 de diciembre del año
800 es producto de la gran apostasía ocurrida en el seno del
cristianismo y es producto del vacío político que se creó en
Europa cuando se debilitó el Imperio Romano en el
occidente.
b) Meditabundos, nos preguntamos para nuestros
adentros: "Y las profecías de Apocalipsis, ¿se aplican por lo
menos algunas de ellas a estos eventos y circunstancias? ¿A
toda esta confabulación de poderes eclesiásticos corruptos
y poderes seculares que afectó a centenares de millones de
almas del pasado y que continúa afectando a multitudes en
el siglo veinte (y el veintiuno)?
c) Pero, vemos allá en el oriente una escena
impresionante: se levanta imperiosa y bellísima la nueva
capital de Roma, Constantinopla, y se renueva el poder del
Imperio. ¿Qué significa este acontecimiento? ¿Cuándo cayó
el Imperio Romano? ¿En el siglo cinco, o más tarde? ¿Tienen
que ver estos sucesos con la bestia sanada de Apocalipsis?
11. La octava parada. No todo misterio está resuelto. Por ejemplo,
¿cómo llegó el cristianismo a tener tanta influencia en el Imperio Romano
que un obispo de la iglesia pudiera salir a recibir a los bárbaros y negociar
acuerdos con ellos? Una de las claves para entender este misterio la
encontraremos en el tiempo de los años 312 a 324 d.C. Así que prosigamos
nuestra jornada por la “Dimensión del Tiempo”. Al llegar al año 312,
observamos allá abajo en las provincias del Imperio Romano unos sucesos
portentosos.
a) La fecha es el 12 de octubre de 312 d.C. El
general Constantino riñe con el general Macentius el trono de
Roma.
b) Según el relato, en una visión Constantino ve una cruz
y oye las palabras: "Bajo este símbolo vencerás".
c) Derrota a Macentius y atribuye su victoria al Dios de los
cristianos. El día 18 de septiembre de 324, públicamente
repudia al paganismo y se declara "cristiano".
d) Así es que en el lapso de un tiempo muy corto el
"cristianismo" se transforma de "religión perseguida" a
"religión oficialmente reconocida y protegida". Antes del fin
del cuarto siglo, fue aceptado como "la religión del estado",
quedándose proscrito el paganismo.
e) He aquí en todos estos acontecimientos el primer
matrimonio del cristianismo con el poder secular.
f) Pero, al examinar de cerca el "cristianismo" que recibió
Constantino, comprendemos que la iglesia que se hace
esposa del Señor Poder Secular no es la esposa espiritual
"sin mancha ni arruga" que el Señor Jesucristo desposó,
sino una iglesia apóstata, una mujer espiritual impostora que
se hace pasar por la esposa verdadera del Cordero. ¿Será
aquella impostora "la gran ramera" de las profecías de
Apocalipsis? ¡Idea sumamente intrigante!
g) Pues, el asunto está más claro y otro misterio resuelto:
el reino espiritual que prácticamente sustituye al Imperio
Romano en el occidente por un tiempo, no era el Reino
verdadero de Cristo, el cual "no es de este mundo", sino el
reino espiritual corrupto que tuvo su origen en las apostasías
del primer siglo y siguió creciendo hasta opacar,
virtualmente, al Reino verdadero de Cristo.
12. La novena fase del viaje. No le decimos "parada" sino "fase". pues
lo que queremos hacer es dar vueltas por encima del gran Imperio Romano
y cruzar lentamente la época desde el año 312 para atrás hasta llegar al año
96. Al hacerlo, nos impactan dramáticamente los eventos y las
circunstancias que observamos.
a) Este Imperio Romano que estamos viendo ahora no es
"cristiano" sino "pagano", y además muy fuerte, dominando
desde la India hasta Inglaterra, desde el Río Danubio hasta el
norte de África.
b) De vez en cuando, persigue a la iglesia y no pocos
miembros se convierten en mártires.
c) Sin embargo, la iglesia sigue ganando adeptos a ritmo
acelerado hasta contar en su membresía, para el año 315, con
el diez por ciento de los ciudadanos del Imperio, o sea, quizás
unos veinticinco millones (25,000,000) de creyentes.
d) Pero, paralelamente con el incremento numérico hay un
crecimiento descomunal de las fuerzas apóstatas, al extremo
de que para el año 315 estas fuerzas siniestras se han
adueñado de casi toda la iglesia, efectivamente pervirtiendo
o anulando el poder del evangelio verdadero.
e) Al ir acercándonos ya a nuestro destino, el primer siglo
de la Era Cristiana, nos preguntamos: ¿Hablan las profecías
de Apocalipsis sobre estas persecuciones fieras contra la
iglesia? ¿Se identifica en las profecías aquel Imperio
poderoso que quiso aplastar a la iglesia? ¿Se alude a
aquellos valientes cristianos que sufrieron el martirio? ¿Se
profetiza sobre aquella gran apostasía que por poco suplanta
a la iglesia verdadera?

