Técnicas de Timeboxing: foco, foco y foco
Técnicas de Timeboxing:
foco, foco y foco
“Así como los ojos de los murciélagos se ofuscan a la luz del día, a la inteligencia de
nuestra alma la ofuscan las cosas evidentes”.
ARISTÓTELES
Las técnicas de Timeboxing son
sencillas a la vez que poderosas. Se
trata de alternar periodos de trabajo
con periodos de descanso. Luego
entraremos en más detalles, pero lo
fundamental es que en los periodos de
trabajo se trabaja. Lo que quiero decir
es que durante el periodo de trabajo
no hay lugar a las distracciones, no te
saldrás del foco a no ser que ocurra
una urgencia. Después tendrás el
periodo de descanso, donde es
obligatorio descansar, de nada valen
estás técnicas si no respetas el
periodo de descanso. En el periodo de
descanso habrá tiempo para incluir
todas aquellas distracciones que tanto
ansías: Facebook, prensa deportiva…
cada uno a lo suyo.
Los tiempos de trabajo y
descanso son muy personales,
aunque te voy a dar unas pautas que
pueden servirte de referencia. Se
podría partir de 45 minutos de trabajo
y 10 de descanso, y modificarlo según
las necesidades de cada persona o
cada momento. Al principio del día es
posible que puedas permitirte (por
cuestiones de energía) periodos más
largos que por la tarde, o habrá
actividades que requieran tanto
esfuerzo, intelectual o físico, que te
obligarán a reducir los tiempos de
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trabajo. Los días en los que te sientas
con fuerza no pongas vallas al
campo… si el cuerpo te pide trabajar
hora y media seguida, eso sí,
concentrado en la tarea, nada de estar
y no estar, pues adelante… y aquellos
días en los que te sientes
completamente desvalido, realiza
tandas más cortas y amplia los
descansos. Tienes que jugar con estas
técnicas y ser muy inteligente. Bien
utilizadas tienen una potencia que muy
poca gente puede imaginar sin
experimentarlas.
El cerebro sabe que si luego
tiene un periodo de descanso puede
darlo todo durante el periodo de
trabajo. Él sabe que después viene su
recompensa, y por tanto está en foco
en la tarea. Si no le pones la
“zanahoria” del periodo de descanso,
sino que le pones a trabajar de forma
indefinida, él se buscará mecanismos
de defensa para distraerse, y tu
productividad se verá ostensiblemente
mermada. Nadie es capaz de estar
indefinidamente concentrado.
Hay un ejemplo que ilustra muy
bien este efecto: imagina dos
estudiantes que entran a las nueve de
la mañana a una biblioteca. El
estudiante A se sienta a las 9 y sale de
 Técnicas de Timeboxing: foco, foco y foco
la biblioteca a las 14h. El estudiante B
entra y sale a la misma hora, pero
mientras, mediante el uso de técnicas
de Timeboxing, se ha programado
periodos de trabajo (tandas) de 45
minutos con intervalos de 15 minutos
de descanso, que aprovecha a salir,
hablar con amigos, comentar cosas en
el Facebook… y además, después de
la tercera tanda se ha programado un
descanso de 30 minutos donde se va
tomar un café y despejar la cabeza ¿a
cuál crees que le va a ir mejor? Sin
duda alguna al estudiante B. Si lo hace
bien, si está en foco durante los
intervalos de trabajo, el estudiante B
va estar en foco, concentrado al cien
por cien en el estudio durante tres
horas y media. El estudiante A, a partir
de la primera hora comenzará a
desconectar, a mirar a todos los sitios,
a meterse en el móvil de forma
errática, a cansarse…
Además, el trabajo con este tipo
de técnicas, sobre todo cuando se
conjuga con una hoja de ruta, aumenta
muchísimo el positivismo sobre tu
trabajo y por tanto la autoestima. Es un
placer cuando termina tu periodo de
trabajo y eres consciente que has
estado 100% metido en tu tarea.
Dentro de las técnicas de
Timeboxing hay una que ha adquirido
mucha fama, de hecho hay gente que
siempre trabaja usándola, se llama
Pomodoro y fue creada por Francesco
Cirillo a finales de los años 80. El
método Pomodoro consiste en
periodos de trabajo de
veinticinco minutos (llamados
Pomodoros) y descansos de cinco.
Esta técnica propone que cada cuatro
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Pomodoros se tome un descanso de
veinte minutos. Ni que decir tiene que
existen en la actualidad innumerables
aplicaciones que nos facilitan esta
tarea (tanto para Smartphone,
ordenador… basta que teclees
“Pomodoro” en el buscador de
aplicaciones).
Para no fracasar usando estas
técnicas has de recordar que el tiempo
de trabajo de cualquier Timeboxing
debe de ser sagrado, aunque también
lo son los descansos. No elimines los
descansos, porque terminarás
fracasando. En los descansos no
estás perdiendo el tiempo, sino todo lo
contrario. También es importante que
cada ciertas tandas establezcas un
descanso mayor.
En muchas ocasiones me he
topado, como es lógico, con muchos
trabajadores que querían implementar
este sistema de trabajo y no les
dejaban sus jefes, porque no les hacía
gracia que sus trabajadores
descansasen cada cierto tiempo.
Habrá casos irrecuperables, pero en
general si se le explica razonadamente
la técnica y sus beneficios, y sobre
todo si ve buenos resultados,
accederá. Te recomiendo que intentes
siempre trabajar por resultados y no
por tiempo. Si obtienes muy buenos
resultados, tu jefe te va a permitir que
te organices, más o menos, como
quieras. Eso sí, siempre hay casos que
ni con una buena dosis de
pedagogía… si eres uno de los
trabajadores que tiene un jefe así… lo
siento, siempre lo podrás aplicar a tu
vida privada, donde también puede
ser muy útil.