13. La décima parada. Con la cabeza llena de estas y muchas otras


preguntas, rebosada la mente y alterados los sentidos por las tantas
impresiones recogidas durante nuestra travesía a través de mil
novecientos años de historia, llegamos de repente al año 96 y a la isla de
Patmos.

a) Aterrizamos y bajamos de nuestras naves. Estamos


ante la presencia del apóstol Juan quien acaba de recibir las
visiones de Apocalipsis.
b) ¿Qué preguntas queremos hacerle sobre la
interpretación de las profecías que el anciano apóstol acaba
de recibir? ¿Qué podría decirnos?
c) Juan murió en el año 96 (o el 98). No vio el cumplimiento
de sus profecías. No vio los lugares ni presenció
personalmente los eventos que hemos visto en nuestro largo
viaje a través de la “Dimensión del Tiempo”.
d) En cuanto a la interpretación de las profecías, la ventaja
es nuestra, siempre y cuando tengamos el conocimiento
necesario de la historia y de las Escrituras, por la razón de
que pertenecemos a un tiempo mil novecientos años
después de la muerte de Juan.
Han transcurrido diecinueve siglos después de aquellas profecías
dadas al apóstol Juan. Han tomado lugar muchos eventos
impactantes en el mundo espiritual. ¿Es lógico que Dios no diera
a su iglesia profecías sobre tan grandes eventos, sobre entidades,
tanto espirituales como seculares, que la afectaran drásticamente
en su vida y obra? El sentido común nos lleva a pensar que,
ciertamente, Dios no hubiese pasado por alto todos estos siglos
que hemos recorrido y todos estos acontecimientos
tremendamente importantes para vastas multitudes de almas,
dando profecías solo para el siglo veinte (y el veintiuno) y los
tiempos subsiguientes proyectados por los que pautan un Reino
Milenial para después de la segunda venida de Cristo. ¿Qué? ¿No
hay profecías para los mil novecientos años entre el año 96 d.C. y
el presente? ¡Inconcebible! O, ¿se limitan las profecías solo a la
época antes del año 324 d.C. cuando fue convertido Constantino?
¡Increíble! Mediante la conversión de Constantino, se
desencadenó una serie de acontecimientos que resultó en la
eventual "coronación" del "hombre de pecado". Luego, a
consecuencia de la elevación de la iglesia (ya apóstata) a "religión
del estado", durante más de mil años acaecieron toda suerte de
conflicto espiritual y aun carnal entre las fuerzas del Bien y del Mal,
entre las de la Verdad y las del engaño, conflictos grandes y
pequeños que afectaron a billones de almas. ¿Cómo pensar que
no se diera ninguna profecía en el Nuevo Testamento para el
periodo tan largo y convulsionado que abarca desde el año 324
hasta el presente, o desde el año 69 d.C. hasta el presente? ¿Qué
toda profecía del Nuevo Testamento, en particular, de Apocalipsis
fuese limitada a los años antes de 324 d.C., o solo a la década de
los años sesenta del primer siglo? ¿No dio Dios profecías al pueblo
de Israel que cubrieran casi todo el tiempo de su existencia? ¿Por
qué habría de dejar a su Pueblo Electo (la iglesia) sin profecías
para casi todo el tiempo de su vida y obra en la tierra? Nuestra
convicción es que el Todopoderoso instruyó proféticamente a su
iglesia para que en todo tiempo los miembros sabios de ella estén
preparados para enfrentarse a las fuerzas que los afectan a lo largo
de la Era Cristiana, hasta la culminación de esta al regresar Cristo
en victoria.

15. Abordamos nuestras "Naves del tiempo" y regresamos pronto, sin


hacer escalas, al siglo veinte (veintiuno). Ahora, tenemos delante de
nosotros el gran panorama de la historia de la Era Cristiana desde el
año 96 hasta el presente. Lo tendremos presente siempre como
trasfondo indispensable para el desarrollo de la interpretación correcta
de las profecías apocalípticas.

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